Hoy quiero empezar una serie de posts sobre un tema tabú para muchos: el dinero.
Si llevo desde el pasado mes de Febrero viajando por Asia es porque tengo suficiente dinero como para permitírmelo. Ese dinero viene de lo que ahorré durante los 4 años que trabajé en Microsoft y lo que gané (y sigo ganando) con mi negocio pasivo online.
El dinero es una pieza fundamental para poder vivir al máximo por una sencilla razón: te permite comprar tu libertad.
A día de hoy, calculo que podría vivir en una ciudad como Chiang Mai durante más de 10 años sin tener que trabajar y sin privarme de nada. Piénsalo: ¡10 años seguidos en los que todos los días son sábado!
Aun así, estoy muy lejos de ser económicamente libre. Mi idea de vivir al máximo conlleva pasar de los 37, crear una familia, tener hijos y visitar más países además de Tailandia, y para eso necesito mucho más dinero del que tengo ahora 🙂
Muchos creen que conseguir una gran cantidad de dinero es suficiente para alcanzar la tan ansiada «libertad económica,» pero esa es sólo una pieza del puzzle. Por eso, las personas que ganan la lotería acaban arruinadas al cabo de unos años en vez de vivir el resto de su vida sin tener que trabajar, y hay compañeros de Microsoft que llevan en la empresa más tiempo del que yo estuve y que viven prácticamente sueldo a sueldo.
Para comprar tu libertad, necesitas cuatro cosas:
- Tener las creencias adecuadas
- Ganar lo suficiente para permitirte el estilo de vida que deseas
- Gastar menos de lo que ingresas
- Invertir tus ahorros adecuadamente
Cada uno de estos puntos es imprescindible en la ecuación, y al mismo tiempo un requisito necesario para el siguiente. Todo esto conlleva a una conclusión que debes tener muy clara: la libertad no tiene precio fijo y depende de cada persona y situación.
Por desgracia, en la escuela no nos enseñan nada sobre dinero, economía o finanzas. En vez de eso, nos obligan a aprendernos los ríos de España y sus afluentes que, por supuesto, es algo mucho más útil. El resultado queda a la vista: gente que sabe dónde desemboca el Miño (en el océano Atlántico) pero que pierde los ahorros de toda una vida en acciones preferentes de Bankia.
En los próximos posts trataré cada uno de estos 4 puntos en detalle pero, antes de eso, me gustaría empezar por el principio: mi relación con el dinero a lo largo de mi vida y las cosas que aprendí en el camino.
Los inicios
La educación financiera empieza siempre en la familia. En función de lo que tus padres te enseñen sobre el dinero y de cómo veas que lo gestionan, adquirirás unos valores y creencias u otros. Como siempre, el primer paso para cambiar esos valores y creencias es identificar cuáles son.
Yo tuve la suerte de nacer en un entorno con una relación muy sana con el dinero. Mi padre es profesor de inglés en un instituto y co-propietario de una pequeña empresa, y mi madre hizo magisterio pero dejó de trabajar cuando yo nací. Aunque nunca me faltó de nada, desde pequeñito aprendí a ahorrar y ser prudente con mis ingresos. Mi sueldo semanal fue siempre igual o menor que el de mis amigos, si quería un capricho primero me lo tenía que ganar, y las propinas de mis tíos y abuelos iban directamente a la hucha.
Todavía recuerdo cuando pedí mi propio ordenador. Por entonces yo utilizaba un Mac muy antiguo que teníamos en casa, pero quería un PC para poder jugar a los mismos juegos que mis vecinos Fran y Miguel. Mi padre me dijo: «Muy bien, quieres un ordenador, pero no va a ser gratis. Por cada clase de inglés que hagas te voy a pagar 1.000 pesetas imaginarias; cuando reúnas 200.000, vamos a Madrid a comprarlo.» Después de más de medio año dando clases de inglés todos los días para conseguir mi Pentium, puedes estar seguro de que lo disfruté MUCHO.
Otra creencia importante que me inculcó mi padre es que se puede tener mucho dinero y al mismo tiempo ser muy pobre. El dinero está para disfrutarlo y de nada sirve tener muchos ceros en tu cuenta corriente si luego te pasas todo el día trabajando.
LECCIONES:
- Las cosas no son gratis
- Ahorrar es importante
- El dinero es para disfrutarlo
- Calidad de vida > dinero
Mi primer trabajo
Creo que es muy importante trabajar durante la adolescencia para darse cuenta de lo mucho que cuesta ganar dinero. Es una experiencia que te enseña a valorar más todo lo que tu familia hace por ti y a ser más prudente a la hora de gastar. Hoy en día, hay muchos jóvenes que viven a costa de sus padres, no han trabajado en su vida y siguen pensando que el dinero crece en los árboles. Lo siento mucho, pero les pronostico un futuro muy negro a todos ellos.
Conseguí mi primer empleo a los 18 años con el objetivo de ganar un dinero extra para uno de mis hobbies: las cartas Magic. Era un trabajo de camarero, sirviendo bodas en un hotel. Solía trabajar viernes y sábados, en ocasiones hasta las 5 o 6 de la mañana si me tocaba quedarme a la barra libre, y me pagaban menos de 7 euros la hora. En un buen día, si hacía dos bodas seguidas, me podía sacar unos 80 euros a cambio de perder todo el fin de semana.
El efecto que trabajar de camarero tuvo en mí fue sutil, pero importantísimo. Poco a poco, empecé a ver el precio de las cosas en tiempo en vez de en euros. Una tundra (una carta Magic) pasó de costar 40 euros a costar «6 horas de trabajo y un sábado sin salir con mis amigos.» De pronto, todo me parecía mucho más caro, así que empecé a ser más prudente a la hora de gastar mi tiempo.
Hoy en día, todavía sigo viendo el dinero de esta manera. 500 euros no son 500 euros, sino 1 mes de libertad en Chiang Mai.
LECCIONES:
- El dinero cuesta tiempo
- El tiempo es el recurso más escaso y valioso que tenemos
Rebeldía e independencia
Al acabar tercero de carrera, decidí que estaba cansado de Cáceres y necesitaba un cambio, así que me monté en un autobús con destino a Madrid para transferir mi matrícula a la Complutense y solicitar varios colegios mayores. Me aceptaron tanto en la universidad como en el Santa María de Europa, pero cuando llegó el momento de pagar el primer plazo para confirmar la solicitud mi padre me lo dejó claro: «Yo no voy a costear tus borracheras en la capital. Si quieres irte a Madrid, tendrás que hacerlo con tu dinero.»
Obviamente, en aquel momento era imposible que pudiese pagarme los estudios en Madrid, así que después de mucho protestar llegué a una solución intermedia con mi padre: me quedaría en Cáceres, pero a cambio recibiría 600 euros al mes para mis gastos, que era menos de lo que costaba al mes el colegio mayor. La única condición era que con ese dinero tenía que pagarme absolutamente todos mis gastos: gasolina, móvil, viajes, restaurantes, fotocopias y libros para la universidad.
Pensaba que 600 euros al mes era mucho dinero y que iba a ahorrar una barbaridad. Sin embargo, de alguna manera, cuando llegaba a fin de mes apenas me quedaba un duro en el banco. Rellenar el depósito del coche un par de veces, un viaje a Madrid, varias noches con los amigos, algún caprichillo y se había ido todo casi sin darme cuenta. 9 meses después, apenas había ahorrado nada.
LECCIONES:
- Mientras no tienes dinero dependes de aquellos que sí lo tienen
- Gastar dinero es más fácil que ganarlo
- Tenemos más gastos de lo que creemos
- Normalmente, no sabemos a dónde va nuestro dinero
De pobre a rico
Mi siguiente lección llegó cuando empecé a trabajar en Microsoft y pasé de tener un sueldo de estudiante a ganar más dinero del que podía gastar.
Acostumbrado a los precios de Cáceres y de Albuquerque, el primer día que fui a un restaurante en Seattle y pedí un plato de 15 dólares (más impuestos y propina) me invadió un profundo sentimiento de culpabilidad. A pesar de que 15 dólares no representaban ni el 0.5% de mi salario, todavía veía los precios con mi antigua mentalidad de estudiante. Me sentía mal pagando tanto por un plato de comida que sabía que no valía más de 3 dólares.
Tuve que empezar a pensar en términos de tiempo en vez de dinero para poder sentirme cómodo con mi nuevo estilo de vida. Realmente, esa comida de 20 dólares en Seattle era más barata que la de 6 euros en Albuquerque, porque la primera costaba 30 minutos y la segunda 1 hora.
LECCIONES:
- El precio de algo es siempre relativo a tu nivel de ingresos
- Pensar en términos de tiempo en vez de dinero pone las cosas en perspectiva
Ángel Buffet
Después de un año trabajando en Microsoft, había ahorrado miles de dólares a pesar de no privarme de nada. Como tenía ese dinero muerto de risa en el banco, decidí invertirlo en bolsa.
Empecé comprando 10.000 dólares en MSFT, que al fin y al cabo era mi empresa. La apuesta salió bien y, unos meses después, vendí mis acciones y saqué un 15% de beneficios. Luego cogí ese dinero y lo metí en ARMH, la empresa que diseña los chips que utilizan las tablets y smartphones. De nuevo, tuve suerte y el precio de las acciones subió como la espuma al poco tiempo. La bolsa era maravillosa, ¡había encontrado una máquina de hacer dinero!
Fue entonces cuando Nokia anunció su apuesta por Windows Phone en vez de por Android y su cotización se desplomó de 28 dólares por acción a 12, y de ahí a 8. Yo, que ya me sentía todo un broker profesional, decidí que era el momento perfecto para comprar 10.000 dólares en NOK. A ese precio, y habiendo probado personalmente Windows Phone 7, estaba convencido de que la empresa finlandesa sólo podía ir hacia arriba. Desgraciadamente, el resto de inversores no pensaban igual que yo porque a los pocos días las acciones de Nokia cayeron hasta los 4 dólares. De un día para otro había perdido la mitad de mi dinero.
Me sentí como un completo imbécil. Durante una semana entera no puede dejar pensar en otra cosa que no fuesen los 5.000 dólares que había tirado a la basura. Sin embargo, además de lamentarme, me hice una promesa a mí mismo: lo que me había pasado no me iba a volver a ocurrir. Iba a aprender a invertir en bolsa sí o sí. Ahí fue cuando compré mis primeros libros de finanzas y empecé a estudiar sobre el tema.
Esos 5.000 dólares que perdí han resultado ser una de las mejores inversiones de mi vida.
LECCIONES:
- Comprar acciones de una compañía concreta pensando en vender a corto plazo no es invertir, es especular
- Especular en bolsa es como jugar en el casino
- Yo soy el único responsable de mi dinero
- Tener una educación financiera básica puede ahorrarte muchos dolores de cabeza
Un e-mail inesperado
Cuando recibí un e-mail de Steve Ballmer explicando que a partir del mes de Septiembre Microsoft incrementaría en un 20% el sueldo de todos sus ingenieros, me puse muy contento. Por aquel entonces estaba buscando piso y las buenas noticias significaban que podría permitirme un apartamento un 20% más caro. Sin embargo, después de mucho pensarlo, tomé una decisión que demostró ser clave a largo plazo. En vez de incrementar el coste de mi estilo de vida –un apartamento un 20% más caro, un coche un 20% más caro, restaurantes un 20% más caros–, lo mantuve exactamente igual.
Me di cuenta de que aunque ganase más no tenía por qué gastar más si ya estaba contento con mi estilo de vida actual. De esa manera, seguí haciendo lo que me daba la gana pero ahorrando un 20% más para, años más tarde, poder comprar mi libertad. 1.000 dólares más al mes significaban 1 mes y medio de vivir sin trabajar.
Gracias a que no seguí el ejemplo de algunos compañeros de trabajo, que aprovecharon el aumento de sueldo para cambiar de coche o mudarse a un apartamento más grande (a pesar de que no era algo especialmente importante para ellos), hoy puedo escribir estas líneas mientras disfruto de una reconfortante taza de té en mi albergue de Shanghai.
LECCIONES:
- Si ganas más no estás obligado a gastar más
- Ten cuidado con lo que compras o, como diría el gran Tyler Durden, «lo que posees acabará poseyéndote»
- Las decisiones económicas que tomes hoy tienen un impacto importante durante el resto de tu vida
Mi situación económica actual
A día de hoy, yo tomo todas las decisiones respecto a mi dinero. No mis padres, ni un asesor fiscal, ni un señor del banco, sino yo.
Todo mi dinero está en dólares en una cuenta de ahorros de ING excepto lo que me ingresa Amazon por la web de los ebooks. Tengo una tarjeta de débito por la que no pago comisiones en ningún cajero del mundo y una tarjeta de crédito sin comisiones en transacciones internacionales, que además me da 2 millas por dólar gastado (millas que luego puedo canjear por vuelos gratis).
Cada 15 días, invierto automáticamente en un fondo índice de Vanguard (VFFVX) que simula el comportamiento del S&P. De esta manera, diversifico tanto en compañías como en tiempo, y no tengo que preocuparme de nada. Desde el que empecé a utilizar esta estrategia el 28 de Abril del 2011 he obtenido una rentabilidad del 13.83%.
En cuanto a la gestión de mi dinero, ahorro al máximo en las cosas que no me importan (ropa, alojamiento) y no reparo en gastos en las cosas que me gustan (viajes, tecnología, café).
Sin embargo, tengo un problema: apenas tengo ingresos. De momento, no he tocado los ahorros de Microsoft porque ComprarEbookYa sigue generando dinero y en el sudeste asiático vivir es muy barato, pero en Australia, por ejemplo, no tendría ni para pipas.
Como puedes ver mi libertad no tiene precio fijo. Si viviera en el sudeste asiático sería uno, pero si decidiera irme a Australia o a otro país más caro no podría mantenerme.
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En los próximos posts hablaré, entre otras cosas, de la relación con el dinero, qué es el dinero para mí, por qué tus creencias sobre el dinero determinan en gran medida tu nivel económico y cuál es la mejor estrategia para ganar mucho dinero en poco tiempo y comprar tu libertad para el resto de tu vida.
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Este post es parte de la serie El precio de la libertad. Continúa en: El precio de la libertad II: Mis creencias sobre el dinero
La foto es de un chino que compró TODAS las cervezas que tenían en el albergue de Yangshuo. Tenía un negocio familiar en Texas que funcionaba bastante bien, así que tenía la libertad de hacerlo 🙂
Lo de la bolsa es algo que tengo pendiente. No tengo ni idea de economía. Estudiamos algo en la universidad pero nada más allá del «Jaimito tiene 100 pesetas y se compra 10 chicles de 5 pesetas…» ¿Alguna recomendación literaria para aprender sobre el tema?
Me gusta mucho esta página en español: https://www.invertirenbolsa.info/. El autor es muy realista y sabe de lo que habla.
Por cierto, como invertir en ese fondo indice (u otro) como el que indicas en España?
De eso ya hablaré en su momento 🙂
Muchas gracias, Ángel.
Me gustaría contribuir con un par de ideas.
* Para mí una buena idea es desconectar el dinero del tiempo. Todavía me pregunto cómo hacerlo de una manera funcional.
* Diferenciar entre coste y valor. El coste viene dado por el precio y es común para todos; el valor es enteramente subjetivo. Lo que para uno vale nada, para otro vale todo.
Yo empiezo a pensar en el dinero como en una energía que fluye, como el agua. Como una consecuencia de quien soy. Algo que viene con mi propia identidad. Quien soy tiene siempre todo lo que necesita; así ha sido siempre y así lo será.
¡Un Abrazo!
Hola Javier.
En el tercer post de la serie hablaré sobre desconectar tiempo y dinero.
En cuanto el coste y el valor, totalmente de acuerdo. Podríamos decir que coste es el valor que le asigna a algo la sociedad, y valor es el valor que le asignas tú y por tanto es subjetivo.
¡Un abrazo!
No reparas en gastar en café???? Eso que quiere decir? Que te has aficionado al Kopi Luwak? 😉
Me ha gustado la referencia al gran Tyler Durden. No olvido que simplemente es una película, fruto de la «industria» (y que la habré visto 20 veces por lo menos) pero creo que contiene algunos mensajes bien claros y útiles. A estas alturas no vamos a caer en sectarismos, ya somos grandecitos, pero realmente vivimos sin pensar, compramos sin pensar y trabajamos sin pensar.
El dinero no es recurso en si mismo. Es el fruto de la especulación con dos de nuestros principales recursos: tiempo y esfuerzo físico o mental (o los dos….). Y rara vez la especulación fue justa o equitativa…..
Invertimos nuestros recursos para conseguir dinero con el que comprar cosas que necesitamos, o pensamos que necesitamos. Es inevitable. Es el precio de vivir en civilización y según un estilo de vida. Así es muy fácil dejarse llevar, sin tener que pensar demasiado.
No quiero ponerme a filosofar, porque soy experto en el arte de divagar y andarme por las ramas. En los últimos diez años he pasado del consumismo más profundo al rechazo más absoluto hacia la esencia capitalista (curiosamente ha sucedido lo opuesto en mi ideología). He pasado por muchas fases, a saber: la progresista, la ecologista, la política bien intencionada, la okupa, la antisistema….y de cada una he ido cogiendo lo que me parecía más útil. En resumidas cuentas, mis conclusiones son:
Y ya me callo….que cada vez que hablo, se cae un cortijo.
Un abrazo
Muchas gracias por este post: nada como compartir tu propia experiencia personal. Yo estoy en plena reeducación, leyendo y aplicando, reaprendiendo. Para mi el dinero es pura energia, energia que haces circular. Tiene mucho que ver con lo que pienses sobre él, con los patrones mentales que tengas arraigados en tu interior. ¿Qué compras? ¿Por qué lo compras? ¿A quien lo compras?
¿Cuánto ahorras? ¿Por qué ahorras? ¿Dónde ahorras? ¿Cuánto donas? ¿Por qué
donas? ¿A quién donas? son preguntas* que te llevan a autoobservar tu propio comportamiento.
Algunos libros que me han encantado sobre este tema, aunque la lista es larga y siempre se podrá completar:
*padre rico padre pobre de Robert Kiyosaki
*los secretos de la mente millonaria Harv T Ecker
*dinero y conciencia de Joan Antoni Melé*
*El código del dinero y adelanta tu jubilación de Raimón Samsó
Gracias por la web sobre bolsa.
Un abrazo
A tu colección de libros añadiría las «secuelas» «Padre rico padre pobre» de Kiyosaki, donde profundiza más sobre aspectos que en el primer libro no le cupieron. Diría que son tres libros más.
También la web http://www.rankia.com donde empecé a entender cómo funcionaba esto de la economía (sobre todo en los foros), y me ayudó a hacer mis primeros pinitos en bolsa. Gracias a ellos soy un NO damnificado por las preferentes.
Saludos
gracias Xabier. En la web de rankia hay una persona muy buena, que además de gran economista, es un maestro en temas de cuidados del cuerpo Jose Francisco Llinares: http://esdesalud.wordpress.com/
Me ha gustado mucho el artículo, por ahí se dice, que el que no guarda céntimos, nunca tendrá un Euro.
Hace mucho tiempo viendo a una familia de nutrias, observé, que dedicaban una media hora para procurarse el sustento, es cuando me di cuenta, que la sociedad de consumo es la zanahoria que nos ponen, para seguir con la esclavitud.
¿ Que opinas de los Futuros ?
Te voy a ser sincero, Teoma: no tengo ni idea sobre qué son los futuros ni cómo funcionan 🙂
Hay cosas que cuentas en tu blog en las que me siento muy reflejado. Y esta es una de ellas. En mi casa me enseñaron a ahorrar, al igual que tú tenía una paga más baja que el resto de mis amigos y aún así compraba las cosas que me gustaban (Legos en aquel momento, Scalextric después y útiles para la bici mucho después). El tener un dinero fijo en vez de pagarme lo que quería cada vez me permitió otra cosa muy importante: organizar mi presupuesto. Una parte era para ahorrar pero otra siempre era un ahorro a medio plazo para poderme comprar ese Lego o Scalextric que quería. Para eso evitaba gastarme el dinero como mis amigos en chucherías (cosa que además mis padres me habían acostumbrado a no comer, porque no era sano y engordaba) y lo dedicaba a jugar a cosas divertidas y gratuitas como el baloncesto, ajedrez o fútbol en vez de en máquinas arcade (aunque jugara alguna vez, no me gastaba la paga en ello).
También estoy muy de acuerdo que es muy positivo trabajar en la adolescencia. Cuando estuve de Erasmus en Inglaterra con 20 años la beca que daba el ministerio (unos 100 euros) poco podía pagar. Mis padres se comprometieron a pagarme la casa y la comida y algo para mis gastos pero decidí trabajar en un restaurante de comida rápida y pagarme yo mis propios gastos y ahorrar un poco. Era complicado porque eso me impidió estar todo el día de juerga como muchos de mis compañeros, pero me sirvió para mejorar mi inglés y entender a la gente de la calle y ahorrar lo que para mí era mucho dinero. Ese trabajo fue muy duro, por no hablar inglés no podía estar de cara al público y me tocaba siempre o estar en cocina ayudando o limpiando. Me dí cuenta para que servía estudiar. Mis padres no entendieron esa decisión y pensaron que me perjudicó porque no tenía tanto tiempo para estudiar. Aprobé todo menos el proyecto final de carrera, pero porque fuí muy ambicioso al elegir un proyecto muy complejo y que al tener que leer mucho en inglés iba más lento. Ahí también aprendí que hay veces que hay que saber medir tus fuerzas pero que el autoimponerte retos incrementa tus conocimientos, aunque nadie externo a tí los valore (en este caso con calificaciones).
Con el tiempo también fui a los EEUU como tú, una espina que tenía clavada desde que rechacé una beca que me dieron el último año de carrera para ir a Kentucky. Eché cuentas en aquel momento y ví que mis padres se iban a gastar mucho dinero para que siguiera aprendiendo inglés mientras estudiaba y me pareció injusto para ellos. No fuí y tampoco lo entendieron. Me quedé con un compañero de becario en la Universidad, aprendí mucho sobre sistemas y Linux a pesar de haber dedicado casi toda mi carrera a prepararme como programador. Pero 5 años después conseguí irme a los EEUU como administrador de sistemas. No sólo mi inglés había mejorado mucho durante esos 5 años que me permitió dar el saltó allí, sino que después de estar sólo un año y medio mi inglés mejoró mucho más y además gané bastante dinero. Aún así seguí viviendo igual que cuando ganaba menos dinero en España y apenas lograba ahorrar 300 o 400 euros al mes. No me volví loco y me compré un coche (usaba el transporte público). Salía a comer y cenar fuera, pero siempre con cabeza. Ahorré mucho dinero y todavía sigo teniendo esos ahorros. Volví a España y tuve la suerte de encontrar un trabajo todavía mejor remunerado que me está permitiendo ahorrar bastante dinero. Podría vivir en un alquiler el doble de caro del que tengo pero para mi es más que suficiente. En un principio pensaba usar ese dinero en una hipoteca pero desde un tiempo a esta parte me he dado cuenta que ese mismo dinero si lo muevo bien puede permitirme pagar gran parte de mi alquiler sin tener que tocar ese dinero. Entonces me pregunto por que esa falacia de querer poseer una casa? Y si mi situación cambia o cambio de ubicación que hago con la inversión?
Lo más importante de todo es que mis padres me enseñaron a gastar el dinero en comer bien y viajar y no en ropa ni coches caros. Hoy en día sigo viviendo igual, pensándome siempre mucho donde gasto el dinero y si realmente lo necesito.
Otra cosa muy útil que aprendí en los EEUU es que a veces no necesitas la última tecnología o comprar nuevo. Existe el movimiento freecycle que hoy en día está extendido en todo el mundo. La gente en vez de tirar las cosas las regala a alguien que les pueda dar una nueva vida. En los EEUU gracias a eso no necesité gastarme apenas dinero en amueblar la casa, sólo la cama y un sofá.
Algún día tendré que hacerme una cuenta aquí en SETH para dejar de aparecer como «Guest». Personalmente el tener una administración de mi economía hasta cierto punto y ser un «rácano» va a permitir que me pueda ir a Canadá con mis ahorros. Yo no tuve esa experiencia de trabajar joven, siempre me la echo en cara y seguramente llegará el día que acabe en un bar por el simple hecho de que querré experimentarlo. Creo que pasar por todo tipo de trabajos en cierta manera diferentes es igual de valioso que pasar por todo tipo de culturas en cierta manera diferentes. Por eso mismo me gustará trabajar al menos una vez en una multinacional y por eso me gustaría montar algo al menos una vez. Creo que debemos tomarnos la vida así. Probando diferentes modalidades de juego y personajes diversos y jugar y jugar y jugar hasta que la partida se acabe. Game over.
En mi familia me enseñaron el valor de lo que cuestan las cosas porque eramos 5 hermanos. Entonces en los raros casos en los que pedía «algo» mi madre lo multiplicaba x5. Valga un ejemplo «Mamá quiero unas zapatillas nike» y mi madre decía «Hijo piensa que compraré 5 zapatillas nike y no una». El factor multiplicador era implacable para nuestras conciencias. Tampoco faltaban los ejemplos de «mira con el dinero que me ha dado tu padre podría comprarme un bolso de XXXXX como fulanita pero lo prefiero meter en la hipoteca». Esas cuentas y esos ejemplos (como mejor se aprende) se me quedaron grabadas en piedra. Resulta penoso que en los colegios como bien dices no se aprendan cosas como el ahorrar o el saber gastar en lo necesario como si tuviéramos que saberlo por ciencia infusa.
Yo todavía no se completamente lo que cuesta ganarse el dinero porque en cierta manera provengo de un ambiente saneado en cuanto a lo económico pero un día lo experimenté. Realicé un cortometraje donde tuve que ir grabando la vida de un chatarrero somalí recogiendo chatarra por toda Barcelona durante varios días. Siempre recordaré que por cada carro que entregábamos lleno hasta los topes le daban un mísero euro que resultaba ser 2 euros porque yo le daba lo que me daban por mi carro. Para mi esa experiencia y la de pagarle una comida como se merecía a «audi» (como le llamaba) fue de las mejores comidas que he pagado y es aquí donde reside para mi el auténtico valor del dinero.
El auténtico valor máximo del dinero desde mi punto de vista o experiencia personal aparece cuando es compartido con las personas que quieres, utilizado para ayudar o para crear más dinero siempre y cuando lo emplees en cosas que nada tengan que ver con lo material. No caer en la trampa del deseo material, las gilipoyeces de ir a la moda o las subnormalidades hipotecarias siempre será una muy buena inversión. Mantener la cabeza fría en cuanto al dinero es fundamental y me alegra saber que no estoy solo en esta cruzada cuando hoy por hoy a España se la están cargando por no haber sabido gestionar sus superavits…
PS: Escribo este mensaje en un portátil de hace 5 años, con un XP y unos programas de diseño una versión por debajo de la que debería tener.
Hola DaniCreations!!, descubrí el post de Angel hace poco y debo decir que me ha encatado.
Luego de leer este espectacular post, leí algunos comentario (cosa que rara vez hago), y me llamó mucho la atención tu comentario. Me identifico y comparto completamente con tus creencias sobre el dinero.
Me podrías aclarar porfavor este comentario: «No caer en la trampa del deseo material, las gilipoyeces de ir a la moda o las subnormalidades hipotecarias siempre será una muy buena inversión», ya que no me queda muy claro.
Un abrazo desde Colombia.
¡Saludos!
Pues después de leer todo el texto puedo llegar a esta conclusión, entre muchas otras: el dinero llama la dinero.
Y por qué digo esto?? pues por esta afirmación que he encontrado en el texto: «después de mucho protestar llegué a una solución intermedia con mi padre: me quedaría en Cáceres, pero a cambio recibiría 600 euros al mes para mis gastos».
En mi caso (y vengo de una familia con capacidad económica media), es impensable que mis padres me dieran 600 € al mes para «mis gastos» en la Universidad. Cierto que me pagaron la matricula, más que nada porque no tenía ingresos, pero todos los gastos mensuales me los he costeado yo ahorrando los 20 ó 30 € a la semana de paga, lo que recibía en cumpleaños, y alguna compra – venta por mi cuenta.
Si tu familia se puede costear el pagarte una pensión tan alta solo puedo significar que el camino para poder vivir sin trabajar se hace mucho más sencillo para ti que para cualquier otra persona sin esas facilidades.
¡Hola Jose!
Gracias por tu comentario y bienvenido a Vivir al Máximo 🙂
Personalmente, no creo que 600 euros al mes sean tanto, teniendo en cuenta que de ahí tenía que pagarme todos mis gastos: martícula, gasolina, fotocopias, libros, viajes, etc. Cualquier persona que estudie en Madrid paga más que eso sólo por el colegio mayor, sé de mucha gente cuyos padres se gastan verdaderas fortunas en la matrícula porque incluye asignaturas de tercera, cuarta o quinta convocatoria y luego están los que reciben dinero en forma de beca.
Así que si te digo la verdad, no creo que esos 600 euros al mes (sólo me los dieron 9 meses, en cuarto de carrera) me hayan dado mucha ventaja respecto a otras personas para llegar a donde estoy ahora.
Un abrazo!
Viviendo fuera de tu localidad puedo llegar a entender que los padres den dinero a los hijos para sufragar gastos, aunque soy partidario de que el hijo trabaje para pagarse sus gastos, pero viviendo en la misma localidad, y supongo que en la misma casa que tus padres, no veo necesario el recibir todo ese dinero.
Como ya he dicho, a mi me pagaban la matricula y, que no recordé antes, el abono mensual. Yo no iba en coche porque el gasto de combustible no me lo podía permitir, los viajes me los pagaba después de ahorrar de donde podía, no he comprado un solo libro por que he estado más tiempo en la biblioteca que en otro sitio….
Con ese dinero al mes no hace falta pensar en gestionarlo mucho porque para un Universitario medio es más que suficiente sin tener ninguno de los gastos relativos a una vivienda, comidas….
PD: aun así ahora me parece perfecta tu forma de vivir, yo salgo de mi casa a las 7:00 y suelo llegar a las 20:00, con lo que ni por asomo puedo hacer lo que tu haces. Eso sí, me da para ahorrar….. porque no tengo tiempo para gastar :(. Sí, soy ingeniero informático
Y ahora que Nokia es de Microsoft qué opinas? Cómo estarían esas acciones en este momento?
Hola Angel.
No sabes lo que me identifico contigo cuando perdiste los 5.000$ en bolsa. A mi me pasó lo mismo. Yo perdí 6.000€ y solamente tenía 16 años… Ya te puedes imaginar el drama en mi casa ya que no eramos una familia rica ni mucho menos.
Esa fué una experiencia que me marcó. Decidí que nunca más me iba a pasar eso. Desde entonces llevo formandome en bolsa en todas las ramas y ahora me dedico a full a la bolsa.
Muchas veces una situación muy dura en tu vida es la que te hace tomar un rumbo u otro. Podía haber abandonado la bolsa para siempre, pero nunca me he rendido. Ahora puedo decir que me han devuelto los 6.000€ y con intereses!
Un saludo Angel y es un placer leerte.
Buenos días! Me gustaría hablar contigo sobre bolsa de forma extendida. Te importaría dejarme un mail o alguna forma de comunicarnos. Un saludo
Un excelente artículo Alex! por cierto quisiera preguntarte por el tema de forex, si conoces esta opción te parece buena o no?? si la respuesta es positiva que rentabilidad anual juzgarías óptima en forex, que tal te parecería un 36% osea un 3% mensual, buena mala??
Me llamo Ángel, y no tengo ni idea de qué es el Forex 😛
Que tal Angel, muy buen Post hermano te felicito.
Un abrazo desde la Ciudad de Mexico.
Por cierto cuales fueron esos libros de Finanzas con los que comenzaste a estudiar.
Alex gracias por compartir tu experiencia en relacion con el dinero.
Saludos desde Mexico… mi pais, en donde necesitamos mas conocimiento e informacion financiera.
Hola Angel, muy enriquecedor y práctico tu post,
Una pregunta, cómo se llama esa tarjeta de débito que no pagas comisiones
y la tarjeta de crédito??
Gracias.
Las tarjetas de débito y crédito que él utiliza son del ING Bank.
Hola, ¿cómo empezaste a trabajar en Microsoft en USA al terminar la carrera en Cáceres?
Hola Ángel.
Gracias por el post. Aunque me gustaría un ejemplo más práctico, porque desde un punto de vista en el que se puede ganar un buen sueldo parece todo muy fácil. Pero como harías tú para lograr la libertad financiera desde un perfil como el mío. Tengo 30 años, el graduado escolar, no sé idiomas, trabajo en la construcción y no sé de otra cosa, soy mileurista. Mi sueldo se me va en alquiler, comer, internet y teléfono. El mes que me da para guardar algo es porque he echado muchas horas (a parte de las 9 diarias que hago). Lo que ahorro lo tengo que gastar periódicamente en ropa y gastos necesarios. Ningún lujo,excepto algún café y salir una vez al mes a comer fuera.
Yo también podría ahorrar de alguna manera y tener libertad financiera? O simplemente para alcanzar esa quimera tienes que tener un perfil concreto? Qué harías tú en mi lugar? Yo sí que empecé a trabajar joven y no me sirvió como aprendizaje de nada. De malvivir solo.
Al leer este post me he sentido como leyendo la historia de mi vida. También tengo padres profesores que me enseñaron a valorar el dinero desde pequeño y durante la uni fui de los pocos que tenía que buscarse la vida para ganar lo suficiente como para poder disfrutar de mis hobbies (como el snowboard, deporte más apto para ricos que para estudiantes).
Ahora con 27 años vivo en USA trabajando como arquitecto y todavía siento puñaladas en el corazón cuando me gasto 7$ en una cerveza jajaj.. pero por suerte me las puedo permitir!
Un saludo desde Minneapolis y enhorabuena por el blog! (te empecé a leer hace 4 años cuando vivia en Polonia y por algún motivo abandoné tu blog durante varios años; pero me alegra ver que sigues al pie del cañón!).