En mi último post te expliqué que para poder integrar un nuevo comportamiento o sistema en tu vida primero tienes que asegurarte de que es compatible con tu modelo de la realidad.
Mucha gente no se da cuenta de esto y se empeña en empezar proyectos o adoptar hábitos que van en contra de sus creencias, pero acaban frustrados porque, a pesar de intentarlo una y otra vez, siempre acaban abandonando a mitad de camino.
Aunque ellos piensan que les falta motivación o fuerza de voluntad, el verdadero problema es que su propia mente les está impidiendo conseguir sus objetivos, ya que existe un conflicto entre lo que quieren hacer y su idea de cómo funciona el mundo.
Esto es justamente lo que les suele ocurrir a la mayoría de personas que intentan montar un negocio online.
Dicen que quieren hacerlo, pero en el fondo de su corazón no se lo creen.
En su modelo de la realidad la única manera aceptable de ganarse la vida es trabajar «de lo suyo» en una oficina con horario de 9 a 6, así que su subconsciente se encarga de abortar todos los intentos de hacer cualquier otra cosa porque no los considera realistas.
Pero… ¿cuál es el origen de esa creencia? ¿Cómo ha acabado formando parte de su modelo de la realidad a pesar de no ser cierta, y cómo puedes evitar que te ocurra a ti algo parecido?
Eso es precisamente lo que voy a contarte en el artículo de hoy.
Después de leerlo entenderás por qué necesitamos un modelo de la realidad, cómo has ido creando el tuyo a lo largo de los años, cuáles son las limitaciones de ese proceso de creación, por qué a veces puedes acabar creyendo cosas que no son verdad y qué precauciones debes tomar para que no te pase esto.
Por qué necesitamos un modelo de la realidad
El mundo es un lugar complejo.
Cada día tenemos que tomar miles de pequeñas decisiones, y si tuviésemos que evaluar todas las alternativas disponibles para cada una de ellas nos volveríamos locos.
Por ejemplo, imagínate que cada vez que tuvieses hambre te tocase analizar todos los objetos que tienes a tu alrededor para ver si son comestibles.
«¿Se puede comer esta silla?»
«¿Y esta piedra?»
«Hmmmm, ¿y qué me dices de este televisor?»
¡Sería imposible vivir así!
Por este motivo, tu mente, que es muy lista, ha ido creando un modelo de la realidad a lo largo de los años que le permite tomar decisiones rápidamente.
Tu modelo de la realidad no es más que una simplificación de cómo tú crees que funciona el mundo. Si quieres puedes imaginártelo como un mapa: no tiene todos los detalles de lo que representa, pero te permite orientarte.
Gracias a ese mapa, cuando tienes hambre no te paras a pensar si las piedras se comen, sino que te vas directo a la cocina, al supermercado o a un restaurante, porque sabes que allí encontrarás comida.
De igual manera, si finalmente vas al supermercado, recurres a tu modelo de la realidad para decidir qué productos comprar. Es tu mapa el que te dice a qué sabe una naranja, si ese sabor te resulta agradable y si es algo que debería formar parte de tu dieta… sin tener que probarla ni revisar tu libro de nutrición favorito.
Como ves, tu modelo de la realidad es una especie de manual de instrucciones que te indica cómo actuar en cada situación, igual que el mapa de una ciudad te dice las calles que debes tomar para llegar a tu destino.
Sin embargo, a diferencia de los mapas, que en general se parecen mucho entre sí, los modelos de la realidad de los seres humanos suelen ser muy diferentes.
De ahí que sea tan común el que distintas personas reaccionen de manera totalmente opuesta ante un mismo hecho, como por ejemplo un fracaso.
Hay quien considerará ese fracaso como una prueba de que es un inútil y de que no vale para nada, y se hundirá en una depresión. Pero también hay quien lo considerará como un aprendizaje y como una oportunidad de hacerlo mejor en el futuro, y se lanzará a por el siguiente proyecto con más ganas que antes.
El entender esta experiencia de una u otra manera dependerá exclusivamente del papel que tenga el fracaso en tu modelo de la realidad, lo que nos lleva a hacernos la pregunta del millón:
¿Por qué la gente tiene modelos de la realidad tan distintos? ¿De dónde vienen estas diferencias?
Si quieres saber la respuesta, sigue leyendo 🙂
Cómo se forman nuestras creencias
Los seres humanos empezamos a construir nuestro modelo de la realidad desde el momento en que nacemos.
En nuestra infancia descubrimos el funcionamiento básico del mundo y aprendemos sobre lo que está bien y lo que está mal.
Más adelante, en nuestra adolescencia, desarrollamos nuestras creencias sobre quiénes somos y cómo relacionarnos con los demás.
Y después de eso, cuando somos jóvenes adultos, empezamos a llegar a nuestras propias conclusiones sobre nuestro propósito en la vida, nuestra carrera profesional o las relaciones de pareja.
Este proceso continúa indefinidamente, y a día de hoy todavía seguimos completando nuestro modelo de la realidad y actualizándolo en base a los nuevos descubrimientos que vamos haciendo.
Estamos programados para aprender, y lo hacemos de dos formas.
La primera es a través de experiencias propias. Es decir, a través de todo lo que vivimos en primera persona.
Según vamos interactuando con el mundo vamos recibiendo feedback, y en base a ese feedback deducimos cómo funcionan las cosas.
Si de pequeño metes los dedos en un enchufe y te llevas un buen calambrazo, la creencia «los enchufes dan calambre» pasa a formar parte de tu modelo de la realidad inmediatamente.
De igual manera, si cada vez que cuentas un chiste tus amigos se parten de la risa, no tardas en llegar a la conclusión de que «eres un tío gracioso» y que «se te da muy bien hacer bromas».
Esta es la forma más directa e inmediata que tenemos de descubrir “nuevas verdades”, y la usamos continuamente. Sin embargo, no siempre es posible –ni nos interesa– experimentarlo todo en nuestras propias carnes. Por ese motivo, las personas también tenemos la capacidad de aprender socialmente.
Piensa, por ejemplo, en las siguientes afirmaciones:
- «Si te tiras de un décimo piso te matas»
- «La tierra es redonda»
- «Salir a la calle desnudo está mal»
Todas estas no son conclusiones a las que has llegado tú en base a tu experiencia personal, sino creencias que has ido adquiriendo de los demás –tus padres, tus amigos, tus profesores… pero también los libros, las películas o los anuncios de la tele– y que ahora forman parte de tu modelo de la realidad.
Gracias a tu capacidad de aprender socialmente, y también de aprender de tus propias experiencias, hoy tienes un valioso mapa de cómo funciona el mundo que te ayuda a tomar decisiones en tu día a día.
El problema viene cuando ese mapa tiene errores y no te indica bien el camino…
Las limitaciones del aprendizaje humano
Lo que hace que las creencias sean tan poderosas es que, a pesar de que son sólo hipótesis sobre cómo tú crees que funciona la realidad, tu cerebro las trata como verdades absolutas y actúa como si lo fueran.
Aunque esto es muy positivo, porque te permite resolver la mayoría de tareas y decisiones a las que te enfrentas a diario en «piloto automático», también es un arma de doble filo, porque si tu modelo de la realidad es incorrecto vas a tomar las acciones equivocadas una y otra vez. ¡Y lo peor de todo es que no te vas a dar cuenta y vas a seguir pensado que estás haciendo bien las cosas!
Desgraciadamente, es muy fácil acabar aceptando creencias falsas o limitantes, ya que los dos mecanismos de aprendizaje que utilizamos para crear nuestro mapa de la realidad distan mucho de ser perfectos.
Veamos a continuación cuáles son las limitaciones de cada uno.
Experiencias de primera mano
Cuando infieres el funcionamiento del mundo a partir de una serie de vivencias propias, lo que estás haciendo es asumir que el mundo siempre va a comportarse de una cierta manera sólo porque en varias ocasiones se haya comportado así.
Esa asunción es correcta en algunos casos.
Por ejemplo, si metes la mano en el fuego y te quemas, es acertado que asumas que «el fuego quema» y que eso va a seguir siendo así.
El problema es que las cosas no son siempre tan sencillas:
- Si un día te lesionas entrenando en el gimnasio, ¿significa eso que hacer ejercicio es peligroso?
- Si en la discoteca te acercas a hablar con tres chicas y las tres te rechazan, ¿significa eso que eres feo y que estás condenado a la soltería?
- Si tu último novio te puso los cuernos y te trató mal, ¿significa eso que todos los hombres son unos cabrones?
La respuesta a las tres preguntas es, obviamente, no.
Sin embargo, en este tipo de situaciones altamente emocionales, es muy fácil precipitarse y encontrar una explicación equivocada para lo que acaba de ocurrir, y de ahí en adelante asumir que así es como funciona la realidad.
Imagínate, por ejemplo, que dos niños igual de inteligentes van al mismo colegio y al mismo curso, pero a diferentes grupos.
Al primer niño le toca un profesor de matemáticas fantástico. Lo explica todo genial y hace que las clases sean divertidas. Además, es exigente con los deberes y se asegura de que todos los alumnos hacen los ejercicios necesarios para llegar bien preparados al examen.
En chaval aprende, se lo pasa bien y aprueba la asignatura con un 10, y en base a eso añade dos nuevas creencias a su modelo de la realidad:
- «Las matemáticas son divertidas»
- «Se me dan bien los números»
Al segundo niño, por el contrario, le toca un profesor de matemáticas horrible. Explica todo fatal, durante la clase lo único que hace es dictar lo que viene en el libro y nadie se entera de nada. Además, nunca manda deberes ni hace ejercicios en la pizarra.
El segundo niño suspende la asignatura y sus padres le obligan a ir a clases particulares durante todo el verano, y en base a eso añade dos nuevas creencias a su modelo de la realidad:
- «Las matemáticas son aburridísimas»
- «Se me dan fatal los números»
Si te fijas, ninguna de las conclusiones a las que han llegado estos dos chavales son hechos objetivos. Las matemáticas no son divertidas ni aburridas, y seguramente ninguno de los dos chavales sea un genio o un inútil con los números.
No obstante, sus creencias tendrán un profundo impacto en su relación con la asignatura de matemáticas, en sus notas y en la carrera que acaben eligiendo, si es que deciden ir a la universidad.
Socialización
Los seres humanos estamos continuamente analizando lo que dicen y hacen los demás, y utilizamos esa información para construir o ajustar nuestro modelo de la realidad.
Cuando somos pequeños necesitamos aprender rápidamente, así que tomamos como cierto prácticamente todo lo que observamos y lo que escuchamos.
Sin embargo, según vamos creciendo nos vamos haciendo más selectivos, y empezamos a evaluar las ideas que nos llegan desde fuera en base a tres criterios:
- La credibilidad que tenga para nosotros la fuente de esa idea
- Lo bien que encaje la idea en nuestro modelo de la realidad
- El número de personas que crean que esa idea es cierta
Sólo cuando vemos que una idea viene de alguien lo suficientemente creíble, que encaja dentro del modelo del mundo que tenemos en ese momento, y que además hay más personas que la apoyan, la consideramos como cierta.
Por ejemplo, si le pides a un buen amigo tuyo que participa habitualmente en competiciones de salto ecuestre que te explique cómo se entrena a un caballo para que salte mejor, te vas a creer todo lo que te cuente, porque la fuente es creíble, su explicación va a tener lógica (si no te ha engañado, claro) y vas a asumir que hay mucha más gente que sigue ese mismo método.
Por el contrario, si ves a un desconocido en la calle con malas pintas anunciando que el final del mundo está cerca, vas a ignorarle, porque no tiene credibilidad y porque lo que está diciendo no tiene ningún sentido. Pero incluso si tuviese un grupo de personas a su alrededor tampoco le creerías, porque no cumple los otros dos criterios.
En general, nuestro filtro natural de ideas funciona bastante bien, pero a veces se le cuela algún gazapo por varios motivos:
- Incluso las fuentes que consideramos más creíbles se equivocan
- El que algo tenga sentido no quiere decir que sea cierto
- El que mucha gente crea o haga algo no quiere decir que esté bien
Ese es el motivo por el que todavía sigue habiendo mucha gente que cree que comer más de 5 huevos a la semana es peligroso.
Si te paras a analizar la creencia, verás que cumple a la perfección los tres criterios anteriores:
- La has aprendido de una fuente creíble, como tus padres o algún doctor/nutricionista
- A nivel lógico, tiene sentido que si los huevos contienen colesterol y tener mucho colesterol en sangre es peligroso, comer muchos huevos no sea recomendable
- Millones de personas apoyan esta idea, y sólo tienes que buscar en Google o preguntar a tus amigos para comprobarlo
Sin embargo, ¿es cierto que comer más de 5 huevos a la semana es perjudicial para la salud?
¡Claro que no! Pero aun así, esta idea sigue formando parte del modelo de la realidad de mucha gente.
Cómo construir un modelo de la realidad más fiable
Como acabamos de ver, es muy sencillo añadir creencias incorrectas a tu modelo de la realidad sin darte cuenta.
De hecho, a veces es inevitable.
Cuando eres pequeño vas a creerte lo que te digan tus padres y lo que te digan en la escuela sin cuestionar su veracidad. No tienes opción.
Sin embargo, ahora que eres adulto y que tienes la capacidad de pensar por tu cuenta, puedes utilizar el poder de tu mente consciente para distinguir entre lo que es cierto y lo que no, y de esta manera construir un modelo de la realidad mucho más fiable y acertado.
Estos son algunos consejos para conseguirlo:
1. Ten cuidado al identificar las causas de lo que te ha ocurrido
Cuando pasa algo que nos afecta directamente o que nos llama la atención, lo primero que hacemos es intentar identificar la causa de lo que ha sucedido.
Aunque esto puede parecer sencillo, no siempre lo es, y si nos precipitamos podemos caer en alguna de las falacias de causa cuestionable y concluir que el evento en cuestión ha sido originado por una determinada causa cuando en realidad no ha sido así.
Para evitarlo, acostúmbrate a hacerte las siguientes preguntas:
- ¿Es esta la causa real de lo que ha ocurrido, o son sólo dos hechos que están relacionados porque han ocurrido a la vez?
- ¿Es esta la causa real de lo que ha ocurrido, o estoy pensando que es la causa sólo porque ha ocurrido primero?
- ¿Es esta la única causa, o puede que existan más causas que no estoy teniendo en cuenta?
Si te equivocas al identificar la causa de un suceso, inevitablemente extraerás conclusiones equivocadas del mismo, así que es muy importante que no metas la pata con eso.
2. Recuerda que el mundo es un lugar complejo
Nunca extraigas conclusiones demasiado simples de tus experiencias personales, porque normalmente van a ser erróneas o como mucho van a estar incompletas.
El que una persona se haya aprovechado de ti cuando te portaste bien con ella no quiere decir que siempre vaya a pasar lo mismo en el futuro, y que tu último proyecto haya salido mal no quiere decir que seas un inútil.
Vivimos en un mundo probabilístico. Por tanto, desconfía de las creencias con la estructura «si hago A siempre ocurre B» o «como ha pasado X soy un Y». Pocas veces suelen ser verdad.
3. Sé consciente de que los demás también se equivocan
En muchas ocasiones, cuando evaluamos una idea que viene de una fuente que consideramos muy creíble, como nuestros padres, un experto o alguien a quien admiramos, la tomamos como válida sin cuestionarnos si realmente es así.
El problema de esto es que todo el mundo –incluido los sabios y los premios Nobel– se equivoca, y si hacemos caso a todo lo que nos dicen estas personas de confianza corremos el riesgo de acabar creyendo algo que no es cierto o beneficioso para nosotros.
La credibilidad de una fuente aumenta las probabilidades de que sus ideas sean correctas, pero no lo garantiza.
Por eso, cuando se trate de cosas importantes, no está de más el que corrobores la veracidad de una idea con otras fuentes confiables antes de integrarla en tu modelo de la realidad.
4. Sé consciente de que los demás también tienen sus propios objetivos
En tu día a día te vas a encontrar con personas e instituciones interesadas en que creas ciertas cosas para que te comportes de una cierta manera, y para comprobarlo no tienes más que encender la tele o abrir cualquier revista y analizar la publicidad.
Si te fijas bien, te darás cuenta de que el objetivo de los anunciantes es que asocies el tener su producto con cualidades y sentimientos positivos, y/o el no tenerlo con cualidades y sentimientos negativos.
¿Por qué?
Porque saben que si logran convencerte de que «beber Coca Cola te hace feliz», «el desodorante AXE vuelve locas a las mujeres» y «la gente inteligente va a Mediamarkt», entonces harás lo que ellos quieren: comprar.
Obviamente, ninguno de esos mensajes es cierto, y las empresas son muy conscientes de ello. Sin embargo, los utilizan continuamente porque funcionan.
Este fenómeno no sólo se da en los anuncios, sino también en otras fuentes que solemos considerar creíbles, como los estudios científicos.
Muchos papers no tienen como objetivo el acercarse a la verdad, sino el cambiar el modelo de la realidad de la gente para que actúen de una cierta manera.
Por este motivo, cuando evalúes una idea de un tercero, pregúntate siempre:
¿Qué interés puede tener esa persona en que me crea lo que me está diciendo?
Si ves que existe algún motivo oculto para que aceptes esa idea como cierta, examínala con lupa.
5. Piensa racionalmente
Es muy común el aceptar una idea como cierta simplemente porque «sentimos que es verdad» o porque pensamos que «la realidad debería funcionar así».
Un gran ejemplo de esto es lo que se conoce como la hipótesis del mundo justo, que es la creencia de que existe una fuerza universal que tarde o temprano acaba recompensando a las personas que se portan bien y castigando a las que se portan mal.
Muchas personas sienten que eso debe ser cierto, que tiene sentido que exista esa fuerza universal, y siguiendo su corazonada integran esta hipótesis en su modelo de la realidad.
Desafortunadamente, sentir o querer que algo sea de una cierta manera no cambia el funcionamiento de la realidad.
Por mucho que insistan las películas de Hollywood en ello, en el mundo real no siempre ganan los buenos, y si crees que por trabajar duro, esforzarte y ser un buen chico el universo te va a recompensar, puede que te lleves una gran decepción.
La manera de evitar caer en este error y creer algo únicamente en base a tus emociones y sentimientos, es analizar la idea racionalmente. Usar la lógica para ver si es cierta, y buscar datos y hechos objetivos para formarse una opinión al respecto.
Jake Desyllas, del podcast The Voluntary Life, tiene varios episodios muy interesantes sobre este tema. El primero de ellos es el 243.
¡Ojo! Esto no quiere decir que debas ignorar por completo tu intuición. Tu intuición es una herramienta muy útil a la hora de tomar decisiones. Sin embargo, cuando se trata de construir tu modelo del mundo y evaluar qué es verdad y qué es mentira, es conveniente que uses también tu cabeza 🙂
6. Piensa por ti mismo
Mi último consejo, que posiblemente sea el más importante, es que pienses por ti mismo.
Nunca creas que algo es verdad sólo porque haya mucha gente que también lo crea (y tampoco porque te lo diga yo).
Pregúntate siempre: ¿es esto cierto?
La historia ha demostrado una y otra vez que la sociedad puede estar equivocada, y que lo que todo el mundo consideraba verdades universales realmente no lo eran.
Sólo unos pocos valientes se atrevieron a cuestionar a la sabiduría popular y se enfrentaron al status quo, y gracias a eso destaparon el error y nos hicieron avanzar como especie.
Necesitamos más gente como ellos, así que ya sabes:
No sigas al rebaño. Piensa por ti mismo.
Si quieres saber más sobre las creencias y la manera de cambiarlas, en esta masterclass gratuita Patricia Ibañez te explica cómo identificar todos esos pensamientos que tienes arraigados en tu cabeza y cómo empezar a darles la vuelta para que sea más fácil conseguir tus objetivos.
Conclusión
El mundo es un lugar complejo, y para poder manejarnos en él sin bloquearnos ni volvernos locos, almacenamos en nuestra mente un modelo simplificado de la realidad que nos permite tomar decisiones y evaluar cualquier hecho rápidamente.
Para construir ese modelo usamos dos fuentes de información, las experiencias que vivimos de primera mano y lo que hacen y nos dicen los demás, y aunque normalmente nuestro proceso de aprendizaje funciona bastante bien, a veces cometemos errores y acabamos creyendo algo que no es verdad.
Esto es un problema, porque si tu modelo de la realidad es incorrecto, tomarás las decisiones equivocadas. Por eso, es muy importante que tengas siempre en cuenta los 6 consejos que te he dado en este post:
- Tener cuidado al identificar las causas de las cosas
- Recordar que el mundo es un lugar complejo
- Ser consciente de que los demás también se equivocan
- Ser consciente de que los demás también tienen sus propios objetivos
- Pensar racionalmente
- Pensar por ti mismo
Sin embargo, incluso si sigues mis recomendaciones a rajatabla, tu modelo de la realidad nunca será perfecto. Siempre llevarás contigo creencias incorrectas, incompletas o limitantes.
Dado que tus creencias forman tu modelo de la realidad, y que tu modelo de la realidad determina tus resultados, te conviene estar continuamente actualizando tus creencias y reemplazándolas por otras más beneficiosas.
Desgraciadamente, el sustituir una creencia por otra no es tan sencillo como decir «ahora voy a creer esto en vez de lo que creía antes».
Las creencias residen en nuestro subconsciente, y el proceso es mucho más complejo. Aun así, es posible cambiar lo que crees, y en las próximas semanas te explicaré exactamente cómo.
Hasta entonces, me gustaría que pensases en lo que te acabo de contar hoy, y que identificases una creencia errónea que tuvieses en el pasado o que sigas teniendo hoy en día que te haya limitado mucho a lo largo de tu vida.
¿Cómo la adquiriste? ¿Por qué falló el proceso de aprendizaje?
¡Cuéntanoslo en los comentarios!
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Ester dice
Hola Ángel,
Siempre me había/n considerado «tímida», hasta que llegué al extremo de la fobia social. No podía ni ir a clase. Pero lo usé como oportunidad para replantearme mis creencias y cambiar. Cuando me fui a Vancouver el año pasado, me esforcé tanto en abrirme y relacionarme que el profesor me acabó presentando al final del curso como una «networker» y trabajé como relaciones públicas en una discoteca por un tiempo. Estudiar Filosofía es una de las mejores cosas que he hecho para aprender a pensar por mí misma. También es importante ir con cuidado de llegar al punto en que te lo cuestionas TODO. Aunque seguramente hay que pasar por eso. Pero, como bien dices, necesitamos ciertas creencias para sobrevivir. La cuestión es ser capaces de cuestionarlas cuando nos hacen más daño que bien.
Fantástico post. ¡Un saludo!
Alicia González dice
Hola Ester!
Una historia muy inspiradora! Gracias por compartirla.
Enhorabuena por atreverte a dar el paso y a ser tú misma!
Un abrazo desde Barcelona!
Ali
Fer Lucero dice
Gracias por contarnos tu historia de superación, realmente me inspira a creer que se puede salir de esa espiral de autoderrotismo en el que caí. Me siento identificado con lo que contás que te pasó, así que me dedicaré a buscar el modo de superarlo porque se ve que es posible. Bendiciones para tí Ester!
Charli dice
Me he sentido muy alineado con todo lo mencionado en el artículo.
La creencia que más «daño» ha hecho en mi vida fue la que comenté en el anterior artículo, «creer que no era buen estudiante», ¡es más! «creer que era muy mal estudiante». Cuando alguien cree que es malo asimilando información tiene un gran problema porque constantemente se encuentra con esa situación a lo largo de su vida y le es fácil caer en aquello de «como no soy buen estudiante» o peor aún «como soy tonto»… (hay creencias de orden superior que afectan a tantas otras de orden inferior, por tanto, hay creencias que harán más daño que otras y pueden disminuir la calidad de vida de una persona considerablemente.)
En un futuro cercano también tengo pensado publicar un post sobre como cambiar de creencias/hábitos, y tengo ganas de leer tu artículo porque creo que los tiros no andarán muy lejos tal y como he visto que has desarrollado este post.
Personalmente, este tipo de post son de los que más me gustan de Vivir al Máximo, los de «Filosofía práctica» 😉
¡Un fuerte abrazo Ángel!
Airún dice
Me ha encantado tu post. Contiene tintes filosóficos, genial!
Tres cosas :
1. El mundo no es un lugar complejo. La complejidad la fabricamos los humanos, y el mundo es la consecuencia.
2. Sólo hay que fiarse de la gente que reconoce públicamente que ha fracasado alguna vez. Yo sólo aprendo de los que han aprendido equivocándose.
3.A los valientes la sociedad los reconoce cuando están muertos. En vida hay que llevar escudo.
Caro chan dice
Una vez leí que nuestro cerebro es como un disco al que se le pueden hacer muescas y «caminos» fácilmente…cuanto más pase la aguja por una «pista» más profunda se hará está y más tenderá nuestro «tren de pensamiento» a descarrilar por ella en el futuro. Osea que para mí una creencia no es más que una cosa que nos hemos repetido muchas veces en el pasado…La buena noticia? Al igual que los paisajes karsticos, el paisaje de nuestra mente puede cambiar, costará hacer nuevos caminos -obviamente Roma no se construyó en dos días- pero se puede… Vaya si se puede!
Y como siempre nos dejas con las miel en los labios…malo! Jajajaja
Chuuu!!
jesus salas dice
Te ha quedado un post muy interesante!
En mi opinión las creencias familiares son las que más marcan. En una familia de funcionarios se suele pensar que la mejor opción profesional es serlo también. En una familia de empresarios trabajar para otros solo puede ser una etapa para montar tu propia empresa, etc. Las típicas sagas familiares de abuelo abogado, hijo abogado y nieto abogado tienen mucho que ver con esto.
Si me preguntas por una creencia errónea que he tenido hasta hace poco (realmente hasta hace muy poco tiempo) es que de un trabajo hay que valorar las condiciones (sueldo, horario, vacaciones) por encima incluso del trabajo en si, es decir: no importa mucho si te gusta el trabajo sino si las condiciones son buenas ¿Me explico?
Antonio dice
La realidad en sí, la crea cada persona. Cada uno de nosotros creamos una realidad en función de cuál ha sido nuestro pasado.
Cada acción genera una emoción, y esa emoción provoca que te comportes de una forma u otra.
A su vez, ese comportamiento crea distintas emociones secundarias y éstas son las que hacen que ciertas acciones se conviertan en hábitos.
Cuando no crees en algo, no puedes sentirlo. Si no lo sientes, no generas emoción alguna. Si no hay emoción, no se plasmará en ninguna realidad.
Es como bien has dicho, el que quiere montar un negocio online y no cree en él. Tendrá muchas probabilidades de fracasar.
Muchas personas siguen pensando que la realidad se cambia esforzándose en trabajar en ella, cuando precisamente si trabajas tu interior, tu realidad cambiará sóla, porque así lo provoca la reacción en cadena que todos tenemos en nuestro interior.
Hace poco escribí un post de la importancia que tenía dejar de ser tú mismo si quieres ser alguien mejor. Así funciona la vida.
Lo que eres es porque crees serlo y sigues pensando que no hay alternativas u opciones secundarias e incluso mejores.
Si crees que tienes que hacer algo porque así está escrito, no podrás creer en ello al 100% y por tanto las emociones que se generarán serán mediocres y nunca se saldrán del molde en el que nuestro entorno nos mete.
Hoy en día la gente no tiene tiempo para escuchar sus emociones y sentir. De analizar su realidad y enfocarse en tratar de crear una nueva acorde a sus pensamientos.
Pero ya apenas se tiene tiempo para saber qué queremos.
Un saludo Angel. Me ha parecido genial el artículo.
Sergio Saba dice
Hola interesante tu comentario, me gustaria leer tu post q habla de dejar de ser uno mismo , donde lo podria leer? , gracias
Daniel dice
He buscado por internet y creo que es este:
Saludos
Alicia González dice
Hola a todos!
Como siempre, un artículo muy completo y muy clarificador, pero creo que hoy te has olvidado (o tal vez hayas querido obviarlo, no lo sé) de hablar de algo MUY IMPORTANTE.
¿Y qué es algo? La necesidad y el sentimiento de pertinencia. Este factor me parece indispensable y muy a tener en cuenta a la hora de analizar el origen tanto de nuestro modelo de la realidad como de nuestro sistema de creencias.
¿Por qué? Pues porque, desde muy pequeñitos y hablo de forma generalizada, nos han inculcado a aceptar una serie de valores y normas que están vistos positivamente e interiorizados en el contexto social en el que nos desarrollamos.
Indirectamente, nos han machacado una y otra vez recordándonos continuamente que no debemos desviarnos del sistema establecido porque, si lo hacemos, nos exponemos al riesgo de ser excluidos socialmente.
Y esto, aunque parezca una chorrada, es una de las premisas que rigen nuestro comportamientos hasta que desaprendemos y decidimos comenzar a pensar por nosotros mismos, como bien apuntas en tu artículo.
Durante nuestra infancia y quizá más notablemente durante nuestra adolescencia, nos preocupa e incluso asusta que nuestro entorno social nos considere un bicho raro.
Y, salvo que tengas una personalidad deslumbrante, nos esforzamos muy tristemente en ocultar lo que pensamos en realidad a causa de la inseguridad y el miedo al rechazo.
Es una verdadera lástima, pero la cruda realidad es que muchísimas personas afrontan su vida en piloto automático hasta que, un buen día, topan con blogs como el tuyo, con personas con las mismas pelotas que tú de decir «ciao ciao» y asumen las riendas de su vida.
Esta es mi opinión, no sé si compartida o no, pero es lo que creo sinceramente.
Un fuerte abrazo y a por el lunes!
David dice
¡Qué bueno Ángel! Extraordinario este Post, me gustado mucho y más que nada porque ultimamente soy consciente de estas acciones inconscientes en mi vida ordinaria.
Hablaba hace poco con mi hermano algo que hemos repetido en contadas ocasiones, y es que… El modelo de realidad, por ejemplo, de alguien que ha crecido en un entorno favorable a la consecución de dinero, ya es un punto de partida, quiero decir, su punto de partida ya es más elevado que alguien que ha tenido un punto de partida desfavorable. El entorno por herencia nos modela y genera un destino determinado de partida, si por ejemplo un niño nace en un entorno donde el padre es alcoholico y la madre es adicta a la heroína hay muy pocas probabilidades de que ese niño sea premio Nobel, aunque no siempre es así, por eso digo «por lo general». El caso de Tony Robbins es una excepción de dar la vuelta a un pasado oscuro y con un destino terrible para la persona. Por eso tarde o temprano tenemos o mas bien sufrimos un punto de inflexión que nos hace marchitarnos o florecer. Un saludo
Ana Rosa dice
A veces me pregunto si tienes algún súper poder. Y supongo que sí… el de la clarividencia. Excelente y extraordinario post, que bien asimilado y en su debido momento, te puede abrir la puerta hacia el cambio definitivo, que empieza por el desmantelamiento de todo lo que consideraste como verdad absoluta hasta el monto en el cuál empezaste a dudar de ello.
La creencia del «no vales para esto» o «no eres lo suficientemente bueno» o «nunca alcanzaré el grado de excelencia al que se supone que tienes que llegar para desempeñar cierta tarea», para mí es una de las peores creencias limitantes.
Gracias Ángel, tu post de hoy puede ser la clave del éxito para muchos.
Enhorabuena!!
Jesus Chamorro dice
Hola Angel,
Mi nombre es Jesus, Leyendo tu último post me has recordado un vídeo q he visto esta misma semana. Os dejo el enlace al creo q merece la pena q le dediquéis los 6 minutos que dura, aunque es en inglés, está subtitulado en castellano, espero que os guste.
Un saludo
Marc dice
¡Muy buen post!
Se me despierta después de leerlo una duda:
En un mundo en el que el contenido que nos mantiene informados se genera siempre con un interés oculto, ¿cómo podemos aprender cosas que no vivamos en nuestras propias carnes? El contenido online (aunque no sea contenido patrocinado), los medios de comunicación de masas, los libros, las revistas… todos quieren más «audiencia» o «lecores» o «clicks» y no hay ninguno que no responda a intereses políticos o comerciales. El sensacionalismo está a la orden del día y se hace prácticamente imposible encontrar objetividad. ¿Qué técnica usáis para destilar toda la información que hay por ahí sin acabar cayendo en el error de confiar excesivamente en alguno de los puntos que hay en este post?
Charli dice
Hola Marc,
bajo mi punto de vista habría que señalar que a pesar del sensacionalismo que comentas o de esos intereses políticos o comerciales, en lo que respecta por ejemplo al blogging o al marketing online, yo tengo claro que existen pero también hay personas y blogs que aunque claro que quieren clicks y lectores también es verdad que aportan valor a la sociedad y mejoran vidas, en mayor o menos medida pero lo hacen.
Pero creo que el punto es ese, saber sobrevivir ganando clicks y lectores mientras ofreces algo que realmente es deseado o necesitado por alguien, piensa que a menudo sin esos clicks y sin esos lectores, no se generarían esos cambios de vida a mejor.
Creo que cuanto más claro tiene una persona lo que quiere, en mejor condición se encuentra para saber qué es «morralla» y qué es valioso, por supuesto tampoco desdeñaria el observar referencias y opiniones de otras personas, pero siempre con un pensamiento crítico/analítico propio por encima de todo.
¡Un saludo Marc!
Marc dice
Totalmente de acuerdo pero si nos ponemos quisquillosos es cierto que aunque se genere un contenido valioso se genera a través del prisma de la voluntad del que escribe de conseguir algo del lector. En la mínima expresión ese algo es su atención y por eso el título de este post «Por qué haces lo que haces, o de dónde vienen las creencias que gobiernan tu vida», si se llamase «Afectación antropológica de la conducta condicionada» seguramente habría menos comentarios en este artículo.
Lo que vengo a decir es que hay un reto muy grande en este tema y me cuesta ver una solución clara para combatir ese reto. Creo que el único secreto es entender que no existen las verdades universales y mucho menos las verdades inmutables. Cada segundo es un nuevo paradigma y tenemos que tomar decisiones basadas en nuestro aprendizaje con la esperanza de no repetir errores pero la realidad es que todo es incierto. Lo bonito de todo esto es que cada vez hay más gente que piensa fuera de la caja y eso hace que gente como Angel pueda vivir de un blog tan interesante como este. Eso ya es un paso adelante.
Charli dice
Disculpa Marc, pero yo no creo que el post se llame así porque Ángel busque nuestra atención (claro que le gustara tenerla como a todos) pero no creo que su último fin con este post sea ese (estamos ante un claro ejemplo de diferentes interpretaciones de la realidad y por tanto de creencias?)
En mi opinión más bien busca compartir lo que ha aprendido con respecto a este complejo tema lleno de variables, y sabe que si le venido bien a el puede ayudarle a otros.
Que espera que el post guste? Que se comparta? O que prestemos nuestra atención como comentas?… claro!
Creo que entiendo a qué te referías de todas formas con lo de los intereses pero precisamente cuando pongo el foco en eso pienso que el ser humano es egoísta y despreciable, así que cada vez que recupero la consciencia me digo: Yeep!! Fíjate en lo bueno de las situaciones y deja de pensar en lo malo, sobretodo si lo lo puedo cambiar ?
Saludos!
Marc dice
¡Por supuesto! Hay que ver siempre lo positivo pero puestos a discutir por discutir y partiendo de la base que me encanta este blog y lo sigo muchísimo, por mucho que el último fin de un periódico no sea que votes a un partido político determinado o que el último fin de Ángel no sea captar nuestra atención, todo lo que se escribe o se dice (o casi todo) se ve sesgado por estas voluntades. No digo que eso nuble por completo la veracidad o autenticidad de lo que se dice, pero si que dificulta un poco desgranar la esencia del contenido para que cada uno se forje una opinión sobre el asunto. Quiero dejar claro que es discutir por discutir ya que me ha encantado el post y me ha despertado algunas inquietudes super-estimulantes.
Adrian Ramírez dice
Enhorabuena por el post ángel
La verdad que lo has «clavado» con los mapas de realidad, ya que algo que tendríamos que tener en cuenta en todos los aspectos de la vida pero que casi siempre lo ignoramos o dejamos de lado.
Como bien dices hay que pensar por uno mismo y sacar propias conclusiones, porque al fin y al cabo todo se basa en probar, probar y probar 😉
Saludos
Rosa Martínez dice
Cordial saludo Ángel muy interesante ,muy cierto considero que las creencias que nos afecta sólo por seguír patrones , debemos construir nuestro mundo de acuerdo a lo que queremos,superando el que dirán y sin dejar de afectatanos por por el entorno general que nos venden los medios de comunicación,el entorno social . Ser feliz debe ser nuestro objetivo.
Gracias
Aurisnair Parra dice
Hola, llegué a pensar en algún momento que era mala en las relaciones sentimentales, recuerdo muy claro cuando le comentaba a una amiga que temía hacerle caso a un chico que me gustaba porque iba a perder mi tiempo, eso no iba a durar, soy fatal en las relaciones y al final lo echo a perder y ella me respondió pero como vas a decir eso, si me has contado de tus otras relaciones que han sido duraderas y muy bellas, que se acabarán no quiere decir que seas tu la mala, simplemente se terminó. Eso me cambio casi inmediatamente, y comencé a abrirme un poco más con el chico que me gustaba y para resumir llevamos dos años de casados. 🙂
Rodrigo Bassi dice
Angel, fantástico post! disculpa la petición, pero es tan interesante el tema que te quería pedir, si es posible, que compartieras la fuente(s) de información de donde lograste armar esto. Todo con el fin de profundizar más.
Gracias y felicitaciones
Rodrigo
Goodz dice
Lo que tú tienes es …envidia…
Javier Garcia Noriega dice
Una pregunta ¿Cómo ganas dinero con el blog?
Angela dice
Angel me encanta leer todos tus post
Pablo dice
Muy buena tu serie
Ángel de por qué somos como hacemos y por qué hacemos lo que hacemos. Me da curiosidad si estas ideas que comparto al 99% son tu cosecha propia o están basadas inspiradas en algún libro. Creo que unir como nos va en la vida con los aspectos cognitivos tiene mucha utilidad.
A mi que me interesa el mundo del ahorro y la inversión tu artículo me ha hecho pensar en presuntas verdades asumidas como:
No gano lo suficiente para ahorrar, o si ahorro voy a vivir peor
No tengo que ahorrar para la jubilación porque cobrare mi pensión
Invertir en bolsa es para ricos, o tiene mucho riesgo
Sé por tu libro que no comulgas con éstas pero sé que un gran porcentaje de la población si.
Saludos y sigue publicando!
Pablo dice
Gracias Ángel!
La verdad que gracias a tu magnífica presentación del tema podemos llegar a interiorizarlo para así conseguir comprendernos un poco mejor cada día y eso sin duda nos hace más sabios.
De un modo similar es también como realmente vemos con nuestros ojos el mundo que nos rodea cada segundo.
No deja de ser un modo de eficiencia para nuestro cerebro y en general de supervivencia.
Como no podía ser de otro modo… Todo me cuadra… Y tomo tu artículo como parte ya de mi propio modelo de la realidad ?
Nexx dice
Hola,
Una creencia errónea que siempre tuve era que criar niños era fácil y que la clave era mano dura y disciplina. Ahora que tengo hijos mi opinión es la contraria: la mente de un niño es compleja y la clave es saber entender qué hay detrás de su actitud. La empatía y la flexibilidad son vitales.
El origen de mi creencia errónea supongo que viene de la idea general sobre la crianza en nuestra sociedad, que tiene mucha influencia de los padres de hace 40 años.
Excelente post!
Goodz dice
Ángel! Eres lo máximo , brillante , inteligente, emprendedor de oro.
Agustina Perini dice
Muy buen post! Me gustó mucho. Ésto me hizo recordar a un libro de Bristol, «El poder mágico de la voluntad», te lo recomiendo, aporta mucho a lo que apuntas.
Saludos 🙂
Sara dice
Impresionante post, Ángel.
Quisiera que escribieras algo acerca de invertir en la bolsa, como manera de ganar ingresos; creo que alguna vez comentaste que tú mismo lo habías hecho. Sería bueno que contaras un poco más de esa experiencia y des consejos para quienes lo consideramos como posibilidad. 🙂
Adri Lu dice
Hola Sara!
Échale un vistazo a este post:
https://viviralmaximo.net/el-precio-de-la-libertad-v-como-invertir-tu-dinero/
Creo que es justo lo que estás buscando 🙂
Patricia Ibáñez dice
Hola Ángel,
te felicito por tu post (y no puedo evitar preguntarte: estás formándote o te has formado en PNL? es que muchas de las explicaciones que das van por esa línea y siento curiosidad, hehe).
Te felicito porque es congruente lo que dices. Muy práctico, pero congruente. Leo muchos blogs sobre el desarrollo personal porque es mi campo, y la verdad, me cuesta leer cosas que apliquen pensamiento crítico, que tengan lógica y que ayuden a las personas a pensar congruentemente. Es muy bonito decirle a alguien cosas como: «si, tienes miedo, enhorabuena, eso significa que estás vivo», y cosas por el estilo, pero creo que hay que ser conscientes de que ese tipo de explicaciones no aportan mucha información a la persona que quiere de verdad sentirse mejor y no sabe cómo. Así que por eso me encanta esta última serie de posts más centrados en las creencias y en ofrecer información (más ‘cómos’).
Por último, un aporte si me lo permites: yo creo que es muy importante a la hora de reemplazar una creencia que ya no puede ser útil por otra que sí lo sea, conocer cuál es la función que tenía esa creencia, cuál era su intención positiva. Me refiero a que incluso cuando tenemos una creencia que joroba un poco (soy mala en mates, por ejemplo), el pensar eso puede estar teniendo una utilidad en otro sentido, puede aportarme algún beneficio aunque no lo esté sabiendo identificar. Por eso la nueva debe cubrir esa intención positiva, para que la persona no sienta que algo queda cojeando y sobre todo para que ese cambio tenga éxito.
Y como tú dices, lo importante es pensar más por uno mismo, afirmar menos y preguntarnos más, como digo yo.
Gracias de nuevo por tu congruencia. Un abrazo!
Soldadito Marinero dice
Buena reflexión,
Me parece que VAM es una fuente de personas fuera del rebaño, a contracorriente (no por capricho sino por convicción), de personas que se paran a pensar y deciden, que toman las riendas.
Enhorabuena por ello 🙂
Marcela Niampira dice
considero que uno de los males que me aquejan es que ingenuamente y sin serlo propiamente creo que la gente solo actúa en buena fe sin querer recibir nada a cambio y esto no es ley en todos los casos y menos con todas las personas y aunque aveces despierto o me despiertan es algo que cometo de manera constante y suelo darme golpes de pecho por considerarme una mala persona
Airún dice
Bueno a mí toda la vida me dijeron aquella frase de » Ni un paso atrás ni tan sólo para coger impulso » y siempre he sido una » Forrest». Hasta ahora, que no sólo he cogido impulso, sino que he trepado al árbol para tirarme y coger el trapecio ( con arnés claro ;)). De hecho salté del árbol y fui la única mujer que cogió el trapecio ( Oeh Oeh Oeh ) como actividad final al finalizar un Master. Ah! y en una tirada de cartas me dijeron que a partir de los 40 me haría millonaria. Ahora lo he visto claro con el impulso …Y ahora compro loteria todos los días ( perdón por la broma pero a estas horas estoy chistosilla, ja, ja, ja ) . No sé si sóis muy serios, pero veo que nadie pone humor no ??? Venga que no se diga, sino no me voy a animar a venir la fiesta VAM!!!! Yo soy de las que no paro de hacer bromas …..
Moises dice
Muy buena reflexión Ángel
Son artículos tuyos como este los que aportan su granito de arena para ver nuestras vidas con un poquito más de perspectiva.
Gracias mostruo!!
Teresa Gómez dice
Mi creencia más limitante era que no era lo suficientemente inteligente, simpática, ( rellene los puntos suspensivos), y que las cosas buenas sólo les pasaban a los demás. Hasta que un cáncer me hizo ver lo equivocada que estaba, que sólo necesitaba Ser, que estaba llena de afecto, que era digna de ser amada, que leía a Spinoza y a Kant, que estudió economía sacando muchos sobresalientes y notables, y que me encantó la carrera, y que debía cultivar más el hecho de estar viva, poder sentir, respirar, aprender y amar.
Alberto Carmona dice
Hola!!
Gran artículo. Muy completo.
Personalmente he sufrido creencias que me llevaron a tener muy malos resultados económicos. «ten un trabajo seguro», «compra un piso». Son creencias que heredé de mi entornó y me hicieron obtener malos resultados.
Con el paso del tiempo he conseguido cambiar esas creencias. Ahora me encuentro ese tipo de creencias en otros, creencias que les llevan a tener una mala situación financiera, cómo «invertir es arriesgado», «no se ahorrar», «ganar 3.000€ es demasiado dinero»…
Salu2
Carlos andrade dice
Gran post! Uno de los mayores desafios que tenemos es hacer conscientes esas creencias limitantes que tenemos, para después reprogramarnos de esas creencias potenciadoras que nos ayudarán 🙂