Este es un post invitado de
Juan Castillo, Fundador de GuruWalk
Cuando oigo a la gente decir que hay que animar a que la gente fracase, no se muy bien cómo sentirme.
Por un lado, fracasar no es una sensación nada agradable.
Pero por otro lado, creo que en España tenemos demasiado estigmatizado el fracaso. Sobre todo si lo comparamos con otros países como Estados Unidos, donde lo tienen como algo positivo.
Parece que allí si pones en tu curriculum que has cerrado 3 empresas como que te suma puntos, mientras que aquí no pasa tal cosa.
En mi caso no han sido 3, sino 7 los negocios que he cerrado en los últimos años, y créeme: es algo que no le deseo a nadie.
Me he tirado meses enteros sin vida social. Tuve que volver a vivir con mi madre. He pasado varias semanas seguidas comiendo sólo patatas y arroz. He estado meses deprimido. Y he sufrido el menosprecio e incluso la burla de otras personas que no pensaban como yo.
Y aún así, no puedo concebir mi vida de otra manera.
Pero… ¿por qué? ¿Cual es la razón que me mueve a todo esto?
En este post voy a contarte mi trayectoria como emprendedor, incluidos mis múltiples fracasos.
Quiero mostrarte que crear un un negocio no es un camino de rosas y que a veces se pasa realmente mal.
Pero también quiero que veas que los peores momentos te pueden hacen sacar lo mejor de ti mismo y crecer como persona, y que las pequeñas victorias son increíblemente satisfactorias. Por eso, a pesar de los problemas y las dificultades, creo que merece la pena intentarlo.
¿Listo? ¡Pues vamos al lío!
Estos son mis aprendizajes y aventuras emprendedoras.
Índice
Primera hostia: cuando me di cuenta que la carrera no me valía para nada
Estudié Arquitectura, una carrera en la que da igual que seas muy listo o medio tonto: el único secreto es currar como un campeón, 10 horas al día, 6 días a la semana.
Para nosotros, todos los días son iguales. O como decía Madonna: “todos los días son nochevieja”.
Yo era un estudiante ejemplar. Sacaba matrículas de honor y trabajaba al máximo para intentar cumplir mi sueño, ser un gran arquitecto.
Pero, después de 5 años de universidad bastante poco divertidos, sin salir de fiesta, sin salir con chicas, ni nada de eso que mola hacer con 20 años, me di cuenta de que no iba a trabajar de eso en toda mi vida.
Mi problema no era la tal crisis inmobiliaria. Eso se pasaría algún día.
Lo que me dió el golpe fue darme cuenta de que en España todo el mundo quería ser arquitecto y que había escuelas de arquitectura en todos lados. Muchas más de las que necesitábamos.
Las escuelas producían nuevos alumnos cada año, y las proyecciones de futuro eran que, aunque en España solo necesitamos unos 10.000 o 15.000 arquitectos, para el año 2020 seríamos más de 100.000.
Íbamos a tener que repartirnos el trabajo de 1 entre 10, y por tanto, en vez de cobrar 3.000€ de media al mes, tocaríamos a 300.
Bad news.
Así que pensé: “bueno, pues voy a dedicarme a lo que casi ningún arquitecto quiere dedicarse. Voy a calcular estructuras, que además se me daba bastante bien.”
Y con esta idea, al día siguiente de entregar mi Proyecto Fin de Carrera, declaré abierta mi consultoría de diseño estructural. Simplemente me hice una página de Facebook y colgué carteles por toda la facultad de Arquitectura, y eso fué suficiente para encontrar los primeros clientes.
La verdad es que esto no fue una mala idea, porque a pesar de no tener experiencia ni una cartera de clientes, siempre tenía trabajo. Lo cual indicaba que no había tomado una mala decisión.
No obstante, ganaba mis 800 o 900€ al mes trabajando como antes: 10h al día, 6 días a la semana.
Además, en ese momento no sabía nada de marketing, ni de comunicación, ni de marca personal. Y por tanto, no sabía cómo podía ampliar mi cartera de clientes para poder subir los precios.
No estaba dispuesto a seguir trabajando toda mi vida 60 horas a la semana para ganar 1.000 euros, así que decidí que tenía que dedicarme a algo diferente.
Primer aprendizaje
Ten siempre presentes el futuro y la ley de la oferta y la demanda. ¿Hacia dónde se va a mover el mercado? ¿Donde va a ser más fácil ganar dinero? ¿Merece la pena esforzarme en eso que me gusta tanto, o mejor me voy a otro sector?
Montando una tienda online, como mucha gente, pensando que sería la leche
Después de tomar la decisión de cerrar mi consultoría de diseño estructural pensé: “bueno, si me he movido un poco hacia donde hay más demanda y me ha ido mejor, voy a meterme en algo donde haya mucha más, algo que esté creciendo como loco.”
Al poco tiempo me topé con un montón de periódicos que decían que el comercio electrónico iba a crecer un 220% ese año y cosas así, así que pensé que quizá fuese una buena idea crear una tienda online.
La pregunta era: ¿sobre qué?
Ahí fue cuando me acordé de una charla de Emilio Duró en la que decía “a partir de cierta edad, o tomáis betacaroteno, o tomáis antioxidantes o hacéis deporte todos los días o moriréis…”
Todo esto me sonaba a chino, pero empecé a investigar y al final decidí que iba a montar una tienda online de nutricosmética y suplementos naturales.
Esta no fué una decisión a la ligera, de esas que tomas de la noche a la mañana. Ni mucho menos.
Estaba tirando mis 6 años de esfuerzo como arquitecto a la basura, dejando atrás mis sueños por una vida completamente nueva. Y para más inri, yo era un absoluto paleto de los ordenadores, que no sabía instalarse ni el antivirus, y estaba metiendome en algo que desconocía por completo, eso del interné.
Pero tenía claro que no por haber invertido 6 años en el sector equivocado, iba a quedarme ahí toda la vida, ¿no? Así que me lancé a la piscina.
Y así fue como nació lindavita.com, ¡mi primer proyecto online!
El resultado fue que pasé de trabajar 10 horas al día, 6 días a la semana, ganando 800€, a trabajar 7 días a la semana, y ganar casi 0€. Epic fail.
Conseguí aguantar 2 meses en esta situación, a base de comer arroz y patatas cocida todos los días, pero al final mi cuenta del banco llegó a 0€. Al final, no podía ni pagar mi barato alquiler de 150€ y no me quedó más remedio que volver a casa de mamá a vivir.
Sentía que estaba dando un paso atrás en mi madurez, pero supongo que esto nos ha pasado a muchos, ¿verdad? Ay, ¡qué haríamos sin las madres en este país! Jajaja 🙂
Aun así, a pesar de las dificultades económicas, conseguí que la tienda echase andar.
El primer mes, con un cupón de AdWords y con una web de esas chapuceras gratuitas drag & drop, conseguí vender mi primer producto: un producto que yo no tenía. Así que llamé al distribuidor y le dije que me mandase ese producto, que se lo pagaría a 60 días y que ya le iría pidiendo más.
Lo bueno de poder pagar más tarde es que con el dinero de ese producto podía comprar anuncios para tener 2 ventas más.
Y así, poco a poco, a base de tirar la pelota para adelante, vender productos que no tenía y pagar a 60 días vista, empecé a facturar.
Como trataba bien a los clientes y ofrecía productos que se buscaban mucho pero que no tenía casi nadie, conseguí tener un coste de adquisición de clientes muy bajo y una recurrencia de clientes bastante alta.
Sin embargo, me di cuenta de que en el mundo del e-commerce los clientes pueden encontrar todo casi a precio de coste y a una distancia de 2 clics.
Por tanto, los márgenes son muy ajustados, y necesitas facturar más de 5.000€ al mes para poder pagar un solo sueldo de 1.000€, lo cual no es nada fácil.
Y si vendes más de eso, ya empiezas a necesitar a más de una persona para operar la tienda, atender emails de clientes, preparar y enviar pedidos, pedir productos a proveedores, etc.
No me salían las cuentas, así que empecé a plantearme un cambio de estrategia.
Segundo aprendizaje
El ecommerce está bien para empezar si no tienes un duro, pero los márgenes son muy bajos y es difícil escalar el negocio. No mola. Sólo tiene sentido si sacas una marca propia, donde tú pones el margen, pero eso es otro negocio muy distinto.
Montando mi tercer negocio: ¡de locos!
Después de 6 meses con el e-commerce estaba facturando algo más, y cuando ya tenía 1500€ el en banco, aunque debía más de 2000€ a mis proveedores, decidí probar otra vez con algo distinto.
Ya tenía claro que debía prestar atención a la oferta y la demanda, pero además quería que fuera algo con grandes márgenes y operativa escalable.
Fue entonces cuando otro amigo arquitecto me comentó el tema de los certificados energéticos.
Resultaba que iba a salir una ley iba a obligar a cada propietario de una vivienda o de un local comercial a tener uno de estos certificados, el cual dijera cuán eficiente energéticamente era ese inmueble. Algo similar a las etiquetas energéticas de los frigoríficos: A+, A, B, C…
Podía ser una buena oportunidad. Así que me puse a investigar.
Entré en el Keyword Tool de Google Adwords, y para mi sorpresa la palabra “certificado energético” tenía ya 11.000 búsquedas al mes (frente a las 300 de los productos estrella de mi tienda online), y además el crecimiento en Google Trends para ese término era exponencial.
Ahí lo vi claro: había negocio y era el momento de hacer algo.
En ese momento faltaban 6 meses para que entrara en vigor la ley de certificación energética de edificios.
Pues bien, yo no sabía cómo lo iba a hacer, pero en 48 horas y de manera bastante cutre, subí la primera versión de mi nueva web: certificadosenergeticos.com.
En este negocio pasé de trabajar 10 horas al día, a trabajar 12 horas diarias, de lunes a domingo, nonstop.
Seguía reinvirtiendo cada euro que ganaba y llevaba ya 12 meses currando como una bestia desde que empecé con la tienda online.
No me había tomado una copa con mis colegas ni un fin de semana y llevaba los vaqueros rotos por no querer gastar dinero comprando otros. Pero eso sí: había contratado un empleado y por lo tanto cada vez tenía más gastos.
Mi competencia salía en el telediario, en los mejores periódicos nacionales y tenía financiación de inversores profesionales, mientras que yo tenía una web en WordPress con el logo copiado de otra web, pero girado 90 grados.
No jugaba en la misma liga, pero estaba decidido a intentarlo.
Como el hambre agudiza el ingenio, se me ocurrió plantear una estrategia de comunidad, que consistía en que yo encargaba a alguien que escribiera artículos que aportaban mucho valor a mis usuarios, y a cambio de eso les pedía a estos usuarios que compartieran el contenido o que pusieran enlaces a mi web.
La iniciativa fue todo un éxito, y después de 7 meses trabajando como un loco en este nuevo proyecto, por fin vi en la cuenta del banco los primeros 1.000€.
Parecía que ya había dado con algo escalable, que funcionaba, y que me iba a poder permitir vivir de ello. Pero entonces ocurrió lo que nunca imaginé que podría pasar.
En una mudanza de oficina (oficinas que me dejaba gratis la universidad) dejé por un momento todas mis pertenencias en el maletero del coche de un amigo. Y en 15 minutos, todo había volado.
Me habían robado todo: dos portátiles, todos los papeles con la estrategia del negocio, e incluso mi cartera, la cual tenía dentro mi nueva tarjeta de débito. Como la tarjeta era nueva y yo tenía el portátil sin contraseña, el ladrón abrió el portátil y casualmente encontró el PIN de mi tarjeta.
En una hora el ladrón me había sacado todo el dinero del banco. Volvía a estar arruinado, con 0€ en mi cuenta y sin poder pagar ni el alquiler.
Después de más de un año trabajando más que nadie, sin ver la luz del sol, dejándome todo por poder tener algo de lo que vivir, estaba otra vez a cero. No podía ser verdad.
En ese momento no tenía fuerzas para más.
Había logrado luchar con empresas 10 veces más grandes que yo. Había recibido amenazas de denuncias por utilizar imágenes en mi blog, incluso amenazas de muerte de un usuario que se molestó mucho cuando pasé a monetizar la web. Había contratado a una persona que lo que hizo fue estar conmigo para copiarme el negocio. Y me habían pasado muchas otras putadas y sorpresas que no imaginaba en un inicio.
Todo para volver a estar en quiebra y emocionalmente churrascado.
Sentia que lo que me estaba pasando no era justo. Que no me merecía este resultado. Esperaba que el karma algún día me fuera a recompensar, porque eso no me podía estar pasando… Tenía que ser una pesadilla, o una broma muy mala.
Necesitaba un descanso para pensar, y por primera vez en más de un año me tomé unos días libres.
Necesitaba aclarar mi mente. No sabía qué hacer, y ademas un amigo mío se enteró de lo ocurrido y me ofreció un muy buen trabajo en su inmobiliara, cobrando bastante bien. Era una muy buena oferta, iba a ser la solución a todos mis problemas, era lo que todo el mundo me pensaba que debía hacer, lo lógico, lo correcto, lo inteligente. Pero algo en mi interior me decía que tenía que seguir, que no me podía rendir…
Y al final decidí no rendirme, decidí que iba a continuar.
Esa semana me ví este video unas 8 veces cada día. El cual me ayudó mucho, y me sé de memoria su letra, un poema que se llama “If” de Rudolf Kipling:
Fué una gran suerte decidir continuar, porque poco después el negocio empezó a crecer y crecer, llegando a facturar más de 8000€ al mes con sólo 2 sueldos a mi cargo.
La estrategia había dado resultado, me había posicionado como líder en España, y mis competidores empezaban a morir endeudados.
Después de un año y medio de duro trabajo lo había conseguido. El negocio iba genial y me daba dinero de sobra para vivir, e incluso para invertir en otros. ¡No podía estar más feliz!
Tercer aprendizaje
Cultiva la persistencia, el estoicismo. No te rindas nunca. Muchas veces lo que te hace triunfar está más cerca de lo que imaginas, pero si decides rendirte nunca lo sabrás. Sólo debes abandonar si te has quedado sin ideas, o emocionalmente no puedes más. Aun así, aprende a ser fuerte. Como sale en el video, lo mejor de caerse, es volverse a levantar.
¿Hacer de tu pasión tu profesión?
Cómo ya tenía ingresos suficientes, me podía permitir viajar, mucho y a muchas partes. Pero ya me había acostumbrado a trabajar más que un chino en el Black Friday, y eso de vivir bien no cuadraba conmigo. Quería crear algo nuevo.
Pero esto de ser de la generación Millennial es lo que tiene. Cuando ganas más de lo que necesitas, no quieres seguir trabajando sólo por el hecho de ganar más, sino que te apetece hacer otras cosas. O seguir el famoso consejo de “sigue tu pasión”.
En ese momento, lo que quería era viajar y pegarme todas las fiestas que no me había pegado los últimos 7 años. Así que lo vi claro: iba a montar algo que tuviese que ver con viajes y fiesta.
¡Iba a hacer unos viajes a Ibiza que se iba a cagar la perra!
¡¡¡Siiii!!!
Así fue como creé Sensationtrip: una agencia para organizar viajes tipo “Spring Break” a Ibiza, con fiestas en catamaranes y cosas por el estilo.
Fiché a varias personas para diseñar la web, repartir 500 flyers por toda la ciudad de Valencia y hacer un video promocional. Además, cerré acuerdos de colaboración con más de 100 relaciones públicas para vender el viaje y que se llevaran comisión. La íbamos a liar.
¿Qué podía salir mal?
Era el viaje perfecto, en el momento perfecto, y mis últimos 2 negocios seguían funcionando. Ya era un experto empresario, sabía cómo hacer las cosas y estaba seguro de que lo iba a petar…
¿Seguro?
Teníamos sólo 50 plazas para este viaje. ¿Cuántas crees que vendí?
Déjame ahorrarte el pensamiento.
Cero. Ninguna. Nessuno. Nada.
¿Qué había pasado? ¿Cómo había podido fracasar con todo lo que yo había aprendido en este último año y todos los libros de negocios que me había leído?
La razón era que se me había subido el éxito a la cabeza. Me había creído que ya lo sabía todo y que podía mantener una conversación con Zuckerberg sobre estrategia empresarial.
¡Pues nada de eso, chavalote! Palmazo de pasta como nunca te habías imaginado. Todo a la basura, para que espabiles.
Lo peor de todo es que conocía al dedillo las metodologías de customer development de Steve Blank. Sabía cómo hacer entrevistas, validar hipótesis, y en definitiva, ser humilde aceptando que no sabes nada del negocio y que todo está por descubrir.
Pero como me creía el Karpov de los negocios, me lo salté todo a la torera y tiré de intuición.
Pues ahí tenía el resultado, ¡por listo!
De vez en cuando un buen golpe viene bien. Te espabila, te devuelve a la realidad y es una cura de humildad.
Cuarto aprendizaje
Que no te engañe el éxito: nunca dejes de ser humilde. No te saltes las metodologías, están ahí para ayudarte, y están hechas por gente mucho más lista y experimentada que tú. Si no las conoces, recomiendo que empieces con un libro muy cortito y sencillo que se llama Running Lean, de Ash Maurya.
Experimentando con el sector del “ticketing”
Después de esto, vinieron 2 intentos de negocios más donde sí que apliqué las metodologías de desarrollo de negocio apropiadas y hablé con los “early adopters”, identificando sus problemas y midiendo sus “niveles de dolor”.
Ambas ideas de negocio tenían que ver con las reservas online.
La primera de ellas se me ocurrió porque ví que mi barbero tenía una lista de espera de 2 o 3 semanas y era muy difícil hablar con él para concertar una cita.
Él nunca cogía llamadas, porque quería dedicar su completa atención al cliente con el que se encontraba, y eso hacía muy difícil el proceso.
Como me costaba mucho poder cuadrar mi agenda con la suya, pensé que sería muy útil que tuviera un libro de reservas online en el que ver cuando tenía huecos libres, y en el que poder reservar la hora y el día que mejor me vinieran sin necesidad de estar mandandonos SMS todo el rato.
Este era un problema que podían tener muchos otros profesionales: entrenadores personales, fisioterapeutas, etc. Por ejemplo, si una clínica dental tuviese un sistema de reservas digital, quizá podría necesitar menos empleados en recepción, y además dar un mejor servicio a sus clientes enviándoles recordatorios automáticos por SMS y cosas así.
Este negocio no me apasionaba lo suficiente (maldita generación Millennial…), pero me parecía una buena oportunidad porque veía que era un SAAS sencillito con un modelo de negocio por suscripción y que podría funcionar bastante bien.
Así que al final lo que hice fue poner a uno de mis empleados a liderar el proyecto.
Él era programador y me había dicho anteriormente que quería aprender más sobre gestión. Le ofrecí un 20% del negocio además de continuar con su salario anterior, y le dije que él sería el encargado de tomar las decisiones y que yo estaría allí sólo para ayudarlo en todo lo que necesitase. Además, quedamos en que yo ponía el dinero necesario para arrancar, y así le evitaba a él cualquier tipo de riesgo.
Después de un par de meses me di cuenta de que a este chico le daba bastante igual el negocio. Que trabajaba muy bien cuando yo estaba con él, pero que no se implicaba al nivel necesario para sacar el proyecto adelante.
Yo creía que si le ofrecía acciones de una empresa a una persona, esa persona no iba a necesitar ningún otro aliciente, que iba a estar super motivada y a estar pensando en el proyecto 24 horas al día como yo había hecho anteriormente.
Pero me equivoqué.
Resulta que no a todo el mundo le mueven las mismas cosas que a tí, y no por tener acciones vas a estar ultra motivado.
Al final era algo que él no me había pedido y a lo que no le daba importancia alguna, y por esa razón (y que a mí tampoco me apetecía trabajar en ese proyecto), lo abandonamos.
Prácticamente a la par, yo seguía con mi obsesión por hacer algo divertido y guay, así que comencé a trabajar en una plataforma de venta de entradas para clubs y festivales integrado con un sistema de afiliación y analítica.
Gracias a esta herramienta, las discotecas podían saber quién había vendido más entradas y así poder recompensar a los Relaciones Públicas que mejor lo hacían, además de entender qué acciones de marketing estaban funcionando mejor.
En este caso, sabía que el sector de la noche era bastante cerrado y poco innovador, por lo que tener a alguien con conocimiento del sector y buenos contactos era clave para el éxito. Sin una persona en el equipo con este perfil, iba a ser muy difícil llegar a los clientes.
Por suerte para mi, tenía un amigo que era perfecto para el puesto. Además, él llevaba 2 años trabajando para una empresa parecida, y le pagaban tan mal que sufría mucho para llegar a fin de mes. A veces incluso se le retrasaban los pagos varios meses, y yo veía que trabajaba más horas de las que tenía el día.
Intenté convencerle de que se uniera al equipo, y le ofrecí un sueldo bastante mejor que el que tenía allí.
Para mi era lógico que aceptase. Al fin y al cabo, si una empresa te paga más que otra y además tu trabajo actual es un desastre, cualquiera estaría encantado de cambiar, ¿cierto?
Pues me volví a equivocar.
Resulta que mi amigo se lo pasaba muy bien con aquella gente. Para él eran casi una familia, salía de fiesta con ellos y no quería dejar la empresa.
Fue entonces cuando empecé a entender que la gente no trabaja por dinero, sino porque quiere.
Los que “trabajan” por dinero, no trabajan, sino que se dedican a calentar la silla, o ser maestros del escaqueo. Eso no es trabajar, eso es ir a la oficina.
Cómo no tenía otros conocidos del sector, también dejé este proyecto en standby, y ahí se quedó para siempre.
Quinto aprendizaje
Las personas no trabajan por dinero, trabajan por amor/pasión/motivación/aprendizaje… No todo el mundo tiene tus mismos valores. No todas las personas ven el mundo de la misma manera que lo ves tú, ni quieren tener la misma vida que tu. Cada persona tiene unas circunstancias, motivaciones y planes de vida diferentes, y pueden ser muy diferentes a los tuyos.
Cuando me creí Elon Musk
Siguiendo con esta loca idea de los Millennials de “sigue tu pasión” y “trabaja en lo que te gusta”, vino mi siguiente catástrofe empresarial: una marca de motos eléctricas de alta gama.
Sí, has leído bien. Una marca de motos. Con su fábrica y todo.
Durante mi adolescencia siempre estaba dedicado a la mecánica de motos. Siempre había sido mi “pasión”. Además, nunca me perdía una carrera de motoGP, e incluso había competido en carreras para aficionados en circuito.
Eso, sumado a que Tesla estaba revolucionando el sector de la movilidad eléctrica y a que todo el mundo que intentaba crear algo parecido estaba levantando millones como si fuera 1999, me hizo verlo claro.
Era mi pasión y era el momento adecuado, así que me puse manos a la obra.
Mi plan era juntar a un equipo de élite, hacer un plan para desarrollar el primer prototipo, e irme a los EEUU para intentar levantar al menos un millón de dólares para empezar. ¿Fácil, no?
La primera parte salió muy bien.
Conseguí convencer a un grupo de personas excepcionales que ya habían hecho algo parecido a menor escala, además de un experto en baterías, un experto en electrónica y un experto en gestión industrial.
Juntos, hicimos un plan para desarrollar la moto eléctrica comercial más rápida en acelerar de 0 a 100 del mundo, y teníamos bastante claro que iba a ser en menos de 2 segundos.
Estuvimos hablando con Ducati, y acordamos hacer un partnership donde ellos nos cedían motos como la Ducati Diavel, pero sin motor, transmisión, ni depósito, y nosotros nos encargábamos de meterle las baterías, el motor y toda la electrónica necesaria. Algo como lo que hizo Tesla con Lotus para fabricar su primer modelo, el Roadster.
Cuando ya estaba listo, me tocó enfrentarme a lo que no había hecho aún: buscar inversores.
Y como todo pollo inexperto, cometí todos los errores posibles. El primero de ellos ir a buscar pasta a EEUU.
Esta foto me la hizo un amigo en un networking con gestores de Venture Capital en Nueva York, donde claramente se nota en el lenguaje corporal del inversor, al que no le gusta nada lo que le estoy contando.
Y eso mismo fué lo que pasó con el resto de inversores con los que me reuní. A ninguno le pareció tan buena idea.
Otro problema que encontré fue que, siempre que tenía reuniones con mi equipo para contarles cómo iban las cosas por Norte América, me daba cuenta de que cuando empezaban a hablar de todos los detalles técnicos, yo no aportaba nada.
Sí, sabía mucho de motos, de mecánica tradicional, e incluso de la parte ciclo (chasis y suspensiones), pero este proyecto no tenía nada que ver con eso.
Al final, me di cuenta que el núcleo del negocio eran las baterías, la electrónica y la fabricación industrial. Tres campos que yo desconocía y sigo desconociendo por completo.
Después de un mes en Nueva York me di cuenta de que no tenía ningún sentido lo que estaba haciendo. Que yo no era un líder adecuado para este proyecto. Que Elon Musk es un genio y le da igual programar en Python que montarte un cohete espacial. Así que me dije, “Juan, no eres Elon Musk, ¡flipao!”
Este proyecto era de una envergadura totalmente diferente a todo lo que había hecho antes.
Tenía claro que lo que quería hacer iba a ser algo con impacto global, pero la verdad es que esto se me fué totalmente de las manos.
La humildad que creía haber ganado en la última caída se había ido demasiado rápido. Parecía que no había aprendido la lección.
Sexto aprendizaje
Si haces algo complejo, centrate en tu área de expertise. Puedes cambiar de sector, pero todo parece más fácil desde la ignorancia de no hacerlo y cuando entras siempre descubres toda la complejidad. Por eso, es más fácil quedarse dentro de un mismo sector.
Perdiendo la cabeza con el que iba a ser el proyecto de mi vida
Ya había aprendido la lección, ahora me iba a centrar en algo de mi área de expertise y rescatar mi carrera de Arquitecto.
Por fin había encontrado algo con el timing perfecto, que resolvía un gran problema, y ya me había olvidado del archirepetido “sigue tu pasión”. ¡Este iba a ser el proyecto de mi vida!
El negocio consistía en un software de planificación de grandes obras de construcción para empresas que utilizaban la metodología “Lean Construction”. Una metodología con muchas similitudes a la metodología “agile” del desarrollo de software, pero aplicado a la construcción.
Esta metodología de planificación colaborativa es usada por menos de un 2% de las obras en el mundo, pero la tasa de crecimiento y adopción del “lean construction” es enorme. Lo cual cumplía mi primer aprendizaje de pensar siempre en el futuro y en la ley de la oferta y la demanda.
Gracias a esta manera de trabajar se puede ahorrar hasta un 20% del presupuesto de ejecución de una obra. Por tanto, para hacer un hospital de 1.000 millones de dólares te puedes ahorrar 200 millones, además de cumplir los plazos de entrega y aumentar las calidades de la ejecución. Un gran avance respecto al sistema tradicional.
El único problema del “lean construction” es que, como todo nuevo sistema, carecía de unas herramientas de software de calidad, así que las empresas estaban utilizando plantillas y macros de excel para hacer planificaciones con cientos de obreros, perdiendo muchísimo tiempo y desaprovechando las ventajas del carácter colaborativo de esta metodología.
Aquí era donde entrábamos nosotros.
Íbamos a construir ese software para ayudar a estas empresas y así ahorrar miles millones de euros a particulares y países de todo el mundo.
Esta idea tenía, y sigue teniendo, todo el sentido el sentido del mundo. Lo podíamos petar.
Cuando le contaba esto a la gente, a todo el mundo se le iluminaba la mirada y me decía que era una gran idea. Pero claro, seguía siendo un proyecto bastante complejo y ambicioso que no podía crear yo solo.
Necesitaba socios estratégicos para llevarlo a cabo, y tuve la suerte de conseguir a los mejores.
Por un lado, convencí a una compañera de mi universidad, que es una auténtica crack del lean construction para se uniera al equipo. Y por otro lado, conocí a un chico con muchísimo talento para que liderara la parte técnica del proyecto y también se unió a la aventura.
Todo parecía funcionar bien. Hablábamos con empresas que hacían obras de más de mil millones de dólares y que utilizaban esta metodología desde hacía años, teníamos el producto bastante claro, y todo el mundo estaba dispuesto a ayudarnos. Pero otra cosa falló:
Cada uno de los tres teníamos unos planes de vida diferentes, unos valores diferentes, y tampoco nos unía una amistad anterior para poder sobrellevar los problemas y desventuras de esto de emprender.
Había apostado bastante dinero e invertido bastantes meses con todo mi esfuerzo e ilusión posibles.Tanto que había perdido el norte, y estaba actuado de manera bastante egoísta. Con lo que llegaron a definir como un carácter dictatorial por mi parte.
Esto hizo que ambas personas abandonaran el proyecto. No podían soportarme más, y huyeron de mí.
Esto fue tremendamente duro para mi.
Cerrar un proyecto cuando ves que tiene muchísimo potencial, que es exactamente lo que has estado buscando desde hace años y que además el problema es que otras personas simplemente no quieren seguir trabajando contigo, fue algo que me hundió completamente.
No podía evitar pensar que no estaba hecho para esto, que es todo era culpa mía, y que quizá era hora de dejar de jugar a las empresas y buscar un trabajo normal, como todo el mundo.
El que me abandonaran me supuso pasar casi 3 meses encerrado en casa, sin querer hacer nada, ni salir a la calle, lo que me llevó a engordar casi 10 kilos.
Nunca había estado tan jodido. Pero tenía claro que de ahí iba a salir.
Séptimo aprendizaje
Rodéate de amigos y personas con valores y planes de vida similares al tuyo. Controla bien tus expectativas sobre el proyecto y tus emociones. Y ten siempre en mente que lo más importante son las personas, no vender tu empresa a Google.
“GAP year”: mi año aprendiendo a sobre tecnología
Durante esos 3 meses de depresión, lo único útil que hice fue invertir mi tiempo en empezar a aprender a programar.
Estaba harto de tener siempre que depender de otras personas para construir software y no poder entender casi nada de lo que hacían. No podía ser un buen líder de un proyecto técnico si no sabía ni hacer una simple consulta SQL. Y esto tenía que cambiar.
Empecé haciendo varios cursos online centrándome sobre todo en tecnologías javascript, e incluso me colaba en clases de las facultades de teleco y de informática para aprender fundamentos de programación, bases de datos, Java, estructuras de datos y algoritmos.
Mientras tanto, conseguí construir mi primer proyectito utilizando React y Firebase.
Después de eso entré en una escuela de programación, donde aprendí mucho mejor todas las metodologías de trabajo y principios agile para el desarrollo de software, y además algo de Ruby.
Y finalmente, dediqué unos meses a experimentar con el Machine Learning, y con la plataforma de BigML, con lo que en total dediqué 12 meses exclusivamente a aprender sobre tecnología.
Después de un año, por supuesto que no era un gran programador ni tenía grandes habilidades, pero ya era capaz de empatizar mucho más con los desarrolladores, entender como les gusta trabajar y que necesitan para poder desarrollar su trabajo al máximo nivel.
Podía hablar el mismo idioma, y también empezaba a caerles mucho mejor.
Estaba muy contento. La inversión de mi tiempo había merecido la pena.
Octavo aprendizaje
Si vas a dirigir a un equipo de programadores, plantéate la posibilidad de dedicar unos meses a aprender programación. Esa pequeña inversión te ayudará a valorar la complejidad de su trabajo y a crear las condiciones para que trabajen mejor y no desmotivarlos. En este sentido, también recomiendo el libro Drive de Daniel Pink.
Mi actual proyecto: GuruWalk
Siempre he dicho que los viajes son un momento perfecto para poner las cosas en perspectiva. Te sirven para mirar el mundo desde un punto de vista diferente y son buenos momentos para tomar decisiones.
El pasado mes de Octubre me encontraba participando en la organización de un congreso de Inteligencia artificial en Boston, Massachusetts. Llevaba ya un tiempo jugando con el Machine Learning, y parecía que lo más adecuado era seguir mi andadura por ese sector.
No obstante, cuando volvía en el avión hacia España pensé: “Seguir en esto del Machine Learning es lo más inteligente que puedo hacer. Pero no voy a hacer lo inteligente. Ya estoy cansado de esto, así que voy a hacer lo que me apetece hacer”.
Y lo que me apetecía era empezar otro proyecto.
No puedo evitarlo. Hay gente que le da por el surf, a otros por la escalada, y a mi me gusta hacer estas cosas. Es lo que me hace fluir y es a lo que quiero dedicar mi vida. ¿Será por eso de ser Millennial?
Así que, en ese mismo avión, me dije: “Vale, haga lo que haga, ya sé que en EEUU siempre voy a tener un competidor que levante 10 veces más dinero que yo. Entonces, ¿qué puedo hacer que pueda llegar a tener alcance internacional, y sólo por el hecho de hacerlo desde España ya tenga una ventaja competitiva?”
Y lo mejor que se me ocurrió fue investigar en el sector del turismo, donde aunque España no es líder mundial, sí que estamos en una posición bastante ventajosa.
Cuando llegué a casa me puse manos a la obra, y después de investigar durante un par de meses encontré la gran oportunidad: el nicho de los “free walking tours”.
Los Free Walking Tours son rutas a pie por los principales puntos de interés de una ciudad. Suelen estar organizados por personas con formación en historia, arte, o arquitectura, y suelen tener un tono más divertido que los tours tradicionales.
Tienen la peculiaridad de que es completamente libre asistir, y simplemente al finalizar el tour puedes pagarle al guía lo que tú consideres justo por su trabajo, lo cual permite el acceso a la cultura a personas de cualquier nivel económico, a la vez que motiva a los guías a hacerlo cada vez más divertido.
¿Los conoces? ¿¡No!?
Pues este verano tienes que probarlos. ¡Entra en GuruWalk hombre! 😉
Como puedes ver en esta imagen de Google Trends, los free tours son un sector que está empezando a tomar una curva de crecimiento muy interesante… y por tanto, concluí que este era un buen momento para hacer algo relacionado con ello.
¡Recuerda que un buen timing es lo primero que tiene que tener un proyecto ganador!
Por otra parte, este proyecto no tiene una complejidad técnica tan grande como el software de construcción o las motos eléctricas, por lo menos al principio. Lo cual me permitía comenzar el proyecto sin la necesidad de socios estratégicos, cumpliendo así mi sexto aprendizaje.
Además, aplicando el séptimo aprendizaje, sabía que quería crear una cultura de equipo de colegas. Que quería trabajar con personas con las que tuviera una relación anterior y con las que poder echarte unas risas durante la comida.
Las cosas ya son demasiado difíciles por sí solas, por lo que rodearte de personas con las que te sientes bien, puede ser una gran ayuda para superar los momentos más difíciles.
Por ahora nos está funcionando muy bien, y estoy muy contento con esta decisión..
Y entonces, ¿ahora qué?
Nuestro objetivo está bastante claro: queremos ser la plataforma líder de Free Tours en el mundo.
Creemos firmemente en que podemos conseguirlo, es decir, tenemos autoestima, pero también la humildad de saber que es posible que llegue otra empresa y lo haga mejor que nosotros.
Es decir, vamos a darlo todo, pero sin perder la cabeza, y teniendo siempre en cuenta que lo primero son las personas, no vender nuestra empresa a Airbnb.
Por ahora el proyecto va genial. Aunque empezamos en febrero, ya tenemos ya casi 100 free tours en diferentes ciudades del mundo y las reservas crecen más de un 20% semanal, ¡lo cual es de locos!
Noveno aprendizaje
Trabajar con colegas es importante, porque el día a día ya es suficientemente duro, y cuando te rodeas con gente con la que puedes estar de cachondeo, todo resulta mucho más fácil.
Entonces… ¿por qué hacemos esto?
¿Por qué tanto sufrimiento? ¿Qué necesidad hay de complicarse la vida de esta manera? ¿De verdad merece la pena ser emprendedor?
Yo siempre digo lo mismo: si te metes en esto por ganar más dinero, estás equivocado.
Está claro que los que nos dedicamos a estas cosas es porque no sabemos vivir de otra manera. Tenemos una simpatía hacia el riesgo, somos soñadores y nos gusta complicarnos la vida.
Pero personalmente, creo que lo que más nos motiva es pensar en que al final de nuestra vida, podremos mirar atrás y sentirnos orgullosos de lo que hemos conseguido y de todos los obstáculos que hemos superado.
Seguramente nunca nos hagamos millonarios. Pero nos vamos a convertir en personas totalmente diferentes, porque cada vez que te caes, te levantas siendo mucho más fuerte, más talentoso, y en definitiva: más grande.
Pero sobre todo, al final te acabas dando cuenta de que los proyectos que funcionan mejor son los que resuelven problemas reales de otras personas.
Por ejemplo, con GuruWalk nos queremos centrar sobre todo en países en vías de desarrollo, porque para esas personas estamos cambiando sus vidas. Tanto es así, que un guía de La Habana está tan contento con nosotros nos ha enviado fotos de su hijo recién nacido.
Esto te hace entender que lo que haces tiene sentido, y te da fuerzas para continuar.
Así que si estás pensando en hacer algo así, ¿a qué estás esperando?
¿Crees que dentro de un año será más fácil para ti?
Ten por seguro que no.
Cuanto más mayor te haces, más difícil es, más responsabilidades tienes, e incluso de menor capacidad física e intelectual dispones.
Por lo que, si estabas esperando una señal para empezar, no busques más. Es esta.
Empieza ahora.
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¡Ahora te toca a ti!
¿Cuál ha sido tu experiencia como emprendedor? ¿Crees que los sacrificios y las dificultades que implica elegir este camino merecen la pena? ¿Por qué sí o por qué no?
¡Cuéntanoslo en los comentarios! 🙂
Marcos dice
Hola Juan, artículo muy inspirador y motivador. Te comparto mis reflexiones.
Otra creencia que tenemos es la justicia o el karma. Creemos que el universo trata de igualar las fuerzas, en la ecuación trabajo = valor se dejan muchas variables por el camino, y es un error que nos inculcan desde niños. Hay que aprender a trabajar con cabeza y reflexión.
Otro tema importante que muchos líderes tenían, es el desapego. Otro aspecto que tendríamos que trabajar. Si no estuviéramos pensando en el éxito, seguramente nos iría mejor. Si uno piensa en el éxito, en vez de servir o ayudar, ¿no crees que ya estamos condicionando nuestra forma de trabajar en ese momento?
Una duda, después de todo, ¿cómo consigues contratar gente que esté suficientemente motivada para generar valor pero que no estén de paso porque quieren montar algo como tú?
Muchas gracias Juan por tus aportes.
Juan Castillo dice
Hola Marcos! muchas gracias por tu comentario! 🙂
Acabo de entrar y he visto que ya hay muchos, los responderé todos esta noche, incluido este. Ahora mismo, tengo un equipo al que ayudar, jaja!
Una cosa quería comentar, si alguien tiene blogs de viajes o de startups y quiere hacerme una entrevista o que escriba para ellos, le estaré muy agradecido. Todo lo que sea ganar difusión y enlaces para GuruWalk, a la vez que aportar valor a la comunidad emprendedora, contad conmigo! 🙂
Responderé a todo el mundo, palabra 🙂
Gracias a todos 🙂
Tatiana Alvarez Flores dice
Hola Juan, estoy volviendome loca buscando algo ingenioso en cuanto en turismo, soy de Perú licenciada en turismo, pero siento que yaa todo esta copado, ya no se me ocurre que ahcer y eh fracasado en varios proyectos, como puedo contactarme contigo y ver la manera de abrir tu startups en Perú, necesito tus consejos , muchas gracias
Juan Castillo dice
Bueno Marcos, voy a intentar responderte (no me lo pones facil, jaja) 🙂
Muy de acuerdo en lo que comentas, y además, el tema del desapego lo describes muy bien. Muchas veces el ego nos juega malas pasadas y es lo que nos hace actuar mal. Cultivar el desapego es más dificil de lo que parece, pero efectivamente creo que la mejor manera es siempre enfocar tu trabajo como un servicio a los demás. Además, entiendes mejor tu misión, y el sentido de tu trabajo, lo cual ayuda a mantener la motivación alta 🙂
Por otra parte, lo de fichar a gente motivada es un arte muy dificil. Por ahora en GuruWalk estoy teniendo más suerte que nunca, pero tienes que tener en cuenta varias cosas:
El perfil de persona «emprendedora» tiene muchas cosas buenas, se implica al máximo, es creativo, autónomo, está las 24h pensando en el proyecto, y va a tirar del carro en la misma dirección que tu. Pero tambien hay personas con este perfil que se desmotivan muy facilmente, o que les cuesta mantener el interés en la misma cosa durante varios meses. Si hablas con algun experto en RRHH seguro que te lo explica mejor que yo, pero son perfiles especiales que hay que saber como encontrarlos y aprovechar al máximo sus virtudes 🙂
Al final, la tarea de los mejores mánagers es intentar sacar lo mejor de cada uno de sus jugadores. Como en una partida de ajedrez, cada ficha se mueve de una manera, y no puedes pedirle a un alfil que gire como un caballo.
Al final, para conseguir un buen equipo creo que siempre tienes que pensar que es lo que tu puedes ofrecerles, y que es lo que van a valorar de trabajar en tu equipo. Puede ser aprendizaje, pueden ser acciones, puede ser pertenecer a un equipo guay, pueden ser mil cosas. El tema es averiguar que es lo que le interesa a cada uno, y ser consciente de si puedes aportarle eso o no. Leete el libro de Drive de Dan Pink, es muy revelador en cosas muy contraintuitivas de la motivación organizacional.
Y si alguien está de paso, pues no pasa nada, intentas que aporte lo máximo a tu empresa e intentas aportarle lo máximo tu a esa persona, y ya está, no es el fin del mundo 🙂 Cuando se vaya, que ambas partes estén contentas por como ha ido la relación.
Si a lo que te refieres es buscar socios, creo que es tremendamente importante que os una una amistad previa de años y que estéis muy alineados los dos. Y si no, no tengas socios, y ya está.
Alvaro dice
Me ha encantado el artículo, totalmente identificado con él, menos por el hecho de que estoy a años luz de ti, pero lo que me ha emocionado es el final: «no lo hacemos por dinero ni por nada, solo sabemos vivir así». Puede que yo siempre fracase pero a la semana siguiente estoy de nuevo en pie con otra idea a desarrollar, no lo puedo evitar!
Gracias a los 2, a ti también Ángel, llevo años leyendo tu blog pero es la primera vez que comento 🙂
¡Saludos desde sevilla!
Edgar dice
Hola Juan,
El post está muy bien escrito y es apasionante leerlo.
Por una parte no comparto contigo que en España hay miedo al fracaso, más bien diría que hay miedo a emprender, y que emprender no está bien visto ya que se sale del camino establecido para el que nos han educado (trabajar en una buena empresa). En China! Eso si que es miedo al fracaso donde en la escuela un error se castiga y luego tenemos chinos que saben ingles pero no lo hablan por el miedo interiorizado que tienen a cometer un solo error.
De aqui salto a lo de crear una metodologia “agile” en el campo de arquitectura, así en principio la idea es cojonuda, pero productos como JIRA que se usan en el area de la programación son realizados por compañias que tienen equipos de gente muy grandes. Lo que quiero decir es que para crear una herramienta así necesitas un equipo muy grande
Bravo por ese GAP year fue una gran inversion de tu tiempo!! Incluso hoy en día no necesitas colarte en clases de la Universidad, en mi opinion los cursos que puedes hacer en cursera son mucho mejores que las clases universitarias (al menos las teóricas). Por lo que calculo fue más de un año en aprender todo eso no?
Desde luego estás hecho de otra pasta a la mayoria de españoles, para lo bueno y para lo malo jejejeje. Y si una cosa hace falta es más gente como tu.
Gracias port u entrada!!
Juan Castillo dice
Gracias Edgar! me alegro de que te haya gustado!! 🙂
pues fué un año exactamente, cuando cumplí 12 meses dije, ya está bien! jaja! Ya sabía cosas de tecnología de antes, pero ese año me dediqué a tope. Y si, sobre todo fué con cursos online, lo que más me aportó, y un amigo que se vino un par de meses a mentorizarme y a ayudarme a programar 🙂
Ester dice
¡Hola Juan!
Vaya currada de post te has metido, ¡felicidades!
Me ha encantado leerte y ver por todas las dificultades que has pasado, también me ha interesado mucho el vídeo que has pasado de Emilio Duró, un tío muy particular pero que dice las cosas tal y como son (aun que con alguna no estoy tan de acuerdo).
Admiro tu capacidad de reacción y haberte levantado tantas veces después de varias caídas. Cuando hacemos algo bien tendemos a pensar que ya lo sabemos todo y en realidad no sabemos casi nada, queda muchísimo por aprender.
Ahora que GuruWalk funciona (proyecto que me encanta, soy fan de las historias y leyendas de Barcelona, me se rincones increíblemente mágicos), ¿Tus otros proyectos siguen funcionando?
Yo tengo dos proyectos, uno que ya está en funcionamiento y ahora mismo estamos tomando otro rumbo… vamos aprendiendo sobre la marcha y nos hemos dado cuenta que tenemos que enfocarnos hacia otro público objetivo. Y otro que lo estoy construyendo llamado Blog&Roll, ayudaré a personas que quieren emprender con su blog con la parte visual, tanto el diseño del blog como el del logotipo.
¡Me ha encantado haberte leído Juan!
Te mando un fuerte abrazo y gracias por haber transmitido esa ambición y energía que le das a la vida.
pd: A mi también me encanta motoGP desde que soy una enana 😛
Juan Castillo dice
Hola Ester!
si, certificados energéticos y lindavita siguen funcionando, y van muy bien 🙂
He creado otros 2 proyectos que aquí no he puesto, porque ya era demasiado largo, y por algun sitio había que cortar! jaja!
Gracias por tu comentario! 🙂 y me alegro de que te gusten las motos! 🙂
Jesús Luque dice
Hola Juan!
Vaya pedazo de artículo y de historia, me la he tragado enterito 🙂
Decirte que me alegra ver personas como tú, con ese carácter luchador y de intentar sacar las cosas hacia delante como sea. Y si algo no sale bien, pues ya habrá otro proyecto que sí lo petará.
Esto de emprender es un proceso largo y duro, y como bien dices, no se puede hacer por ganar más dinero. O disfrutas del proceso, o estás muerto.
Te deseo lo mejor con los free tours, yo mismo los he utilizado en varios países a los que he viajado y es la leche.
Y nada más, ojalá en España más personas así. El fracaso es un paso más cerca hacia el éxito 😉
Un abrazo!
Francisco Moriones dice
Muy inspirador tu artículo, a la par que revelador.
Esta claro que ser emprendedor va más allá que la mera persecución de un mejor futuro económico. Uno de mis primeros mentores siempre me decia que cuando tu objetivo es el dinero estás condenado al fracaso. «Tu objetivo es la creación de valor, es dinero simplemente es un «residuo» de esa generación de valor», me solía decir.
Comparto contigo la recomendación de «Running Lean» de Ash Maurya. Es una metodología sencilla, pero realmente valiosa. Yo creo que tendría que ser de obligada lectura para cualquier emprendedor.
Suerte con tus futuros proyectos, ya que vista tu trayectoria vas a tener muchísimos más. Un emprendedor es adicto a «crear» a intentar mejorar la realidad que le rodea y tú eres un ejemplo perfecto de emprendedor.
Enrique dice
Excelente y motivador articulo Juan!
Yo tengo mi fecha escrita para el mes que viene de «despido de mi jefe» y estoy totalmente emocionado y convencido de ello. Cada día lo veo mas claro, no quiero estar bajo las órdenes de nadie y quiero ayudar a gente que piense igual.
Me alegra leer a diario articulos así, de gente con coraje y firmes en sus decisiones, con valentía.
He entrado en tu web (yo hize unos tours en Bélgica y Londres, pero no me acuerdo desde qué web) y entro en «cómo funciona» y no aparece nada.
Nos podrías decir resumidamente cómo funciona tu negocio? Es decir, supongo que cada persona que realize los tours te dará un tipo de «cuota mensual» no?
Juan Castillo dice
Hola Enrique, si que es verdad que nuestra web no es muy explicativa, solo vamos a por los early adopters a saco! jaja! 🙂 Mejoraremos la Home pronto 🙂
Pues cuando empecé con GuruWalk, lo primero que hice fue validad la hipótesis más importane, la de monetización. Entonces me puse a fichar personas que nunca habían hecho un free tour, para hacerlos en mi ciudad, Valencia.
Nos pusimos a hacerlos, y además les pedía a esta gente que me pagaran 2€ por cada persona que les llevaba, y ninguno me puso ninguna pega para ello, porque ellos con los donativos ganan de media 10€ por persona.
Cuando esta y otras hipótesis estaban validadas, cerramos la monetización, para facilitar más el crecimiento. Es decir, a dia de hoy GuruWalk es completamente gratis para los guias. Por lo que ganamos 0€ y sólo quemamos dinero todos los meses.
La razón de esta estratégia es que entendemos que dentro de 5 años habrá una plataforma lider para el sector de los free tours, y esa empresa será tremendamente valiosa. Pero el que sea segundo en ese sector no valdrá ni un 3% del valor de la primera. Es lo que suele pasar con los marketplace, que tienen tendencia a convertirse en monopolios de nicho.
Si te pregunto cual es el segundo player despues de monopolios como Airbnb, Etsy, Amazon, o incluso Ikea ¿que me vas a decir? ¿conoces esas empresas? yo no. El segundo no vale nada. Por eso, si tu sector va a tender hacia el monopolio, más vale que intentes ser el primero, o que te metas a hacer otra cosa. (Un SaaS por ejemplo no suele tener esta característica).
Una buena reflexión sobre los monopolios, y por qué son buenos, la puedes encontrar en mi libro favorito «Zero to One» de Pether Thiel. O en este video:
https://www.youtube.com/watch?v=bVV26yRjwq0
Respecto al futuro de GuruWalk, habrá que estudiarlo mucho e ir haciendolo por zonas, pero imagino un posible futuro donde tienes una tarifa «free», que te permite tener hasta 4 walkers en cada tour que haces, permitiendo así que un abuelo que le mola enseñar su pueblo sea un guía de guruwalk, y tener muchos tours únicos. Y por otro lado unas tarifas «pro» y «premium» para las personas que realmente viven de esto, y para dar sostenibilidad al negocio, claro.
Pero por ahora todo es «free». Hasta que me arruine por tercera vez dentro de pocos meses xD
Enrique Heras dice
Gracias! Me he quedado bastante claro 😀 Y la verdad tiene todo el sentido y me parece una excelente idea, seguro que funcionará 😉
Ahora me acordé, que el tour que realize nos explicó la muchacha que ellos pagaban unas tasas al ayuntamiento creo recordar, es decir eran tipo autónomos.
Igualmente me pareció una idea genial, yo vivo en Copenhague ahora y trabajo en el centro, paso cada día por donde se reunen los «walkers» y siempre hay un montón de peña 😀
Guillermo dice
Hola Juan,
Excelente post!, muchas gracias por compartir tan valiosos aprendizajes. Me he entregado tanto a la lectura de todos tus aprendizajes, que me he quedado con una duda, para poder iniciar cada uno de tus siguientes proyectos y especialmente el de las motosGP, en donde has tenido que viajar a Estados Unidos, lo cual requiere una importante inversión, lo has podido hacer con los ingresos que te han generado los negocios del Ecommerce y el de los certificados energéticos?
Personas como tu, son de gran inspiración para quienes estamos en el camino de piedra, pero con la esperanza de encontrar una autovía.
Juan Castillo dice
Hola Guillermo, si, todo lo que he hecho ha sido siempre con ingresos que me han dado mis propios negocios, por ahora mi único inversor fue Google, con ese cupón de 50€ de Adwords, xD.
Tampoco te creas que perdí tanto dinero con el de las motos, porque no llegamos a construir nada, todo estaba sobre el papel.
Donde más dinero se perdió fue en el software de planificación de obras.
Pero bueno, si eres empresario, hay que tenerle poco apego al dinero, y entender que las inversiones, son inversiones, no son gastos ni caprichos.
Gracias por tu amable comentario 🙂
Víctor dice
Adicto a emprender. Sí, como parece, haces las cosas bien, y válidas las ideas, al final darás con la tecla.
Por cierto, he buscado free tour en Bucarest en español y no lo tienes en guruwalk. De hecho, ninguna de estas «agencias» de freetourguides tiene una en Bucarest en castellano.
Una idea 😉
Juan Castillo dice
Si Victor, Bucarest está en nuestro roadmap, pero gracias por el comentario 🙂
Estas semanas nos vamos a centrar en abrir y potenciar Sofia, Buenos Aires, Atenas y Marrakech. Creemos que podemos aportar bastante valor en estos lugares y a la vez creemos que hay suficiente demanda de free tours ahí 🙂
Bucarest viene después, en otra ronda, jaja. Pero quizá alguien lo ve y se da de alta, quien sabe! 🙂
Gracias! 🙂
Bosco dice
Muy grande Juan. Qué valiosas lecciones 🙂
Me acabo de acordar que Ángel, tú y yo nos conocimos el mismo día. Ángel nos reunió para comer en el Galileo de la UPV. Es increíble lo que hemos crecido todos en estos últimos 2 años y medio…
Un fuerte abrazo y a seguir creando tu camino 😉
Juan Castillo dice
Gracias Bosco! que gran suerte conocernos ese día! 🙂
Otro abrazo grande! 🙂
Edgar dice
Bosco, Angel y Juan Castillo…. y en Valencia!!!! como me hubiera gustado estar ese día con vosotros!!
Fernando dice
Fantástico artículo, me ha encantado.
Enhorabuena.
Irene dice
Hola Juan. Me ha encantado tu articulo y me he sentido muy identificada. Siempre he sido una persona muy emprendedora y eso se ha traducido en triunfos en algunas ocasiones y en fracasos en otras. No obstante, a mi no me gusta hablar de fracasos, ya que cada vez que erramos en lo que hacemos aprendemos cómo no debemos hacer las cosas. No hace mucho escribí un articulo en mi ultimo proyecto online, titulado «El PERFIL EN LOS NEGOCIOS.¿GANADOR O PERDEDOR?. 7 ACTITUDES QUE MARCAN LA DIFERENCIA.Te dejo el enlace por si te interesa leerlo. .
En este articulo explico que no existen personas ganadoras o personas perdedoras, lo que existen son ACTITUDES en un sentido u otro. Por eso me ha gustado tanto tu experiencia. Me encantan las personas que no se dejan vencer ante las adversidades y que aprenden de los errores…¡ESA ES LA VERDADERA ACTITUD TRIUNFADORA!, la actitud que te permite alcanzar tus metas y la que hace que destaques en lo que haces. ¡ENHORABUENA Y MUCHA SUERTE EN TU ULTIMO PROYECTO!
Juan Castillo dice
Tenemos que difundir el estoicismo de Sócrates!! jaja! 🙂
a mi tampoco me gusta usar la palabra «fracaso» creo que es mejor usar la palabra «fallo». Si te fijas, los anglosajones toleran mucho mejor esto, porque realmente la palabra fracaso solo tiene una traducción, «failure», que es exactamente igual que la palabra fallo, «failure» también.
Quizá es un tema lingúistico, como el tema de ser feliz y estar feliz. Para los anglosajones con estar feliz ya les basta, porque no tienen el verbo ser. Nosotros tenemos doble tarea, jaja!
Gracias por tu comentario Irene 🙂
Caro Chan dice
Madre mía Juan, no veas el estrés que me ha dado el estar leyendo tus idas y venidas… pero al final me has dejado con un buen sabor de boca! Menos mal!
Yo estoy en mis primeros meses de mi emprendimiento, era maquilladora pero decidí que quería programar y diseñar páginas web. Casi ná. También he estado un par de años estudiando eso exclusivamente… y la verdad es que mola mucho cuando haces cositas funcionar y entiendes de lo que hablan en Stackoverflow! jajajaja
Lo que si me he dado cuenta es de que eres un «embaucador» nato -con connotaciones positivas- y es que consigues enganchar a la gente en todo aquello que te propones… Deberías pensar tocar el palo de la comunicación -lo que te faltaba, dirás tú, nuevas ideas- XD
En fin, después del estrés inicial creo que en realidad me ha servido para quitarle hierro al asunto de mi emprendimiento… si no funciona, pues a otra cosa mariposa! <3
Chuuu!!!
Juan Castillo dice
Jaja! gracias Caro 🙂
te deseo lo mejor como programadora y como emprendedora, claro que sí! 🙂
Recuerda que lo mejor del éxito es en la persona en la que has de convertirte para llegar a ello 🙂
Mucho ánimo! 🙂
David dice
La verdad no suelo comentar publicaciones, casi nunca lo he hecho, pero una publicación con este nivel de pasión que llega al corazón de los que sentimos lo mismo que tú, sencillamente no puede pasar desapercibido. Gracias de verdad por tus palabras. Es imposible leer esto y no motivarse a seguir adelante. El mayor de los éxitos y a seguir aportando valor al mundo. Un abrazo!
Juan Castillo dice
Gracias David por tus palabras! 🙂
Gaston dice
Totalmente de acuerdo contigo.
Me encanto la lectura.. yo voy por el 5to. intento de negocios (1 bien, 1 regular y 3 mal) y encima me mudé de Sudamérica a Europa, así que a veces siento que es como comenzar de nuevo… complicado. Pero seguramente encontraré la fuerza de donde sea, como siempre lo hice aunque, como comentas en el articulo, la energía con la edad disminuye lamentablemente.
Saludos y éxitos!
Desiree dice
Mil gracias por este artículo!!!!! Es justo lo que necesitaba leer en este momento de mi vida. Soy emprendedora por naturaleza, y en este momento Venezuela, de donde soy y donde vivo, con su situación política y económica me la tiene muy difícil, estoy en quiebra total, y mis proyectos se han venido abajo. Ando muy deprimida. Y aparece este artículo, gracias! Seguiré adelante, gracias!
Juan Castillo dice
Mucha fuerza Desiree!
el chico que sale en la foto detrás mia cuando estoy hablando con los inversores también es Venezolano. Cuando me contó su historia de todo lo que tuvo que hacer para salir del país, no me lo podía creer, eso si que es una buena historia, y no lo mio.
También se llama Juan, es CEO de Insightmedi.
Te deseo todo lo mejor, mucho ánimo, y que ya sabes que todas las dificultades lo que hacen es hacerte más fuerte! 🙂
Un abrazo grande!
Francisco dice
Joder Juan vaya historia más guapa. Creo que lo siguiente debería ser escribir tu biografía o tener hijos para que tengan otros hijos y algún día puedas contar esas historias a tus nietos.
Me ha servido de mucha inspiración y me encanta ver que hay otros locos por ahí. A mí se me ha ocurrido crear una plataforma de crecimiento personal solo para hombres y es una locura pero me apasiona así que adelante sin mirar atrás.
Me encantan los free walking tours la primera vez lo hice en Edimburgo hace 10 años, la próxima vez seguro lo haré con tu empresa.
Un abrazo fuerte
Juan Castillo dice
Gracias Francisco! espero que te vaya muy bien! 🙂
FRANCISCO FORTUNO dice
Me acabo de dar cuenta de que eres de Valencia también, yo estoy ahora por aquí.
Si estás por aquí en algún momento avísame y nos vemos en persona. Sería muy interesantes conectar. Y si Bosco está por aquí nos juntamos también.
saludos
Adri dice
Hola Juan, un post muy motivador para gente, que como yo, estamos en la lucha emprendedora.
La verdad que he probado alguna inversión y proyecto a baja escala porque no me he atrevido a dar el salto definitivo, es como si aun tuviese un hilo que no me suelta del todo.
Pero sin duda, es un proceso de aprendizaje y autodesarrollo brutal. Creo que vale la pena si o si y que es la base del crecimiento personal porque te ayuda a desarrollarte en muchos ámbitos de la vida.
Sin duda, comparto tu post, pero antes quiero hacerte una pregunta relacionada con el comentario, ¿cómo dar el salto definitivo y perder el miedo?
Gracias y un abrazo. 🙂
Juan Castillo dice
Hola Adri,
la unica manera de acabar con los miedos, es enfrentarte a ellos.
Te dejo este video por si te sirve para comprender, que desaparecerá una vez hayas saltado a la piscina 🙂
Vicent dice
Brutal el artículo Juan, muy inspirador
Un abrazo!
Cristina Acebrón dice
Gracias Juan!
Justamente hoy estaba reflexionando sobre porqué me meto en emprender algo nuevo y diferente, cuando lo anterior me gustaba y me iba bien, jijijiji
Así que me ha encantado leerte y ver que no soy la única que abandona proyectos más sencillos, por seguir la guía de su corazón.
En mi caso tuve mi centro de terapias de reiki por más de 5 años (centroshabalareiki.com). Fue un sueño y de hecho dejé mi trabajo como administrativa para volcarme de lleno. Nunca había hecho una web ni había enseñado. La experiencia fue genial y gané dinero además de amigos y muchas experiencias vitales.
Sin embargo llegó el día en que necesitaba dar un cambio y creé pasandoarena.com donde dejaba el Reiki de lado (para quien no lo sepa Reiki es una técnica de sanación de origen japonés, a través de la energía universal por imposición de manos) y me dedicaba a los mensajes espirituales y un enfoque diferente de la sanación como evolución.
Al poco sentí que necesitaba centrarme más en escribir, y creé la web cristinaacebrónguirau.com en exclusiva para los libros que comencé a escribir y que aún estoy en ello.
En general una experiencia muy creativa y genial. Cuál ha sido el problema, que al ser algo nuevo ya no tengo el nicho de palabra clave como Reiki, y está siendo bastante difícil llegar al público que llegaba antes.
Así que aquí me tienes haciendo cursos de marketing y google, para poder tener algo más de presencia en internet. Lo que comentas es muy cierto, a pesar de que me encanta mi trabajo, paso tantas horas y muchas de ellas haciendo cosas que no tiene que ver con mi actividad, como los cursos que te comento.
A veces te planteas si merece la pena el esfuerzo y si llegará a ser lo que tu deseas o realmente has metido bien la pata. Y por supuesto si no sería mejor buscar un trabajo normal, tener tu vacaciones pagadas y llegar a casa y simplemente hacer … nada! jijiji
Al final siempre terminas continuando y manteniendo tu objetivo en mente: conseguir vivir de lo que amas.
Te deseo lo mejor y te agradezco que hayas explicado paso a paso todos tus «fracasos» pues me has recordado que … a todos nos pasa!!!
Un abrazo muy fuerte para ti y para Ángel con sus fantásticos post!!!
Cristina
Santiago Bonet dice
¡ENHORABUENA CON MAYÚSCULAS, JUAN!, ojalá contaran las mismas enseñanzas positivas (las que se cuentan) y negativas (las que no se cuentan) TODOS los (ex)emprendedores/as, para que el que esté dispuesto a empezar o volver a levantarse tras caer no cometa una y otra vez los mismos errores…
Ahi va mi aportación de «reinvención» que inicié hace ya 5 años:
Jhonny dice
Excelente post y muy inspirador, yo personalmente he fallado en varios negocios que trate de montar, principalmente por falta de experiencia y porque no contaba con las habilidades necesarias, hoy en día he leído y aprendido mucho, por ahora necesito apoyarme en la practicabilidad de tener un empleo de día y trabajar en mis proyectos en la noche, soy programador y estoy desarrollando un app, y tu artículo me ha servido de mucho, al compartir tu experiencia, para no rendirnos y continuar con ese camino que si bien no es de rosas, de algo si estoy seguro, levantarse todos los días haciendo algo que no te gusta, y siguiendo órdenes de jefes que no saben ni donde están es aún mucho más difícil, gracias
jose antonio dice
Impactante, el artículo no puede ser mejor ni estar mejor redactado.
Enhorabuena.
Jesús P. López Pelaz dice
Juan,
enhorabuena. Por varios motivos, por el esfuerzo de escribir este libro (creo que hay alguno más breve que tu post), por desnudarte y no tener miedo a contar tus fracasos y, sobre todo, por enseñarnos.
Enhorabuena.
Juan Castillo dice
Gracias Jesus!! 🙂
romi dice
Muy bueno el articulo ! me gusto mucho la parte de los aprendizajes, son muy inspiracionales! Tambien me sirvio porque en noviembre hago un viaje por Europa, asique reserve en GuruWalk para hacer un free tour por Amsterdam. : ) ya vere si mas adelante reservo para otra ciudad! Saludos
Andrea dice
Solo me sale una palabra ahorita: Wow! Hoy en la mañana estaba pensando en la vida y en todo lo que quiero hacer, y en todas las personas que voy a mandar a la chingada por joderme en que «debería de tener y conformarme con una vida normal» y que debería ir a la universidad, y que debería y debería y agh. Y pues si, quiero tener algo mío. Y aprovechar lo que tengo en mi país y a mi alcance.
Y en mi país, una de las mejores cosas que tiene es el turismo, y quería tirarme a ese rollo. Y después de leer esto es como una señal divina del cielo jajaja no sé cómo le voy a hacer, pero voy a intentar! Y sino sale, ya me has enseñado tú qué ¡Hay que ir por otro! Hasta que salga el proyecto de nuestra vida
En serio me encantó tu post, Juan! Y éxitos! ?
Juan Castillo dice
Gracias Andrea! no te rindas nunca! 🙂
una frase que me repito continuamente sin darme cuenta.
«I will never give up. I would have to be dead, or fully incapacitated»
Roberto Ramos Padilla dice
Mi experiencia va desde trabajar para terceros a trabajar como autónomo, que es lo que estoy haciendo ahora. Es el segundo negocio que monto. Llevo tres años casi en funcionamiento y ahora empiezo a ver un poco la luz (pero solo un poco). No me he ido a vivir con mi madre porque mi mujer va trabajando. Me encanta lo que hago, pero a veces puede llegar a ser muy frustante. Sigo pensando que mi negocio tiene un campo de expansión grande, pero a veces pienso que soy demasiado conservador con las compras, con las novedades, por el simple hecho del miedo que da no poder hacer frente a los pagos a proveedores.
¿Hay alguna manera de saber si vas por buen camino? ¿Cuándo dices o te das cuenta que algo no funciona y ha llegado el momento de dejarlo?
Un saludo.
Buen artículo. Gracias.
Juan Castillo dice
Bueno, yo creo que si ves que tu negocio, por temas ajenos a ti, va hacia abajo, lo más inteligente es hacer otras cosas lo antes posible.
Es mucho más facil remar a favor de la corriente, que en contra. Por eso los inversores siguen tanto las modas. En 2008 todo era «social», en 2012 todo era «mobile», en 2014 todo era «cloud», en 2017 todo es «AI».
No te digo que sigas las modas, pero simpre fijate en como estás las cosas fuera, hay muchas cosas que no dependen de ti.
Respecto a cuando abandonar tu proyecto:
https://www.youtube.com/watch?v=vKjqMooes7E
(cuando no tengas más ideas para seguir, o emocionalmente no seas capaz)
Roberto Ramos dice
Gracias. Un saludo
Jose Antonio Rodríguez Marfil dice
Un artículo muy cuidado: ¡Enhorabuena!
Me ha gustado mucho cómo transmites la importancia de la actitud en aquello que hacemos, y la idea de sacar aprendizajes de todo, sobre todo de lo que no sale como esperábamos.
Animas a la gente a emprender antes de que pase el tiempo y asuman más responsabilidades que nos atarán. Pero es que algunos ya estamos en el fango, padres mayores con salud delicada, hijos adolescentes (¡socorro!), trabajo inestable…
Hay personas que jugamos en otra liga. Aún así creo que merece la pena, pero los riesgos no pueden ser los mismos. Nuestra estrategia tiene que ser diferente.
Transmites muy bien tu experiencia. Muy ameno y didáctico.
Juan Castillo dice
Nunca es tarde, simplemente cada vez es más dificil!
El coronel Sanders empezó la cadena de restaurantes KFC con el dinero de su jubilación https://www.kfc.es/empresa/historia/
Dale caña!!
Laura dice
Jodeeerrr estoy flipando!!! Habrás tenido muchos fracasos pero tienes una grandísima virtud que es no tener miedo a nada, mucha energía y decisión. Creo que la mayoría de la gente que emprende en internet tiene un mismo problema: la procastinación. La pereza, la falta de compromiso, las excusas, el «ya lo haré más tarde»… y tú directamente parece que no tienes eso, y es muy positivo porque es lo que te permite moverte.
Lo que creo que te falta es quizá capacidad de focalización y paciencia. Desacelérate un poco hombre, que te va a dar un infarto! 😀
A mí me pasa que llevo 2-3 años intentando vivir de esto y no lo consigo, me encierro mucho en casa y me estoy quedando más sola que la una con mi obsesión por vivir de internet. Siempre tengo algo que hacer, algo que mejorar, algo que buscar en internet.. y nunca llego a despegar totalmente porque me entretengo muy fácilmente con los pequeños detalles, soy muy perfeccionista y avanzo muyy despacio. Cuando conozco a gente nueva (o veo a familiares o amigos) y me preguntan de qué trabajo o cómo van mis páginas web lo paso mal: digo que trabajo en internet y tal pero es que no gano casi nada…la gente que no sabe de esto no me cree, como si me escaqueara de buscar un trabajo normal y contara milongas. Tengo ganas de que pase algo en mi vida y acabar con este estado de standby: o dejar mis páginas plantadas y volver al mundo normal, o poder vivir de ello de una vez. Pero este limbo en el que estoy me está matando! Empiezo a pensar en ello como una adicción casi…
Lo de los tours me parece muy buena idea, pero tendrás que lidiar con AirBnB, que últimamente potencia «experiencias», entre las cuales destacan los tours como los tuyos.
Por cierto hace poco estuve en Sofía y había unos tours gratuitos que se llaman Balcan Bites y te llevan a varios restaurantes de manera gratuita para picar cosillas y aprender algo de la gastronomía, podrías ponerte en contacto con ellos para incluirlos en tu web!
Juan Castillo dice
Muchas gracias Laura!
Entiendo perfectamente como te sientes, sobre todo cuando otras personas no entienden toda la complejidad de estos negocios y te miran raro, jaja. No te puedo ayudar con eso, pero que sepas que no estás sola 🙂
Respecto al foco, creeme que soy una persona muy muy enfocada, casi obsesiva. De hecho, nunca he tenido whatsapp, porque no me gusta distraerme.
No obstante, te diré que el libro que más me ha ayudado a esto ha sido «Essentialism». También el de «Deep work», pero sobre todo el primero. Te recomiendo que lo leas 🙂
Lo de Airbnb es diferente, creeme que no están interesados en hacer lo que hago yo 🙂
Y mil gracias por la recomendación de Sofia, es una de las ciudades en las que nos vamos a centrar ahora 🙂
Un abrazo!! 🙂
Juan dice
Ha merecido la pena el tiempo dedicado a leerte Juan. Yo conocía parte de tu historia y me ha encantado conocer mucho más.
Soy de los que tiene la fortuna de poder verte de vez en cuando en persona y disfrutar de conversaciones amenas e interesantes. Espero que te animes a escribir un poco más seguido!
Dos de mis libros favoritos los mencionas en tu post. No se si te has cruzado por uno que se llama «Build to last» pero si no es así te lo recomiendo ampliamente.
Yo soy igualmente un convencido de la metodología Lean, pero «Build to last» habla también de algo que llevo muy dentro en mi convicción emprendedora, y es aquello de crear cosas con la intención de que perduren en el tiempo. De la constancia, de perseverar, de ideas que igualmente mencionas en tu artículo y que a veces con la fiebre del Lean nos pasamos por alto y descartamos si no se valida a la primera.
Es un interesante contraste que no es incompatible y que me resultó muy estimulante. Me gusta la idea de luchar por las cosas en las que se cree, tener paciencia, pensar a futuro desde el inicio y solo abandonar cuando se sabe que no queda nada interesante o valioso por probar.
Un abrazo y de nuevo gracias por compartir tu experiencia!
Juan Castillo dice
Muchas gracias Juan! 🙂
me apunto el libro ese de Build to Last 🙂
un abrazo! 🙂
Albert dice
Viva el emprendimiento y la gente que lucha una y otra vez hasta que hace le éxito inevitable
Rosa dice
Este post me ha hecho ver con claridad la diferencia entre ser un emprendedor profesional-vocacional, y ser otra cosa (ej. diseñador, coach, blogger o contable) y montar tu propio negocio. Chico, tú eres un hombre de negocios y muchos otros somos «etiqueta x» y queremos ser nuestros propios jefes. A lo mejor esta reflexión es de 1º de Vivir al máximo y suena bastante básica. Pero no sabes lo que me ha costado entenderla eh.
A partir de hoy voy a dejar de darme la tabarra con el rollo de ser emprendedora y buscar ideas de negocio «increíbles», que para eso hay que ser de una pasta especial. Me voy a centrar en ser una buena profesional en lo mío y aprender a venderme bien. C’est tout.
Gracias de verdad Juan y mucha suerte en todo lo que hagas. Cuando te parezca monta una escuela de negocios para pardillas 😉
PD. siguiendo el tema del post: querer ser emprendedora profesional me ha hecho gastar todos mis ahorros y seguir viviendo con mis padres, con los que tuve que volver cuando sufrí el pack «pierdo trabajo estupendo por la crisis + apoteósica ruptura amorosa». Podría decir que jolín, otra aventura más que acaba en fracaso. Pero la verdad es que me ha llevado a descubrir mi verdadera vocación a los 30 y pico, que es justo con lo que procastinaba (por cierto Juan, eres el segundo emprendedor profesional que conozco que no usa Whatsapp). Además, me ha hecho aprender de marketing más de lo que nunca creí que aprendería. Hasta me gusta. Para no meterme en un rincón a llorar, me gusta decir eso que dicen los atletas, que unas veces se gana y otras se aprende.
Juan Castillo dice
Hola Rosa. Efectivamente hay mucha gente que no se da cuenta de esa diferencia, entre montar un negocio, y ser un profesional liberal.
El segundo caso, que es el que quieres hacer tu, creo que cuando se consigue, es lo más cómodo.
Yo tendría en cuenta 2 cosas. Puesto que el dia tiene 24h, la unica manera de ganar más es que otras personas estén dispuestas a pagar un alto precio por tus servicios. Trabajar más horas, no es una solución escalable, es cobrar las horas más caras.
¿como se consigue eso? en mi opinión tienes que tener en cuenta la oferta/demanda de esa actividad, y cual va a ser su proyección en el tiempo. Por ejemplo, si te haces consultor de predicciones usando machine learning, probablemente las empresas estén dispuestas a pagar mucho dinero por tus servicios, porque hay muy poca gente que sabe de eso, y además, la proyección futura de eso, creo que va a subir, lo cual te asegura un buen futuro.
Además de eso, tienes que entender que las personas están dispuestas a pagar, no por lo que tu sabes, sino por lo que ellos saben que tu sabes. ¿como se trabaja eso? Haciendo un trabajo de comunicación y marca personal. Es decir, haciendo workshops, webinars, conferencias, etc etc donde tu hables de esa temática, y cada vez más personas sepan que tu sabes de eso más que nadie.
Espero que esta reflexión te sirva de ayuda 🙂
Rosa dice
Muchas gracias por responder con tanto detalle Juan. Una reflexión muy didáctica que me sirve bastante, a pesar de estar en las antípodas del machine learning :).
Lo que no me queda claro es cómo detectar la proyección futura de algo. La única herramienta que conozco es Google Trends y no sé si lo uso bien o si, probablemente, te refieras a otra cosa más sólida. Gracias de nuevo.
Matias dice
Hola Juan, gracias por compartir tu experiencia. Es inspiradora y motivante. Te cuento que soy Ingeniero, me encuentro trabajando para una empresa multinacional sin expectativas de crecimiento, esto me tiene muy desmotivado y triste. En lo unico que pienso es en renunciar para hacer algo con un mayor proposito para mi vida, que me sirva tanto a mi como a los demas. Creo que la clave del exito radica ahi, hacer lo que a uno le gusta y que a la vez le sirva a otras personas. Espero no tener que sufrir tantos vaivenes como te ha tocado a ti, aunque eso ya es tema del destino..
Saludos desde Argentina!!
Matias
Juan Castillo dice
Lo que comentabamos arriba, que esto de ser millenial es una lata, porque nos desmotivamos facil, jaja.
creo que la clave está en eso que dices de hacer algo con un proposito, más que el tipico «follow your passion». Creo que funciona mejor hacer algo que sientas que es importante. Ya sea porque estas aprendiendo, o porque estas trabajando para conseguir una misión importante.
leete «el hombre en busca de sentido» y «la sorprendente verdad sobre lo que nos motiva».
Y respecto a ese curro que no te atreves a dejar, piensa en lo peor que puede pasar si lo dejas. ¿es el fin del mundo? Además piensa las consecuencias de lo que tendrá seguir en ese trabajo.
Las decisiones no son lo que dices, sino lo que haces. Animo 🙂
Milton dice
Hola Juan,
Honestamente este artículo me llegó al corazón, que gusto haberlo leído, fue todo un viaje con el que me sentí identificado.
Creo que no estoy ni a medio camino del tuyo, aunque mi vida laboral empezó al revés, trabajé 10 años en un empleo normal en el sector privado (en el que me fue muy bien, no me quejo) pero llegué al punto en el que necesitaba algo más, dar el salto no fue fácil y hoy, después de un año por fuera buscando mis proyectos, me sigo levantando todos los días preguntándome si el emprendimiento es para mí.
Mi convicción es grande pero persistir es duro y más cuando tienes familia y cuantas que pagar, pero acá vamos, mirando al frente.
PD: Hice de «IF» de Rudyard Kipling mi mantra.
Slds!
Juan Castillo dice
Yo digo que si necesitas unas palabras inpiradoras para empezar, que mejor no empieces. Pero si ya has empezado, si ya tomaste esa decisión, ir dandole vueltas de si fue buena o no, es muy malo.
Cuando se toma una decisión, hay que seguir para adelante, no mirar atrás. Es como dejar una pareja, elegir el neumático blando en la parrilla de salida, o lo que sea. Una vez decidido, no mires atrás, da todo lo mejor de ti, y ten la conciencia tranquila.
Robert dice
Excelente post!!!
Había entrado algunas veces a viviralmáximo, no he podido agradecer hasta ahora los artículos que he leído; ya era hora.
Que hace un freelance leyendo este artículo a estas horas?, soy autónomo, estoy empezando, me apasiona la tecnología (ahora se me ha dado por desarrollar apps móviles), mientras comparto mi tiempo con el trabajo, es difícil ya lo sé.
Artículos como el de Juan o webs como viviralmaximo te dan ese empujoncito que necesitamos a veces. Si te identificas como yo, estás cansado de currar para otros, no valoran tu trabajo, necesitas ese cambio!!!, yo también lo necesito y estaba en deuda con viviralmáximo.
Muchas gracias Juan!!!
Muchas gracias Ángel!!!,
Gracias por poder leer este post, lo siento me quedo sin palabras y se me hace un nudo en la garganta.
Saludos.
Juan Castillo dice
Gracias Rober por tus palabras! mucho animo con esas APPs!! 🙂
Thania dice
Hola Juan.
Impresionante recorrido el que has hecho y lo mejor todavía es que nunca te rendiste. Definitivamente un ejemplo a seguir, en especial para alguien como yo que apenas está comenzando en el camino del emprendimiento.
Y es que no solamente en España, en Latinoamérica también se estigmatiza al fracaso, como si éste no fuera un paso necesario para lograr los objetivos. Como si el fracaso no nos ayudara a ser mejores personas. El reto está en cambiar de perspectiva ya que es casi que inevitable fracasar.
Acá también vivimos de la «titulitis». Entre más diplomas y certificados académicos tengas, mejor. Si bien, aporta valor a en nuestra profesión, no es garantía de triunfo ni de ser excelentes profesionales. Yo hasta el día de hoy llevo dos carreras, ninguna de las dos me ha hecho completamente feliz. Me quedé con los brazos cruzados, conforme y aceptando pasivamente mi destino por un tiempo. Pero, ¡me cansé! Ahora me levanto con nuevos aires a hacer algo totalmente distinto, pero que me emociona hasta la médula.
¿Que si tengo miedo? Sí. Pero como digo yo, es un miedo rico. Como cuando uno se mete en un terreno desconocido, pero que de antemano sabe que va a ser inolvidable.
Gracias por contarnos tu experiencia. Y te deseo éxitos en el nuevo proyecto (al cual le echaré un ojo, por cierto) 🙂
Carlos dice
Gran post Juan,
Yo he emprendido unas cuantas veces también, y la verdad, unos me han ido mal, otros bien e incluso monte un negocio que funcionaba genial, y precisamente este me dio el éxito y también me lo quito, la pena es que fue el primer negocio que monte, ha día de hoy si tuviera la experiencia que tengo ahora seguiría con él. Pero son cosas del aprendizaje de la vida y como no también de los negocios y que te sirve para mejorar como persona.
Pero no dejare de intentarlo… porque yo soy así… siempre creando… es lo que nos hace diferentes al resto.
Saludos Juan
Gabriel C dice
Excelente historia , yo soy programador y todo el tiempo se me ocurren ideas sobre aplicaciones, sistemas, etc, pero nunca me he puesto realmente a tratar de llevar una de esas ideas a la realidad, y es una lastima por que la idea de construir de algo propio es algo que siempre he querido hacer. Saludos
Felix dice
Fantástica historia, te felicito por tú creatividad y tenacidad! La verdad que ideas de negocio se nos ocurren a muchos de nosotros casi a diario pero la clave está en llevarla a cabo, eso si que es un auténtico reto, perseverar -pues si no no llegas- y finalmente (como decía Julio Iglesias) «mantenerse cuesta tanto».
Yo también he intentado montar alguna empresa: una de mermeladas tradicionales, otra relacionada con mi sector que es el automóvil, y también realicé alguna certificación energética…), pero nada en la fase inicial ya veía que el beneficio no merecía el esfuerzo y acababa descartándolas. Siempre mantuve mi trabajo como ingeniero de calidad pues lo del emprendimiento lo consideraba un extra, un sentimiento, una «manera de vivir». Aun así, aconsejaría a todo el que se quiere deshacer de todo (trabajo) e invertirlo todo en su emprendimiento que fuera cauto y que vaya paso a paso, testeando el camino y no se cambie de liana antes de tiempo.
Muy inspirador el texto y a ver si algún dia nos vemos por Valencia!
Zyark dice
Hola,
genial post!
Queria aprovechar para preguntarte, más allá de MVPs y metodologías Lean, en que momento (si lo hiciste) llegaste a constituir «el proyecto» en una empresa. ¿antes de facturar un euro?¿despues de validar con los primeros clientes?…
PS: No soy de Hacienda ni nada parecido! Simplemente estoy intentando buscar un patron al respecto ya que siempre se habla de producto/mercado pero poco de los temas legales y las mejores prácticas para afrontarlos!
Juan Castillo dice
No entiendo muy bien la pregunta, pero intentaré aclarar tu duda 🙂
El tema de facturar es muy sencillo, solo necesitas darte de alta en hacienda como empresario individual, cuesta 1.30€, y puedes hacer facturas con tu DNI. Si facturas menos del salario mínimo interprofesional, en principio la seguridad social no te dice nada por no pagar autónomos (hay una sentencia del tribunal supremo que así lo dice)
Entonces, cuando vas a empezar un proyecto, la hipótesis de cómo vas a monetizar es una de las más importantes, junto con la hipótesis de valor. Por lo que tu primer experimento debería ser intentar cobrar por eso, para ver qué pasa, que problemas tienes, que dicen los clientes, etc etc..
sobre construir MVP’s y tal, un MVP puede ser una página de facebook, una landing de unbounce, etc. Cuanto antes lo saques y más minimo sea, mejor.
En mi caso de GuruWalk, mi MVP era un evento de couchsurfing. Hice un evento de free tour en Valencia, busqué personas que querían ser guias, y organicé los primeros tours para ver que pasaba.
De esos experimentos iniciales gané como 30€ en total. Si no haces factura por eso, tampoco te van a meter a la cárcel… no te sobrepreocupes con eso…
Kelm Kelm dice
Enhorabuena por la entrada.
En esta respuesta indicas que «Si facturas menos del salario mínimo interprofesional, en principio la seguridad social no te dice nada por no pagar autónomos (hay una sentencia del tribunal supremo que así lo dice)»
En su momento me interesé por el asunto y, solo aclarar que no parece ser del todo así, tal y como indican en el siguiente enlace:
https://www.supercontable.com/informacion/laboral/Obligacion_de_alta_en_el_RETA_en_si_los_ingresos_.html
«cada Administración de la TGSS y cada Delegación de la Inspección de Trabajo sigue un criterio», tratan caso a caso y, en los que no les convences, te pueden llegar a multar…
Jaime Andrés dice
WOW!!! Eres el campeón mundial del fracaso, pero un ganador sin lugar a dudas. Eres un verdadero emprendedor. Nunca te rendiste. Te felicito.
Rafael Valero dice
Hola Juan,
Me siento bastante identificado con lo que has expuesto en este interesantísimo artículo.
Pienso que muchos más deberíamos tomar tu ejemplo y contar nuestros fracasos y nuestros éxitos, pero también el por qué seguimos intentándolo, que al final es lo que hace que tropezar no nos hunda.
Yo creo que lo que falta son verdaderas escuelas de emprendedores en las que te enseñen todo lo que se necesita (menos la parte pura del tema del negocio, claro) para llevar una empresa al éxito.
Porque el mayor problema que tenemos los emprendedores es que no solemos tener a quién preguntar cuando surgen dudas de cualquier tema. Y me refiero sobre todo a esas dudas, que si pudieras, le preguntarías al dueño de la empresa de la competencia que más tiempo (o éxito) tiene en el mercado.
De verdad que me ha encantado.
Un saludo y gracias por compartirlo.
Juan Castillo dice
Hola Rafa!
me alegro de que te haya gustado.
yo he dado clase en varias escuelas de negocio, pero cada vez pienso que aporta menos valor hacerlo, porque en el arte del emprendimiento no hay ningún método para triunfar, sólo hay metodologías para fallar pronto y barato.
El mejor aprendizaje viene de la experiencia, por lo tanto, si tienes un dinero ahorrado, mejor guardalo para empezar un negocio y poder comer durante unos meses, antes que gastartelo en un máster. Creo que vas a sacar mucho más aprendizaje que de lo que te puedan contar otros con su experiencia, porque cada negocio es un mundo diferente, y lo que les haya funcionado a ellos no tiene por qué funcionarte a ti, jaja.
Ese es el consejo que le doy a la gente que me pregunta por estudiar, creo que en este caso no es el camino necesario, pero es uno, claro está 🙂
Obviamente, estar rodeado de otros emprendedores con los que compartir experiencia y conocimientos es una buena idea, y hacer este tipo de cursos puede ser una manera de crear conexión con otras personas con los mismos intereses, y también aprender de ellos. No se…
Marlon Cruz Blanco dice
Hola Juan Castillo,
Un artículo extenso pero muy enriquecedor, es cierto que la vida esta lleno de aprendizajes y momentos difíciles si se pueden llamar así.
Te cuento que este es mi segundo emprendimiento y definitivo, el primero obtuve demasiado aprendizaje y aún sigue en camino pero no es mi base.
En cuanto a sacrificarse pues no estoy de acuerdo, precisamente cuando la persona encuentra lo que le apasiona y su propósito de vida cambian las cosas.
Si a la persona le cuesta hacer algo y siente que hacer cierta actividad requiere sacrificio o esfuerzo es mejor replantear todo.
De hecho la palabra esfuerzo, viene de (Esclavitud), simplemente hay que hacer las cosas y seguir su curso normal, aprendiendo, superando obstáculos para aprender más, pero disfrutando cada proceso.
Otro aporte importante para ser un emprendedor es que los primero minutos del día deben ser dedicados a la persona más importante (uno mismo).
Hacer una actividad física para acumular energía, y si aprendes a meditar (mucho mejor ejej).
Hay que sumar un poco de paciencia, perseverancia, constancia, innovación y estrategia y tener un plan de acción claro.
Ser feliz, ayudar a los demás y aprender de negocios 🙂
Gracias Juan por compartir tu experiencia.
roy dice
Hola juan ,
Al ver este articulo mis sueños se convierten en emprender .
simplemente alentador saludos.
Juan Castillo dice
Gracias! me alegro que te haya inspirado! ese era el objetivo 😉
Jero dice
La publicación me ha encantado pero me surgen dudas sobre la última empresa Guruwalk. ¿ como ingresas beneficios? ¿con la publicidad de la web? ¿crees que la web puede llegar a ser mas conocida que freetour.com?
Un saludo y ojala hubiese más gente como tú
Juan Castillo dice
ahora mismo no monetizamos, porque queremos ser el líder en el mundo. Y si, creo que podemos hacerlo mucho mejor que la competencia 🙂
Carlos dice
Buen post , señor saludos desde Peru , ayudemos a cambiar el pensamiento erroneo de la gente acerca del fracaso
Danilo dice
Muchas gracias Juan por este artículo. Al leerlo te dan más fuerzas para seguir luchando por la meta que muchos nos hemos propuesto. Si un proyecto no funciona no hay que desanimarse.
Yo estoy siguiendo tus pasos y acabo de lanzar mi primer proyecto para que autónomos y pymes puedan gestionar gratuitamente su clínica, centro o consulta.
Y después de leer este artículo si no funciona no me desanimaré, sino que iré a por el siguiente.
Joss dice
1. Un negocio de tacos
2. Una Academia de Baile y Modelaje
3. Una Escuela de Cine
4. Diplomados Virtuales de Titulación
5. Revista Digital para Divorciados
El año pasado fue el cierre oficial del fracaso de la número 5.
Pienso que el 4 es mi fuerte pero me siento muy estancado, doy clases normales lunes y martes tipo así como para sobrevivir pero creo que el próximo año no va más lo de las clases y quiero cerrar ese ciclo. Tu post me da una nueva perspectiva de mis experiencias y si tuvieras algun consejo sería genial.
Gracias Juan Castillo, muchas gracias por estar aquí.
Juan Medina dice
Hola Juan
Muchas gracias por compartir experiencia hay que seguir adelante no hay de otra y bien dices al menos intentarlo 🙂
Buena suerte
sañudos
Munts Puig dice
Juan!
La verdad que el universo siempre da lo que uno necesita … tu post me ha ido como anillo al dedo!
Llevo en la espalda;
58 trabajos
+ 2 emprendimientos fracasados con hostia económica
+ 7 emprendimientos fracasados con hostia moral… y menores daños económicos
+ 2 libros publicados
+ 1 agencia de diseño web que funciona de forma modosita
+ 1 reciente fracaso con doble golpe moral y profesional…
y actualmente…le estoy dando la vuelta a la hostia para ver como salgo de esta!!
Desde luego a veces no sé si es masoquismo, pasión , idiotez o genialidad…
En fin… creo que lo importante en el emprendimiento es tratar de no repetir los mismos errores, y así pulir ese diamante en bruto que sabemos que está allí dentro y que lucirá cuando llegue el momento.
Todo ello regado de ese espíritu de Ave Fénix que solo tenemos algunos locos y mucha resiliencia.
Gracias por el post de nuevo, te ofrezco mis canales, blog, web, redes sociales para escribir sobre tu proyecto, entrevista o lo que quieras, me he sentido muy identificada!
Jonathan dice
Gran artículo, sí señor.
Me encanta tu modo de ver la vida. Yo tampoco di con la tecla a la hora de gestionar (o más bien plantear y llevar a cabo una estrategia) mi primer negocio, pero he conseguido asentar las ganancias y aumentar los clientes de la empresa durante los últimos años. Los comienzos fueron muy duros, pero a base de trabajo y esfuerzo, ya somos 10 personas las que estamos remando en la misma dirección hasta conseguir ser referentes del alojamiento web en Bilbao y alrededores. Considero que el rodearte de amigos (críticos) y tener los pies en el suelo en época de bonanza son imprescindibles en el camino hacia el éxito personal y profesional.
¡Gracias por el aporte y espero que tengas mucha suerte! (o justicia) 😉
Juan Castillo dice
gracias Jonathan 😉
David dice
Gracias por tan brillante artículo, intentaremos seguir tus pasos para llegar pronto al éxito.
Juan Pablo dice
Genial perspectiva. Muy en la línea en ese toque de «orientalización» o «europeización» que se nos está (y se nos debe) inculcar. Lo que me ha gustado sobre todo es ese toque sí, pero sin perder la perspectiva ni la mentalidad que nos hace único.
Mucho se alaba de los horarios y la disciplina alemana o el espíritu de superación de los japoneses. Pero nada se habla de que en el primer caso, la disciplina también pasa por «olvidar» lo que se ha trabajado cuando se cumple el plazo (esclavos del tiempo) y del segundo que no alcanzar sus metas supone una pesada carga de la que no obtienen beneficios como, tal como señalas, aprender del error.
En resumen fantástica filosofía y nada de palabrería barata. Un saludo.
Caio dice
Eres un verdadero monstruo!! No sabes como me identifico contigo.
Siempre buscando la gallina de los huevos de oro, aunque en la mayoría de los casos las gallinas fueron pulgas, los huevos piedras y el oro un espejismo. Eso sí, con la cabeza bien alta porque en mi primer negocio empecé comprando los productos a mis proveedores después de haber vendido. Es decir, vendía sin tener los productos, ya que no tenía dinero, y una vez realizada las ventas realizaba los pedidos a mis proveedores con el dinero de los clientes, y sin un solo euro de financiación, desde un ordenador de mi habitación.
La intención era ganar 200 euretes más al mes. A los 3 años conseguí un volumen de negocio de casi 1 Millón de Euros, con oficina y emplead@s. A los 6 años, cuando vino la crisis me pegué el batacazo en plena fase de expansión internacional, cuando por aquella época ya me veía viviendo en Brasil, con un sueldo en Euros y con una calidad de vida mejor que la del doctor Pitanguí.
Desde entonces habré intentado infinitos negocios fallidos, con horas y horas de trabajo, pero aquí sigo, sin dormir, adelgazando, aprendiendo, estudiando, comiendo con el plato al lado del ordenador; intentando encontrar esa gallina de los huevos de oro porque si lo pude hacer una vez podré hacerlo de nuevo. Mi filosofía es que si la vida te da un duro golpe devuélveselo con una bofetada de alegría… Así que con mucho ánimo y a por todas!
Vero dice
Gracias Juan, a mi en lo personal me ayudo tu testimonio, para volver a tomar fuerzas y seguir adelante con mi proyecto. Dios padre bendiga tu vida.
Elízabeth dice
Hola Juan, me encantó tu publicación, realmente muy inspiradora y me parece un gran ejemplo para otros jóvenes. Yo ya soy mayorcita, pero me interesan estos temas de emprendimiento porque aunque dentro de pocos años voy a jubilarme, no he perdido la esperanza de hacer mi propio emprendimiento. También tengo hijos muy jóvenes (fui madre ya de grande: 30 y tantos) y esto me da ideas de como ayudarlos. Son excelentes personas mis hijos, y no porque sean mis hijos, pero para esta época tan alocada ellos son demasiado maduros y muy tímidos, y eso a mí como madre me preocupa, porque el mundo (llamémosle sociedad) se ha convertido en una jungla sin piedad, y los jóvenes que tienen tantos sueños, la mayoría de las veces chocan contra esa realidad y sobreviene el desencanto. Realmente te agradezco por tu claridad, y te deseo aún más éxito en tus planes. Un enorme abrazo de luz.
Sergio Bo dice
En toda competición… el primero, gana. El resto, si vence al ego, aprende. 🙂
Rogelio loo zhong dice
Hola, estaba buscando historia de persona emprendedores que han caido, me ha gustado tu blog agradecido por tu enseñanzas, mi primer negocio fue a los 20 años abri un novedades que se dedica a la imprecion. venta de celulare y fiesta pero solo duro 6 meses.
Ahora con 22 años inaugure mi 2 negocio que es un minisuper trabajo 14 hr por 7 dia y solo gano 1000 dolares mensual rectando todo los gasto hasta menos gano me siento muy muy deprimidos si en 3 meses no subo mi ganancia tendre q cerrar el negocio ir en busca de otro local, trabajo con mi novia y enserio lo q ganamos no vale la pena porq salir a trabajar 14hr/6dia ganamos 3000 y dia libre soy de Panama saludo, me gusto tu historia
Alejandro dice
Juan me he sentido muy identificado con tu artículo. Yo he fundado tres startups (en las dos primeras fracasé) y me he pasado por la mayoría de situaciones que describes.
Quizás, a modo de crítica y desde mi humilde opinión, lo que me ha faltado leer es enfatizar en el modelo de negocio de algunas de tus empresas, algo a tener en cuenta cuando se inicia un proyecto y que muchos emprendedores no lo consideran. Es clave saber como vas a cobrar a tu cliente, ser consciente de los margenes que tienes (un simple excel, algo fácil bastaría) y si realmente tu prodcuto cubre una necesidad y si tus usuarios/clientes van a estar dispuestos a pagar por ello.
En concreto en mi última startup, teniendo un buen producto (aplicación para móviles y web) he llegado a pivotar en mi modelo negocio hasta en cuatro ocasiones. Finalmente he encontrado uno que permite que la Startup empiece a ser rentable y escalable.
Felicidades por este gran artículo.
Raimond Pujol dice
Hola Juan,
Tu artículo da mucho que pensar. Tengo 24 años y solo hace 2 años que he acabado la carrera (soy ingeniero agroalimentario), he fracasado ya en 4 trabajos en tan solo 2 años. En todos he querido dejarlo yo, creo que me estoy dando cuenta con el tiempo que no es que no me gusten los empleos en los que trabajo, sino que necesito crear mi propio empleo.
Actualmente estoy trabajando y no estoy muy a gusto en mi trabajo, pero tampoco veo que un cambio de empleo pueda arreglar la situación que vivo, siento que lo que necesito es darle rienda suelta a mis proyectos (tengo muchas ideas de negocio, aplicaciones, me gustaría abrir un negocio de ecommerce online, etc), pero el problema es que cada vez que me quiero centrar en un proyecto el problema es que no se ni por donde empezar o poner pegas a todo lo que pienso. Por ejemplo, quería crear un blog de cocina, puesto que a mi se me da muy bien cocinar, pero no lo llegué a hacer por los comentarios de mi gente más fiel: hay muchos blogs de estos, eso es una pérdida de tiempo, si no sabes ni hacer fotos de alimentos, etc. Y así, con todos los proyectos de negocio que tengo.
Me podrías dar una ayudita?
Muchas gracias,
Angeles Sevilla dice
Hola Juan!
Es impresionante tu fuerza y valentía para salir adelante pese a las circunstancias. Como a mí, siempre que se me ha cerrado una puerta he abierto una ventana, nadie abre nada a nadie y si no somos capaces de sobrellevarlo nosotros mismos no hay nada que hacer.
En estos tiempos que corren y la clase de vida que nos imponen tienes que renovarte o morir, y en ello estoy, implicada al 100% en distribuir Xiaomi tecnologías y potenciar negocios en plataformas digitales que a su vez benefician a clientes satisfechos.
Enhorabuena por tu triunfo y cuento con tu página para recomendarla como lo mejor en ocio y disfrute! En cuanto alce el vuelo y me permita unas vacaciones te contrato!
Saludos!
Luigi Loco dice
Me gustó la parte de:
«Es lo que me hace fluir y es a lo que quiero dedicar mi vida…»
Y también:
«…sólo por el hecho de hacerlo desde España ya tenga una ventaja competitiva?”
Felicidades bro!
Natalia dice
Hola,
No soy muy de leer los blogs ni textos motivadores y no tengo ni la menor idea cómo caí en esta pagina pero sin duda me encantó! Me encantó tu texto, tu historia, tu motivación, el querer ir hacia adelante respetándote a ti mismo: tu voz interior, espíritu, capacidades, limitaciones, tu carácter, tu proceso y saber que siempre estas en algún proceso ya que nada termina aquí mi ahora.
De verdad, me inspiras y motivas a pensar que todo, los proyectos, negocios, relaciones, la vida misma es para vivirla plenamente, llenarla con uno mismo y toda si chispa autentica. Y gracias por demostrarme que el emprender puede ser algo sencillo, es simplemente bajar a la tierra y hacer un proyecto que te guste y te de un sentido, y a la vez involucre a las personas afines. Te felicito y agradezco tanto! Has hecho mi día más pleno, más feliz!
Caren dice
Hola, me sentí plenamente identificada contigo cuando leí este artículo. Realmente yo también soy así, tengo 34 años y siempre dije que quería crecer económicamente por lo que siempre he buscado proyectos nuevos para hacer.
Empecé estudiando para maestra, al próximo año comencé a estudiar intérprete de lengua de señas, seguí con ambas carreras y termine las dos. Trabaje sólo un día como maestra y después me dediqué a trabajar como intérprete ya que había mucho más trabajo, elegía mis horas sin problema, en la ciudad, a diferencia de maestra que tenia que viajar, así que bueno, toda una carrera tirada a la basura.
Después de trabajar algunos años como intérprete, me di cuenta que no era algo que realmente me llenara y que cada vez había menos trabajo.
Entonces mi madre tenía una casa que rentaba y yo se la pedí para poner un negocio allí. Me puse a pensar q podía ser, entonces como soy maestra quería aprovechar mi título y poner un local para cuidar niños ya q vi q los padres muchas veces se complican para poder trabajar con los peques y me parecía una buena opción de negocio. El tema fue que no pude organizar bien mi idea, iba a necesitar de varias personas que me ayudaran y empecé a sacar cuentas y no me daban los números así q abandoné la idea.
Me puse a pensar entonces q era lo q podría funcionar y pensé en una estética, ya q las personas siempre quieren verse bien. Así q arregle todo el salón de mi madre y me capacite en estética corporal y facial, tomé varios cursos y abrí el salón. Seguí trabajando como intérprete pero todo mi sueldo iba para el salón, las personas querían peluquería también y así fue q fui agregando personas a trabajar, una peluquera, una maquilladora, una depiladora, una manicura, todas cobraban un porcentaje de lo q pagaban los clientes, por lo q yo no tenía q poner de mi dinero para pagarles, por lo q me iba bastante bien.
Después me ambicioné y quise poner venta de los productos que usábamos, de peluquería, de estética, y le fui agregando cada vez más cosas, ese fue mi gran error porque cada vez tenía que invertir más y más dinero para comprar los productos ya que el local era muy grande y para llenarlo necesitaba de mucho dinero, al final me terminé fundiendo.
Después entré en empresas de esas piramidales que vas vendiendo productos y te prometen hacer mucho dinero a medida que vas escalando y consiguiendo gente que también haga lo mismo. El tema fue que conseguí mucha gente pero lamentablemente estas personas no se movían y no conseguían a más personas, entonces la única que me movía era yo y pasaba todo el día en eso sin cobrar ni un peso y lo termine abandonando.
Luego pensé en empezar algún profesorado, entonces hice una investigación para ver cuáles eran los profesores que hacían más falta y ahí empecé a estudiar para profesora de física, sin tener ni idea de eso. Cursé varias materias, siempre con excelentes notas porque siempre me esforcé mucho, pero me di cuenta q no era lo mío, no era para estar metida todo el día con la matemática y lo termine dejando también.
Después de pasar un tiempo sin querer inventar nada, cansada de mis fracasos, ahora estoy con una idea en mi mente nuevamente.
Porque me puse a pensar q las cosas no habían funcionado porque busqué buenas opciones que hacían falta y podrían haber funcionado pero el problema principal fue q ninguna de ellas era algo q me apasionara, y pensé ¿¿q es lo q realmente me gusta hacer??
Entonces me di cuenta q lo que me gusta es la recreación. Ya he tomado años atrás varios cursos de recreación y me encantaban. Ahora estoy entusiasmada con la aventura al aire libre. Por ejemplo, crear un lugar con tirolesas, lugares para hacer rapel, entre otras muchas actividades q podría poner.
Se que tengo la personalidad para animar grupos y se q podría hacer q eso funcione, además en mi país Uruguay, no hay casi nada de eso, algo al sur, pero al norte donde yo vivo no hay nada.
Se q se necesita de mucho dinero para eso, pero creo q podría convencer a algunos inversores en la idea, ya que es una manera de traer turismo a la zona. No he podido formar muy bien mi idea porque debido al covid, no he podido salir a recorrer lugares q tengan este tipo de actividades para ver bien como podría ser el funcionamiento para tener mi idea bien clara y armar mi proyecto.
No se si podré realizarlo, pero bueno la idea esta y creo q podría ser muy viable. Espero poder realizarla…