Soy una persona a la que le gusta “hacer cosas”. Me encanta todo lo que tiene que ver con crear, ayudar a los demás y cambiar el mundo a mejor. Por eso, siempre estoy dándole vueltas a nuevas ideas y planeando futuros proyectos.
El único problema de esta actitud es que a veces digo demasiado que sí.
Quedo con un amigo a tomar unas cervezas, me propone cualquier historia y en seguida me emociono y me comprometo a participar. O leo un buen libro, se me ocurre un nuevo negocio online y al día siguiente ya estoy trabajando en ello. Luego, cuando se me pasa el subidón, me doy cuenta de que he metido la pata porque no tengo tiempo para más tareas y me toca pagar el precio: madrugadas delante del ordenador, semanas de estrés, llamadas incómodas para cancelar acuerdos y otra serie de situaciones desagradables.
Si algo he aprendido de tropezar una y otra vez con la misma piedra es que, aunque la vida es muy larga y hay tiempo de sobra para hacer muchas cosas, no puedes hacerlas todas a la vez.
La cuestión es: ¿Cómo priorizar? ¿Qué deberías hacer ahora y qué deberías hacer más adelante?
Por ejemplo, si acabas de terminar la universidad y no sabes si irte un año a Inglaterra para aprender inglés o aceptar el puesto que te acaba de ofrecer tu tío en su consultoría, ¿cómo puedes saber qué es lo que más te conviene? O si quieres conseguir más subscriptores en tu blog y tienes que decidir entre optimizar tu SEO para conseguir más tráfico orgánico o crear un mini-ebook como incentivo para que la gente se apunte a tu lista de correo, ¿qué criterio debes usar para escoger?
El objetivo de este post es responder a esas preguntas. Y aunque parezca mentira, el secreto está en un juego que conoces bien: el juego del dominó.
¿Qué es el efecto dominó?
Seguro que alguna vez has hecho la típica cadena de fichas de dominó. Consiste en colocar todas las piezas de un juego de dominó en fila, muy cerquita unas de otras, y empujar la primera. Al caerse, esa ficha derriba a la que tiene delante, que a su vez derriba a la que tiene delante, que a su vez derriba a la que tiene delante… produciéndose una reacción en cadena que acaba con todas las fichas en el suelo.
Es una experiencia muy curiosa de ver que algunas personas han llevado al extremo.
Sólo de pensar en tener que colocar las fichas sin tirar las demás siento ansiedad
Este tipo de cadenas son bonitas, pero no tienen mucho interés. Una ficha tira a otra y ya está.
Sin embargo, en 1983, el profesor Lorne Whitehead publicó en el American Journal of Physics un artículo en el que demostraba que “una ficha de dominó puede derribar a otra ficha de dominó un 1.5 más grande, creando una reacción en cadena en la cual un pequeño empujón termina tumbando a una ficha de dominó de gran tamaño” (explicación física).
Eso significa que una ficha de 5 milímetros de alto y 1 milímetro de grosor es capaz de tumbar una ficha de 1 metro de alto y 45 kg de peso con sólo 11 fichas intermedias.
Impresionante, ¿verdad?
En este caso, el tamaño de las piezas sigue una progresión geométrica que empieza despacio pero crece exponencialmente. Mucho más interesante que el ejemplo anterior y que leerte la teoría del efecto domino física, ¿verdad? 🙂
Ahora piensa: ¿y si pudieses aplicar el principio de las fichas de dominó en tu día a día para “derribar” proyectos que de otra manera te sería imposible o muy costoso afrontar?
Cómo aplicar el efecto dominó en tu vida
La manera óptima de priorizar tus proyectos o tareas para obtener el máximo beneficio es ordenarlas de manera que se genere un efecto dominó entre ellas. “Atacar” primero aquellos proyectos que, una vez completados, te vayan a ayudar a completar todos los demás.
Veamos que ocurre cuando aplicamos esta estrategia a los ejemplos anteriores y cómo hacer un efecto domino para para priorizar y decidir entre diferentes opciones.
Irte un año a Inglaterra para aprender inglés o entrar en la consultoría de tu tío
Aunque empezar a trabajar nada más salir de la universidad significa ganar dinero y acumular experiencia desde el día 1, no saber inglés limitará tus opciones en caso de que en el futuro quieras hacer cualquier otra cosa.
Por el contrario, invertir un año nada más terminar la carrera en estudiar el idioma de Shakespeare crea un efecto dominó en tu vida profesional. Una vez que lo controles, no sólo optarás a mejores puestos de trabajo sino que podrás trabajar en cualquier parte del mundo. Además, tendrás acceso a más y mejores fuentes de información para seguir formándote, lo cual es una ventaja competitiva brutal sobre tus competidores que sólo entienden español.
La importante es que entiendas que sólo necesitas aprender inglés UNA VEZ, y que una vez que lo hayas hecho disfrutarás de los beneficios el resto de tu vida. Por eso, cuanto antes lo hagas mejor.
Y sí, es cierto que puedes estudiar inglés después del curro, pero vas a necesitar fuerza de voluntad y te va a llevar mucho más tiempo. Mi experiencia es que poca gente consigue aprender bien otro idioma sin un periodo de inmersión.
¿Optimizar el SEO de tu blog para conseguir más tráfico o crear un mini-ebook para incentivar las subscripciones?
Imagínate que tienes 1.000 visitas al día, y que tu tasa de conversión actual es de un 1%. Es decir, que el 1% de las visitas se subscriben a tus lista de correo.
Si aumentases el tráfico de 1.000 a 1.500 visitas, tus subscriptores diarios pasarían de 10 a 15 al día. Sin embargo, si creases un mini-ebook que aumentase el porcentaje de conversión del 1% al 2%, tus subscriptores pasarían de 10 a 20 al día. Y no sólo eso, sino que además crearías un efecto dominó porque todos los incrementos de tráfico que consigas de ahí en adelante te generarán el doble de resultados.
La decisión es obvia. Siempre que tengas la oportunidad, haz crecer el multiplicador en vez de incrementar la base (mejor optimizar los ingresos por cliente que el número de clientes).
Encuentra la primera ficha
La clave para aplicar esta estrategia con éxito es identificar correctamente ese primer proyecto o esa primera tarea. La ficha que empezará el efecto dominó.
Pero, ¿cómo hacerlo?
Mi sugerencia es que utilices la pregunta que Gary Keller y Jay Papasan sugieren en su libro The ONE Thing (el libro que me ha inspirado a escribir este post):
“¿Cuál es la tarea, que si la completase, haría que el resto de tareas fuesen más fáciles o incluso innecesarias?”
Es una pregunta muy interesante por dos motivos.
El primero es que habla de “la tarea”, en singular, por lo que te obliga a elegir sólo una y no varias. Sólo puede existir una primera ficha de dominó. ¿Cuál es la tuya?
El segundo es que te obliga a identificar una tarea que no sólo facilite las demás, sino que a ser posibles las haga innecesarias. Una vez que aprendas inglés, puede que ya no necesites aceptar ese trabajo en la consultoría porque tengas a tu alcance otros puestos mucho mejores.
Hazte esta pregunta todas las mañanas antes de planificar el día, y también cuando pienses en tus objetivos mensuales, anuales o varios años vista. Te prometo que tus resultados se dispararán.
Otros dos factores importantes a tener en cuenta
Aunque intentar replicar el efecto dominó es una muy buena estrategia para ordenar tus prioridades, no es perfecta. En mi opinión, también hay que tener en cuenta otros dos factores importantes:
1. DISFRUTAR DEL PRESENTE
Centrarse en crecer y maximizar beneficios está muy bien cuando hablamos de una empresa. Pero cuando hablamos de la vida, también es importante ser feliz. Por eso, no siempre te interesará hacer aquello que mejores resultados te vaya a aportar en términos monetarios o profesionales. A veces te apetecerá hacer cosas que “no sean óptimas” de cara al futuro, pero te que reporten profunda satisfacción personal. Y eso está bien.
Yo, por ejemplo, podría dedicar los próximos meses a crear un nuevo producto para mis lectores en vez de a irme de vacaciones. De esta manera, cuando por fin me fuese a viajar, podría estar generando nuevas ventas. Sin embargo, me voy a ir de viaje porque me apetece y es lo que me pide el cuerpo aunque no sea lo más óptimo económicamente.
2. APROVECHAR LA ETAPA DE LA VIDA EN QUE TE ENCUENTRAS
Cuando iba a la universidad, me llamaba mucho la atención algunos compañeros que querían ser más mayores de lo que eran. Mientras que mi única preocupación era la fiesta de la primavera y el Interrail que iba a hacer ese verano, ellos soñaban con conseguir un puesto de funcionarios, casarse y comprarse una casa.
No tengo nada en contra de esos objetivos. Cada cual es libre de que querer lo que le dé la gana, faltaría más. Sin embargo, estas suelen ser las personas que cuando cumplen los 40 se arrepienten de haber malgastado su juventud: “ojalá hubiese salido más con mis amigos”, “ojalá hubiese viajado más”, “ojalá hubiese tenido más novias”. ¿Te suena?
Mi opinión es que la vida es un camino con distintas etapas, y que cada una de ellas tiene su función. ¡Disfrútalas y no te las saltes! No intentes ser mayor antes de tiempo.
Yo, por ejemplo, soy consciente de que podría prescindir de algunos gastos e invertir ese dinero en bolsa. Que gracias al interés compuesto, 100 euros ahora valdrán mucho más dentro de 30 años. Pero aun así no lo hago. ¿Por qué? Porque soy joven y para mí es más importante disfrutar de ese dinero AHORA que ser un poco más rico a los 70 años.
Conclusiones
Espero que este artículo te haya convencido de que el orden de los factores SÍ altera el producto.
Como dice MJ de Marco en su genial The Millionarie Fastlane:
“Tu vida es como un gran roble con millones de ramas que simbolizan las consecuencias de las decisiones que has ido tomando. Las ramas que se encuentran cerca del tronco son gruesas y simbolizan las decisiones que tomas cuando eres joven, mientras que la ramas superiores son finas y simbolizan las decisiones que tomas cuando te acercas al final de tus días.”
Identifica las fichas de dominó que empiezan la cadena y construye las ramas más fuertes primero, ya que esas son las que formarán un tronco fuerte y robusto que te sostendrá en los días de tormenta y que hará que tus hojas toquen al cielo.
Y tú, ¿qué estrategia utilizas para priorizar tus tareas?
###
A finales de Marzo me voy de Madrid, y me gustaría organizar una última quedada el Miércoles, 25 de Marzo, con todos los que estéis por aquí. Si estás interesado puedes apuntarte aquí: Quedada VAM Madrid (Marzo 2015)
Este artículo está inspirado en el libro Gary Keller y Jay Papasan, The ONE Thing. La verdad es que no me convenció mucho, pero tiene un par de ideas muy interesantes.
Foto: Domino