Rara vez nos damos cuenta de que podemos eliminar cualquier cosa de nuestras vidas, en cualquier momento, en un abrir y cerrar de ojos.
— Carlos Castaneda, Viaje a Ixtlan
Estoy sentado en la terraza de una cafetería en Chiang Mai, Tailandia. La temperatura en la calle es de 28 grados, pero el ventilador que tengo a mi lado me manda una agradable brisa que me mantiene fresco. A mi alrededor hay gente de distintos países del mundo desayunando, charlando y leyendo el periódico. Puedo escuchar a los camareros hablando entre sí en tailandés, con ese tonillo agudo tan característico, y los ruidos de las motos cruzando la calle se mezclan con el de la cascada artificial que decora el jardín. Mi único plan para hoy es ir al gimnasio, pero salvo eso no sé que haré el resto del día. Hace tiempo que no leo, así que quizá continúe explorando la ciudad y entre en algún café que parezca acogedor a leer alguno de los libros que me han recomendado mis lectores. O quizá pase la tarde en el albergue tomando un zumo bien frío mientras socializo con Aoi, la dueña, y los otros huéspedes. La verdad es que no me preocupa demasiado, lo iré viendo sobre la marcha.
Hace sólo 3 meses mi vida era muy diferente. Vivía en Seattle, en una cabaña de madera de una habitación. Tenía muebles de Ikea, una cocina completa y una televisión Samsung de 32 pulgadas. Todas las mañanas me montaba en mi Mazda 3 negro y cruzaba el lake Washington para ir a mi oficina sin ventanas en el campus principal de Microsoft. Por la tarde volvía a casa, iba al gimnasio, quedaba con mis amigos o mi novia, y me iba a dormir. Mi vida estaba perfectamente estructurada y cada día era una copia casi exacta del anterior. Los fines de semana eran los únicos días que introducían alguna novedad en la rutina, y las 3 semanas de vacaciones al año eran fantásticas pero se me quedaban cortas para todos los viajes que quería hacer.
El problema estaba en que cuando miraba al futuro no me gustaba lo que veía. Me veía exactamente igual que entonces pero más mayor, con hijos, y con un coche y una casa más caros. Me veía estresado, sin suficiente tiempo para mi familia y mis proyectos personales. Me veía yéndome a la cama cada noche arrepentido por haber vendido mi juventud a cambio de una vida cómoda, en vez de a haber seguido mis sueños. Y como no me gustaba lo que veía, decidí cambiarlo.
En sólo 15 días renuncié a mi trabajo, cancelé el contrato de alquiler, vendí todas mis posesiones excepto 2 maletas, me despedí de mis amigos, dejé a mi novia y me volví a España. 2 meses y medio después aterricé en Tailandia con tan solo una mochila a la espalda y sin billete de regreso.
¿No paras de quejarte?
Si te sientes asfixiado por el día a día y no paras de quejarte, recuerda que puedes eliminar cualquier cosa de tu vida en sólo un abrir y cerrar de ojos.
¿No te gusta donde vives? Múdate.
¿No te gusta tu trabajo? Renuncia.
¿No te gusta tu relación? Cámbiala o termínala.
¿No te gustan tus amigos? Conoce gente nueva.
¿No te gusta el tráfico? Ve en bicicleta.
Quizá no sea fácil. Quizá no quieras hacerlo. Pero PUEDES hacerlo en cualquier instante, incluso hoy. Cuando operas desde este punto de vista, recuperas tu poder y el control sobre tu vida en un santiamen.
Deja de quejarte. En vez de eso, actúa o cambia la manera en la que ves la situación.
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La foto es de la cafetería Blue Diamond, en Chiang Mai.
Me ha encantado Chiang Mai, así que voy a quedarme aquí unas semanas para dejar de ser un turista y sumergirme de lleno en la cultura tailandesa. El próximo lunes empiezo mis clases de tailandés con un profesor particular.
Maravilloso.
Creer en ti mismo y perseguir tus sueños. Es lo elemental para ser feliz.
Un abrazo.
Gracias por recordarnos .. Puede ser una gran tentacion culpar eventos externos en vez de tomar la responsabilidad propria. Suerte con el tailandés
Excelente post!!! suerte con tu viaje…
Que razón tienes!!
Me encanta como te expresas…..gracias
Angel!
Tienes tanta razon! Yo renuncie a mi trabajo, porque decidi que no queria estresarme mas, y ahora estoy pensando en mudarme, porque tampoco estoy feliz en donde vivo. Si en algun momento pense, en si hacia lo correcto, ahora, gracias a ti, estoy convencida que si.
Un abrazo!
Tanta razon en lo que dices, me ha llegado en un momento justo.
Saludos
Hola Ángel!
Hace poco empecé a leer tu «vida» ya que pasó por momentos d cambio en la mía.
Me gusta mucho tu blog.
Pero me acabas de dejar «Muerto…María» que dice mi hermano.
Te pusiste a aprender Tailandes!!! Olé tus huevos!!!
No leo mucho, pero esta cambiando eso gracias a ti y tu blog!!
Dicen que a veces para algunas situaciones el sufrimiento es inevitable, sin embargo, el quejarte es opcional…
Tu tienes el poder de decidir como tomarte las cosas.
Saludos!
Eduardo
Me encanta!
Lo que planteas acá es bastante arriesgado, pero sin duda tiene todo el sentido, no podemos vivir atados a rutinas que nos vuelvan polvo, para aparentar algo ante los demás.
Soy una persona eternamente enamorada, siempre soy la que se enamora mas en una relacion, y me parecio genial el post y es increible tan rapido cambiar todo y tus decisiones quizas no fueron tan faciles pero… ¿Dejaste a tu novia? Como puedes abandonar los momentos vividos juntos y sentimientos compartidos, no lo entiendo.
¡Hola Ángel! Hace tiempo que me recomendaron leer tu blog. Había aterrizado en tu página en enero de este año, pero ya tu sabes el flujo de información que hay en la vida moderna. No leí pero siempre recordé. Y hoy en un día lluvioso sobre Santiago de Chile, me he sentado a mirar y quise conocerte del inicio.
Te encuentro razón. Es lo que me pasó a mí, y mientras que era «joven» (digamos antes de tener hijos) no me atreví. Pero finalmente tomé las decisiones a los 34 años. La vida es una aventura llena de aprendizajes.
Te seguiré leyendo.
Un abrazo, Catalina
Hola Ángel:
¿Qué tal?
Es interesante leer y observar como tomaste riendas de tu vida.
Como leí en algún comentario, la vida moderna te lleva a lugares que jamás en tu adolescencia pensaste en emprender.
En estos momentos, me siento en una etapa de mi vida que necesito darle un giro, entregarle adrenalina. Estoy en mi zona de confort, y la verdad no me gusta, y cada día siento que mi esencia se apaga.
A la mierda lo establecido y los prototipos, es hora de tomar rienda, y hacer lo que realmente te gusta y apasiona.
Vida hay una sola, no se puede comprar ni regalar.
Hay que atreverse a salir del dogma.
Un abrazo.
Es una reflexión demasiado unilateral.
Es fácil decir que vas a irte y a dejarlo todo de lado cuando no tienes ninguna responsabilidad, eje: Una hipoteca, un hijo, padres enfermos, etc, etc, etc.
No todo el mundo lleva el estilo de vida de la persona que escribió este artículo, y no siempre se puede abandonar todo asi, sin más.
Sin lugar a dudas, hay que tratar de realizar los sueños, pero es una búsqueda que debe realizarse inteligentemente, y que no puede estar sustentada en el egoísmo.
Hola soy de Chile. Cansada de la vida que llevo siento que me he esforzado mucho y lo único que tengo es personas incompetentes a mi lado y vacías. Estoy con ganas de cambiar todo eso para lograr devolver la sonrisa en mi vida. Soy optimista y buena persona.