Lo reconozco: me dan miedo las agujas. Las tengo pavor. Pánico. Bueno, ya no tanto, pero aun así me pongo bastante nervioso cada vez que tengo que hacerme un análisis de sangre.
Mi truco para relajarme es decirle a la enfermera que me va a pinchar que soy un miedica y pedirle que me lo haga con amor. Normalmente se ríen y me hablan durante la extracción. Ya sabes, la típica conversación de hospital «¿Cómo te llamas? ¿Qué estudiaste? Ah, que interesante», mientras yo miro hacia la pared con el cuello tenso, no sea que vaya a ver la aguja por error y me desmaye allí mismo. Cuando quiero darme cuenta, estoy notando el frío tacto del alcohol en el brazo y hemos terminado.
Esta estrategia me había funcionado de mil maravillas… hasta que regresé a España.
El jueves pasado tuve que ir al Centro de Salud a hacerme unos análisis para asegurarme de que estoy sano después de mi viaje por Asia. Entré en la sala de extracciones, entregué el papel, me pusieron el código de barras y me mandaron a una mesa con una señora de unos 50 años con cara de mala leche.
– «¡Hola, buenos días! Me llamo Ángel. Soy de esos a los que le dan miedos las agujas, así que por favor, te agradecería un montón el que me hicieses el análisis con mucho cariño jeje» –dije nada más sentarme sin perder la sonrisa.
– «¿No te irás a marear? Porque si te vas a marear te lo hago en la camilla. Hazme el favor de no montarme ningún numerito.» –me respondió ella sin mirarme a la cara.
Y ahí terminó nuestra conversación. Me sacó los 4 botes de sangre sin decir ni una palabra y cuando acabó me puso el algodón en el brazo izquierdo y me dijo que me lo apretase con la otra mano. Como vio que no me movía del asiento añadió: «Apriétatelo, pero fuera».
Moraleja
Mi intención con este post no es criticar a las enfermeras españolas, ni mucho menos. Conozco a gente maravillosa que trabaja en la sanidad pública y que me hubiese tratado de una manera muy diferente.
La idea que quiero transmitirte hoy es que como haces cualquier cosa lo haces todo.
No puedes ser desagradable de 8 a 3 y luego un encanto con tus hijos. O ser un vago en tu trabajo y luego pretender ser súper-productivo al llegar a casa. Las cosas no funcionan así.
Por eso, deja de tener dos caras y sé la mejor versión de ti mismo las 24 horas del día. El esfuerzo, la amabilidad y la generosidad no se gastan. Ofrece siempre tu mejor cara y te aseguró que harás más felices a los demás y también a ti mismo.
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La foto es haciendo el mono en el parque de los monos de Arashiyama, Japón. Yo siempre ando haciendo el mono allá donde voy, así que para esta foto me salió muy natural 😉
Vale!!! Yo soy tremendamente productiva en mi vida laboral, y tremendamente productiva en mi vida personal, la diferencia es que en la profesional recibo compensaciones, claro está que es porque hay alguien que está ganando dinero, y en la personal, cuanto más te entregas y más haces por los demás, menos en cuenta te tienen, si total, siempre estás ahí …… quien dijo que no había que pedir nada a cambio?, entonces la moneda sólo tiene una cara, y si es así, la moneda es falsa.
Un beso a todos!
Ayy!!El pobre!! a mi me pasa lo mismo, es entrar oler el alcohol mezclado con la sangre(porque si, la sangre huele!)y me pongo malita!Yo te dejo mi truco…coge la canción mas chorra que recuerdes y cantala, si en voz alta, total si la tipa es así de desagradable lo peor que puede pasar es que arranques una sonrisa!!
Por primera vez voy a disentir contigo, hay mucha dualidad en las personas,(mañana mismo lo explicaré en mi blog) pero a mi a veces me pasa que, teniendo un mal dia, no soy como normalmente «yo», estoy más seca e irascible y la persona que me conozca ese dia pensará que soy asi…a lo mejor esa mujer había tenido una mala noticia ese dia, o simplemente se le cruzaron los cables!
Aún así también comparto que si las cosas las puedes hacer con alegria y buena disposición marcan una gran diferencia.
Chu!!
Caroooo!!
Malos días los tenemos todos y espero que fuese el caso de esa señora. Pero yo lo de la dualidad no me lo creo, porque todavía no he conocido a nadie que esté amargado en su trabajo y luego feliz en casa.
Hola!!!! El post esta muy bueno! Pero en parte coincido con Caro, que es cierto que puede haber tenido un mal dia, y eso no significa que sea siempre asi, creo que es un tema que tiene que ver con psicología femenina. Igualmente a mi me pasa que si tengo un mal día o ando media seria y viene alguien a hablarme amablemente y me muestra una sonrisa no me resisto!!! Y automáticamente me cambia la energía 🙂 por esos es extraño lo de esta señora que ante tu amabilidad seguía en su posición de ruda. Puede que tengas razón Ángel y que esta señora sea asi siempre 🙁 no lo sabremos. Creo que no hay reglas para esto, lo que si creo es que cada uno tiene que dar lo mejor de si, lo que el otro haga corre por cuenta de el. Yo elijo estar bien y tratar bien a los demás porque me hace bien a mi 😀 cada cual decide! Besos a los dos.
¡Hola Flor!
Te digo lo mismo que a Caro: tener días malos es normal y no sabemos si esa señora es así siempre o simplemente la pillé de malas esa mañana. Pero eso es irrelevante. La idea que intento transmitir con el post es que es difícil tener dos caras y comportarte de manera totalmente diferente en función de dónde estás o con quién. Es decir, es complicado ser un chapuzas en el trabajo y un perfeccionista en tus proyectos personales porque esos te importan más, o ser desgradable con tus compañeros de oficina y un encanto con tus hijos.
¡Un abrazo y bienvenida a Vivir al Máximo! 🙂
Hola Ángel,
Qué borde la enfermera! No tengo miedo a las agujas, desde pequeña he visto unas cuantas y personal sanitario, no veas….. ¿por qué le tienes miedo a las agujas? Muy buena la foto haciendo el mono….jajajja. Me gusta el post.
Saludos,
Hola!!! Estoy de acuerdo con Ángel!!!…porque cuando tenemos días malos por esos «días femeninos» son malos en casa y en el trabajo….por lo menos a mí me pasa!! Y si me fue mal por algo en el trabajo, la preocupación la llevo a casa y viceversa….trato que no interfiera en mis relaciones interpersonales pero intento aun gestionar mis emociones para estar bien a pesar de días malos…cada uno elige.
Saludos
Hace meses leí la afirmación de que «cuando eres generoso, el mundo se pone en movimiento».
Y es totalmente cierto.
¡Que bruja! Yo también le tengo ‘yuyu’ a las agujas y te aseguro que me dice eso y no me pincha.
Pero tienes razón, quien es un borde por la mañana por la tarde lo es más.
Espero que al menos estuvieses sano.
Saludote gordo 😉
Hola,
Yo también les aviso de que me mareo, y suelen ser muy amables.
Cuando encuentro a alguien así en la vida, siempre me pregunto si tienen familia y si su familia y amigos les querrán.
Me parece triste que alguien elija estar de mal humor todo el día, en lugar de repartir un poco de amabilidad al mundo.
Espero que no te vueltas a encontrar a alguien así en mucho tiempo 🙂
Un saludo.
Bien! Ya no me siento incomprendido. También odio las agujas, eso y mi sangre, me mareo, la de los demás me da un poquito igual.
Yo creo que cualquier trabajo que se haga, hay que intentar hacerlo lo mejor posible y de la forma más agradable, como dijiste en tu resumen de Linchpin.
Hay gente bastante borde suelta, que no disfruta con su trabajo, aunque dices que luego pueden ser agradables en su vida familiar…¿tu crees que alguien que está amargado 8 horas diarias puede estar luego agradable? lo dudo…
¡Un saludo!
Geniales las reflexiones finales!
Jo, pobre, qué mala suerte! La verdad es que siempre hay alguna (poca) gente desagradable que no está nada dispuesta a ayudar por poco que cueste, y es una pena. A mí me pasó lo mismo la primera vez que fui a donar, de hecho (tampoco me había hecho un análisis de sangre antes), dije que estaba un poco nerviosa porque era la primera vez y la señora me dijo de muy malos modos «¿¡Y entonces para qué vienes!?» Por suerte luego un enfermero me regaló un boli y el bien-mal cósmico se equilibró, jajaja! 🙂
Jejejejejejejejjejeje me parto!!!! Sí, a lo largo de mi carrera he conocido a alguna así… pero no te preocupes, son una minoría…. Las demás somos majísimas!!!!! Aaaaiii qué gracia!!!!
Es curioso, cuando leí el título del post pensé que ibas a hablar sobre el autor de La Mente Millonaria «T. Harv Eker» ya que la primera vez que oi esta frase «Como haces una cosa lo haces todo» fue en unas charlas de La Mente Millonaria impartidas por uno de sus antiguos alumnos, Markus De Maria.
No se si tú también has oido esa frase de este autor o simplemente fue pura coincidencia. Para todo aquel que no se haya leído el libro se lo recomiendo 🙂
Pues es pura coincidencia, porque sí que he oído hablar del libro y del autor pero no me lo he leído ni he ido a ninguna conferencia 🙂
La frase en inglés mola más todavía: «How you do anything you do everything»
La moraleja aqui en realidad es que aunque no te hablaran, te podian sacar sangre, o sea, tan miedica no eres Angel 😉
jajaja buena conclusión. Igual hasta tienes razón y todo 😉
Hace poco que he descubierto tu blog Angel. Enhorabuena porque me parece extraordinario.
Sobre la enfermera yo creo que en el fondo se trata de un antiguo debate.. ¿es la motivación intrinseca o extrinseca?
Un saludo
¡Hola Peter!
Muchísimas gracias por tus palabras y bienvenido a Vivir al Máximo 🙂
No sé si la enfermera me trató así por falta de motivación o por otro motivo, pero lo que sí sé es que alguien que tiene ese carácter en el trabajo luego no puede ser «miss amabilidad» con sus hijos o con su marido. Por eso yo siempre intento dar lo mejor de mi mismo haga lo que haga y esté con quien esté. Creo que es la única manera.
Un abrazo!
Muy buena moraleja!
No lo había pensado mucho pero tienes razón. Es imposible ser doble cara o radicalmente diferente en 2 o más áreas de nuestra vida.
saludoss
Hola, Angel:
Hoy he entrado por primero vez en tu blog. Veo que hay mucha información y muy interesante. Me gustará echarle un vistazo de vez en cuando.
Casualmente, hoy he ido a que me extrajeran sangre para un análisis. Soy una valentona y aunque no me gusta mucho, me crezco y me digo que no es para tanto. Y no miro.
Esta mañana, mientras el enfermero de siempre me extraía sangre (por cierto, lo hace muy bien y no duele nada), un compañero suyo me pedía algún dato para la ficha:
– ¿La fecha de nacimiento?
Y yo he contestado.
– ¿Agosto? ¡Un mes fantástico! – mientras escribía.
Y yo: ¿Usted también nació en agosto?
Y él: Si, los que somos Leo….
Incluso me ha dicho que esperaba que los resultados fueran buenos,… Y se me ha pasado el momento que ni me he enterado.
Así que cuando me he ido les he dicho:
– Gracias, muy amables.
Es que me lo han parecido de verdad. Así que yo he tenido suerte. La próxima vez te toca a tíi seguro. Porque quiero pensar que hay mucha gente así.
Y sí, hay gente enfadada que está todo el tiempo enfadada. Aunque es fácil enfadarse, muy fácil, hay que intentar no estarlo. Tambien es fácil.
Saludicos
¡Hola Cristina!
Bienvenida a Vivir al Máximo 🙂
Joe, vaya maravilla de enfermero y de compañero, no??
Yo en el 95% de los casos he tenido muy buenas experiencias. Una vez en Estados Unidos la enfermera me estaba sacando sangre mientras me hablaba y cuando iba por el quinto bote empecé a ser incapaz de responder jaja La chica se dio cuenta y en cuanto acabó me puso una compresa fría en el cuello, me trajo agua y me dijo que me quedase allí todo el tiempo que necesitase. Un encanto 😛
Buenas Ángel!!
Al fin me he decidido a escribir en el blog, y es que el tema del post me toca de cerca, ya que suelo estar «al otro lado de la aguja».
Personalmente, he conocido compañeros de todo tipo y, al igual que en el resto de profesiones, hay de todo, como en botica.
La profesión enfermera es tremendamente vocacional (¿cuántos de los que antes han comentado podrían dedicarse a ello?), y una de las condiciones indispensables para dedicarse a ello es la EMPATÍA. Por eso mismo, si la persona que acude a la sale de extracciones manifiesta abiertamente tener miedo a las agujas, la reacción lógica de/l la enfermera/o sería intentar tranquilizarla y hacer su trabajo con el mayor cuidado posible (esto viene implicito, independientemente del miedo del paciente), y en el caso de que existiese la posibilidad de marearse, proponerle amablemente realizar la extracción en la camilla.
Actualmente estoy trabajando en una residencia de ancianos y no hay nada que me alegre más que hacerles sonreir…y no paro de darle besitos a las residentes :p.
Sin eso, la verdad que mi trabajo no merecería la pena.
¡Jesús! ¡Qué alegría ver un comentario tuyo, bienvenido!
Ojalá haya muchos enfermeros (y empleados de otros sectores) con esa mentalidad. La próxima vez que tenga que hacer un análisis quiero que lo hagas tú 🙂
Pues ya sabes, la próxima vez que tengas que hacerte un análisis de sangre te pasas por Nantes y de paso haces algo de turismo, qué últimamente se te ve muy parado :p.
Volviendo al tema en cuestión, yo tengo una opinión bien distinta a la tuya. Cada individuo tiene su propia personalidad, pero creo que el entorno y la adaptación a este, influye en el desarrollo de la misma, es decir, uno no se comporta de la misma manera en su casa que en la calle, con un amigo que con un desconocido…
¿Cuántos maltratadores de puertas para afuera parecen personas maravillosas y cuantos h…. de p… despreciables con el prójimo defienden a su familia a capa y espada?
Quizás estos dos últimos casos sean extremos, no digo que todos tengamos un lado oscuro, pero creo que no se puede afirmar que uno es blanco o negro, a veces pasamos por distintas tonalidades de grises…
Conclusión: En mayor o menor medida, todos somos un poco «Dexter morgan».
jaja pues no descarto lo de Nantes para la próxima vez, ya te avisaré 😉
Te doy la razón respecto a lo de que el entorno influye, y uno no se comporta igual con un amigo de toda la vida que con un desconocido, pero en este caso quiero ir un poco más profundo que el simple comportamiento. Hay una frase en inglés que me gusta mucho: «the self is always coming through». Básicamente viene a decir que el verdadero yo siempre acaba saliendo. Es decir, uno puede intentar ser lo que no es pero tarde o temprano se le ve el plumero. Yo creo que funciona así, y si un maltratador tiene problemas de agresividad con las mujeres por lo que sea no puede ocultarlo eternamente y sus amigos acabarán dándose cuenta.
Tienes toda la razón del mundo,hay alguna gente malcarada y antipatica que paga su infelicidad y frustración con todo aquel que le rodea,afortunadamente son una minoria,y Angel…lo siento,te tocó una a tí.Yo tampoco creo en la dualidad,al final la careta se te cae.
No sé, yo lo veo de otra forma….hay miles de razones por las que una persona paga su mala leche con el mundo, y es que esa persona no es feliz y la causa de esa infelicidad no la sabes tú, ni yo, sólamente ella, que es la que lo sufre. Quién sabe si llega a casa y tiene a un panoli (por decirlo finamente) como marido que no la aprecia una mierda, etc, etc. Hay muchas causas que hacen que una persona no sea todo lo agradable que potencialmente pudiera. Para mí no es motivo de mofa, sino de lástima…claro está que todos tenemos una opción para cambiar aquello que nos hace infelices, pero también es cierto que hay mucha gente que ni siquiera son conscientes de que hay otro camino…
¡Hola Lifes!
Bienvenida a Vivir al Máximo 🙂
Creo que no he conseguido transmitir correctamente la idea del post porque no eres la primera que deja un comentario así… El artículo no va de por qué la enfermera estaba de mal humor (en eso te doy toda la razón, no sabemos el motivo ni si es algo temporal), sino de que es muy difícil tener dos caras y ser de una manera en determinados sitios y con determinadas personas, y ser una persona totalmente diferente en otros y con otros.
Un abrazo!
Hola!!! Como viene siendo mi costumbre, creo que con eso también tengo que disentir…tengo mucha experiencia en esto, que aunque no viene al caso la forma resumida es…mi vida familiar era una mierda y eso se reflejaba en la forma que me relacionaba con mis padres (arisca, gruñona, etc), cosa que era radicalmente diferente con mis amigos. Hay situaciones y/o personas que le dan a un botoncito y transforman tu forma de ser…hasta que lo haces consciente y puedes cambiarlo, o aceptar que no puedes cambiarlo en cualquier caso (que eso también se va a reflejar en una mejoría)… pero bueno, sé que el post tampoco iba con un objetivo tan profundo, y al fin y al cabo la primera reacción cuando alguien es borde con nosotros sin razón es….será desagradable, o qué mosca le ha picado. Es normal!
Hola Angel, no pude evitar comentar, creo que estas intentando enviar este mensaje a alguien en especial jejejeje pero bueno creo que lo importante es no JUZGAR a veces no sabemos por las situaciones por la que estan pasando las personas, que problemas tienen y alli es donde comienza la tolerancia porque al fin nadie es perfecto NADIE, muchas veces criticamos a las personas de esto y de aquello y resulta que nosotros tambien tenemos nuestro defectos. Tambien sucede que a veces es uno mismo el que esta lleno de prejuicios hacia alguien y somo nosotros lo que estamos con una actitud o predispuestos y apenas esa persona de repente no actua segun nuestras expectativas de como tienen que ser para que nosotros nos sintamos comodos y entonces comenzamos a sacar conclusiones muchas veces absurdas, el mundo seri diferente si dejaramos las expectativas hacias las personas a un lado, si dejaramos de intentar siempre esperar algo de los demas y solo dedicarnos o centranos en nosotros. Saludos
¡Hola Carla!
Gracias por tu comentario y bienvenida a Vivir al Máximo 🙂
Te aseguro que el post no va para la enfermera. ¡Tampoco me traumatizó tanto su comportamiento como para llegar a casa y escribirle un post lleno de rabia! jajaja Únicamente hizo que me viniese a la cabeza lo de «como haces cualquier cosa lo haces todo» y me pareció un buen ejemplo para introducir esa idea (con la que no todo el mundo tiene que estar de acuerdo, por supuesto).
Un abrazo!
Una mujer entre dos aguas, como tú, no puede achacar la falta de profesionalidad, por tener a un panoli de pareja. Yo veo a muchos pediatras que tienen un cajón de la consulta, lleno de piruletas y no es por querer mucho a los niños, es porque de esa forma evitan muchos problemas para la realización de su trabajo.
Por todo esto, si te entra un flojito como Ángel y otros muchos que se han delatado aquí, Jajaja, lo que no puedes hacer es lo que hizo esta mujer, a no ser que quieras que el paciente de con los huesos en el suelo.
P.D. Puse paciente por no poner otra vez flojo, que Ángel se me mosquea Jajaja. Merece la pena pensar un rato, en el empleo y significado de esta palabra.
«Una mujer entre dos aguas, como tú…» ¿va por mí? No entiendo la alusión, si me lo pudieras explicar…
Y claro que puedo achacar la falta de profesionalidad a cualquier razón que la mujer pueda tener, otra cosa es que la justifique, que son términos ligeramente diferentes, ¿no crees?
La falta de profesionalidad nunca se puede achacar a nada, o se tiene o no y ya no digamos el justificarla.
Entre dos aguas es una música maravillosa, que te hizo vibrar hace bien poco. Jajaja.
El invierno aquí es largo, ya ni me acordaba (o no quería, más bien)….bueno, creo que no me has entendido…pero está bien…
Si te entendí, estamos influenciados por mil cosas y no somos maquinas, pero creo que no es el caso que nos ocupa. Estamos acostumbrados a que el trato de algunos funcionarios no sea de lo más correcto, por decirlo de alguna forma y que el grado de empatía con los contibruyentes sea mínimo.
Un saludo y animo.
¡Qué tía más siesaaaaa!
Menos mal que es una minoría…
Ángel, yo que tu no me quedaba con la duda de sí es una auténtica siesa desagradable y poco profesional o tenía realmente un día tonto y luego se arrepintió de su actitud cuando saliste pero ya era tarde…
Igual sería interesante pasarte un día por el hospital con una chocolatina y una empanada de atún ( más que nada por sí te suelta que es diabética o intolerante a la proteína de la leche… Aunque es posible que en ese caso sea celiaca o vegetariana, Juas, juas, juas…) y dárselo con una sonrisa dándole las gracias…. Según su reacción tendrás más información de sí su mal hacer y mal humor es crónico o era debido a algo puntual… Y si es crónico y en vez de con una sonrisa y curiosidad te suelta una de sus coces con un ¿ gracias porque ? Pues le dices algo así como » por ser un ejemplo de lo que no quiero ser en mi vida» ….
…. ¡ y luego vienes y nos lo cascas! , que ni ella se creeria que tiene a la comunidad bloguera especulando sobre su verdadera personalidad…
¿A qué molaaaaaaaaa? ¿No me digas que no sería un buen experimento para tu mayor conocimiento del género humano? Jaajajajajajajjajaja
¿No dicen que todo el mundo se merece una segunda oportunidad?
;))
Un beso
Silvia
Diosssss! Tal cual! No soporto a la gente que tiene una doble cara, porque es imposible que sea doble. Una de ellas es la verdadera.