Cada vez que termina un año, me gusta sentarme y reflexionar sobre cómo ha sido mi vida durante los últimos 12 meses.
Normalmente divido el proceso en tres partes:
- Revisar mi calendario y las fotos de mi móvil para recordar lo que hice
- Hacer una lista de las cosas que salieron bien y por las cuales estoy agradecido y otra de las cosas que no fueron tan bien y que me gustaría mejorar
- Extraer las lecciones más importantes de todo lo anterior
Sin embargo, me he dado cuenta de que las lecciones que sacaba estaban demasiado influenciadas por lo que había vivido en los últimos meses del año…
Así que en esta ocasión, he preferido cambiar el último paso por una reflexión sobre el año que termina y el nuevo que empieza, y compartir las lecciones que vaya aprendiendo a lo largo del 2023 a través de la newsletter.
A continuación tienes el resultado para el 2022 que acaba de terminar.
Espero que encuentres algo útil, y sobre todo que leerme te anime a hacer tu propia revisión y evaluación anual al final de cada año.
Así ha sido mi 2022
Enero: Barbacoa de Reyes, preparativos lanzamiento ETC 8, COVID
Mi 2022 arrancó en Cáceres, tomando las uvas con mis padres y con mi hermano Alfonso.
En esta ocasión conseguí comérmelas metérmelas todas en la boca a tiempo, después de muchos años sin lograrlo, así que mi año empezó con una sonrisa en vez de con un atragantamiento como venía siendo habitual 😉
Aun así, no me fui a ningún cotillón a celebrarlo, porque hace tiempo que en Nochevieja prefiero salir de cañas por el día en vez de por la noche. Los bares no están tan saturados de gente, me lo paso mucho mejor y al día siguiente no estoy destrozado.
Los primeros días de Enero los pasé en Cáceres, viendo a amigos con los que todavía no había quedado y disfrutando de mi familia… Y el día 11 me volví a Praga a preparar el lanzamiento de la 8ª edición de Encuentra tu Camino y el nacimiento de mi primer hijo, ambos previstos para principios de febrero.
Desgraciadamente, no pude aprovechar mis últimos días de libertad para hacer actividades con mi novia porque al poco tiempo de llegar me pillé el COVID y tuve que aislarme durante un semana en un pequeño estudio que tienen su padres.
Por suerte el virus no me afectó mucho, y pude aprovechar los días de confinamiento para trabajar full-time en el lanzamiento y dejarlo todo listo antes de la llegada del bebé.
Febrero: Nacimiento de Darío, lanzamiento ETC 8

Febrero empezó con fuerza.
El día 3, mientras estaba cocinando unas fajitas, mi novia empezó a tener unos dolores muy fuertes. Los dolores no se le pasaban, sino que cada vez iban a más, así que tuvimos que dejar la comida a medias e ir al hospital… y unas horas más tarde tenía en mis brazos al pequeño Darío.
Aunque todo salió bien durante el parto, los primeros días fueron complicados porque el niño no comía suficiente leche y yo sólo podía ir al hospital una hora al día por el maldito protocolo COVID…
Pero finalmente le dieron el alta a Markéta y pudimos volver a casa, el tema de la lactancia se solucionó, y en seguida nos adaptamos a nuestra nueva vida siendo una familia de tres.
En paralelo a todo esto comenzó el lanzamiento de Encuentra tu Camino 8, que por primera vez consistió en una serie de emails + algunos directos opcionales en vez de en un webinar o un training gratuito de 4 vídeos.
Lo hicimos así para que una vez escritos los emails el equipo pudiesen encargarse de todo sin mí, ya que intuía que esos días iba a estar bastante liado con el bebé, y debo decir que fue una buena decisión.
Isa, Jesús y María ejecutaron a la perfección, y yo sólo tuve que ocuparme de los directos.
El resultado fue el lanzamiento más tranquilo y relajado que hemos tenido nunca.
Marzo: Boda del primo Adrián, análisis resultados lanzamiento, primer despido

A principios de marzo hice mi primer viaje en solitario siendo padre.
La madre de Markéta vino unos días a casa para echarle una mano con el niño, y yo me fui a Canarias a la boda de mi primo Adrián, que iba a haber sido en 2020 pero que tuvo posponerse dos veces debido a la pandemia.
La boda salió genial y pude ver a toda mi familia paterna, mereció la pena el viaje, y ya que había tenido que tragarme 5 horas de vuelo aproveché para quedarme unos días más en Las Palmas con mis padres y con mi hermano Guillermo.
En lo profesional, justo el día que aterricé en Canarias terminó el lanzamiento de Encuentra tu Camino 8.
Los resultados a nivel de alumnos fueron buenos, incluso diría que mejores de lo esperado, pero insuficientes para mantener cuatro sueldos mensuales, así que cuando volví a Praga estuve varios días haciendo números, hablando con diferentes amigos y reflexionando, y finalmente tomé la difícil decisión de despedir a María, que se había incorporado al equipo 6 meses atrás como Asistente Virtual.
En marzo también publiqué la entrevista con Carlos Galán, que se ha convertido en una de las más escuchadas, e hice una pequeña promo de su curso Libertad Inmobiliaria que funcionó muy bien.
Abril: Madamme Butterfly, nuevo plan para la empresa, Pálení čarodějnic

Abril era el mes en el que mis padres iban a venir a Praga a visitarnos y conocer a Darío, porque en Reyes les habíamos unas entradas para ir a Madame Butterfly, pero justo el día antes del vuelo tuvieron que cancelar el viaje porque a mi madre le dieron hora en el quirófano para una operación por la que llevaba varios meses esperando.
Todo salió bien, que es lo más importante, y al final acabamos yendo Markéta y yo a la ópera porque los tickets no se podían cambiar ni devolver.
Aparte de eso, abril fue un mes sin grandes eventos.
Estuvimos casi todo el tiempo en Praga, yo pensando en cómo podíamos darle la vuelta a la situación de la empresa, ocupándome de preparar la comida y de hacer las compras, y echando una mano con cualquier otra cosa que fuese necesaria en la casa, y mi novia sobre todo cuidando al niño y dándole de mamar.
Sólo hicimos un pequeño viaje en tren a la ciudad de Markéta para pasar unos días con su familia.
Además de eso y de la ópera, lo más destacable de abril fue que fui por primera vez al Pálení čarodějnic (Noche de Walpurgis), que es una fiesta que hacen en los distintos barrios de Praga en la que los niños asan salchichas y los padres beben cerveza, y luego todos juntos ven cómo los bomberos queman un muñeco de una bruja en una hoguera.
Darío vino con nosotros, pero el pobre no se enteró mucho de lo que estaba pasando porque todavía era muy pequeño 😛
Mayo: Talleres de pago ETC, primer viaje en avión con el bebé, boda de Nico y Princess en Ibiza

Las primeras semanas del mes de mayo estuve centrado en implementar la estrategia que había diseñado en abril para intentar mejorar los resultados de la empresa.
El plan consistía en poner anuncios para captar nuevos suscriptores y nada más inscribirse venderles un taller en directo de 37€ que sirviese para cubrir los gastos de la publi y como introducción a Encuentra tu Camino, y al terminar ese taller hacerles una oferta especial para entrar a la siguiente edición del programa completo.
También decidimos ofrecer una versión Lite de ETC con menos soporte y más económica, para atraer a aquellas personas que llevaban tiempo queriendo apuntarte pero que podían permitirse la versión completa.
Lo montamos todo deprisa y corriendo, y aunque llegué a impartir dos talleres de 20 personas cada uno que salieron muy bien, la mayoría de los inscritos fueron personas que ya estaban en la lista de correo –en vez de nuevos suscriptores, que era el objetivo– y el porcentaje de ellos que luego se apuntó al programa grande fue demasiado pequeño…
Así que al final, como los números no salían, no nos quedó más remedio que planear un lanzamiento improvisado para intentar cubrir un mínimo de plazas.
En lo personal, después de toda esta aventura de los talleres, mi novia, Darío y yo volamos a Ibiza para asistir a la boda de Nico y Princess, dos de nuestros mejores amigos. Allí nos reunimos con mis padres, que habían aprovechado para tomarse unos días de vacaciones y conocer las Islas Baleares y también al bebé.
Este fue el primer viaje de Darío en avión y se portó genial, no dio un ruido.
En cuanto a la boda, aunque me toco dar un discurso durante la ceremonia, que es algo que me da muchísima vergüenza, salió todo muy bien. Bailamos mucho y vimos a un montón de colegas comunes a los que llevábamos tiempo sin ver.
Junio: Lanzamiento ETC 9, parón en Vivir al Máximo, cena pendiente ETC

Las dos primeras semanas de junio estuve liado con el lanzamiento de la 9ª edición de Encuentra tu Camino.
Como fue algo improvisado y apenas teníamos tiempo para prepararlo, repetimos la serie de correos del lanzamiento anterior y la complementamos con un webinar de venta similar al que ya habíamos en otras ocasiones…
Y aunque ejecución por nuestra parte fue buena, los resultados dejaron mucho que desear.
Eso me llevó a reflexionar sobre el futuro de la empresa, y después de darle muchas vueltas y de consultarlo con varias personas de confianza, llegué a la conclusión de que lo mejor era parar, descansar, y ya con la cabeza fresca replantear el negocio de cero teniendo en cuenta mis nuevas circunstancias personales y el estado del mercado.
Hablé con Isa y con Jesús para explicárselo, y unos días después volé a Madrid para participar en la cena de antiguos alumnos de Encuentra tu Camino que llevaba pospuesta desde 2020 por la pandemia.
La cena salió fenomenal, nos juntamos casi todos los tutores y un montón de alumnos, y aunque para mi tuvo un cierto aroma a despedida (al menos temporal), me alegré mucho de haberla organizado y de poder compartir un buen rato con muchas de las personas con las que había tenido la oportunidad de trabajar durante los últimos años.
En Madrid aproveché para quedar con algunos amigos más, y de allí nos fuimos Markéta, Darío y yo en tren hasta Huelva, donde nos recogieron mis padres para empezar las vacaciones de verano de Islantilla.
Julio: Descanso veraniego, vacaciones familiares

Julio fue un mes maravilloso.
Después de dedicar los primeros días a escribir el artículo para comunicar mi decisión de tomarme un descanso, de responder a la avalancha de emails y Whatsapps que recibí a raíz de hacer el anuncio, y de trabajar con Jesús e Isa para cerrar algunos flecos que teníamos pendientes, me tomé mis primeras vacaciones de verdad después de dos años difíciles y de mucho trabajo.
Durante tres semanas me olvidé por completo de la empresa y me dediqué únicamente a…
- Bañarme en el mar y la piscina
- Leer The Witcher en una tumbona
- Aprender a hacer cold brew y usar el V60
- Salir a pasear y tomar unas tapas con mi novia
- Hablar por teléfono con amigos con los que llevaba tiempo sin hablar
- Probar nuevos deportes que nunca había practicado, como windsurfing o kickboxing
En el mes de Julio también estuve con Markéta en la boda de Javi Pastor en El Puerto de Santamaría, y pasamos 4 días con Darío y con otras parejas de amigos que también tienen niños en un hotel muy chulo de Zahara de los Atunes.
Regresé a Praga el día 26, completamente descansado y con ganas de hacer cosas.
Agosto: Volver a crear, retomar el checo, huida del infierno fiscal español
Agosto lo pasamos íntegro en Praga, salvo una semana que nos acercamos a la ciudad de Markéta a visitar a su familia.
En un principio iba a ser un mes ajetreado, porque unos amigos iban a venir a visitarnos y habíamos planeado un montón de actividades con ellos, pero se pillaron el COVID justo antes del viaje y tuvieron que cancelarlo, así que acabó siendo un mes bastante tranquilo.
En lo personal retomé mis estudios de checo; di muchos paseos con Darío; fui a su “bienvenida como nuevo ciudadano de Praga”, que es una especie de bautizo laico que hacen en la República Checa y que me pareció muy curioso; y también organicé la primera barbacoa con amigos en la terraza de nuestra casa.
En lo profesional, lo más importante es que decidí retomar la escritura y el podcast pero sin ninguna pretensión económica, sólo por el placer de crear, ya que sentía que era algo que había ido perdiendo en los últimos meses debido a la presión por facturar.
Envié varias newsletters muy personales, escribí también bastantes notas para mí, grabé una entrevista que pienso que es muy buena con Francesc Miralles… y disfruté mucho de todo ello.
Durante el mes de agosto también fue cuando me di de alta como autónomo en Praga, conseguí el certificado de residencia fiscal checo, y abandoné oficialmente el infierno fiscal español.
Debo decir que me sorprendió –para bien– lo fácil que se lo ponen aquí a los emprendedores que están empezando.
Para que te hagas una idea…
- La cuota de autónomo es de poco más de 200€
- Los primeros 40.000€ cada año los puedes facturar sin IVA
- Si facturas hasta 80.000€ puedes declarar que el 60% de esa facturación son gastos sin necesidad de justificarlo, y pagar impuestos sólo sobre el 40% restante
- Puedes llamar por teléfono a Hacienda o a la Seguridad Social, o incluso ir en persona a sus oficinas en agosto sin tener cita previa y que te atienda un ser humano (cuando vi esto lloré de felicidad)
Eso sí: los asesores fiscales checos son carísimos, no sé por qué.
Me ha costado mucho encontrar a alguien que me cobre un fijo en vez de 100€ la hora, y que por hacerme la declaración de la renta sólo me haga pagar 200€.
Septiembre: Vuelta al trabajo, curso intensivo de checo, vacaciones sin destino
Septiembre es uno de mis meses favoritos porque marca el inicio del nuevo curso.
Me gusta empezar con fuerza, así que después de haber aprovechado el mes de agosto para repasar el vocabulario checo y retomar el hábito de estudiar las flashcards, decidí apuntarme a un curso intensivo de 2 semanas para darle un empujón al idioma.
Además de aprender checo, me apetecía implementar varias ideas que se me habían ocurrido para el negocio, como organizar un taller de escritura y publicación con Francesc Miralles o lanzar una versión individual de Encuentra tu Camino que mucha gente me había pedido desde que anuncié que cancelaba la edición grupal de septiembre…
Así que como soy optimista por naturaleza, me lancé a hacerlo todo a la vez como si no fuese padre de un bebé de 7 meses y todavía tuviese un equipo de colaboradores.
Como te puedes imaginar, la realidad me puso en mi sitio.
Pasé de estar relajado y creando a mi ritmo, a tener una pila interminable de tareas pendientes y dejar de escribir por falta de tiempo, a pesar de que seguía siendo mi prioridad.
Pero bueno, lección aprendida. Asumí mi error, dediqué el resto del mes a cerrar todo lo que tenía entre manos, y me prometí a mí mismo el ser más cuidadoso de aquí en adelante a la hora de empezar o decir que “sí” a cosas nuevas.
A pesar de todo el lío, a finales de septiembre fui capaz de sacar unos días para irme con mi novia y con Darío de “vacaciones improvisadas”.
Nos subimos los 3 al coche, me puse a conducir sin GPS, sin un destino fijo y sin nada reservado, y cuando vi en un cartel el nombre de ciudad que me llamó la atención, fui para allá.
Gracias a eso pudimos conocer Pardubice y Hradec Kralové, que son dos ciudades checas que muy bonitas que yo no sabía ni que existían y que seguramente en condiciones normales nunca nos hubiese dado por visitar.
Aún no he anunciado públicamente la versión individual de Encuentra tu Camino, pero ya han pasado por ella varios alumnos y han quedado muy contentos.
Si estás interesado en apuntarte con las condiciones pre-lanzamiento (el precio subirá en 2023 cuando reabra el programa de manera oficial), escríbeme a info @ viviralmaximo.net para que te cuente más detalles.
Octubre: Taller de escritura con Francesc y Silvia, Filipinas con los Walkers

La primera mitad de octubre estuve centrado en terminar la nueva versión individual de Encuentra tu Camino, a la que ya se habían apuntado dos personas que me habían escrito por email para interesarse por el programa.
También organicé el taller de escritura y publicación con Francesc Miralles y Silvia Adela Kohen, que había empezado a preparar en septiembre.
Inicialmente había pensado en los talleres de pago con invitados del podcast como un posible modelo de negocio de cara al futuro, pero aunque a este primer experimento se apuntaron 75 personas y salió todo muy bien, me di cuenta de que los números no cuadraban y descarté la idea.
Estas dos primeras semanas de octubre fueron bastante estresantes, porque con el niño apenas conseguía sacar 4 horas al día para currar y quería dejarlo todo listo antes del 14, que era cuando volaba a Manila con los Walkers –mi grupo de amigos de Madrid– para empezar nuestro tradicional viaje anual…
Y aunque al final me tocó llevarme el portátil para escribir en el avión una newsletter que no me había dado tiempo a acabar, logré terminar todo lo demás y puede disfrutar de las vacaciones sin pensar en el trabajo.
Como siempre, nos lo pasamos genial y vivimos un montón de aventuras inolvidables.
Filipinas fue muy buen destino porque no estaba saturado de turistas, había un montón de cosas que hacer, y todos los autóctonos hablaban algo de inglés y eran súper sociables.
Sin embargo, yo me volví a Praga un poco preocupado porque uno de los miembros del grupo se casa en verano, otro va a tener un bebé… y como ellos tienen menos flexibilidad que yo con el tema vacaciones no sé qué pasará con la edición 2023 del viaje.
Las 2 semanas que paso con los Walkers es siempre es uno de los highlights de mi revisión anual, y la verdad es que me daría mucha pena romper una tradición que nació hace 10 años y que hemos mantenido religiosamente a pesar de echarnos novia o en mi caso de tener un bebé.
Noviembre: Árbol en honor a Darío, prueba patrocinios VAM

El mes de Noviembre lo pasé en Praga.
El día 11 asistimos a una pequeña ceremonia en la que unos funcionarios del ayuntamiento plantaron un árbol con una plaquita en honor de Darío y del resto de niños de la “bienvenida de los nuevos ciudadanos” de agosto…
Y tal como marca de la tradición, de ahí fuimos a comer ganso con los padres de Markéta para celebrar la festividad de San Martín.
Justo por esa época Markéta empezó a hacer entrevistas, porque quería volver al trabajo en enero de 2023, y en el primer intento consiguió un puesto de programadora con jornada de 30 horas por semana y 100% remoto, justo lo que ella quería.
Yo por mi parte retomé las clases de checo (pero sólo una hora de clase individual a la semana + repasar las flashcards todos los días), también retomé la escritura, y empecé a experimentar con patrocinios en la newsletter y en el podcast, que era que algo que llevaba tiempo queriendo probar.
Todavía estoy haciendo tests y recopilando datos, pero mi intención es compartir a través de la newsletter mis conclusiones sobre este modelo de negocio que se ha puesto tan de moda últimamente.
Aparte de eso, publiqué en el podcast la segunda entrevista con Antonio Rico, que había grabado antes de irme a Filipinas; seguí jugando y dando muchos paseos con Darío; y empecé a organizar mi fiesta de cumpleaños para el mes de diciembre.
Si quieres patrocinar una edición de la newsletter de Vivir al Máximo, mándame un email a info @ viviralmaximo.net contándome qué es lo que te gustaría promocionar para que te mande más información.
Diciembre: Cumpleaños, primeras Navidades checas, primeras Navidades con el bebé

Diciembre ha sido un mes cargado de actividades.
Primero fue el Mundial, que junto con los Juegos Olímpicos es uno de mis eventos deportivos favoritos.
Luego mi 37 cumpleaños, que celebré por todo lo alto con amigos de Praga y de España que vinieron a visitarme para la ocasión.
Después de mi cumple nos fuimos a la ciudad de mi novia, donde viví mis primeras Navidades checas con su familia.
Allí jugué al fútbol con el padre de Markéta y sus amigos, comí krupicová kaše (una especie de gachas dulces de semolina), cené carpa frita, predije mi futuro echando una moneda derretida a un bol con agua, abrí los regalos que me dejó el niño Jesús debajo del árbol, bebí punch y vino caliente… Fue una Nochebuena muy diferente y divertida 🙂
Por último, el día 28 volamos a España para pasar la segunda parte de las Navidades con mi familia, porque allí en Chequia termina todo el día 26.
Hicimos noche en Madrid, donde aprovechamos para ver a algunos amigos, y al día siguiente nos vinimos a Cáceres en “el nuevo AVE extremeño”, que aunque tarda 3 horas en llegar es mucho mejor que lo que teníamos antes.
Desde entonces hemos estado por aquí y no he parado.
He aprovechado que por primera vez en mucho tiempo no voy a hacer ningún lanzamiento en enero-febrero y que los abuelos españoles tienen mono de nieto para ver a mis amigos, jugar a juegos de mesa, llevar a Markéta a mis restaurantes favoritos y hacer un montón de cosas más (¡gracias Papá y Mamá, lo necesitaba!🙏)
Lo único que todavía no me ha dado tiempo a hacer ha sido responder a los whatsapps y emails que tengo pendientes desde principios de diciembre 🙈 Espero poder hacerlo ahora en enero, cuando vuelva a Praga, Darío empiece la guardería y yo estabilice un poco mi vida.
Cosas que salieron bien
Ahora que he hecho un repaso de estos últimos 12 meses y puedo ver el 2022 en perspectiva, estoy en condiciones de hacer una lista de las todas las cosas que han salido bien durante el año, que han sido muchas.
Estas son algunas de las más importantes:
- ¡Soy papá! Sin duda el mayor highlight de mi 2022 ha sido el nacimiento de mi primer hijo: Darío. El parto fue muy bien, el niño está sano, y aunque la llegada de este nuevo miembro de la familia ha puesto mi vida personal y profesional patas arribas, tanto su madre como yo estamos súper contentos. De hecho, tenemos claro que si la naturaleza nos lo permite habrá un segundo bebé (y quién sabe si un tercero).
- He tenido vida a pesar de ser padre. Antes de que naciese Darío mis expectativas de la vida post-bebe eran muy bajas. Había oído tantas historias de terror que me esperaba lo peor: no dormir, dejar de hacer ejercicio, dejar de ver a los amigos, discutir todo el día con mi pareja… Afortunadamente, no ha sido así. El niño come y duerme razonablemente bien, y Markéta y yo hacemos un buen equipo, y aunque ahora me despierto varias veces cada noche y este año no he podido salir a cenar ni ir a entrenar tanto como me hubiese gustado, no considero que haya tenido que renunciar por completo a ningún aspecto importante de mi vida.
- He disfrutado de buena salud durante todo el año. Aparte del covid que me pillé en enero, que fue muy light, de la típica alergia de primavera y de unos análisis de sangre en los que el médico me asustó más de la cuenta porque me salió el colesterol LDL alto y no tuvo en cuenta que el resto de indicadores de enfermedad cardiovascular estaban perfectos y por lo tanto mi nivel de riesgo era bajo, no he tenido ningún problema importante a nivel de salud. Mi familia también ha estado sana, y la operación de mi madre que fue lo más delicado salió bien, así que muy contento. Ojalá sigamos así durante mucho tiempo 🙏
- He mejorado mi nivel de checo. A partir de agosto volví a ponerme en serio con el checo y he hecho grandes avances desde entonces. Aunque sigo siendo un noob y en mi opinión todavía no tengo un A2, ya puedo apañármelas en las situaciones cotidianas del día a día. Además, estas Navidades fui capaz de intercambiar por primera vez algunas frases con mis suegros e incluso tuve una pequeña conversación con la abuela de mi novia, lo cual supuso un gran hito para mí. Todavía me queda mucho trabajo por delante, pero siento que he encontrado una rutina de estudio que soy capaz de mantener a largo plazo, y eso es lo principal (30m de flashcards todos los días + 1 clase privada de una hora a la semana + 2-3 horas adicionales cada semana para hacer los deberes y crear nuevas flashcards con el nuevo vocabulario y gramática que haya salido en la clase).
- He bajado el ritmo de trabajo. Después de dos años pasando muchas horas delante del ordenador para mantener la empresa a flote, he bajado el pistón. El ser padre me ha obligado a reducir drásticamente las horas que trabajo entre semana, especialmente a partir de agosto/septiembre que he retomado el checo y que el bebé ha empezado a dormir menos durante el día y a gatear y trepar por todas partes. Y a súmale que lo de aprovechar los findes para terminar las tareas que quedaron pendientes durante la semana se acabó. Ahora, salvo raras excepciones, el sábado y el domingo son para ocio en familia, vida social y resolver temas del hogar, porque con el niño es casi imposible hacer estas cosas los días de diario. Reconozco que al principio esta situación me frustraba mucho, el poder trabajar sólo 3-4 horas de media al día, pero después de unas semanas así mi cerebro lo aceptó y sinceramente creo que me ha venido bien. Siento que estos últimos meses he pensado mucho menos en la empresa y he estado más presente, yo me noto más relajado e incluso estoy durmiendo mejor.
- Tengo más claro cómo quiero enfocar mi negocio de cara al futuro. Desde que el pasado mes de junio decidí parar los lanzamientos de Encuentra tu Camino y volver a quedarme solo para descansar y replantear mi negocio desde cero, he tenido muchas conversaciones y he hecho varios experimentos para recopilar información y poner a prueba algunas ideas e hipótesis que tenía en mente. Eso me ha permitido entender mejor qué es importante para mi en esta nueva etapa de mi vida, descartar algunos opciones y tener mucho más claro en qué dirección quiero dirigir mi vida profesional.
Cosas que no salieron tan bien
También ha habido malas noticias, y cosas que no han salido como me gustaría y que quiero mejorar:
- Los resultados del negocio han sido malos. Aunque he logrado cerrar el año sin pérdidas y sin tener que reducir mi sueldo mensual, los beneficios del negocio se han desplomado respecto a años anteriores. No es el fin del mundo, pero hubiese preferido ganar más.
- Los resultados de las inversiones también han sido malos. El 2022 no sólo ha sido un año negro para mi negocio, sino también para la bolsa, los bonos, las startups tecnológicas y las criptomonedas, que es donde tengo invertido todo mi dinero. Además, debido a los malos resultados de la empresa, me he visto obligado a pausar temporalmente las aportaciones mensuales a mis fondos de inversión y no he comprado nuevas participaciones durante los últimos 6 meses del año, que justamente han sido los mejores para invertir por los bajos precios. La parte positiva de esto es que las caídas de los mercados me han permitido conocerme mejor como inversor y adaptar mejor mi cartera a mi personalidad y circunstancias actuales, lo cual me ayudará a mantener mi estrategia y no cometer errores en el futuro cuando vuelvan a venir mal dadas.
- He tenido que despedir a todo el equipo. En marzo tuve que rescindir el contrato de María apenas 5 meses después de ficharla, y en julio tuve que hacer lo mismo con Jesús y con Isa, que llevaban +1.5 y +5 años conmigo respectivamente. Fueron decisiones difíciles, porque además de compañeros de trabajo los considero amigos, pero los números no salían, yo necesitaba un descanso, y para poder parar y bajar el ritmo primero tenía que reducir los gastos fijos. Desde entonces estoy yo solo en la empresa, como en mis inicios, y he vuelto a tener que ocuparme de tareas como la contabilidad, la edición del podcast o el email, pero creo que era la decisión que tocaba en ese momento y que me ha venido bien tener que ocuparme temporalmente de esas áreas del negocio para recordar cómo funcionaban y optimizar algunos procesos de cara que se podían mejorar.
- Mi vida ha sido caótica e impredecible. Prácticamente desde que nació Darío no he tenido un horario ni una rutina definidas, hasta el punto de que cuando tenía que programar una llamada no sabía cuándo ponerla en el calendario porque no tenía ni idea de cuál iba a ser mi disponibilidad durante la semana. Enlazar una hora de trabajo sin interrupciones ha sido misión imposible, y mi tiempo de respuesta de whatsapps y emails se ha disparado porque siempre hay algo más importante que hacer y cuando llega la noche estoy reventado. Entiendo que todo esto es normal cuando tienes un bebé recién nacido, pero estoy convencido de que ahora que el niño es más mayor podemos hacerlo mejor.
Reflexiones finales sobre el año que termina y el año que empieza
2022 ha sido un año de cambios en casi todas las áreas de mi vida.
He pasado…
- De no tener hijos y poder hacer lo que me dé la gana, a tener un niño y tener que adaptar mis horarios y rutinas a esta nueva realidad
- De dirigir una empresa con 3 trabajadores y buenos beneficios, a ingresar lo justo para cubrir gastos y tener que ocuparme de todo yo
- De tener un modelo de negocio definido y un plan claro, a replantearme mi futuro profesional prácticamente desde cero
Toda las piezas del puzzle que llevaba años montando han saltado por los aires, y estos últimos meses he pensado mucho en cómo quiero volver a encajarlas.
¿Qué papel quiero que juegue mi negocio en mi vida?
¿Cuántas horas quiero trabajar cada semana?
¿Cuántas quiero pasar con mi hijo?
Las prioridades han cambiado y el tiempo se ha convertido en recurso todavía más preciado, y no me ha quedado más remedio que hacer ajustes para incorporar todas esas novedades.
2022 ha sido un año de transición, de aprendizaje, de cerrar una etapa y empezar otra nueva…
Y me gustaría que 2023 fuese un año de estabilización, de empezar a construir sobre los nuevos cimientos.
El 16 de enero Markéta empezará a trabajar y el niño empezará a ir a la guardería todas las mañanas, y confío en que esas dos cosas nos ayuden a tener una rutina diaria un poco más definida, que es algo que he echado de menos en los últimos meses.
Eso, sumado a que vamos a contratar a una persona que nos ayude con la limpieza de la casa y a otra para que se quede una noche a la semana con Darío, espero que sea suficiente para poder dedicar 5-6 horas de calidad a la empresa cada día y para poder salir con mi pareja a cenar o al cine de forma regular, no sólo cuando el niño esté con sus abuelos.
Tener un horario de trabajo relativamente estable y poder trabajar un mínimo de horas al día sin interrupciones debería permitirme afrontar los cambios que quiero hacer en Vivir al Máximo durante este nuevo año.
Por ejemplo, quiero lanzar un nuevo producto que llevo tiempo maquinando.
Quiero empezar a promocionar activamente la nueva versión individual de Encuentra tu Camino (de momento no voy a organizar nuevas versiones grupales para poder centrarme en otras cosas).
Y también quiero simplificar el negocio y actualizar la web para que refleje mejor esta nueva etapa del proyecto.
Con esos cambios –y alguno más que tengo en mente– espero mejorar la facturación y volver a ganar lo suficiente como para retomar las inversiones, y quizá incluso contratar a alguien unas horas al mes para que me ayude con las tareas que a mí no me gusta hacer.
Aparte de eso, mi intención es pasar tiempo de calidad con Darío sin renunciar a hacer ejercicio, dormir +7 horas, viajar o ver a mis amigos. En definitiva: seguir teniendo vida.
Y también confío en poder anunciar en la revisión del año que viene la llegada bebé nº 2 o incluso la celebración de algún otro evento importante 😉
Estoy convencido de que el 2023 va a ser un gran año. Espero no equivocarme, y también espero que sea un año fantástico para ti.
Un abrazo grande… ¡y a por ello! 💪