Durante mis años de juventud me pasé cientos de horas enganchado al World of Warcraft (WoW): un juego de rol online en el que controlas a un personaje dentro de un mundo virtual en el que conviven miles de personas.
Lo interesante de este juego –y lo que hace que resulte tan adictivo– es que funciona de una manera muy parecida a la vida real.
Cuando te abres una cuenta en el WoW, empiezas con un personaje de nivel 1 que es tan débil que apenas puede enfrentarse a un jabalí.
Sin embargo, según vas interaccionando con el mundo y completando misiones, vas acumulando experiencia y subiendo de nivel.
Con cada nivel te haces más fuerte, y aprendes nuevas habilidades que te permiten acceder a nuevas zonas del mapa y enfrentarte a desafíos más complicados y con mayores recompensas.
Además, según la clase que hayas elegido al principio de la partida (mago, guerrero, druida, etc.), tu personaje tiene una serie de virtudes y defectos que te obligan a desarrollar una estrategia de juego adaptada los mismos.
Por ejemplo, si eres mago, tienes la capacidad de lanzar hechizos poderosos que hacen mucho daño a los enemigos, pero como tienes poca fuerza no puedes llevar armadura, lo cual te hace muy vulnerable a los ataques cuerpo a cuerpo.
Eso quiere decir que, para no morir a las primeras de cambio, necesitas atacar a distancia y tener siempre en tu arsenal magias como teletransporte, que te permitan escapar si la cosa se pone fea. O en su defecto, ir acompañado de guerreros, paladines u otros personajes más resistentes que entretengan a los monstruos y reciban sus golpes mientras tú los chamuscas desde lejos con tus bolas de fuego.
Aquí es donde entra en escena tu habilidad como jugador, ya que tú eres quien decide qué cualidades potenciar en tu personaje y qué estrategia utilizar para completar las distintas misiones, y también eres el responsable de ejecutar esa estrategia utilizando el teclado y el ratón.
El éxito en el World of Warcraft, por lo tanto, depende de dos factores:
- Lo bueno que sea tu personaje. Cuanto más nivel y mejores objetos tenga tu personaje, más daño hará y más difícil será derrotarte en una batalla
- Lo bueno que seas tú utilizando a tu personaje. Cuanto mejor entiendas sus puntos fuertes y débiles y mejor sepas controlarlo, más partido podrás sacarle y más efectivas serán las estrategias que diseñes para conseguir tus objetivos
Ambos factores son críticos y no puedes ignorarlos.
El mejor jugador del mundo no llegará muy lejos con un personaje de nivel 1, por muy bien que lo sepa manejar, pero un mal jugador tampoco conseguirá completar las misiones más complicadas incluso si su personaje tiene el máximo nivel y los mejores objetos épicos.
Te cuento esto porque, curiosamente, la división entre «jugador» y «personaje» también se da en la vida real, y ser consciente de ella puede serte muy útil para organizarte y conseguir todas tus metas.
Básicamente, en cada uno de nosotros conviven dos «yos»:
- Un «yo jugador», que se encarga de marcar objetivos y de diseñar un plan para hacerlos realidad
- Un «yo personaje», que es el principal recurso (pero no el único) que tiene a su disposición el «yo jugador» para ejecutar su plan
Tu «yo jugador» es el equivalente a tu mente o tu conciencia. Es la parte de ti que decide qué es lo que quieres, y tiene el poder de controlar a tu «yo personaje» para lograrlo.
Tu «yo personaje» es quien interactúa con el mundo real. Sus capacidades y recursos vienen determinados en cierta medida por tu genética y por la suerte (por ejemplo, la familia en la que hayas nacido), pero también por cómo tu «yo jugador» lo haya controlado en el pasado, ya que tu «yo personaje» no es estático, sino que está en constante evolución y puede aprender cosas nuevas y adquirir nuevos recursos.
Igual que pasa en el World of Warcraft, en la vida no existe el personaje perfecto. Todos tienen sus fortalezas y debilidades, y es fundamental que tu «yo jugador» conozca cuáles son las de tu «yo personaje» para poder utilizarlo de la manera más eficiente posible y buscar aliados cuando sea necesario.
Por ejemplo, imagínate que tu «yo jugador» quiere sacar adelante un proyecto personal que requiere bastantes horas de trabajo. Si sabe que tu «yo personaje» no es muy madrugador, tu «yo jugador» planificará en consecuencia y organizará su horario de forma que tu «yo personaje» pueda trabajar en el proyecto por la tarde-noche en vez de a las 6 de la mañana.
Imagínate, además, que ese proyecto requiere conocimientos de diseño gráfico, y que tu «yo personaje» es un negado en este campo. Tu «yo jugador» tendría dos opciones para solventar ese problema: invertir tiempo y dinero en que tu «yo personaje» aprenda diseño, o simplemente hacer que tu «yo personaje» contrate a un diseñador para que le ayude.
Como ves, es fundamental que te conozcas a ti mismo y que sepas cuáles son tus capacidades para poder tomar buenas decisiones y elegir el camino correcto para alcanzar tus metas.
Porque ni tú, ni yo, ni nadie somos infalibles. Pero si somos conscientes de las limitaciones de nuestro «yo personaje», nuestro «yo jugador» podrá diseñar un plan que nos permita lograr lo que nos propongamos a pesar de esos defectos, bien sea evitándolos, corrigiéndolos o buscando a otras personas que nos ayuden en esas áreas.
Mucha gente no logra crear su vida ideal simplemente porque no se conocen a sí mismos, porque no aceptan sus debilidades o su personalidad, o porque son incapaces de pedir ayuda, y eso hace que sigan una mala estrategia para conseguir sus objetivos (o que se marquen los objetivos equivocados).
Por eso, te recomiendo que siempre tengas presente a tus dos «yos». Te ayudará a evitar este tipo de errores.
Un abrazo,
Ángel.-
***
P.D. Todo esto de los dos «yos» no significa que tengas doble personalidad. ¡Tranquilo!
Lo único que quiere decir es que en tu día a día debes cumplir dos roles muy diferentes: uno estratégico, centrado en la planificación y en la toma de decisiones, y otro más práctico, centrado en la acción; y al menos a mí me ayuda mucho el verlos como dos «yos» independientes.
Normalmente, en el mundo de las pequeñas empresas, en las que una misma persona suele dirigir el negocio y trabaja en él al mismo tiempo, se habla de un «yo CEO» y un «yo empleado», o de un «yo jefe» y un «yo currante».
Sin embargo, yo creo que esta distinción no sólo es aplicable a los negocios, sino a toda nuestra vida, de la cual somos propietarios, jefes y CEOs.
De ahí que haya preferido presentarte la teoría de los dos «yos» de esta manera, que es también como la explica Ray Dalio en su libro Principles, mi inspiración para este post.
Foto: Imagen conceptual de una mujer experimentando mentalidades duales
Macarena dice
Buenos días Ángel,
Quería agradecerte todo tu trabajo y esfuerzo por ayudarnos en el camino de la vida.
Quería comentarte que este artículo me ha tocado profundamente ya que tengo un familiar enganchado a este juego a nivel de adicción. Es curioso que funcionando igual que la vida real, como dices, hace que muchas personas desconecten de la vida y se refugien el el juego porque allí son alguien.
Con el tiempo son capaces de llegar a superar misiones importantes, a pesar de como mencionas al principio no poder matar a un jabalí , sin embargo no son capaces de llevar sus vida para adelante y pasar los «niveles».
Comprendo que el culpable no es juego sino la relación de la persona con el , pero no para de llamarme la atención la cantidad de jóvenes enganchados a este mundo. ¿Conoces algún caso similar?
Hoy te quiero agradecer el abrirme la mente con respecto a este juego y a enseñarme que de todo se puede aprender algo. Conociendo un poco más el juego desde dentro seguro que puedo abordar el problema desde otra perspectiva.
Gracias 😉
Ángel Alegre dice
¡Hola Macarena!
Lamento mucho lo de tu familiar 🙁
Yo he tenido amigos realmente enganchados, que no iban a la universidad porque se quedaban jugando toda la noche, y la verdad es que no puedo darte ningún consejo porque no soy experto en adicciones. Lo mejor es que investigues, o busques a alguien que sí domine este tema.
El WoW está diseñado para engancharte. Blizzard, la compañía que lo creó, gana dinero del pago mensual que paga la gente para poder conectarse, así que su objetivo es precisamente ese: que no puedes despegarte de la pantalla.
¡Espero que se solucione el problema pronto!
Macarena dice
Buenos días,
No lo lamentes 😉 , esa es la vida que me tocó y la acepto. Esa adicción me ha enseñado muchísimo en la vida, lecciones que me han hecho tener una felicidad más consciente a pesar de los problemas. Porque como bien dices acepté que no soy infalible y sigo luchando para lograr lo que quiero a pesar de los tropiezos y mis defectos.
¡Te agradezco de nuevo todo lo que compartes!
Un abrazo máquina
Eduardo Saravia dice
Excelente aporte muchas veces la vida es como un juego, si no arriesgas y enfrentas tus temores no puedes vencer. Es real intentar una y otra y otra y otra, hasta que de por si lo puedes ejecutar y te sale bien.
Eduardo Saravia dice
Excelente aporte, seguiremos pendientes de mas novedades. Gracias por escribir.
Kiko Romero dice
Hola Macarena,
– Para empezar estan explicitamente diseñados para crear adicción.
– Cuando el curioso o aficionado moderado se convierte en adiccto, es porque comprende que es muchísimo más fácil convertirse en heroe dentro del juego, que fuera de él. Es muy fácil y divertido conseguir niveles, sentirte parte de algo (instances) con más jugadores, conseguir retos, objetos codiciados, admiración por el pedazo de pícaro que te has currado…
– Angel no solo podía hacer la analogía entre el personaje y el jugador, practicamente todo este mundo virtual, fantástico, épico, sublime y anhelante, sustiuye toooodas esas actividades y objetivos que podrías plantearte hacer en tu «vida real».
– El problema: Es muy muy fácil sustituir una cosa por la otra, por qué¿? La «vida real» es tremendamente compleja, te expone constantemente a la incertidumbre, a los miedos, al trabajo, a la responsabilidad, a ser creativo, a estar despierto… en cambio el Wow te permite exponer solo a tu personaje a todo eso, tu solo disfrutas del resultado, con el único riesgo real… (o coste) de las horas que has metido ahí dentro y los 12 pavos a mes que cuesta.
Podría hablar mucho sobre el tema, pero básicamente lo que pasa con los chavales que se hacen adictos al juego, las drogas, los tatuajes y las modas, no son más que reflejos de la dificultad real que se encuentran tan solo con pensar en sus deseos más coherentes y/o formas de cubrir necesidades básicas:
Gracias Angel por este genial post.
Trizas, Pícaro de nivel 80, desde el 2006 al 2012.
PD. Necesito que me eches una mano con una cosilla, me estoy apuntando a tus «pruebas de acceso» jajaj, a te comentare.
Caro chan dice
Mira que nunca he jugado a juegos de ese tipo y hasta me ha picado la curiosidad. Yo esos dos «yoes» los tengo hasta con nombre. Caro es la estratega y Lina el personaje, y vaya personaja! Jajaja
Me ha parecido una metáfora de la leche. Cool stuff dude!
Chuuu!!!
Charli dice
Me llamó la atención cuando comentaste esto en la entrevista que te hizo Marcos Vázquez. Al plantearlo así la verdad que cuesta menos hacer a un lado al ego y aceptar que podemos necesitar ayuda.
Por cierto yo también le pegaba a los MMORPG, pero yo era más de Lineage 2 :p
Ángel Alegre dice
Sí, recuerdo que lo hablé con Marcos en la entrevista y por eso decidí escribir un post sobre el tema, porque me parece muy interesante 🙂
Al Lineage nunca le di. Yo sólo jugué al Ultima Online y al WoW.
Marisol dice
Magistral, Ángel.
Totalmente de acuerdo contigo.
De hecho, es realmente complicado asumir la existencia de «ambos yoes» y buscar la complementariedad en lugar de la lucha interna continua.
1. En el primer caso os proyectos han de ser sí o sí constructivos y con tendencia al mantenimiento de la «construcción» continua en el tiempo. Con suerte (¿azar?) se consigue secundariamente (y con esfuerzo cero) beneficio de algún tipo para las personas de alrededor.
2. En el segundo caso: fuente inagotable de sufrimiento y generación de problemas en lugar de resolución de los mismos e imposibilidad de establecimiento de metas y plazos de consecución de objetivos.
¡Un abrazo!!!.
Jesús Salas Sánchez dice
Creo que ser consciente de las limitaciones que tenemos es clave para tener éxito. Una de las cosas que ocurre cuando te dedicas a emprender en Internet es que ya no tienes un jefe que te marque objetivos o ritmo de trabajo, por lo que esa tarea, que para nada es tan fácil como parece, pasas a tener que controlarla tú.
En mi caso, aunque estoy intentando aprender a delegar, todavía intento hacer demasiadas cosas simultáneamente, lo que me provoca cierta sensación de que no avanzo o al menos avanzo poco. Mi «yo jugador» es demasiado impulsivo y optimista seguramente, pero es que el «yo jugador» también evoluciona, aprende y mejora.
El refranero popular es sabio: «El que mucho abarca, poco aprieta». A ver si voy subiendo niveles, abarco menos y aprieto más.
Karlos dice
En eso me hallo actualmente , en delimitar las parcelas de mis dos «yos» . Mi lado oscuro (como yo lo llamo ) no lo es tanto. Es algo que estoy descubriendo estos días . Lo has resumido bien .
Alejandro Castrelo dice
Este post me ha recordado también al libro e-myth de Michael Gerber, en el que comenta las distintas facetas del emprendedor y herramientas para disociarlas y construir una empresa que no se caiga cuando estés ausente.
Buena semana!
Alejandro
Airún dice
Este post es buenísimo, porque a pesar de ser corto, que me encanta que lo sea, pone de manifiesto una gran verdad, que es con la que yo me quedo. Está recogida en la frase » Yo creo que esta distinción no sólo es aplicable a los negocios, sino a nuestra vida». Yo incluso diría que antes es aplicable a tu vida que a los negocios, pero es sólo mi opinión.
Respecto a los dos yos, se podrían decir muchas cosas, porque el contenido da para profundizar. Pero lo que veo constantemente es que las personas tenemos un rol más desarrollado que el otro, y a veces los confundimos. Nunca he conocido a nadie que los tenga equilibrados , yo tampoco los tengo. Hay personas muy estratégicas y poco tácticas y al revés. Cuando confundes roles, es muy difícil actuar o pedir la ayuda en la dirección correcta, porque te centras mucho en el rol que tienes desarrollado. También está el factor momento.Cuántos proyectos que ahora funcionan ya se habían ideado antes y se quedaron en los cimientos!
Juan dice
Gracias Angel.
Carlos dice
Buenas Angel,
Me ha resultado bastante interesante, y creo que le has dado un punto acertado.
Enhorabuena de nuevo
Ana dice
Ángel, me ha encantado cómo has presentado esto de los «Yo».
Lo único, y quería preguntarte, y también a toda la gente que te lee, es lo siguiente:
Según lo explicas tu Yo Jugador es el más sensato, el organizador, y en mi caso es un hervidero de ideas, pensamientos y sentimientos. Vamos, un lío tremendo, y me cuesta horrores ponerlo en orden, y muchas veces incluso necesito ayuda exterior para poder ponerlo todo esto en orden ¿Esto es normal?
Cuando consigo ponerlo en orden, es entonces, cuando mi Yo Personaje funciona mejor, aunque muchas veces es este el que le dice al otro, oye, me estás haciendo un lío, anda pide ayuda!!!! jajajaj
Nada, sólo era curiosidad… por si te ha pasado o si esto es un poco raro…
¡Mil gracias por el artículo! Cómo siempre da gusto leerte y darle al coco con todo lo que compartes con nosotros.
Happy Monday!
Alvaro San dice
Tu yo jugador también necesita atenciones.
Si no cuidas la gallina te quedas sin huevos….
Ana Rosa Alegre dice
No puede quedar más claro Ángel. Esta vez me voy a quedar con la frase «mucha gente no consigue crear su vida ideal porque no se conoce a si misma… no aceptan sus debilidades o su personalidad» . Creo que por aquí se puede empezar ???
David dice
Muy buenas Ángel y todos los que leen este comentario.
Me ha encantado el artículo por dos razones. La primera (y menos importante) es que yo también jugaba al WoW y eso me ha hecho conectar con el artículo desde el primer párrafo (te estás volviendo todo un Copywriter, Ángel :p ).
La segunda y más importante es que tienes toda la razón. Emulando al gran Freud, en toda persona hay dos «yoes o egos» y la clave para triunfar en tu negocio online creo que radica en compenetrarlos.
Hace unos 5 meses que empecé mi proyecto con mi blog que ya conté en otro comentario. Hay un yo que es más analista y se centra en planificar lo que tengo que hacer y cómo hacerlo (el «yo CEO» que tú dices) y el otro es más el «yo empleado»; el que curra y le cuesta trabajo poner todo ello en práctica.
El uno sin el otro no funciona, el «yo ceo» te pone los pasos y estrategias que debes seguir según tus conocimientos y experiencias, el «yo empleado» se encarga de ponerte los piés en la tierra viendo que todo lleva su esfuerzo y que hay que currárselo para lograr lo que el «yo ceo» se propone.
Lo dicho, un artículo muy bueno por su mensaje y la claridad con lo que lo has explicado.
PD: el tema de la suerte que has dicho me parece crucial que muchos gurús de la blogosfera no comentan. Es muy importante y puede llegar a ser determinante.
¡Nos leemos!
Andrés dice
Hola. Gracias. Vaya causalidad me estoy leyendo el libro de Lucile y Jean Pierre Garnier Malet «EL DOBLE ¿COMO FUNCIONA?»
Es el descubridor de la Teoría del desdoblamiento. Muy interesante, para concetar con nuestro «Yo jugador».
Oliver Trip dice
Para que luego digan que de los videojuegos no puede sacarse nada positivo.
Enhorabuena por esta reflexión Ángel, imposible haber tratado el tema con mayor claridad y sencillez.
Tras leerte me he dado cuenta que mi «yo personaje» necesitaba quedarse unos días fuera de Raid tras Camino Sin Límites, pero mi «yo jugador» no ha dejado de elaborar y diseñar el próximo movimiento.
¡Un fortísimo abrazo y nos vemos muy pronto! 🙂
Silvia Valori dice
Muy bueno lo que comentas de los dos «yoes», coincido plenamente, si bien nunca he jugado ese juego, así es la vida, un juego en el que hay que conocerse,
Siempre se puede aprender de todo, pero creo que, especialmente los más jóvenes, tienen que hacer un Curso de autoconocimiento, que se puede encontrar en Internet y muchas personas los damos online, tb, para poder desarrollar plenamente su potencial,
gracias por este Post, siempre me dejan algo bueno tus reflexiones!
saludos desde Argentina, SV
Carol Reyes dice
Hola Angel!
Me he sentido muy identificada con este post, por que me canse de jugar WOW jajaja asi como otros juegos de rol.
Es muy cierto lo que dices, de hecho tu articulo tiene mucho de psicología y de la forma como funcionamos, suele pasar que aveces, al menos en mi caso, somos unos duros en mi «yo jugador» analizando y armando planes como loca, pero en mi «yo personaje» aveces las cosas no funcionan tan bien como lo habias pensado. Ciertamente es cuestión deequilibrio y de saber como sacarle provecho a cada uno de tus yo. Ésto tambien me recuerda que usualmente tenemos dos partes, una tranquila artistica, alocada y en busca de nueva experiencias, y una mas calculadora, temerosa, controlada. La combinación de estas dos y lo que hacemos de ella es lo que forma nuestra personalidad.
Un beso y gracias!
Luis Zarza dice
Excelente reflexión, Ángel. Hace poco tuve una muy parecida a esta con un amigo, solo que yo usé el Age Of Empires en lugar del WoW como analogía. No existe la civilización perfecta, todas son buenas y todas son malas depende de quién las maneje.
Karina Sánchez Hernández dice
Muchas felicidades por tus proyectos y gracias por tu apoyo y labor por los demás. DTB siempre!
Raquel dice
Me ha parecido muy interesante el artículo.
Es lo que me pasa a mí, que muchas veces, predomina mi «yo jugador», planificando cosas, pero el » yo personaje», no es capaz de actuar. Me paraliza, el miedo, indecisión, etc.
Y sobre el juego, no me he enterado muy bien, me lo volveré a leer.
Jorge dice
Me flipa el símil con el WoW!!!
Y me ha enganchado desde la primera línea del post!!
Por otra parte, gran reflexión. Hace poco hablaba de esto extrapolado el tema de marcarse objetivos, y cómo distinguir:
– Objetivos de resultado, que serían aquellas cosas que queremos alcanzar, pero que dependen en cierto grado de factores externos, y que podrían asemejarse a los diferentes niveles del «yo personaje».
– Objetivos de comportamiento, que son las diferentes acciones que toma el «yo jugador» con vistas a lograr los objetivos del «yo personaje», y que en este caso sí son totalmente controlables, ya que son conductas o comportamientos que podemos decidir si hacerlos o no.
En cualquier caso, me llevaré a mi personaje a la fiesta VAM 😉
Pura vida!
Airún dice
Pero cómo saber si la conducta o comportamiento que has decidido hacer es la correcta ? Si no queremos interpretar la mayoría de veces el feed back que nos da la gente. Venga hombre !
Yo estoy harta de escuchar cómo la gente autoargumenta constantemente lo que hace, erre que erre.
Y luego está el acompañamiento. Por qué nos gusta jugar ? Porque el juego nos guía, nunca estamos solos. Hay un cómo pensado por detrás. Pero eso no pasa en la vida real, porque nadie acompaña, entre otras cosas porque claro, no es rentable, implica ganar menos dinero o trabajar más horas, aunque para pedir sí que dedicamos tiempo, pero para dar las gracias o darte más información, de eso ni hablar.
De verdad, lo de la estrategia y la táctica es un bla, bla, bla.
Hay que trabajar el CÓMO. Si lo trabajárams bien, no haría falta reinventarse, ya vendría solo. Y otra cosa, que es lo que mide el resultado ? La pasta que ganas ? lo influyente que eres ? La arañita de Google ?
Milady W. dice
Te llevaba leyendo ya un tiempo y gracias a tu página y a la de superhábitos tengo un proyecto-experimento-cosa entre manos con el que me despierto todos los días entre semana a las 5 y curro en él hasta que me toca entrar a trabajar a las 9.
La verdad es que este post me ha parecido brutal; esa forma tan esquemática y sencilla de explicar los diferentes roles que tiene uno como estratega y como el que aplica la estrategia diseñada para sí, junto con el símil con el WoW, me parece sencillamente magistral.
Le echaré un vistazo a lo de principles porque todo esto me ha resultado muy interesante.
Enhorabuena por tu página 🙂
GIL dice
Muy buena la comparación, y recordar que debemos de poner a trabajar nuestro personaje para el siguiente nivel, sin olvidar que quien esta detras es el jugador. Muy buen Articulo.
Jaz dice
Hola!
Como es que algunas veces, estos artículos te caen como piedritas, te das cuenta que hay algo de razón, hay que aprender a coordinar el yo estratégico con el otro yo mecánico para poder sacar a flote todos nuestros proyectos, pero también que complicado es darse cuenta que anda uno mal sincronizado y no sabes como empezar a repara ese error.
Cyberdarla dice
Muy buena comparación. Me parece muy acertada. ;D
David dice
Hola Ángel,
¿Donald Tump ahora mismo es el rey de este juego?
Pablo dice
Una metáfora elegante ¡Buen artículo Ángel!
Miguel Aguado dice
Hola Ángel, yo tuve un amigo muy muy enganchado al ROL (RPG), y digo tuve porque en el grupo de amigos que somos -y estamos- este desapareció de la noche a la mañana hasta el punto que no acudía a las quedadas que hacíamos, se auto-eliminó del grupo común de Wahtssap dónde planificamos las quedadas y no ha dado señales de vida desde entonces.
Inicialmente eran partidas físicas, es decir, no eran con ordenadores. Se realizaba con un tablero, tirabas dados, etc.
Con la llegada de los megagráficos 3d en los ordenadores y el ADSL la cosa cambió, y en fin, hasta hoy.
Desde entonces, promuevo iniciativas para evitar este tipo de comportamientos, aunque no es mi competencia ni mi línea de trabajo, como una de mis pasiones es programar videojuegos y aplicaciones para ordenadores y dispositivos móviles, creo que hay que educar, motivar y predicar.
Por ejemplo, la PS4 o la Xbox están geniales como regalo de navidad o reyes, pero habrá que estar atentos al comportamiento de hijos/amigos/familiares que sobre estos elementos de ocio, incurran quienes deben ser velados y en su caso, supervisados.
Combinar juegos tradicionales, ratos en familia y amigos y entretenimiento electrónico es una buena opción.
Saludos y gracias por tu clarificante post.
YULIANA ROCHA dice
Un muy buen aporte. Excelente aportación.
YULIANA ROCHA dice
¡Hola!
Cómo es que algunas veces, estos artículos te caen como piedritas, te das cuenta que hay algo de razón, hay que aprender a coordinar el yo estratégico con el otro yo mecánico para poder sacar a flote todos nuestros proyectos, pero también que complicado es darse cuenta que anda uno mal sincronizado y no sabes como empezar a reparar ese error.
Rox dice
Pero… ¿has ido a ICC? Si lo bueno del juego empieza a partir del nivel 80. Y siguiendo el patrón de tu post, habría que añadir una parte importante para conseguir una meta: trabajar en equipo (que de eso va ICC jajaja).
MIGUEL ANGEL dice
Hola Ángel, buen día
Creo que esta teoría es un enfoque muy preciso respecto a lo nos sucede a nivel intrapersonal como a nivel social. Si propongo un enfoque distinto en vista a mejorar la teoría, es que, el líder sería el programador del juego, quien decide qué debe hacer cada jugador. Seguramente si el jugador pierde una partida o intento de hacer algo, será motivo de mayor (motivación, esfuerzo, atención) deseo por sobrepasar ese obstáculo. Y ese es el truco, es un perder-ganar. En el ámbito comercial, si un cliente no está satisfecho, entonces habrá ganado algo como garantía.
Airún dice
Anda ! Este comentario de Miguel Ángel me ha encantado. No puedo estar más de acuerdo. Yo diría más. El creativo del juego no sólo decide que va a hacer el jugador , sino que consigue que la interacción con el juego seduzca al jugador, llegando hasta extremos de secuestrar su tiempo y repriorizarlo, hasta convertirlo en una necesidad básica diaria. Y cuando pasa ésto estás jodid@, y bien. Porque lo niegas, no tú no estás abducido por el juego, no que va, lo siguiente. Hay casos extremos en los que hay un incendio y tú sigues jugando, te da igual. En definitiva, a veces nuestra ansia en el cómo conseguir algo, nos hace transformamos en un personaje, y no nos damos cuenta que hay alguien fuera del juego, el observador, que sin sesgo alguno ya nos ha dejado con el culo al aire. Nunca he jugado a ningún juego, entre otras cosas porque siempre perdería, ya que nunca hago lo que se espera de mí. Ya sabéis, si jugáis, no sóis salmones…..
Miguel Angel dice
Buen día Airún
Qué bueno que te haya gustado el comentario. En realidad es una idea que me apirañé del libro de Tim Ferriss, que aplica muy bien en la teoría de Ángel.
El caso que mensionas está relacionado también con un trabajo común, en que la gente se conforma con dejar satisfechos a sus jefes a cambio de un salario. Y no digo que esté mal. Creo que cuando el empleado se de cuenta que es él el máximo activo de una empresa, logrará «despreciar» ese trabajo sin descuidarlo ni mucho menos haciendo mal las cosas, y entonces dedicar parte de ese tiempo para hacer otra cosa como hacer crecer el dinero que tiene en el banco. Es entonces que el subordinado (el Yo personaje) se convierte en líder de sus propios recursos (Yo jugador).
Que sigan teniendo un buen día. Saludos
Gustavo Pura Vida dice
Gracias de verdad,excelente post
Sergi dice
Hola Ángel,
Primero de todo encantado de conocerte
Me he encontrado con similitudes con todo lo que explicas, y justo veo que vas muchos pasos más allá, por eso te agradezco que te hayas dedicado a esto.
Fui un buen jugador de WoW, prácticamente 10 años. En mi juventud me limité a disfrutar de esa experiencia, llegué a considerarlo como mi gran pasión, pero sin dejar las demás cosas de banda. Algo prácticamente difícil menos para mi. Pero como sabrás si fuiste buen jugador, es que en tus últimos días como tal, los dedicabas saltando con tu montura… o prácticamente estabas conectado sin hacer nada. Tus dos yos directamente desaparecen. Por lo que decidí a dedicarme a mi carrera como Ingeniero, y estuve con una chica aproximadamente 3 años, esta substitución fue genial, al principio, pero poco a poco perdí el interés.
Actualmente tengo un buen puesto de trabajo pero no me siento realizado des de dos años en atrás (probablemente algo más). Sin parar ni tan sólo un momento he dedicado mis esfuerzos a mi ex-relación, amigos, gimnasio, yoga, series, y además soy un gran aficionado a los viajes. Pero son sólo eso, aficiones. Veo que hay una diferencia entre eso y una pasión diaria, como lo que tú haces hoy.
Me estoy preparando para hacer un máster fuera (buscando esa pasión), pero mi energía interior es cada vez más baja, pues mi anhelo por esa pasión es demasiado grande. Sé que se trata de plantear objetivos y ver los progresos en ellos son los que te hacen motivarte más, pero he dado paciencia a ciertos de ellos sin conseguir los resultados que podría esperar. Quizás soy demasiado exigente conmigo mismo? y siempre me pregunto, por qué es malo exigirse? eso me debería de motivar más en mi búsqueda, no crees? (así lo hizo en WoW)
Tengo claro que no debo de desistir en esta lucha y que la única respuesta la tengo yo, pero a veces encontrar esas directrices es lo que más complicado se me hace. Con paciencia y calma intento no perder el norte, pero hay días que es del todo imposible!
Preguntarte cómo fue tú búsqueda hasta que encontraste esto?
Un fuerte abrazo!
Sergi
Marta Mayfer dice
¡Hola Ángel!
Tan creativo como siempre. Muy buen artículo, nunca lo había visto de esa forma.
Al principio pensaba que era una forma de enganchar al público, pero conforme he ido leyendo he visto claro lo que querías transmitir.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. En cierta medida, aunque no nos conozcamos a nosotros mismo 100%, sí que conocemos nuestra rutina, nuestras debilidades y nuestros puntos fuertes.
Constantemente intentamos llevar un ritmo de vida parecido a nuestro vecino y puede que no nos demos cuenta que esa vida no está hecha para nosotros. Quizás quieres ser un Youtuber famoso y no tienes ese carisma que necesitas y por tal de no mejorarlo dejas escapar la oportunidad o puede que escribas textos increíbles, pero no seas capaz de buscar una forma de sacarle provecho e intentar vivir de tu pasión.
Cada persona es un mundo. Lo mejor es intentar sacar tu mejor versión y jugar las cartas que te han tocado de la mejor manera posible.
Un saludo Ángel.
alexis rodriguez dice
Excelente la analogía… definitivamente hay que tener en cuenta estos aspectos de la vida, como en WOW.