El pasado sábado en Sevilla conocí a Carlos, el marido de mi prima Patricia y propietario de Guitarra Viva, una escuela de guitarra online que tiene los mejores vídeos para aprender a tocar la guitarra que he visto nunca. Su canal de Youtube tiene más de 300.000 suscriptores y varios millones de visitas.
De todas las cosas que hablamos aquel día la que más me llamó la atención fue la historia del afinador que Carlos tiene en la web. Ahora mismo utiliza el de proguitartuner.com, pero en su momento intentó contratar a un programador que le hiciese el suyo propio… y no fue capaz de encontrar a nadie. Bueno, sí que lo consiguió, pero de las dos personas con las que probó uno le entregó un afinador que perdía memoria y ralentizaba por completo el ordenador (y además le rompió la web al instalarlo), y el otro no fue capaz de terminarlo y acabó devolviéndole el dinero. Al final se dio por vencido.
Todavía recuerdo las palabras de Carlos: «Ángel, sólo pedía a un tío que me lo hiciese BIEN. Le hubiese pagado lo que me hubiese pedido, pero era más fácil contratar a alguien para dar una paliza que a alguien para que me hiciera este trabajo.»
Esto da lugar a una reflexión interesante: ¿tiene Carlos la culpa por no contratar a la persona adecuada o por no especificar bien lo que quería, o es que en España es difícil encontrar buenos profesionales?
Pues justamente de eso va este post 🙂
La mentalidad del 5
Cuando estaba en la universidad no me gustaba trabajar en grupo. Siempre que podía hacía los trabajos yo solo. ¿Y sabes por qué? Porque no me fiaba de mis compañeros.
Después de varios meses de carrera me di cuenta de que la mayoría de estudiantes de Ingeniería Informática se conformaban con aprobar. Las asignaturas no eran nada fáciles y sacar un 5 era una bendición para muchos. Yo, que siempre me he exigido lo máximo, lo veía justo al revés: una nota que no fuese un 10 significaba que tenía que mejorar.
Poca gente compartía mi mentalidad y mis estándares de calidad, y esto me creaba conflictos a la hora de trabajar en equipo. Mientras que yo estaba dispuesto a echarle a cada práctica el tiempo y esfuerzo necesarios para llegar al 10, el resto de compañeros sólo colaboraban hasta conseguir un resultado aceptable que les asegurase el aprobado y a partir de ahí preferían dedicarse a otras asignaturas u actividades de ocio. Al final, yo, que era el único interesado, acababa comiéndome el resto del curro.
Conformarse con un 5 en las pruebas individuales de la universidad está bien porque al único que le afecta es a ti. El problema surge al aplicar esa misma mentalidad a la hora de trabajar para otros. Que yo sepa, ningún cliente quiere contratar a alguien que le haga un trabajo de calidad 5, sobre todo sabiendo que si no te preocupa la calidad puedes encontrar a alguien por mucho menos dinero en China, India o Filipinas. Como mínimo buscan un 7 o un 8, y en algunos casos un 10 (y están dispuestos a pagar muy bien por ello).
Desgraciadamente, en España me he encontrado a muchas empresas y profesionales que sólo buscan el aprobado y a veces ni eso. Estas son tres historias reales que he vivido recientemente cuando he querido darle una oportunidad al producto nacional.
Un proveedor de hosting en el que no puedes confiar
Cuando empecé en el mundo de los negocios online elegí RedCoruna para alojar mis webs. Me gustaba porque tenía buenos precios y los servidores en España.
Durante el primer año no tuve ninguna queja. El hosting compartido iba de fábula, el CPanel tenía todo lo que necesitaba, y los técnicos respondían mis tickets de soporte en cuestión de minutos. Sin embargo, estando en Madrid de viaje en navidades, recibí el siguiente e-mail:
Estimado cliente,
Hemos detectado que su cuenta de hosting compartido está consumiendo demasiados recursos. Esto está afectando al rendimiento del resto de usuarios en ese servidor, por lo que hemos actualizado su plan automáticamente a un VPS.
Deberá pagar la diferencia de precio entre su hosting compartido y el VPS en menos de una semana. Si al cabo de ese periodo de tiempo no hemos recibido el pago, procederemos a eliminar todos sus datos de nuestro sistema.
Atentamente,
El equipo de RedCoruna.
Reconozco que el mensaje (por no llamarlo amenaza) no me hizo ninguna gracia. ¿Y si GMail lo hubiese considerado spam y nunca lo hubiese leído? ¿Y si esa semana hubiese estado en Bahamas sin acceso a Internet? Hubiese perdido TODOS mis datos y mis páginas hubiesen desaparecido durante un tiempo (o quizá para siempre, en caso de no tener una copia de seguridad). No sé, quizá estoy pidiendo demasiado, pero teniendo en cuenta que el sustento de mi familia podría depender de ello digo yo que al menos me merecía que un ser humano me llamase para discutir el problema conmigo, ¿no?
Pero ahí no quedó la cosa. Intenté contactar con ellos por teléfono para ver si me podían dar más detalles sobre qué era lo que estaba consumiendo tantos recursos y dónde estaba el límite, ya que quizá podía solucionarlo y no tener que mudarme a un VPS, pero me dijeron que mejor les escribiese un e-mail (¿para qué tienen soporte técnico por teléfono?). Les escribí y me respondieron que no podían darme más datos y que tenía que pasarme al VPS sí o sí.
Llegados a este punto sentí que me estaban tomando por tonto y que me querían colar un VPS a la fuerza (la diferencia de precio con el compartido es de más de 25 euros al mes), así que hice lo mejor que un consumidor puede hacer cuando está descontento con una empresa: dejar de darles dinero. Unos meses después mudé todas mis páginas a Hostgator y todos mis dominos a NameCheap, y hasta hoy.
ACTUALIZACIÓN: Aunque por norma general sigo prefiriendo trabajar con empresas americanas, recientemente saqué todas mis webs de Hostgator y las migré a Webempresa, una compañía 100% española, y debo decir que de momento estoy encantado con ellos. El rendimiento de los servidores es excelente y el servicio de atención al cliente de primera.
Encontrar buenos escritores freelance: Misión imposible
Durante mis inicios con ComprarEbookYa mi idea era externalizar la redacción de todos los posts. Para ello contraté a un chico llamado Javier a través de MyntMarket (ahora Geniuzz) que escribía dos artículos de 400 palabras sobre cualquier tema por sólo 5 euros.
La calidad y profesionalidad de este servicio me impresionaron. Los artículos eran buenos, tenían más de 400 palabras y además la entrega era muy rápida. Parece que Javier también se dio cuenta de eso y decidió subir el precio a 5 euros por artículo, pero como aun así seguía siendo un chollo, le escribí un mensaje para trabajar con él sin intermediarios y le encargué más de 100 euros en posts, ofreciéndome incluso a pagarle un extra porque sus honorarios me parecían demasiado bajos.
Desafortunadamente, mi relación con Javier acabó después de ese encargo porque decidió dejar de escribir y dedicarse a su empleo de verdad, así que puse manos a la obra para buscar un sustituto. Lo probé todo, desde Find a Blogger a TextBroker y otras páginas de escritores freelance, pero no fui capaz de encontrar a nadie que cumpliese con mis estándares de calidad. Y ojo, no fue porque yo también quisiese pagar 2 euros por posts como ofrecen la mayoría de la gente. No me hubiese importado pagar 30 o 40 euros o incluso más por un buen artículo. El problema es que cada vez que ofrecí esa cantidad lo único que recibí fueron artículos de la misma calidad que si hubiese pagado 2 euros de gente que pretendía cobrar 20 veces más haciendo el mismo trabajo.
Una cosa me quedó clara después de esta experiencia: no es fácil encontrar a un buen escritor.
La historia de las Telepizzas arruinadas
Nada más volver de Seattle las navidades pasadas, quedé con Fran y otros colegas para ponernos al día. Sobre las 3 nos entró hambre y llamamos a Telepizza para pedir unas pizzas.
El repartidor tardó casi una hora en llegar. Al parecer había tenido un accidente con la moto y por eso se había retrasado. De lo que no se había dado cuenta era de que al volcar con la moto se habían arruinado las pizzas, y que más que pizzas aquello era un revuelto de pan, salsa de tomate e ingredientes repartidos por toda la caja (y además estaba frío). Como estábamos muriéndonos de hambre, nos las comimos igualmente pero también llamamos al encargado de Telepizza para contarle lo que había pasado. El chico, muy amable, se disculpó y nos dijo que no nos preocupásemos que nos mandaba unas pizzas nuevas.
Las nuevas pizzas llegaron en menos de 20 minutos y esta vez tenían una pinta deliciosa. El repartidor nos las entregó y, cuando ya estábamos salivando, nos dijo que le teníamos que devolver las pizzas estropeadas. Le dijimos que ya nos las habíamos comido porque eran las 4 de la tarde y no podíamos aguantar más y, aunque le enseñamos una foto para demostrarle que lo que había pasado era cierto, nos respondió que lo sentía y que entonces no nos podía dar las nuevas pizzas. Y así, ni corto ni perezoso, las metió en la moto y volvió al restaurante.
Todavía no he sido capaz de procesar lo que pasó aquella tarde. Una empresa manda a un repartidor a hacer dos viajes innecesarios para quedarse con unas pizzas frías que a ellos les cuestan 2 euros en materiales y unos clientes cabreados. ¡Y todo por no devolverle dos pizzas reventadas que habrían tirado directamente a la basura!
NOTA: Los dos Telepizzas de Cáceres han sido sustituidos recientemente por Dominos Pizza.
España vs. Estados Unidos
Sé que puedo parecer oportunista diciendo esto, pero cuando he trabajado con empresas y autónomos americanos –y te aseguro que durante los 4 años que pasé en Seattle trabajé con muchos– jamás he vivido una experiencia de este estilo.
Es muy cierto que en España también tenemos profesionales como la copa de un pino, pero en general creo que la calidad y el trato que recibes aquí dejan mucho que desear. Por eso no me sorprendió en absoluto la historia del afinador de guitarra viva de Carlos.
Y sí, quizá hayamos tenido mala suerte, o no hayamos conseguido encontrar a las personas adecuadas, o no hayamos sabido explicar detalladamente lo que queríamos, pero al menos yo cuando en el futuro necesite contratar a un verdadero profesional optaré por un americano, porque es lo que mejor resultado me ha dado hasta ahora (y encima suele salir más económico que contratar a un español).
Siempre hay trabajo para el que es bueno
Estos últimos años me he dado cuenta de que es fácil encontrar a un profesional que te haga un trabajo decentemente, pero es muy complicado encontrar a alguien que te lo haga MUY BIEN. La excelencia sigue siendo un bien escaso.
Por eso, a pesar del paro galopante que tenemos, si realmente eres bueno en lo tuyo creo que nunca te faltará trabajo. Los clientes satisfechos te contratarán una y otra vez, hablarán de ti a sus amigos y no les importará pagarte lo que les pidas con tal de no perderte (por favor, no confundir ser bueno con tener títulos).
Así que ya sabes: no seas un chapucero. Busca en todo momento la excelencia en tu oficio, nunca dejes de formarte y de actualizarte, exígete siempre lo máximo. Pregúntate continuamente: ¿Estoy orgulloso de mi trabajo? ¿Haría lo mismo si el cliente fuese yo o mi mejor amigo? Si la respuesta es no ponte las pilas y mejora, pero nunca nunca nunca te conformes con un 5.
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¿Crees que existe una gran diferencia entre los profesionales españoles y los de otros países como Estados Unidos? ¿A qué crees que se debe? ¿Has vivido alguna experiencia similar a la mía o la de Carlos?
Lectura recomendada 1: The Dip.
Lectura recomendada 2: Benjamín y los váteres.
Foto: Trofeo de oro
Lidia dice
La excelencia es un hábito, y no está muy arraigado en España. Yo creo que existe una gran diferencia entre los trabajadores españoles y americanos. En mi opinión, aquí lo que se lleva es la cultura del mínimo esfuerzo (y además se admira). La cultura del esfuerzo es para los tontos. Y, bueno, esta es la consecuencia lógica: sin esfuerzo no hay excelencia.
Angel dice
Sí, es difícil determinar el por qué de la cultura del mínimo esfuerzo… Yo creo que intervienen muchos factores, desde el cultural hasta el clima (con calorcito apetece menos trabajar, eso esasí). Quizá lo que más eche de menos de España ese sentimiento de grupo, de que todos somos un equipo y remamos en la misma dirección que se respira en países como Estados Unidos y en comunides autónomas como Cataluña. Aquí sólo lo vivimos cuando juega la selección; el resto del tiempo es una especie de competeión a ver quién es más listo que los demás.
Un abrazo, Lidia!!
Isa dice
Hola Angel!
Encontré tu blog no hace mucho y la verdad que mi novio y yo nos sentimos muy identificados contigo y con todo lo que cuentas. Somos tambien ingenieros informaticos y estamos viviendo y trabajando en Madrid asi que nos dio mucha rabia no llegar a tiempo para la quedada que hicisteis aquí, espero que haya otra!
Estoy totalmente de acuerdo en lo que comentas de la excelencia y a mi tambien me ha costado siempre trabajar en equipo por eso mismo.
Que sepas que desde hace ya tiempo estamos dando pasos hacia nuestro ideal de vida que para nada es lo que la sociedad «impone», y para ello estamos empezando tambien con nuestra pagina nicho y otros proyectos 😉 Sabemos que es un camino de esfuerzo pero apasionante y sobre todo motivante por la idea de llegar a vivir como queremos y teniendo tiempo para viajar y dedicar a lo que realmente nos gusta.
Estamos en contacto 😉
Angel dice
¡Hola Isa!
Encantado de conoceros y bienvenidos a Vivir al Máximo 🙂
Mucha suerte en vuestro camino y seguimos en contacto!!
Pablo dice
Ta ha quedado un post muy «americano» 😛
Yo creo que aquí habría que generalizar el discurso. No hablar sólo de falta de excelencia entre «profesionales» (que induce a pensar en «trabajadores» o en «autónomos»), sino también entre emprendedores (antes conocidos como «empresarios»), y en general, toda la sociedad. De hecho, varios de los ejemplos que pones son de empresas, más que de profesionales en concreto.
España es un país que, por razones históricas, se ha movido siempre en la picaresca, la chapuza, la falta de compromiso, el dinero fácil, el «esto no es mi problema», el no saber trabajar en equipo, etc., etc., etc. En el caso de los negocios, esto lleva a que cuando un cliente contrata un proveedor (o un empresario a un trabajador), el primero intenta racanear todo lo que puede a cambio de un servicio de la hostia, mientras que el segundo intenta hacer lo mínimo y si es posible cobrar un pastón injustificable. Hay como una especie de lucha tácita en ver quién tima a quién. Una vez inmersos en esta cultura, el proveedor va a suponer que tú vas a entrar en ese juego, por lo que incluso le resultaría raro que le quisieras pagar un precio justo por su labor. Y por supuesto, él no va a buscar la excelencia para nada; si puede hacer menos y cobrar más, lo hará. Yo en la empresa en la que trabajo lo sufro a diario con nuestros clientes. Parece una competición para ver quién sangra más al otro, quién se aprovecha más de la situación.
Qué diferencia con lo que tanto predican los americanos de la «win-win situation», es decir, que en los negocios ganen las dos partes. En otras cosas los anglosajones podrán ser unos gilipollas, pero en esto nos dan mil vueltas.
Es un problema cultural, no de falta de calidad. Seguro que hay gente en España que puede hacer bien tanto lo del afinador, como escribirte los artículos, etc., pero el problema no es que no sean capaces, sino que les va a costar asumirlo como un reto, como algo en lo que tienen que darte buen servicio, como una colaboración interesante para promocionarse ellos mismos como profesionales; sólo verán los euros que les das y las horas que van a dedicar. Y no les expliques más. Por tanto, va a ser muy difícil que pongan el interés y la dedicación necesarios. Eso puede ser muy frustrante para alguien como tú, afín a una cultura como la yankee, pero entiende que ellos están acostumbrados a tratar con clientes españoles, que no son como tú y que intentarían explotarles sin agradecerles nada. De alguna manera, el que estás «fuera del juego» eres tú, no ellos.
¿Es triste? Sí, es muy triste, pero la cultura es un factor más a tener en cuenta en los negocios. ¿Verdad que si fabricas embutidos de cerdo y jamones no vas a ir a los países musulmanes a venderlos? Y no lo harás por cuestiones culturales, ¿verdad? Pues con esto igual. Si quieres hacer negocios con españoles, tienes que entrar en su juego. Si no, haz negocios con otros.
Angel dice
¡Hola Pablo!
Sí, me ha salido de pronto la vena americana jaja 😉
Tienes toda la razón en lo de que debo generalizar el discurso a toda la sociedad, me he dado cuenta después de publicar el post. Son igual de malos el empleado que hace lo mínimo posible y se escaquea cuando no mira el jefe, el freelance que hace una chapuza, la empresa que factura millones e intenta exprimir a los empleados lo máximo posible y el cliente que se cree muy listo e intenta comprar duros a pesetas. Al final la mentalidad de todos es la misma.
Aun así, yo soy optimista y pienso que todavía quedan tantos buenos clientes como profesionales en España. Creo que una buena manera de separar el grano de la paja es con el precio. Si cobras mucho quizá vendas a menos gente, pero por lo general serán clientes más serios y menos «tocapelotas». Lo mismo si contratas a alguien caro y con experiencia probada. El que siga sobrevivido a pesar de tener esos precios tan altos quiere decir que hay gente que los paga y queda contenta con el servicio recibido.
Una pregunta: ¿Tu sabes cuándo nació todo el tema de la picaresca en España? Porque es algo que me gustaría entender mejor! 😀
Pablo dice
Buah, lo de la picaresca española da para artículos y foros enteros. Si algún día publico sobre eso en mi blog te aviso 😉
Resumidamente, se podría decir que comenzó en el siglo XVI, cuando la Reforma protestante dividió culturalmente al Norte de Europa (protestante) y al Sur (católico). A esto se suman otros factores como la Guerra Civil Inglesa, que hizo de Inglaterra el primer país semidemocrático de la Europa moderna. Todas estas cosas trajeron mucha más libertad sobre los ingleses, liberados parcialmente de la opresión del clero Católico por Enrique VIII y de la monarquía por el nuevo Parlamento. Aunque la sociedad no era evidentemente tan moderna como la de hoy en día, estaban ya con un pie en los nuevos tiempos, mientras otros países como los del Mediterráneo seguíamos, en el fondo, en la Edad Media. Los enormes ingresos que venían de América no hacían sino ocultar nuestro estancamiento, mientras los ingleses se centraron más en su ciencia, su industria y los negocios.
Ya me estoy enrollando. Lo dejo ahí.
Pero naturalmente es algo discutible; habrá quien diga que es por el clima o por otros factores.
María José dice
Hola Pablo!
Estoy totalmente de acuerdo contigo. El problema es que en España hasta ahora ni se ha valorado ni se ha premiado la excelencia. Como profesional también resulta muy frustrante realizar el esfuerzo para aportar un valor añadido a tu trabajo, tratando de facilitar un mejor servicio, y comprobar finalmente que el cliente no es capaz de apreciarlo. Resulta desalentador.
Creo que la crisis de excelencia parte en la inexistencia de demanda de este valor. Si se premiase, estoy segura de que más profesionales irían por ese camino.
Peter dice
Aqui no hay un problema de que las personas alcancen un 5 o un 10. Del conformismo o la excelencia.
El problema es la regla de medir o los criterios que se usan, porque si bien siempre se exige el 10, después, se haga lo que se haga quien te valora lo hace mediante sus propios criterios y siempre obtendrás un 5 pidiendote más y más posteriormente. Para que exista incentivo a esta excelencia se tiene primero que definir ésta. O se «objetiviza» y las marca alguien neutral o acabaremos sintiendo que normalmente son notas dadas dependiendo de unos intereses privados que es lo que realmente pasa.
Raquel dice
Buenas Ángel,
No podría estar más de acuerdo con este post. Comparto esas sensaciones de ir a por el 10, aunque muchos se conformen con un 5, y eso se suda! Es muy frustrante encontrate con esta situación, cuando ves que las cosas se podrían hacer mejor pero, por no hacer más esfuerzos, se acaba optando por hacer un trabajo de 5.
En cuanto a los americanos, ya sabes que comparto también tu opinión. Yo destacaría que por lo general muestran más pasión en lo que hacen y eso les lleva a una actitud y un esfuerzo mayor. De hecho, fue el tema de mi primer post!
Me ha chocado mucho eso de contratar a alguien que escribiera posts por ti. ¿Por qué decidiste externalizarlo?
Muchas gracias por estos espacios de reflexión mañanera, gracias por ir siempre a por el 10 con los posts!
Angel dice
¡Hola Raquel!
Sí, recuerdo ese post! Yo creo que todos los que hemos visto lo bien que funciona Estados Unidos en ese aspecto lo echamos de menos al volver a España.
Lo de los posts de ComprarEbookYa lo hice porque trabajando en Microsoft no tenía tiempo para hacerlo yo todo. Era mi primera página nicho y prefería dedicarme al SEO y al diseño de la web que a labores de redacción. Además mi sueño era poder externalizarlo absolutamente todo en el futuro (incluso el SEO) para que fuesen ingresos pasivos 100% 😀
@OlivaresMerlos dice
Buenos días Ángel,
Tengo que felicitarte por tu blog. Cada artículo es mejor que el anterior y llevo unas semanas completamente enganchado 🙂
Tal y cómo te ha comentado Isa (mi novia), estamos en pleno proceso «Tim Ferris Total», tenemos creadas varias páginas nicho (generan ingresos «intermitentes» cada mes) y tenemos claro que nos encanta viajar y conocer gente. Según la semana laboral de 4 horas, mi karma es:
VIAJAR POR EL MUNDO COLECCIONANDO NUEVAS EXPERIENCIAS
Por «coleccionar» entiendo: grabar, fotografiar y posicionar en Internet 🙂 Me gustaría poder llegar a vivir de los viajes y del Storytelling generado en ellos.
Creo que a día de hoy esa es mi pasión 🙂 Y digo a día de hoy, porque me encanta probar cosas nuevas y no descarto nuevas pasiones.
Me confieso un enamorado del «Aprendizaje Continuo» y me emociono al ver gente como tú, ¡NO SOY EL ÚNICO BICHO RARO!
Bueno, hasta el 20 de Diciembre estoy en Maspalomas (Gran Canaria) no sé si tenías pensado venir por aquí pero estás completamente invitado
¡Tengo un Apartamento con Piscina, Pista de Basket y Pista de Tenis! ¡El Alojamiento corre de mi cuenta!
Sin más, me despido (por hoy) pero seguiremos en contacto seguro.
Un fuerte abrazo y sigue así.
Angel dice
¡Hola Olivares!
Muchas gracias por tus palabras y bienvenido a Vivir al Máximo 🙂
Te agradezco mucho tu invitación, pero en esas fechas estaré en la India así que tendremos que dejarlo para otra ocasión. Creo que voy a tener que ir a Canarias pronto porque tengo un montón de lectores de allí!
Suerte en tu camino y seguimos en contacto!!
Caro chan dice
Me pasaba lo mismo en todos mis trabajos en grupos!No me gustan las chapuzas y terminaba comiéndome todo el marrón yo solita!En ciencias ambientales se pudo soportar, pero te imaginas en bellas artes???tu junta a 5 «artistas» que cada cual querrá imponer su punto de vista, porque, chico, que ahí todos son «genios»¿no lo sabías?jajajaja al final pastiche y la niña solucionandolo!Prrrr
En cuanto a las notas idem, si sacaba un 9.5 me preguntaba en que habría fallado, que era mejorable…por ello te hacen llevar el cartel de «empollona y repipi» pegado en la frente. Creo que ese también es parte del problema, en esa época eres más maleable y quieres encajar…
Me gusta mucho tu lema…hay que hacer lo máximo en cada situación, te recomiendo el libro de «Los cuatro acuerdos» de Miguel Ruiz
Chu!1
Angel dice
Jajaja no me puedo imaginar lo que deben ser 5 artistas trabajando juntos 😉
Yo cuando sacaba un 9 o un 9.5 iba a revisar el examen a ver si podía subir al 10 y la gente se metía conmigo. Me decían: «tío, si ya estás aprobado y encima con una notaza, ¿qué más te da?» Recuerdo que una vez me habían sumado mal y tenía una mátricula de honor. Si no hubiese ido me hubiese quedado sin ella.
Conozco el libro de Los cuatro acuerdos, es uno de mis favoritos. En algún momento escribiré un post sobre ellos.
Un besote!!
David García dice
Lo del Telepizza no tiene nombre, si te sirve de consuelo, me ocurrió algo parecido. Tras más de una hora de pedir la pizza por internet, siendo ya las 11:30 de la noche y con un hambre que me subía por las paredes, decido llamar al local para ver qué había pasado…Su respuesta fue que le habían robado al repartidor mis pizzas!!!
Nadie pensaba avisarme de que no iba a cenar esa noche? Por lo visto no… Después de llamar y estar un rato hablando, me dijeron que volvían a hacerme el pedido de nuevo, pero que tenía que bajar a una calle cerca de mi casa a recogerla, que más no se acercaban por si acaso…(no vivo en un sitio peligroso, por si acaso :P)
Conclusión, que a mi al menos me perdieron como cliente, ya que de servicio no van muy allá. Pero creo que es algo propio de aquí, el servicio de atención al cliente suele ser bastante malo, porque como bien dice Ángel, buscamos (buscan ) el 5, el mínimo esfuerzo.
El otro día me dio por ver mi titulo de graduado de la ESO, y me sorprendió la cantidad de reformas de la educación que aparecen (ley tal reformada en tal tal y tal). Los mismos políticos buscan la facilidad esta, poder pasar de curso con asignaturas suspensas y demás…¿Así qué comentas?
Pues eso, a intentar buscar siempre lo mejor, tanto de nosotros mismos como en los demás, a buscar la excelencia 🙂
Angel dice
Lo de la facilidad para pasar de curso es muy sencillo de entender. Si tienes un 30% de repetidores, para mejorar esa cifra tienes dos opciones: conseguir que esos alumnos aprueben motivándolos más y mejorando la calidad de la educación, o que en vez de repetir con 3 se repita con 5. Ya te puedes imaginar cuál prefieren nuestros políticos… Luego se echan fotos y hablan de lo mucho que han mejorado los resultados académicos en España, hasta que salen las notas del informe Pisa y nos ponen la cara colorada.
Miguel dice
Creo que alguien tiene que decirlo, aunque sea una mentira mil veces repetida en la televisión y la gente la repita una y otra vez. El informe PISA no dice que estemos a la cola. Para nada:
De hecho dice que estamos en la media de otros países como Italia, Francia, Inglaterra. Que debemos aspirar a ser como Finlandia? Claro que sí. Pero Finlandia comenzó este modelo hace ya varias decadas (no recuerdo si 4 o 5 decadas). Lo que dice el informe es que las diferencias culturales por tener progenitores con estudios superiores se van acortando, pero que todavía sigue siendo un lastre para muchos chavales el que en su entorno no se haya hecho carrera (como pasa en otros paises).
En el enlace que pongo además indica que la mejora desde la democracia ha sido increible. Hay que tener en cuenta que la generación precedente de los años 50 muchos dejaron la escuela para trabajar y había tasas muy altas de analfabetismo funcional. Y en una generación hemos dado un vuelco a todo eso. No perdamos la perspectiva que venimos de un país en que hace dos generaciones paso hambre.
Emilienko dice
Es curioso que hayas escrito un post acerca de esto, cuando precisamente ayer estuve un rato hablando con unos amigos precisamente de lo mismo.
Sí. He tenido experiencias similares. He visto negocios ajenos a mí fracasar por un compromiso deficiente del propietario. Y también he dejado de apostar por otros negocios cuando he visto que el propietario no le prestaba toda la atención que debía.
El correcto funcionamiento de una empresa requiere dos cosas por parte del empresario: virtudes como capacidad de trabajo, perfeccionismo y tesón que se traduzcan en máxima satisfacción del cliente (1) e inquietud constante por lugar del producto en el mercado y vigilancia de la competencia (2).
Todo empresario que no obedezca estas dos reglas, acabará fracasando. Y si no lo hace es porque tiene suerte. Y yo no me fío de la suerte.
Angel dice
¡Hola Emilio!
Que bueno verte por aquí 🙂
Crear una empresa y que funcione es una tarea complicado, pero desde luego sin esos dos requisitos que comentas no hay nada que hacer. Hay que construir la casa por los cimientos.
Cuando todo iba bien en España y a la gente le sobraba el dinero había muchos negocios malos que funcionaban gracias a las buenas condiciones económicas. Ahora que pintan pastos se ve quién de verdad estaba haciendo las cosas bien.
Nandy dice
Hola Angel,
Coincido en tu opinión. A veces es tan frustrante…
Pero lo que quería contarte es que soy suscriptor y contribuyente a la web de Carlos desde hace unos meses, le envío 10 € mensuales a pesar de estar en el paro. Primero, porque me gusta aprender a tocar la guitarra, cosa que llevo haciendo desde hace poco más de un año. Y segundo, porque tal y como dices, Carlos tiene el mejor curso de guitarra que se pueda encontrar en Internet. Sus vídeos son extraordinarios y su planteamiento didáctico es excelente.
Así que sí, que puedo confirmar que incluso un parado como yo, se deja una parte de sus ingresos en algo que demuestra ser muy, muy bueno.
Sobre la posibilidad de encontrar trabajo para alguien que es bueno en lo suyo, también coincido contigo. Modestia aparte, que no es mi fuerte, me considero bueno en lo mío y, sé que puedo encontrar un trabajo fácilmente en las academias de la zona. Eso ya lo he comprobado.
Cuando vivía en Madrid me saturaban las ofertas y cada comienzo de año escolar tenía que seleccionar las más interesantes. Eran academias gestionadas por extrangeros y siempre que acudí a una entrevista terminaba contratado como profesor «nativo». Jeje.
Cuando se trata de trabajar en las academias de la zona de la Bahía de Cádiz, la cosa cambia un poco. Suelen estar gestionadas por «nativos» españoles. Y el problema es que no siempre se aprecia tu valor y esto se traduce en sueldos de miseria y otras pequeñas o menos pequeñas mezquindades. Sin entrar en detalles, te comento que estuve hace cosa de un par de años en una entrevista para trabajar como profesor en una academia en Chiclana. La academia llevaba el nombre de una persona. Naturalmente, era un nombre inglés. Por eso pensé que pertenecería a un inglés afincado en España o a una cadena de franquicias. Resultó que no era así. El nombre se le había ocurrido así porque sí, al dueño, español. Y como le gustaba, pues se lo puso y listo. Lo gracioso del tema es que cuando lo pronunciaba lo hacía.. cómo te diría yo: pues mal. No me refiero a matices sutiles de vocales más o menos largas o consonantes sordas o sonoras. Era simplemente un error garrafal y evidente. Se me revolvieron un poco las tripas ante semejante patinazo y no pude resistirme a «corregirle/explicarle» la pronunciación del apellido con el que nombraba a su propia academia. A pesar de emplear tanta mano izquierda como pude en este embarazoso asunto, fue la única academia de la que no me llamaron para trabajar. Acudí a tres entrevistas y terminé trabajando en las otras dos academias. 😉
Ya ves que no solo el contratado tiene que demostrar excelencia, también en contratante debe contar con un cierto nivel de exigencia para que haya matrimonio.
Un fuerte abrazo,
Nandy
Angel dice
¡Hola Nandy!
¡No tenía ni idea que fueses fan de Carlos! jaja que coincidencia 🙂 La verdad es que el tío se lo curra muchísimo, no he visto vídeos mejor editados y más profesionales que los suyos. Y encima TOTALMENTE gratis!! Yo soy como tú y cuando un servicio gratuito me gusta dono dinero a su autor porque valoro mucho su trabajo y lo que me ha aportado. Por eso no fui capaz de entender el que la gente se quejase cuando pusieron el Whatsapp de pago. ¡Pero si vale solo un euro, menos que un caña, y lo utilizas todos los días!
Como le dije a Pablo, totalmente de acuerdo contigo en que el contratante debe demostrar excelencia y no intentar siempre buscar el chollo y los duros a pesetas (tendría que haber hablado de esto en el post, se me pasó). Me da mucha rabia, por ejemplo, el que haya gente buscando escritores para su blog a 2 euros el artículo de 500 palabras (y encima querrán que sean buenos!), o el otro día un amigo intentaba negociarle la tarifa a un taxista diciéndole que sólo tenía 5 euros cuando era mentira y le dije que no me gustaba que hiciese eso, que tampoco ganaba tanto y no estaría trabajando a las 5 de la mañana por gusto.
Así que como tu dices: la excelencia es necesaria por ambas partes.
Un abrazo!!
Marina dice
¡Hola Nandy! Es la segunda vez que te leo y no he podido evitarlo… ¡yo también soy de Chiclana! Sé que no soy objetiva con mi localidad, pero es que Chiclana es un caso aparte: 81.000 habitantes y sólo una librería, un Plan General de Ordenación Urbana anulado por ser «ilegal», la ciudad con más casas ilegales de toda España y donde hasta la concejala de urbanismo vive en una… podría seguir, he pasado demasiados años allí, jejejeje.
Es cierto que España es un país de picaresca, hasta el Lazarillo de Tormes que fue escrita en 1500 trata sobre eso, ¿no? El problema creo que es que la «fuga de cerebros» va a hacer que la situación no cambie hasta dentro de mucho tiempo. Conozco a mucha gente que se queda en España a esperar a que «acampe el temporal» sin oficio ni beneficio, y los que se quedan con ganas de luchar tienen que enfrentarse todos los días a esa mediocridad y costumbrismo del que habláis en los comentarios.
Y los que nos vamos… pues sólo nos indignamos desde lejos. Igual cuando la situación mejore volveremos y entre todos podremos cambiar esas costumbres, igual cuando la situación mejore ya no querremos volver.
Un saludo,
Marina
Livia de Andrés dice
Hola Ángel. Te felicito por esta entrada. La verdad, es que me he visto en estas situaciones innumerables veces. En la universidad también me ha pasado por tener que sufrir profesores tan malos que no entendían mis exámenes porque me había molestado en ampliar información con otros libros que ellos desconocían. Me pasa a diario en un montón de sitios.Ocurre con jefes mediocres y que temen a empleados buenos. Me pasa cuando intento que una inmobiliaria me enseñe un piso en buen estado. Lo lógico, si quieres alquilar es enseñar al cliente algo que le atraiga y no que le de asco. Tampoco entiendo por qué no prefieren alquilar un local algunos meses que tenerlo vacío cinco años. Veo una mentalidad cutre, que no tiene visión para los negocios, ni la flexibilidad mental que hace falta para crear y que se cierra ante ideas nuevas. Gente que vive estancada, que piensa que lo que tienen les basta. Lo que tu dices la mentalidad del 5, el vivir sin esfuerzo, sin molestarse demasiado, que se conforman con la mediocridad. Veo gente que gana un sueldo, pero pocos de ellos trabajan. Creo que sólo los buenos deberían trabajar, profesionales que hacen su trabajo bien, o profesores que hacen que su asignatura sea interesante, todos los que se esfuerzan por hacer las cosas lo mejor que pueden. A los demás, deberían despedirlos, quizá así hiciesen más esfuerzos y probablemente estarían más satisfechos de sí mismos. Creo que si fuese así, quedarían un montón de puestos de trabajo libres. Menudo rollo te he metido 🙂 Seguiré pasándome por aquí. Un saludo. Livia.
Angel dice
¡Hola Livia!
Gracias por tus palabras y bienvenida a Vivir al Máximo 🙂
Como le he dicho a Ester, creo que nosotros somos los únicos que podemos cambiar esta situación dando ejemplo, tanto cuando contratemos como cuando seamos contratados. Yo llevo años haciéndolo, dándolo lo mejor de mi mismo y poniendo todo mi cariño en cada cosa que hago, incluído este blog, y valorando el trabajo que admiro (ya no descargo libros piratas, los compro).
Un abrazo!
celembor dice
Pues sí, para variar, mucha razón.
Y sí, yo era (y creo que no he terminado de serlo para muchas cosas) de la mentalidad del cinco. Pero creo que eso es muy habitual en las personas que no les gusta lo que están haciendo o que prefieren hacer otras cosas que les llenan más. En el caso de estudiar, había asignaturas en las que solo quería aprobar, porque me disgustaban y suponían un suplicio para mí. El problema es que eran la mayoría. Hubo muy pocas asignaturas en las que di mucho más de lo necesario.
Ahora, con el trabajo, lo que veo en general es que la gente trabaja a cambio de un sueldo. Únicamente. Es decir, sus trabajos no les motivan, no están agusto, el ambiente reinante no te deja destacar, etc. A lo largo de tu blog queda claro el remedio para eso, pero como decía alguien hace poco, hace falta valor para tomar ciertas decisiones, y cuando tienes personas que dependen de tí, prefieres «sacrificarte» por un sueldo seguro al riesgo que tus hijos se queden sin pan.
Y por otro lado, el ambiente nacional no ayuda tampoco. En un país donde triunfan los mediocres es muy complicado que una mayoría cambie. Lo normal, en un país de gente válida, es que la mayoría así lo sea. Por desgracia, creo que somos pocos en este país los que hemos salido de esa sopa de mediocridad reinante.
Angel dice
¡Hola Celembor!
El artículo de David ya lo conocía y me parece una maravilla.
Me ha gustado cómo has explicado la motivación (o desmotivación) detrás de «la mentalidad del 5». Creo que llevas razón en lo de que a la mayoría de la gente no les gusta su trabajo; lo hacen únicamente por un sueldo y eso se nota en la calidad final. Pero no veo eso como razón suficiente. Nadie les ha obligado a aceptar ese empleo (aunque es muy posible que lo necesiten para dar de comer a su familia) y pueden dejarlo en cualquier momento, así que creo que debería hacerlo lo mejor posible y no guardarse nada (ojo, eso no significa hacer horas extras, sino tus horas hacerlas muy bien). Sinceramente, creo que todo el mundo sería más feliz haciendo las cosas bien. Como es el dicho… haz lo que amas y ama lo que haces. Pues eso 🙂
Todos tenemos un poquito de peso dentro de esa «mayoría». La única manera de cambiarla es liderando el cambio con nuestro el ejemplo, día a día y poquito a poco, demostrándole al mundo las ventajas de hacer las cosas bien.
celembor dice
Ah, es cierto que no es motivación suficiente para mí o para ti. Pero también es cierto que a veces se generaliza mentiendo en el saco a gente que realmente hace un trabajo que no le gusta/motiva por necesidad. Puede que lo que ama hacer no le de de comer por la sencilla razón que no es suficientemente bueno en ello (el esfuerzo no siempre lleva a la excelencia, aunque sin esfuerzo no es posible alcanzarla).
Y ese último comentario me lleva a algo que publiqué hace un tiempo en mi blog mi visión sobre cómo cambiar una sociedad:
– El primer paso para cambiar una sociedad es cambiar uno mismo.
– El segundo paso para cambiar una sociedad es ser consciente y consecuente con tus actos.
– El tercer paso para cambiar una sociedad es implicarse en el cambio.
Miguel dice
Pues yo, como en el ultimo post. Voy a tener que disentir un poco 🙂
Creo que la gran diferencia entre nuestro pais y los EEUU es la atencion al cliente. En general en los EEUU se ve muy mal contestar mal a un cliente, tratarlo mal. Si se descubre que un empleado ha tratado mal a un cliente, puede verse en la calle facilmente. Eso no ocurre en este pais.
En cuanto a las chapuzas, yo en los EEUU he visto muchas. Desde las que vi en mi propio trabajo (a lo mejor me atrevo a contarlas en mi blog, ahora que ha pasado mucho tiempo), a las que vi en muchos de los servicios que recibi (o sufri). Recuerdo Comcast, la empresa mas grande de cable, que en mi edificio tenia los cables de las conexiones colgando en la parte trasera, con lo que cualquiera podia acceder a tu conexion. De hecho una vez algun tecnico o algun vecino, nos desconecto y empezo a usar nuestro cable e internet. La empresa no se hizo responsable, asi que yo ni corto ni perezoso, volvi a poner el cable donde le tocaba. Y no penseis que habia un cuadro sofisticado como los que hay en muchos edificios en nuestro pais. La «conexion» era un cable tirado desde el tejado y un monton de Ts en cascada para ir conectando a la gente. Es decir, cada vez que se daba de alta a alguien, se ponia una nueva T y se derivaba un nuevo cable al piso. Parece que en esa empresa no habian oido hablar de perdidas de potencia en el cable ni cosas parecidas.
En cuanto a Telepizza, son franquicias y cada una se gestiona de maneras diferentes. Mi hermano trabajo en una y el gerente tenia mucho negocio y gestionaba bastante bien la tienda y las devoluciones, pero tambien hay mucha gente que le echa mucha cara (como el bulo de que si tarda mucho es gratis o si viene fria idem). Tambien decir que hay muchos robos, palizas a repartidores, etc que no se si conoces, pero si quieres un dia te las cuento. En cuanto a comerte las pizzas que estaban destrozadas, lo normaEnl es que te las hubieran vendido a un precio rebajado, pero Angel, gratis no te las iban a dejar 🙂 Aunque eso te lo tenia que haber aclarado el que gestiono la devolucion…
En cuanto al tema de los informaticos y la calidad del trabajo, habria para escribir una biblia. En parte es culpa de los informaticos pero tambien de las empresas. La gente quiere pagar poco. Honestamente 5 o 30 euros (me da igual) por un post me parece poquisimo, asumiendo p.ej. que te tires en escribirlo 2 horas(seguramente sean mas), estamos hablando de 15 euros la hora, quitale impuestos y lo proporcional de Seguridad Social si esa persona es autonoma y el beneficio neto que queda anda mas cerca de los 10 euros por hora…
Algun dia contare mis aventuras como freelance, pero lo poco que estoy viendo me esta alucinando, gente que regatea con los precios, gente que despues de hecho el trabajo no te quiere pagar…Menos mal que vendo mi tiempo sino seria una ruina.
Angel dice
Miguel, aunque no estuvieses de acuerdo en los próximos 10 posts seguiríamos siendo las dos personas del blog que más cosas tienen en común 😉
La atención al cliente es una de las grandes diferencias entre EEUU y España, estoy totalmente de acuerdo. No hay nada más que comparar Amazon con Casa del Libro… todavía estoy esperando a que estos últimos me respondan un e-mail que les escribí hace casi un año 🙂
Comcast es el telefónica de España, NADIE está contentos con ellos jaja Posiblemente una de las empresas americanas con peor reputación. En mi caso, el año y medio que tuve Internet con ellos no tuve ningún problema, así que yo no puedo quejarme. Pero sí es cierto que he oído de todo…
Yo creo que las telepizzas me las deberían haber dado gratis. En serio, si yo fuese el dueño de la franquicia las hubiese dado gratis sin dudarlo. Mira por ejemplo la garantía que ofrece Domino’s: 30 minutos desde la hora del pedido o gratis. Lo de los timos, y los robos y palizas a repartidores sí lo conozco, pero eso es mi problema como cliente, sino algo que debe gestionar la empresa. En nuestro caso era obvio que no lo de las pizzas no era mentira (el tío llegó una hora tarde y se había caído), y encima le enseñamos una foto.
Totalmente de acuerdo en lo que comentas de que los clientes son la ostia y quieren mucho pero pagando poco. Me gustaría que nos contases esas historias, porque seguro que son muy divertidas de lo absurdas que son 😀 Yo creo que la excelencia hay que demostrarla por ambas partes: tanto cuando contratas como cuando eres contratado.
¿Ves? Si al final no estábamos tan en desacuerdo 😉
Un abrazo!!
PS: Lo de contratar escritores es un tema aparte. Yo no sé si los que ofrecen 2 euros se han sentado alguna vez a redactar un post y saben lo difícil qué es… Se piensan que como todo el mundo sabe escribir pueden pagar una miseria, pero no es lo mismo escribir que escribir bien.
Miguel dice
Jejeje por supuesto que seguiremos teniendo muchas cosas en comun.
En lo de regalarte las pizzas, creo que hubiera sido una decision acertada pero que no es entendible en el contexto español. En los EEUU te diria que si. En España donde hay tanta picaresca, te digo de entrada que no. Estaria una tarde contandote anecdotas que le han pasado a mi hermano en los 3-4 meses que estuvo de repartidor y la cara dura que le echa alguna gente. En cuanto a las palizas, no lo digo porque sea tu problema, sino que es para explicar el contexto donde se realiza el trabajo, que es el de España. Aqui la gente es capaz de darle una paliza a un repartidor para conseguir unas pizzas gratis. Creo que con eso queda todo dicho.
La atencion al cliente es nefasta en este pais. Cada vez que he hecho un escrito o comunicado a una gran marca problemas que he tenido con alguno de sus empleados me han despachado con una carta ya no disculpandose, sino encima dandole la razon a su empleado, el que no solo no le acompañaba la razon (cosa siempre discutible) sino que desde luego no le acompañaron las formas.
Alita de pollo dice
Por desgracia en mí caló el espiritu del cinco, incluso en asignaturas que sacaba 8 fácilmente y los profesores me decían que podía llegar al 10 tranquilamente, yo me quedaba con mi 8. No fue hasta los últimos años de la Universidad que me di cuenta de que si tienes la oportunidad de demostrar que puedes hacerlo excelente, que menos que demostrarlo…si el profesor te deja claro
Porque aqui es donde quería llegar, en la facultad de Farmacia he llegado a ver salvajadas del tipo un compañero que sacó un 4, fue a la revisión y resulta que tenía la mitad de exámen sin corregir, pues bien, el profesor lo corrigió delante de él y se las apañó para que en medio examen con todas las preguntas contestadas sacara un 0’9. Se quedó en un 4’9, suspendido por los santos cojones del profesor.
Lo mismo para asignaturas en los que la gente más excelente sacaba 6 o 7 como muchisimo, donde los profesores se creen que por puntuar bajo deliberadamente, aunque esté perfectamente respondida la pregunta, aprendes más o ellos son mejores profesores, nunca entenderé la justificación detrás de esto…Y los del Politécnico de Valencia, donde se estudian las ingenierias, aquello es el extremo, exámenes de 300 personas donde la nota más alta es un 6’5, suspendidos al 90%…por muy bueno que seas, en algunos campos simplemente no te dejan alcanzar esa excelencia…porque al profesor no le da la gana
Angel dice
Lo del «yo la tengo más grande que nadie» y sentirse orgulloso de ser el profesor con el mayor número de suspensos de la facultad es algo que nunca he entendido. Yo, personalmente, me sentiría que he fracasado si el 90% de mis estudiases suspendiesen, y desde luego me echaría la culpa a mi, no a ellos!!
Pero sí, muchas veces quieres llegar al 10 y no te dejan… De hecho a mi me pasó algo parecido a lo de tu amigo: hice un examen perfecto, de 10, pero como discutí con el profesor me puso un 5 injusto. Me dio rabia, pero aun así no dejé de ir a por el 10, porque en mi interior siempre quedó la satisfacción de saber que mi parte la había hecho bien.
Mikel dice
A mi me parece que aqui confluyen varias cosas… por un lado tenemos el que en general al empresario medio le da igual que algo funcione algo mal mientras funcione (total se lo van a endilgar a otro, que pagará, se quejará en su casa y tragará con todo) y los trabajadores se acostumbran a que lo que importa es la cantidad y venderla a bajo precio. Claro luego llegas tu buscando un buen trabajo y ellos no saben por donde cogerlo.
Desde que empiezas el colegio hasta que llegas a la universidad la unica vez que hay diferencia entre el 5 y el 10 es para entrar en la carrera… para entonces ya estas perdido si te has acostumbrado a eso (yo no soy del 5 pero nunca fui a por el 10 excepto en contadas ocasiones). Ahí habria que cambiar algo en el sistema para fomentar que la gente se esfuerce desde el principio.
PD: No se que tienen las pizzerias pero parece que todos hemos tenido experiencias con ellas.
Ester dice
Hola
Yo estoy de acuerdo a medias. A mí alguna vez me pasó lo mismo que a ti con los trabajos de la universidad y también con los trabajos de verdad y por supuesto con colaboradores o empresas infinidad de veces y siempre pienso que hay gente muy válida en el paro y gente con muy poquitas ganas de hacer las cosas bien trabajando.
Sin embargo, creo que no es solo que aquí se lleve la ley del mínimo esfuerzo y se aplauda mucho al «listillo» que consigue escaquearse en lugar de al que se esfuerza y da lo máximo. También tenemos un problema de reconocimiento y retribución. Tú pones el ejemplo de Estados Unidos, pero es que ahí también se valora el talento. Aquí y conozco bastantes casos, a la gente que tiene talento y está dispuesta a dejarse la piel es posible que no le falte el trabajo, pero en lugar de dar gracias por tener una persona así y retribuirle acorde a eso se le exprime al máximo hasta dejarle sin ese «algo» que le hacía especial. No siempre ocurre, pero ocurre demasiado a menudo. No se percibe el hecho de que esa persona está aportando más que la media sino que si esa persona es capaz de hacer más que la media y mejor…pues que haga más ¿no? y más y más y más…hasta dejarle seco.
Angel dice
Muy de acuerdo contigo, Ester. Como he dicho en otros comentarios, es una aspecto importante que se me ha pasado a la hora de escribir este post.
Muchas veces el motivo por el que la gente da lo mínimo es porque no se sienten valorados por el contratante, ni económica ni profesialmente. Entonces la relación se vuelve como una guerra: uno quiere pagar lo menos posible y sacar el máximo, y el otro acaba dando lo mínimo porque encima que le están puteando no va a regalar nada. Esto no pasa en Estados Unidos, donde el trabajo ajeno se valora mucho más.
Al final los únicos que podemos cambiar este ciclo somos nosotros. Contratando a un precio justo, valorando el trabajo ajeno como se merece, dando lo máximo en todo lo que hagamos y no aceptando que nos expriman.
Miguel dice
Existe una ley no escrita en este pais, que es el «premio al buen trabajo, es mas trabajo». En vez de darle trabajo mas interesante y complejo al que se lo curra, al final le toca hacer el trabajo de los que se escaquean. Como dice Angel con las notas, la gente aprende a quedarse con un notable no vaya a ser que le hagan trabajar mas.
Los EEUU son una meritocracia en general (aunque tambien haya nepotismo). En este pais ese concepto no existe. Otra ley no escrita: «Todo el mundo asciende hasta maximizar su nivel de incompetencia». No quiero obviar que las relaciones sociales son importantes y que si uno tiene arte para relacionarse no son habilidades desdeñables, pero siempre acompañadas por las habilidades tecnicas que requiera el puesto.
Marcelo dice
Hola Angel!
Primero que nada paso a felicitarte por tu gran blog que me ha gustado mucho.
Ahora, no soy de España, sino de Chile, pero es posible que este concepto que tiene la gente de no dar lo máximo de ellos mismos esté afectando de alguna manera la actual crísis que tienen?
Angel dice
¡Hola Marcelo!
Pues está claro que esa actitud no ayuda 🙂
¿Cómo funciona este aspecto en Chile? ¿Has detectado allí el mismo problema?
Marcelo dice
La verdad es que no he vivido lo suficiente como para darte una opinión certera, pero si te puedo asegurar que se trabaja mucho. Claro que también hay personas que van por el camino del «trabajo a medias» como debe ocurrir en todos los países.
marta! dice
A mi no me gustaba trabajar en equipo.
Si eres de los que sacan un 5, nadie te quiere en su grupo, ni confia en que pudas hacerlo…y a veces no se trata de esto, porqué hay gente que vale un montón y nunca se le da la oportunidad ni las herramientas. (de hecho muchos descubren que puede no ser un crack, pero ser el más currante, ¿alomejor su «papel» no es el acertado? ¿alomejor esperas algo que no es lo que has elegido?).
A nadie se le da bien todo a la perfección. La constancia y persistencia son dos buenos valores (en temas de aprendizaje) y las puntuaciones no te explican todo esto. Es más, uno puede sacar 5 y que se le de super bien la organización, dirigir, crear, u otras tareas. Al final lo bueno de los grupos no es «el conocimiento que tengas» sino muchos otros valores. Porqué mira, al final ese conocimiento se puede adquirir (no por todos, pero si por más de uno y con más o menos horas o con más o menos rapidez), pero hay otros valores muy importantes. Al final trabajar en grupo es la combinación de todo eso y sobretodo la confianza. Por eso también hay que saber crear grupos y saber que te falta a ti y que le puedes ofrecer al otro. Saber elegir es muy importante. Además, de que trabajar en grupo te da la oportunidad de aprender de otros y que ellos aprendan de ti. Al final es cómo combinar sabores de helados (jejeje) no todas las combinaciones son igual de buenas y geniales! igual que no encajas con todo el mundo, no trabajas igual según lo que te rodea, y no todo te motiva de la misma forma…no?
Siempre hay que intentar superarse a uno mismo, pero creo que aquello que te rodea condiciona tu lucha.
Juan dice
En España, como bien apuntas, no hay generalmente conciencia de un trabajo bien hecho. Se hace algo y punto. No se llega a la excelencia en nada, salvo honrosas excepciones. Por experiencia propia te puedo asegurar que la culpa de todo se debe a la improvisación. Esto, que muchos llevan como orgullo (e incluso se alaba como algo bueno) es síntoma de mediocridad y en España se hace casi todo a base de improvisaciones. Así, ¿cómo va a salir algo bien? En España se improvisa de mala manera, desde el jefe hasta el currito. Luego salen las cosas, porque menos mal que al menos se nos dan bien las chapuzas, pero no salen como deberían salir. Ah, por cierto, a ver si escribes un artículo hablando sobre la totalmente falta de educación de la mayoría del trabajador de cara al público y compararlo con los trabajadores de otros países. ¿Son todos tan bordes y soberbios como aquí? ¿Tampoco saludan? Hablo en general, que también los hay muy educados, pero por lo que he visto en España lo de tratar a la gente es algo de pena, pero tristísimo.
Luis Miguel Delgado dice
Que razón tienes Ángel,
También tenemos que añadir que en la Universidad no quieren tampoco la excelencia, sino que cumplas los requisitos del profesor, algunas veces va en sintonía con la excelencia en conocimientos y otras no.
Y luego las empresas no quieren a trabajadores excelentes, sino a mano de obra barata para hacer sus cuatro cosas, así que puedes estar de prácticas en prácticas durante mucho tiempo.
Todo esto es spain, y así nos va.
Saludos
Aurora dice
Buenas tardes Angel,
Hace un mes descubrí tu Blog y lo sigo fielmente. Hay post que imprimo y leo detenidamente varias veces pues los considero altamente instructivos. Creo que eres una persona con un don, una inteligencia increíble y la suficiente humildad para reconocer cuanto te queda por aprender y descubrir. Tu don consiste en que eres consciente de la capacidad que tienes y que por lo tanto debes aprovecharla (no todo el mundo alcanza ese nivel de conciencia). Admiro tu tesón para todo lo que haces y sobre todo admiro y agradezco que escribas este blog y que con tanto entusiasmo compartas todos tus conocimientos y experiencias con aquellos a quien interese leerlos.
Despues de este decalogo de alabanzas te contaré que esta claro que no alcanzar la excelencia se debe a un cumulo de circunstancias y no a algo puntual. En los diversos comentarios a tu post han ido apareciendo muchas de las razones: falta de incentivos, miedo a la sobre explotación, profesores que hunden a los alumnos, componentes culturales… etc.
Voy a añadir uno más. Desde mi experiencia te diré que años atrás pude ser de 10 (por que me lo demostré a mi misma algunas veces) pero preferí quedarme en el 5 la mayoría y esto fue por falta de motivación emocional (no he encontrado un termino más adecuado). Al decir motivación emocional me refiero a nuestra trayectoria personal desde la infancia hasta cierta edad (diferente para cada persona). En mi caso el ambiente familiar influyó enormemente en mi desarrollo y la falta de apoyo (por parte de mis padres), de estímulos y de ejemplo a seguir determinó lo que fuí. Así que en el colegio, en el instituto y en mis primeros empleos mi comportamiento fue muy inestable y débil. No se realmente ni como conseguí lo que tengo… por amor propio? Quizá.
Creo que lo que me impulsó hacia adelante fue simplemente mi caracter luchador. Ahora en una edad adulta se reconocer mis capacidades y mis limitaciones. Creo en la excelencia y la practico siempre y cuando tenga un buen motivo para ello a mi alrededor, (herencia del pasado…)
En lo que estoy totalmente de acuerdo contigo es en que si eres bueno no te faltará trabajo a pesar de que se hable de paro y mas paro. Añado un matiz, hay que ser bueno y querer demostrarlo. Si tienes entusiasmo, si crees en ti y en que vas a tener trabajo… seguro que lo tienes. (A los hechos me remito) Asi que deberíamos practicar la autoconfianza y sobre todo como tu siempre dices en tus post, trabajar y trabajar.. esforzarnos en dar lo mejor de nosotros mismos. Creo que la gente no es consciente de que lo que restas te lo restas… y no es un juego de palabras…
Te deseo lo mejor en tu viaje a India.
Cuéntanos todo!!!
Saludos.
Aurora
Marina dice
¡Bienvenida Aurora!
Me he sentido muy identificada con lo que has dicho sobre el amor propio, y creo que una de las razones inconscientes de «aferrarnos al 5» es que el 5 es una posición segura. Si te conformas con el 5, puedes hacerte creer que tienes las capacidades para conseguir el notable o sobresaliente pero no lo has hecho porque no has querido.
Porque es muy jodido luchar para conseguir un 10 y darte cuenta de que no puedes, ya sea por tu capacidad intelectual, por tus motivaciones o por cualquier razón. En el fondo sentimos pánico a la derrota, a sentirnos incapaces, y por eso nos conformamos con el 5, porque «podríamos haber estudiado más pero tengo otras cosas mejores que hacer que perder el tiempo en eso». Dar todo nuestro tiempo y esfuerzo en algo y ver que no lo conseguimos, a eso le tenemos miedo.
A fin de cuentas, seguimos hablando de la mediocridad y conformismo español.
Un saludo 🙂
Daen dice
Estoy de acuerdo en la idea que transmites, aunque no creo que el ejemplo de la universidad sea el mejor para ilustrar el post, ya que yo, por ejemplo, me conformo en la universidad con sacar un 5 o un 6 simplemente porque pienso que no es necesario sacar más, teniendo en cuenta que es un sistema basado prácticamente en memorizar y con ideas absurdas como no poder tener apuntes en un exámen, lo cuál no se corresponde con el mundo real, o imponer la traba administrativa de 2 convocatorias por curso (¿por qué no más?).
Por tanto lo dicho,no me parece el mejor ejemplo relacionar la idea de sacar un 10 en la universidad con la de la excelencia, para lo que quieres transmitir, aunque imagino que te referías simplemente a la actitud que tomabas de querer hacerlo lo mejor posible y extrapolarlo a todo lo demás.
Pablo dice
Hay algo que creo que vale la pena añadir y es que, del mismo modo que la «cultura del 5», tan típicamente española, nos puede parecer (con razón) mediocre y lamentable, la «cultura del 10», más a la japonesa o a la americana, tampoco me parece razonable ni positiva. Ambas se centran en la nota, en los resultados, no valoran la cultura, los conocimientos y el desarrollo personal en sí mismos. Una busca «pasar con lo justo», la otra «ser el mejor».
Creo que es mucho más equilibrado ver los estudios como algo que te llena como persona y como un conjunto de experiencias y conocimientos de los cuales, unos te serán muy útiles en el futuro, otros rara vez los usarás y otros, por qué no admitirlo, son una completa pérdida de tiempo, como bien apunta Daen. La verdadera formación no debería centrarse en las notas (aunque como alumnos, todos queremos aprobar, por supuesto) ni en una comparación con los demás, sino verse como una inversión de futuro, como algo que tiene valor en sí mismo, más allá de la nota.
Peter dice
Aqui no hay un problema de que las personas alcancen un 5 o un 10. Del conformismo o la excelencia.
El problema es la regla de medir o los criterios que se usan, porque si bien siempre se exige el 10, después, se haga lo que se haga quien te valora lo hace mediante sus propios criterios y siempre obtendrás un 5 pidiendote más y más posteriormente. Para que exista incentivo a esta excelencia se tiene primero que definir ésta. O se «objetiviza» y las marca alguien neutral o acabaremos sintiendo que normalmente son notas dadas dependiendo de unos intereses privados que es lo que realmente pasa.
Manu dice
Hola, te sigo desde hace no mucho y me he tenido que parar a comentar este post porque, sinceramente, tienes más razón que un santo. He vivido muchas experiencias similares a las que relatas, y siempre pienso lo mismo cuando veo un negocio o trabajo gestionado de forma chapucera, y más en la época en la que vivimos. Nadie es un genio haciéndolo todo, cada persona tiene mayor habilidad en unas cosas u otras, pero cuando algo está currado y se ha dado el máximo para hacerlo lo mejor posible, se nota y mucho, aunque el resultado final quizá no sea lo que buscabas en un principio. El problema es cuando tienes que lidiar con gente que no se toma en serio lo que hace, o simplemente no quiere hacerlo bien, y tienes poco margen de maniobra porque en ese momento dependes de esa persona por alguna circunstancia. A veces me da la impresión de que hacer determinadas cosas simplemente bien (no digo ya de forma extraordinaria), cuesta menos trabajo que hacerlas manifiestamente mal.
Y por cierto, llevo meses practicando con los vídeos de GuitarraViva.com, un ejemplo de cómo currarse las cosas mucho más allá de lo usual. Ni siquiera me gustan mucho el tipo de canciones que cuelga Carlos, pero se esfuerza tanto en enseñar y cuidar cada detalle de los vídeos, la web o los perfiles en RRSS, que no creo que encuentre un lugar mejor al que acudir que ese. Como vemos el mundo, incluido el virtual, es un pañuelo, y no son tantos los que destacan por perseguir la excelencia, sea en el campo que sea.
¡Un saludo!
Shelly dice
¡Hola Ángel!
Me encanta como te expresas y todo que estás viviendo… No dejes de escribir…
Siempre he pensado como valorar y poner un precio a las cosas, incluso a mis servicios, teniendo en cuenta siempre el caminar de manos dadas con la excelencia, buscando dar lo mejor de mí a todo, no sé hacerlo de otra manera.
Teniendo en cuenta esta máxima, ¿cómo poner precio? Lo veo súper complicado, unos dicen adaptar a lo que puedan pagar (quién necesita el servicio) dentro de unos mínimos, otros que no hay límites poniendo así unos criterios de calidad que a veces no comprendo, como son varios casos de futbolistas. Incluso he oído que en este caso no hay ética que valga ya que no estás hiriendo a nadie… Me imagino que vivo en una sociedad que no entiendo muy bien, eso será. Todo que pienso referente a esto daría para un discurso infinito y no viene al caso ahora…
Quería comentar algo que me pasó en relación a un mal servicio, y la empresa se llama Estado Español, soy de Brasil y llevo 11 años en España, concretamente en Barcelona… No imaginas lo que he pasado para tramitar la nacionalidad, en fin, vamos al grano…
Después de por fin conseguir dar entrada (ya hace unos cuantos años), hace unos meses me llega una carta del Ministerio de Justicia que me decía literalmente que la posición de los sellos en la parte de atrás de los documentos no estaban bien puesto dando en duda su autenticidad, todo que a ello tengo que comentar que intenté sacar estos documentos por mi cuenta y me decían que no estaban bien, así que contraté una empresa especializada para gestionar el tema pagando hace dos años 250 euros por dos documentos, así como es de comprender envíe una carta certificada al Ministerio de Justicia pidiendo que me especificará bien cuál era el error ya que la empresa me decía que estaba todo correcto… una carta como las de antes, estilo abogado…
Al cabo de 2 meses sin contestación, al verificar en internet el estado de la nacionalidad ponían pendiente de documentación, y luego después de estos 2 meses ya ponían “Documentos entregados” en espera de aprobación o algo asó (después de la carta), llamé explicando la situación y me indicaron enviarles un e-mail. Envíe un e-mail de aquellos guapos, explicando todo el proceso y preguntando cómo podía ser si no había entregado ningún documento nuevo, y que estuviera “Documentos entregados”, al cabo de dos día de escribir el e-mail y sin contestación por parte de ellos, vuelvo a mirar el estado de la nacionalidad y estaba Concedida la nacionalidad, cosa que me alegré porque estaba harta de la burocracia, pero vaya telita!
Todo esto venía, “para remarcar” que lo hacen tan mal que llega a afectar el estado anímico de quién los necesitan y esto llevado a todos los Servicios del Estado, así que es una Empresa más, con la diferencia que pagamos impuestos muy altos por los servicios que dan.
Espero que no haya sido muy pesada, pero me sirvió de desahogo!
Felicidades por ser autentico!
Un saludo.
teoma dice
Un articulo como este, siempre va en contra del quien lo escribe. Primero, porque la excelencia tiene grados, lo que para unos es excelente para otros no pasa de la mediocridad. Segundo, porque generalizar y decir que un país está falto de excelencia y que en otro rezuma por doquier, es manifestar una visión muy corta del asunto. Tercero, porque por las cuestiones anteriores, habrá mucha gente que piense que tú articulo carece de excelencia, y a partir de ahora, te los tendrás que currar mucho más.
Un saludo..
Angel dice
¡Hola Teoma!
El post es sólo una opinión personal, no hay tomárselo tan en serio. Como verás en los comentarios hay gente que está muy de acuerdo conmigo y gente que disiente, y ambas cosas están bien. De la misma manera habrá gente decepcionada que se borre del blog porque crean que no estoy a la altura y habrá quien considere este un post excelente.
En Vivir al Máximo expreso lo que siento y pienso honestamente: eso sí, siempre con respeto y sin faltar a nadie. Mi intención no es caerle bien a todo el mundo, sino mostrarme tal y como soy para que de esa manera se quede la gente que conecta conmigo a un nivel profundo. De momento ha funcionado 🙂
Un abrazo!
teoma dice
Hola Ángel.
El comentario que hice, no fue más que una reflexión en voz alta.
Yo particularmente suelo atender más a las criticas que a los halagos, las estudió bien y si veo que pueden tener algo de razón, las hago mías y eso me hace crecer.
Por el contrario los halagos suelen estar vacíos, eso sí agradan un montón y si los tienen demasiado en cuenta, te hacen perder el rumbo.
Un abrazo.
P.D. La generalización por su naturaleza siempre es excluyente, se puede tocar cualquier tema sin recurrir a ella, de esa forma se evita ser injusto con mucha gente.
blabla dice
Siempre que preguntes a alguien si se considera mediocre te dirá que no. Todos o casi todos serán mediocres menos él, aunque sea el tío más anodino del mundo a otros ojos, aunque se tenga gran estima. Lo de quererse está bien, pero no hay que ser soberbio. Lo de que los españoles son mediocres, algunos, puede ser, lo de que son soberbios también. Y se juntan las ganas de comer con el hambre. He encontrado gente mediocre y gente soberbia a partes iguales. Pero no se crean que fuera abunda la excelencia. Además lo excelente es enemigo de lo bueno. Y muchos que se vanaglorian de lo buenos que son piensan per se que el resto es una mierda, excepto su mierda.
La repanocha es intentar cambiar el mundo yendo de safari a ver girafas. Que te reciban con sonrisas de oreja a oreja no hace mejores a ninguno de vosotros, ni a los de allí.
Este post y los comentarios son el colmo de las generalizaciones. Que si los americanos son mejores… englobar así a tantos millones de personas, pues es cuanto menos precipitado, yo tenía entendido que eran bastante paletos. Así que eso de que son mejores dependerá de para qué. O que tienen mejores sueldos en según qué, y eso motiva más a trabajar. Todo depende de una visión subjetiva y muchas veces son las propias proyecciones hacia el mundo.
Lo de la mentalidad del 5, pues qué quieres que te diga, hay gente que se le da muy bien estudiar algo, pero luego son unos necios en otros aspectos de la vida. Anda que no he encontrado gente así. O que son unos incultos en otros temas. Quizá se deba a ese momento vital que tenga otras cosas en la vida más allá de eso, o concretamente le pase en ese examen, asignatura, profesor, y uno sea un estudiante regular pero luego sea un trabajador muy bueno o excelente, porque nunca se deja de aprender.
Lo del programa de guitarra, no conozco los detalles, no soy informático, pero me da que es algo demasiado concreto. A lo mejor tampoco supo buscar en condiciones, teniendo en cuenta lo anterior, y debería haber ampliado el aspectro de búsqueda, los canales, el tiempo, la explicación, la paciencia, el dinero.
Lo de pagar por artículos, pues de entrada me parece mentira que no hubiese gente interesada por 30 o 40 euros, lo segundo tiene que ver con lo anterior del programita, y lo tercero que tiene que ver con la conclusión de que no es fácil encontrar a un buen escritor (que trabaje para ti, le añadiría), porque si uno es bueno le pone su nombre o escribe por placer no para que otro le dé 5, 20…
Lo del Telepizza, es un caso concreto, en un momento concreto, con una persona en concreto (repartidor): No sé cómo se desarrolló la tarde. Pero oyes, a lo mejor el repartidor se vio avergonzado por haberse caído, tener que volver a llevar las pizzas, tener un mal día, ganar poco y ni siquiera recibir un agasajo por parte de nadie… Y pedir las pizzas destrozadas y después de todo no estaban tan mal que os las habíais comido. Oye pensaría que teníais algo de morro también, si estaban mal en el momento de darlas o llegaron tarde no haberlas aceptado. Tampoco es muy congruente eso. Y ya si buscáis la excelencia, deberíais haber vuelto a llamar al encargado y decirle que el repartidor se volvió a llevar las pizzas, si esto era correcto.
Se escriben muchas tonterías que se quieren hacer pasar por excelentes…
javier dice
Este artículo es una obra maestra.
Eres un punto fenómeno.
Escribes de puta madre la verdad!!!
Grande!!!!