En los últimos años, he escrito mucho en el blog sobre cómo tus creencias definen tu modelo de la realidad, y sobre cómo tu modelo de la realidad determina tus acciones y, por lo tanto, tus resultados.
Pues bien: en el artículo de hoy me gustaría retomar este tema hablándote de una de las creencias que más impacto tiene –y ha tenido– en mi manera de ver el mundo y de actuar, para que la adoptes si te parece útil.
Se trata de la creencia de que la gran mayoría de la gente es buena.
Mi experiencia confiando en desconocidos
En general, cuando veo o interactúo con alguien que no conozco, asumo que es una persona honesta, generosa y con buen corazón.
Pienso que su intención no es engañarme o aprovecharse de mí, sino que es alguien de fiar, sin malas intenciones, y que me ayudaría si lo necesitase.
Por ese motivo, nunca me ha dado miedo el usar páginas como CouchSurfing para alojar a desconocidos en mi casa, e incluso dejarles una copia de las llaves cuando me iba al trabajo… a pesar de que podrían haberme robado.
Nunca he tenido problema en compartir coche en BlaBlaCar, o en aceptar invitaciones de personas que sólo conocía por Internet o que acababa de conocer en un bar… a pesar de que podrían haberme secuestrado.
Y tampoco he dudado en darle acceso a Isa desde el primer día a todas las cuentas de mi empresa… a pesar de que técnicamente podría haber transferido todo el dinero de la sociedad a una cuenta en las Islas Caimán y haber desaparecido para siempre.
Sé que a primera vista el actuar así puede parecer una locura o una irresponsabilidad, y es cierto es que me ha costado algún que otro disgusto.
Por ejemplo, en Sudáfrica, le pedí a un chico que me echase una foto y salió corriendo con la cámara de 300€ que me acababa de comprar y que además contenía todos mis recuerdos del último mes.
O hace un par de años, en el aeropuerto de Barcelona, un chico inglés me contó que le habían robado la cartera con todas las tarjetas y me pidió que le prestase 100€ para poder volver a casa. Yo se los di, él me pasó su número de móvil para que le enviase mi cuenta de PayPal y me devolviese el dinero desde Inglaterra, pero aunque le escribí nunca más volví a saber él.
(Ok, aquí quizá pequé de pardillo y debería haberle pedido alguna garantía más, pero era un chaval joven, su historia me pareció creíble y yo me vi haciendo lo mismo si me hubiesen robado en el extranjero, así que decidí ayudarle)
¿Pero sabes qué?
A pesar de haber tenido alguna que otra mala experiencia, sigo creyendo firmemente que la mayoría de la gente es buena.
Por qué creo que la gente es buena (a pesar de todo)
Hay dos motivos por los cuales sigo creyendo esto.
El primero es que, por cada vez que me han robado o me han engañado, he tenido 100 experiencias fantásticas.
Confiar en desconocidos me ha permitido hacer grandes amigos. Me ha dado la oportunidad de tener aventuras increíbles que de otra forma me habría perdido. Y lo más importante: me ha permitido vivir en paz.
El segundo motivo es que, aunque esta creencia tiene un coste, la creencia opuesta también tiene un coste, y en mi opinión es un coste mucho más alto.
Porque cuando crees que la mayoría de la gente es mala y que están esperando una oportunidad para jugártela, todas las personas a tu alrededor se convierten en enemigos:
- Los desconocidos que te piden ayuda son todos unos mentirosos que sólo quieren timarte y aprovecharse de ti
- Los conductores de BlaBlaCar, o los conductores que podrían llevarte en su coche si hicieses autostop, son todos posibles delincuentes
- Los viajeros que quieren quedarse a dormir en tu casa son todos unos posibles ladrones a los que hay que vigilar bien
- Los empleados de tu empresa son todos unos caraduras, que lo único que quieren es robarte y trabajar lo menos posible
- Y, por supuesto, tu jefe es un cabrón explotador que sólo quiere enriquecerse a tu costa
Tener este modelo de la realidad te obligar a vivir a la defensiva, con miedo.
Necesitas protegerte de todo el mundo, porque en tu cabeza, todos quieren hacerte daño.
Y vivir así no sólo es muy cansado, sino que te priva de un montón de experiencias y de personas maravillosas.
Pero no sólo eso, sino que además puede llegar a ser contraproducente…
Porque cuando desconfías de los demás, ellos notan esa desconfianza y te pagan con la misma moneda.
En vez de crear un relación en la que ambas partes buscan lo mejor para el otro, creas una relación en la que ambas partes ven al otro como un enemigo y tratan de protegerse de él.
Y claro, hay muchas más posibilidades de que te cause problemas alguien que es tu enemigo que alguien que es tu aliado.
Así que, en cierto modo, tu creencia determina tu realidad, porque creas lo que creas, siempre tendrás razón:
- Si crees que la mayoría de la gente es buena, tendrás más experiencias buenas que confirmarán esa creencia
- Pero si crees que la mayoría de la gente es mala, tendrás más experiencias malas que también confirmarán esa creencia
La pregunta es: ¿cómo prefieres vivir tú?
Un mundo lleno de aliados o de enemigos
Mi objetivo con este artículo es hacerte reflexionar sobre tu modelo de la realidad.
¿Eres de los que creen que la mayoría de la gente es buena, o eres de los que creen que la mayoría de la gente es mala, y que lo único que buscan es hacerte daño y aprovecharse de ti?
Si eres de los segundos, me gustaría que pensases durante unos minutos en el coste que está teniendo esa creencia para ti:
- ¿A qué estás renunciando por ver el mundo de esta manera?
- ¿Qué cosas te gustaría hacer que no haces por miedo?
- ¿Cómo es tu relación con esas personas que forman parte de tu vida, pero de las que desconfías?
Luego, quiero que te imagines cómo sería tu vida si vivieses en un mundo diferente, lleno de buenas personas.
Un mundo en el que los demás no fuesen enemigos, sino aliados:
- ¿Qué harías?
- ¿Cómo te relacionarías con los demás?
- ¿Cómo te sentirías?
Creo sinceramente que esta segunda visión del mundo es mucho más cercana a la realidad –y mucho más útil– que la primera, y te animo encarecidamente a que le des una oportunidad.
Sí, es cierto que el mal existe, y que hay personas que roban, engañan o que intentan aprovecharse de ti.
Pero date cuenta de que el desconfiar de todo el mundo tampoco te garantiza estar 100% a salvo.
Por muchas precauciones que tomes, puede que tengas la mala fortuna de toparte con una persona malvada que te cause un problema sin tú habértelo buscado.
Esto es así, y siempre lo será.
Lo buena noticia es que este tipo de gente son sólo una pequeñísima minoría.
Por eso, igual que merece la pena usar el coche aunque exista la posibilidad de tener un accidente, también merece la pena tratar a los demás como si fuesen buenas personas en vez de individuos peligrosos… incluso si a veces te pillas los dedos.
Es mucho más fácil y divertido vivir así.
Y si no me crees, te recomiendo que escuches el último episodio del podcast con mi amigo Patrick, porque creo que su historia y todas las aventuras que ha vivido muestran perfectamente los beneficios de ver el mundo de esta manera.
¡Ojo! Es importante que entiendas que el confiar en los demás no significa ser un imbécil o un inconsciente.
Yo soy el primero que no voy a sitios que sé que son peligrosos, que miro las opiniones y leo el perfil de una persona antes de meterla en mi casa o ir con ella en coche, y que insisto en poner todo por escrito a la hora de hacer negocios para que luego no haya malentendidos, entre otras cosas.
Y por supuesto, no soy masoquista, y si alguien se porta mal conmigo o me demuestra que no merece mi confianza, no se la doy.
Pero en general, si no noto nada raro, confío en los demás y asumo que tienen buenas intenciones.
Porque normalmente las tienen.
Así que recuerda…
Eres libre de vivir desde la confianza o desde la desconfianza, pero sé consciente de que ambas opciones tienen un coste.
Tú decides cuál de los dos prefieres pagar.
Creo que es más difícil confiar si eres mujer y creo que no hace falta decir el por qué, que ya todos lo sabemos.
Aún así muy buen post.
Gracias 👌
Totalmente de acuerdo contigo, todo lo dicho en el post es más fácil si eres hombre, las mujeres tenemos que ir por el mundo con mucha más precausión, y estoy consiente que pasan cosas malas tanto a hombres como mujeres pero el riesgo de una mujer (sobretodo de violación) es más alto.
Sin embargo, comparto el 100% del contenido, soy mas de confiar en la gente, mi realidad siempre será esa. Gracias por el post Ángel, me motiva a renunciar mi sueño de viajar por el mundo =)
Hola, yo no sé porqué…
Yo creo que soy un poco como tú, confianzuda por naturaleza… sino de qué os iba a meter en casa de mi madre a Chin, Gorka y tú. ¡Encima una chica sola! Aún recuerdo aleccionando antes de entrar, «si os pregunta mi madre decirle que nos conocemos del instituto» jajaja que risas. Mis amiga pensaban que estaba loca por quedar con gente de internet sin conocerlos de nada. A mí por ahora todo me ha salido bien, he conocido a gente increible -y no tanto- que han enriquecido mi vida y no me han hecho nada más malo que partirme el corazón -por suerte el tiempo lo cura todo-
Creo que el mundo de la desconfianza es un sitio muy oscuro y solitario en el que no quiero participar, bueno no más allá de cuando vas sola por la calle con todo lo que está pasando últimamente que no está de más ir con ojo avizor y repasando todo lo que aprendiste en Krav maga XD… pero aún en esas circunstancias una aprende a relativizar.
La verdad es que también me las han dado con queso con historias increíbles, es lo que tiene tener un corazón en el pecho y nadie sale de pobre por hacer ese tipo de actos de fé, así que ni tan mal.
Supongo que tenemos un mindset parecido sobre la bondad a priori de la gente, y por eso me sentí desde el primer momento muy alineada contigo y lo que cuentas en tu blog… Deseando ver ese resumen del año, ¡ya le he cogido hasta el gustillo! XD
Chuuuu!!!
Pues tienes más razón que un santo…
De hecho, una de las cosas que me sorprendió de Patrick es la energía super positiva que desprende con todo el mundo. Es un chico al que todo y todos le parecen increíbles (con excepciones).
Cuando escuché lo del Jailbreak, me alucinó ver cómo todo el mundo que se iba encontrando le echaba un cable. En Brasil igual.
Al igual que a ti, yo también he reflexionado un poco y me doy cuenta de que este año he tenido también un cambio en ese aspecto. He confiado incluso ciegamente en gente que conocía virtualmente y en vez de decepcionarme (como podría haber pensado en el pasado), me han impresionado y superado con creces mis expectativas.
Va un poco ligado a la mentalidad de abundancia o escasez. Partir de la base de que la gente es buena o mala, puede cambiar completamente la percepción y los sucesos que acontezcan.
Un abrazo enorme y Feliz Navidad!!!
Es como cuando vas a tomar una gran decisión y te haces la pregunta “¿qué es lo peor que me podría pasar?(realisticamente hablando). En todos estos años de viajes y aventuras lo peor que me ha pasado ha sido que me robaron el portátil hace unos meses.
A cambio mil y una experiencias y personas increíbles por el camino por haberme decidido a dar el paso.
Totally worth it.
Feliz Navidad Ángel y lectores 😘
Yo he caminado por la vida con la escopeta cargada la mayor parte del tiempo, supongo que haber sufrido mobbing en el cole, humillaciones por parte de los profesores de EGB y luego más acoso en el instituto no ayudó mucho a formarme una buena imagen del mundo en general.
Y sí, ha sido un gran error vivir así, no solo no consigues protegerte cuando por fin llega el momento de hacerlo sino que encabronas sin necesidad a un montón de gente buena o neutra que solo pasaba por ahí, lo que es realmente agotador.
Afortunadamente la vida me está dando últimamente experiencias que me demuestran que la mayoría de la gente es esencialmente buena y sí te pueden hacer un favor, si estás perdido y no encuentras la dirección de una casa por ejemplo, te ayudan.
Pues yo depende de la persona. Hay gente que conozco y enseguida confío, pero hay otra que con sólo verla la primera vez me da mala espina, y voy mucho más cautelosa. No es que vaya de primeras pensando en que todos son malos, eso me lo dice la propia persona con su manera de actuar y de hablar. Confiar a ciegas no puedo, yo me fío de mi instinto y hasta ahora nunca me ha fallado 🙂
Mira que por lo general siempre estoy de acuerdo con la mayor parte de tus opiniones, pero este no es el caso.
En otro de tus artículos hablaste de la importancia que la suerte tiene en la vida. Bien, pues este es un aspecto en el que la suerte también influye, y por tanto, determina tu forma de ver la vida y como te relacionas con las personas.
Cuentas que mayormente has confiado en la gente, y que excepto unas pocas malas experiencias, todo te ha ido bien. Por lo tanto es lógico que tengas esa visión optimista, es la consecuencia de tu experiencia.
Ahora bien, ¿Seguirías pensando del mismo modo si hubiese sido al contrario? Sinceramente, lo dudo.
Creo que las personas que no confían facilmente no son desconfiadas por naturaleza, sino por experiencia. Por lo general son personas igual que tú, pero que no han tenido tu suerte, y que cada vez que han confiado, se han visto traicionadas.
Particularmente me encanta tu visión optimista de la vida y trato de aprender de ella, pero no puedo obviar el gran número de veces en las que mi confianza hacia otros se ha visto traicionada.
Por lo tanto, aunque creo que tus consejos son útiles casi siempre, en este caso tengo mis reservas.
Más bien creo que este es un caso particular del que es dificil extrapolar enseñanza alguna. Casi todos creemos que la gente es buena, ahora bien, unos continúan pensándolo al cabo de los años porque han tenido la suerte de confiar en las personas correctas y otros cambian de opinión como consecuencia de haber entregado su confianza a las personas equivocadas.
Yo creo que aquí la suerte tiene poco que ver
como bien he leído, tus acciones vienen de tu modelo de la realidad, que viene de tus creencias.
No confundamos ser generoso y confiado con ser tontos. Que seamos mas confiados no quiere decir que le digamos a todos que si. También estamos al tanto de la gente que no es fiable.
Pero ése es un pensamiento trampa… Imagina que fuera comer uvas en vez de confiar en gente… Si comes uvas y no te atragantada… Bien. Si te atragantas y Casi mueres…mal… conclusión…NO COMO UVAS?? es una cuestión de PROBABILIDAD es mejor el pequeño riesgo de morir de asfixia que de hambre…no 🙂
Buena reflexión, gracias por compartir.
Totalmente de acuerdo. No solo es que hay mucha gente buena, sino que además, confiando, logras rodearte de todavía más gente buena. Lo cual es maravilloso.
Lo demás son anécdotas y aprendizajes del camino. La clave es actuar con prudencia y con conocimiento de donde se mete uno, pero siempre confiando, con positividad y muchas ganas.
No podría haber expresado mejor todo eso.
Si tu eres buena persona (que no tonto), por qué el que tienes en frente no va a serlo si también es un ser humano? Olvidémonos de esa minoría que tendrá sus motivos para engañarnos y quedémonos con esa gran mayoría de gente que solo tiene buenas intenciones.
Estoy totalmente de acuerdo pero creo que hay una diferencia Ángel, tú eres hombre yo soy mujer y aunque también me tire a la piscina muchas veces ahora que estoy viajando sola me doy cuenta de mi realidad es totalmente distinta… Si me aceptan fácilmente en couchsurfing pero reviso bien cada perfil y siempre intento quedarme con mujeres o parejas, porque aunque parezca exagerado desde que llevo viajando el 95% de hombres que he conocido incluso con novias al final querían algo más… y acabas sintiendo totalmente sexualizada y cansa. Yo he tenido suerte y no me ha pasado nada con desconocidos y he confiado en ellos pero la realidad al ser mujer varía un poco en esto. Pero bueno a mi el miedo no me alimenta pero la realidad es Esa. Felices fiestas!
Totalmente de acuerdo en todo.
Y me atrevería a decir, que viajando solo es una de las mejores maneras de romper esta creencia.
A mí me ocurrió cuando fui a Brasil solo de Erasmus. Iba con esta mentalidad porque es la mentalidad que nos encontramos día a día en las noticias y en nuestra sociedad.
Sin embargo, cuando me di cuenta de que todo el mundo hacía por ayudarme, me fui dando cuenta de esto.
Un golpe de mala suerte te puede ocurrir en cualquier lado (siempre te encontrarás con algún cabrón en la vida), pero en el otro 99,99% de los casos, la gente es demasiado buena 🙂
Pd: Aún recuerdo cuando se me perdió en Sevilla el título de Inglés. Al cabo de mes y medio me contactaron por twitter, de que sí era la persona a la que se le había perdido el título. Y no solo eso, sino que esta persona le habían invitado a un grupo de Facebook cuyo objetivo era encontrarme. ¡Quedé flipado cuando vi todos los comentarios!
Felices Fiestas!!!!
Además de lo aportado alguien en su día me dijo que la palabra confianza, se debería de escribir de la siguiente manera: con-fianza.
Me pareció muy interesante , porque a partir de ahí yo tengo la costumbre de reflexionar o preguntar ¿dónde se encuentra la fianza?
Si no hay fianza , lo siento mucho no deposito la confianza y punto pelota.
Por supuesto que la fianza puede ser de toda índole.
Aplicado a la economía Charli Munger (socio de Warren Buffett) dice entre muchas de las cosas en todo negocio , le gusta vislumbrar con claridad los intereses en juego.
Resumiendo en los negocios y en la vida en primer lugar las cartas boca arriba.
Y a lo dicho: Felices Fiestas y que en 2019 estemos todos más cerca de nuestros verdaderos objetivos de libertad, paz y prosperidad. Zorionak!!!!
Hola Jesus,
Te entiendo perfectamente. Cuando has sufrido un palo como el que has pasado es muy complejo volver a confiar.
Yo también he pasado mobbing en algún trabajo y cuando sales de todo eso desconfías, es lo lógico, porque se trata de un suceso traumatico que te marca y se debe salir de ese pozo oscuro. Una vez sales, después de luchar, debes volver a empezar, como hace el bebé que empieza a gatear. Darte cuenta de que el ser humano es bueno por naturaleza, aunque hay actitudes y actitudes.
Por eso, creo que el transfondo de lo que cuenta Ángel es en esencia algo que hay que tener muy en consideración. Porque solemos centrarnos más en lo peor, cuando hay momentos que nos marcan positivamente en la vida y no prestamos la atención que se merece.
Felices fiestas! 🙂
Hola Ángel,
Yo tengo que decir que soy una persona desconfiada por naturaleza y no me parece que sea algo tan malo. Ser desconfiado no significa que pienses que todos los que te rodean son tus enemigos (eso no es ser desconfiado, es ser PARANOICO), es ser consciente de que no los conoces de nada y que aunque te parezcan muy simpáticos y muy majos, seguro que tienen sus propios intereses que no tienen porqué coincidir con los tuyos.
Cuando alguien que no conozco de nada me propone algo, se me suele encender un piloto de «warning» que inconscientemente me avisa de los posibles riesgos que puedo correr. Yo creo que es algo evolutivo, diría que es pura supervivencia y es una habilidad que he desarrollado con el tiempo a base de equivocaciones (que me han timado, vamos) y que me gusta tener.
Una vez consciente de los riesgos, decido si corro el riesgo o no. La respuesta depende, por supuesto, del riesgo. En muchos casos, sólo estoy arriesgando unos pocos euros, o simplemente algo de tiempo.
Hay veces que la que pide soy yo, y en estos casos, no me queda más remedio que asumir el riesgo de que los demás sean unos violadores o unos asesinos en serie. En estos casos me arriesgo porque a veces las circunstancias mandan.
Tengo que decir que me he encontrado con gente de todo tipo. Generalmente cuando pides a la gente información de algún tipo (cómo llegar a algún sitio, un lugar donde alojarte, un taller cercano) o incluso que te eche una mano con algo que se te ha averiado, la gente se suele volcar sin problemas. Pero la cosa cambia cuando les pides dinero u otro recurso que cueste dinero. Tengo que decir que en esas situaciones me encuentro a gente desconfiada y LO ENTIENDO perfectamente.
Hace poco me olvidé mi móvil en el coche de una amiga, lo dejé de tal manera, que se veía perfectamente desde fuera del coche. Temiendo que no se diera cuenta de que estaba ahí y de que alguien malintencionado le rompiera el cristal para acceder al móvil (alguien malo, por supuesto), decidí pedirle a alguien hacer una llamada desde su móvil para advertirle y que lo guardara hasta que me lo pudiera devolver. Me costó 6 ó 7 intentos encontrar a alguien que confió en que no iba a salir corriendo con su móvil en la mano. Pero al final lo logré. Me encontré gente con prisa que no tenía tiempo de andar valorando si confiar o no en mí. Me pareció normal. También sabía que si insistía encontraría a alguien dispuesto a ayudarme.
Tengo que decir que también he encontrado a gente maravillosa que me ha ayudado más allá de lo razonable, pero sé que es una excepción, esas cosas no suelen pasar.
Hola Angel:
Muy buena reflexión y con ideas distintas en cada persona tal como ves 🙂 .
Creo que aunque depende también de lo que nos haya pasado, el confiar o no confiar en las personas en general, es una decisión. Una toma esa decisión y afronta lo que le trae.
Por supuesto, no somos tontos y cada uno siempre valora cada situación, pero hay quienes ante la duda deciden confiar y hay quienes deciden no hacerlo.
Yo decido confiar.
Feliz Navidad!
Un abrazo
Yo nunca he abandonado la senda del miedo y del odio. Crecí siendo víctima de bullig, mi manera de pensar cambiaba segun sobrevivia a a algunas «bromas» que me gastaban, cuando me colgaron cabeza abajo, veia todo rojo y la cabeza estaba a punto de estallarme y un monitor me soltó, después creía que vivía porque lo merecía, gran equivocación, hasta que dos años después no me tiraron de una patada contra un coche embalado, cuando estaba complaciente esperando en el semáforo al salir del colegio no desperté. Desperte a los 12 años, hay gente que no despierta nunca, vi la verdad, es solo suerte, no hay merito, el éxito, fracaso, es solo suerte. A los 16 afortunadamente me quedé aislado socialmente, y al cumplir 18-22 la vida fue mucho mas tranquila. El que la mayoría de conocidos estuvieran reprimidos por ley, saco prácticamente la violencia de mi vida.
Prefiero un millón de veces evitar una experiencia mala, que arriesgarme para conseguir una buena. Las experiencias buenas son efímeras, las malas dejan secuelas físicas que lastran toda la vida.
Vivo en burgos, allí la gente es hostil por defecto, y debido a imposiciones laborales, me he visto forzado a salir solo, porque salir con compañeros de trabajo seria atarme moralmente a este y no poder huir. Crecí siendo una presa, con lo que el miedo me avisa para huir de los problemas y salvo raras ocasiones, lo peor que me ha pasado es pelearme o que algún conocido durante 5 o 6 años, me atraque. Nada en comparación de lo que les a ocurrido a turistas que por hacer una inocente foto de colegas, pasaron la noche en urgencias.
Para un burgalés la confianza se forja a través de la culpa y el desconocimiento, es imposible que te acepten en un grupo, si no esta quien te introdujo y solo interacionan contigo si está presente, aunque pasen 20 años, quedas fuera,conservo amigos desde hace 26 años y no sabemos ni donde vivimos ni como nos llamamos.
No me arrepiento de nada, mi vida es mucho mas fácil así, no me importa caminar hacia una derrota segura si soy el último en caer
Hola Ángel,
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Pero antes no fue así. Yo generalmente desconfiaba de las intenciones de los demás, porque ya he tenido varias experiencias malas, sobretodo de gente muy cercana a mí.
Este año me ha enseñado que debo abrir mi mente para confiar más en las personas, porque como han dicho muchos de tus lectores, la gente mala es una gran minoría. Pero definitivamente es cierto que la manera en que ves la vida puede determinar tu realidad. Si la ves con miedo, desconfiarás de todo, si la ves con fe y confianza, la vida te puede ofrecer muchísimo.
También la creencia de que la gente te juzga o critica puede alejarte de personas maravillosas y puede limitarte de vivir experiencias inolvidables.
El 2019 será un año de total confianza y fe en los demás. Se que habrá una que otra decepción pero en general, se que estará lleno de experiencias positivas.
Gracias por el post!
Arrojas un poquito de luz a aquellos que están en la oscuridad. Te felicito.
Feliz Navidad para todos!
Saludos,
Nunca concuerdo con todos tus post, pero muchos de ellos han cambiado mi forma de pensar.
Este no es uno de ellos.
Siento que buscaste la manera de hacer una publicidad de marcas disfrazadas pero te salió mal.
Es mejor ser directo en estos casos porque tus lectores confían en ti y no en el resto del mundo.
La confianza se gana y aunque en momentos hay que confiar en desconocidos son casos eventuales y en los cuales nosotros recibiremos algo a cambio.
No puedes comparar en confiar en un proveedor de un servicio o producto a confiar en el mundo completo.
Corremos un riesgo para obtener algo a cambio y aún así quienes confían en pagar algo por anticipado ha sufrido de una estafa por gente envidiosa en la vida que quiere tener algo que no ha podido conseguir por sus propios medio, eso es psicología policial.
No espero o quiero respuestas de lectores contradiciendo lo que escribo porque hay libertad de expresión en estos medios, cada quien es libre de pensar cómo quiere y sus creencias son eso, suyas.
No suelo contradecir artículos xq respeto su libertad de expresión y su manera de pensar, pero este caso es diferente xq utilizas un factor social y psicólogo para hacer publicidad.
Utilizas las creencias de la gente para hacer publicidad.
Los consejos no se piden se dan y agradezco mucho tus post xq he aprendido mucho en ellos pero debes cuidar estos temas.
Hay temas de los cuales no debes tratar en sus post y esto es un consejo:
Política, Religión y psicología social.
La verdad no es lo mismo para todos.
Gracias.
¡Hola Álex!
Este artículo no es ningún tipo de «publicidad encubierta», ni ninguna marca jamás me ha pagado un euro por escribir en el blog (ni este post ni ningún otro). En cuanto a las menciones a empresas, son sólo ejemplos personales que he utilizado para que se entienda la idea que quiero transmitir. Nada más.
De igual manera, mi objetivo con el artículo no es tratar de conseguir que que todo el mundo piense como yo y adopte mis creencias. Simplemente es hacer reflexionar al lector y mostrarle que, si bien el confiar en la mayoría de la gente tiene un coste, el no confiar también lo tiene, que es algo de lo que no solemos ser conscientes.
No creo que haya de malo en compartir mis creencias y opiniones en mi propia web. Y para tu información, ni me considero ni me he considerado nunca en posesión de la verdad absoluta. Cuando publico un artículo soy consciente de que habrá gente que no esté de acuerdo conmigo, como puedes ver en los comentarios, y eso me parece fantástico.
Un saludo y Felices Fiestas.
Hola Estimado
Ángel te felicito por tu trabajo y sobre todo por la manera de ver el mundo.
Haz caso omiso a los comentarios negativos y sigue adelante, eres único y eso es algo muy bueno, que nadie más que tú hará que cambie. ☺
Saludos y Felices Fiestas.
Angel,
Excelente nota como siempre. Desde ya sé agradece que lo compartas, así como vienes haciendo desde tanto tiempo.
Y más allá de que invite a reflexionar, la postura que tomamos ante la vida, en este sentido que traes, habla mucho más de lo que uno es, que de lo que son los demás.
Nos la pasamos dibujando fronteras, y ponemos trabas. Lo que soy y no soy, y perdemos el centro. Esto que traes es un claro ejemplo, de como el otro al estar del otro lado de la valla, es potencialmente peligroso. Así, nos quedamos con una visión parcial y pobre del mundo.
Abrazo enorme para ti y todos los lectores.
Por mi experiencia estoy totalmente de acuerdo contigo Ángel. He vivido en 2 países extranjeros (vivo en uno de ellos actualmente) y al comenzar a rodar en cada uno de ellos necesitas la ayuda de quien la vida te pone por delante. He tenido la suerte de haber acertado en quién depositar mi confianza pero eso no ha evitado que haya conocido personas que no me inspiraban esa confianza por sus actitudes o acciones. Vivir fuera me ha enseñado a que lejos de tu zona de confort siguen existiendo personas que, con sus defectos y virtudes, tienen buen corazón.
Gracias por el blog y los podcast Ángel y Feliz Navidad para ti y para todos los lectores!
Hola Angel.
Me alegro de que estés con los tuyos pasando genial.
Sobre este post, según mi esposo soy demasiada confiada. Soy de las que ve solo lo bueno de las personas y también me han defraudado alguna vez, pero como tú pienso que es mejor ver lo bueno de las personas que desconfiar de todo y de todos.
Yo tengo una cosa clara; nunca espero nada de nadie. Doy porque quiero y porque me gusta ayudar. Punto. No hay más. Tengo la convicción de que ser bueno es el único camino correcto en la vida. Pero también es verdad que si no te sale desde dentro, siempre y cuando no lastimes a las personas, ni a los animales, vive como te apetece. Yo he escogido hace tiempo mi camino, ayudar a los demás y me gusta. No, me encanta. Felices fiestas.
Gracias Angel, de verdad que si es cansado desconfiar todo el tiempo. Te agradezco por seguir compartiendo tus experiencias. Saludos.
Hola, Angel.
Me suelen gustar tus entradas al blog, que entiendo todas subjetivas, por supuesto. Pero en esta, no. No es lo mismo viajar siendo un hombre joven, que una mujer joven.
Lo digo por experiencia. Y puedes preguntar a los viajeros que conozcas cuántos problemas han tenido por el mundo, y luego lo mismo a viajeras. A ver si te sale la misma proporción actuando de igual manera. Seguís hablando de viajes en igualdad de condiciones porque es lo deseable, pero irreal. Triste pero es así. Yo no puedo hacer autostop como tú ni meterme en una casa perdida del bosque con un dueño que vive solo, porque a lo mejor es una bellísima persona, o a lo mejor no. Etc. Confiar en la gente, sí, pero qué fácil es hacerlo siendo hombre.
Muy buen artículo, Ángel.
Escuché hace poco el episodio en el que entrevistaste a Patrick y he de decir que quedé maravillado por su vida y su forma de ser.
Estoy de acuerdo en que la mayoría de la gente es buena y también en que eso no implica ser un imprudente o dejar que se aprovechen de ti.
No obstante, mis padres llevan toda mi vida tratando de convencerme de lo contrario. Pero este tipo de creencias surgen por la experiencia, así que si confío en la mayoría de la gente la probabilidad se encargará de hacerme ver que es cierta.
¡Felices fiestas a todos!
Aquí tu lectora más riquiña después de mucho tiempo sin escribir 🙂
Ángel no puedo estás más de acuerdo con tus palabras. ¡Qué bonito es confiar y que poco sentido tiene no hacerlo!
Quiero contradecir la opinión de algunas mujeres que he leído en los comentarios. Ser mujer no te limita a confiar más o menos en nadie.
Yo soy mujer y he hecho CouchSurfing durmiendo en casas de hombres, he ido en BlaBla Car, he hecho autostop, he viajado sola y vuelvo sola a casa por la noche cuando salgo de fiesta. Y nunca me ha pasado nada.
Sí, quizá esté expuesta a algún riesgo más pero ello no limita mi confianza, quien lo limita es el miedo y la presión social de que te va a pasar algo.
Me gustaría resaltar que el ser mujer, en este tipo de cosas me ha abierto puertas que quizá un hombre, por el mero hecho de ser hombre, hubiese tenido cerrada. Son muchas las personas que confían más en la mujeres y que prestan antes ayuda a mi género que al opuesto.
Creo que en todo esto no se trata de ver quién está mejor o quién está peor. Se trata de disfrutar de la magia de la confianza y de sorprendernos con las sorpresas que el universo nos prepara detrás de la bondad de las personas.
Espero no sonar muy yupi, pero no veo sentido a cerrar la mente y desconfiar de todo y todos.
Disfruta mucho de estas fechas, un besiño enorme desde Vigo.
Yo antes tb confiaba viajaba sola y hacia autoestop. Hasta que un día todo eso cambio. No hace falta dar detalles. No dejes de tener un ojo avizor que las estadísticas están ahí y por desgracia acaban dándome la razón.
Eva,
Pese a que está respuesta salga desde una experiencia de hombre, me gustaría preguntarte si no crees que existiría una pequeña posibilidad de que tu nueva realidad (desde el desgraciado suceso que te pasó) pudiera ser por tu parte basada una vez más en la confianza y no en el miedo (como finalmente parece haberte pasado)?
Hola Ángel,
Estoy muy de acuerdo con todo lo que dices. Siempre lo he visto así: El coste de no confiar es mucho mayor que el coste de confiar.
Una cosa es cierta: es diferente ser hombre que mujer, pero eso no quiere decir que se mujer tenga más desventajas, simplemente tiene más ventajas en algunas cosas y más desventajas en otras:
1. Para una mujer es mucho más fácil que te acepten en Couchsurfing
2. La gente está más dispuesta a una mujer quer viaja sola que a un hombre que viaja solo.
3. Una mujer se gana antes la confianza que un hombre
Por otro lado una mujer está más indefensa. Bueno lo que quiero decir es que es diferente, pero para nada un hombre lo tiene más fácil que una mujer. Y sobre todo en Couchsurfing o en solicitar ayuda cuando se está sol@.
Un saludo
Hola!!
En lo personal, no me agrada clasificar a las personas en «buenas» y «malas», porque considero que cualquiera puede actuar «bien» o «mal» ante otros dependiendo de las circunstancias o del momento. Creo que -como dice el dicho- en la manera de pedir está el dar. He tenido que viajar a algunas ciudades de mi país donde abunda la delicuencia y la violencia, sin embargo he recibido ayuda de manera incondicional de personas desconocidas, por lo que estoy agradecida de corazón con la bondad del ser humano.
El que te la va a jugar te la va a jugar en el minuto 1 o en el descuento, eso está claro, pero yo no me fío o por lo menos he perdido la confianza instantánea en una persona, hasta que la analice un poco claro, ¿por qué?
Por confiar me robaron una bicicleta.
Por confiar me han traicionado amigos.
Por confiar se han aprovechado compañeros de trabajo.
Por confiar me han hecho alguna jugarreta familiares.
Y un largo etcétera.
Ojo, no es que piense que toda la gente es mala, ahora me limito a sopesar mucho mi valoración y supedito dar mi confianza a un exigente análisis previo…
A mí me pasó lo mismo, Jose. Estoy contigo.
Yo confié y me jodieron mucho, así pues la elección es un equilibrio sin miedo.
Saludos, buen post.
Hola Ángel! Hay una cosa muy interesante llamada «contagio emocional». Si vos te sentís amenazado constantemente por el ambiente y ves a todos como enemigos, estos terminarán actuando contigo de la misma manera. Justamente por eso es mejor tener una visión «positiva» sobre los demás por defecto, pero sin llegar a ser un ingenuo (como bien decís, se debe tener ciertas precauciones… yo no iría caminando a las 3 am en boxer por un barrio peligroso, por muy bueno que crea que son las personas).
Abrazo!
Hola Ángel.
Buen post… En tu línea.
Muy graciosas las situaciones con el chico que te «levanto» la cámara y el viajero de la Gran Bretaña. La cuestión es… ¿Has vuelto a tener experiencias similares? ¿O las que tuviste han cambiado o alterado tu conducta?
Me explico, ¿volverías a dejarle dinero a un desconocido de esa manera?
Un saludo.
Buen post Ángel, Sin embargo hay unas cuantas cosas en las que no coincidimos (cómo es normal, nadie es poseedor de la verdad).
En mi caso, para tomar decisiones suelo balancear las consecuencias de las posibles acciones; tanto positivas como negativas. Cómo si de una partida de ajedrez se tratase. En función de las jugadas que se desencadenan y de las probabilidades de cada jugada actúo o no.
Un saludo! 🙂
De acuerdo que es más complicado para chicas como dicen algunos, pero hacer un viaje sólo es una gran decisión que aportará gran valor a tu vida. El coste de no confiar, es no invertir en experiencias personales. La mejor inversión.
un saludo,
Que artículo tan lleno de buena vibra, a la legua se nota que eres una excelente persona, solo leerte contagias tu energía positiva, en mucho me identifico contigo, que Dios te de salud y te bendiga!. Aunque es una lástima bajar a leer los comentarios y encontrar (como ya es una costumbre en Occidente) comentarios de mujeres siempre quejándose y victimizándose, llegan a cansar, hablan como si uno de hombre estuvieramos exentos de ser víctimas de la delincuencia o malos tratos y tuviéramos super-poderes, pero bueno, cada género tiene sus pros y sus contras en los tratos que recibimos, pero hay que ser concientes que el mundo tiene sus peligros para TODOS, es cuestión de ser precavidos.