«La vida es aquello que te sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes»
— John Lennon
Estamos a 31 de Marzo. Parece mentira, pero ya han pasado tres meses desde que arrancó el 2014, ¡WOW!
No sé si te acuerdas, pero la primera semana de Enero publiqué dos posts sobre los objetivos de año nuevo: uno en el que Miguel nos explicaba cómo planificarlos correctamente con algún que otro ejemplo de objetivos que puedes utilizar y otro en el que yo compartía los míos. Los dos artículos hablaban de lo importante que es revisar nuestras metas cada cierto tiempo, y como me gusta ser un ejemplo de lo que predico hoy voy a hacer justamente eso: analizar mi lista de objetivos para 2014, ver qué está yendo bien, qué está yendo no tan bien, y hacer los cambios necesarios.
Espero que este post te anime a hacer tu propia revisión trimestral y que mis reflexiones te den alguna idea para tu propia vida.
Revisión a fondo de mis objetivos prioritarios
A principios de año me marqué 34 objetivos diferentes, pero en esta revisión voy a centrarme únicamente en los 5 que seleccioné como prioritarios:
1) Llevar un seguimiento de diario de mi vida
¿Tengo claro lo que quiero?
Mi intención con este objetivo es, cada día, al levantarme y al acostarme, rellenar una serie de datos y responder a una serie de preguntas relacionadas con el resto de mis objetivos.
Por ejemplo, nada más levantarme:
- Hora a la que me he ido a la cama, hora a la que me he levantado (para hacer un seguimiento de mis hábitos de sueño)
- Peso, porcentaje de grasa (para ver la evolución de mis cambios alimenticios)
- Tareas que quiero completar hoy (para tener claras mis prioridades durante el día)
Y antes de irme a la cama:
- ¿He comido dos o más piezas de fruta? ¿He comido dos o más piezas de verdura? ¿He hecho ejercicio? (para asegurarme que me mantengo sano)
- ¿He leído algún libro? ¿He escuchado un audiolibro o podcast mientras hacía ejercicio? (para asegurarme que sigo aprendiendo)
- Si pudiese vivir este día de nuevo, ¿qué cambiaría? (para identificar cosas que he hecho y que considero pérdidas de tiempo, y no volverlas a hacer)
La idea es llevar un seguimiento diario de todas estas cosas para tenerlas siempre presentes en mi subconsciente y así prestarles más atención.
¿Lo estoy consiguiendo?
Empecé muy fuerte con este objetivo y durante las tres primeras semanas de Enero rellené mi hoja de seguimiento religiosamente todos los días menos uno. Los resultados fueron sorprendentes: mejoré en todas y cada una de las cosas que estaba midiendo. Por ejemplo, comí 2 piezas de fruta el 90% de los días.
Sin embargo, a partir del 21 de Enero, fecha en la que puse a la venta mi primer curso de pago, empecé a flojear. Me agobié porque tenía que preparar todo el material y configurar toda la parte técnica en menos de dos semanas, y al mismo tiempo ir a Madrid al taller de Miguel, ver a unos amigos, seguir escribiendo en el blog (incluida esta guía de Chiang Mai de más de 5000 palabras) y mil cosas más, así que volví a empezar las mañanas respondiendo e-mails y apagando fuegos en vez de haciendo el seguimiento y estableciendo prioridades.
En Febrero, una vez que arrancó la primera edición de El Nicho Perfecto, recuperé la rutina, pero empecé a olvidarme de rellenar la parte del documento de antes de acostarme. Me estaba quedando trabajando hasta tarde y estaba tan cansado que se me olvidaba.
Finalmente, en Marzo lo dejé por completo. Se me juntaron los preparativos del viaje a Sudamérica, el lanzamiento de la segunda edición del curso y un nuevo proyecto con mi hermano, y me sentí tan sobrepasado que corté todo lo demás.
¿Por qué no lo estoy consiguiendo?
Dos motivos:
- Cuando trato de hacer demasiadas cosas al mismo tiempo me siento abrumado, y cuando eso ocurre vivo permanentemente en el cuadrante de lo urgente, como diría Stpehen Covey. Me dedico a apagar fuegos y pierdo de vista hábitos importantes como este.
- Falta de rutina. No todos los días me siento delante del ordenador ni me voy a la cama a la misma hora. Hay veces que me despierto a las 8 de la mañana y veces que lo hago a las 1 destrozado porque salí la noche anterior, y esto hace más complicado el que recuerde rellenar la hoja de seguimiento.
2. Sigo una rutina de trabajo bien definida
¿Tengo claro lo que quiero?
El 2013 fue el primer año en el que empecé a montármelo por mi cuenta, y en algunos casos mi horario de trabajo fue bastante caótico. No tenía ningún tipo de rutina y había veces que me quedaba hasta a las 5 de la mañana acabando el post del día siguiente, con el consiguiente estrés y cansancio que eso conlleva.
En el 2014 quiero mejorar este aspecto, y por eso me marqué este objetivo. Mi intención es tener una rutina de trabajo establecida, por ejemplo de lunes a viernes de 8 a 3, y cumplirla escrupulosamente para asegurarme de que tengo suficiente tiempo para relajarme y para hacer otras cosas que considero importantes. Sé por experiencia que cuando tengo todo el día para acabar algo tiendo a perder mucho tiempo y a dejarlo para el último minuto (ver Ley de Parkinsson), y por las noches prefiero estar con mis amigos, durmiendo o leyendo un buen libro que agobiado escribiendo un post.
¿Lo estoy consiguiendo?
Que va. Estoy fracasando estrepitosamente.
Mi vida laboral no sigue ningún tipo de orden o rutina. Como me gusta mucho lo que hago y soy el dueño de mi tiempo, me meto en más proyectos de los que puedo abarcar y el trabajo acaba extendiéndose y ocupando tantas horas como yo le permito. Vivo continuamente con la sensación de que tengo un montón de cosas pendientes y eso no es sano.
En estos tres meses ha habido momentos en los que me he sentido sobrepasado, estresado y con ansiedad (¡hasta me han salido mis primeras canas!), algo totalmente nuevo para mí, que siempre he sido el tío más relajado del mundo. De nuevo me he pasado varias madrugadas delante del ordenador apagando fuegos en el último minuto por falta de organización, y eso me está empezando a pasar factura.
¿Por qué no lo estoy consiguiendo?
En este caso el problema también es doble:
- Me falta claridad. Sé que quiero tener algún tipo de rutina o estructura de trabajo, pero no acabo de decidir exactamente los detalles de esa rutina. He hecho algunos borradores, pero nunca los he cumplido porque…
- Me resisto a pagar el precio. Quiero hacerlo todo. Quiero levantarme de lunes a viernes a las 10 para escribir y también salir el jueves hasta las 5 de la mañana, y es imposible. Tengo que marcarme prioridades y renunciar a uno u otro.
3. Pongo a la venta mi primer producto digital a través de mi web
¿Tengo claro lo que quiero?
Mi objetivo principal este año es conseguir que mi blog me dé suficiente dinero como para cubrir todos mis gastos, y la mejor manera de lograrlo es vendiendo mis propios productos y servicios.
¿Lo estoy consiguiendo?
Sí, pero con matices.
En Enero-Febrero impartí mi primer programa de pago, con el que no gané dinero pero sí experiencia, y ahora en Marzo-Abril voy a dar la segunda edición.
Aunque esta vez sí que voy a tener beneficios, no me van a llegar ni de lejos para vivir todo el año. Para poder vivir todo el año tendría que organizar una nueva edición cada 2 meses, y eso es muchísimo curro porque no sólo requiere varias semanas de preparación para el lanzamiento sino luego 3 semanas completas respondiendo dudas y ayudando a los alumnos. No me sale rentable y toca poner mi monetización en revisión para arreglar esto.
En cierto modo, siento que he perdido de vista la filosofía inicial de La semana laboral de 4 horas y los ingresos pasivos. No es algo de lo que me arrepienta, porque he disfrutado mucho trabajando en este curso, he aprendido un montón y el ayudar directamente a la gente es algo muy satisfactorio, pero de aquí en adelante voy a centrarme en productos que no requieran de mi implicación directa una vez creados (como ebooks o cursos que se puedan hacer por uno mismo), y que no supongan el stress adicional de tener que cumplir con unas fechas concretas.
4. Me siento sano, lleno de energía y con ganas de producir
¿Tengo claro lo que quiero?
La salud y la alimentación están directamente relacionados con la productividad. Si te encuentras sano y con energía tienes ganas de hacer cosas, mientras que si te encuentras enfermo o cansado te invade la pereza y lo que te apetece es estar tumbado en la cama.
Mi objetivo para el 2014 es estar en plena forma y rebosante de salud para así sentirme bien en todo momento y maximizar mi productividad, y tengo pensado lograrlo de la siguiente manera:
- Comiendo al menos 2 piezas de fruta al día
- Comiendo al menos 2 raciones de verdura al día
- Haciendo ejercicio 5 veces por semana
- Durmiendo 7 horas al día
Mantener hábitos saludables es especialmente complicado cuando estás viajando, así que voy a prestar mucha atención a partir de ahora para no despistarme.
¿Lo estoy consiguiendo?
Voy por buen camino. Estos 3 primeros meses he comido bastante sano y he hecho ejercicio todas las semanas, pero no dormido demasiado bien por 3 motivos:
- En Cáceres estaba viviendo con mis padres y mis dos hermanos. Ellos tienen sus propios horarios que no coinciden con los míos, y muchas veces me tenía que despertar a pesar de que yo quería seguir durmiendo.
- La falta de rutina. Los días que dejaba cosas para última hora acababa acostándome a las tantas y dormía mal, y a la mañana siguiente estaba destrozado.
- Las noches de fiesta. Cuando salía con mis amigos, volvía tardísimo y aunque no bebiese al día estaba hecho polvo, y además mi horario interno se quedaba dado la vuelta.
Ahora que estoy viajando, estoy asegurándome de mantener las 2 raciones de fruta y verduras diarias y seguir haciendo ejercicio. En cuanto al tema del descanso, necesito prestar atención a los 3 puntos anteriores:
- Utilizar antifaz y tapones cuando comparta habitación en algún albergue. Si me quedo varias semanas en una ciudad, quedarme en una habitación privada o intentar alquilar un apartamento de airbnb.
- Prohibirme a mí mismo trabajar después de las 7 PM.
- Para el problema de salir de fiesta no hay ninguna solución milagrosa… Las únicas opciones son A) salir menos, B) volverme a casa más temprano (y no beber demasiado) o C) salir hasta las 8 de la mañana y aceptar que el día siguiente es un día perdido.
5. Viajo por Sudamérica
¿Tengo claro lo que quiero?
Quiero recorrer Sudamérica hasta finales de año. Ahora estoy en Argentina, en Junio iré a Brasil y el resto de la ruta está completamente abierta. Voy a viajar con tranquilidad y sin prisas, quedándome en cada ciudad el tiempo que me apetezca. Prefiero ver poco y bien que ver mucho y rápido.
¿Lo estoy consiguiendo?
Sí. Llevo ya una semana en Buenos Aires y de momento me está encantando. He alquilado un apartamento en el centro de Palermo y me voy a quedar por aquí como mínimo un mes (hasta que termine de dar el curso). Sin embargo, reconozco que estos días he estado más pendiente de lo laboral que del viaje en sí. Otra señal de que necesito reducir mi volumen de trabajo.
Mi plan anti-estrés
Creo que hay dos ‘barreras' muy claras que me están desviando de algunos de mis objetivos, y que además están íntimamente relacionadas entre sí:
- Estrés. Estoy haciendo todo a última hora, voy siempre a remolque.
- Agobio. Estoy intentando hacer demasiadas cosas.
La mejor manera de reducir mis niveles de estrés es asegurándome de que cuando trabajo lo hago porque quiero, y no porque no me queda más remedio (como cuando tengo que acabar un post a las 4 de la mañana y me estoy muriendo de sueño). Para ello, tengo que terminar mis tareas con suficiente antelación (en vez de a última hora) y darle a mis horas de relax y ocio la misma importancia que a mis horas de trabajo. Más ocio y más relax significan más felicidad, que a su vez significan más creatividad, más productividad y mayor calidad en todo lo que haga.
Cuando tu barco tiene un agujero y se está hundiendo no tienes que achicar agua más rápido. Lo que tienes que hacer es tapar el agujero, sacar toda el agua y entender por qué se hizo el agujero, para que no vuelva a ocurrir a los pocos días. De igual manera, cuando estás agobiado no necesitas trabajar más, sino todo lo contrario: necesitas detenerte, revisar tus prioridades y simplificar. Y simplificar incluye eliminar, delegar y negociar.
Te presento mi plan anti-estrés y anti-agobio 🙂
- Publicar un post a la semana en vez de dos, al menos durante el mes de Abril
- Cerrar el formulario de contacto hasta que haya respondido a los +150 e-mails que tengo pendientes
- Cerrar los mensajes directos a través de la página de Facebook
- No empezar nuevos proyectos hasta que haya terminado el programa ‘El Nicho Perfecto' y la nueva página nicho
- Nada más levantarme, y antes de tocar el e-mail o las redes sociales, establecer mis prioridades para el resto del día y hacer un seguimiento muy simple de cuántas horas he dormido, de si el día anterior hice ejercicio, y de si comí dos piezas de fruta y verdura
- Justo después de eso, escribir durante 2 horas o 1000 palabras con la intención de crear una pequeña reserva de posts para el blog
- No trabajar NADA después de las 19h. Si me levanto a las 14h porque salí el día anterior, sólo tengo 5 horas «laborales» ese día.
Y nada más.
Como ves, quiero mantenerlo lo más simple posible: cerrar todas las vías de agua para que el barco no siga hundiéndose, sacar todo el agua que se ha metido en estos meses y, una vez que el casco esté seco, sacar la brújula y volver a remar poco a poco en la dirección correcta.
Dentro de un par de meses publicaré un post contando cómo ha ido el plan y lo que he aprendido en el proceso.
No soy Superman
Muchas veces, cuando leemos los blogs de personas a las que admiramos y vemos todo lo que han conseguido, sentimos que nosotros no podemos llegar a ese nivel.
Esto se debe a que en Internet existe mucho sesgo de publicación.
De Wikipedia —
«El sesgo en publicación científica, también conocido como sesgo de publicación, es un tipo de alteración de los resultados de la investigación debido a la tendencia editorial de publicar mayoritariamente resultados significativos en desmedro de las investigaciones que reportan una relación no significativa entre las variables que se investigan.»
Resumiendo: los blogueros tendemos a publicar sólo lo bueno, lo positivo y lo que nos ha funcionado, ya que es mucho más interesante y provechoso para el lector que el contar nuestras penas y fracasos.
Espero que al leer este post te quede claro que soy una persona normal y corriente, y que yo también me equivoco y tengo mis épocas malas igual que cualquiera. Lo único que me diferencia de muchos otros (y estoy orgulloso de ello) es que cuando algo no me gusta o lo acepto o no paro hasta que consigo cambiarlo. ¿Y sabes qué? Eso es algo que también puedes hacer tú 🙂
¡Que tengas una feliz semana!
###
Ayer fui a ver el Boca-River cerca de la Bombonera y tengo que quitarme el sombre ante los aficionados argentinos. Es algo increíble. Estaba a 5 cuadras del estadio y se oían los cánticos de la gente más alto que en un partido del Madrid dentro del Bernabéu. Al final acabé viendo el partido en una pizzería de la zona porque la policía no nos dejó acercarnos más sin entrada, y todos los aficionados de Boca allí dentro cantando y animando sin parar. Una gozada.
La quedada Vivir al Máximo Buenos Aires será el próximo viernes 11 de Abril en el barrio de Palermo (el sitio exacto está aún por determinar). Voy a crear un evento en Facebook entre hoy y mañana, y publicaré un enlace en la página de Vivir al Máximo, así si quieres venir estate atento!!