Ok, hoy tengo algo importante que anunciarte:
He decidido poner Vivir al Máximo en pausa y tomarme un descanso por un tiempo indefinido.
La semana pasada cancelé la 10ª edición de Encuentra tu Camino que teníamos planeada para septiembre.
Isa y Jesús dejarán de trabajar conmigo en los próximos días.
Y ahora mismo estoy en el proceso de reducir los gastos fijos de la empresa al mínimo para que el mantenerla abierta me cueste lo mínimo posible.
(Si estás en alguno de mis programas no te preocupes, que seguirás teniendo acceso a los contenidos y todo seguirá funcionando con normalidad. Voy a seguir implicado al 120% con mis alumnos)
Como te puedes imaginar, no ha sido una decisión fácil…
Pero la vida y los negocios van de tomar decisiones, y estoy convencido de que en este momento era lo mejor.
Esta es la historia completa.
Los primeros años
Empecé Vivir al Máximo en febrero de 2013 con un objetivo muy claro:
Atraer a mi vida a gente que pensase y que viese el mundo como yo.
También empecé el proyecto porque sentía la obligación moral de compartir las razones que me habían llevado a dejar Microsoft y todo lo que había aprendido por el camino, y porque quería mejorar mi escritura… pero lo que buscaba principalmente era conocer a personas interesantes.
Además, a medio plazo soñaba con crear una audiencia de lectores fieles y ganarme la vida creando y vendiéndoles lo que ellos me pidiesen, que es lo que había visto a hacer a muchos de los blogueros americanos que seguía en aquella época.
Para conseguir todo esto decidí olvidarme del SEO, de las Redes Sociales y de cualquier otro canal de captación, y centrarme única y exclusivamente en publicar 2 artículos de valor cada semana.
Todos los lunes y los jueves, hiciese frío o calor, me sintiese motivado o desmotivado, estuviese en Cáceres o en la India, yo publicaba. Sin excepción.
Y así, a base de ser consistente, fui creciendo y haciendo realidad mi objetivo de conocer a gente increíble, muchos de los cuales siguen siendo mis mejores amigos a día de hoy, y mientras crecía fui creando un negocio rentable alrededor del blog.
En 2014 lancé mi primer producto.
En 2016 contraté a mi primera empleada.
En 2018 organizamos un evento con 250 personas en Madrid.
Y en 2020, el año de la pandemia, batimos nuestro récord de ventas y alumnos.
En aquel momento, Vivir al Máximo éramos 3 personas trabajando a tiempo completo + varios colaboradores, y teníamos 3 fuentes de ingresos principales:
- Idea2Blog, que se vendía todo el año
- Encuentra tu Camino, que lanzábamos una vez al año
- Las promos de afiliados, que hacíamos varias veces al año de manera puntual
Todo iba viento en popa.
El modelo funcionaba, yo estaba disfrutando de mi trabajo y la empresa me permitía vivir muy bien.
Desgraciadamente, a partir de ahí las cosas se empezaron a torcer.
Un punto de inflexión
A principios de 2021, como teníamos dinero en caja y Encuentra tu Camino estaba suficientemente maduro como producto, decidimos apostar fuerte y hacer nuestro lanzamiento más grande hasta la fecha.
Invertimos 100.000€ en publicidad.
Incorporamos a Jesús al equipo para que nos ayudase con la parte técnica y de analítica.
Y yo estuve trabajando sin descanso durante varios meses para mejorar la oferta y los contenidos del training gratuito con el que íbamos a presentar el producto.
Desafortunadamente, los resultados no acompañaron.
Logramos recuperar la inversión en anuncios por los pelos, y aunque cerramos con beneficios gracias a los suscriptores de Vivir al Máximo que se apuntaron al programa, los ingresos fueron mucho más bajos de lo esperado.
Mi reacción inicial fue achacarle los malos resultados a algún error estratégico o a un mal marketing, que al fin y al cabo nunca ha sido mi fuerte.
Sin embargo, no tardé en descubrir que no éramos los únicos a los que les había ocurrido algo así.
Otros cursos y programas que llevábamos tiempo promocionando como afiliados también empezaron a tener malos resultados en sus lanzamientos.
Eso hizo que en muchos casos sus creadores dejaran de venderlos, porque ya no les resultaba rentable, y en consecuencia que nosotros dejásemos de promocionarlos y de ganar dinero con ellos.
Ahí, en ese momento, fui cuando le vi las orejas al lobo y me di cuenta de que tenía que hacer cambios importantes en el negocio.
Medidas anticrisis
Después del lanzamiento de principios de 2021 y de ver cómo estaba el mercado, llegué a la conclusión de que no podíamos jugárnosla a meter un montón de pasta en anuncios una vez al año en un único lanzamiento, porque era demasiado arriesgado.
Tampoco podíamos depender de recomendar productos de terceros, porque no sabíamos si esos productos volverían a funcionar tan bien como antes.
Lo que necesitábamos era encontrar la manera de unos ingresos más regulares, repartidos durante todo el año y que dependiesen de nosotros mismos al 100%.
Ahí empezaron unos meses muy duros durante los cuales probamos diferentes estrategias con el objetivo de que las ventas de Encuentra tu Camino fuesen suficientes para cubrir los gastos de la empresa:
- Pasamos de una a tres-cuatro ediciones al año
- Implementamos un sistema de inscripción por llamada
- Creamos una nueva serie de emails para vender el programa
- Etc.
Los resultados de estas iniciativas no fueron malos, pero tampoco para tirar cohetes.
Nos daban para ir sobreviviendo trimestre a trimestre.
Y ese era precisamente el problema:
Que no terminábamos de salir del “modo supervivencia”.
En vez de trabajar en proyectos que aportasen valor y que nos ilusionasen de verdad, nuestro foco estaba en solucionar los nuevos problemas que iban surgiendo y en ver qué podíamos hacer para facturar lo suficiente como para no perder dinero ese trimestre.
Yo tenía que currar vacaciones y fines de semana para acabar todas las tareas que tenía asignadas, y además en febrero de 2022 fui padre por primera vez.
Pero aun así, no tiraba la toalla porque entendía que la situación era algo temporal.
Siempre había un nueva estrategia que me ilusionaba y que quería implementar, porque estaba convencido de que eso era la que nos faltaba para llegar a la “meta”, y de alguna manera eso me empujaba a continuar.
Hasta que llegó junio de 2022 y se me agotaron las ideas.
Una decisión difícil
El pasado mes de junio, después de probar a organizar talleres de pago para promocionar Encuentra tu Camino, hicimos un lanzamiento que de nuevo salió regular.
Una de las cosas más duras cuando un lanzamiento no va bien es que nada más terminar no puedes descansar, sino que estás obligado a tomar decisiones…
Y en mi caso, me tocaba una vez más decidir cómo íbamos a salvar la situación de cara a la próxima edición de Encuentra tu Camino que teníamos planeada para septiembre.
Como te comentaba antes, los trimestres anteriores siempre había visto claro cuál era el siguiente paso, qué era lo que próximo que teníamos que hacer.
Sin embargo, en esta ocasión, por muchas vueltas que le daba, no se me ocurría ninguna idea que me convenciese y que creyese que podía funcionar.
Mi sensación era que el modelo que llevaba operando todos estos años se había agotado.
Que el mercado había cambiado mucho, que yo había cambiado, y que mis circunstancias también habían cambiado, y que por lo tanto no bastaba con un cambio de estrategia.
Y encima Isa, que llevaba siendo mi mano derecha durante los últimos +5 años, me acababa de comunicar que quería pedirse una excedencia a partir de verano.
Yo, por mi parte, sentía que llevaba meses remando contracorriente, que todo estaba siendo mucho más difícil de lo que debería ser.
Había estado demasiado tiempo pensando sólo en el corto plazo, jugando a no perder en vez de a ganar, y tenía muy claro que yo no había empezado Vivir al Máximo para eso, que no había necesidad de seguir así.
Hacían falta cambios profundos.
Volver a la pizarra y replantear el negocio desde cero teniendo en cuenta todas estas nuevas variables.
Y además, tenía que hacerlo cuanto antes, porque Encuentra tu Camino 10 estaba a la vuelta de la esquina y mientras tanto estábamos quemando miles de euros al mes.
El problema es que hacer esos cambios ahora implicaba necesariamente pasarme otro verano trabajando al máximo nivel, y en esta ocasión no me veía capaz de hacerlo.
El negocio llevaba ocupando toda mi mente y mi energía durante los últimos meses, y estaba agotado.
Necesitaba desconectar durante una temporada, porque si seguía metido en el bucle y con la energía que tenía en ese momento sentía que no iba a poder ver las cosas claras ni tomar buenas decisiones.
Así que, después de hablar con varios amigos cercanos y de escuchar su punto de vista, vi claro que sólo me quedaba una salida posible:
Parar.
Cerrar esta etapa, tomarme un descanso del negocio, disfrutar del verano sin presión por facturar, dedicar tiempo a otros intereses, y crear espacio para que puedan surgir nuevas ideas y oportunidades.
Y luego, con la mente fresca y sin prisas, decidir mi siguiente etapa profesional.
Las últimas semanas
El lunes 13 de junio le comuniqué al equipo mi decisión.
Y sorprendentemente, cuando lo hice no estaba nervioso ni triste, sino agradecido y en paz.
Agradecido por toda la gente a la que he conocido a través del proyecto, por todo lo que he aprendido y lo que me ha permitido vivir, y por haber podido trabajar mano a mano con un grupo de profesionales increíbles a los que por encima de todo considero mis amigos.
Y en paz porque, a pesar de los miles de errores que he cometido, estoy súper orgulloso del trabajo que hemos hecho y de todo lo que hemos aportado al mundo durante estos 9 años y pico que llevo al frente de Vivir al Máximo.
Tanto a Isa como a Jesús les pilló un poco por sorpresa mi anuncio, pero aun así lo entendieron y fue todo bien, y desde entonces hemos estado trabajando en cerrar lo diferentes frentes temas que teníamos abiertos y en hacer la transición para los próximos meses.
En cuanto a mi: pues va un poco por rachas.
Hay días que me siento un poco triste porque esta primera etapa de Vivir al Máximo llegue a su fin…
Y hay otros días que me agobio al pensar en mi situación: sin ingresos, con gastos recuerrentes cada mes y una familia que mantener, y sin un trabajo claro que hacer.
Pero en general, estoy tranquilo e ilusionado por las posibilidades que se abren ante mí, y por todas las cosas buenas que estoy convencido de que están por llegar.
Ahora mismo estoy en Islantilla con mi familia, y mi única prioridad es desconectar y disfrutar del verano.
Me apetece leer, entrenar Crossfit, escribir, estudiar copywriting, jugar con Darío, retomar el checo, estrenar la nueva barbacoa que me he comprado en Praga, charlar con gente interesante fuera del sector del marketing, aprender a hacer bien el café en la V60, y probar a programar alguna app en Ethereum para ver cómo es, entre otras cosas.
Y luego…
Luego ya veremos 🙂
¿Qué va pasar con Vivir al Máximo?
En primer lugar, quiero dejar claro que esto no es una despedida y que no hemos quebrado.
No voy a cerrar la empresa.
Tampoco voy a cerrar esta web ni el podcast.
Y por supuesto, no voy a dejar de entregar la 9ª edición de Encuentra tu Camino que está en marcha ahora mismo ni a dejar de atender a los clientes del resto de nuestros productos.
Simplemente voy a tomarme unos meses sabáticos (o como diría Bosco, “sabáticos-activos”) para descansar, desconectar y explorar otros intereses… y después de eso, me replantearé mi negocio y el papel que quiero que juegue en mi vida de aquí en adelante.
Eso significa que no habrá nuevas ediciones de Encuentra tu Camino hasta nuevo aviso…
Y aunque tengo claro que voy a seguir escribiendo y grabando entrevistas, no tengo ni idea cuando retomaré los contenidos ni con qué formato o frecuencia.
Puede que esté unos meses desaparecido, o que puede que de ahora en adelante publique más que nunca, todavía no lo sé 🤷♂️
Lo que sí que puedo decirte es que cuando tenga cualquier novedad o si decido compartir alguna reflexión con mi audiencia, lo haré primero en mi lista de correo, así que si quieres seguir mis pasos en esta nueva etapa asegúrate de que estás apuntado.
Además, seguiré activo en Twitter, la única red social que utilizo, y a través de la cual puedes escribirme en cualquier momento.
¡Y eso es todo por ahora!
Feliz verano, y como siempre, muchas gracias por estar ahí.
###
La foto es de la última quedada presencial de Encuentra tu Camino, que tuvo lugar a finales de junio en Madrid.