Empecé a interesarme por el mundo de los blogs en 2011, cuando vi a varios blogueros americanos hacer “magia” con la ayuda de sus seguidores. Estas personas eran capaces de arrancar un proyecto desde cero o financiar una campaña de 200.000 dólares en Kickstarter con un simple post en su página web, algo que me impresionó profundamente.
“¡Yo también quiero tener una plataforma con ese potencial!” –pensé en aquel momento. Y desde entonces, estuve estudiando todo lo que encontraba sobre blogging y sobre otros campos relacionados como la escritura, el marketing o la marca personal para saber cómo empezar con un blog. Y sigo haciéndolo.
Durante los últimos cuatro años he leído cientos de posts sobre estos temas, he comprado libros, he hecho cursos, y lo más importante: he experimentado en Vivir al Máximo con todo lo que he ido aprendiendo. A día de hoy sigo formándome en estos campos y estudiando lo que hacen los mejores, porque es un tema que me apasiona y porque todavía me queda mucho que aprender.
A base de analizar tantos blogs, especialmente de gente que acaba de empezar y me pide consejo, he llegado a un punto en que con un simple vistazo puedo hacerme una idea de si el proyecto tiene posibilidades de triunfar o si acabará fracasando a los pocos meses. Lamentablemente, la mayoría de blogs pertenecen a la segunda categoría.
No es ningún secreto que el 99% de los blogs tienen menos de 100 visitas al día y acaban abandonados en menos de 6 meses. Y normalmente los motivos son los mismos: errores básicos que se podrían haber evitado con un mínimo de preparación y planificación previa.
En base a mi experiencia, estos son los 10 más comunes. ¿Estás cometiendo alguno de ellos?
1. No dedicar suficiente tiempo a planificar tu proyecto
En general, cuando alguien quiere empezar un blog elige la primera idea que se le pasa por la cabeza, compra un dominio y un hosting, y se pone a publicar y a compartir sus artículos por Facebook. Como empezar un blog es muy fácil, creen que el resto también lo será.
Esta estrategia no suele dar muy buenos resultados.
Al igual que nunca se te ocurriría abrir una tienda de ropa sin antes estudiar dónde ubicarla, decidir el estilo de las prendas que vas a vender y hacer cuentas para ver si el negocio es rentable, tampoco deberías crear un blog sin primero pararte a definir los detalles de tu proyecto y estudiar su viabilidad.
Sí, sé que es más divertido elegir una plantilla y configurar plugins, pero invertir algo de tiempo en planificar lo que vas a hacer te ayudará a detectar problemas graves antes de que ocurran y a la larga te ahorrará cientos de horas.
¡Ojo! Mucho cuidado con caer en el extremo opuesto: pasar demasiado tiempo pensando y no suficiente haciendo. Es imposible planificarlo todo al detalle y al final la única manera de comprobar si tu idea es buena es poniéndola en práctica, así tampoco te obsesiones. Clarifica los pilares de tu proyecto y ponte en marcha.
2. No saber qué es lo que quieres conseguir con tu blog
Lo he dicho mil veces, pero no me cansaré de repetirlo: ten un motivo claro para hacer las cosas. La mayoría de la gente toma decisiones “porque sí”, y crear un blog no es una excepción.
A veces me levanto, abro mi correo y tengo un mensaje de un amigo visiblemente emocionado:
“Ángel, tío, he decidido que voy a empezar un blog sobre el apareamiento del lince ibérico”
“¿Para qué?”
“Pues… para que va a ser, ¡para tener un blog!”
Automáticamente sé que ese blog no llegará a nada. Como su autor no sabe qué es lo quiere conseguir, tampoco tendrá la motivación necesaria para escribir todas las semanas, y en cuanto La Resistencia le visite disfrazada de cansancio o de cervezas con los colegas el blog será el sacrificado.
3. No aportar valor
¿Por qué lees Vivir al Máximo?
Déjame que responda por ti: porque te aporta algo de valor.
Quizá mis artículos te resulten entretenidos, inspiradores, o te enseñen cosas nuevas, pero lo que está claro es que te son ÚTILES. Si no no me leerías, es así de simple.
Desgraciadamente, la mayoría de la gente cree que su blog es aquel diario de páginas doradas con un candadito que tenían de pequeños. Como escribir un blog personal es sencillo porque solo tienen que “traducir” ese diario se dedican a escribir sobre su vida sin darse cuenta de que su vida le importa una mierda a ese desconocido que le ha encontrado buscando en Google una solución a sus problemas.
Al cabo de unos meses, se cansan de que sólo les lea su madre y sus dos colegas y llegan a la conclusión de que no merece la pena tener un blog.
4. No saber para quién escribes
Lo tienes claro: quieres a empezar un blog de viajes.
Durante un mes trabajas día y noche para escribir post épicos que te posicionen como un referente en su nicho.
“5 actividades para hacer en Chiang Mai que le encantarán a tus hijos”
“Cómo disfrutar de París sin gastarte una fortuna”
“Los 10 mejores destinos para nómadas digitales”
“Por qué no deberías tener miedo de viajar sola a la India”
“21 fotografías de África que te dejarán con la boca abierta”
Tus artículos están bien redactados y aportan muchísimo valor. Sin embargo, el proyecto no acaba de despegar. Un comentario aquí y allá, alguna que otra subscripción… pero poco más.
¿Qué está pasando?
El problema es que no sabes para quién escribes. A mucha gente le gusta viajar, pero una familia con hijos no quiere lo mismo que una chica que se va de mochilera por primera vez.
Para poder aportar valor semana tras semana, necesitas tener muy claro quién es tu audiencia y entender cuáles son sus necesidades. Sólo así podrás darles a tus lectores lo que buscan.
5. No ser creíble
Internet está lleno de “life coaches” cuya vida es un desastre y de falsos gurús que te enseñan cómo hacerte rico a pesar de que ellos tienen problemas para llegar a fin de mes.
La gente lo sabe y no fía ni un pelo. Por eso, cuando llegan a tu blog, lo primero que hacen es ir a tu página “Acerca de” para ver quién narices eres para escribir lo que estás escribiendo. La mayoría de blogueros fallan este test.
Lo siento mucho, pero no necesitamos más blogs de seductores que no ligan, de viajeros que no viajan, ni de SEOs que nunca han posicionado una web. Si quieres que creamos en ti, primero vas a tener que DEMOSTRAR con HECHOS que te mereces esa confianza.
6. No tener suficiente contenido
Posiblemente la causa de mortalidad más frecuente entre los blogs recién nacidos es la falta de contenido. Empiezan muy fuerte, publicando un nuevo post todos los días, pero cada vez les va costando más y más hasta que llega un punto en que se quedan secos y mueren. ¡Qué pena!
El no saber sobre qué escribir suele ser un síntoma de falta de pasión. Si no vives y respiras la temática de tu blog, serás incapaz de generar ideas para nuevos artículos cada semana.
7. No querer ofender a nadie
Si alguna vez te has expuesto públicamente y alguien te ha criticado, incluso si era un desconocido, sabrás que jode bastante. Da igual que otras 100 personas te hayan dicho que eres la leche; del que te acuerdas es del que te insultó. Por eso, para protegerte, empiezas a suavizar tus opiniones.
En vez de decir “aprender inglés es importante” dices “en mi humilde opinión creo que aprender inglés puede ser importante”, y en vez de decir que “la cuota de autónomos en España es un disparate” dices que “es un tema muy complicado con muchos matices.” De esta manera nadie puede criticarte, ¿verdad?
El problema es que un blog consiste justamente en lo contrario: en exponerse, en expresar abiertamente lo que piensas. El público quiere sangre, y si intentas caerle bien a todo el mundo no te buscas enemigos pero tampoco consigues seguidores. Pasas desapercibido y te diluyes cual azucarillo en el gran café de la blogosfera.
8. No ser diferente
En Internet existen millones de blogs sobre todo tipo de temáticas. Por eso, si quieres que el tuyo tenga éxito, necesitas contestar a una pregunta clave:
¿Por qué alguien debería leer tu blog en vez de cualquier otro?
La mayoría de blogueros son incapaces de dar una buena respuesta a esta cuestión, y su proyecto acaba convirtiéndose en “uno más” y perdiéndose en el olvido.
Ahora más que nunca, diferenciarte de tus competidores es un requisito imprescindible para triunfar, porque ser diferente es lo que hace que los lectores se queden en tu página, la recuerden y hablen de ella a sus amigos.
Un ejemplo del poder de la diferenciación es Chuiso, que en cuestión de meses se abrió camino en un nicho como el del SEO, lleno de aburridos consultores de chaqueta y corbata, con su blog de caricaturas y artículos irreverentes.
9. No centrarse en lo verdaderamente importante
La primera vez que quise crear Vivir al Máximo me pasé una semana entera decidiendo el diseño. Quería una plantilla de Wordpress que fuese perfecta, y me pasaba las noches mirando y mirando sin encontrar ninguna que me convenciese. Al final me harté de buscar y decidí posponer el lanzamiento del blog.
Cinco meses más tarde ya no podía esperar más porque me iba a Tailandia, así que empecé la web en una plataforma llamada SETT que no te dejaba cambiar de plantilla ni instalar plugins. Eso me obligó a centrarme en lo verdaderamente importante: el contenido. ¿Y sabes qué? La gente me leía aunque mi blog fuese “negro y oxidado” (así es como lo describió una vez un lector).
A muchos principiantes les pasa como a mí. Se pasan meses eligiendo un buen logo o retocando la plantilla de su blog, sólo para darse cuenta unas semanas más tarde de que escribir es más difícil de lo que creían y que nadie les va leer por tener un diseño bonito.
En vez de hacer eso, recuerda que el 20% de tus esfuerzos son responsables del 80% de tus resultados, y dedícate a escribir buenos artículos, hacer crecer tu lista de correo y establecer relaciones con otros blogueros. Todo lo demás son detalles. Haz lo mínimo necesario y no te bloquees. ¡Ya habrá tiempo de optimizar más adelante!
10. No entender que un blog no es lo mismo que un negocio
Uno de los motivos por los que mucha gente empieza un blog es para ganar dinero. Sin embargo, estas personas no acaban de entender que publicar artículos gratuitos todas las semanas no da un duro.
Salvo que tengas publicidad de AdSense en tu web (y no te lo recomiendo porque las ganancias son ridículas), un blog no es un negocio sino una herramienta de marketing para atraer a una audiencia determinada y posicionarte como experto. El negocio está en venderle algo a esos lectores. Si no vendes, no tienes un negocio, tienes un hobbie.
Por eso, en caso de que ganar dinero sea uno de tus objetivos principales, deberías tener al menos una idea de cómo vas a conseguirlo antes de empezar. Generar contenido no es suficiente.
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¿Cuáles de estos errores has cometido al empezar tu blog? ¿Hay alguno más que añadirías a la lista? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!
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Este post fue publicado originalmente en Marzo de 2014, y lo he actualizado y mejorado con los nuevos conocimientos que he adquirido desde entonces.
Foto: courosa