Me encanta viajar ligero. Recientemente estuve 7 meses recorriendo el sudeste asiático sólo con una mochila de 28 litros y en ningún momento eché en falta una maleta más grande. Cuando le cuento esto a la gente piensan que estoy loco, pero sólo porque no saben que en otros países también tienen lavadoras (shhh, es un secreto).
Una de las grandes ventajas de tener tan poco equipaje es que no tienes que facturarlo al salir ni recogerlo al llegar, con el consecuente ahorro de tiempo y dinero. Sin embargo, tampoco puedes llevar botes de más de 100 ml, ya que desde el 11-S está prohibido meterlos en la cabina del avión.
Esta regla es un verdadero coñazo para todos los que no pretendemos cometer atentados. Si bien es cierto que ya se puede comprar todo en tamaño viaje, hay veces que se te olvida o que no puedes encontrar lo que necesitas porque estás un país remoto, y te aseguro que no hay nada que dé más rabia que el que un chino te confisque tu AXE.
El domingo pasado fue mi vuelo a la India y para variar había preparado mi equipaje a última hora, así que llegué a Barajas con una lata de desodorante y un bote de gomina de los grandes en la mochila. Como no me apetecía nada que me los tirasen a la basura en el control de seguridad y tener que reemplazarlos nada más llegar a Nueva Delhi, utilicé mi técnica secreta para hacerlos invisibles.
Si estás pensando en cómo burlar los rayos X de los aeropuertos y en que te voy a enseñar una técnica sofisticada, olvídalo. A continuación te cuento en qué consiste y verás lo simple que es engañar a la máquina de rayos X.
La técnica de Kaito
Imagínate que tienes un desodorante y un bote de gomina como estos:
Lo normal es guardarlos en la mochila en posición horizontal (paralelos a la cinta), como se muestra en esta foto:
El problema es que la máquina de rayos X graba la imagen desde arriba, así que si lo haces de esta manera te pillarán seguro.
La clave está en colocarlos en posición vertical (es decir, perpendicular a la cinta). Tendrían esta pinta:
De esta manera los botes aparecerán en la pantalla del ordenador como círculos y pasarán desapercibidos 😀
Esta técnica parece muy simple, pero funciona de maravilla. El domingo sin ir más lejos tuve que pasar dos controles diferentes, uno en Madrid y otro en Ámsterdam, y no tuve ningún problema para pasar líquidos en el aeropuerto.
Así que ya sabes: si en tu próximo viaje no te apetece comprar los botes pequeñajos, esto es lo único que tienes que hacer.
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Y tú, ¿tienes alguna técnica útil que utilizas cuando viajas?