En mi último post te hablé sobre el papel del azar en nuestras vidas, un tema controvertido y que dio lugar a intenso debate en la sección de comentarios.
Como algunos lectores hicieron aportaciones muy interesantes a la conversación, he dedicado el artículo de hoy a repasar las que más me llamaron la atención y compartir contigo mi opinión sobre ellas.
Te adelanto que es un texto más filosófico de lo habitual, así que estás avisado 🙂
¿Existe el azar?
Tal y como imaginaba, varias personas como Edu o Random reaccionaron a mi modelo probabilístico del mundo afirmando que «el azar no existe» o que ellos «no creen en el azar».
Sin embargo, leyendo su argumentación, me llevé la impresión de que en el fondo sí que reconocen la existencia de lo que yo llamo azar, y que lo que realmente querían decir es que el mundo es un lugar determinista en el que todo tiene una causa.
Para mí el azar es una combinación de causas o circunstancias imprevisibles que nos afectan a nosotros y/o al resultado de nuestras acciones.
Por ejemplo:
- Que en la ruleta salga el 7 en vez del 26 es cuestión de azar
- Que te montes en un autobús y tengas un accidente porque el conductor se distrae por el camino es cuestión de azar
- Que te acerques a hablar con una chica en el bar y te responda mal porque ha tenido un día horrible es cuestión de azar
¡Ojo! No estoy diciendo que estas situaciones ocurran por gracia divina, ni mucho menos. Todas tienen una causa, como que el crupier tire la bolita con una determinada fuerza, que el conductor haya discutido con su mujer y no pueda dejar de darle vueltas al coco, o que el jefe de la chica la haya obligado a hacer horas extras esa semana.
Sin embargo, son fruto del azar porque no puedes predecirlas antes de que ocurran:
- Aunque sepas que el número ganador depende del material de la ruleta, de la fuerza con la que el crupier tira la bolita, y de la densidad del aire, no puedes predecir cuál va a ser ese número
- Cuando te montas en un autobús, no puedes predecir si el conductor va a distraerse y salirse de la carretera
- Antes de acercarte a una chica en el bar, no puedes predecir si va a querer hablar contigo por muy buenas que sean tus habilidades sociales
Es decir, la principal característica de los sucesos que ocurren por azar o casualidad es la imposibilidad de predecirlos, no que sean aleatorios y que no tengan una causa clara. Y creo que todos estamos de acuerdo en que hay ciertos sucesos que no podemos predecir y que nos afectan a nosotros y a nuestras acciones.
«Pero Ángel», puede que estés pensando. «¡Con suficiente información todo se puede predecir!»
Vale, entiendo por dónde vas, pero eso ya es parte de otro debate totalmente distinto…
¿Existe el destino?
Imagínate que tuvieses información perfecta de todo el universo en el momento actual, desde los genes exactos de cada persona hasta la composición de cada átomo de aire; que conocieses las ecuaciones que explican cómo funciona la realidad, y que además tuvieses un ordenador con una capacidad de proceso infinita.
¿Crees que sería posible ejecutar una simulación que te dijese exactamente qué es lo que va a ocurrir de aquí a 10 años?
Es decir, ¿piensas que todo tiene una causa –incluidos tus pensamientos y tus acciones– y que por lo tanto tu vida está decidida de antemano y es simplemente el resultado de una gran ecuación?
Como comentaba Ubay, este es el clásico debate filosófico entre deterministas e indeterministas.
Los defensores del determinismo creen en el destino. En que nuestras vidas no son más que el resultado lógico de una serie de millones de causas y que, por lo tanto, todo lo que nos ocurre ya está escrito.
Los defensores del indeterminismo, por su parte, creen que existe el libre albedrío y que las personas tienen la capacidad de elegir el curso de su vida. Que en cualquier momento puedes actuar de una manera u otra por propia voluntad, sin que exista una causa física más allá del que «a ti te dé la gana». Eso implica que el destino no está escrito sino que se va creando dinámicamente, ya que cada ser humano va introduciendo nuevas causas impredecibles que afectan al estado del universo.
Este dilema entre determinismo e indeterminismo es muy interesante, y te invito a que reflexiones más sobre él. Sin embargo, ahora lo que quiero es que te des cuenta del hecho de que, adoptes el modelo que adoptes, siempre seguirá habiendo situaciones impredecibles.
Por ejemplo, piensa en el juego de la ruleta.
En un mundo indeterminista no podrías predecir qué número va a salir, porque uno de los factores que lo determina, la fuerza con la que se lanza la bolita, es algo que el crupier decide por propia voluntad.
Por el contrario, en un mundo determinista, el crupier lanzaría la bolita con una cierta fuerza que vendría determinada por una larga serie de causas anteriores y que se podría calcular. El resto de factores, como la construcción de la ruleta u otros parámetros físicos también se podrían conocer de antemano, así que en teoría sería posible predecir el número elegido. Desafortunadamente, sólo en teoría, porque únicamente dios podría hacer las computaciones necesarias.
Es decir, que a efectos prácticos, el número que sale en la ruleta es siempre fruto del azar.
Luego está la gente que cree que existe una fuerza superior a nosotros, como dios o el karma, que controla el «azar» en base a unas reglas. No voy a entrar a discutir la existencia de estas fuerzas o entes, pero sí que quiero apuntar que también son impredecibles, ya que por mucho que reces o hagas el bien, vas a seguir sin saber con certeza lo que va a pasar.
Conclusión: creas en lo que creas y lo llames como lo llames, hay factores totalmente impredecibles que van a afectarte a ti y a los resultados que obtengas, así que te conviene tenerlos en cuenta. En otras palabras, dudo que nadie pueda llegar a saber cómo funciona el destino ni pueda llegar a controlarlo.
Cómo tener mayor control sobre tu vida y aumentar tus probabilidades de éxito
Ahora que ya hemos zanjado el debate sobre la existencia de lo que yo entiendo como azar, quiero dejar un poco de lado las discusiones filosóficas y centrarme más en lo práctico, en aquello que puedes aplicar a tu día a día.
La semana pasada te explicaba que tus resultados dependen de dos variables, tus acciones y el azar, y que la única forma de reducir el impacto del azar era haciendo dos cosas:
- Realizando acciones que tengan la máxima probabilidad de producir el resultado que te interesa
- Repitiendo esas acciones hasta que el azar se ponga de tu parte y tengas éxito
Sin embargo, aunque hablé a fondo de la medida #2, no dije nada de la #1, que en realidad suele ser mucho más decisiva.
Eso nos lleva a la siguiente cuestión:
¿Qué tipo de acciones se ven menos afectadas por el azar y por lo tanto incrementan el control que tenemos sobre nuestros resultados?
En mi opinión, Irene da en el clavo en su acertadísimo comentario:
“Yo creo que casi todo lo que implica interacción social tiene un tanto por ciento de posibilidades de no realizarse, porque no somos los únicos actores que participan de ello.
Los ejemplos clásicos: convencer, vender, “ligarse a”, ayudar (entre otros). Podemos querer convencer a alguien o ayudar a alguien, pero entre ese objetivo y nosotros se interpone precisamente ese alguien. Si no quiere ser convencido o ayudado, poco podremos hacer. Si nos movemos desde el modelo “todo depende de mí”, al final acabaremos persiguiendo al otro y frustrados por no entender cuál es la razón por la que no quiere dejarse convencer o ser ayudado…”
No existe nada más impredecible que otro ser humano. Además, como ya comenté en su momento, cada persona es un mundo y que no es nada fácil convencer a alguien para que cambie.
Por tanto, si quieres depender del azar lo menos posible a la hora de lograr tus objetivos, elige siempre alternativas que sólo dependan de tus acciones, en vez de alternativas que requieran que otros individuos cambien de ideas y hagan lo que a ti te interese que hagan.
(Lee varias veces el párrafo anterior porque es una de esas verdades que pueden cambiarte la vida)
Por ejemplo:
- Si en tu restaurante favorito empieza a empeorar la calidad de la comida, puedes quejarte al dueño y tratar de que haga algo al respecto para que todo vuelva a ser como antes, o puedes buscar un nuevo restaurante de confianza donde los platos sí sean a tu gusto
- Si te molesta que en España los impuestos sean muy altos, puedes hacerte militante de un partido político que lleve en su programa bajar los impuestos e intentar convencer al resto de la población de que les vote, o puedes irte a vivir a un país donde los impuestos sean más bajos
- Si crees que tu empresa tu paga menos de lo que te mereces, puedes hablar con tu jefe, explicarle lo mucho que vales y confiar en que lo entienda y decida subirte el sueldo, o puedes irte a otra empresa donde te ofrezcan el sueldo que quieres
Harry Browne, en su genial libro How I Found Freedom in an Unfree World, llama a estos dos tipos de alternativas «directas» (sólo dependen de ti) e «indirectas» (dependen de que consigas convencer a otras personas) respectivamente, y con mucha razón recomienda que siempre que puedas evites las segundas.
No es que sea imposible conseguir que otras personas cambien de idea y acaben haciendo lo que tú quieres. Simplemente es algo que en última instancia no puedes controlar, y que por lo tanto aumenta la posibilidad de «dejar al azar» todo lo que ocurra en tu vida.
The End
Con esto termina la mini-serie improvisada sobre el azar y el papel que juega en nuestras vidas. Espero que te haya resultado productiva y sobre todo que te haya hecho reflexionar.
Si quieres profundizar más sobre este tema, te recomiendo los siguientes recursos:
- Mi post sobre cómo tener buena suerte en la vida
- Todos los libros de Taleb, en especial ¿Existe la suerte?
- El libro La señal y el ruido, de Nate Silver
Por último, para cerrar, te dejo con varias preguntas para continuar el debate:
- ¿Cómo definirías «azar»? ¿Qué significa para ti que algo haya ocurrido «por casualidad»?
- ¿Crees en el destino? ¿Piensas que el mundo es un lugar determinista o indeterministas?
- ¿Cuál es la mejor manera de conseguir que tus resultados se vean afectadas por el azar lo menos posible?
¡Deja tu opinión en la sección de comentarios! Como siempre, los leo todos.
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Foto: chica sujetando un dado