Uno de los posts más populares de Vivir al Máximo es este, en el que explico por qué Tailandia es un fantástico destino si quieres romper con tu rutina y pasar unos meses de relax o trabajando en tus proyectos personales. Mi opinión al respecto sigue siendo la misma (sigo enamorado de Chiang Mai y me encantó vivir al máximo en Tailandia); sin embargo, también soy consciente de que los países asiáticos no son para todo el mundo por un motivo muy importante: el idioma.
Si no sabes hablar inglés ni la lengua local, te va a costar comunicarte con la gente y hacer amigos. Y, teniendo en cuenta que en España el tema en inglés andamos justos, vivir en Colombia para españoles será mucho más fácil que hacerlo en Tailandia.
Como algunos de mis lectores sólo hablan español (o simplemente prefieren la cultura latina a la asiática), hoy quiero presentarte una alternativa a Tailandia en clave hispana que se ha vuelto muy popular en los últimos años entre los nómadas digitales. Se trata de Medellín, Colombia.
¿Por qué Medellín?
Medellín no tiene ningún monumento emblemático, como la torre Eiffel. Tampoco tiene una playa de arena blanca y aguas cristalinas. Sin embargo, es una de esas ciudades que cuando la visitas te hace sentir que podrías vivir allí.
Lejos de la imagen que todavía mucha gente tiene de ella, Medellín ya no es la capital de la droga y el crimen, sino una ciudad moderna, innovadora y llena de vida que muchos consideran la ciudad de referencia en Latinoamérica.
A continuación analizaré sus principales atractivos y características para intentar convencerte de que la visites algún día y, por qué no, de que te traslades allí varios meses para sacar adelante tu primer negocio online 🙂
1. Clima y entorno
Lo primero que me llamó la atención de Medellín fue la vista desde el avión unos minutos antes de aterrizar. Justo después de descender por debajo del nivel de las nubes, miré a través de la ventanilla y lo único que pudieron ver mis ojos fueron montes verdes por todas partes, algunos de ellos con una o dos casitas en sus lomas.
Una vez en tierra, pedí un taxi hacia el centro. Después de 25 minutos conduciendo entre montañas seguía sin ver un solo edificio, así que le pregunté al conductor que dónde narices estaba Medellín. «Ahora lo verás», me respondió, enigmático. De pronto, la ciudad comenzó a aparecer en el horizonte. No la había podido ver hasta ese momento porque se encuentra en el interior de un valle, rodeada de cerros.
Te cuento todo esto para que entiendas el porqué de su fantástico clima. Su localización geográfica, su topografía y sus 1.500 metros de altitud hacen que Medellín tenga una temperatura promedio de 23 grados centígrados, con ligeras variaciones –más calor– únicamente en los meses de Diciembre-Enero y de Julio-Agosto, lo que le ha hecho ganarse el título de «la ciudad de la eterna primavera».
Todas las mañanas sale el sol en Medellín, aunque rara vez te encuentras un día completamente despejado porque suele haber nubes. La temperatura máxima puede llegar hasta los 30-32 grados al mediodía, pero la sombra y la suave brisa que viene de la montaña te permiten estar en la calle sin sofocarte. Aunque por la tarde/noche empieza a hacer más fresco, nunca es necesario ponerse más abrigo que una sudadera o una chaqueta finita. Llueve aproximadamente la mitad de los días, siempre después de las 6-7 de la tarde y de forma tropical: cae un chaparrón durante 1-2 horas como mucho y luego para.
El clima de Medellín me parece casi inmejorable, y sin duda es uno de los mayores atractivos de la ciudad. No hay día en que no brille el sol; hace calor, pero no tanto como para que no te apetezca salir de casa; hay humedad, pero no tanta como para que no puedas respirar; y mires donde mires sólo ves montañas verdes. Ah, ¡y no hay demasiados mosquitos, lo que para personas como yo es MUY importante! 😛 Medellín reúne las condiciones perfectas para relajarse, para hacer actividades al aire libre y para ser productivo.
2. Seguridad
Cuando le dije a mi madre que iba a pasar un mes en Medellín, se echó las manos a la cabeza. Al igual que mucha gente, relacionaba la ciudad con carteles, drogas, crimen, FARC, guerrilla, secuestros e inseguridad.
Si bien es cierto que Medellín sufrió una época de violencia muy dura a finales del siglo pasado, la ciudad ha cambiado mucho desde entonces. Después de la muerte de Pablo Escobar en el 93, los políticos se pusieron las pilas y construyeron parques y bibliotecas, instalaron nuevos sistemas de transporte, y organizaron todo tipo de eventos culturales que le dieron a la ciudad un lavado de cara. Entre 1991 y 2010 las tasas de criminalidad se redujeron en un 80%, y en 2013 Medellín fue elegida por Citigroup y The Wall Street Journal como la ciudad más innovadora del mundo.
A día de hoy, considero que Medellín es una ciudad bastante segura. No es Chiang Mai ni Cáceres, pero puedes llevar una vida normal sin tener ningún problema siempre que hagas las cosas con cabeza y sigas unas precauciones básicas. Lo más importante es lo que los colombianos llaman «no dar papaya», que significa no aparentar (por ejemplo, no escribir un mensaje en tu iPhone mientras caminas por el centro). Además de eso, es conveniente vigilar tus pertenecías cuando uses los medios de transporte en hora punta y evitar ir a los barrios «menos buenos» de noche. Es decir, lo que se recomienda en todas las ciudades del mundo.
Durante el tiempo que pasé en Medellín no sufrí ningún robo ni viví ningún momento de tensión, salvo cuando fui a ver un partido del Nacional en el fondo sur, rodeado de tipos llenos de tatuajes con malas pintas. Pero bueno, eso fue culpa mía, que soy un irresponsable 😛
3. Alojamiento
Antes de llegar a la ciudad pregunté a mis lectores colombianos por las mejores zonas para vivir en Medellín. Me llegaron un montón de mensajes (¡gracias de nuevo!), y todos me sugerían los mismos barrios:
- Poblado. El barrio más exclusivo de la ciudad. Lleno de grandes edificios, cafeterías y restaurantes, en Poblado se alojan la mayoría de los turistas que visitan Medellín. Es muy seguro, incluso por las noches, y es donde se encuentra la mejor zona de bares y discotecas: el parque Lleras. Si te quedas aquí, te recomiendo el hostel Happy Buddha (12,85 euros/noche en habitación compartida con desayuno), donde no tendrás problemas para conocer a viajeros de todo el mundo con ganas de fiesta.
- Laureles. Aquí es donde se encuentra la Universidad Pontificia Bolivariana y el estadio de fútbol de la ciudad. Aunque es mucho más residencial y tranquilo que El Poblado, también tiene dos calles llenas de bares y restaurantes que se ponen muy bien los fines de semana: la 33 y la 70. En Laureles recomiendo Buddha Hostel (€10,28 euros/noche en habitación compartida SIN desayuno). Es propiedad de Martín, un español que se enamoró de Medellín, y es un lugar tranquilo y muy agradable.
- Belén Rosales. La opción más relajada de las tres. Se trata de un barrio residencial, donde a partir de las 9 de la noche es complicado encontrar algo abierto. No obstante, es seguro, está muy cerca de Laureles (por si quieres ir a cenar o a tomar unas cervezas), y cuenta con una unidad deportiva donde puedes practicar gratis cualquier deporte. Cuando pasé un mes en Medellín me quedé en una zona de Belén Rosales que se llama Malibú. Alquilé una habitación privada en la International House (280 euros/mes, sin desayuno), una especie de hostel/residencia para viajeros de larga duración, y la verdad es que quedé encantado.
Cualquiera de estas opciones está bien, y tienen comunicación directa con el resto de la ciudad.
Por último, recuerda que además de los albergues, puedes encontrar pisos y habitaciones para alquilar en AirBnB.
4. Comida
Me gustan muchas cosas de Medellín, pero la comida no es una de ellas. En general, la cocina colombiana me resulta demasiado pesada y calórica. Mi débil estómago español no está acostumbrado a tener que digerir casi a diario frijoles, patacón (plátano frito, aplastado, y frito de nuevo) y otros alimentos fritos.
Los paisas, que es como se conoce a los habitantes del departamento de Antioquia, en el cual se encuentra Medellín, empiezan la jornada con fuerza. Los desayunos típicos son los huevos revueltos con quesito y arepa (una tortita hecha con maíz molido) y el famoso «calentao», una bomba calórica que lleva arroz, frijoles, chorizo, papas, plátano y un huevo frito. De beber se suele tomar aguapanela (caña de azúcar seca derretida en agua), chocolate o café. Y, por cierto, hablando de café: contrario a lo que mucha gente piensa, en Colombia NO existe una gran cultura cafetera como por ejemplo en Seattle, sino que es algo que se está empezando a desarrollar. No se bebe mucho café, y pocas personas saben preparar un buen espresso.
Para el almuerzo (de 12 a 14 horas), la mayoría de restaurantes sirven un menú ejecutivo que consiste en un bol de sopa, el plato del día o carne a la plancha (res, pollo o cerdo) con los acompañantes típicos (arroz, ensalada, arepa, patacón), y un vaso de jugo. Mis platos del día favoritos son el sudado de carne de res (carne estofada) y el sancocho (sopa con verduras y carne), y mi menos favorito el mondongo (sopa de estómago de vaca), que suele comerse allí todos los domingos.
A la hora de la cena (de 18 a 21 horas), desaparece el concepto de menú ejecutivo y toca cocinar en casa o irse a un restaurante más elaborado. Yo solía prepararme algo o ir a un lugar de pollos asados, muy comunes en la ciudad porque en Medellín se come muchísimo pollo.
Además de todo esto…
- El plato típico de Medellín es la bandeja paisa, que lleva chicharrón (torrezno), carne molida, frijoles, arroz, chorizo, aguacate y un huevo frito. Según la terminas tienes que irte a dormir, porque te deja KO.
- También se venden mucho por la calle las arepas con queso: arepas rellena de queso derretido, preparadas a la plancha con mantequilla, a las que le ponen leche condensada por encima. El snack de los campeones.
- La bebida «oficial» es el aguardiente, un líquido transparente con sabor a anís y 30º grados de alcohol. Allí la gente lo bebe como agua, pero a los extranjeros no nos sienta muy bien…
Por eso, no debería sorprenderte saber que en Medellín TODO el mundo hace deporte. Si vas a la unidad deportiva a las 6 de la mañana, el gimnasio está lleno de gente levantando pesas; si vas a las 10 de la noche, también. Es normal, porque por algún lado tienen que quemar esas calorías 😉
5. Precios
Si bien es cierto que en Medellín no encontrarás albergues a 3 euros como en Tailandia, los precios son muy competitivos, y desde luego mucho más bajos que en España.
Esta es una lista de mis gastos el mes que pasé allí:
(La moneda de Colombia es el peso colombiano (COP). Al cambio, un euro son 2.500 pesos)
MENSUAL
- Alojamiento:
- Habitación privada en la International House con cama de matrimonio, TV, ventilador, toalla y cocina: 700.000 COPs (280 euros)
- Móvil:
- Datos [1,5 GB de 3G]: 40.000 COPs (16 euros)
- Voz y mensajes [no sé el precio exacto de los minutos y los mensajes, pero me sobró saldo]: 5.000 COPs (2 euros)
- Gimnasio:
- Crossfit: 160.000 COPs (64 euros)
— Total mensual: 905.000 COPs (362 euros)
DÍA A DÍA
- Desayuno:
- Tinto (café): 500 COPs (0,20 euros)
- Huevos revueltos con arepa [Sólo suelo desayunar café, pero como referencia]: 5.000 COPs (2 euros)
- Comida:
- Menú ejecutivo: 7.500 COPs (3 euros)
- Café pijo: 2.000 COPs (0,80 euros)
- Cena:
- Medio pollo asado: 8.000 COPs (3,20 euros)
- Bebida:
- Cerveza Club Colombia dorada en un bar: 3.000 COPs (1,20 euros)
— Total día a día: 26.000 COPs (10.4 euros)
OTROS
- Litro de leche: 2.800 COPs (1,10 euros)
- Docena de huevos: 4.000 COPs (1,60 euros)
- Corte de pelo: 7.000 COPs (2,80 euros)
TOTAL
Al mes: 674 euros
Al año: 8.088 euros (unos 9.000 euros, sumando vuelos y otros gastos)
***
Estos gastos, como puedes ver, son tirando hacia arriba, porque soy un poco pijo y quise hacer Crossfit y tener mi propia habitación individual. Si me hubiese aprovechado del gimnasio al aire libre que tenía en frente de mi casa (0 euros) y me hubiese alojado en el mismo lugar, pero en una habitación compartida (180 euros al mes), me habría ahorrado 164 euros mensuales y casi 2.000 euros al año. También podría haber gastado menos cocinando más a menudo: en Colombia existe una gran variedad de frutas y verduras a muy buen precio.
6. Sanidad
Parece que tengo una maldición con las ciudades en las que me quedo durante un periodo largo, porque igual que me pasó en Chiang Mai en Medellín me puse enfermo. La parte positiva es que ahora puedo darte mi impresión sobre la sanidad paisa 😉
Muchos europeos y norteamericanos siguen relacionando Sudamérica con pobreza y subdesarrollo, y tienen miedo de ponerse malos durante su viaje porque piensan que los hospitales van a ser deficientes, pero están muy equivocados. Medellín concretamente tiene algunos de los mejores hospitales de Latinoamérica, y gente de todo el mundo va allí a tratarse porque pueden disfrutar de los últimos avances médicos a un precio muy razonable.
Si te pones enfermo en Medellín, te recomiendo dos lugares:
- Clínica Las Américas. Donde fui yo, porque está muy cerca del barrio de Belén Rosales. La atención que recibí fue excelente. El doctor, un cachondo, no paraba de imitar el acento español y preguntarme por las chicas colombianas. Me hicieron unos análisis de sangre sin pedir cita previa y me enviaron los resultados por e-mail en 2 horas. Una maravilla.
- Hospital Pablo Tobón Uribe. También conocido como «el hospital con alma», por el trato tan humano que dan a sus pacientes, es el centro médico con más prestigio de la ciudad. Está un poco alejado de los tres barrios que sugiero para vivir, pero todo el mundo cuenta maravillas de él.
Eso sí, ¡no olvides hacerte un buen seguro médico o acabarás arruinado! Los ciudadanos colombianos tienen cubierta la sanidad, pero a los extranjeros les toca pagar, y los hospitales privados no son precisamente baratos. Para que te hagas una idea, a mí me salió la broma por lo siguiente:
- Visita al médico: 140.000 COPs (55 euros)
- Análisis de sangre: 386.000 COP (153 euros)
- Antibióticos: 96.000 COP (37 euros)
Menos mal que estaba asegurado…
¿Estás buscando un seguro de viaje que lo cubra todo? Yo utilizo el de Worldnomads.
7. Transporte
El sistema de transporte de Medellín conecta toda la ciudad, incluidos los barrios pobres de las montañas, y es famoso internacionalmente. Tiene los siguientes componentes:
- Autobuses. Los típicos buses de línea que recorren distintas rutas. Son más pequeños que en España, Argentina o Brasil. Un billete cuesta 1.700 COPs (0,70 euros)
- Metro. La llegada de este medio de transporte a Medellín fue muy importante para el desarrollo de la ciudad, porque trajo la llamada «cultura metro»: un modelo de gestión social y educativo que promueve la convivencia, el buen comportamiento, la solidaridad, el respeto propio y por el otro, y el respeto de normas básicas de utilización de los bienes públicos. El metro de Medellín tiene dos líneas, vagones muy modernos, y no va por debajo de la tierra sino por encima. Un pasaje cuesta 1.900 COPs (0,75 euros). ¡Cuidado con los robos en horas punta!
- Metroplus. Como su nombre indica, el Metroplus es un sistema de autobuses que extiende el metro, conectándolo con todos los puntos de la ciudad que no se encuentran cerca de una parada. Estos buses se caracterizan porque circulan por su propio carril por el que sólo pueden circular metropluses. El billete cuesta 1.900 COPs (0,75 euros).
- Metrocable. Durante la época de violencia en Colombia, mucha gente emigró a Medellín y se estableció en la ladera de una de sus montañas. Estos ciudadanos se encontraban desconectados del resto de la ciudad, debido a las brutales cuestas que se ven obligados a recorrer cada vez que quieren moverse, por lo que el gobierno decidió extender el servicio de metro con un teleférico. El metrocable es justamente eso: un sistema público de teleférico para facilitar la movilidad de algunos de los sectores más desfavorecidos.
- Escaleras mecánicas. Además de todo lo anterior, el ayuntamiento de Medellín construyó en 2011 unas escaleras mecánicas públicas de 384 metros de longitud en la Comuna 13, otro barrio humilde que se encuentra en la ladera de uno de los cerros. Antes de eso, los vecinos de esa zona tenían que subir y bajar 350 escalones cada vez que querían ir a otras partes de la ciudad.
La creación de todos estos medios de transporte ha sido un factor clave para solucionar los problemas sociales, y ha contribuído a que Medellín recibiese el premio a la ciudad más innovadora del mundo.
Además de utilizar el transporte público, muchísima gente se mueve en moto (y conducen como locos). Me sorprendió también la gran cantidad de taxis (no son peligrosos) que hay en la ciudad, y la facilidad para encontrar uno gracias a la aplicación de móvil Easy Taxi.
Medellín tiene 2 aeropuertos. Uno en el barrio de Belén Rosales, para vuelos de compañías lowcost como Viva Colombia, y otro internacional a las afueras (unos 40 minutos de distancia). Personalmente, te recomiendo que para viajes internos elijas Avianca, una compañía local que funciona fenomenal. Los billetes cuestan entre 50 y 100 euros, dependiendo del destino.
8. Gente y actividades
La gente es uno de los puntos fuertes de Medellín. Los paisas son muy cercanos, siempre están dispuestos a ayudar y tienen un acento peculiar que me gusta mucho 😉 Según ellos, son mucho más simpáticos y abiertos que en Bogotá (existe una gran rivalidad entre Bogotá y Medellín, parecida a la que existe entre Madrid y Barcelona).
Famosa en el mundo entero es la belleza de sus mujeres. Se las considera las más bonitas de toda Colombia, algo de lo que puedo dar fe. Además, parece que los hombres están muy orgullosos de ello, porque incluso hubo policías que me preguntaron qué me parecían las paisas. Eso sí: si lo tuyo son las rubias con pocas curvas, te has equivocado de lugar.
En cuanto a las opciones de ocio, Medellín es una de esas ciudades en las que no puedes aburrirte, debido a la gran cantidad de eventos culturales y actividades que hay.
En el mes que estuve allí, vi anunciados conciertos de todo tipo (Romeo Santos – Bachata, Berlin Dash – Electrónica, Nicky Jam – Reggeton… y un largo etcétera). Además, la ciudad tiene multitud de gimnasios, tres equipos de fútbol, una gran variedad de actividades deportivas (los polideportivos son totalmente gratis en Medellín), varias universidades, y bares y discotecas para todos los gustos.
9. Visado
Los ciudadanos españoles no necesitan visado para entrar a Colombia. Lo único que tienen que presentar es un billete de salida del país en un periodo inferior a 90 días desde la fecha de entrada.
Aunque el visado de turista sólo permite una estancia de 3 meses, se puede extender por 90 días visitando la oficina de Asuntos Migratorios. Después de la extensión, tendrás que esperar 6 meses antes de poder regresar a Colombia.
10. Curiosidades
Para acabar, estas son algunas de las cosas que me llamaron la atención de Medellín y de Colombia en general:
- Todo es negociable. En Colombia es posible negociar el precio de cualquier cosa. CUALQUIERA. Menos en el supermercado y en algunos restaurantes, se pueda negociar en cualquier parte, incluída la estación de autobuses.
- Urbanismo. Las ciudades están diseñadas con tiralíneas, y la mayoría de las calles no tienen nombre sino números. Una dirección en Colombia tiene este aspecto: Calle 32B, #66C – 06.
- Cabinas-humanas. En los lugares más concurridos de las ciudades colombianas encontrarás a personas con chalecos reflectantes con el mensaje «100 pesos minuto local». Se trata de cabinas telefónicas humanas: tipos que te prestan su móvil y te cobran en función del tiempo que hayas hablado.
- Expresiones. “A la orden” y “Con gusto” son mis favoritas.
Conclusiones
Mi intención con este post era escribir un pequeño resumen de mis impresiones de Medellín, pero al final se me ha ido la mano y me ha quedado algo más parecido a una mini-guía. Espero que te haya gustado y que te anime a visitar Colombia cuando pases por Sudamérica, porque es un país increíble y todavía poco conocido debido a la mala reputación que aún conserva de su época oscura. Si algún día pasas por allí, no olvides escribirme un e-mail para contarme tu experiencia 🙂
¡Un abrazo!
###
¿Conoces Medellín? ¿Qué recuerdo tienes de la ciudad? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!
Quiero dar las gracias a todos los lectores que conocí en Medellín y que hicieron mi estancia mucho más llevadera: Vladimir, Óscar, Carlos, Laura y Alejandra. Agradecimientos especiales para Andrea de Felices porque sí, aunque sea rola, por lo bien que nos trató en Bogotá. ¡Te queremos, Andrea!
¡Ya he llegado a España! Ahora mismo estoy con mis padres en la playa, en Islantilla, y el día 11 de Septiembre regreso a Cáceres.
La foto es con mis amigos a mi regreso a Medellín. No he podido subir más fotos porque Santi todavía no las ha compartido por Dropbox. Santi, ¿a qué esperas? 😉