A finales de 2011 empecé con mi hermano Guillermo mi primer proyecto en Internet: una página sobre las oposiciones a Policía Nacional que ya no existe.
Trabajábamos juntos y nos repartíamos las tareas. Normalmente yo me encargaba de configurar la web y él de escribir el contenido, pero de vez en cuando Guillermo quería hacer algo mínimamente técnico y entonces se bloqueaba y me escribía un e-mail:
– «Oye Ángel, ponme este texto en dos columnas en vez de en una.»
– «No tengo ni idea de cómo hacer eso, Guillermo. ¿Por qué no lo buscas lo que necesitas en Google?
– «Es que no soy informático.»
Por aquel entonces ni mi hermano ni yo sabíamos nada sobre WordPress. Cuando necesitaba hacer algo, primero tenía que descubrir cómo hacerlo y luego iba interiorizándolo poco a poco a base de prueba y error.
Para mi este proceso era obvio. Si no sabía algo, investigaba, preguntaba y probaba hasta que aprendía cómo hacerlo. Sin embargo, para Guillermo no era tan sencillo.
Por algún motivo, cada vez que se encontraba el menor obstáculo se paralizaba y no era capaz de continuar hasta que yo le ayudaba.
Fast forward a la actualidad.
Guillermo dirige su propia empresa, PubliDental, que ofrece servicios de marketing para clínicas dentales.
A pesar de haber estudiado Derecho y ADE, sabe crear páginas web mejor que yo, entiende de HTML y CSS, diseña folletos profesionales con Photoshop, lleva Redes Sociales, gestiona campañas de AdWords y de FacebookAds, y tiene más clientes de los que puede abarcar.
Y nada de esto se lo han enseñado en la universidad, sino que lo ha aprendido por su cuenta.
¿Cuál es la diferencia entre el Guillermo de hoy y el de entonces?
Muy sencillo.
En estos años Guillermo ha adquirido una cualidad clave para tener éxito profesional, el espabilismo, y en este post voy a explicarte qué es, por qué tiene tanta importancia y cómo puedes desarrollarlo si todavía no lo has hecho.
Qué es el espabilismo
El espabilismo es la capacidad de hacer que las cosas pasen; de resolver cualquier problema que se te ponga por delante.
Y para mí es una cualidad de lo más importante, porque las personas sin espabilismo sólo son capaces de hacer aquello que les han enseñado –normalmente un profesor o una institución educativa– y se bloquean ante el mínimo obstáculo sin importar cuál es la tarea. Si no se la han enseñado, bloqueo inmediato.
Por el contrario, las personas que sí han desarrollado esta cualidad siempre consiguen aquello que se proponen. Y si no saben cómo hacerlo, se buscan la vida y lo intentan una y otra vez hasta que encuentran la manera de alcanzar su objetivo.
Mi amigo Fran es un claro ejemplo de espabilismo. Alguien que, pase lo que pase, saldrá adelante en la vida.
Hace unos años, cuando terminó la carrera de Ciencias del Deporte y vio el panorama laboral que había en Extremadura, hizo las maletas y se mudó a Palma de Mallorca, donde no tuvo problema para encontrar un puesto de trabajo como recepcionista en un hotel turístico.
Le pagaban bien, pero sabía que eso no era lo que quería hacer el resto de su vida, así que ahorró todo lo que pudo y decidió abrir su propio box de Crossfit.
Después de encontrar el local perfecto y superar mil y una trabas legales, justo cuando ya estaba listo para abrir, se enteró de que por ley estaba obligado a ignifugar el gimnasio, una obra de casi 10.000€.
No tenía ese dinero porque ya se había fundido la mayor parte del capital en material y otros gastos iniciales, pero en vez de tirar la toalla y abortar el proyecto como habrían hecho muchos, se le ocurrió una idea: meterse a trabajar de peón albañil para abaratar costes.
Habló con el jefe de obra, le dio el ok, y unos días más tarde estaba subiendo a Facebook fotos sonrientes con un martillo neumático.
No hace falta que lo diga, pero el negocio de Fran es todo un éxito. Y si el día de mañana deja de funcionar y tiene que cerrar, no tengo ninguna duda de que será capaz de reinventarse y salir adelante gracias a su espabilismo.
Por qué es tan importante el espabilismo
Creo firmemente que el mayor determinante de éxito profesional en nuestra época no es haber ido a una universidad prestigiosa ni haber estudiado tres masters, sino tener el espabilismo bien desarrollado.
Vivimos en un mundo incierto, que cambia rápidamente.
Cada vez hay menos trabajos altamente especializados en los que tengas que hacer las mismas tareas día tras día, y sea cual sea tu profesión te vas a encontrar continuamente con problemas que no habías visto antes y para los que nadie te había preparado.
Si eres empresario o freelance, este va a ser el pan de cada día. Vas a tener que tomar decisiones para las que no estás preparado, aprender nuevas habilidades, resolver situaciones diversas y ser pro-activo para aprovechar las oportunidades que se te presenten.
El mundo de los negocios es una jungla, y no puedes permitirte el estar de brazos cruzados sólo porque «no sabes hacer algo» o porque «no te lo enseñaron en la universidad».
Pero incluso si eres asalariado, la situación no es muy diferente.
Por un lado, conseguir un empleo cada vez es más complicado.
Ahora ya no sirve con mandar currículums cómodamente desde casa, sino que te va a tocar buscarte la vida.
Puede que eso signifique mudarte a otra ciudad donde haya más puestos de trabajo, hacer los contactos necesarios para conseguir entrar a la empresa que te interesa o buscar soluciones creativas para destacar entre el resto de candidatos, pero en cualquier caso vas a necesitar usar tu espabilismo.
Y es que si crees que va a venir un señor tu casa a ofrecerte el trabajo de tus sueños puedes esperar sentado.
Por otro lado, el mercado pide cada vez más un perfil multidisciplinar y con capacidad de adaptación, no autómatas que sólo sepan seguir órdenes y a los que haya que dárselo todo mascadito.
Para un jefe no hay nada más valioso que un empleado al que, le mandes lo que le mandes, sea capaz de sacarlo adelante sin preguntas y sin que haya que estar encima de él.
Un hacedor. Un generador de resultados. Un tío con espabilisimo.
Conviértete en esta persona y nunca te faltará trabajo.
Cómo desarrollar el espabilismo
Contrario a lo que mucha gente piensa, el espabilismo no es algo con lo que se nace, sino que se puede desarrollar. Sin embargo, no es una habilidad como el inglés o la fontanería. Es una actitud hacia la vida.
Lo que diferencia a las personas con espabilismo de las que no lo tienen es que las primeras han interiorizado una serie de creencias que las segundas no tienen.
Estas son algunas de las más importantes:
- «Mi carrera universitaria no me limita. Puedo realizar tareas propias de otros campos sin necesidad de tener un título oficial.»
- «El que ahora no sepa hacer algo no quiere decir que no pueda hacerlo. La mayoría de cosas se pueden aprender fácilmente, al menos hasta un nivel básico.»
- «No necesito asistir a una institución educativa para formarme. Normalmente es más rápido y efectivo leer libros, hacer cursos no oficiales, o simplemente buscar en Google/YouTube.»
- «El mundo está lleno de personas que saben más que yo y que pueden ayudarme cuando no sea capaz de encontrar una solución.»
- «La realidad es negociable. Siempre existen formas alternativas de conseguir lo que quiero.»
Si te fijas, los 5 puntos son totalmente opuestos a las bases de nuestro sistema educativo, que enseña que sólo hay una solución correcta para cada problema y que premia a quien obedece al profesor, hace sólo lo que le mandan y no se sale del redil.
De ahí que existan tan pocas personas con el espabilismo desarrollado a pesar de que ahora es más necesario que nunca.
Pero bueno, el objetivo de este artículo no es criticar cómo se hacen las cosas ahora sino enseñarte algo útil que puedas aplicar a tu vida, así que pasemos a la parte práctica…
¿Qué puedes hacer para mejorar tu espabilismo?
La respuesta es que, al igual que para cambiar cualquier otra creencia, el secreto está en las pequeñas acciones.
Tienes que superar pequeños retos una y otra vez siguiendo la «filosofía espabilista» hasta que tu cerebro asuma que tienes esta cualidad y empieces a comportarte así de manera natural.
Es decir, tienes que ser consciente de todos esos momentos en los que hay algo que te gustaría hacer pero que no haces porque «no sabes hacerlo», «no pertenece a tu ámbito profesional», «no se te da bien» o porque «ya lo intentaste una vez y no funcionó», darte cuenta de que sólo son limitaciones auto-impuestas y buscar una alternativa en vez de bajar los brazos.
Algunos ejemplos:
- Si quieres subir un vídeo a Youtube pero no sabes hacerlo y además «te llevas fatal con la tecnología», no llames a tu primo el informático ni tires la toalla. En vez de eso, busca en Google «cómo subir un vídeo a YouTube» y aprende a hacerlo. Muchas cosas no son tan difíciles como parecen una vez que te pones con ellas.
- Si te apasiona la psicología y quieres aprender más sobre el tema «pero no tienes tiempo para hacer otra carrera», no desistas. Primero, identifica los campos de la psicología sobre los que te gustaría profundizar. A continuación, busca por Internet libros o cursos sobre esos campos concretos que enseñen exactamente lo que quieres. Te ahorrarás 3 años y medio de asignaturas de relleno.
- Si vas a un restaurante con un grupo de 8 amigos y hay un cartel que dice que no dividen la cuenta en más de 4 tarjetas, pero a vosotros os gustaría pagar así, no abandones. Habla con el encargado y, con mucha amabilidad, explícale que os viene fatal pagar en efectivo y que si por favor os dejaría usar tarjeta aunque seáis más de 4. Recuerda que la realidad es negociable, y que cuando se trata con personas no hay nada escrito en piedra.
Quizá estas pequeñas acciones te parezcan tonterías sin importancia, pero confía en mí: si eres capaz de comportarte así de forma consistente, poco a poco irás desarrollando tu espabilismo.
Por último, además de lo anterior, también te será muy útil desarrollar cualquier habilidad que aumente el número de opciones que tienes a tu alcance.
Mis dos favoritas son las habilidades sociales, porque la mayoría de problemas se pueden renegociar o resolver más rápido con la ayuda de otras personas, y el inglés, porque te da acceso a información de primera calidad.
Conclusion: el espabilismo, una cualidad imprescindible
Nos ha tocado vivir en una época de la historia en la que la capacidad de hacer que las cosas pasen y de resolver cualquier problema es más valiosa que nunca. He llamado a esta cualidad espabilisimo.
Si quieres tener éxito a nivel profesional lo primero que debes hacer es desarrollar tu espabilismo, porque una vez que lo hayas conseguido tendrás muchos más recursos a tu alcance y podrás enfrentarte a cualquier tarea de forma más efectiva.
Todas las personas que conozco a los que les va bien en la vida, sin excepción, tienen un grado de espabilismo elevado, y no creo que sea casualidad…
Por eso, te dediques a lo que te dediques, te animo a que a que desarrolles tu espabilismo. Hazlo y te prometo que se abrirán ante ti miles de puertas que antes estaban cerradas y nunca más tendrás problemas para ganarte el pan.
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¡Tu turno! ¿Quién se te viene a la cabeza cuando piensas en personas CON y SIN espabilismo? ¿Consideras que tienes tu espabilismo bien desarrollado? ¿Qué consejos darías a alguien que quiera desarrollar esta habilidad? Cuéntamelo en los comentarios 🙂
Foto: hombre vestido con chaqueta y pajarita