Este es un post invitado de Jose María Ávila,
de caceresenochodias.com
Hace cosa de año y medio publiqué en este mismo espacio un artículo en el que relataba, medio en serio medio en broma, las dificultades que uno se puede encontrar cuando comienza un proyecto online y el relativo éxito que por aquel entonces, transcurridos seis meses desde su lanzamiento, comenzaba a tener la página ComprarMiCafetera.com.
Tanto a Ángel como a mí nos parecía de justicia dar continuidad a aquel capítulo para no dejar la historia inacabada y para animarte a montar algo en Internet si todavía te lo estás pensando, y justamente por eso estás leyendo hoy este post 🙂
La cierto es que poco ha cambiado desde entonces. Diríase, incluso, que tan solo ha cambiado una cosa: la audiencia del portal.
Siguiendo a grosso modo las mismas pautas de trabajo y las mismas premisas que contaba en aquel pretérito testimonio, y también sorteando similares obstáculos, los resultados acabaron por llegar. No me da para ser miserablemente rico como a Antuan, pero sí para haber multiplicado por mucho las expectativas –modestas, por otra parte– con que contaba al comenzar el viaje.
Y en fin, eso es lo que vengo a contarte hoy aquí.
I. Antes y después. Un vistazo a las cifras
A modo de fugaz introducción, empezaré por recordar que la web ComprarMiCafetera.com surge con un doble propósito:
- Cubrir una parcela informativa por entonces carente –en mi opinión– de una página de referencia sólida en habla hispana.
- Quitarme la espinita de no contar con mi propio proyecto online –tras muchos años dedicándome profesionalmente a esto–, y afrontar cara a cara la experiencia de crearlo y conducirlo.
Esto fue en el mes de octubre de 2013. El anterior artículo lo escribí alrededor del mes de marzo de 2014.
En la actualidad publico todos los meses las métricas y el resumen de actividad de la web a través de notas de Facebook (tampoco quiero tener muchos amigos en Facebook, así que si alguien tiene curiosidad puede seguirlas en LinkedIn también).
Yendo a la carnaza, decía que lo único que ha cambiado en la web en estos 20 meses es el tráfico:

Ahora mismo tenemos alrededor de 90,000 visitas y 160,000 páginas vistas mensuales. La comparativa de audiencias entre el último mes (diciembre de 2015) y el mes en que publicamos el primer artículo (mayo 2014) raya la comicidad:

Y la traducción a ingresos, idem:

En este proyecto, entre un 80% y un 85% de los ingresos mensuales proceden del marketing de afiliación –Amazon casi siempre– y el resto de publicidad. Consigo que 1 de cada 3 visitas haga clic en uno de mis enlaces de afiliado (el ratio exacto es de 0.34 clics por visita, que estoy seguro que se puede mejorar bastante), y la tasa de conversión de esos clics en estos últimos dos años es del 1.17%. Es decir, que de cada 100 clics en mis enlaces de afiliado, 1.17 termina siendo una venta real.
Todos sabemos que Amazon son los reyes en cuanto a convertir visitantes en compradores, y creo que ese 1.17% puede mejorarse sobre todo cambiando un poco el perfil de la web y mis textos (menos informador, y más afiliado agresivo). Sin embargo, es algo que estoy evitando a propósito. Hay técnicas y trucos habituales de CRO –Conversion Rate Optimization– que no he empleado todavía, pero algo me dice que los cimientos del portal están más seguros de esta manera y prefiero guardar el equilibrio.
En fin, que el crecimiento del proyecto es sostenible y, dentro de lo que cabe, parece sólido. Pero todo parte de una sola premisa: tener audiencia.
«¿Cómo? ¿Cuál es el secreto? ¡Yo también quiero!»
Bueno, realmente sigo haciendo lo mismo que explicaba hace dos años: procuro proporcionar el mejor contenido existente en la red para cada tema o producto que trato en el portal. No hay mucho más secreto que eso.
Eso, y haber tenido la precaución–o el atrevimiento– de asignar al proyecto una prioridad máxima en mi rutina cotidiana y publicar del orden de cinco o seis artículos semanales durante todo este tiempo… y lo que te rondaré morena.
Créeme que resulta bastante más complicado lo segundo que lo primero.
II. El plan de trabajo: esquema
Dos años de trabajo, 730 días, dan para mucho si se trabaja con constancia y si se insiste en la misma receta una y otra vez. Claro que no es fácil pensar en tan largo plazo e invertir el –escaso– tiempo propio en una aventura tan peregrina.
Uno de los errores habituales que se cometen a la hora de comenzar un proyecto online es hacerlo con el único fin de ganar dinero. No se trata de eso.
NO SE TRATA DE ESO. Repito.
Se trata del contenido. Haz una web para tener audiencia relevante. Y cuando la tengas, entonces ya podrás pensar en formas de convertir esa audiencia en dinero.
Derivado de lo anterior, conozco casos de usuarios que pretenden monetizar una web haciendo diez o veinte artículos, comprando enlaces y olvidándose de todo lo demás tras los primeros meses. Tampoco aconsejo esa práctica. No al menos si se quiere pensar en el largo plazo y en un único proyecto. Jugar al límite de las reglas es algo que deberíamos dejárselo a los profesionales que realmente saben lo que se traen entre manos, qué riesgos están corriendo en cada decisión que toman… y que cuentan con una cartera de decenas de proyectos que gestionan personalmente.
Quizá mi única ventaja, decía al principio, fue el no tener ningún tipo de urgencia y “poder permitirme” trabajar con un horizonte cristalino: construir un portal perenne, un sitio de referencia que lo siga siendo dentro de cinco, diez o quince años. Nunca busqué atajos ni conseguir generar ingresos en pocos meses –no lo necesitaba– y bueno… quién sabe si no es ese también un ingrediente esencial de la receta hacia el éxito.
De este modo, cuando tienes una web con contenido de mucha calidad, con pocas URLs indexadas (entendiendo por “pocas” algunos cientos de posts) pero todas ellas muy relevantes, cuidas un par de detalles básicos y no te complicas la vida más de lo necesario… es difícil no tener audiencia.
De manera esquemática, y desde un punto de vista estratégico, estas son las etapas que ha seguido el proyecto ComprarMiCafetera.com desde octubre 2013 hasta el día de hoy:
- Lanzamiento de la web y consolidación: con unos 25 posts principales y cositas muy básicas. Etapa que dura alrededor de cinco meses y ese es el tiempo necesario para abrir un nicho y comenzar a ver resultados. Este es un tiempo muy valioso que yo desaproveché, pero lo ideal aquí hubiese sido aprovechar para estudiar mi nicho, conocerlo mejor, pulir algún detalle, escribir dos o tres mega-artículos de esos que te llevan varias semanas…
- Adquisición de ritmo de trabajo: a partir de este momento comienzo a publicar artículos con regularidad. Mi estrategia de contenidos se basa en el modelo de la torre de perforación. La explico en el siguiente apartado, para no cambiar de contexto en este. Etapa que comienza a partir del quinto o sexto mes.
- Evaluación del modelo de negocio y replanteamiento de objetivos: ¿Estoy haciendo lo correcto? ¿Voy por buen camino? ¿Puedo valorar otras formas de monetización? En mi caso, por ejemplo, comienzo a plantearme si puedo complementar los ingresos por afiliación con los ingresos por publicidad. La adquisición de automatismos también debe coger fuerza a estas alturas. Crear plantillas de artículos, revisión y mejora continua de posts importantes, construcción o fijación del calendario editorial, detección de tareas que te están haciendo perder el tiempo… es hora de pulir tu rutina de trabajo. En torno al mes número doce.
- Dar importancia a los detalles: La estrategia de contenidos sigue su curso, pero la web lleva ya más de un año online y, como ya tiene una cantidad de tráfico molona es hora de afrontar preguntas que hasta ahora habíamos ignorado a propósito. Por ejemplo: ¿Puedo mejorar la plantilla que estoy usando? ¿Puedo encontrar una plantilla realmente óptima y definitiva? ¿Quiero un logo o una imagen de marca profesionales? ¿Merece la pena dedicar esfuerzo a construir una comunidad de seguidores? ¿Y una lista de suscriptores? ¿Es hora ya optimizar la web para relajar la carga del servidor y no tener que pagar un upgrade antes de tiempo? Estas y otras muchas preguntas me las he estado haciendo entre el primer y el segundo año de vida del proyecto.
- A partir del segundo año: Think Big. ¿Es hora de cambiar para comenzar a pensar en grande? ¿O sigo trabajando en la misma línea que hasta ahora?
III. El plan de trabajo: detalles
Pues lo dicho. Abandonando el esquema general, voy a entrar a comentar algún detalle suelto de mi estrategia de trabajo. Aquí no voy a seguir un orden determinado, así que te pido disculpas de antemano si salto de un tema a otro con brusquedad.
No hay que ser muy avispado para entender que en el presente texto hablo más que nada de la creación de contenidos. No hablo de SEO, ni de enlaces, ni de cosas excesivamente complejas. Me enfoco al 95% en esta labor durante los primeros meses del proyecto, y al 90% durante los meses siguientes.
Con frecuencia, las labores «SEO» y las labores de creación de contenido se entremezclan. Yo las veo como un todo. Todos los detalles que conciernen al SEO OnPage sí intento cuidarlos al máximo, porque además suponen una extensión de la creación del contenido y no una tarea aparte.
Algunos ejemplos:
- Etiquetado correcto y minucioso de todas las imágenes (etiquetas ALT, Description y Title)
- Tener claro, sin obsesionarme, qué palabra clave ataco con cada artículo (la keyword principal de cada entrada)
- Prestar atención a la densidad de dicha keyword en el global del texto, y a dónde aparece (etiquetas de imágenes, encabezados, primer párrafo…)
- Superar las 1000 palabras y no repetir keywords –ni keywords parecidas– entre distintas entradas. Sí, escribir mucho y variado también es «hacer SEO» (– Arrghpf… ¡no me gusta nada esta expresión!).
- Prestar atención a qué es lo que aparece encima del pliegue cada vez que elaboro una entrada nueva
Como veis, cuestiones muy básicas que deberían pertenecer al ABC de cualquier redactor web. No estamos descubriendo la pólvora.
Pienso que tampoco se necesita mucho más, si se hacen las cosas con cabeza. Por aportar algunos datos a vuelapluma, mi web sobrevive todavía en un servicio de hosting barato y en el plan más básico posible. Y aún estoy lejos de sobrepasar sus límites. El primer año y medio la web contaba solo con plantillas de Wordpress gratuitas y más bien «normaluchas». Tiempo invertido en preocuparme por la plantilla: casi cero.
¿Por qué trabajo de esta manera? Por dos motivos principales:
Primero, porque creo firmemente que es la manera correcta de hacer las cosas. Lo principal en una página nicho –y creo que, por extensión, en cualquier proyecto online– es la creación de contenidos, y el resto de áreas deben ser solo un complemento. Si dispones de un tiempo limitado al día, es lógico priorizar el área principal y dejar muy relegadas el resto de áreas. Puedo admitir otro enfoque, con matices, si le dedicáramos al proyecto 30-40 horas semanales como única ocupación de nuestras vidas. Pero no era mi caso ni creo que sea el caso de la mayoría.
Y segundo, porque dando por hecho que dispondría de un tiempo limitado para dedicar al proyecto, decidí centrarme solo en lo que era mi punto fuerte. Yo no tengo un perfil técnico, no me considero SEO, ni soy diseñador, ni programador, ni experto en ventas ni nada. Conozco el negocio por dentro debido a mi actividad profesional, pero poco más. Lo que realmente hago bien y lo que me gusta es producir contenidos escritos. Así que dedicarme a cualquier otra tarea supondría una inversión de tiempo y de esfuerzo que no estaba dispuesto a asumir de inicio.
¿Y qué más?
Dentro de un plan de trabajo entran también decisiones que no están previstas de inicio, pero que surgen con el paso del tiempo o por las circunstancias que observas durante el desarrollo.
Hace tiempo tomé la decisión de profesionalizar la línea editorial web y de huir de una excesiva publicidad a los lectores en cuestiones relacionadas con la compra en Amazon, con la afiliación, con el Black Friday, y demás. Rentabilizo el tráfico con afiliación, pero mi principal objetivo ha de ser siempre conseguir audiencia. No sacrificar uno por otro es una decisión estratégica -que, dicho sea de paso, todavía no sé si ha sido acertada o no-.
En algún momento impreciso de este último año, ComprarMiCafetera.com pasó de ser una simple «web de afiliados», a modo casi de experimento, a convertirse en un portal de referencia informativa con una clara vocación de servicio y de continuidad en el tiempo. Así que no puedo estar todo el rato haciendo posts de “las 10 mejores cafeteras…” porque a la larga no sería creíble ni serio.
Comprendí que el tipo que llega a mi web quiere resolver un problema (busca respuestas a una duda concreta, ver una comparativa, consejos sobre una avería…) y no otra cosa. Es obvio que en fechas señaladas habrá más demanda y más visitas, pero ese tráfico ha de llegar por sí solo, no porque tú vayas a su encuentro. Creo firmemente que, a largo plazo –verás que insisto mucho en esta expresión– la imagen y la estructura del portal será mucho más sólida de esta manera. También así es más sencillo que te mencionen en otros sitios y te conviertas en una web de referencia a la que la gente sabe que puede acudir para solucionar su duda. Eso repercute en enlaces naturales, retorno de visitantes, amplia participación a través de comentarios (¡contenido gratis!) y un largo etcétera de detalles que no hacen sino apuntalar los cimientos del proyecto. Na-tu-ra-les. Mejor que artificiales.
También procuro que el proyecto sea una entidad lo suficientemente simple para no tener que estar ocupándome de cosas que me distraigan de la creación de contenidos. Un amigo me confesó en una ocasión que lo peor de ser escritor es que ahora apenas tengo tiempo para escribir. Quiero evitar ese extremo a toda costa. Por ejemplo: el formulario de contacto es veneno. O el diseño. Siempre hay un widget que retocar, un menú que te gustaría reordenar, un texto que mejorar, un plugin para probar… siempre. Mi consejo: detecta a tus ladrones de tiempo, y extermínalos.
Ni que decir tiene que, por el camino, todos los “errores” o áreas que descuidé durante los cinco o seis primeros meses del proyecto (pueden repasarse aquí) quedaron subsanados. El propio crecimiento de la web me arrastró a dedicarle cada vez más y mejor atención.
¿Cuánto tiempo le dedico a la página?
Pongamos un promedio de hora y media o dos horas cada día, normalmente divididas en dos ratos (tarde y noche). Los siete días de la semana, salvo excepciones. Así que al final saldrán unas 12-14 horas de trabajo semanales. Si estás enfocado 14 horas dan para mucho. Si no estás enfocado, la mitad de ese tiempo se disipa y al final te quedas sin nada. Sin una férrea disciplina de trabajo es imposible poder gestionar proyectos de esta índole de manera autónoma, en tu casa y compatibilizando otras ocupaciones.
¿Repetirías el mismo plan de trabajo si comenzaras hoy?
Si tuviera que empezar mi proyecto hoy, lo haría al 90% siguiendo el mismo plan que acabo de esbozar.
Probablemente actuaría de forma distinta solo en tres cuestiones no críticas:
- Aprovechar mucho mejor los cinco o seis primeros meses tras el lanzamiento de la web.
- Comenzar antes a captar suscriptores para el email marketing. Quizá no desde el principio, pero tampoco al cabo de año y medio.
- Sacar mucho más partido a las herramientas de seguimiento que Amazon pone a disposición de sus afiliados. No trabajo nada este aspecto, y sé que me podría ser útil.
¿El éxito del portal es culpa de este plan?
No. Es pretencioso pensar que las cosas me han salido bien solo por haber aplicado una serie de reglas mecánicas. Creo que si la web ha conseguido audiencia ha sido en parte por hacer las cosas correctas, pero sobre todo porque la temática/nicho tenía muchas posibilidades (más adelante hablaré de las cualidades ideales que debe tener un nicho si se quiere ganar dinero con él).
El caso es que puedo aplicar este mismo plan en una página distinta, con temática o productos diferentes, trabajar con la misma constancia durante muchos meses… y no obtener ningún resultado. Hay demasiados factores que influyen en el éxito o fracaso de una web de este tipo, pero como mínimo debes contar con un buen plan y con un nicho favorable.
IV. Mi estrategia de contenidos: la torre de perforación
El nombre me lo acabo de inventar, pero en verdad no he encontrado un mejor símil.
Contar con una estrategia de contenidos –la que sea– ayuda a evitar los tiempos muertos, a ordenar el trabajo, y a no tener que pararse a pensar qué es lo siguiente que tienes que hacer. Pienso que demasiada gente flaquea en este punto. Sentarse en la silla sin un objetivo claro es sin duda el camino más corto hacia la procrastinación. Terrible.
Por lo tanto, descubrir cómo superar la procrastinación será la base de nuestra estrategia de contenidos. Necesitamos un método que nos ayude a elegir nuestros contenidos sin tener que luchar contra una enorme cartulina en blanco llena de posibilidades. Intentemos enfocarnos.
La estrategia que a mí me gusta aplicar es la siguiente:
Primero escojo un tema dentro mi nicho y profundizo sobre él todo lo posible (Estructura vertical de contenidos). Puede ser un tema más grande o más pequeño, pero lo importante es centrarse en él y olvidarse del resto de cosas. Como es lógico, tendrás que hacer tus investigaciones para saber cuál es el tema más conveniente para empezar en tu nicho. La cuestión ahora, a corto plazo, es profundizar.
Cuando considero que ese primer tema está agotado o ya no me compensa escribir más sobre él, descubro otro tema dentro de mi nicho y hago lo mismo. Pensad en cada temática como un pozo de perforación. Y pensad en todo el sitio web como una sucesión de varios pozos puestos en fila (Estructura horizontal de contenidos). Solo escarbo un pozo cuando considero que he agotado al anterior. La fila de pozos va creciendo, por supuesto. La cuestión, a medio plazo, es ampliar miras.
¿Por qué lo hago así?
Porque me parece más importante hacerse un hueco y una cierta autoridad en una temática concreta de mi nicho (un pozo, en el símil), antes que dispersarse y comenzar a escribir artículos muy genéricos y competidos desde el primer momento.
Traducido al ejemplo de mi web:
ComprarMiCafetera.com no era al principio un portal sobre cafeteras. Era un portal sobre cafeteras de cápsulas. Exclusivamente.

Transcurrido algún tiempo, me di cuenta de que había analizado ya todas las cafeteras de cápsulas existentes en el mercado, realizado innumerables comparativas cruzadas, resuelto las dudas más importantes, y los artículos de opinión sobre ese área comenzaban a hacerse repetitivos. No veía clara la relación esfuerzo/beneficio. Y entonces, ¡clic! Cambié de registro y comencé a replicar mi trabajo anterior, pero ahora en el campo de las cafeteras express. Mucho más amplio, pero igualmente relacionado con el primero.
Y luego vinieron las cafeteras italianas.
Después, las cafeteras de goteo.
Más tarde… ¿sabes la cantidad de tipos de cafeteras diferentes que existen en el mundo? Más de los que parece, sí.
También se me ocurrió que lo mismo que analizaba cafeteras podía hablar de los molinillos de café, que son un accesorio muy común en el mundillo. Ea, otro pozo que perforar.
La idea es que en el momento en que decido entrar en un pozo nuevo, la web ya cuenta con cierta autoridad, antigüedad y contenidos dentro del nicho que los relaciona a todos.
El gráfico de esta estrategia, dibujado a lo largo de una línea temporal, quedaría más o menos así:

¿Cuántos pozos he escarbado hasta hoy en mi web? Alrededor de la decena. Y tengo otros dos en cartera para atacar en 2016.
Moraleja: Si atacas un tema –escarbas un pozo– en tu web, hazlo con garantías o estarás perdiendo el tiempo.
«Muy bonito pero… ¿cómo se aplica esto en el mundo real? ¿cómo traduzco un pozo a artículos?»
OK, aquí van algunas pistas sobre cómo atacar una temática (pozo) en una página nicho:
- Analiza. Haz reviews exhaustivas los productos más relevantes sobre esa temática. Cuéntale a la gente todo aquello que nadie les cuenta.
- Compara los productos que acabas de analizar. Por marca, por modelo… hay muchas maneras. Investiga qué es lo que más demandan tus usuarios.
- Entrelaza. Crea artículos de opinión relevantes alrededor de los productos. Enlaza a tus productos de manera coherente, menciónalos en otras áreas de la web, dótales de una estructura de navegación lógica (menús, categorías, etiquetas)… cohesiona todo el material que acabas de crear.
Si lo has hecho bien, al cabo de un tiempo tendrás un ramillete de quizá 30-40 artículos que hablan de una misma temática dentro de tu nicho, que repiten un conjunto de varias palabras clave relacionadas y que están enlazados entre sí de manera coherente y natural.
¡Felicidades! Ya tienes un pozo.
Con un solo pozo seguramente no tengas una gran web… pero sí habrás recorrido la primera etapa del camino.
V. Cómo enfocar una página nicho desde cero
No sé si sigue habiendo por aquí lectores interesados en el mundillo de las páginas nicho. A los que hubiere, me tomo la libertad de insistirles en la misma receta que apuntaba hace dos años: cero urgencias, poca prisa, mucha constancia, y buenas dotes para la creación de contenidos.
En este apartado intentaré establecer unas líneas de maestras que nos ayuden a enfocar el proyecto, y ordenar un poco todo el trabajo previo que hay que hacer antes de lanzar una web.
Paso 1: elegir el nicho
Esta es una impresión muy personal, pero parece que en los últimos tiempos el concepto de página nicho se ha desvirtuado hasta el punto de adquirir un tufillo peyorativo, y asemejarse a un ramillete de métodos ratoneros y artimañas de sospechoso pelaje que nos permitan un puñado de dinero en poco tiempo sin esfuerzo.
Creo que todas las webs están en algún nicho, si entendemos como nicho una temática central sobre la cual versan sus contenidos. Cuanto más definida y más concreta la temática, más posibilidades habrá de hacerse un hueco y adquirir autoridad sobre ella. Y todas las webs persiguen en algún momento el objetivo de convertir su audiencia en beneficios, ¿no es así? Ergo, para mí, todas las webs en esencia cuentan con su nicho.
Elegir el nicho, o si se prefiere, la temática de una web, marcará de manera crítica el desarrollo de la misma. Yo no soy partidario de añadir capas técnicas en esta fase del proyecto, pero sí doy algunas pautas que debería tener tu nicho para que la web no tenga que lidiar con obstáculos ni barrera antes incluso de ver la luz:
Procuremos que el nicho sea:
- Perenne. Asegúrate de que vas a tener audiencia potencial durante una buena cantidad de años. Existe la opción de escribir sobre temáticas pasajeras, sobre tendencias, o sobre cosas que ahora estén de moda pero no sabemos si lo estarán dentro de cinco años. También son buenas opciones, pero solo indico la que yo escogería.
- Amplio. Es complicado hacer una gran página con 20 artículos. Tu temática ha de ser lo suficientemente amplia, o tener las suficientes posibilidades para ampliarse, para que te permita escribir sin devanarte los sesos muchos y muchos meses. Por eso los nichos demasiado concretos (he visto que se usa mucho el término micronichos) funcionan de otra manera y en cierto modo se trabajan con otras pautas. Yo no escogería un nicho donde no pudiese aplicar con garantías la estrategia de la torre de perforación que vimos en el apartado anterior.
- Personal. Debes tener un cierto vínculo, o al menos un cierto interés, sobre el nicho en el que vas a trabajar. No tiene sentido meterse en una aventura de este tipo sin conocer el terreno que pisas. Puede ser suficiente con algunas nociones previas, que luego desarrollarás y perfeccionarás con el paso del tiempo. No necesitas ser un experto antes de empezar, pero sí deberías procurar serlo a unos meses vista.
- Interesante (para ti). Si no conectas con tu nicho, no vas a conseguir conducir la web a largo plazo. La pasión inicial se desvanece tras los primeros meses. Tienes que estar todos los días leyendo y escribiendo sobre lo mismo. A la larga cansa, y el interés debe sostenerse de manera natural, nunca artificial. Así que tanto el proyecto como su nicho deben interesarte y atraerte por sí mismos, más allá de las visitas, de los ingresos o de cuestiones de negocio. Al menos durante los primeros meses, el proyecto debe desempeñar una función de realización personal para su autor.
- Interesante (para el resto del mundo). Esto es una perogrullada, pero es una pata del banco que cojea demasiado a menudo –no citaré ejemplos por respeto, pero conozco más de uno–. Aunque hagas la mejor web del mundo, jamás captará tráfico masivo si no trata temas con el suficiente interés. Por mucho que hables de cosas geniales y que tu vida gire alrededor de ellas. Recuerda: tu web debe resolver problemas o responder a las necesidades reales de un conjunto suficiente grande de personas.
Y si aparte de cumplir todo lo anterior, detectas que la temática no está bien cubierta en tu región o en tu idioma… ¡ya estás tardando en hacerte con ella!
Como habrás comprobado, elegir sobre qué va a tratar tu web no es una cuestión baladí, y necesitarás dedicarle un cierto tiempo de estudio antes de tomar una decisión. Yo no atacaría un nicho que no cumpliese como mínimo cuatro de los cinco puntos anteriores.
Paso 2: elegir el dominio
De algún modo tendemos a asociar la elección del dominio al SEO. Es inevitable y sucede de manera inconsciente. Todos lo hemos hecho, todos lo habéis hecho alguna vez.
A mí, sin embargo, me gusta desdramatizar un poquito esta elección.
Tu dominio es tu marca, y debe cumplir solo dos premisas: que identifique la temática de la que hablas, y que sea atractivo para la gente. No abuses de las palabras clave, no escojas uno innecesariamente largo, no pongas al SEO por encima de la lógica. Salvo que te dediques profesionalmente al SEO 🙂
Puestos a preferir, prefiero que sea un pelín genérico, en la medida de lo posible, para que no constituya una barrera de inicio. Claro que también se pueden adquirir varios al mismo tiempo, para cubrirse las espaldas y tener opciones en la recámara.
Ejemplo: Si hubiera escogido para mi web un dominio del tipo comprarcafeteradecapsulas.com tal y como era mi idea inicial, hubiera tenido que cambiarlo más adelante o me hubiera impedido desarrollar una estructura de contenidos horizontal.
Si eliges tu dominio solo pensando en SEO, creo que estás cometiendo un error. La importancia que Google concede a las palabras clave en el dominio ha variado con los años y no sabemos si seguirá variando en un futuro. Aun así, si quieres aprender más sobre este asunto te recomiendo que leas este artículo: La importancia del dominio en el SEO.
Paso 3: diseñar estrategia de contenidos
Sin una planificación editorial no se va a ninguna parte. No opino: lo afirmo. Y recomiendo contar con dicha herramienta desde el principio, antes de empezar el trabajo. Es un antídoto genial contra la procrastinación.
Un calendario editorial no es más que un sitio donde anotas artículos de manera ordenada, y donde miras antes de ponerte a escribir el siguiente artículo.
Yo soy un rústico y ahora mi calendario editorial ha evolucionado hacia un excel, pero no hace mucho era un cuaderno de papel con checkboxes que iba tachando con un boli. Existen también herramientas online, plugins para Wordpress… aquí cada uno puede complicarse la vida tanto como quiera.
La cuestión es que necesitas un calendario editorial, necesitas que sea efectivo, y necesitas por encima de todo ser honesto con él.
Algunas pistas para empezar a construirlo (sin olvidar que estamos hablando de páginas nicho):
Fase 1: Revisa la estrategia de la torre de perforación del capítulo anterior, y céntrate en el primer pozo. Es hora de traducir esa estrategia abstracta a artículos de verdad, con título y cuerpo concretos.
Detecta y anota un conjunto de 20-25 artículos básicos. Estos serán el core de tu página web, al menos durante el primer año y quien sabe si algunos lo serán para siempre. Así que elige con tino y dedícales tiempo. Por ejemplo, puedes hacer 15 reviews de los productos más importantes de tu nicho, 2 o 3 comparativas de los productos o marcas más populares, un par de guías de gran extensión, o algunos posts informativos resolviendo dudas o problemas muy comunes que veas que la gente pregunta con frecuencia en Internet.
Importante: procura sintetizar y quedarte con un máximo de 25 artículos o temas importantes. Si ahora anotas a lo loco cualquier cosa que te parezca, corres riesgo de dispersión y tendrás problemas para priorizar. Estás empezando: ve al grano y habla solo de lo esencial.
Fase 2: Una vez escritos dichos artículos –no necesariamente tienes que haber completado un pozo con ellos– y durante los primeros meses de vida del proyecto, analiza el tráfico de tu web y qué tipo de consultas hace la gente para llegar a ella. Detecta si hay preguntas o temas importantes que no habías cubierto hasta la fecha. Aprovecha también ahora para escribir grandes guías o artículos de gran extensión. Estás en una fase del proyecto en que no es importante seguir un flujo continuo de publicaciones, y puedes permitirte dedicar varias semanas a construir post geniales. Tampoco dejes de anotar, ahora sí, ideas o artículos menos importantes para escribirlos de cara al futuro.
Yo suelo dividir el calendario editorial en dos mitades: una con los artículos inmediatos, que tengo claro que voy a escribir próximamente (con fecha de publicación pre-asignada). Y luego una segunda mitad a modo de cajón de sastre donde anoto artículos que me parecen interesantes pero que no voy a escribir en fechas próximas. En líneas generales, la primera mitad se alimenta de la segunda. Las excepciones son artículos o productos que, por su urgencia (alta demanda, nuevos lanzamientos), considero que deben publicarse al momento y saltan directamente a la primera plana sin pasar por el cajón de la reserva.
Fase 3: En este punto ya debes llevar varios meses de trabajo y debes haberte acostumbrado a trabajar con tu calendario editorial, establecer tu propia dinámica de trabajo, tus propias fuentes de información, y demás. En teoría debe ser un buen momento para pivotar y poner en práctica la estrategia de la torre de perforación de la que hablé en el apartado anterior. Abre tu mente, atacas nuevas temáticas diferentes pero relacionadas con la primera, expande contenidos… es tiempo de que tu web crezca en horizontal y no solo en vertical.
A partir de ahí, el ritmo de trabajo te lo marcas tú y las ideas irán saliendo solas si eres listo y sabes analizar tanto las métricas de tu página como la demanda de tu nicho.
NOTA: con un enfoque más genérico, Frank Scipion trata también este tema en su artículo Cómo Crear un Calendario Editorial
«¿Y todo esto de verdad sirve para algo?»
Bueno, tan importante es saber construir y llevar al día esta planificación, como conseguir que sea efectiva. Al principio de este apartado comentaba que debemos ser honestos con nuestro calendario: no es necesario cumplirlo a rajatabla –ninguno lo hacemos–, pero sí emplearlo como guía para ordenar nuestro trabajo diario y eliminar tiempos muertos. Hay que hacerle caso al calendario editorial.
Una de las grandes ventajas de contar con una buena planificación editorial es que puedes sentarte en la silla y ponerte a escribir. No tienes que pararte a pensar ¿de qué voy a hablar hoy?
Decía antes que el ritmo de publicaciones te lo marcas tú. Yo suelo escribir un artículo diario, a razón de 5 o 6 semanales. Hay páginas que publican un par de veces a la semana, otras que solo lo hacen una vez… depende de tus posibilidades, de la profundidad de tu nicho, y de tu competencia –si la tienes–. Si hay otra página que habla de las mismas cosas que tú, asegúrate de ser más rápido o terminará por adelantarte en todos los terrenos.
Mi recomendación: cuanto más buenos artículos escribas, mejor. No deberían existir límites para el contenido de calidad. Por ejemplo, un artículo nuevo cada 2 o 3 días está muy bien. Una publicación semanal me parece muy escasa para una página nicho. Publicar más de un artículo al día no me gusta, pero tampoco veo que sea un problema –simplemente, necesitarías dedicarte casi a tiempo completo a tu web para sostener tal ritmo–.
La única excepción puede ser el núcleo inicial de 20-30 artículos, que en mi opinión deben estar listos lo antes posible y no pasa nada por sacarlos en las mismas fechas. Hay varias teorías sobre esto: puedes lanzar la web con todos estos artículos ya escritos, puedes lanzarla con la mitad y luego ir sacando el resto poco a poco para no tenerla muy parada, puedes escribirlos todos de una vez y dejarlos programados para que vayan saliendo cada pocos días, puedes publicarlos un poco rápido y luego ir mejorándolos y completándolos más adelante… cualquier cosa vale siempre y cuando tengas claro que deben estar listos cuanto antes.
Lo más importante: la constancia. No te obsesiones con la cantidad de artículos que escribas. Lo fundamental, y lo difícil, es conseguir tener el mismo ritmo de publicaciones en el mes seis, que en el mes doce, que en el mes veinte, que en el treinta. Eso significará que tu web está viva.
Paso 4: anotar tareas de alto nivel
Durante los primeros meses debes tener muy claro en qué tareas vas a invertir tu tiempo, y sobre todo en qué tareas no vas a invertirlo. Yo aconsejo siempre anotarlo y tener esa nota presente en tu cuaderno de trabajo, o en un lugar donde puedas verla a diario.
¿Por qué es MUY importante dar este paso antes de empezar el proyecto? Porque es cuando más tareas pendientes sobre la mesa.
Y cuantas más cosas hay por hacer, mayor es el riesgo de dispersión, y más fácil es caer en el desánimo, en la desidia y, en última instancia, en el abandono.
Esto te suena, ¿verdad?
En efecto, aquí es donde fracasan un alto porcentaje de los blogs o de las webs. Al cabo de unos meses, incluso de pocas semanas, los autores dejan de preocuparse por ellos.
Una buena forma de evitarlo es poner las bases para estar enfocado desde el principio.
En mi experiencia particular, el 90% de estas tareas tienen que ver con el calendario editorial y la creación de los contenidos reflejados en él. El otro 10% es analítica, mantenimiento web y atención al cliente (responder correos y comentarios).
Paso 5: ¡en marcha!
Bien, pues ya tienes las bases. Tienes un nicho, un dominio, un calendario editorial que te servirá de brújula, tienes una lista de tareas en las que debes evitar perder el tiempo… solo te falta empezar a escribir, publicar tu web y armarte de coraje. A partir de ahora, conduces tú. Puedes releer el apartado «Plan de trabajo» si tienes dudas sobre cómo continuar a partir de este punto 🙂
Quiero dejar claro, antes de terminar, que este es el camino que he seguido yo. Ni mejor ni peor que otros. Otros habrán seguido caminos y recetas diferentes, y también les habrá ido bien. Una de las ventajas de subsistir en un entorno tan complejo es que no existe una receta única para casi nada. Lo mejor es que cada uno cuente su experiencia con la esperanza de que pueda serle de utilidad a alguien.
VI. WPO (para novatos)
Hasta última hora he dudado si incluir este apartado, porque quizás resulte demasiado específico y se aparte del propósito general orientativo que tenía el artículo. Pero creo que son detalles que al final pueden ayudar también a la gente.
WPO son las siglas de Web Performance Optimization; en español: optimización del rendimiento web.
Uno de los aspectos importantes de cualquier web (¡sí, llamadlo SEO si queréis!) es que tarden poco en cargar. A Google, lo mismo que a cualquiera de nosotros, le gustan las páginas ligeritas y limpias. ¿Sabes por qué? Porque todas las webs cuentan con un presupuesto de rastreo asignado por Google.
Esto no es ni más ni menos que una determinada cantidad de Kbytes que es lo máximo que Google va a rastrear diariamente en tu web. El presupuesto de rastreo no es algo abstracto, ¿eh? Es un numerito que puedes ver todos los días en tu Google Webmaster Tools. Sección Rastreo -> Estadísticas de rastreo. El segundo gráfico, de color rojo, es el presupuesto diario de tu web. El tercer gráfico, de color verde, es lo que tardan en cargar tus páginas en promedio.

Para optimizar dicho presupuesto (el gráfico rojo) te interesa que tus páginas pesen poco. Si Google te rastrea 20000 Kbytes cada día y tus páginas son pesadísimas, a lo mejor solo le da tiempo a leerte unas pocas decenas de URLs. En cambio, si tus páginas cargan rápidas como el rayo, Google podrá leer muchas más dentro de ese mismo presupuesto. Y todos queremos que Google nos rastree lo máximo posible, ¿no es así?
¿Comprendes ahora la importancia de que las páginas carguen rápido?
A un webmaster, como a Google, también deberían gustarle las páginas veloces. Cargando rápido ahorras dinero en alojamiento y en transferencia de datos.
A continuación expondré algunos tips, plugins e ideillas varias que pueden ayudarnos a mejorar la carga de nuestras página sin demasiado esfuerzo y sin demasiados conocimientos técnicos. Vaya por delante que lo ideal es contar siempre con un profesional técnico que se encargue de estas cuestiones y opere directamente sobre el código.
Para quienes no somos programadores, aquí van algunos briconsejos que yo personalmente he empleado con éxito en el proyecto. Por cierto, citaré muchas soluciones con plugins porque yo trabajo bajo Wordpress y es el entorno que conozco.
Optimización y compresión de imágenes
Las imágenes se solicitan y se cargan desde el servidor continuamente. Unos pocos bytes que puedas ahorrar significan megas y megas de transferencia al cabo de un mes o de un año, así que conviene comprimir las imágenes lo máximo posible. Yo siempre uso compresión doble: primero comprimo en local cualquier imagen antes de subirla a la web (utilizo ImageOptim, aunque también me gustan los resultados de Compressor.io). Una vez en la web, la vuelvo a comprimir con Smush.it, un plugin de los obligatorios.
Pero la cosa no acaba ahí.
Un detalle que se suele pasar por alto es evitar generar tamaños de imagen que no se usen. ¿Sabías que Wordpress guarda automáticamente cuatro versiones de cada imagen que subes? Sí, cuatro. La del tamaño original, y tres tamaños estándar predefinidos por defecto (tamaño grande, tamaño mediano, y miniatura). Ahora la cosa cambia, ¿verdad? Bien, pues si en tu web no usas alguno de esos tamaños, lo mejor será que le digas a Wordpress que no los genere, si no quieres que el tamaño de tu base de datos (BD, en lo sucesivo) se multiplique. Y una base de datos grande ya imaginas lo que implica: más dificultad al manejarla, consultas más complejas y más costosas… vamos, lo peor.
Para decirle a Wordpress que solo genere los tamaños de imagen que realmente vayas a usar, vete a Ajustes -> Medios en tu panel de control, y allí encontraras las configuraciones para los tres tamaños predefinidos. Tan solo tienes que poner a cero aquellos que no vayas a usar.
En la captura de pantalla adjunta veréis cómo únicamente conservo las miniaturas, a tamaño 100×100, y el resto no me interesan. Uso siempre el tamaño original de la imagen, que ya me preocupo yo de que sea el justo y el necesario. Porque esa es otra: mucha gente tiene el vicio de subir imágenes de 1500 x 1500, para luego mostrarlas a tamaño 400 x 400 en la web. Para eso súbela directamente a 400 x 400 y te ahorras un montón de KB de espacio.
Por último, también puedes limpiar mucha morralla de tu base de datos de Wordpress deshaciéndote de los tamaños y versiones de imágenes que no estés usando. Para ello puedes emplear plugins como DNUI – Delete Not Used Images (hay varios similares y son de un solo uso, no hace falta tenerlos siempre instalados).
Cuida tu caché
Un buen plugin de caché es obligatorio. Yo uso y recomiendo W3 Total Cache, por encima del clásico WP Super Cache. He trabajado con los dos y para mi gusto no hay color. W3 Total Cache es mucho más que un simple plugin de caché… es una auténtica herramienta de optimización general de Wordpress. OJO: imprescindible contar con una buena guía para configurarlo.
Aloja y distribuye los contenidos estáticos fuera de tu servidor
Traducido: usa un CDN.
Utilizar un CDN para distribuir los contenidos estáticos de tu web es algo obligatorio cuando el tráfico comience a ser alto. Si no tienes mucho tráfico, no hace falta que te metas en estos jardines.
CDN son las siglas de Content Distribution Network (Red de distribución de contenidos). Un CDN sirve básicamente para alojar en ella los archivos estáticos de tu página, y así evitarle ese trabajo al servidor. Un archivo estático es aquel que no cambia nunca; o sea, que ofrece siempre el mismo contenido para la misma URL. El ejemplo más común son las imágenes. Así que cuando tengas mucho tráfico, preocúpate de aligerar la carga de tu servidor alojando las fotos fuera de él. El beneficio es importante.
Yo uso Cloudfront, un servicio de Amazon Web Services. Es sencillo de integrar si utilizas W3 Total Cache, tiene una cuota de uso gratuito bastante decente para cualquier proyecto de tamaño medio, y el coste si superas dicho límite gratuito es irrisorio (unos centavos de dólar al mes). Los límites están en 2 millones de peticiones o 2 millones de KB de transferencia cada mes. O sea, que puedes pasarte del límite por hacer muchas solicitudes al CDN; o porque dichas solicitudes sean de archivos muy pesados.
En su momento relaté con mayor detalle mi experiencia con el CDN, su puesta en marcha y los resultados inmediatos sobre el rendimiento de mi web, en esta nota.
Al loro con los plugins
Primera regla si te preocupa el rendimiento de tu web: usa solo los plugins justos y nececesarios. Antes de instalar un plugin, evalúalo con P3 Profiler. Yo uso unos quince plugins, aunque la mayoría son para optimizar la carga (muchos de los que menciono aquí) y si los quitase el rendimiento de mi web empeoraría. Si tuviera un mayor conocimiento técnico podría hacer más cosas sobre el código y librarme de varios de estos plugins.
Por otro lado, existen plugins de optimización que se pueden usar de manera periódica (no hace falta tenerlos siempre instalados, simplemente los instalas cuando los necesites, los usas, y los desinstalas). Algunos –y solo algunos– de estos son:
- P3 Profiler: Este para mi es otro de los plugins obligatorios. Por suerte no hace falta tenerlo siempre instalado, sino solo echar mano de él cuando lo necesitemos. Es una herramienta que rastrea tu web con una serie de tests y hace una estimación del tiempo de carga. Luego te dice qué porcentaje de ese tiempo de carga corresponde en particular a los plugins (y a qué plugins), de manera que puedes averiguar con un vistazo qué plugins te están consumiendo más recursos. También puedes profundizar en su análitica y descubrir cuál es el tiempo de carga que tiene tu plantilla, y otros muchos datos. Yo utilizo P3 Profiler siempre que pretendo instalar algún plugin nuevo, o siempre que hago algún cambio por otro lado que puede afectar a los tiempos de carga.
- Wp-Optimize: No somos conscientes de la cantidad de basura que generamos en nuestra base de datos de Wordpress todos los días. Revisiones de posts (decenas y decenas que se archivan solas para siempre… sin ir más lejos yo mismo he generado en la BD de esta web del orden de 50 revisiones de este artículo. Le recomiendo a Ángel que las borre todas una vez esté publicado :)). Comentarios y cosas que enviamos a la papelera. Versiones y códigos de plugins que ya hemos desinstalado. Comentarios de spam que se archivan de manera automática. Y muchas más cosas. Si quieres limpiarlas todas de golpe y ahorrarte varios megas de tamaño en tu base de datos de Wordpress, pásales de vez en cuando este plugin. Asombroso.
- Lazy Load: carga una imagen del servidor solo cuando el usuario llega a ella. Muy útil si tienes páginas muy largas y mucho contenido debajo del pliegue. Evitarás tener que cargarlo todo de golpe.
- Lazy Load for videos: parecido al anterior pero para las imágenes de los vídeos incrustados de Youtube.
- Remove Query Strings from Static Resources: hace ni más ni menos que eso: elimina query strings de recursos estáticos. Muy muy útil. La explicación técnica puedes leerla mejor en la página del plugin, no voy a copiarla aquí. Gracias a este plugin se arañan muchos puntos en los rankings y tests de velocidad.
Varias recomendaciones breves (pero efectivas)
- Vigila qué archivos se solicitan con más frecuencia en tu servidor. Te puedes llevar unas cuantas sorpresas. Con Cpanel es muy fácil verlo, basta con ir a Awstats –en la sección páginas–URLs (top25). Si tu servidor se gestiona con otra plataforma supongo que tampoco será complicado. Esta información te puede animar definitivamente a quitar ese plugin dudoso o a desactivar esa función sospechosa de tu plantilla que nunca supiste muy bien para qué servía.
- Desactiva los avatars de tus comentarios. ¿Te imaginas que uno de tus artículos alcanza los 200 comentarios, y cada uno aparece con una fotito pequeña al lado? ¿Sabes que cada vez que intentes cargar ese artículo tienes que solicitar y cargar a su vez los 200 avatars uno a uno? En mi opinión no aportan nada y consumen tiempo. Esto es tanto más importante cuantos más comentarios tenga tu página, como es natural.
- Elige una plantilla que sea ligera. Si la plantilla es un ladrillaco, poco vas a poder hacer aunque te esfuerces. Con P3 Profiler puedes saber qué porcentaje del tiempo total de carga corresponde de serie a la plantilla.
- (Nivel Avanzado) Programa la ejecución del archivo WP-Cron.php y no dejes que lo haga Wordpress. A través del panel de control de tu servidor deberías poder programar un cron que ejecute este archivo cada cierto tiempo, pongamos cada 30 minutos por ejemplo. Si no haces nada, debes saber que Wordpress lo ejecuta por su cuenta un montón de veces al día… más o menos las mismas veces que alguien intenta acceder a tu página. Piénsalo despacio: si yo lo ejecuto cada media hora, el archivo se sirve exactamente 48 veces al día. Si dejo que lo ejecute Wordpress por defecto… en mi caso cuando lo cambié iba por casi 1000 solicitudes diarias. No es un archivo muy grande, pero le estás ahorrando 900 peticiones a tu servidor todos los días simplemente poniendo una línea de código. Una burrada. Se trata de un funcionamiento bastante ineficiente de Wordpress -uno más-, aunque no tiene ninguna incidencia en webs de bajo tráfico. Por cierto, si quieres saber cómo programar una tarea cron (Cron Job) en Cpanel, lee aquí. Es muy sencillo. El comando concreto para ejecutar el wp-cron.php con la frecuencia que tú quieras podría ser más o menos este: wget -q -O -t 1 http://comprarmicafetera.com/wp-cron.php?doing_wp_cron >/dev/null 2>&1
¿Y al final qué conseguimos haciendo todas estas cosas? Reducir el peso de nuestra base de datos de Wordpress, reducir el tiempo de carga de las páginas, ahorrarle trabajo al servidor alojando fuera de él archivos estáticos, o evitando que se soliciten archivos innecesarios…
Te garantizo que cualquiera de estos pequeños consejos, por sí solo, no va a provocar ninguna mejora en el rendimiento de tu página. Pero si cuidas todos los detalles y los aplicas con constancia… puedes rebajar el peso de tu web muchísimo y conseguir que Google te rastree más y mejor. Que no todo es SEO en la Viña del Señor.
Más info: Toneladas de plugins relacionados con WPO, Factores que influyen sobre la WPO, tutorial WPO completo para Wordpress (nivel ya más exigente)
VII. Cazadores de mitos
Finalmente, quiero hacer una reflexión sobre dos aspectos que conciernen ya no tanto a las páginas nicho, sino a todo el marketing online moderno:
1. La competencia es enorme y feroz. Leo mucho que la competencia en esto de los negocios en Internet, y en particular en todo lo que concierne al posicionamiento, es brutal, que todo está ya muy trillado, y que cualquiera con un cursito de seis meses ya es capaz de montarse una web de lo que se proponga.
No estoy del todo de acuerdo.
La competencia, efectivamente, es masiva.
La buena competencia, sobre todo en determinados nichos, no es tan habitual.
Traducido, esto quiere decir que intentarlo lo intenta mucha gente (en términos prácticos no existe barrera de entrada), pero realmente hacerlo bien y con la constancia suficiente para sostener el ritmo de trabajo necesario durante muchos meses… sigue siendo patrimonio de unos pocos. Ya sabes, falsa ambición. Si consigues estar en este segundo grupo, tu preocupación sobre la competencia y los rivales disminuirá muchísimos puntos.
2.- Google cambia las reglas de un día para otro, hay que tener cuidado, ojo con la dependencia de Google, etc.
Bueno, de entrada, quien no quiera “depender de Google” tiene que poner muchos argumentos encima de la mesa para convencerme de que hay una manera más rápida de llegar a una audiencia potencial de miles de millones de personas.
¿Retención de tráfico? ¿Construir una lista de correo? ¿Tener grandes comunidades en redes sociales? De acuerdo, pero estos pasos los podrás comenzar a dar en la medida en que tu proyecto ya tenga tráfico. Primero tienes que captar tráfico, y luego ya retenerlo. Y en todo caso, el % de los que vayas a retener siempre va a ser minoritario respecto al total. Siempre vas a tener más usuarios nuevos que recurrentes. ¡Siempre! Y aparte de eso, trabajar los usuarios recurrentes no es óbice para dejar de trabajar la captación de usuarios nuevos.
Así que no me vale.
De un modo u otro hay que depender de Google si quieres llegar a una gran audiencia.
«Pero claro… es que de un día para otro Google cambia su algoritmo y pasas de la primera posición a la cuarta página sin darte cuenta.»
Bueno, esto no es del todo cierto. Google únicamente ha aplicado un gran cambio de reglas en los últimos años (el algoritmo Panda) que es lo que ha revolucionado el mundo de Internet y del posicionamiento. Todo lo que han venido después son actualizaciones y revisiones de distintos aspectos de Panda y de otros algoritmos menores (Penguin, Colibri, Phantom y demás).
Y todas están encaminadas a atacar lo mismo: las páginas de poca calidad, las páginas de contenido duplicado, los enlaces artificiales, las actividades al margen de las reglas, etc.
No es que Google sea un niño caprichoso que cambia las reglas a su voluntad. Es que durante muchos años Google no ha controlado prácticamente nada.
Y claro, cuando por fin empezó a controlar, se vieron afectadas muchas páginas que no estaban dentro de unos criterios de calidad mínimos.
Si tú haces las cosas como las tienes que hacer, sin preocuparte de ninguna otra cuestión que no sea crear contenidos de calidad y los resolver problemas de la gente, no hace falta que estés muy pendiente de lo que pueda hacer Google. Si tu interés solo es ganar dinero rápido, entonces ya sí tendrás más cosas de las que preocuparte.
Así que el problema no es depender de Google. El problema es querer depender de Google, estar absolutamente pendiente de Google, enfocar todo tu trabajo pensando en Google, y olvidando el propósito real de una web, que no debería ser otro que el de proporcionar información útil a la gente. Y esto no hace falta que lo diga Google. Deberíamos tenerlo claro todos, tanto los lectores como los que nos dedicamos profesionalmente a esto. Google es el instrumento, no el fin. Y no deberíamos renunciar a un instrumento tan potente.
VIII. Resumen y conclusiones
- Conclusión 1º: Tu proyecto tiene que resolver una necesidad real o un problema real que le suceda a mucha gente. No vale inventarse necesidades por chulas que sean, hablar de cualquier cosa ni enfocar las temáticas de cualquier manera. Ayuda a la gente.
- Conclusión 2º: Tenlo claro. Un proyecto online no puede ser una suma de grandes propósitos. Te exigirá dedicarle tiempo y esfuerzo real.
- Conclusión 3º: Si te vas a basar en contenidos para captar tráfico (creo que los modernos llaman a esto marketing de contenidos, o algo así), conciénciate de que el 95% de las webs fallan lastimosamente en este área. Tú eliges si formar parte de esa mayoría o del 5% restante. Si quieres estar en el segundo grupo, debes de enfocar toda tu atención en escribir o crear los mejores contenidos de tu nicho que existen en la red, y dejar de preocuparte por zarandajas como el SEO, el diseño, el branding, el link building, y casi cualquier palabra de origen sajón.
O mejor dicho: puedes empezar a preocuparte de las zarandajas cuando domines a la perfección el área de contenidos. Todo a su debido tiempo.
Para conseguir este dominio necesitarás bastantes horas de estudio y documentación (salvo que de antemano seas un experto en la temática que elegiste para tu web), una gran habilidad para escribir textos de calidad en poco tiempo (o dinero para contratar un redactor competente), y mucha fuerza de voluntad para hacerlo casi todos los días de la semana.
Quítate la venda: publicando un artículo de vez en cuando es muy difícil distinguirse de una competencia. Esto solo te lo podrás permitir cuando ya tengas una posición ganada.
Nunca entenderé la cantidad de cursos extraños –y caros– que hace la gente para poner en marcha un proyecto online antes de contar con un dominio suficiente de la expresión escrita.
Pero esta es solo mi opinión; igual puedo estar equivocado.
Qué aconsejo
- Construir un calendario editorial y manejar una planificación de publicaciones de la leche. Cuanto antes.
- Invertir TODO el tiempo necesario en escribir CADA artículo. Si eres capaz de escribir con rapidez y fluidez, tendrás mucho ganado.
- Hacerse cargo personalmente de toda la creación de contenidos, al menos en las fases iniciales del proyecto. Fórmate en copywriting y escritura creativa si no dominas bien estas habilidades. Puedes empezar leyendo este artículo de Javi Pastor, este genial artículo de Rosa Morel sobre la importancia de persuadir con los detalles, o técnicas para escribir contenidos de calidad más rápido. Hay mucho donde aprender… si bien la escritura, como cualquier arte mecánico, se aprende mejor practicándola.
- Gestionar con mano de hierro los períodos de trabajo y las interrupciones, sobre todo si trabajas en tu casa.
- Manejar con destreza herramientas de seguimiento básicas como Google Analytics, Google Webmasters Tools, el planificador de palabras clave de Adwords, el panel de control de tu servidor, y alguna otra. Si no las conoces, ya sabes… formación. Pero dedícales solo el tiempo justo y necesario. So riesgo de perderse en detalles y desviarse de lo esencial.
- Tener muy claro cómo vas a ganar dinero con tu página web. Y formarte al máximo en todos los aspectos relacionados con la vía de monetización que escojas para tu proyecto. Si quieres captar muchos suscriptores para vender algo, hazte un experto en email marketing; si quieres usar plataformas de afiliación, estudia a fondo cómo funciona cada una y hazte un experto en Conversion Rate Optimization aplicada a textos (lee, lee y lee); si quieres usar publicidad no empieces desde cero, prueba cosas antes.
- Tatuarte la siguiente frase en algún lugar bien visible de tu anatomía: todo lo del punto anterior no vale para nada si no consigues que la gente lea tus contenidos.
Qué desaconsejo
- Lanzarse a trabajar sin tener claro un mínimo calendario de tareas y objetivos. Ir al tuntún es la mejor manera de terminar dispersándose y abandonar el proyecto al cabo de poco tiempo.
- Malgastar los valiosos meses iniciales en cuestiones accesorias en lugar de en crear contenidos increíbles para tu web. Ejemplos de cuestiones accesorias en una fase prematura del proyecto: elegir una plantilla bonita, configurarla, instalar y desinstalar plugins, afinar en exceso el diseño, contratar complicados planes de alojamiento que te exijan una gestión manual…
- Estar muy pendiente de las estadísticas de tráfico antes de cumplir el primer semestre.
- Pensar en el SEO antes que en cualquier otra cosa. El SEO es importante. Pero todo a su debido tiempo.
- Comprar enlaces o realizar cualquier actividad que sobrepase las normas de Google. Buscar atajos es un suicidio. Plantéate esto como una carrera de larguísima distancia.
- Caer en la tentación de utilizar programas de spinning de textos (disculpas por el anglicismo, nunca he encontrado una traducción válida para esto).
- Alternar fases frenéticas de trabajo con períodos de letargo y desentendimiento. A la larga los segundos se comerán a las primeras.
- No saber sobre qué vas a escribir pasado mañana.
Unas palabras finales
Si has llegado hasta aquí, ¡enhorabuena!
Espero que mi experiencia con ComprarMiCafetera te haya enseñado algo nuevo o te haya dado alguna idea para tus propias páginas nicho, y sobre todo que te haya inspirado a lanzar tu propio proyecto en Internet si todavía no lo has hecho.
Hagas lo que hagas, te deseo mucha suerte, y si tienes cualquier duda o pregunta estaré encantado de responderla en los comentarios.
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BONUS: Si eres de los que cree que no sabe escribir bien y estás pensando en subcontratar la creación de contenidos de tu página nicho, José tiene algunas buenas razones para que te lo pienses mejor: 7 motivos para no subcontratar la edición de contenidos
Foto: cafetera haciendo dos cafés