Cuando alguien me pregunta que por qué dejé un trabajo tan bueno como el que tenía en Microsoft, yo siempre respondo lo mismo: porque no me gustaba el futuro al que me dirigía.
Me imaginaba mi vida como ingeniero y me veía a los 40 años con una casa de tres dormitorios, un BMW descapotable y un labrador llamado Bing, yendo todas las mañanas a trabajar a la misma oficina en la que había pasado la mayor parte de mi juventud. Y yo no quería eso.
Lo que quería era recorrer países remotos, vivir grandes aventuras y crear algo propio desde cero. Quería ver a mi familia más de 2 semanas al año. Quería poder subirme a un avión en cualquier momento e irme a la otra punta del mundo.
Pero sabía que todo eso era imposible si seguía trabajando para Microsoft. Si quería comer limones necesitaba plantar un limonero, no un manzano, así que eso fue lo que hice: crear mi propia planta de limones.
¿Hacia dónde te diriges?
Estas últimas semanas te he explicado que tanto los resultados que has obtenido hasta ahora como los que obtendrás en el futuro son el producto directo de los sistemas que gobiernan tu vida. Tus sistemas son como vectores de fuerza, y la suma de todos ellos determina la dirección en la que te mueves.
Hoy quiero cerrar este tema pidiéndote que seas sincero contigo mismo y respondas a lo siguiente:
¿Hacia dónde te están llevando tus sistemas actuales? Si todo sigue igual, ¿dónde crees que estarás dentro de 5 años? ¿Y dentro de 10? ¿Y dentro de 20?
Analiza una por una las distintas áreas de tu vida:
- Si sigues en el mismo puesto de trabajo, ¿cómo será tu día a día? ¿Cuál será tu situación económica?
- Si sigues con tu dieta actual, ¿cuál será tu estado de salud? ¿Cómo será tu físico?
- Si sigues con las mismas habilidades sociales, ¿cómo será tu círculo de amistades?
- Etc.
Y por último, la pregunta más importante de todas: ¿es eso lo que quieres?
Disfruta del camino… pero primero elige el camino correcto
“¡Disfruta del camino!”
Estoy seguro de que has leído esta frase más de una vez en tu libro de auto-ayuda favorito o en el Facebook de algún amigo.
Desgraciadamente, es uno de esos consejos que en el papel queda de maravilla pero que en la realidad puede llevarte a la ruina.
Aunque estoy de acuerdo en que no tiene sentido vivir pensando únicamente en el futuro, tampoco es muy inteligente ignorarlo por completo.
Sí, es cierto que la vida es breve y que no sabemos qué es lo que ocurrirá mañana, pero también es verdad que la mayoría de nosotros estaremos por aquí hasta los 82 años y seguramente más. Por eso, es importante que además de disfrutar del ahora pienses en el resto de tus días.
Mucha gente hace del carpe diem su bandera y eligen el camino fácil porque “hay que vivir el ahora”. Unos años más tarde, están atrapados en una vida que odian. Es difícil disfrutar del momento cuando tienes que trabajar 12 horas al día para pagar las facturas.
Mi filosofía es que hay que disfrutar del camino… pero primero hay que elegir el camino correcto. Es de necios escoger un sendero liso y con vistas al mar si sabes que tiene como destino el infierno.
Tus sueños: una fuente inagotable de motivación
Para poder crear mi primer negocio pasivo tuve que pasar horas y horas haciendo tareas aburridas como spinear artículos o abrir blogs satélite desde los que enlazar a la página de los ebooks. Sin embargo, me levantaba de la cama una hora antes y lo hacía con gusto porque sabía que estaba construyendo mi libertad.
La sensación era muy parecida a aquella época en la que estaba enganchado al Diablo 2 y me pasaba días enteros haciendo Mefistos para conseguir objetos únicos, o cuando trabajaba de camarero para sacarme unos euros con los que comprar cartas Magic. A pesar de ser actividades que nadie consideraría divertidas, me sobraba la motivación porque tenía muy claro cuál era el objetivo final y veía que estaba avanzando hacia él.
Lo que me enseñaron esas experiencias es que la verdadera causa de la infelicidad no es tener un empleo de mierda, sino saber que la ruta que estás recorriendo no te acerca a tus objetivos.
Es muy distinto ir todas las mañanas a trabajar a una cárnica con la idea de ahorrar durante unos meses para poder irte dos años a recorrer Sudamérica, que hacerlo como un fin en sí mismo. MUY DISTINTO.
Cuando eliges un camino que te acerca a tus sueños es fácil disfrutar del paseo, incluso si la travesía es empinada y está llena de piedras.
Da el primer paso
Sé que puede parecer obvio, pero el primer paso para hacer realidad tus sueños es escoger un camino que te permita llegar allí.
Si tu objetivo es trabajar desde cualquier parte del mundo con tus propios horarios y decides empezar un negocio online, puede que lo consigas o puede que no, pero no es una utopía; la posibilidad es real. Sin embargo, si sigues yendo de 8 a 6 a esa consultora gris y lo único que haces en tu tiempo libre es ver la tele, te aseguro que nunca vas a lograr tu meta. Por mucho abono que le eches, un manzano jamás dará limones: necesitarás una planta limonera.
Puede que tomar la ruta correcta implique tomar decisiones difíciles, pero ¿qué otra alternativa tienes? ¿Conformarte y renunciar a lo que quieres?
Enfrentarte a tus miedos, decir que no a una invitación atractiva o sentarte a escribir aunque estés cansado no cuesta tanto si tienes claro POR QUÉ lo haces. Ten siempre en mente tu objetivo final y serás imparable.
###
¿Te están llevando tus sistemas actuales por un camino compatible con tus sueños? En caso negativo, ¿qué necesitas cambiar para que sea así? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!
Foto: limones en un limonero