Hace poco más de dos semanas que volví de mi viaje por Italia.
Curiosamente, ha sido mi primera visita al país transalpino porque siempre que he tenido la oportunidad de ir allí, como cuando me fui de Interrail, he acabado eligiendo otro destino diferente. El motivo es que como Italia es la típica excursión que haces con tu familia, pensaba que tarde o temprano acabaría yendo con mis padres. Desafortunadamente, eso nunca ocurrió, así que al final tuve que tomar cartas en el asunto y me fui yo sólo a la aventura 🙂
Recorrí Italia de norte a sur durante un mes y medio, pasando por los siguientes lugares:
- Milán
- Lago de Como
- Verona
- Bolonia
- Venecia
- Florencia
- San Gimignano
- Siena
- Pisa
- Roma
- Nápoles
- Palermo
Hubo partes en las que viajé con amigos y partes en las que viajé solo. También me encontré con lectores del blog que amablemente me acogieron y me enseñaron sus ciudades. Dormí en Airbnb’s, en albergues e incluso en una casa okupada. Pero disfruté de cada ciudad y cada pueblo, y volví enamorado de Italia, su comida y su cultura.
Como Italia es un destino turístico muy conocido, no voy a dedicar este artículo a contarte lo espectacular que es el David de Miguel Ángel o el duomo de Florencia. En vez de eso, quiero compartir contigo las 10 cosas que más me llamaron la atención y que no conocía antes de visitar el país. Y probablemente estas sean 10 cosas que no sabías de Italia hasta el momento en el que termines de leer este post.
Espero que te traigan buenos recuerdos, y que te animen a ir por primera vez o a volver a Italia 🙂
1. El gelato de pistacchio
Tenía muy buenas referencias sobre el gelato italiano antes de ir para allá, pero cuando por fin lo probé superó todas mis expectativas. Es sencillamente ESPECTACULAR. Lo describiría como «helado concentrado»: mucho más cremoso que el nuestro y con un gusto más intenso.
Según me explicaron algunos italianos, para juzgar la calidad de una gelatería hay que probar su gelato de pistacchio (mi favorito junto con el de nocciola). Es el sabor más difícil de conseguir, así que si está bueno, la heladería es de fiar.
La clave para distinguir un buen gelato de pistacchio es el color. Debería ser verde-amarillento (verde pistacho), como los pistachos de verdad, y no verde intenso, que es un indicativo de colorantes artificiales.
Una curiosidad: en Palermo y en el oeste de Sicilia, cuando hace mucho calor la gente come brioche -helado con pan- de primer plato en vez de pasta.
Mi gelatería favorita: Frigidarium, en Roma.
2. La pasta
Siempre he relacionado Italia con la pasta, como todo el mundo, pero he quedado alucinado cuando he visto la cantidad de la misma que se consume en el país.
Todos los restaurantes ofrecen varios tipos de pasta como primer plato. Hay tiendas en las que sólo venden pasta fresca. Y hay muchos italianos que comen y cenan pasta TODOS LOS DÍAS. Increíble.
Por lo que vi, les gusta la marca Barilla, la cocinan siempre al dente y tienen multitud de salsas diferentes. Mi favorita: la carbonara, que es típica de Roma y que no se prepara con nata sino con huevo y queso pecorino rallado. Probé una carbonara de espárragos (es decir, con espárragos trigueros en vez de con beicon) en este restaurante que me dejó extasiado.
3. Los gorrillas 2.0 de Nápoles
En muchas ciudades del mundo existe la figura del aparcacoches o «gorrilla»: una persona que se coloca en una zona donde es difícil aparcar, te ayuda a encontrar hueco y te cobra por «vigilar tu coche» (a pesar de que el parking debería ser totalmente gratuito).
Hasta ahora, todos los que había visto actuaban más o menos igual, pero en Nápoles esta actividad alcanza otro nivel.
Los gorrillas 2.0 napolitanos no trabajan con aparcamientos públicos, sino que tienen su propio parking privado (un descampado bien localizado). Si quieres aparcar tu coche, te abren la puerta para que entres al aparcamiento, te bajas del vehículo dejando la llave puesta, y ellos se encargan de todo. Cuando hayas terminado con tus recados, vuelves al parking, le dices al tipo de la puerta cuál es tu coche y él te lo saca amablemente… después de que le hayas pagado 2 o 3 euros, claro.
En este vídeo puedes verlos en acción:
Según mis estimaciones, el grupo de gorrillas 2.0 puede estar facturando fácilmente 500 o 600 euros al día. Sin duda un negocio rentable.
4. Los Smarts
Siempre había pensado que el Smart había sido un completo fracaso por parte de Mercedes, ya que en España apenas se ven por las calles. Sin embargo, Italia es otro rollo.
Todas las ciudades italianas están LLENAS de Smarts, especialmente Roma. No sé cuál es la proporción exacta, pero a veces jugaba a contarlos y era en plan 1 de cada 10. Una auténtica barbaridad.
Dicen los italianos que es porque hay pocos aparcamientos y el Smart es muy conveniente porque se puede aparcar en batería en una zona de parkings en paralelo. Es un teoría que tiene sentido, pero yo creo que además de eso les gustan los coches pequeños en general (y los productos de su país), porque el Cinquecento es otro modelo muy popular.
5. El café
Todos, absolutamente todos los italianos, tienen cafetera italiana. Algunos incluso tienen varias de distintos tamaños.
Yo también tengo una en casa, y la he usado alguna vez, pero cuando vi a mis anfitriones de Airbnb preparando café me di cuenta de que hasta entonces lo había hecho todo mal.
Estas son las tres reglas de oro:
- El agua se llena hasta arriba. No pasa nada incluso si un poquito se cuela por el filtro donde se pone el café.
- El café se echa en forma de montañita, ¡nada de aplastarlo! Ya se aplastará solo al cerrar la cafetera.
- NUNCA, NUNCA, NUNCA debes lavar la cafetera con lavaplatos. Si un italiano te va hacerlo puede que la tire a la basura y se compre otra. La cafetera se enjuaga con agua y ya está.
Imagino que si eres aficionado al café ya sabrías todo esto, pero como yo soy más de máquina de espresso me pilló por sorpresa 🙂
Ah, y otra curiosidad relacionada con el café: ¡no hay Starbucks en Italia (o al menos yo no he visto ninguno en mi viaje)!
6. Las gaviotas de Roma
Antes de ir a Italia creía que la gaviota era un pájaro exclusivo de lugares con mar, pero parece ser que me equivocaba porque en Roma… ¡hay gaviotas! Sí, sí, de las de verdad. Con sus picos afilados y su sonido característico.
No sé cómo han acabado en la capital, ni de qué se alimentan (¿de los peces del río?), pero las puedes escuchar de vez en cuando y ver volando por ahí.
En Roma también hay muchas palomas y, según me han contado, se llevan bastante mal con las gaviotas 🙂
7. La famiglia italiana
La cultura italiana es muy similar a la española y, al igual que aquí, allí la familia es un componente esencial. Sin embargo, me dio la impresión de que en Italia la familia es todavía más importante y tiene más peso en la vida de la gente, y que también es más tradicional.
Aluciné cuando una amiga romana me explicó que no podía salir esa noche porque su madre estaba fuera y no podía dejar a su padre cenar solo. Tenía que comprarle la cena y hacerle compañía como una buena hija. También me dijo que tenía que estar en casa cuando sus padres llegaban de un viaje para darles la bienvenida y ayudarles a subir las maletas.
Obviamente, no todas las familias serán iguales, pero escuché varias historias como estas y me parecieron sorprendentes.
8. Las contradas de Siena
Uno de los lugares que más me llamó la atención de Italia fue Siena, porque en cierto modo ir allí es como volver a la Edad Media.
El área de la ciudad que se encuentra dentro de las murallas está dividida en 17 contradas, que son una especie de barrios medievales. Cada contrada tiene el nombre de un animal (la contrada de la jirafa, la contrada del puercoespín…), un centro social donde se reúnen sus miembros, y un capitán que la lidera, y sólo puedes formar parte de ella si naces allí o si algún miembro te invita y el resto vota a tu favor. Las contradas también tienen una fuente en la que se bautiza a los nuevos «socios» en una ceremonia especial.
En verano tiene lugar el evento más importante de Siena: el Palio. La Piazza del Campo se convierte en un hipódromo improvisado, y 10 jinetes de 10 contradas diferentes compiten en una carrera a la que asisten más de 40.000 personas. Lo más curioso de la misma son las reglas: los caballos se asignan al azar, los jinetes corren sin silla de montar, y si un caballo llega a la meta sin jinete es válido. Aunque la carrera dura sólo unos segundos, los sieneses se vuelven locos con ella.
Existe una gran rivalidad entre las distintas contradas, ya que apenas se relacionan entre sí. No me quiero ni imaginar la que se debe liar parda cuando un chico de la contrada del caracol se enamora de una chica de la contrada de la oruga 😉
9. Las bicicletas de Bolonia
Uno de los lugares donde mejor me lo pasé en Italia fue Bolonia: una ciudad estudiantil con un toque hippie, más tipo Granada que Salamanca. Allí me recibió J, un lector del blog, que me hizo de guía y me estuvo explicando cómo es su vida como estudiante Erasmus (¡gracias J!).
De todo lo que me contó J, lo que más me llamó la atención fue el hecho de que en apenas 4 meses ya había tenido 6 bicicletas diferentes.
El motivo es que en Bolonia hay una mafia de pakistaníes que controlan las bicis de la ciudad. Por la noche se las roban a algunos estudiantes y luego se las venden a otros. ¡Pero lo más gracioso de todo es que los propios estudiantes también se roban las bicicletas entre sí! Si te roban la tuya y no quieres pagar a los pakis, lo que haces es alquilar una cizalla durante 24 horas y buscarte una nueva bici por cuenta (a costa de algún pobre chaval).
Por eso nunca verás una bici buena en Bolonia: porque no te va a durar mucho.
10. La pizza
En Italia la pizza no se considera «comida rápida» ni «comida basura», sino un plato respetado que se debe hacer respetando unas ciertas reglas. Especialmente en Nápoles la pizza es una religión, al nivel de la paella Valenciana.
Lo más importante, lo que hace que la pizza sea pizza, es que se cocina en horno de leña. De hecho, si la misma masa se mete en un horno eléctrico, no se llama pizza sino focaccia.
La gran mayoría de pizzerías italianas tienen un horno leña funcionando desde que abren hasta que cierran, pero algunas familias también instalan su propio horno pequeñito en el jardín. Y es que cocinar una pizza de esta manera hace que sepa mejor y que el pan quede en su punto: tostado y crujiente, sin quemarse. Además, tarda menos de 5 minutos en estar lista para comer 😀
Así que ya sabes, si quieres ir a una buena pizzería, busca una con horno de leña.
La mejor pizzería del mundo: Da Michele, en Nápoles. Curiosamente, sólo tienen dos tipos de pizza, margarita y marinara.
Mi pizza favorita últimamente: con anchoas y alcaparras.
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Ahora te toca a ti. ¿Qué fue lo que más te sorprendió de Italia? ¡Cuéntanoslos en los comentarios!
DISCLAIMER: Este post está basado en mis experiencias personales y mis recuerdos de Italia, así que puede que alguna de las cosas que comento no sea completamente cierta o que algunas cosas importantes de Italia (para la mayoría de la gente) ni hayan sido mencionadas.
Foto inicial: En la Bocca della Verità, con cara de asustado porque no sabía si me iba a quedar sin mano.
JaviEN dice
¡¡Hola a todos!!
Recuerdo una vez que hablando con uno de los parcheggiatori (gorrillas) en Nápoles, el cual no trabajaba en uno de los negocios que comentas, sino en el parking de un super tipo Carrefour, me contó que él trabajaba 6 meses ahí, y luego con lo que sacaba se iba los otros 6 meses a Ibiza. Te puedes imaginar lo que se levantaba el tío…
Otra cosa que me parece de locura – impresionante -, es el desorden organizado de Napoli en el cual la conducción es el primer protagonista.
A parte de encontrarte coches o motos en cualquier sentido independientemente del que marque la vía (siempre recorriendo el camino más corto por supuesto), es la cantidad de personas que te puedes encontrar en una moto.
La última vez que estuve allí, me encontré en una calle bastante concurrida, una moto con 2 personas y ¡un perro! Este último sin agarrar ni nada, simplemente con las patitas juntas encima del sillín. Obviamente, el que conducía hablando por el móvil 🙂 .
Es una verdadera locura digna de ver.
Un abrazo y suerte en tu próxima aventura máquina!
Javier dice
Pues para mi verguenza nunca he estado en Italia. Y tampoco tengo conocidos ni amigos italianos 🙁
Pero parece una cultura fascinante, es curioso la cantidad de pequeñas cosas que hacen diferente de nosotros. Cómo dos paises tan cercanos han evolucionado de manera un poco diferente.
Lo que comentas de las bicis de Bolonia creo que lo hacen un cualquier ciudad universitaria. Cuando estuve de Erasmus en Linkoping algún amigo español tuvo problemas con algun italiano por la bici, incluso le pilló intentándo romperle la cadena!
En general da la impresión de que los italianos son muy pasionales, ¿no? Más que en España incluso.
¡Saludos y gracias por compartir tu experiencia!
Caro chan dice
Ya te dije, el helado de pistacchio ESPECTACULAR, yo no he vuelto a probar nada igual…Y mira que yo me comí cuatro helados en todo el erasmus -si, no me llama mucho, llámame rara- En España probé un par de veces a la vuelta y desistí.
¿Sigue habiendo smart por todos lados? Esta gente es que cuando le da por algo, que si la pasta, que si los smarts… El día que les dé por levantar el país, potencial mundial 😉
Siena *.* te imaginas por sus calles vestida de terciopelo y brocados, sin duda mi favorita…Tienen una cosa muy rica que es un pan horneado con prosciutto affumicato e parmigiano troceado dentro, así muy random, que mueres literal…(estoy babeando como Homer con un donut)
El año pasado visité Bologna por segunda vez, y sí supongo que tiene ese aire «perro flautista» de mi Graná, pero ni idea de lo de las bicis -es que son unos mafias allí de cuidado- ya que mis amigos eran más de vespa…
No has mencionado nada de los looks italianos ¿Sigue pasando que los tíos pasan de vestir como niñatos a hombres trajeados? Era una cosa curiosísima, no había término medio chiquillo…
Tampoco comentas que tal esos kilos de más…jejeje…Ir a Italia y no traerte ese «souvenir» es como no haber ido at all…
Chuuu!!
Jorge dice
No puede ser! Los helados de Roma, si soy sincero, es lo que más echo se menos de Italia de mi Erasmus allí, aparte de comer todos los días pasta y pizza en restaurantes con el buonipasto de la universidad que me salía por 3€. Todos los días (vale, no todos, 90% de días), fuera invierno o verano, comía helado, y de hecho, aunque probé muchos sitios, el mejor calidas-precio diría que es el old bridge», en la piazza del risorgimento si no recuerdo mal (muy cerquita del vaticano), simplemente flipante, por 1,50€ tres bolas riquísimas.
También echo de menos los paseos por la ciudad, lógicamente. En cuanto a napoli, mi elección fue la pizzería sorbillo, con más tipos de pizza y mucha tradición también, imperdible.
Por cierto, concuerdo en que son muy de familia los italianos, y más tradicionales que nosotros. Yo viví todo el año con italianos y es cierto que la pasta se comía todos los días, eso sí, de mil maneras distintas.
Que recuerdos 🙂
Amparo Millán dice
A mí una cosa que me llamó la atención la primera vez que fui a Italia, con 16 años (viaje de fin de curso) fue que «Ciao» también significa hola, y no adiós 😀 Se me hacía muy extraño ver a la gente saludar así!!
Por lo demás, precioso y singular país, gracias por compartir tus experiencias!
Diana Garcés dice
Amparo lo utilizan para saludar y despedir y es muy confuso y curioso te entiendo 😀
Pero después de 15 días, sin lograr decirlo bien, es solamente llegar a un sitio en que no hablan español ni inglés y a todo el mundo le dices «ciao»y «grazie»… Eso sí, que es raro 😀
Alex dice
Muy bueno Ángel, fantástica experiencia.
Yo tengo una deuda pendiente con Italia, y por motivos muy similares a los tuyos, al final, no he visitado el país como Dios manda…pero eso habrá que solucionarlo.
Por otro lado, si no te molesta Ángel, un par de preguntas. Cómo te has desplazado por Italia ? Yo soy más de hostales, que suelen ser lo más barato, e interesante para conocer gente y viajeros (no tanto locales) aunque otra opción interesante es el couchsourfing (nunca lo he probado personalmente), Airbnb tampoco y ahí venía mi duda, sale a cuenta en comparación con los hostales ? Parece una opcicón bastante interesante aunque a primera vista me parece más cara ? Un saludo y aquí te sigo leyendo. 😉
Diana Garcés dice
Alex, según mi experiencia, conseguir CS en Italia es una tarea bien complicada, no imposible, pero debes buscar mucho y con bastante tiempo, porque normalmente te contestan diciendo que ya están ocupados 🙁
Los hostales no los probé, porque como yo Traviajo y necesito más comodidad por eso me incliné por Airbnb que es excelente y una muy buena alternativa. Puede ser, algunas veces, más económico que el hotel y lo mejor es que te ubica en barrios no tan turísticos (a veces) y eso ayuda a dos cosas 1) a que socialices con gente local (de verdad) y 2) a no vivir en la aglomeración donde hay tanto turista. Porque eso sí, hablar de Italia es hablar de turistas 🙂
Diana Garcés dice
Bueno Angel si te gustó el gelato de pistacchio hubieses alucinado con el Cruasán de pistacchio (suave, nada hostigante, lo mejor, de lo mejor, de lo mejor) y justo lo venden en una de las mejores cafeterías de Bolonia. No puedo creer que te lo hayas perdido estando allí y gustándote el pistacchio. Para la próxima, porque después de probar eso es cruasán adquiere otro significado 😉
Yo también acabo de llegar de Italia y te cuento que me hizo falta comer más pasta. La pizza no tanto porque nuestro anfitrión de Couch Surfing en Torino hizo pizza casera hasta que se nos reventó el ombligo, peor la pasta, aunque comimos bastante, nunca es suficiente, porque si encuentras un buen lugar donde la preparen (porque en Italia abundan los malos sitios para comer pasta también) y sirvan buenas porciones, es que es un placer delicioso 😀
En cuanto a los carros pequeños, es genial cómo los parquean de lado y es que con el poco espacio que hay, tener carro americano en Italia sería la locura 😀
PD. No para todo el mundo Italia es un destino «típico» o deseado siquiera, de hecho en Colombia cuando piensas en visitar Europa en lo que piensas es en Francia, no en Italia 😉 (Gente rara) 😉
Un abrazo y a ver si alguna vez coincidimos en un sitio 🙂
Marie dice
Hola! Cuál es el sitio de los croissants de pistachos?
Gracias
Jose Otero dice
Ángel!!
Justo la semana pasada estuve en Roma con mi novia (que la conocí en una quedada VAM 😉
Y creo que te pasa un poco como a mi. La pasta, la pizza y los gelatos son INCREÍBLES!(aunque yo soy más de nocciola jeje).
Es cierto que hay muchos monumentos que ver, pero la comida de allí muchas veces los eclipsa.
Y la foto de la gaviota en la cabeza de Marco Aurelio es tal cual. A mi también me sorprendió muchísimo todas las gaviotas que había en Roma
Un saludo y viva Italia (y sus gelatos 😉
Ángel dice
Yo estuve en Italia hace unos años y sin duda, la pizza es la clave. Quizá en la lista me faltarían los paisajes de Italia, que los recuerdo increíbles.
Lo único decepcionante para mí fue Pisa, que excluyendo el recinto donde se encuentra la Torre de Pisa, no había nada más.
Juan Pardo dice
Has dado en el clavo Angel! Estuve el año pasado de erasmus en Roma y me has hecho recordar todo lo que dices.
Sin duda Italia es un destino obligatorio para todo viajero y recomiendo hacer como tu, recorrer de norte a sur! Vaya diferencia…igualito Milán y Palermo eh. Destacaría el tráfico como otra de las cosas sorprendentes jajaj
Me alegro que disfrutaras por allí! Buena elección de heladería en Roma, de mis favoritas 😉
Diana Garcés dice
Ángel pues mira que a mi Pisa no me decepcionó, de hecho me encantó caminar por sus callejuelas y centro, además la parte del río es muy agradable y ni qué decir de estar sentado viendo a la gente hacer piruetas para tomarse la foto con la torre. Fueron las dos horas más divertidas que he pasado en Italia riéndome sola. Me reí tanto que aún hoy me acuerdo y no puedo de la risa.
Será por eso que me parece que en Pisa hay más, mucho más. Quizás 🙂
Un abrazo,
David Pinar dice
Hola a todos.
Italia, un país y una cultura fascinantes.
Leyendo estas líneas no he podido evitar recordar la super experiencia que viví en Roma, Nápoles y Venecia, años atrás.
Soy consciente que tengo pendiente visitar un montón de ciudades excelentes como Milán, Florencia, Pisa… pero me llamó mucho la atención Roma por la sensación de estar viajando constantemente en la historia, en cada paso y en cada rincón de la ciudad. A saber lo que habría debajo de mis pies en cada momento, o la historia que escondía cualquier muro abandonado de la mano de dios repleto de matorrales…
Respecto al tema de las costumbres, coincido con lo que indicas Angel sobre los valores familiares, pero cierto es que no puedo borrar de mi memoria:
– Autobuses en Roma: Nadie paga billete. Las líneas de autobuses están petadas de personas. Ni se te ocurra pagar billete, nadie local lo hace y así nos lo hicieron saber los romanos.
– Pizza: “Lo siento, la pizza solamente se sirve en Italia para cenar. Nunca servimos pizza para comer. Sois spagnolo, cierto?”… Lo primero que nos impactó nada más aterrizar y perdernos por las calles de Roma. Ups.!
Angel, no te ha pasado lo mismo?
Pamela dice
Hola Ángel,
Gracias por compartir tus experiencias de Italia. Me encantó, siempre he querido ir a ese país, lo tengo pendiente. Espero que compartas tus experiencias de tu viaje a Estados Unidos también y que tengas un óptimo viaje.
Por cierto, no hay Starbucks en Italia? Interesante, aquí en Japón hay por todos lados y la verdad que nunca entro. No soy muy fan del café aunque hace poco entré a una cafetería donde preparan café con arte, me llamó la atención y me hicieron un diseño muy gracioso jaja.
Abrazos,
Antonio G. dice
Ragazzo!
Pues a mi lo que más me gustó de Italia fue por supuesto la comida (bueno, las italianas también). Y más al detalle fue la polenta que es un tipo de harina frita que normalmente la acompañan con salsas.
Ya la había probado en Brasil porque este plato se extendió (sobre todo por la parte gaucha del sur del país) pero lo de Italia fue brutal. Quizá fue porque la comí en casa de una amiga romana en la que su madre cocinaba como los ángeles. La hizo acompañada de unas cuantas salsas, a cual mejor…
También me sorprendió lo de la «familia» italiana. La verdad que me dejó triste la represión que hay en cuanto al tema. Pero bueno, yo respeto la cultura, cada cual a lo suyo.
Un abrazo
P.D: Espero que me trataras bien a Silvia!
YAGO dice
Yo he realizado cinco visitas a Italia, pero da para mucho más, me ha fascinado lo fácil que me encuentro y me comunico allí, donde comprendí que si algo soy es parte de esa cultura hispano-romana. Aunque aprecio el buen chianti, los gelatos, la pasta fresca, el diseño y la ropa, si he de volver es por el paisaje y sobre todo por el patrimonio cultural que tanto nos ayuda a pensar y a entender nuestro mundo ahora mismo. Me imagino no ya en 1505 sino hace unas décadas que habría ocurrido si un joven escultor pone en la Puerta del Sol una mole de mas de cinco toneladas de mármol con la figura de un joven desnudo, desafiando al poder y a los talibanes de todo tipo. Recuerdo el impacto que me supuso visitar en Siracusa las Leterias y entender lo que literalmente es cavar en la roca tu propia tumba y la dimensión de la esclavitud en la Magna Grecia…, o sorprenderme en el centro de la Isola de Ortygia, sobre la que pesan 3000 años de historia bajo un sol y un mar inmejorables, una iglesia cristiana barroca literalmente empotrada sobre un templo de Apolo por el cual paseo frecuentemente Platon).
Nuria dice
Hola Angel:
Gracias por este post…que ganas de ir a Italia me han entrado, y de probar todo.
Disfruta de tu nuevo viaje por E.E.U.U
Un saludo
Mariano dice
Eres muy grande! Ojalá sigas viviendo al máximo muchos años más.
Respecto la pizzería que comentas, salió recientemente en un documental (de la 2, lógicamente ) a colacion de la reciente «denominación de origen» de la pizza napolitana… Curioso que la elegida mejor pizza por los napolitanos (la de Demichele) no tenga nada que ver con los ingredientes ni elementos de cocción que marca la normativa (queso peccorino en vez de mozzarela de búfala, horno ,leña y tomate distintos de la norma UNI)…
Una vez más, lo que está fuera de los cánones es mucho más gratificante.
francesc dice
Hola Ángel:
Debo discrepar contigo respecto a la pasta: me sorprendió lo mal que la cocinan, teniendo en cuenta la fama que les precede. Tal vez mi esposa cocina los mejores macarrones del mundo, o en Tagiatella o Sangiovesa en mi tierra son unos cracks, pero lo cierto es que volvimos de Roma decepcionados por la pasta y pizzas que comimos allí.
Diana Garcés dice
francesc lo dicho, en Italia se come muy rica pasta y pizza pero también una muy maluca. Seguramente no diste con buenos sitios.
Nuestra primera vez en Roma, la primera noche comimos re-mal, pero ya luego supimos elegir mejor y definitivamente se come muy bien y en el Norte si que es cierto.
Te recomiendo darle otra oportunidad en algún momento, no es tan mala 🙂
Andrea Rojas dice
Que bien Angel! Me ha dado mucha risa el punto de los gorilas…en México les decimos «viene, viene! porque cuando te estás estacionando te dicen viene, viene y cuando estás a punto de pegarle al otro coche te pegan en la parte trasera para avisarte.
Son una verdadera mafia, acaparan las calles con cubetas y si no les pagas no quitan su cubeta. Si te atreves a quitar su cubeta y dejar tu coche puedes estar seguro que lo encontrarás rayado y que te digo de los estacionamientos llegan a cobrar 2 euros POR HORA!!! El promedio es 1 euro por hora …
Un abrazo!
Gustavo De la Rosa dice
Hola Ángel,
Excelente post, como de costumbre, en algunos puntos me hiciste recordar mi viaje a Italia, ¡Ya quiero regresar!
Lo del helado tienes toda la razón no había probado algo tan delicioso en mi vida y mira que no soy fan del pistache, jajaja
Y lo del café pues si, efectivamente no hay Starbucks y tambien me soprendio, pero tiene toda la lógica del mundo, ¿quién va a querer comer en una cadena cuando tienes n-numero de bares (que en Italia son las cafeterías) donde puedes probar un café mucho mejor?
Veo que no fuiste a Genova, que mal, porque la focaccia por allá es decliciosa y su historia es bastante curiosa, ya que ha sido parte de España y de Italia, creo que todavía se pelean si Cristoforo Columbus (Cristobal Colón) fue español o italiano.
Un abrazo, saludos.
Tonia dice
Me sumo a Gustavo, te has perdido Génova, la riviera ligure, Portofino, la spezia, le cinque terre, ve planeando un segundo viaje…
La focaccia o fugasa es un pan plano genovés, puede llevar salvia, aceitunas, cebolla o nada. Se hace en horno de leña también. No has probado la fugazza cuando estuviste en Buenos Aires?
Lo que más me sorprendió de Italia es que era tan parecido a Buenos Aires pero tan diferente, la gente, las caras, la comida, todo me recordaba a algo que al profundizar se revelaba distinto.
Otra cosa que me sorprendió es que (hace años, no sé ahora) había una sola marca de polenta instantánea, todas las esposas italianas utilizaban la sémola de maíz cruda y revolvían sobre el fuego una hora para hacer la polenta!!
En argentina hay muchas marcas instantáneas o de cocción un minuto y es una comida muy popular.
Siguiendo con la comida, me llamo la atención que comieran dos platos sí o sí en el almuerzo y en la cena incluso en sus casas. En argentina no es tan comun. Luego vi que en España también hacen lo mismo. Aquí o comés tallarines con salsa o milanesas con papas fritas, no las dos cosas. La ensalada no cuenta, puede estar siempre o nunca según las costumbres de la familia.
Mi pizza favorita es con mucha cebolla y un poco de queso rallado (parmigiano o grana padano)
🙂
Alex dice
@Diana Garcés
Gracias por la respuesta 😉 Lo del CS como comentaba, en Italia ni idea, y lo de Airbnb suena interesante. Por ciero, le estoy echando un vistazo a tu página. Saludos 😉
María dice
Si de número uno tienes al gelato de pistacchio ya no necesito leer más, soy fan!
Por cierto, toda la razón, si encuentras una heladería que lo haga bueno, no te olvides nunca de donde está ;))
Alvaro de Simón dice
Hola Angel, gran post como de constumbre ;). Yo solo he estado en Italia de viaje: Venecia, Roma, Verona, Florencia o Milán. En cambio, siempre eché de menos visitar alguna de las ciudades del sur que me parecen como muy auténticas. El año pasado tuve la experiencia de vivir con un italiano, de Palermo en concreto, compartiendo piso en Bruselas y la verdad que son unos grandes personajes. Como comentas, en el post siempre me preguntaba: ¿ Como puede ser que un tío que no hace nada de deporte cene pasta todos los días y no engorde? Todo un misterio sin duda, aunque todo se explica cuando le veías 2 horas en la cocina preparando la pasta como si fuese una paella. El hombre la preparaba cada día con ingredientes distintos y te das cuenta que para ellos eso es sagrado. Otra cosa que impacta es su concepto de familia, me comentaba que sus padres estaban tristes porque su hermano se había ido de casa y le pregunto pero que edad tenía tu hermano: 35 me dice…jajajaj. Por lo que se ve, el italiano se queda en casa hasta los 30 y pico y tan a gusto. Este chico con 31 años se pasaba hora y media al día hablando con la madre por Skype en el dialecto siciliano que no hay Dios que entienda. Bueno muchas anécdotas que contar, por último decir que los italianos con el inglés telita, cuando me dijo que » tired » signficaba tirado con eso te digo todo. 1 abrazo y ¡Ciao Enrico!
Angel dice
Enhorabuena Ángel por tu comentario.
Lo de la familia y la buena comida es cierto, según yo pude comprobar hace años.
Deberías escribir otro post analizando por qué en España se ha perdido todo lo relativo a la buena cocina y a las relaciones familiares.
Como eres de secano, te adelanto que en Barcelona, desde mucho tiempo atrás, gaviotas y palomas se llevan pero que muy mal. De hecho, las primeras se ‘comen’ literalmente a las segundas siempre que no encuentran nada mejor.
Lo de las bicis, yo lo pude comprobar cerca de Bolonia: en Rávena.
Un abrazo.
Lety dice
Hola Angel 🙂 Yo soy italiana y cuando te imaginé aplastando el café en la cafetera casi me da un soponcio jeje. A mi una de las cosas más raras (y a la cual no consigo acostumbrarme) es el tema de los besos: cuando conocemos alguien en Italia vamos a darles dos besos comenzando por la mejilla izquierda mientras que en España comenzáis por la derecha (o todos los que conocí yo comienzan por ahí!)… no veas la de veces que arriesgué un morreo por error jaja!
Angel dice
Sisisisisi, me había olvidado de los de los besos, pero es totalmente cierto!! A mi también me causó muchos «problemillas» al principio jajaja 🙂
luca dice
Yo también soy italiano, y me pasa lo mismo jeje…
Pero no es sólo eso, también cuando te cruzas con alguien por la calle y tiene que hacerte a un lado, la dirección a la que te apartas es diferente.
Los italianos nos movemos hacia la derecha, los españoles hacia la izquierda. O al revés, siempre se me olvida (o hago como que se me olvida buscando el correo jeje 😉
Oliver Trip dice
He estado ya un par de veces en Italia y la verdad es que he descubierto bastantes cosas que, al igual que tú, tenía asimiladas como ciertas pero que terminaron desmoronándose por completo.
Como por ejemplo la noche que mis amigos italianos me vieron echarle aceite al agua para cocer la pasta, ¡por poco me lo echan encima!
Al igual que tú, una de las cosas que más llamó mi atención está relacionada con el café.
No con el café en sí, sino el acto de tomarlo.
En España tenemos la costumbre de quedar para tomar café, es decir, pasar mínimo una hora con alguien charlando y poniéndonos al día mientras disfrutamos de un café tranquilamente.
En Italia este concepto era algo diferente. Recuerdo llegar a una cafetería, pedir un expresso con mis amigos italianos y, haciendo honor al nombre del café, darle un trago a la taza cual chupito de tequila y salir de la cafetería echando leches.
Creo que la media de mis «quedadas para tomar café» en Italia no sobrepasaban los 5 minutos jajaja.
Disfruta de ese viaje de vuelta a los Estados Unidos.
Un fuerte abrazo Ángel,
Oliver.-
Raquel dice
Me ha sacado una sonrisa «las bicicletas de Bolonia»
Tuve amigas de Erasmus, y apenas estuve 10 días… Pero si ¡yo también tenía mi propia bicicleta! jajaj
Disfruta de tu vuelta a las Américas!
Miguel M. dice
Estuve una vez en Italia aprovechando que parte de la familia política es italiana (por lo que pude conocer Italia en su vertiente menos turística y más nativa) y aparte de la riqueza cultural y gastronómica me llamarón la atención 4 temas que más o menos ya se han comentado:
– Lo de la familia con una cierta sumisión por parte de la mujer respecto del marido o del padre (o al menos en lo que yo conocí lo vi así). La verdad es que me llamó la atención.
– El vino. Aunque yo soy más de cerveza, siempre había vino encima de la mesa. Creo que en España el consumo de cerveza ha ido creciendo en detrimento del de vino. Allí parece que eso no se ha producido.
– Lo de los besos. Es verdad que allí siempre empiezan dando los besos en la mejilla empezando con la mejilla izquierda y en España lo hacemos con la derecha lo que origina más de un «problemilla».
– Pero lo que más me impresionó de las costumbres: el caos en el tráfico. Y lo que más me llamó la atención: entre los conductores no se pitan. Como me dijeron allí: no respetaban las señales pero sí entre los conductores. Un ejemplo que yo viví: Una carretera de dos sentidos. Uno que nos adelanta. Un coche que viene en sentido contrario. El adelantado, donde yo iba aunque conducía un italiano, se echa hacia la derecha. El que viene en sentido contrario se arrima a su lateral y así el que adelanta pasa por entre los dos sin que nadie se pite ni se enfade. Como eso muchos casos que viví. Muy curioso.
Un saludo
Ali dice
Ciao!! 🙂
¿Qué decir de uno de los lugares que recuerdo de forma más especial? Italia marcó un antes y un después en mi vida, fue uno de los viajes (por no decir el que más) que me inyectó vía intra venosa un mayor huracán de ilusiones, un torbellino emocional en toda regla y una lluvia repleta de momentos mágicos.
He estado en Verona, San Gimignano, Florencia, Roma, Siena y Monteriggioni. Lo que más me sorprendió de esos lugares fue:
· La facilidad que tienen los chicos de acercarse a cualquier fémina para ligar o, simplemente, entablar conversación. Durante mi primer día en Roma al menos me pararon cuatro o cinco veces y, gracias a esa iniciativa por parte del sexo masculino, conocí a chicos estupendos. Creo que en España la timidez asoma algo más…
· Como has comentado, su visión de la familia. Es alucinante notar la gran importancia que le otorgan a la unión del núcleo familiar y a sus tradiciones.
· La forma tan mágica que tienen los y las italianas de saborear los momentos, incluso cuando no hacen nada (que no hacer nada también tiene su encanto!!). Conocí a un florentino estupendo que se encargó de que aprendiera la importancia que tiene frenar y «no hacer nada» en el momento adecuado.
· La historia que callan a gritos (sí, tal cual…) las calles de Siena. Como a ti, me maravillaron… Callejeaba por la ciudad fijándome en todo y no dejaba de imaginarme todo lo que aquellas paredes podrían contar… Me alucinó…
· La gran habilidad italiana de conducir peor que mal (especialmente en Roma). Si lees esto y no has ido aún, yo que tú no me acercaría demasiado a la carretera…
· La exquisitez de compartir el silencio y no necesitar decir nada. Esto me sucedió muchísimas veces durante mi recorrido por Italia. Iba conociendo a personas (algunas del lugar y otras no) y no recuerdo ninguna otra ocasión en la que haya disfrutado tanto de largos paseos en silencio sintiendo la presencia de la compañía, disfrutar del momento y no necesitar decir absolutamente nada. Brutal.
· Los paisajes toscanos desde San Gimignano y Monteriggioni… Pasé horas y horas acercándome a las calles menos transitadas, a los rincones menos masificados, dejándome sorprender por la belleza singular de cada nueva estampa que descubría… Una auténtica maravilla para la vista y para el corazón si sabes apreciarlo.
· El abundante control policial (principalmente en la capital del Lazio). Gracias a eso me salvé de una buena (y no demasiado agradable)…
En fin… Que si la llaman «la bella Italia» será por algo, así que quienes no habéis podido visitarla aún, no os lo penséis mucho porque es un lugar apasionantemente vivo.
Un fuerte abrazo y feliz semana a tod@s!!
Ali
Leticia dice
Qué bien que te guste Italia,mayo viví en La Toscana y qué decir! Italia forma parte de mi vida y voy muy a menudo y ahora que tengo un blog de arte siempre es una gran fuente para mi. Gracias por tu blog y tus consejos te comunicas bien vas al grano y siempre aportas
Egoitz dice
Hola.
No he estado en Italia, y después de leer este interesantísimo post, me han entrado muchas ganas de ir. Me apunto el destino en la parte de arriba de mi lista 😉
Zoysi Fit dice
Soy una crack del café y ni me había dado cuenta ;P tal cual lo has descrito, lo hago yo.
Estuve en Italia y no oí hablar de los gelatos (y mucho menos del de pistacchio), claro que fue una visita fugaz. Comí pizza y tampoco fue lo más; exactamente lo mismo que cuando voy aquí a un Tagliatella y similares. Y en Nápoles viendo las ruinas y tal…
Creo que mi visita fue una mezcla entre mala suerte y no poder aprovecharla decentemente por falta de tiempo. Me alegro mucho de que hayas podido estar tanto tiempo ^^
Ah, las calles son una locura, tanto por parte de las personas como los conductores… qué pasada. Tienes que ir evitando atropellos constantemente jajajaj.
Me gustaron los mercadillos y recuerdo que me hizo ilusión ir a la Plaza de España.
Siempre he querido un Smart. En Alemania es todo lo contrario, coches largos como limusinas, potentes y nuevos nuevos.
marga zuzama dice
Comparto tus gustos. Para mí el mejor helado el de Roma, de cualquier sabor y con panna. El café italiano en cafetera italiana, of course! y más barato que en España. La pizza diferente, me gusta más la nuestra. De Bolonia recuerdo las torres y los millones de estudiantes . Siena es Bella, Florencia llenísima de gente, Milano espectacular y carísimo. Los italianos elegantes, guapísimos y extrovertidos.
Otas cosas interesantes es que te puedes colar en los buses sin pagar, gritar en la calle por que todos lo hacen, reirte con ellos , gesticular eternamente y dormir en albergos de monjas…..ja ja jajaja
Un beso
Marga
Iván Ruiz dice
La verdad es que en Italia he estado realmente poco, la ciudad que más estuve fue Milan, y la verdad es que no me acabo de convencer mucho, y luego en Roma, que con tanto turismo y con el tráfico que hay tampoco me emociono, lo que sí que tengo que reconocer, es que son ciudades que te puedes perder por sus cascos antiguos y encontrar miles de cosas interesantes y curiosas.
Enhorabuena por el post, me lo guardo para el próximo viaje que haga a Italia.
A seguir disfrutando del camino
María dice
Hola! yo he estado viviendo en italia (Napoli) y tengo algunas cosillas que decir. Sobre los smart es muy normal verlos sobre todo en gente joven, ya que cuando te sacas el carnet de conducir en italia no puedes conducir un coche con una gran cilindrada hasta transcurridos dos años, de ahí que todos los «novatos» tengan coches pequeños, y todas las familias tengan un coche de estos que suelen utilizar los hijos.
En cuanto a lo de las gaviotas en Roma: Roma está cerca del mar, de hecho, el aeropuerto internacional de Roma (Fuimicino) se encuentra en un pueblo costero, a unos 40 min en coche del centro de Roma.
Y por último L’Antica Pizzeria da Michele es muy conocida en Napoli, famosos de la talla de Julia Roberts han estado y han rodado allí, la clave de estas pizzeria está en la masa (suelen reposar 6h) y en la salsa de tomate casero, pero últimamente ha perdido calidad, por lo tanto te recomendaría Sorbillo, es una pizzería en el centro de Napoli, también muy conocida con unas pizzas espectaculares, en Sorbillo tienen una carta más extensa, aunque sea un pecato comer pizzas con diferentes ingredientes. La pizza por excelencia y la que siempre verás comer a los italianos es la Margarita, en honor a la Reina, con sus 3 ingredientes básicos, tomate, albahaca y mozzarela (di bufala).
Miguel Gómez dice
Buenas Ángel y hola a todos.
Hace poco también estuve en Italia, hice Bolonia, Venecia, Florencia, Roma y vuelta a Bolonia en algo más de una semana.
Me sorprendió enormemente la cantidad de dinero negro que se puede llegar a mover en estos lugares tan turísticos.
Me ha hecho gracia cuando has dicho que los los «gorrillas 2.0 puede estar facturando fácilmente 500 o 600 euros al día». Allí no facturan nada son unos genios del engaño, se lo montan incluso mejor que los políticos de España, tenían de ejemplo a Berlusconi..
En cuanto a las ciudades Roma es una ciudad un poco agresiva y desordenada, demasiada gente. En cambio Florencia y Bolonia son más acogedoras. Venecia única por supuesto, tuvimos suerte de que no hubiera demasiada gente, cuando se inunda la plaza de San Marcos es una locura.
Saludos a todos
valeria dice
en Italia podemos encontrar lugares muy hermosos, pero yo veo que la información que se muestra esta muy aburida
Alejandra dice
Vivo en Italia hace más de dos años y es verdaderamente una gran experiencia. Te he leído y realmente muy atinado tu escrito. Hay tanto que decir de este hermoso país, que lo mejor es aconsejar que esté en tu lista de viajes por el mundo!!
Fran Barrera dice
Pues a mí me llamó la atención la sensación de estar en casa (me pasa lo mismo con España).
Y el café! Uy sí, el café! En USA beben ese aguachirri malísimo que llaman café pero no, nada de eso. En España el café está bien pero tengo una amiga italiana que cuando regresaba a Italia se tomaba su primer café en el aeropuerto completamente desesperada porque el de España le parecía lo peor… y eso que jamás ha probado el de Chile que sabe a orina de gato (o sea, lamentable).
Ah! Y las copas insultantemente caras. Normal que bailen pegados a su copa toda la noche.
Ah! Y que visten muy bien (bueno, no todos) y en general: ese carácter Mediterraneo que adoro!
Jo! Chicos! Jamás perdáis esa esencia.
Un abrazo.
Paula dice
Hola! Soy Paula y tengo 19 años, me propusieron de la universidad, debido a mi buen promedio, postularme a una beca para ir a Italia 😊 estoy felizzz pero me dieron un par de preguntas, de las cuales en una no tengo idea que responder, me siento desorientada. Agradeceria me ayudaran 🙏
¿Qué representa Italia para vos?
Yaneth dice
Me encantó leerte. Yo también lo dejé todo y me fui en mi moto, sola por el mundo.
Salí desde Bogotá y fui tres veces a Ecuador, Perú y tres veces a mi país. Después en otra moto, me fui de Bogotá hasta Alaska. Pero solo a una pequeña parte de Alaska. Después recorrí casi todo USA, luego vine con mi moto y me enamoré de Italia. No pude evitarlo. No quería evitarlo. Recorrí varios países de Europa en mi moto y ahora sigo en la bella Italia.
Me encantó todo lo que escribiste. Solo quiero decirte que si hay Starbucks. Está en Termini en Roma. Tal vez en el momento de tu viaje no estaba. Al parecer es reciente.
Un abrazo y gracias por tu escrito.