Siempre he sido un buen estudiante. Aunque no era de repasar la lección todas las tardes como le hubiese gustado a mi madre, nunca iba a clase sin los deberes hechos, y cuando tenía un examen me lo preparaba a fondo y pocas veces bajaba del sobresaliente.
Para mí, sacar un 10 era una consecuencia de mi esfuerzo. Por eso, no había nada que me cabrease más que el que alguien me dijese que «tenía que darle las gracias a dios por haber sacado tan buenas notas.»
«¿Darle gracias a Dios? ¡Pero si el único que se lo ha currado he sido yo!» pensaba indignado.
De alguna manera, esta filosofía se fue extendiendo a las distintas áreas de mi vida. Empecé a creer que todo lo que me ocurría, tanto lo bueno como lo malo, era el resultado directo de mis acciones:
- Si me iba bien con una chica era porque me había comportado con ella de la manera adecuada. Igualmente, si me iba mal, era porque en algo había metido la pata.
- Si me ascendían en el trabajo era porque me lo había currado y era la leche; si no me ascendían, no me estaba esforzando lo suficiente y tenía que ponerme las pilas.
- Si resistía todo el invierno sin ponerme enfermo era porque hacía ejercicio regularmente y había tomado las precauciones adecuadas; si me pillaba un resfriado, había bebido algo frío o no me había abrigado lo suficiente al salir a la calle.
Todo tenía una causa clara, y yo era el único responsable de lo que me pasaba.
Por supuesto, esto también era aplicable al resto de personas. Cuando alguien tenía éxito profesional era porque había trabajado duro y se lo merecía, mientras que el que estaba en el paro también se lo merecía por no esforzarse lo suficiente.
Durante la mayor parte de mi vida he creído que así era como funcionaba el mundo. Sin embargo, aunque considero que este modelo es útil porque implica que somos los únicos responsables de nuestro destino y por lo tanto podemos cambiarlo, a día de hoy estoy convencido de que es erróneo e incompleto.
Si bien es cierto que nuestras acciones afectan a nuestros resultados, hay otros factores a tener en cuenta cuando nos paramos a pensar cómo funciona nuestro mundo. Y justamente de eso es de lo que voy a hablarte en este post.
El papel del azar
Vivimos en un mundo complejo en el que todo está interconectado, hasta el punto de que hay quien afirma que el aleteo de una mariposa en España puede provocar un tsunami al otro lado del mundo.
No sé si esto de la mariposa será cierto, pero lo que tengo muy claro es que existen muy pocos efectos que tengan una sola causa.
Por ejemplo, el que consigas ligarte a un chico o a una chica en un bar no sólo depende de lo que le digas o de tu lenguaje corporal (aunque ambas cosas tienen mucha importancia), sino que también existen otros factores que influyen en el resultado final, y algunos de ellos, como que ya tenga pareja, que ese día esté de mal humor o que no le gusten los rubios y tú seas rubio, no dependen en absoluto de ti.
Lo que intento decirte es que el mundo no es tan simple como «si haces A ocurre B». En realidad, funciona en plan «si haces A hay un X% de posibilidades de que ocurra B».
Esta pequeña distinción es fundamental, porque implica que los resultados que obtienes no sólo dependen de ti y de tus acciones, sino que también dependen del azar.
En algunos casos el papel de la suerte será pequeño o casi inexistente, como en un examen, que sabes que si preparas bien vas a aprobar. Por supuesto, siempre puede ocurrir algún imprevisto que te impida sacar un 10, como que leas mal una pregunta o te atasques en un ejercicio, pero las probabilidades de que salgan tantas cosas mal a la vez como para suspender son prácticamente inexistentes.
En otros casos será justo al contrario. Para crear una empresa tipo Apple o Google no es suficiente con ser un genio, tener una idea brillante y hacer las cosas MUY bien. También necesitas que se alineen los planetas para acertar con el timing, que las circunstancias te sean favorables y que las personas adecuadas decidan echarte una mano.
Lo que es innegable es que, lo mires por donde lo mires, el azar es una parte importante de la vida, y por lo tanto deberías tenerlo en cuenta a la hora de interactuar con el mundo.
Este es un tema al que le he dado muchas vueltas y sobre el cual podría escribir cientos de líneas, pero para facilitarte las cosas he intentado condensar lo más importante en 4 conclusiones prácticas.
¡Ahí van!
1. Las estadísticas también te afectan a ti
¿Alguna vez has leído algún dato estadístico, como que 4 de cada 5 restaurantes cierran en menos de un año, y has pensado que eso no te incluye a ti porque si tú abrieses un restaurante «harías las cosas bien no como los demás»?
Yo sí, y es algo muy habitual.
Los seres humanos tendemos a sobrevalorar nuestras habilidades e infravalorar las probabilidades de que nos ocurra algo negativo. Sin embargo, los números nunca mienten, y por muy especial que te creas las estadísticas te afectan exactamente igual a ti que al resto del mundo.
La clave está en entender que en función de tus características y de las acciones que tomes pertenecerás a una estadística u otra.
Por ejemplo, imagínate que abres tu restaurante en Madrid. En ese caso, tus probabilidades de éxito vendrán determinadas por las estadísticas de los restaurantes que se abren en Madrid, que serán diferente de las estadísticas de los restaurantes que se abren en Cáceres o en Buenos Aires.
Si además tu restaurante es un McDonald’s, tendrás las mismas probabilidades de que te vaya bien que al resto de personas que abren un McDonald’s en Madrid.
Y si encima tienes un coeficiente intelectual de 120, pues se te aplicarán las mismas estadísticas que a los propietarios de McDonalds en Madrid con un CI de 120.
La cuestión es que, hagas lo que hagas y seas quien seas, nunca podrás escapar del azar. Siempre serás parte de una estadística y tus resultados estarán sujetos a una serie de probabilidades, y si ignoras este hecho tarde o temprano te llevarás una buena bofetada.
Por eso, lo mejor que puedes hacer es aceptarlo cuanto antes y estar preparado para todos los posibles desenlaces.
Cuando leas que el 12% de las parejas son infieles, no seas tan ingenuo de creer que «tu chic@ es diferente», que «a ti no te va a pasar eso» o que «los únicos cornudos son los demás». Te puede ocurrir, y hay exactamente un 12% de posibilidades de que sea así.
2. Tomar buenas decisiones no implica necesariamente obtener buenos resultados
Imagínate que dos empresas prácticamente idénticas (mismo producto, mismo mercado, mismo capital) deciden implementar estrategias de marketing diferentes.
El CEO de la primera empresa es un máquina, y diseña un plan con un 70% de posibilidades de funcionar. Por desgracia, la suerte no le acompaña y un cúmulo de casualidades hace que sus campañas sean un completo fracaso. La compañía pierde varias decenas de miles de euros sin obtener resultados.
El CEO de la segunda empresa, por el contrario, es bastante mediocre y traza un plan con sólo un 30% de posibilidades de éxito. Sin embargo, la fortuna le sonríe, todo sale a pedir de boca y sus ingresos se multiplican por 10 en apenas un año.
¿Significa esto que el CEO #2 hizo las cosas mejor que el CEO #1?
¡En absoluto!
Simplemente, como el resultado final no dependía únicamente de las acciones tomadas sino también del azar, coincidió que el CEO de la primera empresa fracasó a pesar de haber tomado las decisiones correctas mientras que el CEO de la segunda empresa tuvo éxito a pesar de haber elegido mal.
Este escenario es muy común, pero al mismo tiempo muy difícil de aceptar porque los seres humanos necesitamos encontrarle una explicación a todo para sentirnos en control.
Nos cuesta reconocer que algo fue bien o mal por pura casualidad, a pesar de que muchas veces sea el caso.
La mejor manera de lidiar con este sesgo cognitivo es analizando menos los resultados y más los sistemas y procesos que han generado esos resultados.
Si alguien apuesta 100.000€ el 23 en la ruleta, será igual de idiota tanto si gana como si no, mientras que si alguien se lesiona entrenando en el gimnasio a pesar de haber calentado bien y tener la técnica correcta no ha cometido ningún error.
3. Los ganadores son los que escriben la historia
Volvamos al ejemplo de las empresas del punto anterior…
¿Cómo continua la historia de los dos CEOs?
El CEO #1, a pesar de haber diseñado una estrategia excelente, es duramente criticado por los periodistas del sector y por su junta directiva, que le obliga a dimitir. La fuerte presión acaba afectándole y llega a la conclusión de que no vale para el marketing. Finalmente, decide volver a su ciudad natal donde encuentra un trabajo en una panadería.
El CEO #2, por el contrario, recibe un bonus millonario por su rendimiento y la admiración del mundo del marketing, que le considera el nuevo gurú. Escribe un libro contando su historia y recorre el país dando charlas y talleres, y miles de personas empiezan a aplicar su método en sus propios negocios.
Quizá haya exagerado un poco, pero creo que la moraleja ha quedado clara: los que fracasan desaparecen del mapa, mientras que los triunfadores se quedan y propagan su mensaje.
Lo peligroso del asunto es que muchas veces fracasar o triunfar es sólo cuestión de azar, y no de hacer las cosas bien o mal, así que hay que andarse con ojo para no seguir los pasos de un tonto con suerte.
Es fácil darse cuenta de que apostar al 23 en la ruleta no es una estrategia ganadora, por mucho que ha haya hecho a un tipo millonario. Sin embargo, no es tan sencillo ver que cuando el gestor de un fondo de inversión consigue un rendimiento por encima del mercado, en el 99% de los casos sólo ha tenido suerte.
Al final volvemos a lo de antes: no hay que fijarse en un resultado puntual, sino en el sistema que ha generado ese resultado.
La prueba del algodón siempre es la consistencia. Cualquiera puede tener suerte y conseguir un resultado asombroso una vez, pero sólo un buen sistema es capaz de generar resultados positivos de manera consistente.
¿Tienes una estrategia de inversión ganadora? Estupendo. Demuéstrame que eres capaz de ganar todos los años durante 10 años.
4. El único antídoto para el azar es la repetición
A estas alturas confío en que ya hayas asimilado que tus resultados dependen de dos variables, tus acciones y el azar, y que por lo tanto lo que hagas nunca determinará al 100% lo que consigas.
Eso quiere decir que en algunas ocasiones tomarás las decisiones correctas, pero la fortuna te jugará una mala pasada y no obtendrás el resultado que buscabas.
Obviamente este indeterminismo no te interesa. Lo ideal sería tener más control sobre lo que te ocurre aumentando la importancia de tus acciones y disminuyendo la del azar, pero… ¿cómo lograrlo?
La respuesta es que necesitas hacer dos cosas:
- Realizar acciones que tengan la máxima probabilidad de producir el resultado que te interesa
- Repetir esas acciones una y otra vez hasta que el azar se ponga de tu parte y tengas éxito
Un buen ejemplo de cómo se aplica todo esto son las páginas virales.
Nadie puede crear un post o un vídeo y garantizar al 100% que se hará viral, porque es algo que no depende únicamente del contenido sino también de que las personas correctas lo vean en el momento adecuado y decidan compartirlo.
Por eso, lo que tienes que hacer es producir material con unas características muy concretas que potencien la viralidad –aumentar la probabilidad de éxito de tus acciones– y hacerlo día tras día –repetir la acción– hasta que, por puro azar, algunos de esos artículos se viralicen y lleguen a millones de personas.
Entender que el impacto del azar es menor cuantos más intentos hagas es clave para poder decidir si te sale más rentable invertir tus recursos en aumentar la calidad de tus acciones o el número de veces que las realizas.
Por ejemplo, te merece más la pena dedicar tu tiempo a intentar dos veces una acción con un 40% de probabilidades de éxito, que dedicar ese mismo tiempo a aumentar las probabilidades hasta el 50% a costa de intentarlo una sola vez.
Como puedes ver, calidad no siempre es mejor que cantidad.
Conclusión
Tener un modelo realista del mundo es clave para poder desenvolverse en él con éxito, ya que si no entiendes cómo funcionan las relaciones causa-efecto acabarás tomando las decisiones equivocadas.
Por norma general, la gente pertenece a uno de estos dos grupos:
- Los que creen que todo lo que les ocurre es fruto de la casualidad y la mala suerte, y que ellos son víctimas y no pueden hacer nada al respecto
- Los que creen que todo lo que les ocurre, tanto lo bueno con lo malo, es un resultado directo de sus acciones y que por tanto ellos son los únicos responsables
Aunque el segundo modelo produce resultados muy superiores al primero, ambos tienen su parte de verdad ya que, en realidad, tus resultados dependen tanto de tus acciones como del azar.
Este hecho es muy difícil de asumir, porque los seres humanos necesitamos encontrarle una explicación a todo para sentirnos en control, pero una vez que lo aceptas te das cuenta de las tremendas implicaciones que tiene.
En este post he intentado resumirte las más importantes y darte algunas pautas para lidiar con ellas.
Espero que te ayuden a entender mejor lo que ocurre a tu alrededor y a ser feliz en este mundo indeterminista.
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¡Tu turno! ¿Estás de acuerdo con esta visión probabilística del mundo? ¿Qué otras consecuencias importantes se desprenden de este hecho? ¿Tienes tu propia versión sobre cómo funciona el mundo y quieres compartirla? Cuéntamelo en los comentarios 🙂
Bosco dice
Muy bien Ángel. Misma visión, pero me ha gustado cómo la has desarrollado.
En lo que no estoy de acuerdo es en la parte del punto 1 en el que hablas de que todos los miembros de un grupo se ven afectados por la estadística por igual. Por ejemplo, dices:
«Cuando leas que el 12% de las parejas son infieles, no seas tan ingenuo de creer que “tu chic@ es diferente”, que “a ti no te va a pasar eso” o que “los únicos cornudos son los demás”. Te puede ocurrir, y hay exactamente un 12% de posibilidades de que sea así.
En realidad tus acciones tendrán mucho que ver en si estás en el grupo del 12% o del 88%. Si durante un mes te dedicas a pasar de tu novia, pues tienes más probabilidades de estar entre los cornudos, por poner un ejemplo.
En cualquier caso, sí, el azar juega un papel fundamental. Y el que hagas las cosas bien no te asegura el éxito, lo que no implica que las hayas hecho mal.
Sigue levantándote 😉
Un abrazo Ángel!
PD: El link de expansión está roto 😉
Irene dice
Hola Bosco!
Opino diferente a ti en lo de la novia. Creo que esto también depende de muchísimos factores, tantos que no se podrían listar: el estado de la relación, la personalidad de cada miembro de la pareja, antecedentes de infidelidad, momentos vitales de cada uno, dinámicas de relación entre ellos…
Por poner un ejemplo, si a una persona le gusta que pasen de ella (y los hay; muchas relaciones funcionan desde el «te ignoro – te busco – te ignoro – te busco») no sentirá deseos de serle infiel a su pareja si ésta decide ignorarla durante un tiempo; al contrario: la dependencia emocional se manifestará con más fuerza durante ese período.
Supongo que a todos nos gusta pensar que un alto porcentaje de la influencia sobre la realidad está en nuestras manos, pero creo que, en especial cuando se trata de relaciones sociales, tenemos mucho menos poder del que nos parece…
Un abrazo!
Irene
Bosco dice
Claro Irene, si yo no decía que todo está en tu mano, pero que sí que hay parte en tu mano que te puede mover hacia un grupo o hacia otro. Probabilidad condicionada, como ha explicado perfectamente Mujer de Leyenda abajo 🙂
Angel dice
Si tratas súper bien a tu novia entonces serás parte de otra estadística de hombres que tratan súper bien a su novia, que quizá sufran menos infidelidades (o quizá no) ?
Reviso ahora el link.
Abrazo!
Mujer de Leyenda dice
¡Hola! En ese caso, la estadística responderá al patrón «probabilidad de A condicionada a B» (Teorema de Bayes): «probabilidad de infidelidad (A) condicionada a tratar bien a tu pareja (B)». Más allá de la pura matemática, lo importante es que si trabajamos en los condicionantes, la estadística mejora a nuestro favor, y mejorar los condicionantes sí depende de nosotr@s.
¡Un abrazo!
MdL
Maria dice
?? …….estando de acuerdo o no somos parte de las estadisticas nos guste o no , si no somos del 12% somos de la contraparte del 88%…….. ( quieramos o no , somos parte o contraparte de las estadisticas en todos los ambitos. ( Irene estoy De acuerdo en un % con tu comentario, al igual en otro % con Bosco
Rener Frank dice
Hola Ángel!
Asusta ver la realidad tan de cerca. Me refiero a lo que comentas de que el azar tiene un efecto mucho más fuerte de lo que estamos dispuestos a asumir.
A mí también me pasa mucho eso de no querer «formar parte de la estadística», y creo que el Ego tiene también mucho que ver con ello.
Por ejemplo, cuando estudias una carrera «con salidas» o tienes un trabajo «de prestigio», parece que es un cheque en blanco para que te sonría siempre la suerte. Y no es así.
Nos hemos criado con la idea de que si hago A entonces llegaré a B. Con total seguridad.
Sin embargo cuando las cosas no salen como hemos planeado, la frustración de no tener el «control total» nos descoloca.
Y hay mucha gente frustrada porque cree que el mundo le debe algo. «Yo me he esforzado, he hecho lo que me mandaban y he cumplido, ¿¿dónde está mi premio??»
Coincido en que la solución es crear buenos sistemas y repetirlos hasta que suene la flauta.
Cuando encontré mi primer empleo en Alemania como ingeniero y con condiciones mucho mejores que en Madrid, la gente repetía lo de «qué suerte has tenido!» Y las 15 entrevistas de las que me rechazaron ates, ¿qué?
El problema es que muchos se cansan y desisten después del primer o segundo intento, se quedan encallados en el DIP justo antes de que se alineen los planetas…
Por eso…Never give up!!
Un abrazo,
Rener
Irene dice
Hola, Ángel!
Honestamente, yo estoy un poco cansada de este «modelo happy flower» que nos dice y nos repite que todo es producto de nuestra voluntad y de nuestros actos.
Efectivamente, no todo funciona así. Sobre todo lo que no depende de nosotros. Muchas veces nos planteamos objetivos que parecen realistas y alcanzables y vamos a por ellos creyéndonos que sólo depende de nosotros conseguirlos, cuando no es así. Yo creo que casi todo lo que implica interacción social tiene un tanto por ciento de posibilidades de no realizarse, porque no somos los únicos actores que participan de ello.
Los ejemplos clásicos: convencer, vender, «ligarse a», ayudar (entre otros). Podemos querer convencer a alguien o ayudar a alguien, pero entre ese objetivo y nosotros se interpone precisamente ese alguien. Si no quiere ser convencido o ayudado, poco podremos hacer. Si nos movemos desde el modelo «todo depende de mí», al final acabaremos persiguiendo al otro y frustrados por no entender cuál es la razón por la que no quiere dejarse convencer o ser ayudado…
Has nombrado el sistema, y sí: yo pienso que es mucho más útil movernos desde un pensamiento sistémico, que contempla la realidad desde una perspectiva más amplia que incluye interacciones, multicausas y multiconsecuencias. Aun así, me parece que el pensar que todo depende de uno mismo es un paso mucho más enriquecedor y generativo que el «todo lo que me pasa es cuestión de azar» (por lo que veo, tu conclusión es la misma).
Buena reflexión que espero que llegue a muchos. Un abrazo y gracias!
Irene
AlbaLnz dice
Hola Irene,
Estoy de acuerdo contigo en que el sistema ‘si tú puedes, quieres’ ha hecho mucho daño, pero es mejor que apelar a las circunstancias. Al menos te esfuerzas más y no dejas que se te lleve la corriente.
Pero lo del positivismo extremo mal tomado puede llevarte de cabeza contra una pared y achacarte a ti mismo todas las culpas (aquí una que le ha pasado).
Desde luego ahora sé leer esas cosas con perspectiva. Creo que son útiles, sobre todo para gente que no se anima a empezar. Te ayudan a dar ese último paso y decir ‘voy a por ello’, pero creo que la gran mayoría se estancan ahí y no analizan las cosas con cabeza y siendo conscientes de que ellos son ellos, y la persona que escribió eso es otra totalmente diferente.
Por eso me gusta leer lo que dicen los ‘gurús’, pero no creérmelo del todo y hacer mis propias reflexiones. Y creo que ambas estamos de acuerdo en que la realidad presentada como lo hace Ángel es más necesaria.
Un saludo!
Irene dice
Estoy contigo 100%, Alba! Yo creo que la visión «tú puedes con todo» siempre será más positiva que la de «nada depende de ti». La veo como el paso intermedio antes de llegar a lo que tú comentas: el pensamiento crítico. Estar abierto a todas las ideas y seleccionar muy bien aquellas que decides creerte.
Considero que yo ahora también estoy en esa fase, pero sin la anterior no habría podido llegar a ella. Todo paso hace camino!
Un abrazo!
Irene
Jose Mark dice
Me ha encantado este post Ángel ! Muy bueno el análisis . Muy pocas personas quieren pagar el precio del éxito , porque caen la primera vez , se levantan , caen la segunda y dicen que no valen , y es que tienen que ganar a las probabilidades con la repetición .
Abrazos 😉
AlbaLnz dice
Buenas Ángel,
La verdad es que hay que incidir bastante el hecho de que las circunstancias de cada uno son únicas e irrepetibles, y eso condiciona bastante todo lo que tienes a tu alrededor. Las estadísticas no reflejan nada salvo el resultado final de todo lo que has hecho.
Personalmente creo que la gente comete el trágico error de creerse a pies juntillas que lo que le ha funcionado a X también les va a funcionar a ellos (de ahí el gran ‘boom’ que tienen los famosos list-posts sobre cómo llegar a tal o cuál). El primero que me hizo darme cuenta de que mi camino y el de otros es absolutamente diferente fue Jeff Goins, que también incide bastante en lo de agenciarnos totalmente la responsabilidad de nuestros actos y/o dejársela a las circunstancias.
Sin embargo, a mi me gusta apoyarme en el hecho de que si no lo intentas, seguro que sí 100% que no sale. Sé que es otro tema muy diferente, pero es que hay tanto pesimismo y negatividad en cuanto a arriesgarse. Parece que nos enseñan que si no has nacido en las circunstancias adecuadas jamás vas a llegar a algo. O que todo depende de la suerte, entonces me esfuerzo un poco y ya.
Por eso me quedo con el punto número 4 sobre todo. Repetir, repetir, repetir. No emperrarse en algo y seguir a ello a lo tonto, sino aprender de lo que has hecho y examinar los errores. Hacerlo con cabeza, vaya.
Muchas gracias por este boost de energía para hoy. ¡Que tengas una buena semana!
Marina dice
Hola, Ángel!
Me ha gustado mucho el post y me ha recordado a dos cosas que yo digo siempre mucho en consulta (y en el post):
– Cosa 1: no hay decisiones correctas e incorrectas, sino decisiones por los motivos correctos (para ti). Se parece a lo que comentas de fijarse en el proceso. Una vez que estás conforme con la forma en que has hecho las cosas, es bueno desapegarse del resultado, porque además te es imposible predecir si a largo plazo todo ha salido «bien» o «mal».
Por ejemplo: quizá el panadero de tu ejemplo es súper feliz en la panadería, conoce ahí a la mujer de su vida y está todo relajado, mientras que el triunfador empieza a drogarse con la pasta que ha ganado y muere de un ataque al corazón. Nunca se sabe.
– Cosa 2: hay gente que piensa que todo es su responsabilidad, y gente que piensa que la responsabilidad es siempre de los demás. Y, como tú dices, ser del tipo A tiene sus limitaciones. Generalmente son personas que no están dispuestas a ceder el control en nada y que lo pasan muy mal cuando algo en lo que han puesto el 100% de su esfuerzo sale mal.
Y los bloggers de desarrollo personal (y lectores de esos blogs) solemos ser de ese tipo.
Un abrazo!
Caro chan dice
Pues fíjate que por una vez, y sin que sirva de precedente, no estoy de acuerdo contigo. No creo en el azar o la suerte, creo que cada uno es completo dueño y señor de su destino. Si tú destino no era triunfar con una empresa de marketing, a lo mejor te depara algo mucho más adecuado a tí en la panaderia de tu barrio. Yo que he vivido ya casi de todo laboralmente puedo decir, sin asomo de duda, que cuando más feliz y relajada estoy es cuando no pesa sobre mi el abrumador peso del éxito profesional.
Yo creo que eres tú el que hace que sucedan las cosas, estando en el lugar y el momento adecuado. Estar en el lugar y el momento adecuado significa haber decidido ese día «x» levantarte del sofá y poner tu culito en ese espacio «y», para encontrarte con la incognita «z» para que suceda la variable «pi». Ni más ni menos. Eso sí, cuantas más veces repitas esa operación en tu vida, a modo de loop, más posibilidades de que lo que quieres suceda.
Chuuuuu!!!
PD: La imagen me ha recordado al libro «el hombre de los dados»…Eso si es dejar las cosas al azar, y lo demás son tonterías.
AlbaLnz dice
Lo siento, Charo, pero es que me he quedado ‘atascada’ en esta frase. Imagino que no era tu intención expresarlo así pero has dicho:
«creo que cada uno es completo dueño y señor de su destino. Si tú destino no era triunfar con una empresa de marketing, a lo mejor te depara algo mucho más adecuado a tí en la panaderia de tu barrio.»
Si cada uno es dueño de su destino y por ende, tú decides y creas tu destino, ¿cómo puede ser que tu destino no sea triunfar en X sino en Y? Creo que son dos conceptos totalmente opuestos. Por un lado apoyas el ‘inténtalo porque lo vas a conseguir ya que tú decides’ y al mismo tiempo refuerzas la idea de ‘la vida tiene un destino para ti así que ella misma te pondrá en tu lugar’.
Quizá lo he entendido mal! Que también puede ser. ¿Te importaría aclararlo mejor? =)
Un saludo!
Caro chan dice
Quiero decir que hay tantas veces que creemos, y nos hacen creer, que hemos fracasado por el tema «azar» que no nos dejan apreciar que a lo mejor lo que nosotros pensamos que debía pasar con nuestra vida no es lo que nos iba a hacer felices. Yo no veo nada de fracaso volverte a tu pueblo a hacer otra cosa si después de intentarlo una y otra vez no lo consigues. No lo consigues por falta de suerte, no lo consigues porque no es lo que realmente deseas para tu vida, porque si realmente fuera lo que más quieres, lo consigues, sin que la suerte tenga que entrar en juego. Sólo trabajó duro!
Te aclaró ahora? Es que a veces en mi cabeza todo tiene sentido y cuando lo expreso lo sintetizo tanto que me pierdo…XD
Y me llamó Caro…no Charo! Jajajaja
Luis dice
Perdona pero esto sigue sin tener ningún sentido. O eres dueño y señor de tu destino o tu destino está predeterminado, pero las dos cosas es imposible.
Marisol dice
SÍ Ángel, creo que has hecho un buen análisis. Como visión particular, un poco lo mismo que has dicho pero con algún componente más:
1. Realizar acciones que tengan más probabilidades de producir el resultado que te interesa.
2. Repetir esas acciones una y otra vez hasta que el azar se ponga de tu parte.
3. Realizar una evaluación continua del punto 2 para:
a) Determinar si os resultados van siendo positivos gradualmente.
b) Detectar si en un determinado caso los resultados son claramente negativos y volver al punto 1 desde el 2.
¿En función de qué variables analizo el punto 3?:
a) Emocional
b) Intelectual
c) Energética
de todos los actores que conforman el sistema: análisis mediante evaluación continua de sistemas para «transformarlos» en sistemas dinámicos: esto es con mayor capacidad de adaptación ante efectos no controlables por efecto del azar.
Un beso y gracias por tu apunte.
Sergio dice
Buenas Ángel,
pues yo voy a aportar mi granito de arena.
Sí, el azar existe y debería existir en las cabezas de todos aquellos que se sienten invencibles a la hora de iniciar cualquier proyecto o mostrar la voluntad de perpetuarse en él toda su vida. De esto se ha hablado poco por el simple hecho de que resulta poco comercial. No resulta cómodo escribir un libro comentando que siempre habrá algo que nunca podrás controlar a pesar de haberte zampado 100 libros de SEO, otros 100 de marketing y otros 1000 de autosuperación.
Ahora bien, considero que no todas las estadísticas son fruto del azar. El azar es negativo cuando se convierte en un elemento desmotivador para expresarte al mundo. Si las estadísticas negativas te asustan y cada vez que metas la pata se lo vas a achacar al azar, te aseguro que no te vas a mover desde donde estás.
En este sentido lo veo positivo. El azar es la frontera que determinará si vas a triunfar o fracasar. Aquellos que, como bien has dicho, acaban analizando más los procesos que los resultados (cuando meten la pata), son los que triunfarán en esta vida. Una vez que fracasas, repites una y otra vez cambiando el proceso; quizá no consigas el resultado esperado, pero mis pasos en este mundo me obligan a no dejar nunca de intentarlo.
El azar está y estará siempre ahí, pero mi voluntad por intentarlo una y otra vez hasta que funcione también. ¿Quién crees que ganará? 😉
Edu Serrano dice
Hola Ángel,
Desde mi propia experiencia, el azar o las casualidades no existen. Por eso al leer la palabra ‘azar’ al principio me chirrió un poco, pero al final el desarrollo del post me gustó.
Algunos apuntes:
1.- Llamamos ‘azar’ a todo aquello que no somos capaces de comprender. Cuando tiras un dado no es casualidad que salga un número u otro si no que, como depende de multitud de factores (algunos de los cuales no comprendemos hoy), le ponemos la etiqueta de ‘azar’.
2.- Las relaciones sociales forman la sociedad que conocemos (tú, yo y todos), por lo que muchas veces la gente tiende a pensar en ‘mala suerte’ o ‘buena suerte’ según le conviene.
3.- ¿No será mejor asumir la responsabilidad de lo que está en tu ámbito de influencia, e intentar que lo que no lo está juegue a tu favor? Para mí, esa es la clave.
Podría extenderme más porque este tema me fascina, pero voy a dejarlo aquí. En cualquier caso me gusta que haya comentarios y opiniones diferentes 🙂
¡El debate está servido!
Ubay Serra dice
La cuestión de si el mundo es determinista o indeterminista ha generado un debate histórico inacabable. Los filósofos nunca se pusieron de acuerdo y Kant concluyó que desde nuestra condición humana nunca sabríamos la respuesta…
Los científicos tampoco se han puesto nunca de acuerdo. Deterministas como Einstein afirmaban que “Dios no juega a los dados” mientras que los cuánticos afirman que todo depende del azar y las probabilidades…
Así pues, cada uno debe sacar sus propias conclusiones y adoptar el modelo que crea y sienta que va mejor con la realidad que cada uno experimenta. Personalmente no creo que absoluto en el azar, al igual que decía Caro Chan. Y me encanta del modelo “happy flower” que tan poco gusta a Irene: el que dice que todos somos dueños de nuestro destino.
En mi caso, opto por vivir la vida por igual desde las dos visiones: determinista e indeterminista (¿Por qué limitarse a una sola?). Es decir, asumo que todo lo que me ocurre es producto de mis propias acciones y pensamientos, pues me ayuda a no bajar la guardia y luchar al máximo por lo que quiero. Por otro lado, creo en el destino y en que todo lo que ocurre en el universo está en completa armonía y equilibrio con sus leyes perfectas. Así pues, cuando siento que algo se escapa a mi control o no va como yo quisiera, asumo que así tenía que ser, lo tomo como un aprendizaje y acepto que está en equilibrio con principios universales que se escapan a mi razón humana limitada. Y, por supuesto, no me rindo, sino que empiezo de nuevo y sigo jugando al apasionante juego de la vida…
¡Un abrazo a todos!
Edu Serrano dice
Cuando le explico a las personas que se puede vivir la vida con esas dos visiones me tratan de loco Ubay, pero tú lo has explicado perfectamente así que gracias!
Aquí podríamos crear una mesa de debate interesantísima pero al final… ¿qué importa? La cuestión es que hay que aceptar el mundo en el que vivimos, además de actuar más desde el amor hacia la vida y menos desde el miedo (modo espiritual ON).
Abrazos!
Ubay Serra dice
Sí Edu, a veces la gente con ideas más abiertas o progresistas son tratados de locos, pero locos son también los que cambian el mundo (tanto en sentido bueno como malo). Así que, cada uno con su locura, que espero que sigas tratando de transmitir con todo tu amor 😉
Y sí, completamente de acuerdo con tus comentarios. Y ya no digo más, pues, como ya dijiste tú, este tema admite discusiones sin fin, así que cierro la caja de pandora…jajaja ¡Un abrazo, crack!
Josep Bocanegra dice
Querido Edu, aquí tienes a otro loco que comparte mucho de lo que Ubay y tu habéis comentado.
La cuestión es profundamente filosófica porque la verdad, si es que existe, está por encima de nuestra condición humana.
Cintia dice
Hola Ángel!
Yo también te leo muy a menudo y debo decir que siempre estoy muy alineada con tus ideas, y que todo lo que escribes me encanta, me inspira y resuena fuertamente con mis propis valores.
Aún así, ésta vez, yo también soy un poco de las que discrepo en lo que cuentas. No todo al 100%, obviamente, pues yo también pienso que hay una parte de azar/estadísticas influye pero bajo mi modo de entender el mundo, éste es un modelo demasiado «racional».
Mi modo de entender el mundo más «intuitivamente» hace que a veces encuentre explicaciones más allá de las estadísticas y el azar.
Me identifico bastante con la linia de pensamiento de Edu Serrano e Ibai (y muchos otros!), los cuales consideramos que hay también una parte más «espiritual» o de «pensamiento positivo», lo cual genera tu propia realidad.
Para mi, la realidad es multidimensional, lo cual quiere decir que diferentes personas pueden estar en diferentes niveles de conciencia, y en diferentes planos, y eso afecta de modo diferente a sus vidas.
Por ejemplo, las estadísticas de personas afectadas por cáncer seguro que no son las mismas en un grupo de personas que viven en grandes ciudades, viven estresados, no tienen tiempo de nada, no gestionan bien sus pensamientos ni sus emociones,… que en un grupo de monges del Himalaya que viven en paz, controlan el pensamiento y practican la meditación.
Con ello quiero decir, que nuestros hábitos de pensamiento y nuestras emociones tambien CREAN nuestra realidad.
Conozco el caso de una persona que lleva 8 años sin comer (solo bebe agua energizada con la luz solar, piedras minerales y la propia energía de sus manos) y ni se ha muerto ni está enfermo ni nada. Simplemente «su organismo y sus necesidades son diferentes». Él ha desafiado todo tipo de experimentos científicos y explicaciones racionales sobre como funciona el ser humano. A mi todavía me cuesta entenderlo también!! Pero ya ves que él no forma parte de las estadísticas porque él genera su propia realidad.
Nuestro nivel de conciencia es el que genera nuestra realidad. Y nuestra realidad, para mi, viene determinada por nuestras acciones, pensamientos, sentimientos, una parte de karma porque yo también creo en vidas pasadas (tal como comentaba Francisco), y no digo que no, una pequeña parte de azar.
En tu post he echado de menos algunos conceptos como «inteligencia emocional» u otros de tipología más espiritual, donde interviene más el alma (o el corazón) que la mente.
Creo que siempre debe haber una armonía entre la mente y el corazón, y que de esa armonía vendrá determinado también el éxito. Por eso, una vida muy enfocado a lo «mental» puede traer resultados X a los cuáles unos consideraran «azar» y otros consideraran «que no hay armonía entre tus diferentes cuerpos».
En el caso de las dos empresas que mencionas, hablas de éxito o fracaso en función de la estrategia de marketing que utilizan. Pero yo hecho de menos otros factores como: cualidades humanas, capacidad de liderazgo, carisma personal, confianza en uno mismo, honestidad y humildad, mentalidad de éxito… creo que eso también son factores que influyen en el éxito o fracaso de una empresa, y eso para mi no es azar, es talento. Esas habilidades «talentosas» llevan al éxito casi al 100%, me atrevería a afirmar.
Más en la mentalidad de pensamiento «happy flower» (que Irene comentaba y me ha parecido super graciosa 🙂 ) yo también siento que el mundo está sujeto a otras leyes universales que se rigen por otros parámetros. «El secreto» habla justamente de eso, y todo lo que resuene con la ley de la atracción y otras leyes metafísicas universales siento que para mi están por encima de otras leyes, como podría ser el azar.
Yo siento que nada de lo que ha pasado en mi vida ha sido por casualidad o azar. Siento que todos y cada uno de los pasos que he dado me han traído hasta el momento presente, porque así lo pedí yo.
Todos los errores y fracasos transformados en aprendizajes me han hecho corregir mis acciones y dirigir mi vida cada vez más de acuerdo a mis valores y eso que quiero construir.
Eso que a veces llamamos fracasos, para mi son simples etapas de aprendizaje por las cuales el universo nos hace pasar para que aprendamos una lección necesaria. Una vez aprendida la lección, llevamos nuestra vida a un siguiente nivel.
Por ello, un modelo tan racionalista como el que mencionas, siento que no explica del todo la realidad. Me falta la parte «energética», en tanto en cuanto el universo está hecho de energía y las personas somos energía (y emociones, y pensamiento… todo eso influye también en nuestra realidad también).
Pero soy de las que piensa que también hay que vivir pisando con los pies en el suelo. Hay mucho «happy flower» que se pierde por el camino «por vivir tanto en las nubes».
Acabaría con la siguiente frase: ¿Y SI FUERAS TU LA EXCEPCIÓN QUE CONFIRMA LA REGLA?
Angel, te felicito también por éste debate tan rico, y por la comunidad de seguidores que tienes tan fiel y tan competente. Considero que todos los comentarios son de una calidad increíble, y ésto lo has construido tu.
Mil gracias, y un fuerte abrazo de todo corazón!!!
Cintia
Ubay Serra dice
¡Hola Cintia!
Quería felicitarte por tu extenso comentario y reflexiones. Sólo aprovecho para decirte que estoy completamente de acuerdo con lo que comentas. En el blog de Ángel es curioso analizar los comentarios y ver la diferencia entre la gente de más técnica, racional, determinista y práctica que utiliza más el cerebro izquierdo (Muchos de ellos imagino que son ingenieros, informáticos, arquitectos y demás), luego ver los más espirituales, happyflowers, indeterministas, energéticos y trascendentales que usan más la parte derecha del cerebro (problemente profesionales de humanidades, salud, letras…). En fin, tal vez estoy arriesgando mucho en esta distinción tan bipolar de blanco y negro.
En general, en el blog de Ángel veo más perfiles de cerebro izquierdo. En mi caso, a pesar de tener formación científica, soy más de cerebro derecho. Así que, respetando las ideas de todos los participantes, te doy las gracias por hacer una aportación tan extensa y profunda hacia la parte más intuitiva y espiritual, lo echaba de menos. Así se equilibra la balanza en todo este mar de comentarios. ¡Un abrazo!
Cintia dice
Hola Ubay!
Gracias a ti! Bueno… simplemente intento aportar más datos y «evidencias» de que hay más cosas que influyen que el azar, y no reducir tanto los argumentos que al final uno pueda acabar sintiendo que factores externos pueden acabar controlando nuestras vidas.
Si, hay una clara diferencia entre personas de ambos cerebros, y eso afecta totalmente al modo de percibir la realidad. Pero para mi, es «básico» entender el lado derecho, el intuitivo, el que «ve más allá de las apariencias» porque te brinda la posibilidad de ver un mundo totalmente diferente, mucho más amplio, y desde la perspectiva de «autoempoderamiento».
Además, la pirámide de Maslow ya lo dice. El la parte superior se encuentran las necesidades espirituales, esas que cuando son culminadas, llevan al ser a la máxima realización personal.
Bueno, a mi me sirve. Y se que a muchos más también. Por eso solo quería contribuir al debate con mi sentir, de acuerdo a mi propia experiencia de vida….
Un fuerte abrazo y hasta el próximo debate! 🙂
Feliz día!
Cintia
Erika & Ivan dice
Hola Ángel!
Al principio de post me ha salido mi vena de “sólo yo soy responsable de lo que me pasa y sólo de mi esfuerzo dependerá mi éxito” es decir, estoy clarísimamente en el grupo 2 de la sociedad.
A medida que he ido avanzando en el post me has hecho poner en duda mi ideología y quizás si que tengas razón en que algo de azar siempre interviene en todas nuestras acciones.
Me quedo con que soy yo la responsable de mis logros y en el caso de no lograr algo lo que debo hacer es seguir luchando por ello porque quizás ese día y/o momento no tenía que ser…
Gracias Ángel por hacernos pensar 😉
Un saludo
Random dice
Como buen informático, sabrás que el azar no existe, ni en computación ni en la naturaleza. Todo ocurre por alguna razón.
Cuando alguien muere de una grave enfermedad se suele decir «Le ha tocado a él/ella», «Ha tenido mala suerte»,… NO. Si le ha tocado es porque tenía predisposición genética, estaba escrito en su ADN o igual estuvo comiendo mal durante años, o… no importa. NO es un dado que un supuesto dios está lanzando sobre nuestras cabezas.
Un vídeo se puede hacer viral porque ha gustado lo suficiente, porque el autor lo ha compartido en los sitios correctos, porque ha invertido en campañas de publicidad, porque ha hecho algo diferente, porque tiene gracia haciéndolo, etc. El problema es que hay tantas variables que desconocemos, que las juntamos todas y decimos que eso es azar, cuando no es cierto.
El azar no existe.
Rocio Olivares dice
Hola Ángel
Estoy de acuerdo contigo en este artículo, la realidad es que hay cosas que depende de nosotros, y cosas que no, las que depende de nosotros cómo nuestra preparación, nuestra actitud, nuestro trabajo, etc creo que tenemos que potenciarlas al máximo, y las que no , pues aceptarlas tal como son y aprender de ellas, es decir entender que ha pasado y porque pasado.
Tal vez sea porqué no estamos preparados del todo, tal vez porque no era el momento, o tal cuando comenzamos «x» proyecto no teníamos toda la información necesaria.
Fracasar desde mi punto de vista, te da esa información que antes de empezar no tenías,y que
es valiosa para continuar.
Para mi se trata de analizar y observar honestamente que ha dependido de nosotros y que no, porque también están los intocables, perfectos, que no tienen auto-crítica, y todo lo que pasa es culpa de los demás, y los del lado opuesto que se culpabilizan por todo.
En general creo que tenemos que observar más, antes de dar muchas cosas por ciertas,así tendremos más posibilidades de acertar.
Feliz Lunes.
Alberto Molina dice
Recomiendo un youtuber que comparte muchas de las ideas que se exponen en este blog: Casey Neistat. Muchos ya lo conocereis. Su filosofia esta condensada en un video llamado Casey Neistat, a guide to life.
LOLA dice
Hola que tal? un articulo bien real, yo le daría un matiz que es fruto de mi experiencia y es muy sencillo, creamos una realidad ilusoria que es la que nos anima a hacer las cosas pero no es real, por lo tanto también esta el tanto por ciento de posibilidades de éxito.
Lo peor es que la realidad ilusoria la aplicamos a todas las facetas de nuestra vida: negocios, trabajos, relaciones… y cuando nos damos cuenta se han pasado unos años viviendo en ella, y al volver a la «realidad» las cosas siguen siendo igual de crueles.
Un abrazo
Jose dice
Hola Ángel y todos los que estáis en el debate, que todos juntos hacéis de esto algo muy enriquecedor 😉
Efectivamente, no todo depende de nosotros mismos, en parte, porque nuestras acciones no están aisladas y también dependen de otros «nosotros mismos» que actúan independientemente de nosotros. Sin embargo, si los objetivos, los nuestros y los de los otros, están alineados, es más fácil alcanzar la meta con éxito, pero no hay garantía de ello.
Y la repetición, no, no ayuda a poner el azar de tu mano. Al menos así lo veo yo. No ayuda porque no siempre se repite la situación realmente, no es un modelo ceteris paribus, porque está «fuera del papel» y depende de muchas personas…
La felicidad, desde mi punto de vista, está en asumir nuestras limitaciones y las de nuestras acciones, tanto sobre nosotros mismos, como sobre los demás, y las de los demás sobre ellos mismos y sobre nosotros. Y todo esto «aderezado» con un componente temporal y circunstancial, que no te autolimite: en otro momento, en otra situación, con otras personas… podría haber tenido éxito.
Un abrazo grande a todos,
Jose
Romina dice
Olvidas el papel de la actitud positiva en hacer que las cosas sucedan .
Solo ésta ya consigue que tu lenguaje corporal cambie , que tu discurso sea positivo , que tu expresión sea agradable y por lo tanto …todo ello repercute en el resultad . Mucho más que la estadística o el azar .
Esto se aplica en la vida profesional y la personal .
Luis dice
Muy de acuerdo con todo lo expuesto, Ángel. Se percibe una fuerte influencia de Taleb en tus ideas 🙂
Y si el azar no está de nuestro lado, recordemos que no existe el fracaso hasta que no deja de intentarse algo. Finalmente se consigue todo lo que quieres.
Alberto dice
El otro día escuché una entrevista a Mr Ravikant un inversor de éxito en Silicon Valley. Tras haber ganado cientos de millones invirtiendo en Twitter o Uber y de relacionarse con gente del mundillo es totalmente consciente de que hay mucho de suerte ahí. Chris Sacca (otro inversor incluso más exitoso) no ha visto dos empresas que construyendo con los mismos fundamentos hayan llegado al mismo sitio.
Que hay cosas que no dependen de ti está claro. Pero tal como yo lo veo es igual que preocuparse de si será hoy el día en que caiga un meteorito y a cascarla. Planteas un objetivo, trazas un plan y lo sigues. Que no funciona? Pues a probar en otro sitio, a probar lo mismo de otra forma, o a probar el mismo método sobre otra cosa.
El mundo es así, no tiene sentido dedicarle tiempo a lo que no podemos controlar.
Pero sí tiene sentido hablar de ello! Me ha gustado el post. 🙂
Gustavo A dice
Angel, veo muchos comentarios aquí. Me gustaría ver tu opinión acerca de las campañas políticas y como las personas se vuelven locas, asisten a rallys, y publican y comentan. Creo que el resultado final es tan productivo como discutir el derby este sábado. Como nos divertimos y vivimos el evento pero no es tan trascendente.
Nelson dice
Excelente artículo Ángel.
Había una frase que no recuerdo donde leí, pero decía así:
«Si pones la mano en la boca abierta de un cocodrilo y no pierdes la mano porque e
a sacas antes de que la cierre, eres tan idiota como si te la hubiera cortado».
Lo mismo sucede cuando alguien se ve involucrado en un accidente porque «beber y manejar», «irse a casa con un extraño» o «cruzar por en medio de la pista» y la mayoría los critican «¿por qué hace eso», olvidando que la mayoría lo hemos hecho en algún momento de nuestras vida, solo que no tuvimos la suerte que ellos.
Y estoy de acuerdo con estas frases porque, tal como lo indicas en el artículo, son nuestras acciones – independientemente del resultado – las únicas de las que podemos estar seguro, son las que están «bien» o están «mal», el resto pues… no depende de nosotros.
Es por esto que la tan conocida frase de Albert Einstain «…no esperes resultados diferentes si haces lo mismo» no se aplica en la mayoría de las situaciones de nuestra vida.
Lo mejor que podemos hacer, entonces, es elevar nuestras probabilidades tomando acciones que lo hagan y repetirlas hasta lograrlo.
Un abrazo Ángel y gracias por escribir sobre el tema.
Ricardo dice
El secreto de la felicidad está en entender, que no puedes controlarlo todo.
Albert dice
Bien desarrollado, pero he podido ver la controversia propia del articulo. ¿Azar o destino? ¿Casualidad o causalidad? ¿Dueño del destino o navegante de él?
Cada persona tiene su peculiar manera de ver los sucesos y lo que va pasando a su alrededor. Aun así lo que está claro y lo has reflejado, es que, incluso el efecto que no podemos controlar en lo que sucede a nuestro alrededor, uno mismo tiene un papel fundamental.
No sirve de nada que lo tengas todo de cara, si no te has preparado para ello. Hay que estar en el momento y la situación precisa para aquello que te propones.
Y lo que veo muy importante, es no arrepentirse por nuestras decisiones. Como bien dices todo tiene una causa y no podemos irnos arrepintiendo de cada decisión que cambia nuestro camino, sino no tendríamos nuestra esencia propia.
Un Saludo
Nuria dice
Hola
» No era mi día. Ni mi semana. Ni mi año. Ni mi vida» Charles Bukowski…
Me puse a leer un libro y salió esta cita. ¿ azar?
Como siempre Ángel, me haces pensar y darle vueltas a la cabeza.
Somos fruto de tantas cosas mezcladas, pero si algo he aprendido en mi vida es que cada uno se crea su propia vida, sin lugar a dudas.
Una alumna mía de 25 años, me decía el otro día: Nuria, a ti te ha pasado de todo, y yo le dije, claro es que he vivido muchas más cosas que tú, aparte de la edad que soy mayor que tú.
Porque siempre me he movido mucho a lo largo de mi vida, no he esperado a que me pasaran.
En fin….. A seguir viviendo al máximo.
Un saludo
Ali dice
Hola a todos,
Un artículo fantástico, muy bien argumentado y has expuesto las ideas fundamentales con mucha claridad (vamos, algo que no es nuevo).
Aunque el tema es muy interesante, en general, creo que nos complicamos mucho la vida. Así de siempre y así de claro.
Me he pasado muchos años de mi vida cuestionándome todo y, al final y gracias a las personas con las que me relaciono actualmente, he podido comprobar que no hay nada como el vivir aquí y ahora.
Me parece estupendo plantearse según qué cuestiones de vez en cuando, nos da una mayor perspectiva ante la vida y nos ayuda a tener una idea más completa acerca de quiénes somos, pero, con la mano en el corazón, creo que vivir, disfrutar y aprender de cada momento sin pensar en nada más nos hace más felices.
Eso es lo que actualmente entiendo por vivir al máximo.
Abrazos a repartir!
Ali
Cris dice
Buenas,
el azar claro que existe, siempre que llamemos azar a eso que no hemos elegido nosotros voluntariamente y que no sabemos por donde nos viene…lo explica muy bien el doctor Rojas Marcos en su libro ‘Superar la adversidad’….el azar forma parte de la vida, a veces para bien, a veces para mal. Lo que sí que creo es que en nuestra mano está cómo manejarnos, tanto con lo que elegimos, como con lo que no elegimos….es decir, para mi es la ACTITUD lo que al final pesa en nuestras vidas. Te voy a poner un ejemplo. Para mi es azar que yo tenga un aneurisma cerebral, no lo elegí yo, no lo sabia, viene de serie…me operé , y en mi mano ha estado quejarme o en mi mano ha estado todo lo que me ha enseñado. Pero en mi mano también está todo lo que yo misma he ido eligiendo en mi vida…Si miro atrás veo que se compone de un collage, de cosas de mi propia cosecha, mezcladas con otras que sin duda, no han dependido de mi. ¿Qué me queda si o si? Pues de lo que si soy dueña, y es de mi Acitud, ante los éxitos, antes los fracasos , ante los imprevistos, ante el azar, en definitiva, ante la Vida. Un abrazo
Fabian dice
Excelente artículo, Ángel!
Me ha agradado como lo desarrollaste, definitivamente de lo mejor que he leído este mes. En resumen, puedo decir lo siguiente, una breve historia:
1.- Tengo un amigo que es empleado de una organización desde hace casi diez años. Se encuentra actualmente al mando de varias personas y de una sección importante de la compañía.
2.- Se volvió instructor empresarial con el conocimiento adquirido (en su tiempo libre).
3.- Ha realizado múltiples blogs, cursos online y algunos libros. Sin embargo, a pesar de su esfuerzo, no han tenido el resultado deseado, al momento.
4.- Ese amigo se encuentra preparando el lanzamiento de su propio negocio de servicios y cursos presenciales para empresas. ¡Se va a lanzar a la aventura!. Dejará su empleo «seguro» y comenzará pronto. Sin tener nada garantizado; y, después de varios proyectos fallidos.
5.- Me ha dicho, que no le importa cuantas veces lo que haga no le de resultados satisfactorios, lo va a seguir intentando, hasta que el azar, la suerte o como rayos se llame, este de su lado.
Con esto, pienso, puede que existan tres grupos de personas:
1.- Los que dependen del azar.
2.- Los que dependen de si mismos.
3.- Los que no dependen de nada y lo siguen intentando con mayor cantidad o calidad, hasta que lo logran.
Por cierto, yo soy ese amigo. Y tu artículo, me servirá de motivación para esta semana completa. ¡Gracias!
Joel Alfredo dice
Hola a la comunidad!
Les quiero compartir una metodología que usamos en la Ingeniería Industrial y se basa en las probabilidades de que un evento ocurra. Es una herramienta estadística usada frecuentemente en proyectos. que permite identificar y cuantificar las causas de un efecto dentro de un estudio experimental. En un diseño experimental se manipulan deliberadamente una o más variables, vinculadas a las causas, para medir el efecto que tienen en otra variable de interés. El diseño experimental prescribe una serie de pautas relativas qué variables hay que manipular, de qué manera, cuántas veces hay que repetir el experimento y en qué orden para poder establecer con un grado de confianza predefinido la necesidad de una presunta relación de causa-efecto.
Se llama Diseño de Experimentos (DOE), pueden Googlear la información para que aprendan de esta herramienta en la toma de decisiones. Todo esta en internet.
Les dejo un enlace del tema : https://es.wikipedia.org/wiki/Dise%C3%B1o_experimental
Saludos!
Tony dice
Hola Ángel,
Yo incluiría en la conclusión a un tercer grupo de personas en el que me incluyo:
Las personas que saben que lo que los resultados depende en un grandísimo porcentaje a su esfuerzo, pero en también en un mínimo porcentaje al «factor suerte» o «azar»».
Soy más de grises que de blancos y negros 🙂
Yo también he odiado siempre que me dijeran que «gracias a dios» o «por suerte» tenía un buen trabajo, o me iba bien en lo que fuera. Siempre replicaba que bueno o malo, lo que me pasaba era gracias a mi y solo a mí que para eso soy el que me lo curro todos los días. Que Dios ni leches…
Pero precisamente la semana pasada escribí un post en mi blog sobre «la estabilidad». Y hablaba sobre el error que cometemos de querer controlarlo todo. Tenemos que aceptar que vivimos en un mundo en el que hay cosas que no dependen de ti. Pasan y punto. No dependen absolutamente nada de ti.
Cuanto antes lo aceptemos mejor.
Mi forma de verlo es:
«Si no lo puedo controlar, no voy a dedicarle ni un segundo de mi tiempo. Voy a centrar mis esfuerzos en lo que puedo controlar.»
Esa es mi fórmula para no reprocharme nada. A mi me funciona 🙂
Un abrazo!
Tony
Isis dice
Magnífico artículo que además llega en el momento oportuno. Lo pondré en práctica sin olvidar que la estadística es una ciencia que dice que si si mi vecino tiene dos coches y yo ninguno, los dos tenemos uno.
Muchas gracias Ángel.
Arnaldo dice
He leído todo el artículo con cierto choque por lo siguiente:
Desde que comencé a leer a los grandes gurús tipo Kiyosaki, Carnegie, etc., hace ya unos 6 años, siempre aconsejo a quienes me piden ayuda, no dejar todo al azar. Es por ello que me cuesta comprender la parte probabilistica.
Sin embargo, tienes TODA la razón en que ambos grupos o modelos, la de dejar todo al azar, o la de dejar todo en la preparación, tienen razón.
Entonces, lo mejor es adoptar lo mejor de ambas creencias, no?
Saludos.
German Bernasconi dice
Bueno no lei todos los comentarios pero respecto al tema de pareja, 20 años duro mi relacion, siempre al borde de la catastrofe, pero muy intensa jeje!!, lamento no haber tenido esa habilidad para los negocios, pero en eso coincido con el mensaje, las circunstancias de vida te determinan y esto si que es largo de contar. Saludos
Fabiana dice
Hola a todos! Gracias Ángel por compartir esta visión. En mi caso, lo veo más como producto de la «sincronicidad», el hecho de que nos acerquemos a los resultados, personas o cosas que queremos conseguir (conciente o inconcientemente), también creo que tiene mucho que ver con la energía. Tomo el ejemplo de la película «La suerte está echada», y lo resumo en que nuestro trabajo consta en primera instancia de «empujar» para que las cosas pasen, y el resto «dejar frluir» para encontrarnos con la suerte que nos tiene preparada el destino. Abrazos!
Alberto dice
Hola Ángel y lectores!! Gracias por este post! 🙂
Me sorprende que no hables en nuingun momento de la ACTUTUD. Pues si bien hay una parte de azar en todo lo que nos rodea, éste se ve directamente condicionado por la actitud que tomemos. La pareja, el CEO… El victimismo o la valentía afectan al azar y lo dejan en segundo plano, no creéis?
Aprovecho para decirte Ángel que en pocos días empezaré mi aventura por el mundo, gracias por inspirarnos!!
Alberto
Franciscoach dice
Hola Angel,
Lo que tu llamas suerte o azar, los yoguis lo llaman Karma. El karma es un concepto muy complicado de explicar, que yo todavía no entiendo completamente, pero es como si fuera una fuerza que está por encima de todo, tu esfuerzo, tu constancia o lo que quieras hacer.
Por ejemplo si tienes mal Karma de dinero podrás hacerte rico pero luego tu empresa por cualquier circunstancia incierta quebrará y acabarás de nuevo arruinado.
Me gusta esta ley del Karma porque a veces trae explicación a cosas muy injustas como que alguien fume 30 años y tenga una salud de hierro y otro sera super saludable y con 30 años le detecten un cancer y se muera.
A mi me sirve como explicación, puede ser algo que tenías que quemar de otra vida o lo que sea.
un abrazo
José Machado dice
Hola Angel, y a tod@s los seguidores y comentaristas,
Sigo a Angel desde hace unos meses y rara vez me presto a comentar (error!) pero esta vez me veo empujado porque este análisis toca aquello a lo que me dedico y apasiona, la psicología y el desarrollo personal.
He leído casi todos los comentarios y tengo que decir que: ¡Enhorabuena Angel! Tienes seguidores de muy buena calidad. No solo por la cantidad de comentarios sino por la calidad de los mismos. Todos con reflexiones muy medidas.
Al grano! Me ha gustado tu reflexión, un buen análisis, aunque no esperaba menos de ti. El caso es que hablas de un tema bastante importante dentro de la psicología y el coaching.
La percepción que tenemos del control de nuestro entorno es muy importante para nuestro crecimiento y nuestra salud mental.
No voy a extenderme, pero si alguien está interesado en este asunto les recomiendo dos conceptos claves que profundizan sobre este análisis que ha realizado Angel.
Estos son el «Optimismo No Realista» y la Teoría de la Atribución.
Un fuerte saludo a todo@s!
Jose A. Galián dice
Pues yo estoy de acuerdo (.net, lo siento, me encanta hacer esa broma) con lo que dice Ángel. Lo veo de lo más sensato.
– Por un lado tus resultados están relacionados con tus acciones.
– Y también influye el azar.
Me parece de cajón.
Yo suelo ser bastante realista y prágmático.
Evidentemente una persona que trabaje 10 horas al día tiene más posibilidades de tener más éxito en cualquier tarea que otra que le dedique 5 horas, suponiendo igualdad en el rendimiento.
El azar influye también, un buen ejemplo puede ser:
2 personas que conducen a diario, ambas con el mismo cuidado y precaución, en carreteras igualmente seguras… una conduce 4 horas a día y la otra 15 minutos. ¿Quién tiene más probabilidades de tener un accidente?
– Obviamente la que más horas conduce.
Pero si quien conduce menos tiene mala suerte, (azar) le puede tocar a él.
Igual pasa con las enfermedades, que te vienen de herencia, las tienes y punto. Mala suerte.
Hay quien dice famosa la frase: «si un problema no tiene solución, deja de ser un problema», en parte estoy de acuerdo. Si no tiene solución, adáptate rápido y vive con ello lo más feliz que puedas. Es una forma de ver las cosas muy práctica, incluso fría, pero efectiva.
Con respecto a lo que dices del karma, Francisco, lo de que en otra vida hiciste mal las cosas… no me gusta jaja, lo siento. Lo veo injusto, porque si yo en esta vida, que es la que controlo, quiero ser bueno… ¿Me tengo que aguantar con mi mal karma porque mi anterior yo, con el que no me identifico, hizo mal las cosas? ¿Qué mal no?
Hay quien lo llama el destino, como Caro.. obviamente yo no tengo la verdad absoluta pero prefiero pensar que tengo, aunque sea, ago de control sobre lo que me sucede.
Otra distinción interesante sería lo práctico que puede ser el «pensamiento positivo» vs. «ley de la atracción», pero no quiero extenderme más.
alberto dice
Angel, excelente porst!
Sin dudas yo era uno de los que pensaba que el azar es para los mediocres!
Pensandolo hay mucha razon en lo que dices, a veces por mas que poongas las probabilidades a tu favor siempre esta la posibilidad de que salga mal…
Algo asi como la ley de Murphy en la cual nada puede salir mal excepto lo que tenga que salir mal, como dices aca, hay cosas que no dependen de ti y por mas que las hagas como corresponde van a salir igual mal.
Gracias por la info y darle otra perspectiva a las cosas!
Slds!
Gloria dice
Buen post 🙂
Muchas personas piensan que todo tiene un por qué «logico» pero no es cierto. Otros piensan que estan pendientes de un hilo y en manos del azar. Ni todo es blanco ni todo es negro…
Como decia Woody Allen en Match Point…., donde el azar es un factor importante a lo largo de toda la pelicula, donde a veces las acciones que un@ realiza no obtienen siempre las mismas reacciones.
La vida esta en continuo movimientos, es dinámica, y nosotros mismos lo somos, nuestras percepciones pueden variar a lo largo de la vida.
Un saludo, valiente
Gonzalo dice
Sí, es exactamente lo que yo creo. Eso que dicen los supuestos gurús de que todo depende de uno mismo y que si Bill Gates tuvo éxito los demás también pueden conseguirlo es falso.
Claro que cada uno tendrá que esforzarse en lo que haga para intentar que le vaya lo mejor posible, pero explicas muy bien en el ejemplo del CEO, como las dos personas pueden hacer muy bien su trabajo, pero por circunstancias fortuitas externas a ellos a uno le puede ir muy bien y al otro muy mal.
Fenix dice
Hola a todos!
Siempre me intento guiar por mi intuición, así, cuando estoy intentando algo y veo que no progresa como me gustaría pienso que no es para mi, o que no es el momento para continuar por ahí. Quizá por eso tengo 33 años y lo único que tengo propio es eso, mi intuición y ganas de continuar por los caminos que se me vayan abriendo.
Creo que es tranquilizador pensar que el azar existe y también el destino. O cosas que suceden porque tienen que suceder por una serie de causas y efectos que escapan a nuestro control. Yo personalmente analizó mucho mis acciones, especialmente cuando las cosas no acontecen como había imaginado. Pero asumo que existían variables ajenas a mi control al mismo tiempo y, cuando veo la ocasión, si me apetece, y mis valores e intuición me dicen que es adecuado, lo vuelvo a intentar de otra forma.
Cuando caigo me vuelvo a levantar, sabiendo que los que me quieren están ahí.
Un saludo!
J. K. Vélez dice
Después de leer los comentarios me he quedado con la sensación de que nuestro individualismo nos deja un poco ciegos. Cada uno de los habitantes de este planeta se cree el centro del mundo. No es una mala cosa dado que en cierta forma las experiencias que vives conforman tu propio mundo y así podría haber tantas versiones del mundo como personas. También es bueno porque esa visión de túnel de creernos que el universo gira a nuestro alrededor al menos consigue que haya alguien en el mundo que se preocupe por lo que nos pasa: nosotros mismos. Pero a veces nuestra individualidad no nos deja ver que donde termina nuestro control sobre lo que nos rodea empieza el control del de al lado. Y aunque en esta frase hay mucho control lo cierto es que lo nuestro es sólo en parte control pero lo de los demás, desde nuestro punto de vista es… azar. Me explico. Por mucho que quieras controlar tu vida jamás podrás controlar las del resto del mundo. No sabes si un borracho se te va a llevar por delante, no puedes estar seguro de que tu abuelita no vaya a dejar el gas encendido en un descuido. Todo el libre albedrío de los que comparten nuestro mundo cercano es puro azar para nosotros. Y eso hablando de personas o de actos. Porque si sumamos las enfermedades a las que te puedes exponer sin saberlo o desarrollar sin comerlo ni beberlo el azar se multiplica exponencialmente. Es muy poquito lo que realmente podemos controlar en esta vida y vivir creyendo que somos dueños de nuestro destino quizá sea una forma de no perder la esperanza pero no es realista y nos hace a todos un poco ciegos.
Siento que el comentario me haya quedado tan plomizo.
LaJuli dice
Wow
Que bonito. Gracias. Me gusto mucho y me dieron ganas de decir…
Yo vengo de otro mundo, quizá de otro lenguaje. Y no tengo esta capacidad que tenės vos de ver las cosas así.
Entonces siento que…
Que hayas usado las matemáticas para metaforizar sobre cosas intangibles como estas, se agradece, porque hace que se vea todo mas claro, más conciso. Como el polvo que da cuerpo y presencia a los rayos de luz en al aire.
Clarificador en cuanto al camino para conseguir HACER sin los miedos que dan los grandes riesgos. Y tranquilizador en cuanto a que al fin y al cabo, sea cual sea la manera que elijas de hacer las cosas, la PERSEVERANCIA es la clave. So go for it!!
Justo a tiempo para momentos de decisiones!
Azar? Consecuencia? Sincronia? Magia?
Como sea! gracias por escribirlo, siempre es lindo escucharte.
Yolanda dice
Hola Ángel.
Muy de acuerdo con el post.
Los 2 tipos de personas que indicas, como bien dices, tienen su parte de razón; lo único que nuestras acciones, desde mi punto de vista, tienen muchísima más repercusión, que el componente azar pueda tener al intervenir en nuestras vidas. Es decir, creo que uno 70% 80% aproximadamente de nuestros resultados, dependen de nuestras acciones, y el 20% restante del componente «azar».
Un abrazo!
Javier Vidal dice
Estimado Ángel:
Has sido un buen estudiante y raras veces bajabas del sobresaliente. Me alegro por ti y te felicito. Del buen expediente a Microsoft y de ahí a una web de éxito y una vida plena. Enhorabuena.
Infiero de todo ello que es necesaria una inteligencia extraordinaria para poder vivir una vida propia. En ese caso, ¿qué pasa con nosotros, los mediocres?. ¿Estamos condenados a una vida deprimente?. Los que rara vez hemos pasado del notable ¿tenemos entonces que, como escribió Dante a las puertas de su Infierno, «lasciare ogni speranza»?.
Un par de reflexiones personales. La primera. «Éxito», «fracaso», según Kipling dos impostores a los que hay que tratar del mismo modo, con la misma indiferencia (si es que no lo conoces todavía, lee su poema «If»). La segunda, sobre la influencia del azar en nuestras vidas. Venimos a este mundo con una determinada dotación genética que es la que hace que seamos más o menos inteligentes, que resultemos guapos o feos, incluso, parece ser, que de ella depende que tengamos más o menos voluntad. ¿No es eso empezar en este mundo con unas cartas ya marcadas?. ¿No es eso azar?. ¿Se puede imaginar un azar mayor y más determinante que este que se encuentra en la raíz misma de nuestra naturaleza, la propia e individual de cada uno de nosotros?.
Esto que he expuesto no son más que preguntas que me hago, preguntas a las que hace tiempo que les doy vueltas y que tu artículo, Ángel, me las ha puesto otra vez delante.
Un saludo.
Angel dice
No considero que yo tenga una «inteligencia extraordinaria». He tenido la oportunidad de conocer a genios de verdad y te aseguro que yo no soy uno. Pero sí que tengo mis virtudes, como pueden ser el razonamiento lógico o la capacidad de expresar ideas complejas de una manera sencilla, y he creado Vivir al Máximo alrededor de ellas. Tú quizá no tengas esas mismas virtudes, pero seguramente tendrás otras. Estoy 100% seguro de que no todo se me da mejor que a ti 🙂
Totalmente de acuerdo. El azar nos influye desde que nacemos, no todos empezamos con las mismas cartas. Yo me considero un afortunado y sé que si hubiese nacido en Bangladesh ahora mismo no estaría en Brasil escribiendo estas palabras.
Javier Vidal dice
Ángel:
En primer lugar, agradezco sinceramente que hayas contestado a mis comentarios. Y en segundo, quiero manifestarte el interés que me han suscitado tus dos artículos sobre el azar, en particular, la idea de que, hasta cierto punto, se puede intentar «controlar» el azar y ponerlo de nuestra parte a base de repetir muchas veces acciones. No es más que la ley de los grandes números: si tiro una moneda una sola vez al aire, no tengo ni idea de lo que saldrá; pero si la lanzo mil veces, es seguro que, con muchísima aproximación, la mitad de las veces obtendré cara y la otra mida cruz. La idea la conocía, claro, pero nunca está de más recordarla y, sobre todo, me ha gustado como la has relacionado con los resultados de cualquier actividad que emprendamos, un blog por ejemplo.
Un saludo.
marc dice
Despues de leer varios comentarios, creo que todos tienen razon, y quiero añadir que el azar no son las estadisticas, depende a lo que te dediques las estadisticas pueden significar algo importante o pueden significar un cacahuate, pueden valer para el que las lee pero no pueden valer para vivir.
Me gusto mucho eso de: Tú quizá no tengas esas mismas virtudes, pero seguramente tendrás otras. Estoy 100% seguro de que no todo se me da mejor que a ti.
Gracias Angel.
Jon dice
Hola Ángel,
El simple hecho de nacer en Bilbao y no en Fez, o nacer con dos brazos y dos piernas en lugar de con algún problema físico, es ya un asunto de azar y no es mérito propio.
En fin, que hay que trabajar como si todo dependiera de uno mismo, pero estar agradecido como si todo hubiera llegado porque sí, porque hay tantas cosas que se podrían haber cruzado en nuestra contra, y otras tantas que se han puesto a nuestro favor sin que tuviéramos nada que ver en ello, que lo suyo es asombrarse un rato.
Un fuerte abrazo,
Jon
Juan David Corrales dice
Hola a todos! 🙂
Bueno quiero iniciarme en el ámbito de los blogers y que mas para iniciar con este tema y compartiendo una anécdota que me sucedió hace poco en este semestre, sin mas que decir proseguiré dando una pequeña introducción sobre mí:
Soy estudiante de Ingeniería Multimedia en la ciudad de Cali, Colombia. Estoy en 4° semestre. Me gusta aprender cosas nuevas, leer, las matemáticas y algo que me gusta mucho es competir contra los demás y es por eso que me gusta mucho un juego online conocido como LoL. No me gustan las personas que creen que por saber bien una cosa pueden pasar por encima de las demás sin importarles y es por eso que me interesa mucho aprender cosas nuevas para que nadie pueda hacerme sentir mal por no saber algo.
Me he extendido un poco pero bueno ya contaré aquella anécdota que me sucedió hace poco y que si no hubiese sido por este blog probablemente seguiría pensando en abandonar la carrera.
En este semestre veo una materia la cual es pre requisito para poder culminar al siguiente semestre todas las materias del área de ciencias básicas de la ingeniería, en fin, me propuse como meta para este primer corte sacar todas las notas altas para que así a final de semestre no me quede difícil poder ganar la materia.
Tengo la clase en un horario nocturno que va desde las 18:00 – 21:30 un solo día a la semana para que no sea tan complicado con las demás asignaturas y me pueda dedicar el resto de la semana a estudiar los temas vistos en la clase.
El profesor tiene un modelo educativo excelente, por mi parte todos los temas vistos los aprendí y los reforzaba en casa con vídeos tutoriales y haciendo los talleres que el profesor dejaba como ejercicios. Todo me iba de maravilla, le explicaba a mis demás compañeros, podía resolver sin problema alguno cualquier ejercicio que el profesor dejara como actividad. Recordando todo esto aún no me explico ¿por qué me sucedió aquel suceso?.
Llegó el día del quiz, fue realizado en parejas. Prácticamente estuve solo ya que mi compañero no tenia claro temas. Resolví el quiz y me pareció incluso fácil ya que tenia todo claro a excepción de un punto, pero bueno no le dí gran importancia ya que haciendo cuentas si el punto estaba mal igual sacaría un 4,6/5.0 debido a que los demás puntos los consideraba buenos al 100%.
Durante la siguiente semana estuve preparándome para el parcial del corte. Llegó el tan esperado día, el profesor entregó los quicez que había hecho la semana anterior. Mi nota me causó malestar, había sacado un desagradable 2,6 aquello me había trastornado de una manera horripilante. Durante el parcial no dejaba de pensar en ese mísero 2,6 que había sacado, resolví los puntos del parcial, entregué el parcial y me fui para mi casa. Estaba seguro que en el parcial iba a sacar un 5,0 así que no me preocupé de a mucho pero seguía pensando en ese 2,6 que estaba arruinando por completo mi meta propuesta.
Hace dos semanas recibí la nota del parcial, 3,0, esto me dejó destrozado, como iba ser posible que mis compañeros a los cuales les expliqué tema por tema, les ayudaba en todas sus dudas, hayan sacado mejor nota que yo tanto en el quiz como en el parcial. Debido a estas calificaciones pierdo la materia en este corte en un 2,8. Y si para mi este corte fue muy «fácil» no quiero imaginarme cuando piense que los siguientes cortes van estar mas «fáciles».
Estuve durante esas dos semanas pensando que hacer con mi vida, no me hallaba. Sabia que era crucial sacar altas calificaciones en este corte para no tener que sufrir en los siguientes. Incluso llegó a pasar por mi cabeza el desertar de la carrera y darme un tiempo para mi. Pero algo cambió, me dí cuenta que los triunfadores son aquellos que cuentan las historias y como tal, algún día tendré que contar esta historia la cual me dejó muy perturbado pero que gracias a ella me doy cuenta que en la vida tienes que contar con una pizca de suerte para que tus planes salgan del todo bien, y ahora que estoy convencido de eso voy con toda y a por toda a crear historia.
Ahora que leo este post me doy cuenta de algo y es que siempre por mas que te prepares va existir un porcentaje de error y que por desgracia, he sido yo la víctima. Gracias a este análisis y esta reflexión me doy cuenta que no todo depende de cuan constante sea tu esfuerzo, siempre va existir ese pequeño margen de error que no se puede hacer mucho para que cambie.
Te doy las gracias Angel y a todos los que han comentado porque gracias a ustedes he podido comprender mejor las cosas y saber que de aquí saldré haciendo historia como todos los triunfadores.
Un fuerte abrazo.
att Juan David Corrales
«Querer es poder.»
» Si no haces cosas estúpidas cuando eres joven, no tendrás de que reírte cuando seas viejo.»
Rafa Rodero dice
Hola Ángel,
Me animo a escribir por aquí por primera vez después de seguirte por un tiempo. Un amigo me dijo una vez que al final todos somos un número y que tenemos que aceptarlo tal cual. Cada vez estoy más convencido de eso, de que en gran parte, somos parte de una estadística que se cumple la mayoría de las veces.
En uno de mis últimos artículos también escribí sobre la suerte, aunque no tuve tanto en cuenta la probabilidad y me centré más en el hecho de que si queremos podemos hacer que la suerte caiga de nuestro lado cultivandola con una serie de hábitos que dependen de nosotros mismos.
El hecho de estar más alerta a las (buenas) oportunidades nos hará más propensos a que la suerte nos favorezca en un momento u otro.
Me encantan este tipo de artículos, y el resto de los de la serie también 🙂
Disfruta de las tierras brasileñas, yo pronto espero conocerlas 🙂
Un saludo
Douglas Sibrián dice
Estimado Angel,
Me agradó mucho el artículo y me agradan todos los comentarios, no hay duda que hay mucho de verdad en los pensamientos de todos, así como una falta de consenso palpable,…en mi opinión creo que falta algo en la ecuación, ese factor que a muchos pone incómodos, se trata de la existencia de Dios como el sustentador y guiador de los eventos sean estos inmensos e inconmensurables o ínfimos o triviales,
Un abrazo a la distancia,
Saludos,
Raquel Barbosa dice
La frase «si quieres, puedes» es mentira.
«Si quieres, puede que puedas»
(Pablo Arribas)
Pablo dice
A todos los que han estado debatido sobre este tema, os recomiendo el libro «Coincidencias Imposibles», donde se tratan muchos de los temas aquí mencionados, a parte de una recopilación de coincidencias muy interesantes.
Enrique dice
El azar no existe, es el nombre del saco donde metemos las cosas que desconocemos. Cuando tiras una moneda al aire son muchos y muy sutiles los factores que influyen en que salga cara o cruz y una persona es prácticamente incapaz de conocerlos y controlarlos todos, pero eso no quiere decir que el resultado que salga no venga exactamente determinado por dichos factores. En otras palabras, ¿se puede programar una máquina para que lance una moneda muchas veces y siempre salga «cara»? Rotundo sí.
Las cosas que nos ocurren vienen exactamente determinadas por una serie de factores, el problema es que generalmente no los conocemos todos y no los podemos controlar todos.
Nuestro mundo no es un sistema indeterminista, es un sistema determinista que aún no sabemos determinar, y espero que siga así mucho tiempo…
Raquel dice
«LA INCÓMODA VERDAD SOBRE COMO FUNCIONA EL MUNDO»
El título prometía, no podía creer que pudiera haber alguien en la Tierra con la respuesta… tenía toda la curiosidad. Pero no se que ha quedado más que en la opinión facilona, bajo mi punto de vista, de una persona primer mundista que ha utilizado un título demasiado GRANDE.
Habláis de la posibilidad o no de que el azar influya en nuestras vidas, de aciertos, de errores… Yo simplemente creo que el que te salgan bien las cosas o no, para empezar viene de serie. Se puede llamar suerte o azar, por supuesto porque todo va a depender de : Has nacido en Siria o en España?, eres hombre o mujer?, utilizas tus neuronas o no?, eres inteligente?, autosuficiente?, se te permite en tu país o, simplemente en tu entorno desarrollarte como persona?, te ha tocado ser un «psicópata»?, padeces algún trastorno mental?
Yo no sé si el destino está escrito, yo no se si se llama suerte, yo no tengo la explicación ni la verdad sobre COMO FUNCIONA EL MUNDO, pero si se y nadie me podrá negar, que no se puede elegir lugar, momento ni sexo para nacer. No puedes elegir el coeficiente intelectual que te gustaría tener, no puedes elegir tus virtudes de serie ni tus defectos (si bien podrás potenciarlos, modificarlos e incluso amortiguarlos), no puedes elegir tu grado de empatía, ni siquiera es algo que creo que puedas aprender.
En conclusión, no creo que sea tan fácil saber como funciona el mundo, ni creo que la «vida» que te ha tocado vivir sea «mérito» tuyo. Y la clave del éxito o fracaso creo que tiene que ver más con la genética, geografía, sexo y psicología, por ejemplo, que con las estadísticas. Que una persona nacida en España, que ha recibido unos estudios y unas oportunidades que le venían en el «pack» se levante una mañana y decida que no es feliz con su vida, y consiga cambiar las variantes hasta lograr vivir tal y como le gusta, no deja de tener mérito, pero para mi no se trata de una cuestión de estadísticas o porcentajes si no de «agradecimiento» con la suerte que te tocó el mismo día que te parieron. Si tienes la posibilidad de cambiar tu vida para que sea tal y como te gustaría y sientes la necesidad de hacerlo, TIENES QUE HACERLO, en señal de gratitud, y tienes que currártelo para que te salga bien, porque se lo debes a la vida y a la propia suerte que te ha tocado en gracia, independientemente de lo que digan las estadísticas o los porcentajes. Hablar de «suerte» o «azar» para referirnos a la posibilidad de que las decisiones que tomamos nos salgan favorables o no en función de «porcentajes» o «posibilidades estadísticas» está genial para guiar y asesorar a quienes están en el camino o empeño de realizar cambios en su vida, pero de ahí a decir que se tiene la verdad sobre como funciona el mundo, me ha parecido excesivo. Humilde opinión.
Kevin Albert dice
Como bien dices, no todo lo que te pasa depende de ti al 100% pues siempre hay una parte que queda en manos del azar.
Aún así, una de las decisiones con mayor potencial de cambiar la vida de una persona es tomar el 100% de responsabilidad de todo aquello que le sucede en la vida.
Pol Franquesa dice
Gracias por inspirarme en mi retro de este año 2020, muy útil. Aprendiendo cada día un poquito más.
Un abrazo y felices fiestas.
Well dice
Bueno artículo!
Nunca desistas. El error no existe…es solo un auto juzgamiento. ..una percepción tuya de los acontecimientos y resultados. O mundo no termina por esto. Repita el intento hasta cansar, pero siempre consciente…no cómo automata…aprenda…regresa al punto cero… Tu puedes cambiar las probabilidades del sistema si aprendes a observar y diferenciar las causas de los efectos…generalmente llegarás a conclusiones contra intuitivas… e inesperadas…respira con paciencia, medita y despierta 🙂
TheUserMan dice
Hola Angel Alegre
Vi tu articulo y quise aportar mis apreciaciones por el lado esotérico al asunto
e incluir si me lo permites algunas variables a tu modelo o visión de la realidad:
1. Las estadísticas también te afectan a ti
Si es obvio.
2. Tomar buenas decisiones no implica necesariamente obtener buenos resultados
Incumples NORMAS que podrían apalancar tu esfuerzo para los «buenos resultados».
3. Los ganadores son los que escriben la historia
Deacuerdo. Los tontos con suerte activan NORMAS inconscientemente que les trae buena suerte.
4. El único antídoto para el azar es la repetición
No tan deacuerdo:
La suerte es una espada de «DOBLE FILO» a como puedes tener muy mala suerte también podrías tener muy buena suerte si sabes como voltearle el filo.
La realidad esta estructurada en ciertas NORMAS invisibles(aunque no lo creas) que si las aplicas bien o mal cambian el lado de la suerte,
si quieres buena suerte con solo que repitas lo que hacen las personas exitosas en su vida cotidiana ya la estas cambiando.
Por otro lado aunque hagas las cosas correctas ya traes una estrella de nacimiento por así decirlo y por mas que te esfuerces en replicar lo que creas que te va a traer buena suerte no pasa nada, si no cambias de entorno no vas a ver un cambio, te tienes que ir de donde estés por que si no estas avanzando tienes que estar donde esta iluminado o donde las personas que han triunfado en lo que quieres se encuentran.
Y por ultimo como bono te digo que tener buena suerte es un proceso que lleva su tiempo como semanas o meses, si haces algo por mas de cuatro meses y
no notas cambios es por que algo estas haciendo mal o algo te hace falta o del todo eso que estas haciendo no sirve para la buena suerte.
Bueno espero te sea útil este comentario, saludos y buena suerte!!
Jaume Martorell dice
He leído todos los comentarios. Se agradece el buen nivel y me siento identificado con la mayoría, por eso creo que Ángel da en el clavo, ya que se sitúa más o menos en el centro de los opuestos, (deterministas-indeterministas), (casualidad-causalidad)…es decir que todo influye en los resultados.
Solo quiero hacer un apunte referente al comentario sobre programar una màquina para tirar una moneda y que ésta caiga siempre por la misma cara.
Estoy de acuerdo en que eso es posible, o dicho de otra manera, creo en la causa efecto, pero también creo en la casualidad. Si el azar es todo aquello que no controlamos, tirar una moneda al aire, para cualquiera de los mortales es azar, ya que no controlamos las causas como podría hacerlo una máquina. Es evidente que existe el azar, o que alguien me explique como hacer que me toque la lotería. O el nacer en unas condiciones determinadas, hay quien dice que eso también lo elegimos, si fuera cierto, que sentido tiene? En todo caso es un acto de fe, ya que no somos conscientes de ello.
Mi conclusión es que, aunque todo tenga causa efecto, como no lo controlamos todo, para nosotros el azar puede ser determinante.