Este es un post invitado de Edu Serrano
de Ruta Kaizen.
«¿Por qué no buscas un trabajo estable y te centras?”
«Edu, esos sitios son peligrosos y hay muchas enfermedades. Hacer eso es de pringaos. ¡Estás loco!»
Estas son algunas de las frases que escuché al dejar mi trabajo antes de irme de viaje largo por Asia (con la excepción de algunos amigos).
Todo empezó en Bochum, Alemania.
Aquel año de intercambio 2011-12 cambió mi vida para siempre.
Es una simple idea, un virus que te invade y remueve los cimientos de tus creencias y todo lo que te enseñaron de pequeño: no quería pasar encerrado el resto de mi vida en una oficina trabajando en algo que no me llenaba.
Vamos, que no quería ser un esclavo.
Al volver de estudiar en Alemania iba por ese camino y no me gustaba nada, pero tampoco tenía idea de cómo crear el mío propio.
Tardé dos años en darme cuenta de que seguía condicionado por las viejas creencias.
¿Te resulta familiar?
Viajar solo y sin fecha de vuelta. ¿Por qué no?
En un par de viajes cortos que hice por Europa conocí australianos, alemanes y americanos que estaban recorriendo el continente durante un año sabático.
Me parecían extraterrestres, algo sólo al alcance de personas muy valientes.
Con el tiempo, la idea de viajar solo con un billete de ida floreció y descubrí blogs como Vivir al Máximo que me ayudaron a tomar la decisión.
Finalmente me armé de valor y de perdidos al río: cogí la mochila y me fui a Tailandia (qué raro) para seguir con Laos, Camboya, Vietnam, Myanmar, Malasia y Singapur.
Myanmar me enamoró profundamente por sus gentes, pero en Malasia peninsular (más occidental) perdí la chispa viajera.
Después de 6 meses y aquella experiencia con el pueblo birmano, no encontraba nada que me estimulara lo suficiente. Necesitaba hacer algo distinto, una nueva aventura fuera del trillado circuito mochilero.
Ya en casa de un buen amigo en Singapur decidí comprar un billete de avión a Sumatra, la isla más grande de Indonesia, en vías de desarrollo y con apenas turismo.
Quería conocer su cultura y ver orangutanes salvajes, ahora en serio peligro de extinción por la expansión de la industria del aceite de palma.
En esa isla, viajando solo en bicicleta y con una tienda de campaña durante un mes, viví una de las experiencias más alucinantes y enriquecedoras de mi vida. Esto fue lo que aprendí:
1. Mejor solo que mal acompañado
Aterricé en Medan, la ciudad más poblada e industrializada de Sumatra, y en mi hostal me reencuentro con Markus, un viajero alemán que conocí en Laos.
¿Casualidad? Yo no creo en esas cosas.
Me contó sus planes y resulta que, al igual que yo, no tenía claro exactamente qué hacer en Sumatra pero sí algo distinto. Él viajaba con un guitalele y yo con un ukelele.
Éramos el Dúo Dinámico.
Pusimos rumbo al norte en autobús hasta Banda Aceh, y pensamos en comprar unas bicicletas para recorrer la isla de norte a sur bordeando la costa oeste.
Para que te hagas una idea sobre Sumatra:
- Es casi tan grande como España, pero a lo largo.
- Como prácticamente toda Indonesia, la mayoría de la población es musulmana. Hay mezquitas por todas partes y a la hora del primer rezo (4:30-5 de la mañana), es difícil no despertarse.
- La zona noroeste fue la más devastada con diferencia por el tsunami de 2004.
- Era precisamente esa la región donde estábamos, que tiene idioma y cultura distinta (son muy conservadores). Hubo un movimiento separatista parecido a ETA pero más violento que se disolvió tras el tsunami.
- El 90% de la isla es montaña, jungla o palmeras. Hay muy pocas ciudades, turismo o conexión a internet, predominando aldeas y pueblos rurales.
En definitiva: una aventura del tamaño de una catedral, así que… decisión tomada.
Bicicletas, tienda de campaña y mucha ilusión, aún sabiendo el tremendo desafío que tenemos delante.
Lo bueno es que iba bien acompañado, o al menos eso creía…
Los primeros días fueron increíbles, disfruté como un niño pequeño con la densa jungla y los amables habitantes locales, pero me di cuenta de que algo fallaba.
Markus estaba yendo más rápido que yo y a veces lo perdía de vista durante más de una hora.
Tuve algún calambre y de vez en cuando me apetecía disfrutar de la selva, los mercados locales o las fascinantes playas vírgenes del Océano Índico.
Me molestaba que no se parara cada cierto tiempo. ¡Podía pasar cualquier cosa y estábamos incomunicados!
Daba la impresión de que le importaba un pimiento dejarme atrás: realmente no estábamos yendo juntos y, aunque intentaba hacérselo entender, era inútil.
Teníamos diferencias.
Quizá te haya pasado alguna vez, que vas acompañado o emprendes un camino con alguien (pareja, amigo o familiar) y en algún momento te das cuenta de que no es la persona adecuada o incluso de que te está perjudicando.
Es en esos momentos cuando debes entender que tú y sólo tú eres el responsable de tu propia felicidad.
Empecé la aventura gracias a él, pero el apego hacia alguien, sea quien sea, nunca es bueno.
Yo necesitaba descansar de mis problemas musculares, así que nos separamos de forma amistosa después de tres días y cada uno siguió por su cuenta.
Aprendí a ser independiente, a aceptarme y a quererme con mis defectos y virtudes.
2. Viajar sin hablar el idioma local, aprende comunicación no verbal
Como yo había comprado la tienda de campaña me la quedé, lo que me daba total libertad para acampar donde quisiera. ¡Toma ya!
Eso sí, a partir de entonces incertidumbre absoluta.
Nunca me había enfrentado a un desafío tan bestia, aunque no estaba asustado.
Los locales ya me habían demostrado su hospitalidad, pero al no tratarse de una zona turística y sin mi colega occidental era difícil comunicarse y socializar, así que decidí recurrir a las palabras sueltas que aprendí en idioma indonesio para hablar con las personas que me iba encontrando.
Sin embargo, no era suficiente.
Sólo tienes tres necesidades básicas: comer, dormir y socializar. Para las dos primeras ya sabes qué gestos utilizar, pero para la tercera o para el temido pinchazo de una rueda (sucedió) debes echar a volar tu imaginación.
Obviamente necesitaba socializar para no volverme loco y esas cosas.
«Hello mister, how are you?».
Eso era lo máximo que escuchaba en la mayoría de lugares. Aunque hablo inglés fluido (que realmente es fundamental para tu vida), de poco me servía por aquellos pueblos remotos.
¿Pero adivina qué? En momentos de necesidad tú mismo descubres recursos y formas de comunicarte, y en consecuencia te conoces más a ti mismo.
No fue fácil, pero aprendí a interpretar y a comunicarme con los aldeanos a través de gestos, sonrisas, sonidos o incluso bailando. Es una forma increíblemente poderosa y efectiva de interactuar con ellos y además pasas un rato muy agradable.
Si no había manera, papel, bolígrafo y a dibujar. También tocaba el ukelele y todos se ponían contentos o a bailar. Será por recursos.
Además, los niños, que me rodeaban muchas veces curiosos, me enseñaron el poder mágico de la sonrisa.
Pese a estar exhausto con 70km a mis espaldas, a las 2 de la tarde y a pleno sol, sonreía gracias a ellos y me daban la energía necesaria para continuar.
Normalmente damos por sentado que la otra persona nos va a entender con palabras, pero a veces dice mucho más de ti tu lenguaje corporal, mirada, postura y gestos, aunque no seas consciente.
Mi recomendación:
Trabaja tu comunicación no verbal y aprende a interpretar la de los demás, jugarás con ventaja en cualquier parte del mundo.
3. El que menos tiene es el que más da. Aprende de los nativos
Como decía antes, la región de Aceh fue la más afectada por el tsunami del 2004, el más devastador de la historia matando cerca de medio millón de personas. Se dice pronto…
Cuando lo escuchas en televisión no le das la importancia que se merece.
Sin embargo, yo pude adentrarme de lleno en el epicentro de la catástrofe al conocer a un policía local llamado Faryd. Fue mi primera noche acampando en solitario con una familia local.
Las paradisíacas playas contrastan con la pobreza de la región (la mayoría viven de la pesca, agricultura y ganadería) y a su vez con las impecables carreteras recién asfaltadas por los programas de ayuda internacional.
Faryd, un tipo bastante gracioso, sería una de las pocas personas de la región que hablaba inglés y quería asegurarse de que sabía lo que estaba haciendo.
«You totally crazy mister!»
«Yeah, don't worry.»
Conversamos durante un buen rato y, cuando llegó el momento, le pregunté con tacto por el tsunami.
El pueblo donde estaba era Calang, que fue engullido por la gran ola y el 70% de su población murió. Lo mismo pasó en toda la costa, una zona algo turística hasta el 2004 pero desolada desde entonces.
Faryd perdió a toda su familia: sus padres, su hermana, sus tíos y sus tres hijos. A pesar de la tragedia de 11 años atrás, él era feliz porque los enfrentamientos entre el grupo separatista y los militares habían terminado y ‘gracias' al tsunami había vuelto la paz.
Difícil de asimilar… Fue un momento muy duro en el que estuve cerca de derrumbarme. No podía ni imaginar el sufrimiento que debió pasar aquel pueblo no sólo por el tsunami, si no por los 30 años que duró la guerra de guerrillas.
Pero llegaron otras familias de la zona a interesarse por el hombre blanco.
No iba a ponerme a llorar, no en ese momento.
Las personas que iban llegando me regalaban la mejor de sus sonrisas y algunas incluso me dieron comida, cojines… No me faltaba de nada.
Me preguntaba una y otra vez cómo era posible que personas que subsistían con sus campos de cultivo, unas pocas vacas y un puñado de búfalos pudiesen ser tan hospitalarias.
«Terima kasih!» Les daba mil gracias y me dolían los músculos de la cara de tanto sonreír.
Faryd llamó a su mejor amigo, Trizno, que aunque no hablaba inglés se dedicaba al turismo antes del tsunami. La historia de su familia no tuvo tan trágico desenlace: “sólo” murieron sus abuelos porque vivían en la costa.
Trizno, que ahora tenía únicamente un rebaño de vacas y su chabola, en 2004 vivía a uno o dos kilómetros de la costa y vio desde su casa como el tsunami arrasó todo lo que encontraba a su paso.
Decía que la ola era de unos 30 metros y las palmeras ni se veían.
Al recordarlo y pensar en ello me entran escalofríos.
Al día siguiente me ofreció pasar una noche en un bungalow recién construido por él mismo junto a su padre, porque tienen la esperanza de que el turismo algún día vuelva y ayude a la economía local. Me suplicó que recomendara Calang a mis amigos.
Agradecí a Trizno su generosidad con algunos obsequios y le di mi palabra.
Desde entonces, este es mi mantra: da amor sin condiciones y recibirás amor a cambio.
4. Fíjate objetivos alcanzables y cambia de actitud: disfruta del camino
En el momento de empezar el reto, lo que nos propusimos Markus y yo era recorrer la isla de norte a sur en un mes.
Una locura.
Tardé poco en darme cuenta de la dificultad del asunto, sobretodo teniendo en cuenta que no me había enfrentado a una prueba física tan exigente en mi vida.
Era consciente de que si quería llegar al menos a la mitad de mi objetivo en un mes debía ser constante.
A veces hacía cosas sin pensar que me obligaban a parar a descansar más de un día:
- Pedaleaba más tarde de las 12pm sin protección solar. ¡Error!
- Tenía alguna molestia en la rodilla, la mano o el brazo y seguía dale que te pego. Mal Edu, muy mal.
- Estaba varias horas sin comer ni beber para hacer cuantos más kilómetros mejor. Fatal…
Acabar con la piel quemada, con problemas musculares o casi deshidratado es muy desagradable, pero esas situaciones me enseñaron a ser más consciente de lo que hacía.
Estando solo, las cosas se ven de manera distinta.
Tienes menos distracciones y, como decía antes, te conoces a ti mismo y aprendes a aceptarte y a quererte.
Te centras en lo que realmente es fundamental para ti.
Además me llevé un aprendizaje muy valioso: lo más importante no es la meta, si no el camino.
En la vida nos solemos marcar objetivos como ganar más dinero para comprar aquello que quieres, ser el mejor en algo específico o ser más libre y tener más tiempo para ti. Pero… ¿has pensado en disfrutar del proceso?
Aunque es bueno definir objetivos, es absurdo obsesionarse con uno demasiado lejos de tu alcance. De hecho, eso te frustrará.
Es mucho mejor dividir ese objetivo en partes más pequeñas y alcanzables.
Entendí que debía dejar de centrarme en llegar a un sitio específico. Pedaleaba unos 50-60km diarios, aunque en tramos montañosos se quedaban en 30-40.
Sencillamente avanzaba lo que podía día tras día dando lo mejor de mí pero sobretodo disfrutando de todas y cada una de las experiencias que iba viviendo.
Me dejé llevar y cualquier aldea o pueblo era ideal para acampar y quedarme quizá unos días.
Con el tiempo me iba acostumbrando a pedalear más lento y a disfrutar cada paisaje, cada trago de agua, cada comida cuando paraba en un restaurante de carretera, y cada sonrisa y saludo que intercambiaba con un aldeano.
Valoraba todos esos momentos como regalos de la vida.
Esto es válido para todos los ámbitos: fíjate metas realistas, pero sobretodo disfruta del camino y centra tu actitud en aprender de tus errores y de los obstáculos que te encuentres.
5. Abandonar a tiempo puede convertirse en una gran victoria
Echando la vista atrás llevaba ya más de 500km recorridos como mochilero en bicicleta, con algunos tramos de montaña criminales. Era evidente que no sería capaz de llegar ni siquiera a la mitad.
La maldita isla es inmensa.
Había pasado por Meulaboh, la segunda ciudad más grande de la región que, aunque también fue devastada por el tsunami, ya había renacido de sus cenizas.
Allí me hospedé en un hostal por primera vez en lo que llevaba de viaje (la app Maps.me de mi móvil me salvó la vida en más de una ocasión).
Pasé también por decenas de aldeas y me sentía una superestrella: todo el mundo me saludaba.
En realidad tenía dudas sobre si seguir o no.
Me adentré en el Parque Nacional Gunung Leuser casi sin darme cuenta y mi objetivo de ver orangutanes salvajes estaba cada vez más cerca. Pero tenía que atravesar las montañas.
Un día estaba anocheciendo y yo seguía pedaleando sin tener ni idea de dónde estaría el próximo pueblo…
En la aldea donde estaba pregunté dónde podía acampar y cómo podía subir a ver orangutanes salvajes con mi rudimentario indonesio.
Se acercaban más y más niños, mientras yo me preguntaba si era el primer occidental que veían por allí.
Tenía solo una semana más de visado, y una agradable y risueña familia (que me hospedó en su casa-restaurante) me informó de que era imposible llegar al otro lado del parque nacional en bici. Debía coger transporte local porque las subidas eran demasiado difíciles… ¡incluso para las motos y los coches!
Al final les hice caso. Realmente no estaba tan loco ni tan en forma como para viajar en bicicleta solo por una ruta que no le desearía ni al propio Indurain.
Aquella familia me ofreció comida y techo durante 4 días. Es curioso como, a pesar de no hablar el mismo idioma, me trataron como a un hijo más.
No sabía cómo darles las gracias, así que les dejé algunas cosas mías, algo de dinero y una nota con todos sus nombres antes de irme.
Una furgoneta tipo pick-up me llevó en uno de los viajes más largos, bellos, y surrealistas de mi vida hasta Ketambe, donde me encontraría después de casi un mes con occidentales.
Salvaje trekking de 3 días por la jungla y… ¡orangutanes a la vista!
Empecé la aventura en parte inspirado por algunos increíbles viajeros como Javier Bicicleting, The Crazy Travel y Anina Anyway. De hecho, en algún momento llegué a plantearme recorrer toda Asia en bici.
Pero habían varios motivos para deshacerme de ella y continuar con transporte local:
- Estaba cansado, MUY cansado, y faltaban aún muchos kilómetros de montaña. La vida en bicicleta consume muchas calorías y te deja K.O.
- La comida del trekking me dejó el estómago jodido y necesitaba tiempo para recuperarme.
- Me sumergí al 100% en la cultura local por mucho tiempo, 4 semanas.
- Ya me había demostrado a mí mismo que era capaz de superar un reto así y cualquiera que me propusiera, me di cuenta de que la mayoría de nuestros miedos son irracionales.
- A veces hay que decir basta. Cuando sientes que es suficiente, es suficiente.
Vendí la bici al dueño de una estación de autobuses por algo más de la mitad de lo que me costó.
Si llevas un tiempo leyendo a Ángel, probablemente conozcas este artículo, dedicado al libro «The Dip», cuya lección más importante es saber cuándo abandonar y cuándo no.
Hoy en día con mi blog tengo un proyecto mucho más importante que encontrar un trabajo fijo o dar la vuelta al mundo en bici (ya te contaré si lo hago en un futuro).
Eso sí, la experiencia de viajar así había merecido mucho la pena.
Mi consejo:
Aprende a abandonar a menudo, valora si el proyecto que llevas a cabo merece realmente tu esfuerzo y entrega, teniendo en cuenta los beneficios de llegar al otro lado.
5+1. La vida es demasiado corta como para no salir ahí fuera y hacer algo que merezca la pena
Sé que ya has leído mucho sobre la zona de confort, pero si estás cómodamente en ella (valga la redundancia), que sepas que es la mayor enemiga de tu crecimiento como persona.
¿Quieres ser más libre y crear el estilo de vida de tus sueños?
Entonces sal de ahí cagando leches.
- Si trabajas en un sitio que no te gusta, ¿estarías ahí los próximos 20 años?
- Si tienes hábitos que no te aportan nada o te perjudican, ¿por qué no los dejas?.
- Si estás pensando hoy en hacer algo grande, ¿por qué no pasas a la acción HOY en vez de seguir esperando?
Viajar solo marcó un punto de inflexión en mi vida.
Emprender, como viajar, es toda una aventura. Pero debes dar el primer paso.
Supera la parálisis que te provoca el miedo. El mundo es de los valientes, de los que pasan a la acción a pesar de sus miedos (al fracaso, a lo desconocido, al qué dirán…)
Hay dos maneras de ver la vida: desde el victimismo o desde la responsabilidad. Donde unos ven un problema otros ven una solución, o una oportunidad.
Si eres de los que se quejan, aquí tienes algunos consejos.
No vas a aclarar tus ideas desde el sofá, si no invirtiendo en ti mismo y apostando por un proyecto en el que creas, probando con el método ensayo-error.
Y si no tienes ni idea de por dónde empezar, puedes leer también las historias de Antonio o Franck.
Para mí, la mejor inversión que puedes hacer en tu vida es viajar solo y lejos. ¿Por qué?
- Desarrollarás habilidades que tienes ahí dormidas, esperando a que las despiertes.
- Sabrás quién eres si viajas tan lejos de manera que allí tú eres el extraño.
- Conocerás a personas maravillosas y otros puntos de vista que te ayudarán a crecer personalmente.
¿No eran tan peligrosos los musulmanes conservadores según la televisión? A mí me pareció el pueblo más hospitalario de la historia.
El mundo está ahí para descubrirlo, no para que te lo cuenten.
Mi vida ha dado un giro de 180 grados en los últimos años: ahora tengo unas ganas tremendas de vivir y de comerme el mundo a bocados.
Recuperé la ilusión gracias a la experiencia de viajar en solitario y a tener un proyecto con el que me siento totalmente identificado.
Viaja tantas veces como puedas, tan lejos como puedas y el máximo tiempo que puedas. La vida no está hecha para vivirla en un solo lugar.
Déjate sorprender. Aprende. Vive.
jj dice
Edu, buen post, me hago una idea por lo que pasaste en la Bella Indonesia, mi segundo país 😀
Edu Serrano dice
Hola JJ,
Estuve en Sumatra y Bali pero pronto volveré, porque tu segundo país es maravilloso y además tiene más de 17.000 islas… No te la acabas 🙂
Eva dice
Hola Edu, tu artículo es muy interesante y me llama la atención que las enseñanzas que comentas tienen una base común: para avanzar y conseguir «beneficio» de ese avance es fundamental irse adaptando a las circunstancias, a las externas y a las internas. Hay que moverse en un sentido pero tampoco podemos ser esclavos de las decisiones que tomamos en un momento dado. La capacidad de adaptación es la clave ¿no te parece?.
Saludos.
Edu Serrano dice
Hola Eva,
En primer lugar gracias por tu valioso aporte, ¡y enhorabuena por tu proyecto!
Estoy de acuerdo con lo que comentas, la capacidad de adaptación del ser humano es extraordinaria. A mí se me parte el alma al ver personas amargadas con una vida que no han elegido y un trabajo que odian sólo porque necesitan dinero.
Aunque creo que la clave, más que nuestra capacidad de adaptación (que es inherente), es más el paso previo, es decir salir a menudo de tu zona de confort, entrar en tu zona de aprendizaje y poco a poco conocerte más a ti mismo y a tu alrededor, ¿no crees?
Un abrazo!
Pau Navarro dice
Menudo viaje Edu, está claro que ha marcado un antes y un después en tu vida.
Incluso aunque podamos hacerlo acompañados, viajar solo es una de las mejores formas de conocerse más a uno mismo y desarrollarse personalmente porque no puedes huir de tus miedos. Y si es por una zona como Sumatra como en tu caso ya ni te cuento.
¡Un abrazo y que siga tu camino!
Edu Serrano dice
Hola Pau,
Tú lo has dicho, tus miedos están ahí pero estando solo no puedes huir, lo que significa que no tienes más remedio que enfrentarte a ellos.
De hecho, creo que para todo el mundo puede ser un punto de inflexión, con el que dejar de ver sólo su ombligo y empezar a escuchar de verdad y a abrir los ojos.
Un fuerte abrazo crack!
Fani dice
Enhorabuena por tu aventura Edu. Es muy motivadora, y no por hasta dónde llegaras o no, si no por lo que viviste en el camino.
Desde luego cuando te entra ese virus del que hablas da un poco de vértigo, no lo vamos a negar, pero al final es cuestión de aceptarse a un mismo y no tener miedo a salirse un poco del camino marcado. Y ahora mismo gracias a blogs como el de Ángel, el tuyo y muchos otros es genial el poder sentirnos arropados.
A sorprenderse, aprender y vivir!
Edu Serrano dice
Hola Fani,
Me gusta mucho la idea de tu blog! En breve quiero hacer un interrail por Europa del este y nunca he encontrado info bien compilada, te contactaré cuando de el paso 😀
Gracias por tu comentario, y es cierto que entra un poco de vértigo, pero sólo hay que salir ahí fuera y ver que el mundo está lleno de viajeros y personas que luchan en primera línea contra el status quo. Me alegra que te sientas arropada.
Un fuerte abrazo y ánimo con ese proyecto que tiene muy buena pinta!
franciscoach dice
Vaya pedazo de aventura Edu. Una gozada leerla, gracias por compartir. A mi me ha recordado a la primera vez que fui a África. Es tan bonito contactar con gente que no suele interactuar con turistas.
Un abrazo mochilero
Edu Serrano dice
Hola Francisco,
Mil gracias por tus palabras. ¡Vaya aventura la tuya en África también! Es precioso interactuar con personas de aldeas y pueblos locales, hablar sin hablar 🙂 Ahí es donde se ve de qué estamos hechos. En breve nos vemos y hablamos de esa y tus demás historias, ¿eh?
Un fuerte abrazo.
Antonio G. dice
Yeah!!!
Estos son los viajes que me molan. En los que arriesgas, te equivocas pero al final aprendes tanto en tan poco tiempo que cuando vuelves ya no eres el mismo, eres mucho mejor.
Me lo he pasado bomba leyendo tus historias. Seguro que da para muchos artículos sobre desarrollo personal y viajes en tu blog, espero verlos por allí.
Me quedo con la parte del abandonar a tiempo. Esto nos pasa tanto en el viaje como en los proyectos, en lo personal con nuestras relaciones de pareja, etc. Alargamos situaciones comprometidas o poco fructíferas durante meses o incluso años por el simple hecho de que no trabajamos el desapego, no sabemos renunciar, ni decir que no. Esto es todo un arte.
Gracias por la mención a mi artículo y muy bueno el vídeo del final del crack de Alan.
Un abrazo!
Edu Serrano dice
Hola Antonio,
Bueno, quién mejor que tú y tu viaje también un poco surrealista por los Balcanes jajaj.
Pues sí, probablemente sacaré más artículos pero están ahí aún cociéndose en mi cabeza.
Las relaciones de pareja en ese aspecto son la ostia, hay personas que se pasan su vida entera con alguien que no les aporta nada y cuando se quieren dar cuenta ya es tarde y están metidos de mierda hasta el fondo.
Creo que los puntos 1 y 5 están de alguna manera relacionados ahora que lo comentas, porque hay que aprender a ser independiente deshaciéndote de aquello que no te aporte valor y sea perjudicial para ti, siendo consciente de que tu felicidad es sólo tuya. Simplemente hay que compartirla con los demás.
No hay de qué crack. Un abrazo!
Deivid dice
La verdad que me viene al pelo este post invitado de Ruta Kaizen una vez más en Viviralmaximo.
Esta mañana aún estaba recogiendo la tienda y mi compi de viaje ya lo tenía todo listo a lo que el me dijo voy tirando hacía el proximo pueblo en el Ayuntamiento para buscar Wifi. Recogí mi tienda y mi dirigí hacía el pueblo pero no lo encontré y decidí seguir con la ruta esperando encontrarnos en ella. Recibo un mensaje que se encuentra en la oficina de turismo de un pueblo 4,7km atras mío, aquí sigo esperando a ver si aparece y aprovechando para comentar este post que me viene en el momento oportuno. Estoy pasando por muchos altibajos, momentos en los que te ríes, momentos de esperar por llevar ritmos distintos, momentos de ponerme nervioso, momentos de sentido de orientación distintos, momentos de poca comida, momentos en los que te pararias o seguirias pero el otro no, sitios donde acamparias, comida que comprarias, momentos de compartir… Así que entiendo perfectamete a lo que te refieres y es que viajar con otra persona y pasar tantas horas juntos tienes que estar llegando acuerdos constantemente y amoldarse el uno al otro. A ver que me acaba deparando el viaje porque lo importante como dices es disfrutar del camino. Muy buen post.
Edu Serrano dice
Hola Deivid,
Ya ves si has leído el post en el momento oportuno macho jajajaj!
Es fundamental elegir bien la persona con la que vas a compartir vivencias como esta de viajar con tienda de campaña o incluso las relaciones de pareja o de amistad, porque si no la escoges bien y esperas demasiado luego vienen los enfados. De hecho, me atrevo a decir que a la mayoría de las relaciones les pasa eso y con el tiempo se oxidan.
En tu caso, ¿congeniáis y os amoldáis el uno al otro lo suficiente? Porque si tenéis más problemas de este tipo, lo ideal es que tomes la decisión de ir por tu cuenta, siempre y cuando tengas claro que vas mejor por libre.
¿Cuánto tiempo llevas viajando con tu compi?
Mario dice
Muchas gracias por este post, lleno de sabiduría, Edu.
Me quedo con lo siguiente:
«Desde entonces, este es mi mantra: da amor sin condiciones y recibirás amor a cambio.»
«Aprende a abandonar a menudo,»
«Además me llevé un aprendizaje muy valioso: lo más importante no es la meta, si no el camino.»
Y claro, el truco está en no solamente entender todo esto intelectualmente, sino también en incorporarlo y hacerlo. Ahí sí que está la verdadera sabiduría…
Un abrazo!
Edu Serrano dice
Hola Mario,
Me alegra mucho que te haya gustado el post y los aprendizajes que he transmitido. La verdad es que no ha sido fácil sintetizar todo lo que viví en un post, pensé en escribir un libro y todo jajaj pero quizá más adelante.
Menuda locura lo de los refugiados, ¿no? Ya te conocía de verte por aquí, pero acabo de leer tu último post y me has tocado la fibra con la historia de Sebastián, tío. Lo mejor:
«Lo que tu ves como algo muy simple para otra persona puede tener grandes efectos».
¿Sigues por Salzburgo? Estoy pensando en ir para allí a principios de enero 🙂
Mario dice
Sí, la verdad que lo de los refugiados es una historia verlo en vivo y en directo. Un tema complejo.
Pues ya he dejado Salzburgo, pero si vas para allá me puedes escribir y te paso el contacto de gente muy maja y acogedora 😉
Un abrazo!
Edu Serrano dice
Debe ser difícil para ambas partes, para los que llegan y para los que los reciben.
Genial Mario, gracias por tu generosidad. Salzburgo es una ciudad que llevo tiempo queriendo visitar pero todavía no tuve la oportunidad. Te contactaré cuando vaya 🙂
Un fuerte abrazo!
Carlos M. dice
Hola Edu!
Yo también soy un enamorado de la bicicleta. En bicicleta avanzas a una velocidad que te permite asimilar el entorno por el que te desplazas. El viaje en si mismo, como acto de desplazamiento de un lugar a otro adquiere mucho más volumen que cuando los desplazamientos son motorizados, por lo tanto el tiempo que estás literalmente «en movimiento» es también mayor. Además la energía que liberas al moverte en bici tiene un efecto descongestionador de los pensamientos difícil de explicar si no se ha experimentado nunca.
Solo una duda me ha quedado, ¿volviste a saber de Markus? ¿lo habían visto los aldeanos con los que te encontraste?
un abrazo crak!
Edu Serrano dice
Hola Carlos,
¡Me encanta que un enamorado de la bicicleta se pase por aquí! 😀
Si te digo la verdad, no descarto en un futuro hacer una ruta más larga porque, aunque es duro mental y físicamente, las vivencias son muy enriquecedoras y te dan una satisfacción inmensa. Tú tienes muchísima experiencia y lo has explicado increíblemente bien.
Markus tomó una ruta algo distinta pero algunos aldeanos sí lo habían visto. Actualmente me llevo bien con él, si en el fondo es un trozo de pan lo que es bastante ‘alemán’, si sabes lo que quiero decir con eso jajaj.
Felicidades por ese pedazo de proyecto 😉 No conozco nada igual y creo que es fundamental para los cicloturistas/cicloviajeros. Sé que me será muy útil así que acabo de suscribirme!
Por cierto, vives en una ciudad preciosa. ¿Hace mucho frío ya por allí? Quiero volver allí en breve, quizá pillo un vuelo pronto (la bici no creo jajaj), de hecho otoño debe ser espectacular.
¿Ha llegado ya Pablo a Bélgica? Cuéntame vuestros planes viajeros 🙂
Carmen Azahara dice
Me ha encantado leer la historia de Edu, como todas las que aparecen en este blog, aunque me gustaría también que fueran apareciendo más colaboraciones de mujeres. Un saludo y muchas gracias por compartir tu experiencia.
Edu Serrano dice
Hola Carmen,
¡Mil gracias por tus palabras! Con respecto al tema de las colaboraciones de mujeres, Ángel, a ver si tomamos nota jajaj). ¿Te interesa algún tema en particular Carmen?
Me gusta tu enfoque sobre la Naturaleza y las aves, su estudio y conservación. De hecho, me encantó «no hay mejor símbolo de la libertad que las aves». ¡Totalmente cierto! 🙂
Edú Calambur dice
Hola Edu y Angel:
Me gusto mucho el post. Me hizo recordar mi primer viaje en solitario, que lo hice en Cusco, Perú.
Creo que la aventura de viajar solo es una metafora de la vida tambien. Experimentas diversos momentos en la ruta. A veces te entusiasmas; otras te cansas; en algunas te aburres o eres inmensamente feliz. Igual, creo que al final se llega a la conclusion de que nunca fue en vano, de que algo cambiamos en ese viaje, de que, como dices aquí, el mundo todavía es un gran y encantador desconocido que nos impulsa a descubrirlo.
Edu Serrano dice
Hola Edú,
¡Menudo primer viaje en solitario, tío! Jajajaj. Una pasada, ¿no? Mi próximo viaje largo quizá es en Suramérica y esa obviamente es parada obligatoria.
Muchas gracias por aportar valor con tu comentario. Estoy de acuerdo con lo que dices, aunque noto cierto derrotismo en tus palabras (quizá es una sensación mía). ¿Has tenido alguna mala experiencia?
En mi caso tuve varias pero agradezco mucho haberlas vivido porque me ayudaron a crecer como persona, cosa que si me hubiera quedado en casa no habría ocurrido.
En cualquier caso estoy 100% de acuerdo en que viajar solo es una metáfora de la vida 🙂
Edú Calambur dice
Jeje. Hola de nuevo.
Me faltó aclararte algo, Edu. Ese primer viaje en solitario lo realice dentro de mi país. Yo soy de Perú y vivo en Lima, la capital. En ese tiempo, era más joven y creo que estaba en un momento interior muy sensible, de muchas dudas y desconcierto. Y no me pasaron situaciones desagradables, pero sí tuve instantes de preguntarme qué hacía allí, por qué estaba solo, qué es lo que realmente quería. Y me sirvió mucho. De hecho, mirando atrás, ese viaje fue el verdadero punto de partida para definir con seguridad lo que quiero ahora. Y ya creo que lo tengo. Je. Fue una gran experiencia, esa de viajar solo, y que ahora repetiré a fin de año con otro viaje solitario dentro de mi país, pero con mayores seguridades.
Ojalá todo lo que planeo me resulte y el próximo año pueda viajar a otros países o hasta otro continente.
Un gran abrazo.
Edú Calambur dice
Y cuando vengas a Perú, si en ese momento estoy aquí, ojalá pueda ayudarte con información o con cualquier otra cosa que necesites. Suerte.
Edu Serrano dice
Sin duda, no tardaré mucho en ir a Suramérica así que te contactaré! 🙂
Edu Serrano dice
Hola nuevamente tocayo!
Sinceramente, creo que esa experiencia de viaje solo que hiciste fue lo mejor que te pudo pasar, porque te obligó a preguntarte a ti mismo qué hacías allí, por qué estabas sólo y qué es lo que realmente querías.
A eso me refiero con los aprendizajes de viajar solo 😀 Hay personas que ni siquiera se hacen esas preguntas y van como pollos sin cabeza por la vida.
Dicho esto, ¿qué es lo que tienes planeado para poder viajar a otros países? Si lo compartes, quizá no yo, pero seguro que habrá alguien que te pueda ayudar 🙂
Edú Calambur dice
Hola otra vez, Edú:
Pues no es que tenga un plan organizado ya. Por lo pronto, este año que termina me propuse ordenarme económicamente y ahorrar todo lo que podía, siempre pensando en luego utilizar el dinero en viajes.
Por otro lado, también tengo un proyecto de blog que me falta definirlo. Quiero descubrir, primero en los viajes por mi país o mi continente, para quién voy a ofrecer mi blog y qué realmente quiero aportar. Estoy en esas: en descubrir el sentido de mi proyecto. Y no me apuro, aunque ya tengo ganas de dar el primer paso. Igual, haré un viaje solo a fines de diciembre por algunas ciudades de mi país (Perú) que aún no conozco y quizá cruce las fronteras.
Irene dice
Hola Edu!
Qué bien leerte en VAM! Me ha encantado el relato de tu viaje y me has puesto los dientes largos… ¡QUIERO CONOCER INDONESIA YA!
Me quedo con lo que es de mi terreno, claro… el lenguaje no verbal! Me ha encantado que lo mencionaras,y creo que tienes toda la razón cuando dices que es súper importante potenciarlo para comunicarnos más eficazmente con los demás. Una sonrisa, una mirada, un abrazo… dicen mucho más que las palabras.
Curiosamente, yo siempre he sido más de palabras, pero hace unos años, cuando empecé a estudiar arte dramático, descubrí todo el potencial que encierra el cuerpo como herramienta comunicativa. Tenemos un instrumento súper poderoso que tendemos a olvidar y con el que podemos transmitir absolutamente cualquier información que queramos. Pero parece que pasamos totalmente del cuerpo y desatendemos las señales que nos envía y que nosotros enviamos a través de él, y luego nos sorprendemos cuando nos vemos grabados porque no tenemos ni idea de cómo actuamos!
Desde aquí hago un llamamiento: si no estás haciendo teatro, danza o cualquier otra disciplina artística que te conecte con tu cuerpo, ¡ya estás tardando! Para mí hubo un antes y un después.
Un abrazo, Edu, y muchas gracias por tu relato y por las fotos =)
Muaks!
Irene
Edu Serrano dice
Hola Irene,
Ya estás tardando en ir para allí, es un país megadiverso y fascinante. 🙂
Gracias a ti por aportar tanto valor con tu comentario y sobretodo por ese pedazo de proyecto que tienes entre manos. No sé si te lo he dicho ya pero… ¡eres muy necesaria!
El tema de la comunicación no verbal es apasionante, de hecho empezó a interesarme mucho probablemente con esa experiencia y desde entonces no he dejado de leer. Como digo en el post, es increíble el poder de la sonrisa. Aún y así me queda mucho que descubrir y mejorar.
Joder, pues me parece super interesante lo que comentas del arte dramático, de hecho nunca lo había pensado pero ahora que pienso, Pau comentó en la videoentrevista que le hice que un método para vencer la timidez y los miedos irracionales es hacer el «impostor», de modo que te ves a ti mismo en perspectiva, desde fuera. ¿Está relacionado con esto verdad?
La de cosas que se aprenden… ¿Podrías comentar alguna disciplina que se te ocurra más que conecte con tu cuerpo para mejorar la comunicación no verbal? Estaría muy guay como aporte para la gente 😀
Miriam dice
Me he quedado sin palabras. Normalmente tus artículos son muy buenos pero este es excepcional.
Estas haciendo una labor increíble para ayudar a la gente a lograr sus sueños y salirse del camino que tratan de marcarnos prácticamente a la fuerza desde que nacemos.
A mi personalmente leerte me motiva un montón 😉
Un abrazo!
Edu Serrano dice
Hola Miriam,
Que sepas que tu comentario me ha sacado una sonrisa de oreja a oreja y me ha puesto a mil jajajaj 😀
Mil gracias por tus palabras, sobretodo viniendo de una psicóloga inconformista. Es cierto que lo normal es dejarse llevar por la sociedad, pero parece que poco a poco vamos empezando a cobrar conciencia de la importancia de tomar decisiones.
Y tú, ¿te animas a hacer un viajecito sola o esperas a que el miedo desaparezca? 🙂
Bea Millennial dice
Chapó por Edu!
Me ha encantado 🙂
Edu Serrano dice
Hola Bea,
Gracias por tus palabras! 😀
Roberto de Necesario y Genial dice
Edu Genial post de vivencias que jamás podrás olvidar, te marcan y dejan miles de anécdotas, yo tuve la mía a los 16 años( a pasado el tiempo) con mi mochila y un primo que estaba mas loco que yo, pensamos que duraría 15 días y se extendió por 45, creo y estoy convencido que la mayoría tendría que realizar una de estas aventuras, te abre la cabeza y nunca sos el mismo que antes.
Necesario y genial
Edu Serrano dice
Hola Roberto,
¡Alucinante! Eres la persona más joven que conozco que se inició en el movimiento mochilero, conocí 2 ó 3 personas viajando con 17-18 años, pero tú lo hiciste con 16 y encima 45 días!
Aunque lo hicieras acompañado, puedes ser una inspiración para las personas que te lean, sin duda es toda una experiencia.
¿Podrías contarnos de qué forma te marcó y qué te aportó viajar tan joven y tanto tiempo?
Roberto de Necesario y Genial dice
Edu gracias por tu mención, escribí un post con distintas enseñanzas que me dejo esta experiencia y te juro que tendría que realizar la parte dos y dedicarla a la gente que se cruzo por mi vida y me demostró que existía otra vida, lejos de la comodidad de Mami y Papi, para mi corta edad y la de mi primo nos marco y cambiamos la forma de ver el mundo en esa hermosa etapa , recordar también que fue en una época muy jodida del país aun tiene mas sentido, me encanta cuando la gente cuenta sus experiencias, la tuya Genial.
Edu Serrano dice
Hola Roberto,
Me tocaste el alma con ese post, de verdad.
Por un lado me hiciste pensar que ojalá hubiera tenido la suerte de empezar a viajar de mochilero mucho antes, pero por el otro creo que no era mi momento. A ti te llegó con 16 años, a mí con 24, y he conocido personas que lo hicieron más allá de los 40, incluso de los 50. Desde entonces tengo claro que la edad no es una excusa válida.
Por favor escribe esa 2ª parte y en cuanto la publiques me lo dices, ¿eh? Me encantó leer la primera 🙂
Un fuerte abrazo Roberto!
Gerard dice
Hola Edu!
No sabes la ilusión que me entra al leer tu historia! Ahora tú me pareces ese extraterreste superman jajaj, pero te prometo que pronto haré algún viaje grande 🙂
Mucha suerte!
Edu Serrano dice
Hola Gerard,
Jajajajaj gracias hombre, pero de todas formas para mí también eran extraterrestres los que menciono en el post. Aunque no lo son, sí que me parecen todo un ejemplo a seguir en cuanto a estilo de vida, algo que no descarto probar un tiempo en el futuro.
¡Cuéntame qué tienes planeado! Espero que sea uno largo 🙂
Un fuerte abrazo!
Santi dice
Hola Edu!
Primero de todo, felicitarte por el pedazo de post que te has currado.
Estuve este año en Bali (Indonesia) pero no llegué a visitar la isla de Sumatra. Después de leerte ya puedo decir que tengo otra excusa para volver a este país tan estimulante.
Gracias a vivencias que suelo leer de nuestro amigo Angel y como no, esta tuya que me ha encantando, me habéis dado el empujoncito que me hacía falta para irme directamente al buscador y comprar el billete que tanto tiempo lleva esperando.
Mil gracias por compartir tus vivencias de una forma tan cercana y motivadora!
Edu Serrano dice
Hola Santi,
¡Qué me estás diciendo! Así se toman estas decisiones, me alegra que la hayas tomado después de leerme jajaj 😀
Muchísimas gracias por tus palabras, la verdad es que me encantó leer tu comentario. ¿Puedes decirnos cuál es el destino? ¿Vuelves a Asia?
Estuve un mes en Bali pero solo practicando un poco de surf y currando, la verdad es que la isla es bastante turística aunque tiene su encanto culturalmente sobretodo porque son hinduistas. Dicho esto, las playas de Sumatra y las islas que hay en la zona del oeste son escandalosamente bonitas y vírgenes. Si vas para allí y quieres ver orangutanes, Ketambe es más auténtico que Bukit Lawang, y si haces surf te recomiendo las islas Mentawai.
Cualquier cosa pregúntame, yo encantado de ayudarte 🙂 Un abrazo!
Andrés dice
Vaya artículo Edu!
Yo que estaba intentando centrarme en el negocio que estoy iniciando y tras leer este post me ha vuelto a picar el «gusanito de los viajes». 🙂
Tendré que empezar a viajar más seguido, por ahora dentro de mi propio país, luego a conocer otros lugares del mundo.
Hay frases que luego de leerlas se te quedan grabadas, y en este artículo escribiste una:
«El mundo está ahí para descubrirlo, no para que te lo cuenten».
Creo que empezará a formar parte de mi forma de mi filosofía de vida.
PD. Por lo que leí en uno de los comentarios anteriores, tu próximo destino podría ser América Latina, si llegas a pasarte por Ecuador cuenta con unas cervezas y la ayuda que necesites de mi parte.
Un abrazo!
Edu Serrano dice
¡Hola Andrés! 🙂
Empieza con el networking cuanto antes, tu blog tiene varios buenos posts pero deberías colaborar con los que estén más o menos como tú a través de la curación de contenidos y de blogs, posts colaborativos, entrevistas, etc. Te hará mucho más visible.
Muchas gracias por tus palabras 🙂 ¿Qué te impide viajar más? Como decía una frase que no recuerdo donde leí: «Si algo bueno te pasa, viaja para celebrar. Si algo malo te pasa, viaja para olvidar. Si nada te pasa, viaja para que algo pase.» 😀
En principio en 2016 iré seguro a Suramérica y hay un 99% de probabilidades de que pase por Ecuador, todo el mundo que conozco que lo ha visitado está encantado al volver, así que no puedo perdérmelo por nada. ¡Ten por seguro que nos tomaremos esas buenas cervezas!
Un fuerte abrazo Andrés y cualquier cosa ya sabes donde encontrarme.
Leonardo Cervantes dice
Gracias por compartir tu experiencia, entre tantas cosas me quedó con dos que leí y me gustaron bastante: la primera con la que coincido totalmente es la de vivir desde la responsabilidad y la segunda es la grandeza del mundo y lo poco que lo recorremos.
Acabo de estar una semana en Perú y te lo recomiendo si o si, un gran país, gente hospitalaria, mucho que hacer, que conocer y que descubrir. Me hubiera gustado pasar más tiempo allá y hacerlo solo.
Apenas empiezo a conocer personas como tú, y al regresar de este viaje lo único que puedo pensar es que los que estamos «mal» somos los que tomamos la decisión fácil y cómoda de convertirnos en sedentarios, con todo lo que hay que descubrir que hacer y con las formas tan diversas de viajar ahora, no veo el porque no convertirnos en un sociedad más nómada. Al menos yo le veo solo beneficios.
Post como el tuyo realmente me animan a pensar distinto y a planear actuar distinto.
Cuando estés por México cuenta conmigo.
Edu Serrano dice
Hola Leonardo,
Mil gracias por tu comentario, ya ves que somos cada vez más los que estamos subiéndonos al carro de la era de la responsabilidad. Si te interesa el tema, puedes ver una magnífica ponencia del gran Borja Vilaseca aquí.
Mientras hay personas que viven acostumbradas a ver desde la pantalla de su TV el mundo (respetable), otras salen a verlo con sus ojos, y me alegra ver que poco a poco el movimiento viajero se va democratizando y haciendo cada vez más popular 😀
¡Me gusta mucho la filosofía de tu blog! Yo le añadiría página de contacto y otra «Acerca de» (muy importante) para que las personas vean que detrás hay una persona y una historia. Si tienes cualquier duda sobre esto o sobre viajes puedes preguntarme.
Gracias por tu generosidad, iré a México en 2016 🙂
Un fuerte abrazo!
Yomero dice
Que no se le ocurra viajar por el estado de Guerrero en México porque no la cuenta… Recuerden al ciclista gringo…
Edu Serrano dice
Hola Yomero,
No estuve nunca por allí ni conozco ese caso, quizá puedas pasarme un enlace sobre la noticia porque no encuentro nada, (aunque sí he leído que hay mucha inseguridad en según qué zonas). En cualquier caso espero que con el tiempo vaya mejorando la situación!
Un abrazo.
Gustavo dice
Wow! Solo puedo decir una cosa: Inspirador.
Edu Serrano dice
Gracias Gustavo, me alegra que te haya inspirado! 😀
Miguel s. dice
Excelente artículo, me encanto la idea de dejar una nota de agradecimiento. En adelante lo haré con cada una de las personas que me hospeden. Abrazo y buenas rutas!!
Edu Serrano dice
Hola Miguel,
Fue la primera vez que dejé una nota por la tremenda generosidad de esa familia al hospedarme en su casa y darme de comer sin pedirlo 4 días. Es lo mínimo que podía hacer 🙂
Acabo de echar un vistazo a tu blog y wow, ¡tenemos historias parecidas! Lo que para mí fue mi año de intercambio de estudios, para ti fue el viaje a Montañita (muero de ganas de ir, me hablaron muy bien), ¿es tan hippie como comentan?
Tienes un montón de historias alucinantes. Lo que me fascina es que ahora estás en Uganda y parece que no dejarás de moverte jajaj me encanta tu filosofía.
Por muchos viajes así, un fuerte abrazo!!
Miguel Santamaria dice
Pues te digo que Montañita es como me imagino el sudeste asiático, muy fiestero y repleto de mochileros. Son apenas unas calles llenas de muy buen ambiente y centenares de viajeros con ganas de desordenarse.
Vale la pena tener en cuenta que es casi que solo un destino de fiesta (contrario al sudeste asiático), al ser un pueblo pequeñísimo no hay mas para hacer, aparte del surf y caminar por sus alrededores. Pero si buscas un buen ambiente vale la pena ir (ya fui dos veces por mas de 10 días cada vez!!).
Muchas gracias por tu comentario, nada mejor que un mensaje de un blogger experimentado para mantener el espíritu!.
Por un futuro lleno de viajes!
Edu Serrano dice
Hola Miguel,
Por como lo describes me recuerda mucho a Vang Vieng, Laos (aunque hay bastante turismo cultural también), y quizá otras ciudades del estilo que comentas. De vez en cuando está bien quedarse unos días en lugares así para intercambiar historias con otros viajeros y desmadrarse un poco.
Yo pasé este pasado fin de año en Vang Vieng y fue una fiesta tremenda 😀
No hay de qué, se ve que tienes muchísimo que contar y aportar. Quizá puedes darle un toque más visual a la caja donde pides que ayuden, añadiendo por ejemplo una foto de la comunidad o lo que quieras transmitir, además de ser más específico. Creo que de esa manera la gente ayudaría más 🙂 Si tienes cualquier duda al respecto no dudes en preguntarme.
Un fuerte abrazo Miguel y espero que la experiencia en Uganda sea enriquecedora!
Anina Anyway dice
¡Hola, Edu!
Mierda… No sé por dónde empezar… 🙂
Leer tu relato ha sido también un viaje en el que, a la vez que me sumergías en todo lo que pasaste y lo que pasó por ti durante aquellos días, iba pensando en mi propio viaje, reflexionando sobre los principios que extrajiste y conectando todo ello con el hecho de que, de alguna forma, yo estuviese de alguna forma presente en el inicio de todo ese proceso. Aunque fuese de una forma muy leve, muy lejana, como otra ficha indistinguible pero esencial en el efecto dominó… Y esa sensación ha sido maravillosa.
Así que… Buf… ¡Gracias! Me ha parecido que ambos tenemos en común el rasgo de ser dos incosncientes muy consecuentes 🙂
Me ha emocionado tu viaje multidimensional y comparto las ideas que te dejó como recompensa por atreverte. Por otra parte, creo que nos llevaríamos muy bien como compañeros de viaje y seguro que si hubieras compatido parte del nuestro, no tendría que haber mandado a casa de vuelta el ukelele que me llevé con la intención de aprender a tocarlo antes de llegar a Cabo Norte. Tuve que conformarme con la armónica y las canciones a pelo ^^
Nosotros ya maquinamos el próximo destino, ¿qué tienes tú en mente? 🙂
Edu Serrano dice
Hola Anina,
¡Menudo subidón me ha dado leer tu comentario! Me has dibujado una sonrisa de oreja a oreja para el resto del día, que lo sepas 😀
Aunque no suelo comentar en muchos blogs, soy uno de los que te siguen desde hace tiempo en la sombra. Eres una persona con una filosofía y estilo de vida admirables. Amo leer tus reflexiones y verte cantar en tus vídeos, tienes un espíritu libre con unas ganas de vivir al máximo tremendas. Y sí, por supuesto estuviste ‘viajando conmigo’ al principio del proceso que viví al tomar la decisión, te agradezco muchísimo la inspiración! 🙂
Por cierto, vaya aventura la que has vivido con Pablo hasta Cabo Norte, me parece un reto fascinante y por suerte os teníais el uno al otro. Estando solo es algo diferente, requiere una voluntad inquebrantable y escucharte de verdad a ti mismo, pero la recompensa es incalculable al compartir tanto con personas que no conoces, la experiencia en Sumatra (y otras) me hace recuperar la fe en la humanidad.
Además de tener en común que somos dos inconscientes muy consecuentes, no sé si te acompaña María siempre, pero la Forclaz de 40L del Decathlon es la ostia, ¿eh? Yo también tengo la mejor mochila de la historia, pero todavía no le he puesto nombre, ¡quizá debería! 😀
¡Me encantaría compartir ruta con vosotros! Podríamos componer canciones con uke y harmónica, nos lo pasaríamos pipa jajaj 🙂 Lo malo es que me dejaríais atrás, primero debo ponerme un poco en forma y más adelante, ¿por qué no? De hecho estoy planteándome hacer el camino de Santiago en bicicleta ahora desde Pamplona o más adelante por la costa (lo malo es la lluvia). Eso sí, no tengo ni idea de itinerarios ni nada, ¿alguna sugerencia? ¿Qué tenéis pensado vosotros?
¡Sigue así de libre e inspiradora!
Anina Anyway dice
Jajajajaja, ¡qué majo! María no es la mochila, son las patitas que la llevan, jajajaja. Ha sido mi compañera de viaje en muchos caminos, también compañera de piso, de carrera, de ideas, de vida en general. La mochila es suya y está feliz con ella. La trae desde el centro de Francia y llegará con ella dentro de poco a Fisterra después de casi tres meses caminando 🙂
Agradezco muchísimo que me valores de esa forma tan positiva y me flipa eso de no saber nunca a dónde llegas, cómo o a quién y de pronto, un día encontrarte con una mención en un post como este.
Mi experiencia viajando sola es mucho más escasa. Viajar acompañada a veces es tan fácil y a veces tan complicado… Tú mismo lo recoges perfectamente: adaptarte, ceder, llegar a acuerdos, la sutil diferencia entre apoyarse en el otro o cargarse sobre él. Creo que durante estos 5 meses que pasamos juntos las 24 horas del día, superamos una prueba casi más complicada que la de pedalear durante nosecuántosmil kilómetros hasta Cabo Norte 🙂
Por la forma no te preocupes, nosotros empezamos el viaje flojísimos, jajaja. Y si no nos hubiese perseguido un invierno polar habríamos ido más despacio, disfrutando más el camino. Pablo es el de los retos, yo la que se para todo el rato a mirar las mariposillas… xDDD
Respecto a tu viaje, los itinerarios no serán problema; siendo el Camino de Santiago todo está bien marcado y delimitado, aunque sí que tendrás que prepararte para la lluvia. Nada comparado con lo que ya has hecho xD Eso sí, consulta la disponibilidad de albergues si piensas apoyarte en ellos porque por estas fechas muchos cierran, más en el norte que está menos transitado.
Nosotros, planes tenemos muchos pero cambian a una velocidad que no sé si merece la pena ni comentarlos, jajaja, aunque hasta el año que viene queremos trabajar duro y sacar un par de libros, dejar algunas semillitas detrás cuando crucemos el charco (¡eso es una pista!). Pero sin bicis esta vez…
Yo, de momento, te sigo la pista 🙂 ¡Un abrazote!
Edu Serrano dice
Anda, y yo por la foto pensé que María era tu mochila jajajajajaj 😀 Qué guay tener una persona con la que conectes de esa forma desde hace tanto tiempo. Madre mía 3 meses caminando, dile a tu amiga de mi parte que es una crack!!!
Exacto, viajar acompañado es maravilloso si sabes escoger, y es muy difícil. Pero en eso consiste la vida, en conocerte a ti mismo y saber qué clase de persona quieres tener a tu lado para compartir un rato agradable, un viaje, o una vida 🙂 Hay que aprender a dejar ir a las personas que nos perjudican. Estoy seguro de que esa prueba viaje os ha fortalecido, ante todo como seres humanos.
Jajajaj el frío os obligó a poner el turbo, ¿eh? Para entrar en calor es normal. Yo todo lo contrario, moría de calor constantemente y nunca sudé tanto en mi vida como durante aquel mes, de hecho perdí 5 kg. Hidratarse, alimentarse y descansar bien es la clave.
Pues gracias por la info sobre el Camino, antes de que acabe el año quiero hacer un tramo aunque todavía no sé cuál, me informaré bien y consultaré albergues.
Espero que esos libros y proyectos en forma de semillitas cojan forma en breve y florezcan pronto, ¿quizá con la llegada de la primavera? 🙂 Paso a paso. Yo también cruzaré el charco fijo en 2016 jajaj.
¡Un fuerte abrazo Anina!
Álvaro dice
Muy inspirador este post. La verdad es que Indonesia es un país que me atrae muchísimo por su diversidad cultural y lingüstica, tengo entendido que es junto a Papua Nueva Guinea uno de los países donde se hablan más lenguas del Mundo. Por otro lado también me llama la atención su cultura islámica, un islam vivido de forma distinta, más espiritual digamos que rompe con los esquemos que se tiene del Islam en el Mundo Occidental. Yo por mi parte me voy a vivir a Casablanca, Marruecos a partir de Enero, buscaba una experiencia distinta que me permitiese salir de Europa con especial interés en África. Espero disfrutar mucha la experiencia, viajar mucho y al mismo tiempo conocer una cultura tan cercana pero tan distinta a la nuestra. Por otro lado estoy buscando nuevas formulas para dar a conocer mi blog y me parece que las colaboraciones con gente afín es una de las mejores 😉 Enhorabuena a Angel y seguiré tu blog Edu a partir de hora. ¡¡1 abrazo!!
Edu Serrano dice
Hola Álvaro,
Gracias por tus palabras 🙂 Estuve mirando de ir a Papúa Nueva Guinea pero era una aventura muy bestia (aunque es posible). Ese país tiene más de 1000 grupos étnicos y 800 lenguas distintas, que se dice pronto. En cuanto a Indonesia también hay mucha diversidad por sus más de 17.000 islas pero no sé hasta qué punto. Eso sí, sólo en Sumatra hay 40-50 idiomas.
El tema del Islam la verdad no puedo decirte si es más espiritual o no que en occidente, pero en esa región, Aceh, es una vertiente muy conservadora y por eso querían separarse del resto de Indonesia (a pesar de que ya no hay terrorismo siguen sintiéndose distintos). También te digo que su hospitalidad me conmovió y estoy seguro de que volveré.
¡Suena bien eso de Marruecos! Espero que tengas una magnífica experiencia. Por otro lado, por seguridad y para darle un enfoque más pro a tu blog te recomendaría migrar de Blogger a WordPress.org. Blogger pertenece a Google, que en cualquier momento puede decidir cerrar ese servicio sin avisar y te quedarías sin blog. Para dar a conocer tu blog hay varias formas como ésta, escribir posts colaborativos, entrevistas a expertos, curación de contenidos… Todas son válidas 🙂 Cualquier duda puedes preguntar.
¡Un fuerte abrazo Álvaro y gracias por seguirme!
Miguel angel dice
Gran post,gracias a este post te das cuenta que la vida es como el viaje que hizo edu,lo que pasa es que muchos quisieramos enfrentarnos a lo que nos de la vida pero no es posible,de todas maneras este post ayuda a motivarte y a ver las cosas diferentes,gracias
Edu Serrano dice
Hola Miguel Ángel,
Muchas gracias por tus palabras 🙂 Esa metáfora me encanta, de hecho la utilizo a menudo. Para mí la vida es un viaje apasionante lleno de obstáculos que nosotros decidimos convertirlos en problemas o aprendizajes. Espero que tengas el valor de enfrentarte a tus miedos, tomes las riendas de tu vida y la dirijas hacia donde realmente quieres.
Cualquier cosa ya sabes dónde encontrarme. Un fuerte abrazo.
silvia dice
¡Gran articulo Edu!
Te has metido una buena currada pero desde luego la experiencia narrada bien lo merecía 🙂
Me encanta leer este tipo de experiencias en los viajes, donde al final nada sale como tiene que salir porque desde el principio tampoco hay un plan marcado y sobre todo, que al final de todo lo vivido te llevas un gran aprendizaje que te hace crecer como persona y como viajero.
Desde luego creo que fue una suerte que no pudieses seguir el ritmo de tu compañero y separarte de él porque creo que la mitad de lo vivido no hubiese sido igual si eso no hubiese pasado 😉
Como dice Antonio por ahí arriba al final el mayor aprendizaje muy útil para la vida también es la de abandonar a tiempo y no seguir el plan que tenias desde el principio aunque vieses que no era viable, porque en la vida muchas veces nos aferramos a la primera decisión como si no hubiese mas allá y una retirada a tiempo es una gran victoria y este es un gran ejemplo de ello.
Pero sobre todo después de leerte y si ya tenia ganas de haber un viaje así, ¡¡me han entrado muchas más!! ojala no tardando pueda vivir una experiencia aunque sea la mitad de intensa e interesante que la tuya.
Un abrazo y a por muchas aventuras más llenas de conocimiento y crecimiento personal.
Edu Serrano dice
Hola Silvia,
¡Mil gracias por tus palabras! Si te digo la verdad, estuve pensando en escribir un libro acerca de la experiencia, el impacto que me causó y/o la verdadera naturaleza del ser humano. Aquí he sintetizado lo que aprendí y lo del libro ya veré en el futuro, ¿por qué no? 😀
Nada salió como tenía previsto porque de hecho fue un reto que estaba muy fuera de mi alcance (aunque no tenía ni idea antes de empezar). El cuento de la lechera con los kilómetros no me sirvió jajaj pero uno aprende equivocándose, no hay más.
Sí, menos mal que Markus y yo nos separamos porque de esta manera, aún con el riesgo que suponía, pude disfrutar a mi ritmo de la experiencia. Y tú lo has dicho, una retirada a tiempo es una gran victoria 🙂
Chica, ¿a qué esperas/esperáis? Adelante que la vida son dos días y uno ya pasó (estoy empezando a entender esta frase). Por otro lado veo que estáis a tope con ese pedazo de blog (tengo mucho que aprender de fotografía). Espero que pronto estéis con la mochila a la espalda viviendo nuevas experiencias 🙂
Un fuerte abrazo!!
Diego dice
hola edu, saludos desde mexico!
buen post, no se si fue coincidencia; estoy suscrito al blog de angel y tambien al de alan (el video al final de tu post) cabe mencionar que conozco a alan, somos del mismo pueblo, y uno me llevo a otro y coincidi en el tuyo, curioso no?.
Me gusta leer este tipo de blogs de viajeros. me encanta viajar, tengo una mente viajera pero una conciencia estancada; tal vez por miedo, sobre todo al futuro, al miedo de no hacer algo en este momento y quedarme sin una «estabilidad» y al mismo tiempo pienso en lo que estoy perdiendo por no moverme de donde estoy y seguir mis sueños y lo que quiero y me apasiona.
Espero poder quitarme el miedo y poder hacer un viaje pronto, ojala no sea muy tarde jeje
saludos, buena vibra hermano!!
Edu Serrano dice
Hola Diego,
Para mí las casualidades no existen. Alan y Ángel son dos personas a las que admiro profundamente y es un honor que podamos estar hablando ahora tú y yo a través de estos comentarios.
De alguna manera estábamos conectados. En lo que sí creo es en las causalidades, ¿y tú? 🙂
Entiendo ese miedo al futuro del que hablas, pero me gustaría que leyeras este artículo y te imaginaras a ti mismo de mayor: ¿te arrepentirás más de haber hecho lo que la sociedad esperaba de ti o de no haber tenido el coraje de hacer lo que realmente querías? Esta pregunta me hizo reflexionar mucho. Espero que des el paso pronto, cualquier cosa ya sabes donde encontrarme.
¡Un fuerte abrazo Diego! 🙂
Ángel Gabriel. dice
Al inicio de este post tan interesantísimo, dices que estabas trabajando, y que renunciaste para ir de viaje, yo Tengo varias preguntas. Entiendo que tomaste un vuelo desde donde te encontrabas en Europa, para ir a ese país o a ese recorrido de países que hiciste, la primera pregunta es: 1.-¿Te autofinanciaste todo el viaje, o tuviste algunos otros medios de financiamiento?
2.-¿Cuánto te costó el boleto de avión para ir de Europa hacia las islas?
3.-Si tu viaje duró un año. ¿Cuanto gastaste en todo el viaje?
4.-¿Tuviste algún régimen de austeridad o no?
5.-¿Cuánto te costó la bicicleta, dónde la compraste?
6.-¿Cuánto te costó la casa de campaña, dónde la compraste?
7.-¿Conociste a alguna mujer interesante?
8.-¿Tuviste algún romance?
9.-¿A dónde regresaste?
10.-¿Qué estás haciendo actualmente?
11.-¿Planeas otro viaje?
Perdona que pregunte tanto, pero siempre he soñado en viajar y no me he atrevido, por eso quiero saber más.
Edu Serrano dice
Hola Ángel Gabriel,
¡Menudas preguntas! 😀 Te cuento:
Viajé con ahorros, en el sureste asiático se puede vivir con menos de 20$ al día, y menos de 10$. De media gasté unos 500-600$ al mes viajando, pero repito se puede vivir con menos. El billete Barcelona-Bangkok me costó unos 400$, pero la vuelta Kuala Lumpur-Paris 280$, hay muchas ofertas en buscadores como Skyscanner. También puedes viajar gratis.
Compré la bicicleta y la tienda de campaña en tiendas deportivas y outdoor. Romances en los viajes largos siempre los hay (hay tiempo para todo). Ahora mismo estoy en Barcelona y tengo mi blog en el que puedes encontrar mucha más información sobre estas y más cosas. Planeo un viaje largo a Suramérica para 2016 🙂
¿Alguna duda más? Jajajaj espero que te haya resultado útil. Un abrazo!
jorge dice
hombre magnifica experiencia la que llevas contigo. estoy de acuerdo con todos los puntos que planteas, de verdad que es necesario enfrentarse a los miedos y a los desafios con valor y decision firme de aprender algo en intento.
sigue adelante y mucho animo en tus proyectos.
Edu Serrano dice
Hola Jorge,
Me alegra que estés de acuerdo con las lecciones que expongo en el artículo, ya las tengo para toda la vida. Y sí, el miedo hay que vencerlo actuando, no esperando a que desaparezca.
Un abrazo y gracias por tu comentario 🙂
Santi dice
Hola de nuevo Edu!
Perdona la tardanza en contestar pero mensajes atrás te comenté que al leer este post me fui súper motivado al buscador a comprar el billete de mi próxima aventura.
Que sepas que gracias a ti y a tu post me marcho para México lindo en Enero! Mi idea es bajar por Centroamérica y acabar el viaje en Colombia!
Va a ser mi primer viaje sin fecha de vuelta,algo que llevaba planeando hace tiempo. Solo de pensar que no hay ningún billete de vuelta a meses vista siento que no voy a estar condicionado a nada y que voy a vivir mucho más el momento y los lugares que visite.
Me encanto conocer tu blog a través del de Angel, ahora sois mis dos blogers favoritos!
Te sigo mucho en ruta kaizen y quería decirte que tienes una manera muy especial de escribir donde, a mi parecer, muestras una gran humildad y sencillez. Valoro mucho estas cualidades en una persona y si además animas y motivas tanto para tirarse a la piscina e intentar hacer de nuestras vidas las que siempre hemos soñado, no vas a parar de tener más y más seguidores! En mi ya encontraste un fiel lector. Sigue así y llegarás lejos…o cerca…pero llegaras donde te lo propongas! Un fuerte abrazo
Edu Serrano dice
Hola Santi,
¡Me vas a sacar los colores tío! Ni te imaginas la satisfacción que me produce leer tu comentario, probablemente es el más bonito que me han dejado 😀 Ahí es cuando de verdad veo que lo que escribo, más allá de plasmar mis ideas y experiencias, aporta valor y causa un impacto positivo en los demás.
Así que muchísimas gracias por expresar de qué forma te he ayudado 🙂 Leer comentarios así son una inyección brutal de motivación y energía positiva para continuar con mi proyecto.
Te deseo muchísima suerte por México y Centroamérica, me hablaron muy pero que muy bien de esa región. En 2016 probablemente viaje por allí y lo iré comentando por el blog. Así que si estás aún por esas tierras no tienes más que decírmelo y a ver si nos vemos 🙂
Un fuerte abrazo y que tengas un muy buen viaje en enero!
Andrea dice
Edu! Genial!
Brutal me siento 100% identificada. Estudio medicina y el año pasado en un arrebato de presion y de cansancio cogi moxila y me fui a peru de voluntaria.Termine recorriendo una barbaridad de sitios inclusive una aventura por el amazonas.
Me fui sola y encontre una barbaridad de gente mejor experiencia imposible.Este año repito!
Edu Serrano dice
Hola Andrea,
Qué alegría leer tu comentario, y qué envidia jajaj. Tengo unas ganas locas de visitar Perú, a ver si voy este 2016.
Te picó el virus del viajero y ahora ya no puedes escapar… 😀
Un abrazo!
Andrea dice
Gracias Edu!
No dudes en preguntar info por gmail sobre Perú si quieres! Ir al Maxupixu o visitar el amazonas no te puede faltar! Es espectacular…
Me declaro muy fan de tu experiencia y gracias por compartirla.. Pensava que era la única que hacía estas cosas! Mucha envidia sana también de la tuya :D.
Un abrazo!
Edu Serrano dice
Hola Andrea,
Pues no somos muchos los que hacemos esas locuras, pero está claro que ponerte a prueba es una manera excelente de comprobar tus límites.
Sólo exponiéndote a tus miedos (la mayoría irracionales) te das cuenta de que puedes conseguir todo lo que te propongas 🙂
Un fuerte abrazo y que sigan las aventuras!
Freddy dice
Excelente post Edu, sencillas y poderosas enseñanzas bajo el equilibrio de dos ruedas. Gracias por compartir e invitar a salir de lo confortable. Un gran abrazo…
Edu Serrano dice
Hola Freddy,
Gracias a ti por tus palabras 🙂 Hay que salir de la zona de confort a menudo para crecer.
Un abrazo!
Cuahutli dice
Hola Edu!
Gracias por compartir tu experiencia y como lograste cumplir tu meta de ver en vivo a los orangutanes, tu experiencia lleva una profunda reflexión, y sin menospreciar y restarle importancia a lo expuesto, me queda muy grabado este fragmento:
«Faryd perdió a toda su familia: sus padres, su hermana, sus tíos y sus tres hijos. A pesar de la tragedia de 11 años atrás, él era feliz porque los enfrentamientos entre el grupo separatista y los militares habían terminado y ‘gracias’ al tsunami había vuelto la paz.»
Aún en el momento en que parecía que todo era horrible, y que la vida le había dado un verdadero golpazo.. Faryd era Feliz …
Aún cuando las condiciones y acontecimientos parecían ser lo peor, él encontró un motivo de felicidad 😀
Pablo Gijón dice
He empezado a leerte, me encanta la sencillez con la que escribes, vas al grano contando mucho, como yo. Me encanta como viajas, y te voy a terminar de leer en Indonesia.
Gracias por compartir todo esto.
Un gran abrazo
Bikila dice
Hola Edu, gracias por compartir tus experiencias.
Estoy planeando hacer parte de un viaje en bicicleta y quisiera saber qué tipo de portaequipaje llevaba la bicicleta, si era con alforjas o atabas directamente tu mochila a algún tipo de portaequipajes.
Quisiera hacer la mayoría del viaje de mochilero, pero veo que la gente que hace cilcotursimo lo hace con alforjas.. venden bicis con alforjas en el sudeste asiático? Gracias
Flor consiglieri dice
Hola Edu.. no encontré otro medio para comunicarme con vos.. Estoy por emprender un viaje en bici … nunca salí ni de la provincia sola.. con eso te digo todo… Tengo miedo y dudas pero estoy muy convencida de que es algo que mi ser necesita…
Rubén Bieito dice
Espero que mi comentario no sea mal entendido, que hoy en día la gente es muy susceptible y agresiva aunque se atragantan hablando de amor y empatía.
Sólo he leído este artículo y, te voy a ser sincero: todos termináis haciendo lo mismo, con la misma actitud y contando las mismas historias, la autoayuda a la que llamáis «automotivación», el amor y todos esos conceptos ambiguos que están tan manoseados que ya dicen muy poco y suenan a lugar común.
Yo pregunto: si viajáis por vosotros y para vosotros ¿por qué lo contáis? ¿No sería más coherente dejarlo como algo personal? Pienso que muchos de vosotros (no sé si tú también, aunque, lógicamente, me dirás que no) tenéis una necesidad vital de ser admirados, seguidos, aplaudidos, etc.
Llevo 15 años de viaje ininterrumpido y, excepto un año que viajé para ayudar a una ONG, no he publicado absolutamente nada porque tengo muy claro que es por y para mí, no para la gente, ni mucho menos para las redes sociales. Ni a mi enfermedad crónica ni a mí nos importa un pimiento lo que la gente opine, si gusta, si no gusta y, por supuesto, lo que no queremos es encontrarnos gente quemada, amargada o deprimida en los rincones que hemos convertido en santuario.
Veo videos, miro blogs, redes sociales y me doy cuenta de dos cosas: cada día parece más una moda esto de los viajes en bici que un cambio de vida, están un par de años (normalmente hasta que se les acaba el dinero) y después vuelven a la casilla 0, o sea, a la oficina o, gran originalidad, se pasan a la moda de las autocaravanas. En segundo lugar, casi todos hacéis las mismas rutas, vais a los mismos lugares y tenéis las mismas fotos…
No sé, ¿qué quieres que te diga? No me atrae nada vuestro rollo y, sin embargo y por supuesto, te mando un saludo desde la carretera.