¿Deberías invertir miles de euros y varios meses de tu vida en estudiar un máster?
La respuesta correcta es que depende. Depende de en qué vayas a emplear ese tiempo y dinero en caso de no hacer el máster.
Si el plan alternativo es gastártelo en un televisor gigante y pasarte 8 horas al día frente a una pantalla, entonces es mejor que estudies el máster aunque no te sea útil. Por el contrario, si tu intención es utilizar ese tiempo y ese dinero para irte a vivir a Inglaterra y mejorar tu nivel inglés hasta el punto de que te sientas cómodo hablando y leyendo en ese idioma, entonces es preferible que te decidas por esto último porque a la larga los beneficios van a ser muchísimo mayores.
Elegir una cosa siempre implica renunciar a otras. No puedes hacer un máster en una universidad española y al mismo tiempo vivir en Inglaterra.
Esto lo que en economía se conoce como coste de oportunidad. Por desgracia, es algo que muy poca gente tiene en cuenta al tomar decisiones hoy en día.
Cómo funcionan los costes de oportunidad
Todas tus decisiones tienen un costo de oportunidad que viene dado por el valor de la mejor de todas las opciones a las que estás renunciando.
Cuando pides una hipoteca a 30 años para comprar una casa, implícitamente estás renunciando, entre otras cosas, a lo siguiente:
- Aceptar un empleo mejor que el actual en un país o una ciudad diferente (o incluso en una zona diferente de la misma ciudad)
- Mudarte a un lugar más barato o conveniente en caso de que tu situación personal cambie (paro, divorcio, etc.)
- Invertir el dinero que estás pagando en intereses (más de un 40% del importe del préstamo) en viajar, empezar un negocio u otra actividad más provechosa
(Obviamente, puedes vender la casa en cualquier momento y sufrir una importante pérdida económica, pero no es aconsejable)
Por eso, el argumento de que «alquilar es tirar el dinero porque al cabo de 30 años no tienes nada» es falaz. No tiene en consideración que viviendo de alquiler SÍ puedes aceptar un empleo que pague el doble en otra ciudad, o que en caso de que te echen del trabajo tienes la opción de mudarte temporalmente a casa de tus padres sin tener la presión de un pago mensual obligatorio.
Además, es importante que entiendas que los costes de oportunidad no sólo afectan a las decisiones que tomas, sino también a las que no tomas (porque no decidir realmente es decidir). Por ejemplo, si tienes 10.000 euros guardados debajo del colchón porque no te apetece aprender cómo invertirlos, la decisión de no aprender tiene un coste de oportunidad igual a lo que estás perdiendo cada año por la inflación más los que no estás ganando.
Algunos costes de oportunidad que quizá no habías considerado
Si ganas mucho dinero pero tienes que trabajar 12 horas al día, tienes que descontar de tu sueldo el tiempo que no pasas con la gente que quieres. ¿Cuánto vale ver crecer a tus hijos o tener tiempo para salir a cenar con tus amigos?
Si te mudas a una casa más grande y más bonita en las afueras, tienes que sumarle al precio de la vivienda el de las 2 horas que tardas en ir y volver del trabajo. ¿Te merece la pena?
Si la próxima vez que se te rompe el botón de los pantalones o se te haga un agujero en una camiseta inviertes unas horas en aprender a coser en vez de llevarlos a arreglar o comprarte ropa nueva, ¿cuánto tiempo y dinero ahorrarías a lo largo de tu vida? ¿En qué otras ocasiones te sería útil esa habilidad?
Si compras un nuevo objeto… ¿Cuánto espacio ocupa en tu casa? ¿Cuánto cuesta ese espacio (en metros cuadrados, o el mueble dónde lo vas a guardar)? ¿Cuánto tiempo inviertes al año en limpiarlo y mantenerlo?
Si en vez de marcharte a Inglaterra a aprender inglés decides quedarte en tu ciudad y estudiar un máster para intentar conseguir un trabajo… ¿Cuál es el costo de oportunidad de estudiar en la universidad? ¿Cuántos trabajos puedes haber perdido por no tener suficiente nivel de inglés? ¿Cuántas oportunidades puedes haber desaprovechado por no viajar a Inglaterra?
Conclusiones
Para poder calcular el verdadero precio de las cosas y de tus acciones tienes que aprender a ver lo que no se ve. Eso significa tener en cuenta no sólo las consecuencias inmediatas de tus decisiones (desayunar una napolitana de chocolate todos los días = 1 euro por día), sino también las consecuencias a largo plazo (desayunar una napolitana de chocolate todos los días = diabetes = miles de euros en tratamiento durante el resto de tu vida).
La próxima vez que tengas que tomar una decisión, especialmente si conlleva una inversión importante de tiempo y/o dinero, ¡no olvides los costes de oportunidad!
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¿Qué compra o inversión te pareció buena en un primer momento y luego te salió más cara de lo que esperabas debido a su coste de oportunidad? Compártelo en los comentarios para que no nos pase a los demás 🙂
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La foto es de unas cabras en la isla de Jeju, en Corea del Sur. Las cabras son unos animales felices que no necesitan preocuparse por los costes de oportunidad.
¡Hoy llego a Tokio! 😀