En mi último post te hablé sobre el papel del azar en nuestras vidas, un tema controvertido y que dio lugar a intenso debate en la sección de comentarios.
Como algunos lectores hicieron aportaciones muy interesantes a la conversación, he dedicado el artículo de hoy a repasar las que más me llamaron la atención y compartir contigo mi opinión sobre ellas.
Te adelanto que es un texto más filosófico de lo habitual, así que estás avisado 🙂
¿Existe el azar?
Tal y como imaginaba, varias personas como Edu o Random reaccionaron a mi modelo probabilístico del mundo afirmando que «el azar no existe» o que ellos «no creen en el azar».
Sin embargo, leyendo su argumentación, me llevé la impresión de que en el fondo sí que reconocen la existencia de lo que yo llamo azar, y que lo que realmente querían decir es que el mundo es un lugar determinista en el que todo tiene una causa.
Para mí el azar es una combinación de causas o circunstancias imprevisibles que nos afectan a nosotros y/o al resultado de nuestras acciones.
Por ejemplo:
- Que en la ruleta salga el 7 en vez del 26 es cuestión de azar
- Que te montes en un autobús y tengas un accidente porque el conductor se distrae por el camino es cuestión de azar
- Que te acerques a hablar con una chica en el bar y te responda mal porque ha tenido un día horrible es cuestión de azar
¡Ojo! No estoy diciendo que estas situaciones ocurran por gracia divina, ni mucho menos. Todas tienen una causa, como que el crupier tire la bolita con una determinada fuerza, que el conductor haya discutido con su mujer y no pueda dejar de darle vueltas al coco, o que el jefe de la chica la haya obligado a hacer horas extras esa semana.
Sin embargo, son fruto del azar porque no puedes predecirlas antes de que ocurran:
- Aunque sepas que el número ganador depende del material de la ruleta, de la fuerza con la que el crupier tira la bolita, y de la densidad del aire, no puedes predecir cuál va a ser ese número
- Cuando te montas en un autobús, no puedes predecir si el conductor va a distraerse y salirse de la carretera
- Antes de acercarte a una chica en el bar, no puedes predecir si va a querer hablar contigo por muy buenas que sean tus habilidades sociales
Es decir, la principal característica de los sucesos que ocurren por azar o casualidad es la imposibilidad de predecirlos, no que sean aleatorios y que no tengan una causa clara. Y creo que todos estamos de acuerdo en que hay ciertos sucesos que no podemos predecir y que nos afectan a nosotros y a nuestras acciones.
«Pero Ángel», puede que estés pensando. «¡Con suficiente información todo se puede predecir!»
Vale, entiendo por dónde vas, pero eso ya es parte de otro debate totalmente distinto…
¿Existe el destino?
Imagínate que tuvieses información perfecta de todo el universo en el momento actual, desde los genes exactos de cada persona hasta la composición de cada átomo de aire; que conocieses las ecuaciones que explican cómo funciona la realidad, y que además tuvieses un ordenador con una capacidad de proceso infinita.
¿Crees que sería posible ejecutar una simulación que te dijese exactamente qué es lo que va a ocurrir de aquí a 10 años?
Es decir, ¿piensas que todo tiene una causa –incluidos tus pensamientos y tus acciones– y que por lo tanto tu vida está decidida de antemano y es simplemente el resultado de una gran ecuación?
Como comentaba Ubay, este es el clásico debate filosófico entre deterministas e indeterministas.
Los defensores del determinismo creen en el destino. En que nuestras vidas no son más que el resultado lógico de una serie de millones de causas y que, por lo tanto, todo lo que nos ocurre ya está escrito.
Los defensores del indeterminismo, por su parte, creen que existe el libre albedrío y que las personas tienen la capacidad de elegir el curso de su vida. Que en cualquier momento puedes actuar de una manera u otra por propia voluntad, sin que exista una causa física más allá del que «a ti te dé la gana». Eso implica que el destino no está escrito sino que se va creando dinámicamente, ya que cada ser humano va introduciendo nuevas causas impredecibles que afectan al estado del universo.
Este dilema entre determinismo e indeterminismo es muy interesante, y te invito a que reflexiones más sobre él. Sin embargo, ahora lo que quiero es que te des cuenta del hecho de que, adoptes el modelo que adoptes, siempre seguirá habiendo situaciones impredecibles.
Por ejemplo, piensa en el juego de la ruleta.
En un mundo indeterminista no podrías predecir qué número va a salir, porque uno de los factores que lo determina, la fuerza con la que se lanza la bolita, es algo que el crupier decide por propia voluntad.
Por el contrario, en un mundo determinista, el crupier lanzaría la bolita con una cierta fuerza que vendría determinada por una larga serie de causas anteriores y que se podría calcular. El resto de factores, como la construcción de la ruleta u otros parámetros físicos también se podrían conocer de antemano, así que en teoría sería posible predecir el número elegido. Desafortunadamente, sólo en teoría, porque únicamente dios podría hacer las computaciones necesarias.
Es decir, que a efectos prácticos, el número que sale en la ruleta es siempre fruto del azar.
Luego está la gente que cree que existe una fuerza superior a nosotros, como dios o el karma, que controla el «azar» en base a unas reglas. No voy a entrar a discutir la existencia de estas fuerzas o entes, pero sí que quiero apuntar que también son impredecibles, ya que por mucho que reces o hagas el bien, vas a seguir sin saber con certeza lo que va a pasar.
Conclusión: creas en lo que creas y lo llames como lo llames, hay factores totalmente impredecibles que van a afectarte a ti y a los resultados que obtengas, así que te conviene tenerlos en cuenta. En otras palabras, dudo que nadie pueda llegar a saber cómo funciona el destino ni pueda llegar a controlarlo.
Cómo tener mayor control sobre tu vida y aumentar tus probabilidades de éxito
Ahora que ya hemos zanjado el debate sobre la existencia de lo que yo entiendo como azar, quiero dejar un poco de lado las discusiones filosóficas y centrarme más en lo práctico, en aquello que puedes aplicar a tu día a día.
La semana pasada te explicaba que tus resultados dependen de dos variables, tus acciones y el azar, y que la única forma de reducir el impacto del azar era haciendo dos cosas:
- Realizando acciones que tengan la máxima probabilidad de producir el resultado que te interesa
- Repitiendo esas acciones hasta que el azar se ponga de tu parte y tengas éxito
Sin embargo, aunque hablé a fondo de la medida #2, no dije nada de la #1, que en realidad suele ser mucho más decisiva.
Eso nos lleva a la siguiente cuestión:
¿Qué tipo de acciones se ven menos afectadas por el azar y por lo tanto incrementan el control que tenemos sobre nuestros resultados?
En mi opinión, Irene da en el clavo en su acertadísimo comentario:
“Yo creo que casi todo lo que implica interacción social tiene un tanto por ciento de posibilidades de no realizarse, porque no somos los únicos actores que participan de ello.
Los ejemplos clásicos: convencer, vender, “ligarse a”, ayudar (entre otros). Podemos querer convencer a alguien o ayudar a alguien, pero entre ese objetivo y nosotros se interpone precisamente ese alguien. Si no quiere ser convencido o ayudado, poco podremos hacer. Si nos movemos desde el modelo “todo depende de mí”, al final acabaremos persiguiendo al otro y frustrados por no entender cuál es la razón por la que no quiere dejarse convencer o ser ayudado…”
No existe nada más impredecible que otro ser humano. Además, como ya comenté en su momento, cada persona es un mundo y que no es nada fácil convencer a alguien para que cambie.
Por tanto, si quieres depender del azar lo menos posible a la hora de lograr tus objetivos, elige siempre alternativas que sólo dependan de tus acciones, en vez de alternativas que requieran que otros individuos cambien de ideas y hagan lo que a ti te interese que hagan.
(Lee varias veces el párrafo anterior porque es una de esas verdades que pueden cambiarte la vida)
Por ejemplo:
- Si en tu restaurante favorito empieza a empeorar la calidad de la comida, puedes quejarte al dueño y tratar de que haga algo al respecto para que todo vuelva a ser como antes, o puedes buscar un nuevo restaurante de confianza donde los platos sí sean a tu gusto
- Si te molesta que en España los impuestos sean muy altos, puedes hacerte militante de un partido político que lleve en su programa bajar los impuestos e intentar convencer al resto de la población de que les vote, o puedes irte a vivir a un país donde los impuestos sean más bajos
- Si crees que tu empresa tu paga menos de lo que te mereces, puedes hablar con tu jefe, explicarle lo mucho que vales y confiar en que lo entienda y decida subirte el sueldo, o puedes irte a otra empresa donde te ofrezcan el sueldo que quieres
Harry Browne, en su genial libro How I Found Freedom in an Unfree World, llama a estos dos tipos de alternativas «directas» (sólo dependen de ti) e «indirectas» (dependen de que consigas convencer a otras personas) respectivamente, y con mucha razón recomienda que siempre que puedas evites las segundas.
No es que sea imposible conseguir que otras personas cambien de idea y acaben haciendo lo que tú quieres. Simplemente es algo que en última instancia no puedes controlar, y que por lo tanto aumenta la posibilidad de «dejar al azar» todo lo que ocurra en tu vida.
The End
Con esto termina la mini-serie improvisada sobre el azar y el papel que juega en nuestras vidas. Espero que te haya resultado productiva y sobre todo que te haya hecho reflexionar.
Si quieres profundizar más sobre este tema, te recomiendo los siguientes recursos:
- Mi post sobre cómo tener buena suerte en la vida
- Todos los libros de Taleb, en especial ¿Existe la suerte?
- El libro La señal y el ruido, de Nate Silver
Por último, para cerrar, te dejo con varias preguntas para continuar el debate:
- ¿Cómo definirías «azar»? ¿Qué significa para ti que algo haya ocurrido «por casualidad»?
- ¿Crees en el destino? ¿Piensas que el mundo es un lugar determinista o indeterministas?
- ¿Cuál es la mejor manera de conseguir que tus resultados se vean afectadas por el azar lo menos posible?
¡Deja tu opinión en la sección de comentarios! Como siempre, los leo todos.
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Foto: chica sujetando un dado
Hola Ángel,
Yo cada vez me inclino más sobre la opción de que realmente da igual. Somos simplemente personitas que están aquí por muchos factores, no creo que sea azar, yo creo que si hay alguien o algo que rige todo este tinglado de alguna manera que desconocemos.
La leyes del karma me gustan mucho como explican el funcionamiento del universo pero es demasiado complicado, y además está hecho adrede así, para que no podamos entender como funciona.
Yo he aprendido gracias al Yoga a consagrar las cosas. No me refiero a lo que hace el cura con la hostia. Me refiero a ponerte al servicio de algo mayor que tu mismo.
Le puedes llamar: Dios, Shiva, conciencia universal, unidad, energía cósmica, lo que te de la gana, pero en definitiva algo que está por encima de nuestro control y comprensión.
Cada vez que hago algo importante ahora, lo consagro, ofreciendo los resultados y los frutos de esa acción al universo y mostrándome simplemente como un medio de transmisión.
Esta estrategia quita mucha presión, si te sale muy bien, evitas que se te suba a la cabeza y si es un desastre evitas hundirte.
Tu haces todo lo posible, das el 100% en cada cosa, pero a la hora de la verdad, renuncias a los resultados y dejas que fluya como tenga que ir.
A mi me está ayudando esta estrategia.
abrazo
Deacuerdo…
Y este comentario de Franciscoah es muy interesante porque es la actitud que entiende que, a pesar que uno tiene libre albedrío y que puede cambiar a voluntad las cosas que dependen de uno, también uno forma parte de la dualidad «azar-voluntad» y por ende termina siendo como dije yo, una mezcla de azar y libre albedrío tan sucesiva y compleja que, donde termina una accion controlable empieza otra incotrolable.
«Si quieres depender del azar lo menos posible a la hora de lograr tus objetivos, elige siempre alternativas que sólo dependan de tus acciones, en vez de alternativas que requieran que otros individuos cambien de ideas y hagan lo que a ti te interese que hagan.»
Cierto es que depender menos de los demás y más de tus acciones «acota» ese azar. Pero esto sucede para lo bueno y para lo malo. Aunque depender, en algunos aspectos, de los demás puede llevar a un menor control y mayor dependencia al azar, también puede potenciarlo.
Un ejemplo: emprender en solitario. Dejarás menos cosas al azar porque controlarás tú todos los aspectos, pero no llegarás tan lejos como emprendiendo con un equipo. Al menos la estadística dice eso.
Me apunto los artículos y libros que recomiendas!
Un abrazo!
PD: Me molaba más cuando usabas fotos tuyas para ilustrar los posts, lo hacían más personal 😉
¡Cuidado! No hay que confundir «depender de los demás» o con «depender de que los demás cambien de ideas y hagan lo que a ti te interese que hagan». Son cosas muy diferentes.
No es lo mismo buscarte un socio con la misma visión, valores y ganas de trabajar que tú, que un socio que piense totalmente diferente. Con el segundo tarde o temprano habrá problemas, y el que logres solucionarlos dependerá de que seas capaz de hacerle cambiar de ideas (algo poco probable).
Hola Ángel!
Genial cierre de esta miniserie.
A mí, sí, me cambió la vida darme cuenta (y aceptar, que es lo más difícil) de que hay cosas que no dependen sólo de mí. En esa toma de conciencia ha venido gran parte de la libertad personal que ahora siento. Justo mañana publico un artículo en mi blog con respecto al tema de la aceptación, que para mí es la otra cara de la moneda del querer controlar lo que no depende de uno mismo.
El libro de Browne lo tengo en la lista de deseos de Amazon desde que lo nombraste ya hace algunos artículos… le tengo ganas!
Un abrazo!
Irene
Me viene a la mente, al leer el comentario de Irene a Steve Jobs, el hombre que cambiaba la realidad a punta de exigirle a lo demás que hicieran lo que él quería que se hiciera en el tiempo y condiciones que él quería hasta llegar muchas veces a la tiranía. Y muchas personas «existosas», antiguos jefes tal vez, que han llegado «muy alto» en sus profesiones o empresas han logrado lo que han logrado por imponer su criterio a toda costa a sus empleados. Es decir, «si te pago es para que hagas lo que yo diga, como yo diga y punto!»
Hola Ángel,
Aunque el azar tiene un papel importante en nuestras vidas, también entiendo que la mayoría de cosas que nos suceden vienen determinadas por los pensamientos que tenemos acerca de nosotros mismos y del mundo, que nos llevan a tomar unas decisiones concretas. Dependiendo de las variables (que nosotros podemos controlar en gran medida) será el resultado de nuestras acciones.
Conozco el caso de personas que se buscan las desgracias ellas mismas, y no es porque las «atraigan» por arte de magia, sino porque sus pensamientos y acciones, y su «autofatalidad proclamada» les llevan a que los demás los vean con menos estima, se aprovechen de ellos y su vida sea un tanto más accidentada que la del resto.
Me inclino a pensar que somos los creadores de nuestro destino. O al menos del 80% de él. Aunque como dices, es posible que mañana nos atropelle un camión, así que por si acaso a seguir viviendo al máximo 😉
Abrazos transatlánticos!
Alejandro
Buenas Ángel,
bien matizado. Cualquier acción que lleves a cabo en este mundo depende del azar, pero el azar dispone de varios grados. Intensificar esos grados o disminuirlos depende de varios elementos, como el que has comentado: depender de los demás tan poco como sea posible.
No obstante, en esta vida no siempre se puede realizar huídas hacia adelante.
En ocasiones no queda más remedio que interactuar con los agentes del conflicto, argumentar y saber convencer, habilidades sociales que deberían formar parte de nuestro decálogo «Qué 10 habilidades debería desarrollar en mi vida». Mi experiencia me ha demostrado que es imposible llegar muy lejos sin ningún tipo de cooperación, y la cooperación implica tener en cuenta esos problemas de «azar» de los que no nos podemos escapar.
Así que está bien que tomemos la iniciativa, pero tarde o temprano en este camino es totalmente imposible no acabar mediando con esos problemas de «azar» que comentas. En esos casos, escapar y tomar otra ruta no es siempre la medida correcta.
El azar tiene mucho que ver en lo que sucede. Ante un hecho azaroso que provoca un cambio evidente en nuestras decisiones o acciones, solo podemos (con «suerte») actuar sobre alguna de las partes:
1. Nuestra capacidad de «actuar» sobre lo que sucede depende de varias variables:
– Herramientas adquiridas previamente al suceso.
– Diseño de objetivos actuales.
– Conciencia sobre las consecuencias de dicho suceso.
2. Cuando vemos que alguien está haciendo algo dañino y nos gustaría «convencerle» de que cambiase, debemos saber por qué nos interesa ese cambio:
a) Puede ser porque ese cambio provoque un beneficio en nosotros.
b) Puede ser porque ese cambio provoque un beneficio para esa persona.
c) Puede ser porque ese cambio incida directamente en un funcionamiento (des)adaptativo del sistema en el que esa persona se halla inmersa.
LLegados a este punto, debería preguntarme ¿por qué quiero que esa persona «cambie»?. ¿Los beneficios de ese cambio se «miden» en función de qué variables?.
A mi modo de ver, para que ese cambio sea REALMENTE beneficioso, se debería medir en función de variables que incluyan a TODOS LOS MIEMBROS del sistema (o sea, buscar un objetivo común).
En otras palabras: más que realizar los cambios necesarios para que las probabilidades de resultados sean mayores, lo más importante es favorecer los cambios que se dirijan hacia la funcionalidad del sistema. Es decir. propiciar un cambio más centrado en procesos que en resultados (= SOSTENIBILIDAD).
Es decir, la variable más importante a tener en cuenta para intentar que una persona realice un cambio es propiciar un funcionamiento de su sistema (de todos los miembros del mismo) adaptativo, es decir, parcialmente autónomo y sobre todo interdependiente.
Analizar cómo un hecho azaroso incide no solo en un miembro del sistema sino en el resto de miembros del sistema. El objetivo sería coordinar acciones encaminadas en implementar cambios en todos los miembros del sistema.
Favoreciendo el equilibrio en e funcionamiento del sistema se favorece la consecución de objetivos para todos los miembros del mismo. Gestión de procesos vs gestión de resultados.
Creo que antes de intentar el cambio en una persona que favorezca MI objetivo debo preguntarme cuál es la consecuencia de dicho cambio en esa persona y SUS objetivos.
Cuando en escena entra un miembro del sistema C y sus objetivos la cosa se complica bastante.
Es decir, favorecer la interdependencia del sistema vs la codependencia del mismo.
O sea, que el objetivo común de todos los miembros prime sobre el objetivo de uno de ellos.
Y esto, al menos para mí, es HARTO COMPLICADO.
No sé si se ha entendido bien todo lo que he dicho….
Un abrazo y gracias por el post.
Hola Ángel
Gracias por el post.
Creo que imposible controlar todos los aspectos de cualquier situación y que de esa manera las cosas salgan como las planificamos y dejar al azar pocas posibilidades de inmiscuirse.
Más bien, me parece que es al contrario.
Por mucho que intente controlar todas las variables que me rodean, nunca puedo estar completamente seguro del resultado que voy a obtener.
A mí, me resulta mucho más estimulante y gratificante, no saber el resultado de mis acciones. Vivir el momento al máximo (como reza tu blog) y dejar al azar, el destino, a Dios, Shiva, la fuente universal o como quiera que le llamemos, como continuará la historia que vivo en este momento.
De lo único que estoy seguro es que en este momento, estoy aquí, haciendo lo que hago, con la máxima conciencia posible. Qué ocurrirá dentro de unos instantes, unos días o unos años no lo sé, como máximo puedo fantasear con ello, pero no es nada real. La única realidad es ésta: estoy aquí escribiendo este comentario a tu post.
Y ello, no quiere decir que no pueda planificar. ¡Claro que puedo y que lo hago!
Pero, no fantaseo con el resultado de lo planificado. Cuando llegue el momento de llevar a cabo lo planificado lo haré y comprobaré si lo planificado y la realidad van de la mano o no.
Eso, como ya he indicado, me resulta muy estimulante. Es como estar continuamente abierto a lo que me espera en el siguiente momento. ¿Qué me deparará la vida cuando mande este comentario? No lo sé. ¡¡Es genial!! Y para mí, es liberador. No tengo que controlar nada. Todo es posible y todo es perfecto. Venga lo que venga.
Buenos días:
Estoy de acuerdo con algunos de los comentarios anteriores, y con algunas de las ideas expresadas en el artículo. No obstante, me gusta pensar que aunque existiese el destino, el libre albedrío nos da un amplio margen de acción para cambiarlo.
Creo que todo lo que hacemos, decimos y pensamos influye mucho en todo lo que sucede alrededor; y que es bueno ser consciente de ello. Coincido en este punto con la idea de que si pones todo de tu parte para que algo salga adelante, aumentan las probabilidades del éxito (siempre, claro está, que las habilidades y las acciones tomadas sean las adecuadas).
A mí me gusta la impredecibilidad del ser humano, pues creo que permite aumentar las expectativas de éxito y también disminuirlas. A veces, cuando en algún seminario me preguntan ¿qué puedo hacer para mejorar el comportamiento de mis alumnos? ¿qué puedo hacer para que me escuchen? mi respuesta siempre va encaminada en la misma dirección… Trabaja en tus aptitudes, en tu frustración, en el nivel de expectativas… Y según vas evolucionando, empezarás a sentir cómo cambia todo a tu alrededor.
Creo que conocerse a una misma permite tener más habilidades en el trabajo en equipo, y esto aumenta las posibilidades de éxito, además de mejorar la sociedad. 🙂
Como dice la psicología social: «la suma de uno más uno siempre es mayor que dos» así que es interesante trabajar en ello.
Y para reflexionar, un cuento Zen que se llama «Buena suerte, mala suerte, quién sabe»
Gracias Angel por este post. Invita a la reflexión y al debate, así que aporta mucho.
¡Feliz semana!
A mí también me parece que el comentario de Irene da en el clavo 🙂
Y pienso que los bloggers que escribimos sobre psicología, desarrollo personal, etc., tenemos que hacer nuestra parte de trabajo comunicando de forma honrada, como estás haciendo tú, que no todo depende de ti, por mucho que te esfuerces. Así que enhorabuena por esta mini-serie 🙂
¡A pasarlo bien en Brasil! Besitos.
PD: ¿Cómo hago que aparezca mi foto de perfil? La tengo configurada en Gravatar, pero no sale! 🙁
Hola Marina, puede ser porque el correo que tienes registrado en Gravatar y el que usas aquí para comentar no sea el mismo. A mí me pasaba eso! Si fuera el caso, puedes añadir más correos a tu perfil en Gravatar y solucionarlo.
Iba a comentar algo relacionado con los libros de Taleb, pero veo que los has recomendado al final del post, así que, en lugar de eso, mini ensayo sobre la suerte:
Al ir a confirmar el libro de Taleb en Amazon y volver al blog, éste se ha actualizado con el comentario de Marina, lo cual, puede haber sido una suerte (si he acertado con la causa) y totalmente fortuita pues ya es casualidad que yo tuviera el mismo problema el otro día.
De modo que sí, el azar existe y es responsable en gran parte de éxitos y fracasos. Sin embargo, como este pensamiento podría llevarme a no hacer nada, prefiero pensar que tenemos algo de culpa. Si Marina no hubiera comentado su problema, no habría recibido un intento de solución. 🙂
¡Yuhu! Arreglado 🙂 ¡Gracias, Alberto!
Estimado Ángel:
A la misma conclusión de Browne -autor que confieso que desconocía- llegué yo por mi cuenta hace algún tiempo: intentar convencer a otros para que hagan lo que tú quieras, por ejemplo, que te compren el producto que estás vendiendo, es algo de resultado incierto y, además, extenuante y frustrante. Esa es una de las razones por las que no me gusta nada esa actividad que hoy parece ocuparlo todo, la actividad «comercial» (vender, vender, vender…). Y esa es una, no la única, de las razones por las que dejé mi anterior trabajo: la banca. Siempre me he sentido, y me siento, más inclinado a actividades cuyo resultado no dependa en absoluto de la voluntad de otras personas, sino, además del azar, sólo o principalmente de mí mismo. Por ejemplo, la montaña, mi gran afición. Subir una cumbre depende de muchos factores, sí, pero no tienes que «convencer» a la montaña de que te deje ascenderla. Te pones a ello, le echas ganas y ya está.
El problema es que en una sociedad que se basa en la división del trabajo, en la que nadie puede ser completamente autosuficiente, ¿Cómo ganarse la vida?. Un negocio, una profesión laboral, necesitan clientes. Tu mismo blog, Ángel, funciona en tanto tiene lectores, esto es, de la voluntad de una personas que deciden seguirlo. Y eso significa que, en última instancia, nuestro futuro depende de que otras personas decidan ser clientes nuestros o no. O sea, que volvemos a lo mismo.
Siento que eso es algo para lo que no estoy preparado, que no es lo mío, que me supera, que me abruma. Entonces, ¿qué opciones me quedan?. Mi deseo de autonomía absoluta, de depender sólo de mí, de mi esfuerzo, de mi voluntad y no de la de otros, es tan grande que en ocasiones me entrego a la ensoñación de la autosuficiencia total, o casi, en una aldea de montaña, viviendo de una manera muy, muy austera, pero sin depender de nadie, sólo de mí, como Thoreau en «Walden». Eso sí que sería libertad.
Un saludo.
Vender no implica hacer que otros cambien de opinión y hagan lo que tu quieras. Implica encontrar a gente que ya quiera comprar lo que tu venderles y explicarles por qué es justo lo que necesitan 🙂
Hola Javier. ¿Y si en vez de vender como haces o hacías en la banca, teniendo que convencer a otros de que hicieran lo que tú les decías, vendieras convenciéndote a tí mismo de que puedes vender demostrando lo que te aporta subir esas montañas que dices? Lo difícil es eso. Ayudarías a gente que quiere subir montañas a recibir el beneficio que tú recibes al hacerlo, y de paso podrías vender de todo siempre y cuando seas útil. Ese propósito es más noble y sano que encasquetar cosas no tan útiles para quienes las firman, ¿no crees? Vender libros no es ofrecerlos, vender es lo mismo que leerlos, sacar provecho de ellos y contarlo, ESO ES VENDER LIBROS REALMENTE, y por tanto estamos hablando de una práctica totalmente opuesta a timar a la gente y de que beneficia a partes iguales verdaderamente. Nadie que prueba algo y le sirve hace una mala venta después, inconscientemente LA MAYORÍA de personas hace márketing de algo varias veces por semana, sea de lo que se ha echado en el pelo o de lo que ha empezado a meter en su dieta. Esto es mucho más que vender, es beneficiarse de tus propios aprendizajes y además, enseñar a otros a obtener el mismo beneficio con ello, y gracias a internet mucha gente empieza a salir del agujero de la ignorancia para beneficiarse de lo que otros ya se estén beneficiando. El desarrollo personal, actualmente, podría encuadrarse básicamente en eso y se verían resultados en cada ser humano. Ahora bien, si para vender lo que hay que hacer es convencer, yo tampoco querría ser un banquero, pero tenlo claro, ayudar a otros y a tí mismo con ello no es vender hipotecas, ni de coña vamos.
«Tu mismo blog, Ángel, funciona en tanto tiene lectores, esto es, de la voluntad de una personas que deciden seguirlo. Y eso significa que, en última instancia, nuestro futuro depende de que otras personas decidan ser clientes nuestros o no. O sea, que volvemos a lo mismo.»
Y añado para Javier. La voluntad de una persona no depende en última instancia de querer tener clientes, eso no es así, depende de moldear nuestro presente y con ello moldear el futuro de esa persona de tal forma que sirve de verdad lo que estés haciendo, que los clientes serán fruto de eso y no de un trato vacío, influír para bien, ayudar a otros a obtener algo a cambio, y no solo algo raro, sino algo palpable como algun tipo de éxito personal.
Cambiar el hecho de que alguien no esté acudiendo a tu encuentro no implica en ninguna parte del proceso cualquier tipo de trato vacío, requiere de superación poder ayudar a otros para terminar ayudándonos a nosotros mismos. O bien, por medio de la autoayuda, lograr después ayudar a otros, como proceso este es más lógico.
Asier:
Ante todo, quiero agradecerte tus palabras, es decir, el tiempo y el esfuerzo que has dedicado a comentar mis reflexiones sobre la «venta». Sinceramente, gracias.
Creo entender lo que quieres decir. Quizá una parte del problema sea eso. La «venta», la «actividad comercial» o llamémosla como queramos, está tan desprestigiada porque se asocia a charlatanes capaces de casi todo por «colocar» a la gente cosas que, en el mejor de los casos, no necesita, cuando no son incluso perjudiciales para los compradores. Pero también hay, yo he conocido a varios, comerciales que son personas absolutamente serias e íntegras, convencidas de la calidad y conveniencia del producto o servicio que venden y que no pretenden engañar a nadie, al contrario, su intención es ofrecer y crear valor. No obstante, sigo pensando que es una actividad muy dura, para la que no todo el mundo vale y en la que se tiene la desagradable sensación de que la última palabra no la tiene uno mismo.
Pero, en fin, en uno de los EREs que han proliferado en la banca estos últimos años decidí aceptar la indemnización y seguir mi propio camino. Y cuando se tiene ya una edad y uno se ha hecho a lo largo de los años un «yonki» de la nómina, del vender tiempo y vida por dinero, de hacer de la «seguridad» el valor supremo, cambiar de esquemas mentales es duro, cuesta mucho. La libertad es hermosísima, si, pero, como decía Bernard Shaw, implica responsabilidad y por eso se le tiene tanto miedo. Quiero ejercer una profesión liberal y, me guste o no, tendré que buscarme clientes. Todos, en menor o mayor medida, dependemos de todos. Como leía hace muy poco, esa dependencia recíproca es parte del trato de vivir en sociedad. Espero saber diferenciar qué es lo que está en mi mano hacer y qué es lo que depende del azar y, respecto a este último, saber manejarlo con paciencia, serenidad y saber esperar (me estoy acordando de nuevo de «If», el poema de Kipling). Y si aun así, la suerte no me es propicia, ser capaz de aceptarlo. Y siempre me quedará la posibilidad de retirarme a mi propio Walden en alguna montaña o bosque español.
Una vez más, mis más sinceras gracias.
¡Hola Ángel!
Pienso que para reducir el papel que el azar juega en nuestros resultados, tenemos que conocernos muy bien a nosotros mismos y saber cómo reaccionamos antes situaciones «imprevistas» es decir, desde mi punto de vista no se trata tanto de reducir ese papel del azar sino de cómo nosotros reaccionamos a ese «azar» y aceptar que no siempre todo va depender de nosotros.
Es decir tener claro que depende de nosotros en ese momento y que no, de nosotros depende nuestra actitud, nuestra fortaleza, nuestra paciencia, nuestro trabajo, preparación, etc.
Lo que no depende de nosotros es la actitud de los demás, el cómo se sienten, etc.
Pero bueno, podemos jugar a lo seguro, en entornos dónde nos sentimos cómodos, dónde siempre pasa lo mismo, dónde las personas siempre hacen lo mismo, en ese tipo de entornos el papel del azar se reduce, pero también el tamaño de los objetivos, la diversión y esa chispa de la vida que a veces te ofrece lo inesperado, lo que no controlas, lo que no depende de tí.
Vamos que para reducir el azar, tienes que hacer todo lo que puedas en ese momento, investigar todo lo que puedas, saber lo que quieres, cómo lo quieres, saber como son las personas con las que vas a colaborar, para las que trabajas, para las que vendes algo, etc, tener la certeza de que has hecho todo lo que podías y más, y solo a partir de ahí esperar que la «vida» haga su parte esa que no depende de tí, y que seguro va a haber cosas que no teníamos previstas (parte que hasta ahora para mí, ha sido la más divertida, la más emocionante) Si sale bien genial, si sale mal algo hay que aprender.
Releyendo todo lo que he escrito se ve «mu» bonico, otra cosas es aplicarlo… y en eso ando.
Saludos Ángel!
Rocío
El principal problema del debate entre deterministas e indeterministas, es que los dos tienen parte de razón.
Es cierto que todo tiene una causa (incluyendo nuestras emociones y reacciones subconscientes), pero también es cierto que la cantidad de variables que intervienen en cualquier acción es tan vasta que es imposible tenerlas todas en cuenta. Por lo tanto, se necesita una abstracción matemática llamada azar y estadística para manejarnos con ello.
Saludos 🙂
¡¡Hola Ángel!!
¡Que post tan bueno! creo que daría para un largo e interesante debate.
A raíz de este post y el anterior, (pero sobretodo este) me ha venido a la cabeza el megaconocido discurso de Steve Jobs, y sobretodo con el «connecting the dots» y es que, a pesar de que el azar, bajo mi punto de vista, puede cambiarte la vida en un plumazo.
Aplicado a mi caso personal y tomando perspectiva de como me ha ido la vida, descubro que, a día de hoy, muchas de las situaciones vividas que, de un modo u otro, no dependían de mi al 100% pero tal vez sí entre un 40% hasta un 70% (por poner un ejemplo de medir), observo que, cobran todo el sentido del mundo ya que, de no ser así quizás no hubiera madurado de un modo más consciente o tal vez habría seguido con unos comportamientos más nocivos que constructivos.
Como bien dices, tenemos cierto control en lo que hacemos, pero una situación con la que no contábamos puede variar el resto de acontecimientos y al cabo del tiempo, al mirar atrás encontrarle todo el sentido. No sé si a alguien más le pasa o lo ve así.
Hola Ángel,
Veo el mundo como un lugar más indeterminista bajo mi punto de vista. Pienso que lo mejor que podemos hacer es exigirnos mejorar a diario con una buena rutina todo lo que no implique «interacción social» para luego poder acercar ese factor a nuestro lado. Cuanto más habilidad y creativos seamos en algo, más querrán estar cerca de nosotros.
En mi propia experiencia, siento que hace años he exigido en el entorno y en los demás una actitud que únicamente me acercaba a mi a donde realmente quería llegar. Es decir, muchas veces parece que debes exigir a los demás lo mismo que a ti ya que luego a la hora de entablar una conversación parece que todos piensan igual que tú, pero en realidad, esto no es así. Lo único que define la realidad de alguien es su actitud ante la vida, porque con palabras, todos queremos tener éxito y ser grandes genios, pero muchas veces, camuflados bajo una falsa creencia del mínimo esfuerzo.
Creo que hay que concienciar mucho de esto, el azar está ahí, pero tu esfuerzo y tus habilidades también, así que si realmente te interesa el tipo de vida que defiendes con palabras, esfuérzate para mejorar tus habilidades y la creatividad con la que atacas tu «pasión». Creo que esto te creará mecanismos para llegar a las personas necesarias sin tener que tener tanta parte «social» de por medio.
De otro modo, si esto parece mucho trabajo, esfuérzate en mejorar tus habilidades sociales tanto como puedas para poder defender tu falta de habilidad.
¡Me encantó la reflexión, abrazos crack!
Nando.-
Muy buenas!!!
Siempre he sido de la opinión de que la suerte existe, aunque también creo que «la suerte se busca».
Que estés jugando al fútbol, tires a portería, el balón rebote en el larguero, después en la espalda de un defensa y acabe siendo gol… lo consideraría suerte. Pero si tu equipo no ataca, difícilmente se habría dado ese azar.
O como aquel que le pedía a la Virgen que le tocara la lotería (eso sí que lo veo como azar puro y duro), y el vecino le decía: «Pero al menos compra el billete».
En cualquier caso, interesante reflexión 😉
Pura vida!
¡Tema muy muy interesante ciertamente!
De acuerdo con Miguel en que deterministas e indeterministas tienen parte de razón. Creo que todo tiene causa (pasa «por» algo) y efecto (pasa «para» algo), pero en la gran mayoría de casos las variables son tan difíciles de calcular que el azar (tal y como lo describes tú en este post) es lo único que nos da cierta fiabilidad a la hora de prever ciertos sucesos.
Buenas 🙂
El azar es lo que controla los resultado que da la vida; todo es una locura. La verdad no recuerdo donde leí la frase » Es imposible controlar el caos que es generado por lo aleatorio» Pero loq eu si puedes controlar es lo que esta directamente relacionado con tus habilidades.
Azar es que tomes un bus y preciso un accidente te haga llegar tarde a tu cita; pero si sales con tiempo evitarias ese problema por que tendrias respaldo.
Donde radica el hecho de que puedes controlar todo aquello que puedes hacer, pero no sobre aquello de lo que quieras depender.
Es una locura pensarlo, pero el destino lo forjas tu con tus acciones, con ayuda del azar tal vez.
Cosas como que te llamen el dia de tu cumpleaños a ofrecerte un empleo, te pone a pensar, pero son cosas que uno puede ganarse con sus acciones previa, actitud, carisma.
Si quieres depender lo menos posible del azar, siempre ve con toda, preparate para lo que sea que quieras lograr en esta vida y enfocate en lo que tu puedes lograr con tus propias habilidades y lo que puedes ofrecer a la sociedad, claro sin esperar.
Hola a todos buen día.
Yo sé que muchos no sabemos en realidad que es lo que pasa con el azar es algo impredecible , somos un sistema bastante grande en el cual todo mundo hace cosas diferentes pero realmente si ponemos una tabla de estadística de cada ser humano en este mundo y llevamos un control de todas las actividades el azar sería fácil de deducir. Ya sabríamos el como pasa, pero no sabríamos el porque .
Algo diferente :
Hace días compre un boleto para una rifa de 15 números quedaban 4 y entonces empeze a cuentas un sistema para ver si yo podía ganar con 1 de esos 4 números que quedaban es ahí donde creo intervino la probabilidad y le digo a mi compañera voy a ganar y le explique no sé por qué pero lo Hize y le dije tengo un sistema todo mundo se fija tanto en el fin , que nunca se ponen a pensar en el medio , cuando piensas en el medio y no piensas en el fin, las cosas salen de maravilla … al hacer la rifa gane y la muchacha me dijo cómo le hiciste , y la verdad no sé si fue suerte o en realidad lo que afirme y el sistema que Hize tenía el 100 por ciento por qué los demás no crearon un sistema para poder ganarse ese número.
Otro ejemplo referente a ventas Directa
Yo no creo en eso del mejor artículo para vender
Si no un muy buen sistema .
Si tienes un buen artículo que mejor pero eso no te asegura nada puedes fracasar.
La probabilidad a la hora de vender es crear la necesidad al cliente en ese tiempo
Yo siempre decía esto y me funcionaba si le digo a 10 personas me compra 1 y si no me compran de la 10 a la 30 no me agitare y me mantendré y entonces de la 30 a la 40 me compraran 4 bueno al final del día si le decía a 80 90 personas el número de ventas casi siempre era el mismo.
Saludos muy complicado él tema todos tenemos diferentes teorías de cómo funciona pero es de valientes hablar de esto .
Hola Angel!!
Comparto mucho con tu opinion. Fijate que dias atras mi pareja y yo estabas platicando del azar, destino o suerte y si existe o no (antes de que hablaras en el otro segmento del azar)
Hace 8 años él y yo nos conocimos, segun yo por azar, el destino, segun él, nos atrajimos porque nosotros atraemos personas o circunstancias a nuestras vidas, segun sea nuestra personalidad.
Nos conocimos en la frontera de Mexico Estados Unidos. el viajo de Manzanillo – Tijuana, yo Guadalajara – Tijunana, apartir de ese punto tomamos un autobus que haria una trayectoria de 10 horas para llegar a nuestro destino, fue donde nos conocimos, nos tratamos y empezo una platica y buena vibra entre nosotros, para nuestra suerte, nos dimos cuenta que viviamos solo a 15 minutos uno del otro y con con muchas en comun. Despues de 8 años seguimos juntos y tuve la suerte de encontrar a un hombre maravilloso ese día, él dice que yo lo atraje porque siempre desie en mi vida a un buen hombre jeje.
Como se pueden interpreter estas situaciones? uno mismo provoca o atrae personas , situaciones inconcientemente? entonces no existe Dios? que para mi muchas veces te pone en momentos, personas y situaciones correctas en tu vida, depende di ti tomarlas?
Hola Liliana. Al leer tu comentario se me ha ocurrido que si hay una cosa que se nos da bien a los seres humanos es emparejarnos. Posiblemente sea lo que se nos da mejor, y una prueba de ello es que tanto tú como yo hemos venido a este mundo. Yo creo que en este caso no tiene que ver con Dios ni tampoco con que atraigamos a personas o situaciones a nuestra vida. Creo que conociste a una persona compatible, sin más. Te diste cuenta en ese viaje de varias horas que era compatible contigo y él también se dio cuenta. Pero, ¿él era el único hombre compatible contigo en todo el mundo? Sospecho que no. Si no lo hubieras conocido a él ese día hubieras conocido a otra persona otro día, y ahora mismo te estarías haciendo las mismas preguntas pero tendrías una vida un tanto diferente. Creo yo 🙂
Gracias Velez,
Tienes mucha razón en tu explicación, suena logico que si no hubiera sido ese hombre con el que me encontre en ese viaje hubiera sido otro y de maneras diferente. Gracias por tomarte el tiempo de contestarme. 🙂
¡Muy buenas!
Me ha encantado que haya habido una continuación del post de la semana pasada. Primeramente, porque me gustado mucho el contenido: me ha llegado mucho más y he sentido que es mucho más conciliador y compatible con las dos versiones del universo: la determinista y la indeterminista (a pesar de la inclinación más pragmática y racional que tiene Ángel). Segundo porque me encanta ver como el debate y la interacción entre lectores y autor da lugar a nuevo contenido de forma espontánea…
En esta ocasión me gustaría dar dos referencias bibliográficas. La primera se titula La fórmula de Dios, de José Rodrigues dos Santos. Una gran novela basada en los últimos avances científicos que aporta una visión determinista y muy interesante sobre el universo. La segunda es Y tú que sabes, de William Arntz, Betsy Chasse et.al, una obra amena y divertida de orientación indeterminista que permite entender y aplicar a la vida cotidiana los principios fundamentales de la física cuántica.
¡Un abrazo a todos y buena semana!
Me parece interesante este tema y se podría hablar durante horas.
Hace un tiempo escribí sobre este tema, pero de forma menos profunda, intentando también saber más de como funciona el mundo.
De una forma simple lo resumí en la siguiente formula:
% de probabilidades de éxito = nº de intentos X calidad de los intentos.
Seguramente se podrían añadir más variables y hacerla más complicada pero nose hasta que punto sería práctica…
Ángel gracias por el artículo.
Muy bueno el post.
En mi opinión creo que el azar es de origen humano debido a su impredecible conducta.
En conclision para evitar el azar es: evitar que las decisiones de nuestros proyectos tengan un grado de influencia muy elevado de otras personas o que otros decidan por nosotros.
¡Hola!
Relacionado con el azar y el éxito, hay un jueguecillo que podéis aplicar a vuestros familiares, amigos, conocidos, etc. Especialmente recomiendo jugar con los pequeños de la familia, porque os hará gracia ver cómo actúan. Consiste en lo siguiente:
1. Tú actúas como «dealer»; únicamente necesitas un dado que irás lanzando sucesivamente.
2. Si el jugador acierta el número apostado, recibe su apuesta multiplicada por 6. En caso de no acertar, pierde lo apostado.
3. Cada uno de los jugadores partirá con 6 monedas de 1€. En cada una de las tiradas, los jugadores deberán decidir sobre qué números apostar. Ejemplos:
– Jugador 1: 6 € apostados al número 5.
– Jugador 2: 3 € apostados al número 5 y otros 3 € apostados al número 1.
– Jugador 3: 1 € apostado a cada uno de los números del dado.
Supongamos que el «dealer» lanza el dado y sale el número 5.
El jugador 1 se haría con 36 €, más los 6 € del origen. Un total de 42 €. Además, probablemente se creerá un visionario por haber acertado con su apuesta.
El jugador 2 se situaría con un total 21 €, después de haber acertado parcialmente con su apuesta.
Sin embargo, el jugador inteligente es el número 3. A pesar de situarse con 7 € -ganando únicamente 1 €- está asegurando su éxito de cara a las siguientes tiradas. Es el que verdaderamente comprende cómo ganar a largo plazo.
Este sencillo juego simula de forma sencilla el comportamiento de la diversificación en bolsa. Jugando con los más pequeños, podréis ver si estáis ante un nuevo Warren Buffet.
¡Saludos!
Hola Ángel!
La verdad que yo soy de los que no creo en el azar, pero aún así hay situaciones que son pura casualidad y que no entiendo.
Por ejemplo, ¿a veces no vais a restaurantes que es hasta difícil conseguir reserva y después de cenar dices «pues conozco restaurantes mejores y que algunos están medio vacíos»? Seguro que es porque se han publicitado mejor, son más visibles, pero si luego la calidad y el precio son peores que el de al lado, y el de al lado está vacío. Sinceramente, no lo entiendo. Quizá lo que no tiene sentido es el comportamiento humano y por eso parece que existe el azar.
En el trabajo en el que entré nada más terminar la carrera, sólo hicieron entrevistas a dos personas, cuando ese currículum a acabar la carrera, es el mismo para todos. Y aún así los dos entramos al trabajo, pero todos los demás que mandaron el currículum ni siquiera llegaron a la entrevista. Pues seguro que tiene su causalidad, de que justo estaba mirando el email cuando llegó mi currículum, y al cuadrar con el puesto ya no miraron ninguno más.
Pero para mí, a pesar de no creer en la suerte, creo que se dan muchas situaciones que difícil explicación tienen si no es debido al azar.
Interesante reflexión. Azar, casualidades, elecciones… Es algo que siempre ha ocupado parte de mi pensamiento y así lo plasmo en algunas entradas como ésta sobre el apetito faústico que es el hambre de probar otras vidas. La verdad que creo más en las casualidades que en el destino, aunque haya un cierto «determinismo» vital que todos llevemos dentro, pero que no viene marcado por eventos del exterior. Un abrazo!
Muy interesante este debate Ángel. Siempre he tendido más hacia el control es decir hacia pensar que todo depende de nuestras acciones y que realmente somos los únicos responsables de las consecuencias de nuestros actos. Eso lleva muchas veces a juzgar prematuramente a personas que por razones de distinto tipo se han quedado en el camino o han fracasado en sus proyectos. Realmente desconocemos los factores que han llevado a ese resultado por lo que este tipo de pensamiento y en general todo pensamiento que busca continuamente «clasificar» y juzgar las situaciones y las personas es contraproducente. Me he dado cuenta de ello y desde entonces estoy mucho más en la observación y no tanto en buscar a todo problema una causa.
En estos momentos, trabajo en un país en desarrollo y he observado una cosa en la que no se si estarás de acuerdo. A medida que la gente tiene menos control sobre factores externos (fuente de ingresos, salud, seguridad física) creen más en el destino y de alguno manera ponen todo en manos de este. Esto provoca que frente a cualquier problema, ante la incapacidad de control muchos de los factores que llevarían a una solución, se reconfortan pensando que «está en manos del destino». Me resulta curioso porque ante problemas frente a los cuales una persona estaría muy preocupada, ellos lo afrontan desde una mayor serenidad y calma. No quiero entrar en temas religiosos pero si me interesaba hacer esta observación. ¡Un saludo!
Hola Ángel! Un placer leer tu post, realmente Taleb me parece uno de los mejores escritores.
He leído Antifragil y Cisne Negro y me parecen libros interesantísimos (aunque no sencillos de comprender).
Me parece genial el toque que está cogiendo el blog últimamente, tratando temas de este tipo.
Un abrazo!
Yo voy a ir con un poco de física.
En principio y basandonos en la leyes de Newton, todo estaría determinado, ya que los movimientos de todas las moleculas dependen de unas causas y nosotros estamos formados por moléculas.
Pero luego apareció Heisenberg con su principio de incertudumbre que viene a decir que la posición de un átomo no puede determinarse con exactitud y que es probabilistica, esto contradecia las leyes de Newton que funcionaban bastante bien para cosas grandes (movimientos de planetas) pero mal para cosas pequeñas que al final es de las que están formadas las cosas grandes.
Con el principio de incertidumbre de Heisenberg el indeterminismo se convierte en una opción más válida para mi.
El azar lo has definido perfectamente, no es algo divino, es la consecuencia de causas que son completamente ajenas a nosotros y imposibles de determinar. Lo que creo que hay que hacer es intentar que el azar juegue a tu favor. Irás más preparado a una entrevista si te miras de que va la empresa, tienes más posibilidades de caer mejor si sonries, tienes más posibilidades de vivir más y mejor si sigues una vida sana y haces ejercicio.
Hola Ángel! Me parece interesantísima la reflexión que has hecho en éstos dos últimos posts. Te recomiendo el libro (es más bien como un breve ensayo, unas 50 pgs.) «Free Will» de Sam Harris. Creo que hace un gran trabajo en explicar el determinismo y como la voluntad propia no es más que una ilusión, un engaño.
Un saludo!
Hola, que tal como estas Angel?
el azar nos afecta a todos en algun momento de nuestra vida, puede ser solo una casualidad o una causalidad creada por nuestros propios actos.
Algunas otras veces caemos en el azar que producen las acciones de otros como ya lo dijiste antes.
No hay nada mas frustrante que no tener control de las circunstancias, por ejemplo si un familiar se enferma grave, y ha llevado una vida plena y moderada con equilibrio, es imposible no pensar en un fatidico azar del destino?.
Todo aquel que tiene que ser instigado a actuar y a tomar una linea es porque no cree en un destino, o quiero decir predestino, y se da la oportunidad de intentar crear uno propio bajo el
esquema de la accion personal, aunque este lo lleve a a finales que tal vez no considero y en los cuales tal vez haya intervenciones al azar, de personas situaciones, lugares etc.
Lo interesante es que tan dispuestos estamos a luchar contra ese azar si va en contra de lo que queremos lograr, de lo que queremos obtener, de a quienes queremos amar. 🙂
Hola Ángel,
Me parece realmente interesante este tema, y sin ninguna duda creo en el azar, hay multitud de acciones que no están dentro de nuestras capacidades para que todas tengan ese éxito buscado.
Por muy bien que sepamos hacer una cosa, si ésta depende de otra persona, puede ser que no salga bien realmente nunca, por lo que hay que buscar alternativas. Creo que esforzándose y siendo proactivo es una de las mejores maneras de disminuir el azar en nuestros trabajos y decisiones.
Aun así tengo un pálpito con el destino, creo que todas las cosas pasan realmente por algo y que esa sucesión de hechos nos acabará llegando hacia algún lado y que dependiendo de cada mínima acción que realicemos nuestra vida cambia automáticamente.
Hola Ángel, te escribo desde Perú, siempre que puedo leo tus artículos desde aprox. 2 años atrás, son muy buenos, personalmente me fascinan porque de alguna manera me aclara y ayuda sobre muchos aspectos de vivir, por lo mismo me inscribí a tu blog para aprender y conocer más, los leo, los analizo y obvio que al terminar cada lectura, formo mi propio juicio con la suma de todas las impresiones escritas; muy difícil es que al final termine pensando como tú con tan solo leer tus artículos, obvio que no (como bien dijiste cada persona es un mundo tan pero tan distinto así sean parientes tan cercanos, o gemelos o mellizos) pero si apoyo mucho de tus comentarios. Te felicito por tocar muchos temas interesantes y compartir tus opiniones, experiencias y decisiones con nosotros.
En esta ocasión me encantó el artículo; para mí el azar o casualidad ocurren por la suma de factores fuera de mis acciones y decisiones directas, que se prestaron para que ocurran, y siempre que ocurre algo por casualidad, me asombro así sean agradable o desagradables, y me surgen interrogantes como por qué ocurrió? O qué bueno que ocurrió! Siempre y cuando no haya existido ninguna intervención de mi parte directa sobre ello, talvez sí indirecta, lo veo así, digamos por ejemplo: voy por la calle y decido cambiar mi ruta camino a casa (mi acción indirecta), y me encuentro con alguien agradable que no veo hace tiempo y me invita a salir, entonces fue de casualidad que me lo encontré, yo lo veo algo así, pues si hubiera sabido de antemano que esa persona pasaría por ahí y yo paso por ahí a propósito con el fin de topármelo, pues ya no sería el azar ni la casualidad. Sobre el destino, yo creo que es como el futuro, mi futuro, que al final lo voy “formando” con mis propias decisiones que voy tomando cada segundo. Sobre el mundo, ¿si es un lugar determinista o indeterminista? Waaoooo creo que hay de todo, no creo que sea más de uno o de otro, puede haber una mezcla de ambos dependiendo de las conveniencias. Personalmente creo que al tomar cada día nuestras propias decisiones, al ser propias deberían de afectar menos o nada al resto, solamente a mí, y aquí entra aquella parte en la que, digamos, al tomar una decisión personal o tomar tal o cual camino, se analiza los pros y contras, qué tanto nos afectan o afecta al resto, si positiva o más negativamente. Por ejemplo, un ejemplo clásico, personalmente yo decido guardar mi basura, cualquiera que sea, hasta encontrar un tacho de basura o hasta llegar a casa y desecharlo, esa es mi decisión; en cambio, a diario observo a muchas personas que toman la decisión de desecharlo donde sea, y por mucho que se le haga alguna observación de “lo mal” que está haciendo, muchas de ellas siguen en lo mismo y hasta se ofenden y ofenden, y aquí entra la parte “difícil” de convencer a otras personas. Ya sea por falta de educación y en casa no le enseñaron que eso no se hace, aun así esté rodeado de puras personas que hacen lo mismo, a pesar de todos esos factores, creo yo que existe el juicio propio, la lógica de las cosas, sin esperar que los demás te digan qué estás haciendo mal, ósea, muy aparte de saber que no está bien hacer eso, o que habrá alguna sanción económica por hacerlo, creo yo, está la lógica propia de tomar tal o cual decisión, para así no afectar ni perjudicar, en este caso al medio ambiente, o si boto un chicle al piso luego una paloma se la come, se atraganta y muere por esa acción, o los mares contaminados por la basura que se dejan en las playas, y así como ese ejemplo un sinfín de ejemplos; que si robar o dañar a otros por no decir las cosas tal cual, solo por salvar nuestro pellejo, etc., etc., etc. Al final, son nuestras propias decisiones personales las que cada día nos forman, personalmente intentó que sean decisiones que sólo me afecten a mí y no tenga mucha intervención del resto, claro dependiendo de las circunstancias y situaciones. Pero al final terminan siendo mis propias decisiones.
Conozco algunas personas que culpan a otros por lo que son hoy en día, por ejemplo a sus padres, y pienso en lo equivocados que están, puede que talvez sus padres tomaron ciertas decisiones que para ellos en su momento estaba bien y talvez a la larga no fue como su hijo esperaba, bueno, la cosa es que existe un punto en el transcurro de nuestra vida que la misma persona sabe que algo debe hacer para cambiar tal o cual cosa de su vida con la que no está contento sin necesidad de culpar a otros, pero no, prefieren tomar la decisión “más fácil” y siguen culpando a otros sin tener la menor intención de cambiar su vida, ósea, de qué estamos hablando. Y en otras ocasiones ocurren cosas que por temor de “perder o dañar o afectar” a las personas deciden dejar que sigan fluyendo hasta que algo ocurra milagrosamente ¿?¿?¿? ósea, tampoco tampoco. Yo soy católica, me guio cada día de la cita “Que se haga tu voluntad y no la mía”, pero eso no quiere decir que ande todo el día sentada con los brazos cruzados y esperando que las cosas ocurran nada más porque sí, y al final del día decir “conste fue tu voluntad”, ósea NOOOOO, para nada, soy consciente que a pesar de tener cada día presente esa cita, pues igual soy yo la que tomará tal o cual decisión, previo análisis, y esperando que sean las adecuadas o acertadas, no siempre lo son, pero al final soy yo quien las toma y decido, sin saber lo que pasará al final. Por ello creo que la mejor manera de conseguir que mis resultados se vean afectadas lo menos posible por el azar es analizando cada situación que tenga que decidir, siempre y cuando esté dentro de mis manos el poder analizarlo y hacerlo, porque si estuviera fuera de mis manos entonces ocurrirían si o si, sin poder hacer nada al respecto.
Bueno me extendí demasiado en mi opinión, pero esa es mi posición, leeré en breve los recursos que compartiste.
Sigues por Jericoacoara? No tengo la oportunidad aún de conocerlo, pero veo que es un lugar muy bello.
Gracias por tus artículos, cuídate y hasta pronto.
creo que me inclino por el lado del indeterminismo, pues tenemos la capacidad de tomar nuestras propias decisiones en función de lo que entendemos que sea correcto
Hola Ángel, y hola a toda la comunidad de VAM, es la primera vez que dejo un comentario, pero ese tema me ha tocado mucho y yo también llevo un tiempito dandole vueltas así que me he animado! 🙂 Dudo lograr explicarlo «todo» en un comentario, pero lo voy a intentar.
Creo que vivimos en un mundo en que la mayoría de sucesos son fruto del «azar» aunque nos guste poco la idea. Me explico: el azar interviene desde que nacemos, incluso antes, es decir, en el fondo, el hecho mismo de que nazcamos es puramente aleatorio, porqué si los genes de papá y mamá se hubieran combinado de otra forma, o simplemente si nuestros padres no se hubieran conocido, pues evidentemente no estariamos aquí.
Si a alguien le cuesta imaginarse esto, puedo decirlo de otra forma, pongamos que estabamos «destinados» a nacer, que me decís de como cambiaría nuestras vidas haber nacido en un lugar u otro del mundo?
Yo creo que hace mucha diferencia nacer en una tribú de Africa, en New York, o en Siria, España, Dinamarca, Iraq, lo que querais. O nacer de una madre drogradicta en vez de una pareja de nobles ricos.
Hace que tengamos una cultura u otra, que tengamos agua para beber todos los dias o no, que tengamos un jet privado o no, mas probabilidades de llegar a ser adultos algun día o que muramos de sida mucho antes, y quien dice esto dice cualquier otra cosa que damos por descontado cada día en nuestras vidas, pero que realmente no lo es.
La mia no es una vision determinista, mas bien lo contrario pero igualmente me lleva a pensar que el poder que tenemos, está limitado, por la tantas condiciones que hay A PRIORI (no dependen de nosotros).
Claramente no es excusa para quedarse ahí sin hacer nada, quejandose por lo que nos ha tocado o no.
Dentro del margen de acción que tenemos (diría reducido si pensamos a todo lo de arriba) igualmente podemos hacer mucho, y os animo todos a que lo hagais, para hacer que ese paseo por el mundo sea lo más feliz posible!
Aprovechando las oportunidades, buscando vuestra propria felicidad, buscando sobre todo lo que UNE los seres humanos y no lo que nos divide, porqué al final estamos todos juntos en ese viaje que el azar nos ha regalado y sería bueno vivir al maximo, en paz el uno con el otro, pensando que el bien de uno es el bien de todos en una perspectiva más amplia y no solo individual.
Bueno, igual me he ido un poco por las ramas, del azar a la paz en el mundo, pero estoy contenta por haberlo compartido!!!
Totalemente de acuerdo.
Muy buenas!
Releyendo estos artículos, y tal y como mencionas al final del post, aplica muy bien el libro de Taleb, Antifrágil. Una de las mejores soluciones para que el azar no te afecte es procurar que, con independencia de las posibilidades que haya de que ocurra un evento específico, sus consecuencias sobre ti y tu vida resulten mínimamente dañinas o, idealemente, netamente beneficiosas.
Como gran lección que aprendí de una profe abogada que tuve, ella decía: «Nunca te comprometas a nada que no dependa de ti». Me parece muy acertada,
Pura vida!!
Hola Angel
llevo varios años preguntándome si las cosas que suceden en nuestra vida son por pura casualidad o causalidad del destino…fijate por ejemplo, ¿sería una casualidad que haya dado con tu blog navegando en internet una tarde? o, ¿fue una causalidad que haya encontrado tu blog en internet una tarde, porque hace tiempo que estoy ansiando encontrar un blog con cual pueda sentirme identificada? sería esto determinista o indeterminista? otra cosa que me vine a la mente es un viejo refrán que dice así..» Cuando quieres algo bien hecho,tienes que hacerlo vos mismo » pero también estoy a favor de delegar, porque? porque hace tiempo me cargaba sobre mi espalda todo el trabajo del negocio, cuando después ya muy estresada me percate que había empleados muy capaces de poder realizar esas mismas tareas, para que yo pudiera realizar otras…todos juntos con un grano de arena cada uno, podemos formar una playa super rapido, pero uno solo con un solo grano de arena tratando de convencer a todos para formar una playa,es más difícil. me explico? y esto casi siempre se da en la mayoría de los casos.
Aunque estoy de acuerdo en lo que hablas, existen a mi entender puntos importantes que fueron dejados en el tintero, siendo cierto que el azar no puede ser dominado en terceras personas si puede ser dirigido en base a nuestros propios actos que determinaran el exito o fracaso.
Utilizando tus ejemplos, tendriamos mas posibilidades de exito en la ruleta si olvidamos todas las normas y nos centramos en la velocidad de la bola, este solo detalle nos ayudaria a ver mejor el punto donde se detendra.
En el ejemplo del jefe, podemos pedir un aumento de sueldo, en este punto dejamos que sea otro el que determine nuestro futuro, o podemos prepararnos con la informacion de nuestra productividad, logros, clientes, etc… e informar a nuestro jefe el valor que deseamos recibir por nuestro esfuerzo, podemos añadir que otras empresas si nos valoraian correctamente entregandonos lo que solicitamos y mas, de esta forma quitamos poder a la eleccion de nuestro jefe poniendole entre la espada y la pared.
O en el ejemplo del restaurante, en lugar de exigir el cambio que quitaria autoridad al dueño, podemos provocar el pensamiento positivo y dirigirlo al camino correcto con solo mencionar que los cambios últimos realizados en la comida no son adecuados y que es una pena tener que buscar otro lugar siendo que antes tenian la comida perfecta.
Una mujer puede estar enfadada y contestarte mal en el bar, pero eso solo te habre dos caminos o te alejas o intentas comprenderla y tranquilizarla, si escuchas podras ver que es lo que necesita y actuar en consecuencia cambiando las probabilidades.
Cuando subes al autobus, puedes darte cuenta del estado del conductor y siempre tienes la opción de descender si está fuera de sí o cambiar el destino al informarle lo que ves en él.
Al final todo dependerá de nuestras acciones, nuestra fuerza de ver, de tener el pensamiento mas positivo o negativo, en resumen —- DE COMO NOS SENTIMOS Y COMO REACCIONAMOS —
Nuestras acciones cuentan en el mundo, si no te gusta el mundo, cámbialo cambiando la forma en la que lo ves.
Para ser sincera, esta serie de posts me ha ayudado mucho con mi vida, tanto en lo personal como en lo profesional. Yo siempre he tendido a ser una persona demasiado perfeccionista y me frustraba cada vez que las cosas no salían como yo esperaba, a pesar de haber hecho todo lo que había en mi mano para que ocurriesen. Nunca tenía en cuenta ese azar del que hablas y eso me frustraba bastante. Gracias a eso he conseguido tomarme ciertas cosas con otra filosofía.
En cuanto al destino, yo nunca he creído en el destino, hay cosas que simplemente no pueden ser predecidas. En cuanto al azar, para mí son cosas que no son controladas por nadie o, al menos, por mí misma, como las cartas que te tocan jugando una partida de cartas. Puede que el que las haya repartido sí sepa qué cartas te ha dado, pero como tú las desconoces para ti es azar.
¡Hola Ángel!
Leyendo un libro, «El efecto compuesto» de Darren Hardy recordé este post tuyo y decidí comentarte.
Centrándome en este punto que comentas en tu post: «(…)la única forma de reducir el impacto del azar era haciendo dos cosas:
1. Realizando acciones que tengan la máxima probabilidad de producir el resultado que te interesa
2. Repitiendo esas acciones hasta que el azar se ponga de tu parte y tengas éxito»
La acción #1, la que depende de tí mismo, puede favorecerse aún más teniendo en cuenta:
1. Preparación: Desarrollo consciente de habilidades, conocimientos, competencias, relaciones, etc. para que cuando la suerte llegue, estemos preparados para saber qué hacer en favor de nuestros objetivos
2. Actitud: Modo de pensar o creencias correctas que te ayuden a reconocer cuando se presenta una oportunidad
3. Acción: Lo más importante, actuar cuando llega una circunstancia y se reconoce como oportunidad
Un abrazo desde México 🙂
¿Cómo definirías “azar”? ¿Qué significa para ti que algo haya ocurrido “por casualidad”?
R/ El azar ya lo explicaste y coincido: El azar es lo que no podemos predecir porque no tenemos la capacidad de medirlo y va a seguir existiendo en todas aquellas áreas donde el ser humano sea incapaz de medir la situación -que busca cambiar a su favor- en tiempo real para poder predecir su resultado final.
¿Crees en el destino? ¿Piensas que el mundo es un lugar determinista o indeterministas?
R/ El mundo es una mezcla de resultados deterministas e indeterminsitas -lo cual lo hace más complejo que si fuera solo uno de los dos- puesto que el libre albedrío puede romper «n» cantidad de veces un proceso ya previamente determinado. Sin embardo desde el punto de vista de Dios, es un mundo determinista porque Él conoce el futuro y sabe en qué va a terminar todas y cada unas de las cosas que existen ya sean procesos predeterminados o por libre albedrío.
¿Cuál es la mejor manera de conseguir que tus resultados se vean afectados por el azar lo menos posible?
R/ Coincido en que debe ser actuar lo más posible dentro de alternativas «que dependan de uno» y no las que «dependan de otros».
Bueno, llegué aquí para confirmar lo que pienso del destino, y según lo que leí, estoy de acuerdo.
Lo que creo, personalmente, es que, existe el caos y la casualidad, o sea el azar y la casualidad. Ejemplo:
Cuando vas caminando por una calle de un pueblo desconocido, y en medio de tantas personas que nunca quizás, has visto en tu vida y de repente te encuentras con un conocido, y te saluda.
1. El caos o el azar es estar en la multitud, como sendas que nunca has recorrido.
2. La casualidad es toparte con esa persona, con tu conocido y que te salude.
Personalmente a mi me pasó eso y otras muchos ejemplos más.
Saludos.
Hola, yo también leí esos dos libros y además «Fooled by Ramdomness», del mismo autor.
Luego de esta trilogía tengo una mejor comprensión de cómo funciona este caótico mundo. Definitivamente no podemos predecir. Pero sí podemos posicionarnos «robustamente» ante los casos extremos que se nos presenten en la vida, y evitar ser «frágiles» a las circunstancias. He ahí el kid del asunto.
Por otro lado, leí algunos comentarios aquí sobre «vender» y considero que LA VENTA debería ser materia de estudio desde la primaria. Ya que todos nosotros debemos ser capaces de vender nuestras habilidades para ganarnos la vida.
Por otro lado me permito aclarar que vender significa llevar a cabo un proceso de persuasión; no significa manipular, ni convencer, ni engañar, ni presionar.
Saludos y gracias por tan interesante blog y por sus valiosos comentarios.
Estoy medianamente de acuerdo con las conclusiones, pero hablas de cosas muy puntuales, creo que hay cosas más macro, como ¿qué persona estará para toda la vida contigo?
Ahí es donde me es complicado entender si estamos predestinados o no a estar con cierta persona, o situaciones en las que tu intentas cosas por todos los medios pero por X o Y razón no salen, es difícil creer que sea cuestión del «azar» sino parece que realmente hay cosas que no debían pasar, es demasiada coincidencia en muchas ocasiones para que sea fortuito. Eso también abre el debate de acciones y reacciones, cada cosa que hago o decido al final va a tener una reacción, pero realmente «elegí»? o ya estaba destinado que yo iba a tomar dicha decisión, que complicada es la vida.
Yo diría que si lo analizas en profundidad, no se si todo en esta vida es cuestión de suerte, o casi. Pero ¿quien sabe? Un salúdo y muy bueno tú artículo.
Para mi. la Suerte puede venir dada por el Azar o por el Destino o por ambos, aunque parezca contradictorio.