«¿Dónde queda la familia cuando haces lo que haces?» me preguntaba un lector del blog hace poco. «¿Tienes en cuenta a la gente que te rodea cuando tomas decisiones?».
Cuando les dije a mis padres que iba a dejar mi trabajo para irme a viajar por el mundo, no se lo tomaron demasiado bien. Me dijeron que estaba loco, que no sabía lo que hacía y que en España no había futuro. Yo les intenté explicar que iba a crear un negocio online que pudiese gestionar desde cualquier país, pero por muchos ejemplos que les ponía de personas que ya lo habían conseguido, ellos siempre encontraban algún motivo por el cual yo no iba a poder hacer lo mismo.
Es difícil llevarle la contraria a alguien que te quiere y que te lo ha dado todo. El problema es que a veces esas personas especiales te quieren tanto que se oponen a que vivas tu propia vida.
En situaciones como esta, es prácticamente imposible convencerles sólo con palabras de que te apoyen. Cada persona tiene su propia visión del mundo y no la va a cambiar así como así. Yo comprendí que si mi familia no me entiende, mi única opción era liderar con el ejemplo. Y esa es tu única opción también si quieres que consigan comprenderte.
Sólo cuando te vean feliz haciendo lo que de verdad quieres hacer empezarán a plantearse que a lo mejor eso que les parecía una locura no era tan mala idea.
No puedes ignorar tus sueños eternamente. Si algo es importante para ti, debes hacerlo. No cometas el error de sacrificarte para intentar complacer a tus padres o a tu novia, porque si lo haces todos perderéis: tú serás infeliz, tus padres tendrán un hijo infeliz, tu novia tendrá una pareja infeliz y puede que un futuro formes parte tu propia familia infeliz.
Nunca creas que vivir mejor es callarse muchas veces, aceptar lo que otros te digan y seguir el camino establecido. Si sigues tu propio camino, al final los demás acabarán aceptándolo. Puede que te vean como el raro o como la oveja negra, pero te respetarán por tener el valor de tomar tus propias decisiones y, quién sabe, quizá hasta se unan a tu causa =)
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Foto: Maret Hosemann
Hoy llego a Shanghai después de pasar unos días en las terrazas de arroz de Longsheng. Todo el mundo me ha hablado fenomenal de esa ciudad, así que tengo muchísimas ganas de conocerla.