Curioseando en la comunidad del blog de Tynan me encontré con este hilo sobre libros que te han cambiado la vida (que me he tomado la libertad de adaptar aquí). Me sorprendió ver que varias personas mencionaban Ikigai, libro de Sebastian Marshall. Nunca había oído hablar de ese libro ni del tal Sebastian, pero como sólo costaba $7.77 me lo compré.
Ikigai me enganchó desde el primer minuto. Aunque algunas partes me parecieron un poco repetitivas, me ha hecho reflexionar y ha sido una fuente de inspiración para dar lo mejor de mí mismo de ahora en adelante. A continuación me gustaría compartir con vosotros las ideas que más me impactaron del libro.
La pregunta del millón de dólares
“La pregunta del millón de dólares… ¿Por qué la gente no aprovecha las grandes oportunidades que tienen a su alcance? ¿Por qué no permiten que sus sueños se hagan realidad? Porque significa que el resto del mundo no te entenderá. Y necesitamos que los demás nos entiendan, es algo fundamental, es muy importante para nosotros”
— Sebastian Marshall
Según Sebastian, las vidas de la gente no son tan distintas unas de otras. Sí, hay a quién le gusta el baloncesto y quién prefiere la carpintería, pero es una diferencia mínima. A rasgos generales, todo el mundo vive en una casa o en un apartamento, va a trabajar durante el día y pasa el resto del tiempo con su familia o dedicado a sus hobbies. Pero, ¿qué pasa si te sales del camino establecido? ¿Si decides, por ejemplo, vivir en una auto caravana para no pagar alquiler o no ir a la universidad y aprender por ti mismo? Que la gente deja de entenderte. Renuncias a una vida normal.
Por eso tenemos miedo a seguir nuestros sueños, porque suelen ser muy distintos a una vida normal. Y yo lo he vivido en mis carnes. Cuando le conté a mis padres que iba a dejar Microsoft para irme a viajar por el mundo me dijeron que estaba loco; cuando le dije a mi jefe que me marchaba no era capaz de entenderlo y se pensaba que había tenido algún problema personal; cuando la gente me pregunta que a qué me dedico y les hablo de mi web y de que espero no volver a tener un trabajo de oficina nunca más me miran como si fuese un bicho raro. El precio de seguir tu propio camino es volverte un renegado social, y no todo el mundo está dispuesto a pagarlo.
El peor de los mejores
“Voy a dejar de compararme con la gente de mi edad. Voy a empezar a compararme con las grandes figuras de la humanidad”
— Sebastian Marshall
Si eres joven y te comparas con el resto de gente de tu edad, es muy sencillo estar en el 1% de arriba. Como dice Sebastian, “hoy en día la mayoría de jóvenes no tienen sueños, no tienen ética, no tienen fuerza. No defienden nada, no quieren nada, no hacen nada. Si lo intentas, aunque sólo sea un poquito, acabarás siendo mejor que la mayoría.” AMÉN. Sólo con sacarte la carrera en sus años y leer algún libro en vez de pasar todo tu tiempo libre viendo series y bebiendo alcohol ya estarás en mejor lugar que el 90% de tus compañeros.
Pero… ¿qué pasaría si en vez de compararte con la gente de tu edad te comparases con las grandes figuras de la humanidad? ¿Dónde estarías si te comparases con Confucio, con Artistóteles, con Gandhi, con Benjamin Franklin? Posiblemente también en el 1%… PERO DE ABAJO.
Es muy fácil caer en la auto-complacencia cuando vemos que nos va mejor que a la gente de nuestro alrededor, pero eso es apuntar muy bajo. En vez de eso, vamos a compararnos con la gente que cambió el mundo, que construyeron cosas que todavía perduran a día de hoy. Es un buen toque de atención para que no nos acomodemos y demos lo mejor de nosotros mismos en cada momento.
Aspirar sólo a ser feliz es apuntar demasiado bajo
“¿Por qué no ser hedonista? Porque realmente, ¿a quién le importa tener más serotonina y más dopamina en el cerebro?”
— Sebastian Marshall
¿Qué es la felicidad? No es más que la combinación de varios químicos en el cerebro -serotonina, norepinefrina y dopamina- que hacen que los humanos nos sintamos bien. Sabiendo esto, ¿tiene algún sentido que el fin último de tu vida sea generar la mayor cantidad de estos químicos en tu cabeza? ¿Acaso eso le importa a alguien más que a ti?
Sebastian diferencia entre dos tipos de felicidad:
- Baja felicidad: estar contento, los placeres sensoriales… es decir, todas esas cosas que generan los químicos que nos hacen sentir bien
- Alta felicidad: los sentimientos de triunfo, camaradería, epifanía, sabiduría…
Para él, sólo merece la pena perseguir la alta felicidad porque está alineada con el objetivo principal de su vida: la expansión de la raza humana. Basar su existencia en perseguir la baja felicidad sería malgastar sus capacidades como ser humano. Eso sí, no podemos descuidar nuestros niveles de baja felicidad, ya que es necesario que estén dentro de unos mínimos para poder funcionar correctamente.
Desactiva el piloto automático
“Haz las cosas por algún motivo”
— Sebastian Marshall
¿Alguna vez has hecho algo sin saber por qué? Yo sí. Cuando llevaba dos años viviendo en Seattle me puse a mirar casas con la idea de comprarme una. Si en ese momento me hubieses preguntado por qué lo hacía, te hubiese respondido con alguna frase hecha como “es una buena inversion” o “alquilar es tirar el dinero.” La realidad es que no sabía el motivo por el que quería comprarme una casa y, a pesar de ser la inversión monetaria más grande de mi vida, ni si quiera me había parado un minuto a reflexionar si esos motivos que yo daba por ciertos eran realmente ciertos.
Estoy totalmente de acuerdo con Sebastian en que la mayoría de la gente hace cosas sin saber por qué. ¿No me crees? Hazte algunas preguntas: ¿Por qué has ido a la universidad? ¿Por qué te has comprado una casa? ¿Por qué vas a trabajar todas las mañanas? Todas estas son cosas importantes de tu vida, y posiblemente las hayas hecho sin tener un motivo claro. Te vendrán a la cabeza respuestas como “porque el tener una educación universitaria me ayudara a conseguir un mejor trabajo”, pero ¿es eso cierto? ¿Has llegado tú a esa conclusión o la has escuchado por ahí? Sé sincero contigo mismo.
Cuando vayas a hacer algo, pregúntate siempre el motivo por el que lo vas a hacer, asegúrate que de verdad eres tú quién lo ha decidido y que no estás haciendo falsas asunciones.
Cantidad vs. Calidad
“Si quieres crear algo excelente, necesitas crear muchas cosas. Si quieres crear muchas cosas, crearás mucha mierda. Si quieres crear algo excelente, necesitas crear mucha mierda”
— Sebastian Marshall
En un estudio, dividieron a los alumnos de una clase de alfarería en dos grupos. El primer grupo fue evaluado en función de la cantidad de vasijas que hicieron durante el curso; a más peso, más nota. Por el contrario, los alumnos del segundo grupo sólo tuvieron que hacer una vasija durante todo el curso y fueron evaluados en función de la calidad de esa vasija. Al acabar el curso, ¿qué grupo hizo las mejores vasijas?
Párate a pensarlo por un minuto. ¿Ya lo sabes?
Las mejores vasijas las hizo el primer grupo. ¿Por qué? El motivo es muy sencillo. Mientras los del segundo grupo estaban teorizando sobre cómo hacer la vasija perfecta, los del primero estaban manos haciendo vasijas y mejorando sus habilidades.
Muchas veces nos obsesionamos con hacer algo perfecto a la primera. A mí me pasaba mucho con la escritura. Me sentaba a escribir y pensaba: tengo que escribir una obra maestra, un post que impresione a todo el mundo. Dos horas después, había borrado todo lo que había escrito porque no era lo suficientemente bueno y estaba frustrado conmigo mismo por no haber hecho nada en dos horas. Tuvo que venir Marina a decirme que me relajase y me diese permiso para escribir “la mayor mierda del mundo”, algo tan malo que me diese vergüenza que alguien que no fuese yo lo leyese, pero que escribiese todos los días.
Esa es la clave. Escribir todos los días. Programar todos los días. Crear todos los días. Porque mientras creas estás mejorando, y por pura probabilidad si creas mucho acabarás creando algo bueno. Crear mucho es la única manera de crear algo bueno.
Deja que el mundo juzgue lo que has creado
“Real artists ship”
— Steve Jobs
Esta cita abre uno de los capítulos de Ikigai. He decidido dejarla en inglés porque no existe en español una buena traducción para el verbo “to ship”, que significa sacar un producto al mercado, ponerlo a la venta, compartirlo con el resto del mundo. Steve Jobs dice que los verdaderos artistas no esconden lo que han creado, sino que lo lanzan ahí fuera y dejan que la gente lo juzgue, y Sebastian nos explica el por qué.
Es muy difícil determinar cómo de bueno es un proyecto en el que has trabajado, porque estás emocionalmente ligado a él. Normalmente, cuando creas algo, eres incapaz de predecir cómo reaccionará la gente cuando lo vea/use. Lo que creías que era una obra maestra puede pasar desapercibido, y lo que creías que era normalillo a veces tiene un gran éxito. A mí me paso recientemente con este post, que había escrito para mí y no consideraba nada del otro mundo, pero cuando lo publiqué en Facebook inspiró a mucha gente.
Si shipeas lo que haces, tienes la oportunidad de ganar. Si no shipeas, no ganas. Es más, ni si quiera pierdes. No recibes las lecciones, ni el feedback, ni conectas con otra gente de tu mismo campo. No sientes la satisfacción y el subidón de shipear. Por eso, siempre que produzcas algo, shipéalo, compártelo con cuanta más gente mejor. Al fin y al cabo, ¿qué pierdes si la cosa sale mal?
Miedo a lo bueno
“Deja de tener miedo a que las cosas te vayan bien. Ve a por los grandes tratos y no dejes escapar las buenas oportunidades”
— Sebastian Marshall
Muchas veces somos nosotros mismos los que nos ponemos barreras para no conseguir lo que queremos. Hace poco, hablando con mí amiga Ana sobre sueldos, le dije que ella podría ganar 5000 euros al mes si quisiese, que tiene talento para ello. Reaccionó inmediatamente diciendo que soy un flipado, que eso es mucho dinero y que es imposible. Por supuesto, mientras ella lo crea así, será cierto. Inconscientemente se ha prohibido a sí misma ganar más de lo que ella considera posible.
A mí me pasaba algo parecido con las mujeres. Creía que, por ser un chico con un físico normal que viste normal, no podía ligarme tías buenas pijas de estas que la gente te mira por la calle cuando vas con ellas. Me autoconvencía a mí mismo diciéndome que “es que a mí no me gustan las pijas”, cuando la realidad es que con esos vestidos era imposible que no me atrajesen. No hace falta que diga que no me comía un rosco con este tipo de chicas. Es más, ni lo intentaba porque no me sentía digno. Sin embargo, hace poco decidí cambiar esta creencia por otra más útil y beneficiosa para mí: que soy una persona valiosa, con muchas cosas que ofrecer, y que soy perfectamente digno de ligarme a pijas, modelos, camareras, relaciones públicas y cualquier tipo de mujer. Unos días después, boom! estaba besándome con una chica “fuera de mi nivel”.
No tengas miedo a las mejores cosas de la vida. No te pongas barreras. Te mereces todo lo bueno que te ocurra.
Si no sabes qué hacer con tu vida…
“Es totalmente normal y no es algo malo el no saber qué quieres hacer con tu vida. Deja de preocuparte y empieza a construir con la esperanza de que lo acabarás averiguando. Lo acabarás averiguando. Y una vez que lo averigües, estarás contento de haber desarrollado habilidades y recursos, de haberte hecho amigo de personas excepcionales y de haber hecho cosas buenas.”
— Sebastian Marshall
Ahhh, la eterna pregunta: “¿y qué narices hago con mi vida?” Por algún motivo, creemos que todo el mundo lo tiene súper claro menos nosotros, y con eso lo único que hacemos es meternos más presión. Queremos una respuesta AHORA MISMO. Sin embargo, la realidad es muy diferente. En mi experiencia, muy poca gente sabe lo que quiere y la mayoría se siente perdida mientras vive con el piloto automático encendido.
Pero traigo buenas noticias. Es PERFECTAMENTE NORMAL el pasar por una época en la que no tienes ni idea de qué es lo que quieres hacer con tu vida, así que no te agobies. Lo importante es que confíes en que tarde o temprano lo acabarás averiguando y que, mientras tanto, te vayas preparando para ese momento. ¿Cómo? Sebastian nos da algunas ideas:
- Desarrolla tu propio sistema ético
- Haz buenos amigos, consejeros y mentores que sean personas fuertes y decentes
- Aprende habilidades universalmente útiles (negociación, escritura, hablar en público, artimética…)
- Consigue algunas referencias positivas
- Ahorra algo de dinero
- Estudia historia para saber qué es posible
- Establece buenos hábitos
- Ponte sano y en forma
- Aprende cómo pensar
Ahora mismo yo me encuentro en ese punto: no hay ningún trabajo o proyecto que me llame tanto la atención como para involucrarme en él al 120%. Sin embargo, sé que me gusta mucho viajar y sé que en el pasado ha sido algo muy beneficioso para mí, así que mientras averiguo en qué es lo próximo en lo que me meto voy a viajar por el mundo aprendiendo cosas útiles y conociendo a gente.
No entregues tu libertad
“Endeaudarse mutila la habilidad de un hombre para hacer lo que quiere con su vida. Mantente lejos de las deudas a toda costa”
— Sebastian Marshall
¿Pensando en pedir una hipoteca a 30 años para comprarte una casa? Piénsalo dos veces. ¿Acaso sabes dónde estarás y cómo será tu vida dentro de 10 años? ¿Y de 5? ¿Y de 1? ¡Pues imagínate dentro de 30! Comprarte una casa con una hipoteca significa endeudarte y renunciar voluntariamente a tu libertad durante los próximos 30 años, y eso es algo que no te conviene. ¿Que te ofrecen un trabajo mejor en otra ciudad? No puedes irte. ¿Que te echan del trabajo? O consigues dinero para pagar cada mes o te quedas sin casa.
Evita endeudarte A TODA COSTA o entregarás tu libertad a aquel a quien debes dinero. Y tu libertad es lo más valioso que tienes.
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Estas son sólo algunas de las ideas que encontrarás en las páginas de Ikigai. Si te han gustado y te han hecho reflexionar, te recomiendo encarecidamente que te leas el libro completo.
Si buscas Ikigai en español no lo encontrarás, sólo está disponible en inglés y en versión Kindle a través de Amazon USA. Puedes leer más sobre su autor, Sebastian Marshall, en su página personal.
Excelente. Gracias, Ángel.
Muy buenas,
Me he sentido totalmente identificado con algunos de los fragmentos que he leído a lo largo de tu blog. Es mi filosofía, viajó adentrándome en el alma del mundo, disfruto de la gente, su comida, su cultura, cultivo sanamente mi cuerpo y mente. Sin embargo, me surge una duda con uno de tus últimos párrafos. HIPOTECA = Cortar mi libertad.
Actualmente estoy viviendo en otro país, Irlanda concretamente. Los sueldos son más altos y mi puesto de trabajo también lo es. Me aporta a final de mes una suma con la que puedo perfectamente afrontar todos los gastos (incluyendo mis aportaciones mensuales en mi cartera) conservando el 60% de mi salario.
Es por ello, que durante estas dos semanas de reclusión en casa he estado reflexionando sobre el tema de la hipoteca.
Como bien dices, no sabemos dónde estaremos en 1, 5 y mucho menos 10 años. Pero en mi caso me he propuesto quedarme unos 3 años más (mínimo) en este país, con su consiguiente perfeccionamiento del idioma, conocimiento del área en la que desempeñó mi trabajo y otras variables emocionales.
Considerando mi plan de 3 años en Irlanda con alquileres de 1.500€ y superiores, ¿Es la cantidad total al cabo de tres años razón de peso para ser invertidos en una vivienda en vez de seguir pagando un alquiler?
Agradezco tu aportación al mundo libre de internet.
Quedo a la espera de tu respuesta.
Gracias VIVIDOR
JK
Gracias, gracias, gracias. Estoy en esta epoca de pandemia dandome la cabeza contra la parede por querer encontrar lo que me haga feliz, realizada, encontrar (nuevo concepto aprendido para mi) mi Ikigai. Mi motivo de vida.
Me encanta Ángel, un gran post! Si me permites añadir algo, incluiría la técnica de los 5 porques en la sección de desactivar el piloto automático, se trata de cuestionar cada respuesta con un nuevo porque hasta llegar a 5 niveles. Muy pocos razonamientos, y solo los buenos, sobreviven a los 5 porques y es cuando se descubre su verdadera naturaleza y la raiz de las ideas, o cuando se descubren que son ideas estúpidas.
Fantástico aporte Ángel. Muy inspirador y aprovechable para “la expansión de la raza humana”. Gracias.
¡Hola, Ángel!
Yo ya voy más o menos por la mitad del libro, y creo que como todo libro de este tipo, tiene ideas que me encantan y otras que me dejan un poco más fría. Las que tú has anotado aquí, precisamente, son de las que más me han gustado.
De todas formas, dos críticas para Sebastian:
Primero: la edición del libro es escasa o inexistente. He hecho la prueba y buscado unos cuantos capítulos en su blog, y son corta y pega de los posts, así tal cual. Eso no me parece muy bien. Primero, porque dificulta la lectura del libro. A mí me está costando darle una estructura a lo que me cuenta, porque a veces repite la misma idea tres veces en dos páginas o vuelve sobre lo que ya ha explicado antes. Esto es normal en un blog, cuando entiendes que tienes que repetir lo que has dicho en otras ocasiones para que se comprenda un post de forma aislada, pero no en un libro. Además, creo que para alguien que defiende que hay que exigirse mucho, que quiere hacer las cosas bien y que se compara con las grandes mentes, hacer un corta y pega de su blog y vendérselo a la gente es algo contradictorio.
Segundo: como muchos autores que te encuentras en el campo del desarrollo personal, creo que a Sebastian le falta algo de realismo. Creo que está muy sesgado y se dirige a un tipo de gente muy específico: los que ya estamos “medio bien” y queremos más. Lo de “consigue un poco de felicidad y sigue adelante” es bastante difícil. A la gente le cuesta un montón salir del sufrimiento. En ese sentido, creo que simplifica demasiado, pero entiendo también que es “parte de su encanto”.
Hoy estoy muy espesa y me estoy expresando fatal 😀 Pero quería contribuir. Buen post, en cualquier caso. Oye, ¿puede ser que se te haya olvidado añadirle los enlaces? Lo digo por el párrafo de los “real artist ship”, donde dices “A mí me paso recientemente con este post, que había escrito para mí y no consideraba nada del otro mundo, pero cuando lo publiqué en Facebook inspiró a mucha gente.” No sé si en “este post” debería ir un enlace a otro o te refieres al propio comentario de Ikigai.
Vaya chapa que te he echado 😀 Un abrazo grande y cuídate.
¡Hola Marina!
Totalmente de acuerdo con lo que comentas del libro. Yo también pienso que se podría haber mejorado MUCHO con una ligera edición y estructura. Hay muchas ideas que se repiten continuamente y al acabar te quedas con la sensación de que el autor podría haber escrito lo mismo con muchas menos palabras.
Sobre el tema del realismo, está claro que Ikigai no es para todo el mundo. Sebastian escribe exclusivamente para gente que se encuentra en el estado de coraje o más allá, y hay que tenerlo en cuenta al leerlo.
Gracias por darte cuenta de lo del link! Sí, se me pasó meterlo, así que voy a arreglaro ahora mismo 🙂
Un abrazo!
Me a gustado mucho…y es un rollo que solo este en ingles………aaaaaaagggggg…..el libro de Ikigai…gracias
Uyy, me siento como Alicia mirando hacia el hueco en el árbol!
Gracias por crear este sitio!
Voy a leer más y más!
Buenas… casualmente he encontrado este post y me ha parecido genial. La verdad es que me encuentro en un momento de mi vida en el que me doy cuenta de que no he estudiado casi nada , y a pesar de considerarme bastante listo siento un hartazgo por no saber hacia dónde encaminar mi existencia teniendo en cuenta mi limitación académica. Me he metido en una especie de circulo vicioso del q no puedo salir… no estudio por que no tengo tiempo, no tengo tiempo porque tengo que trabajar, tengo que trabajar para tener dinero, tengo que tener dinero para poder vivir… y al final ni tengo tiempo, ni dinero ni estudio ni me siento completo… no se, espero que el libro me ayude a ordenar un poco mis ideas porque creo que es justo por donde debo empezar ya que cuando se sabe a que puerto se va es bastante mas probable llegar a el….
Joer como divago!…. en esencia… gracias por el post
Buenas tardes Ángel!
Descubrí por casualidad tu blog y la verdad que me ha encantado, te felicito por el coraje que tienes y te envidio por todas las experiencias que debes estar viviendo en esos viajes tan largos!
Estoy intentando encontrar el libro que mencionas en tu post pero me está siendo imposible, simplemente encuentro la versión para Kindle en Amazon 🙁 Alguna idea de dónde podría encontrarlo?
Muchas gracias y mucha suerte!
¡Hola Laia!
Aquí la tienes: Ikigai. Eso sí, ¡está en inglés!
Un abrazo!!
Increíble Ángel.
Me encanta la idea de Shipear el arte.
Me ha encantado este post. Incluso creo que si me leyera el libro, me quedaría con tu Post como referencia de lo que dice el libro de todos modos jaja
Un abrazo Ángel y gracias por compartir todo esto! 🙂
Buen día , ángel
Tu blog me parece muy excelente , solo pienso que nuestra existencia tiene una esencia mucho mas profunda, cuando en realidad no se quiere ser el común denominador y no sabemos que queremos o estamos confundidos porque somos polifacéticos allí es el momento donde pregunto quien soy,es cierto que se debe tener una “FELICIDAD ALTA” Pero esto vive aquí en el mundo siendo todo materialista por lo tanto el ser humano tiene que encontrar su propósito de vida ligado a su espíritu ya que el mundo material se acaba como trabajo , comida,amigos ,hasta la propia vida etc…. Es algo infinito en la vida del hombre, inexplicable así como q pasará despuescde nuestra muerte..
Muchas gracias por su atención prestada.☺
Gracias! Lo leeré =)
Excelente artículo Angel, voy a pillar este libro para leerlo completo. Ya que seguramente me ayudará
“To ship”: Zarpar. Atreverse a salir del puerto. Saludos
Hola Ángel! Me gustaría contactar por privado, para hacerte unas preguntas. Además veo que ahora estás por Tailandia, y es el destino que tengo en mente para irme. Mil gracias!! Enhorabuena por el blog!! 😉
Probablemente no te acuerdes de mi. Soy un adolescente, de 17 años, que te escribió un correo, hace como 6 meses, que decía lo siguiente: “10 cosas que Vivir al Máximo debía mejorar”. En el te explicaba que no tenías nada que mejorar. Solamente había escogido ese título para captar tu atención.
En estas navidades la pasé muy mal. Quería responderme la pregunta: ¿Que demonios voy hacer con mi vida?
Y no fue hasta que lei este artículo que no debería preocuparme, o al menos no exceso, por responder la pregunta. Que el tiempo mismo será quien decide.
Este post me inspiró tanto, que me incentivó a escribir un post a partir de este escrito. Me gustaría que lo vieras y me dieras tu opinión al respecto:
Saludos
Acabo de descubrir el blog y me está ayudando un montón!!!
En cuanto al tema de la hipoteca, lo hice justo hace 12 años y no puedes tener mas razón!!! qué ganas de deshacerme de ello tengo!
Hola Angel! Mi nombre es Mariela, tengo 29 años y estoy pasando exactamente por ese no saber que hacer, con bastantes proyectos pero sin las ganas al 100% de terminarlos o de ser constante… eso me tiene bastante angustiada porque considero que si algo te gusta tenes que querer hacerlo siempre y con ganas y me hace sentir mejor leer las cosas que escribiste. Asi que Muchas gracias!
Saludos desde Argentina
Gracias por la recomendacion, lo tendre en cuenta!!! Gran reflexion sobre todos estos temas que nos quitan el sue;o y por tu sinceridad sobre estos temas, gracias Angel.
Me has encantado, hace tiempo que vi este libro y me llama bastante la atención. Tu post me ha abierto mentalmente, tienes toda la razón, nosotros mismos somos los que nos ponemos barreras para no mostrar de lo que realmente somos capaces, ¿por qué motivo? Seguramente miedo.
Muchas gracias!!
Hola Ángel,
Llegué a tu blog a través de una búsqueda en google que decía algo como “cómo darle un cambio a tu vida”. Casi me daba vergüenza escribirlo pero enseguida aparecí en tu blog el cual comencé a leer desde los post más recientes y me enganchó tanto que me fui a la última página para leer todo lo que has publicado sin perderme detalle. Tu blog ha despertado en mi una expectación que ningún otro sobre ningún otro tema lo había hecho nunca. GRACIAS!!
Comencé a escribirte para contarte mi historia y cuando llevaba 2 páginas de Word descubrí que no tenías el contacto abierto, pero eso no me ha detenido en absoluto para continuar siguiéndote y me sirvió para tomar un poco de perspectiva sobre los que había vivido los últimos años.
Sin embargo, con este post, me ha surgido una duda ya que he encontrado incongruencias entre lo que había creído aprender en otro y este que nos ocupa. Es la parte de las deudas y las hipotecas.
Para ponernos en situación sin mucho rollo, tengo 30 y tantos, ingeniera de telecomunicaciones, trabajo en una multinacional, me pagan bien pero me aburro y me faltan horas al día para leer más, aprender más cosas, viajar más y eso que no desperdicio ni un segundo de mi tiempo libre. ¿Te suena, verdad?
En uno de tus posts hablabas de conseguir una fuente de ingresos mensual que te ayuden a poder vivir como quieras y ponías el ejemplo de cómo tus padres, cuando se mudaron, no vendieron la anterior casa sino que la alquilaron. Hoy, con la nueva hipoteca pagada, pueden usar el dinero del alquiler que les genera la primera vivienda como pequeña fuente de ingresos extra. En esta entrada, previenes sobre los endeudamientos y la entrega de libertad.
Mi caso es que tengo un dinero ahorrado suficiente como para CASI pagar un piso a tocateja y mi plan era comprarlo, alquilarlo y pirarme de una ciudad que hace ya tiempo que no despierta mi curiosidad por diversos motivos. El dinero que me falta (un 25%) lo puedo devolver cómodamente y sin intereses. En 5 años ya no tendría deuda.
Llevo un par de meses dándole vueltas a si esta decisión es la acertada o no porque también podría coger el dinero que tengo, largarme y durante varios años no tendría que preocuparme de mi supervivencia. Sin embargo, mi cabeza bastante bien amueblada y mis miedos, me impiden seguir un plan que supone ver disminuir mi ahorros mes a mes y vivir sin proyección.
Sería fantástico recibir algún consejo por tu parte.
En cualquier caso, si no tienes tiempo para contestar, te deseo lo mejor y estoy segura de que nos cruzaremos en alguno de nuestros viajes por Asia.
Cuídate!
Gracias, Ángel ―gran apellido, el tuyo―. En un precioso concierto en la capilla del Palacio Real de Madrid la persona que remataba mi última fila tenía en el regazo un libro, Ikigai. Al llegar a casa he buscado, he dado contra esto.
Te doy la enhorabuena por este blog, y a los comentaristas. Yo solía considerar el tema “autoayuda” como buenismo «cheap». También me recordaba el caso del Barón Munchausen, que volaba con sólo estirar hacia arriba de los cordones de sus zapatos. O el cuadro “El castillo de los Pirineos” de Magritte: una estructura que se justifica a sí misma, «… porque yo lo valgo, me despojo de la gravedad porque sí.» Y pensaba que estadísticamente lo normal es el fracaso, y el pico de éxito suele ser ajeno.
Ahora estoy reseteándome.
Como Umbral, hablando de mi libro… A ver si logro que alguien se interese por la economía de monedas sociales y complementarias.
Gracias por leerme. La atención, como el agua o aire limpios, el silencio o la energía… ¡Otro recurso escaso hoy!
Sigue así. Bendiciones, Ángel.
¡Hola Ángel!
Por casualidad llegué a este post y me encantó cómo resumes las ideas más importantes de este libro. Hay personas que definitivamente, como mencionas, nos da miedo emprender algo fuera de nuestro estado de confort, aunque sea nuestro sueño, y aveces cuando lo imaginamos solo nos quedamos con el ” algún día tendré tiempo y podré hacerlo”.
Qué padre que al igual que otros también hayas empezado a ir en contra de lo normal y lo ordinario para ser de los sueños extraordinario.
Un saludo afectuoso hasta ese lugar del mundo donde esté.
Hola Ángel,
Me da gusto saludarte, es un placer leer todo lo que escribes. Gracias por hacer lo que haces, para mí ha sido de gran ayuda.
Traté de hacer la compra en Amazon USA pero no me permite ya que mi cuenta es de Amazon México y también lo tiene disponible, y así creo que no se aplicaría tu comisión, ¿podrías hacer un enlace para Amazon México?
Saludos.
Como puedo conseguir el libro, me pueden compartir el link de descarga, o alguien que me puede ayudar a conseguir el libro