Veamos: levanten la mano quienes hayan pensado alguna vez abrir una página nicho, o estén ya frente a un proyecto de estas características. ¿Cuántos? OK… suficientes. Con las ideas más o menos claras, con mayor o menor fortuna, a muchos de vosotros se os ha pasado alguna vez por la cabeza intentar iniciar un proyecto online, a través de la captación de tráfico y su posterior conversión en dinerillo, ¿a que sí?
Bien, pues olvidémonos de la segunda parte, y vamos al origen de todo: resulta que para captar tráfico hay que generar contenidos que atraigan a la gente. Y los contenidos hay que… crearlos. ¡Crearlos! Crear, escribir, juntar letras, montar frases con sentido partiendo de la nada más miserable… una tarea ardua, no siempre agradecida y que encima consume bastante de lo único que no podemos recuperar en nuestra existencia: el tiempo.
En este escenario, parece lógico plantearse la subcontratación de las labores de redacción y creación de los contenidos escritos de una web. Existen argumentos a favor de hacerlo; los conozco bien y en esta misma página hemos hablado de ello en alguna ocasión. Yo voy a exponer la otra cara de la moneda.
Tirando de experiencia personal, y con la venia de los copywriters presentes entre la audiencia, voy a contaros 7 motivos razonados para vencer la pereza y evitar subcontratar la edición de contenidos en una página nicho. Vamos a asegurarnos de que el personal conozca bien los pros y los contras de esta práctica. Y a partir de ahí, que cada cual decida.
1. Diferénciate del resto del mundo
Internet está de moda. Muchos usuarios ven las páginas nicho como una oportunidad. El embudo cada vez tiene la boca más grande, porque el umbral de acceso es bajo, cada vez lo intenta más gente, y por tanto cuesta más diferenciarse de tu posible competencia.
Una buena forma de diferenciarse es escribir los contenidos uno mismo, sin vacilaciones, cargando con tu mochila de errores, vicios y por supuesto con tus tics, que todos los tenemos cuando se expresarnos se trata. Ningún profesional tendrá nunca tu mismo punto de vista, ni las mismas opiniones, ni tu experiencia, ni tu toque personal -acaso tosco e imperfecto- a la hora de contar las cosas.
2. Conoce mejor tu nicho
Este quizá sea para mí el motivo de más peso. Para que tu portal tenga éxito es condición indispensable que domines, conozcas o como mínimo estés interesado de algún modo en la temática sobre la que vas a escribir. De lo contrario, a la larga no funcionará. Es difícil ganarse la vida con algo que no conoces.
Escribir diariamente los contenidos de tu página, y buscar la información necesaria para ello, acelerará ese proceso de capacitación. Te permitirá estar al día de tu sector, identificar oportunidades/novedades para añadir a tu web, o mejorar la estructura de contenidos del sitio de una manera natural, casi sin darte cuenta, y mucho más potente que si te vieras obligado a mantenerte informado de otra manera.
Quizás empieces a escribir tu página como un simple aficionado, pero con el tiempo puedes llegar a posicionarte como experto en el sector que hayas elegido. Hay que trabajarlo. Si lo consigues, puedes toparte cualquier día con un abanico de oportunidades en forma de invitaciones para escribir en otras páginas como experto en tu materia, participar en blogs importantes como invitado, dar cursos o charlas, etcétera. ¿Te imaginas escribiendo en un portal nacional o dando una ponencia acerca de un tema sobre el que no has escrito nunca? Si no escribes tú mismo los contenidos de tu página te estarás cerrando muchas de estas puertas.
3. Ahorra dinero o inviértelo en formación
La exigencia en el mundo online es alta y los buscadores cada vez inventan más reglas para que al final en realidad no sirva ninguna regla: gana quien ofrece el mejor contenido. No llegarás lejos con una página nicho (ni con ningún otro tipo de portal web) si sus contenidos no son de la máxima calidad. No digo de calidad, digo de la máxima calidad.
Si buscas a alguien que te ofrezca ese nivel, ten presente que los mejores editores profesionales son caros. Caros porque valen lo que cuestan y porque se ganan la vida con ello, no porque sus tarifas sean inmerecidas. Antes que caros, es más justo decir valiosos.
Al principio no siempre se puede asumir el gasto fijo que suponen los (buenos) editores o redactores profesionales. Y a veces, aunque puedas asumirla, quizá esa carga se convierta en un lastre inicial del que tu proyecto nunca llegue a recuperarse. Ángel lo cuenta muy bien este artículo: Lo que aprendí invirtiendo más de 5000 € en una página viral.
Si crees que no se te da bien, fórmate y entrena tu redacción. La redacción y la expresión escrita, como cualquier otra habilidad, se pueden aprender y perfeccionar. ¿Te da pereza ponerte a escribir? ¿Tienes problemas con la ortografía o con la redacción? ¿Te cuesta expresar con claridad las ideas que tienes en la cabeza? ¿Qué tal si inviertes el dinero que te van a costar los escritores en un buen curso de escritura creativa, creación narrativa, técnicas de escritura rápida, corrección de estilo, etcétera?
Apuesto a que en tu trayectoria digital has invertido dinero en cosas mucho menos productivas. Ese plugin o ese tema que nunca has usado, aquel curso súper-avanzado que en realidad nunca llegaste a aplicar en la vida real… a lo mejor es buena idea empezar por afianzar los cimientos, ¿no crees?
4. Gana libertad
Cuanto menos dependas de nadie, tanto mejor. ¿Qué ocurre si tu copywriter te falla o sufre indisposiciones en el período de ventas más importante del año? Como mínimo tú tendrías que ser capaz de cubrir su labor con garantías. Pero claro, si no lo has hecho nunca…
¿Y si te encuentras con una noticia de actualidad que debes añadir a tu web inmediatamente? ¿Y si tienes una idea brillante que quieres plasmar en tus contenidos YA mismo? ¿Qué haces, te pones a explicarle a tu redactor todo lo que tienes en la cabeza? ¿por email, por teléfono, por Skype? ¿Pero esto no iba de ahorrar tiempo?
Incluso cuando se opta por subcontratar una parte de los contenidos, uno nunca debería renunciar al hábito de escribir sus propios artículos en su web.
5. Escribir ayuda a escribir
Perogrullada (coloquialismo): Verdad o certeza que, por notoriamente sabida, es necedad o simpleza el decirla.
Si quieres ganar dinero en la red, la escritura es una herramienta de tu trabajo. Y a mejor herramienta, mejor trabajo. No se trata de saber dónde va una tilde ni de aplicar correctamente las reglas de puntuación; esas cosas se enseñan en los colegios. Se trata de escribir con rapidez, fluidez y claridad.
Dominar la expresión escrita te permitirá, por ejemplo, optimizar el tiempo de que dispones, ser capaz de aprovechar microperíodos de 10-15 minutos libres para producir trabajo, tener capacidad de reacción ante el pulso de la actualidad, o evitar el síndrome de la hoja en blanco.
Ya hemos dicho que la expresión escrita es como cualquier faena: a medida que se practica se va perfeccionando. Si no estás acostumbrado puede que al principio tardes mucho en escribir un artículo, o te veas inseguro… pero nunca mejorarás si renuncias a practicarlo. Si eres constante, dentro de un año serás capaz de escribir mejores artículos y en menor tiempo de lo que lo haces ahora. Garantizado.
Si te sirve de ayuda, yo uso varias técnicas para evitar desperdiciar un solo segundo de tiempo desde que me siento para escribir hasta que levanto el trasero de la silla. Comparto cinco de las que a mí me ayudan más:
- Un calendario de publicaciones. Manejo una lista enorme de temas o artículos sobre los que debo escribir, ordenados por prioridades. Cuando termino un artículo, siempre sé cuál es el siguiente que voy a hacer. Las ideas para añadir a esa lista no me surgen cuando escribo, sino a lo mejor cuando estoy haciendo deporte, paseando por la calle o haciendo la compra. Entonces, lo primero que hago al llegar a casa es apuntar en mi hoja de ruta la idea que se me ha ocurrido. Todo ha de estar anotado y priorizado, de otra forma el sistema no funciona. Uso excel para casi todo, pero para mantener esta lista de publicaciones utilizo un cuaderno de hojas blancas, siempre a mano en mi mesa de trabajo, y me obligo a tachar con denuedo cada artículo que completo.
- Cuando me siento a escribir, jamás empiezo un artículo de cero. Como cualquier máquina, los escritores alcanzamos la máxima concentración y nuestra mejor productividad tras unos minutos de trabajo. Necesitamos un tiempo de calentamiento. Por otro lado, lo más difícil de escribir un artículo es comenzarlo y pensar su estructura. Pues bien, mi técnica consiste en evitar que coincidan ambas fases. Cuando termino de escribir un artículo, aprovechando que estoy on fire, siempre dedico unos breves minutos a empezar el siguiente. Aunque sea solo crear el borrador, ponerle un título, dos frases y un esquema básico de sus apartados. Estos minutos extras me permitirán ahorrar muchísimo tiempo la siguiente vez que me ponga a escribir.
- Si no estoy escribiendo con fluidez, lo dejo inmediatamente. O bien paso del texto y me pongo a buscar las imágenes, o bien creo borradores para los siguientes artículos, o cambio de contexto y empiezo otro artículo nuevo (¿recuerdas la lista ordenada por prioridades? Es muy útil en estos casos)… o apago el ordenador y riego las plantas. Lo que sea. Cualquier cosa menos pensar en escribir. Los períodos improductivos solo improductividad al cuadrado, y deben cortarse de raíz.
- Uso esquemas o plantillas para estructurar los artículos. En mi caso, por ejemplo, un gran porcentaje de los artículos son reviews de productos. Durante las primeras semanas dediqué algún tiempo a investigar qué estructura era la más adecuada para sus conversiones (tests, prueba y error, mediciones de todo tipo…), y cuando llegué a una conclusión clara, la adopté como guía. Lo mismo con los artículos tipo ranking, o con los de comparativas. Todos los artículos de un mismo tipo tienen los mismos apartados, los mismos botones, la misma cantidad de imágenes en los mismos sitios, las mismas listas, etcétera. Si ya he comprobado que funcionan, ¿para qué perder el tiempo pensando una estructura cada vez? Esto me sirve para acelerar la fase de comienzo y puesta en marcha de un artículo nuevo.
- Estúdiate bien, practica y domina los atajos de teclado de tu navegador y del editor que uses (Wordpress, por decir uno). Parece una tontería, ¿verdad? Investiga y pruébalo. Pero ya aviso: no vale simplemente con conocerlos y saber usarlos. Hay que dominarlos del todo e incorporarlos de manera natural a tu mecánica de escritura. Solo una pista: cuanto menos uses el ratón para escribir, más segundos te ahorras en cada párrafo.
Estas pautas las aplico todos los días al escribir para mi web ComprarMiCafetera.com. Con el tiempo he conseguido convertirlas en un hábito de trabajo y aplicarlas también cuando escribo, con menor continuidad, en otros portales.
Sabemos que no todos trabajamos igual, pero si alguien usa alguna otra técnica que le venga bien para evitar los atascos o para escribir con más fluidez, bienvenida sea. Aquí estamos para compartir.
6. Potencia tu marca personal
No solo de nichos y afiliados vive el hombre de Internet. Muchas webs de éxito se sustentan sobre suscripciones, email marketing, venta de cursos, consultorías… en definitiva, se basan en potenciar la marca personal y la credibilidad de su autor.
Es imposible conseguir esto si ese autor no ha generado los contenidos de la misma. Incluso gente que gana dinero con el marketing de afiliación, gana todavía más dinero contando después cómo lo ha hecho. Bien dando conferencias, o bien escribiendo en otras páginas.
7. Asume las tareas de alto rendimiento
Ni el SEO, ni el linkbuilding, ni el diseño, ni la optimización del rendimiento, ni las redes sociales, ni las listas de emails… lo más importante de una web, y en particular de una página nicho, es su contenido. El resto de aspectos también son importantes y suman, claro que sí, pero no dejan de ser complementarios y dependientes del contenido: tan solo cuando varias páginas ofrecen contenido de la máxima calidad, es cuando el resto de detalles cobran importancia y saltan a la palestra para forzar el desempate.
Yo creo que de las cuestiones críticas es mejor ocuparse uno mismo, para después delegar con eficacia, si se puede, las tareas más secundarias. El problema es que rara vez consideramos la edición de contenidos como un área crítica. Antes bien, tendemos a verla como una parte más del negocio, mecánica, rutinaria y oscura; no precisamente la más brillante. Craso error, en mi opinión.
Así, la última buena razón para escribir tus propios artículos es la seguridad de ocuparte tú mismo de la tarea más importante para el éxito de tu portal. Deja que otros se encarguen y esa seguridad se verá reducida. Ocúpate tú mismo y tendrás en tu mano la llave del éxito.
Por estos siete motivos, y por alguno más que me quedo en el tintero -el 7 siempre es un número atractivo para usarlo en el título de un post…- recomiendo a quienes empiezan, o a quienes solo gestionan un único proyecto (si gestionas más de uno, lógicamente es imposible), que intenten ocuparse personalmente de la generación de contenidos de sus páginas nicho, y les animo a enfrentarse a los obstáculos que ello supone.
Ojo cuidao part. 1: si finalmente optas por subcontratar los contenidos de tu web, acude siempre a profesionales y a redactores contrastados, cuyo trabajo y experiencia puedas verificar.
Ojo cuidao part. 2: subcontratar contenidos también tiene sus ventajas, sobre todo en determinadas circunstancias. Pero eso ya da para otro post, y no seré yo quien lo escriba 🙂