“Me gustaría trabajar por Internet igual que tú. ¿Por dónde empiezo?”
Esta es una de las preguntas más comunes que me hacen mis lectores. Desafortunadamente, me es imposible responder individualmente a cada uno porque apenas sé nada sobre él y porque no es una pregunta que se pueda responder en dos líneas.
Por este motivo, he decidido empezar una serie de posts para todos aquellos que quieran aprovechar las ventajas que ofrece Internet para ganar más dinero, llevar una vida más libre y ser más felices.
En este primer artículo quiero empezar por los cimientos: aclarar qué es y qué no es Internet, qué es un negocio online y cuáles son los componentes fundamentales de cualquier negocio por Internet.
Qué es y qué no es Internet
Muchas personas ven en Internet la solución a todos sus problemas. Creen que un negocio online es la píldora mágica que les permitirá hacerse ricos en dos días o pasarse el resto de su vida sin trabajar, bebiendo caipiriñas en una playa de Brasil gracias a los ingresos pasivos.
Si tú eres una de estas personas, siento decepcionarte pero estás totalmente equivocado.
Es cierto que Internet ha creado más millonarios de menos de 40 años que ningún otro medio, pero la mayoría de la gente todavía sigue sin entender el porqué. No es porque sea fácil ni porque exista una técnica secreta que tú desconoces, sino por las grandes ventajas que ofrece el mundo online. Y para que entiendas en qué consisten, te lo voy a explicar con un ejemplo.
Imagínate que quisieses abrir una librería. ¿Cuáles serían las diferencias entre montar una librería online que vende ebooks y montar una librería física que vende libros en papel?
MILLONES DE CLIENTES POTENCIALES EN TODO EL MUNDO
El número de posibles clientes que puede tener una librería física está limitado por su localización. Como es lógico, es mejor abrirla en la Gran Vía de Madrid, por donde pasan decenas de miles de personas cada día, que en un barrio residencial a las afueras de Cuenca. En el primer caso la exposición a posibles clientes es mucho mayor. Al haber más gente que pase por allí, también habrá más gente que se sienta atraída por algún artículo del escaparate y acabe haciendo una compra.
Sin embargo, en ambos casos el número de clientes es limitado. Nadie de Barcelona va a ir hasta Madrid sólo para comprar un libro que puede encontrar al mismo precio a tres manzanas de su casa, ni tampoco va a esperar tres días a que le llegue por correo cuando puede tenerlo ya y además ahorrarse los gastos de envío.
Una librería online, por el contrario, no tiene límites. Cualquier persona de cualquier parte del mundo puede visitarla 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año, con su iPad, en pijama y desde el sofá de su casa mientras se toma un café. Además, como el ebook es un producto digital, puede comprar uno y estar leyéndolo un minuto más tarde.
El alcance global de los negocios por Internet es una grandísima oportunidad, especialmente para los habitantes de países con un coste de vida bajo. Si trabajas en Bolivia o en Tailandia y operas en Suiza o en Australia puedes vivir MUY BIEN con tan solo unas poquitas ventas.
BAJOS COSTES
Tener un local físico es caro, y cuanto mejor localizado esté más caro es. Además, al precio del local tienes que sumarle posibles obras, mobiliario y otros gastos como luz, agua y demás. Eso supone una gran inversión y también un gran riesgo en caso del que el negocio no funcione rápidamente, ya que normalmente nadie alquila mes a mes.
En el caso de una librería online, el único “local” necesario es un plan de hosting y un dominio para alojar la página web que se puede conseguir por unos 60 euros al año. Es cierto que si no sabes de diseño web te tocará pagar a alguien para que te monte la página, pero aun así te saldrá muchísimo más barato que cualquier obra física.
Los bajos costes hacen que cualquier persona con un portátil y una conexión a Internet pueda empezar un negocio online, y además te permiten lanzarte sin miedo porque si fracasas vas a perder muy poco dinero.
AUTOMATIZACIÓN
Para gestionar una librería física necesitas personas de carne y hueso que abran el local, vendan los libros, cobren a los clientes, reciban llamadas y hablen con los proveedores, entre otras cosas. Eso significa que o lo haces todo tú o contratas a empleados que lo hagan por ti. El problema de los empleados es que son poco “automatizables” porque necesitan a alguien que les enseñe a hacer el trabajo, se ponen enfermos, hacen huelgas, piden aumentos de sueldo y se van a otras empresas. Además salen bastante caros y sólo trabajan 8 horas al día.
Lamentablemente, te guste o no, tu tiempo y energía son finitos y no vas a poder encargarte de todo. Si quieres que tu negocio en Internet crezca, tarde o temprano tendrás que contratar personal y ocuparte de todo lo que eso conlleva.
Una librería online, por el contrario, emplea varios sistemas informáticos que se encargan de los distintos aspectos del negocio: alojar la página web, procesar los pedidos, gestionar los pagos, almacenar los ebooks… Contratar ordenadores es mejor que contratar humanos porque los ordenadores son capaz de realizar muchas tareas a la vez, funcionan las 24 horas sin cansarse, hacen exactamente lo que les dices, son baratos y no se quejan.
Crear un sistema de estas características es precisamente lo que te permite separar tu tiempo de tu negocio, que todo funcione automáticamente y de esta manera conseguir los famosos ingresos pasivos (más sobre este tema en el próximo post).
MORALEJA: Si un programa informático o un robot son capaces –o lo serán en un futuro próximo– de hacer tu trabajo, deberías empezar a buscar otro trabajo.
AGILIDAD
En la mayoría de países, abrir una librería física es un proceso lento. Necesitas encontrar un local, acondicionarlo, darte de alta en autónomos, conseguir las licencias pertinentes, pedir el inventario inicial… y un sin fin de tareas más. Por mucha prisa que te des, desde que tomes la decisión de arrancar hasta que tu pequeño negocio abra sus puertas pasarán varios meses.
En Internet, afortunadamente, no tienes este problema. Puedes tener tu página web funcionando en 24 horas (aunque normalmente te llevará un poco más), y en muchos casos puedes permitirte el lujo de no pagar la cuota de autónomos hasta que estés facturando cientos de euros al mes de manera consistente.
Con la promoción de tu negocio pasa exactamente lo mismo. Gracias a plataformas de publicidad como Google AdSense o Facebook Ads, en un par de horas puedes conseguir que tu público objetivo esté viendo tus anuncios y además puedes medir su efectividad y modificarlos en el momento, algo imposible en el mundo offline.
ESCALABILIDAD
La escalabilidad es el resultado de todas las características anteriores. Es la mayor ventaja de los negocios online y el motivo por el que tanta gente se ha hecho millonaria (o vive muy bien) gracias a Internet.
Para entender en qué consiste, primero debes saber que los beneficios de cualquier negocio vienen determinados por la siguiente fórmula:
Beneficios = unidades vendidas x margen por unidad vendida
La mayoría de negocios físicos tienen una limitación en el número de unidades que pueden vender cada día.
Nuestra querida librería, por ejemplo, sólo puede acomodar a un cierto número de clientes al mismo tiempo en función del tamaño del local, y los empleados únicamente pueden vender un número limitado de libros por hora.
Lo mismo pasa con un negocio de clases particulares en el que los profesores tienen un número máximo de alumnos por hora, o con un restaurante que sólo puede servir comida a tantos clientes por día.
Esto quiere decir que los beneficios del negocio están limitados de entrada, y que salvo que el margen por unidad vendida sea muy elevado esos beneficios nunca podrán ser muy altos.
Un negocio online no tiene esa limitación. Una vez que el sistema está funcionando, una librería virtual puede vender 1.000, 10.000 o 1.000.000 ebooks al día a clientes de todo el mundo sin problemas. El desafío, por supuesto, es encontrar a tanta gente con ganas de comprar libros y conseguir que entren en tu web, pero técnicamente no existe limitación alguna. Cuanto más tráfico de calidad envíes a la página, más ventas harás y mayores serán tus beneficios. Pura matemática.
***
Como ves, no existe la magia ni los milagros en el mundo online. Internet simplemente es una plataforma que ofrece una serie de ventajas a la hora de empezar ciertos tipos de negocios (¡no todos!), pero el empezar un negocio que funcione sigue siendo igual de complicado que siempre.
Los componentes de cualquier negocio online
En la sección anterior puse como ejemplo una librería que vendía ebooks, pero dudo mucho que estés pensando en montar una librería online. Afortunadamente, las mismas ventajas son extrapolables a la gran mayoría de negocios que se te ocurran. La clave está en entender cuáles son los tres componentes imprescindibles de cualquier negocio online.
1. Una plataforma digital
Todos los negocios por Internet cuentan con una plataforma digital: una especie de “local virtual” cuya función es convertir a los visitantes que llegan a él en clientes, un proceso que a veces puede llevar un tiempo. Normalmente se trata de una página web, pero también puede ser un canal de Youtube, un podcast, una lista de correo…
Al igual que el mundo offline, algunos negocios disponen de un local propio mientras que otros prefieren alquilarlo dentro de un gran “centro comercial” como eBay o Amazon, a cambio de un porcentaje de sus ingresos o de una cuota mensual.
Tu plataforma es un sistema informático que funciona de forma automática o semiautomática, y por tanto tu único objetivo es conseguir que lleguen a ella el mayor número de gente posible.
2. Tráfico cualificado
Una de las grandes ventajas de tener un negocio online es que cualquier persona con acceso a la red puede visitar tu plataforma desde su portátil o su teléfono móvil. Sin embargo, esto también tiene sus inconvenientes. Al contrario que una librería física, que en función de su localización será vista como mínimo por un cierto número de personas cada día, tu plataforma comienza siendo invisible. La gran ciudad de Internet tiene infinitas calles, y si la gente no conoce la dirección de tu negocio nunca podrá encontrarlo.
Este es el verdadero desafío de cualquier negocio online: no crear un buen producto o tener una web bonita, sino conseguir que la gente visite tu plataforma, lo que se conoce como tráfico. Pero cualquier tipo de tráfico no sirve. Tiene que ser tráfico cualificado, es decir, personas interesadas en lo que tienes que ofrecer (el que un millón de chinos visiten tu tienda en español te servirá de poco).
Si decides alquilar un local dentro de un centro comercial (por ejemplo, publicando un ebook en Amazon), te beneficiarás de las millones de personas que ya visitan ese lugar cada día. Eso te ayudará a arrancar, pero no resolverá por completo tu problema de invisibilidad ya que seguirás teniendo que competir con otros miles de locales por la atención de los visitantes. Para diferenciarte de tus rivales tendrás que hacerte popular, pagar un extra para destacar o promocionar tu negocio fuera del centro comercial para que haya gente que vaya allí buscándote a ti exclusivamente.
Si optas por construir tu propio local, tendrás que publicitarlo utilizando alguna de las muchas herramientas que existen para ello. Las hay gratuitas (contenido de calidad, redes sociales, comentarios en otros blogs, posts en otros blogs, SEO) y de pago (Adwords, Facebook Ads, banners en otras webs, anuncios en medios offline).
3. Algo que vender
Por último, si pretendes ganar dinero, necesitas tener algo que vender. De nada te servirá que tu plataforma digital sea la más bonita del mundo o que la visiten un millón de personas al día si no genera beneficios.
A través de tu plataforma puedes ofrecer 4 cosas:
- Productos físicos: artesanías, libros, DVDs…
- Productos digitales: cursos online, ebooks, música en MP3…
- Servicios físicos: trabajo de fontanería, servicio de limpieza…
- Servicios digitales: creación de un logo, consultoría por Skype…
Quiero recalcar que el proceso de venta, a diferencia de lo que muchos piensan, no tiene por qué ser complejo. Lo único verdaderamente imprescindible es que tus clientes te puedan pagar y que tú puedas hacerles llegar lo que han comprado. Todo lo demás son florituras.
Para que veas un ejemplo de lo sencillo que puede llegar a ser esto, te invito a que eches un vistazo a la web de plantillas para personas bajitas de mi amigo Miguel. Tiene 5 páginas, las compras se hacen a través de un formulario de contacto y él envía los productos contrarrembolso. FIN. Y, aunque no lo creas, con ese sistema tan primitivo ha facturado miles de euros.
Además de la venta de productos y servicios, existen también en Internet otros modelos de negocio más complejos. En el fondo siguen siendo ventas de productos y servicios, pero no se ven a simple vista:
- Publicidad. Vendes a Google o a otra empresa de publicidad los clics de tus visitantes
- Afiliación. Vendes tus servicios como comercial, recomendando productos o servicios de terceros a tus visitantes a cambio de una comisión
- Generación de leads. Vendes posibles clientes (leads) a otras empresas
Existen más modelos de negocio, pero estos son los principales.
Conclusiones
Internet no es el santo grial ni la piedra filosofal que convierte cualquier objeto en oro. Es simplemente una nueva plataforma que tenemos a nuestra disposición para comunicarnos y que, por su naturaleza, ofrece muchas ventajas a la hora de empezar un negocio.
En el fondo, el funcionamiento de un negocio online es exactamente el mismo que el de un negocio tradicional: encontrar personas interesadas en lo que tienes que ofrecer y venderles algo a un precio más alto que el que a ti te cuesta producirlo. La diferencia está en las herramientas, que ahora son una página web en vez de un local comercial y un blog en vez de un anuncio en el periódico, y en lo que se vende, que ha pasado de ser un libro de papel a ser un libro electrónico.
Puedo asegurarte que no vas a ganar un pastizal por Internet en dos días (y deberías desconfiar de todo aquel que te prometa algo así), pero también quiero decirte que si te tomas el tiempo necesario para aprender todo sobre negocios y experimentar con distintos negocios online te puede ir muy bien, porque nunca han existido tantas oportunidades como ahora y a tan bajo coste.
Espero que este post te haya ayudado a entender cuáles son las ventajas de los negocios en Internet y cómo funcionan. En el próximo artículo de la serie hablaremos de ingresos pasivos: qué son, en qué se basan y qué negocios online son los mejores para generarlos.
###
Si tienes cualquier duda o pregunta sobre el contenido del post o sobre cualquier cosa relacionada con los negocios por Internet, deja un comentario e intentaré responderla en las futuras entregas de la serie.
Foto: Para montar tu propio un negocio online tendrás que mancharte las manos… como yo arreglando mi bicicleta en la Quebrada de las Conchas de Cafayate (Salta, Argentina). El esfuerzo merecerá la pena y luego estarás feliz y sonriente 😉