Todas las Navidades, cuando se acerca el final del año, me siento a reflexionar sobre cómo ha sido mi vida durante los últimos 12 meses.
Para ello, sigo un proceso de 3 pasos:
- Recordar. Reviso mi calendario y mis fotos para recordar todo lo que hice el último año
- Evaluar. Hago una lista de las cosas que fueron bien y por las cuales estoy agradecido, y otra de las cosas que no fueron tan bien y me gustaría mejorar
- Conectar. Extraigo las lecciones más importantes de todo lo anterior
A continuación, puedes leer el resultado de este proceso para el 2021 que acaba de terminar.
La primera parte es un resumen de cómo ha sido cada mes de mi vida durante este último año, así que si no te interesa puedes saltártelo y pasar directamente al apartado de lecciones que seguramente te resulte más útil 🙂
Así ha sido mi 2021
Enero: Preparación del lanzamiento de Encuentra tu Camino 5 y cambio inesperado de planes
Mi 2021 comenzó en Cáceres, acompañado de mis padres y de mi hermano pequeño, y una vez más a punto de morir atragantado por reírme con la boca llena de uvas.
Un par de semanas antes mi novia y yo habíamos dejado definitivamente Barcelona, y teníamos pensado hacer lo siguiente:
- Pasar las Navidades con nuestras respectivas familias
- Juntarnos en Cáceres a principios de enero
- Pasar allí unas semanas compartiendo piso con nuestros amigos Nico y Princess, mientras yo trabajaba en el lanzamiento de Encuentra tu Camino
- Irnos a viajar por donde nos dejasen a partir de febrero para compensar el viaje que habíamos planeado para 2020 y que tuvimos que cancelar
Sin embargo, se ve que el universo tenía otros planes para nosotros, porque Markéta se contagió de covid nada más empezar el año y al final ella se quedó todo el mes en Praga haciendo la cuarentena y yo en casa de mis padres preparando solo el lanzamiento.
Recuerdo enero como un mes durillo, de pasar mucho tiempo en casa trabajando y de no poder hacer prácticamente nada más, porque el tema del virus estaba muy mal en Extremadura y habían vuelto a cerrar los gimnasios y restaurantes.
Pero también hubo cosas positivas, como que Isa, que llevaba varios meses de baja de maternidad porque había tenido una niña en agosto de 2020, se reincorporó al equipo justo cuando más falta nos hacía.
Febrero: Lanzamiento de Encuentra tu Camino 5 y huida a Estocolmo

Las dos primeras semanas de febrero impartimos el taller gratuito para promocionar Encuentra tu Camino que llevábamos varios meses preparando.
El evento consistía en 3 clases gratuitas en directo + un vídeo final + algunos directos adicionales, y se habían apuntado en total más de 30.000 personas: una cifra récord para nosotros.
La presión era muy alta porque habíamos invertido más dinero que nunca en publicidad, y encima nos surgieron todo tipo de problemas inesperados justo los días anteriores…
Sin embargo, a pesar de todos esos imprevistos y dificultades, la ejecución por parte del equipo fue excelente y creo que aportamos un montón de valor a todos los participantes.
Desgraciadamente, los resultados no acompañaron y el porcentaje de conversión a venta fue bastante más bajo que en talleres anteriores, y cerramos con “tan solo” 145 inscritos al programa de pago.
Estos resultados fueron un gran palo para nosotros, que nos habíamos matado a trabajar y teníamos unas expectativas mucho más altas, y a mí personalmente me dejaron bastante tocado a nivel emocional…
Pero no tuve mucho tiempo para lamentarme porque dos días más tarde había quedado en reunirme con mi novia para empezar nuestra “aventura nómada”, así que fue cerrar el carrito, hacer las maletas y subirme a un avión con destino Estocolmo, Suecia.
“¿Y por qué a Suecia?”, te preguntarás.
Pues elegimos ese país porque ninguno de los dos habíamos estado en los países nórdicos y teníamos muchas ganas de conocerlos, y porque en Suecia apenas había restricciones covid y después de varias semanas encerrados necesitábamos hacer vida normal.
Y lo cierto es que fue un acierto elegir Suecia –y más concretamente Estocolmo– porque tanto el país como la ciudad nos encantó.
Nos alquilamos un estudio muy bonito en Södermalm, hicimos un montón de cosas que llevábamos tiempo sin hacer, y los suecos nos parecieron gente súper maja. Mucho más cálidos y simpáticos de lo que imaginábamos.
Y fue también desde Estocolmo desde donde tomé una de las decisiones más acertadas del año que fue la de empezar a invertir en criptomonedas a pesar de haber sido súper escéptico con ese tema en el pasado.
En 2022 me gustaría publicar un post explicando en más detalle el porqué de esta decisión y la estrategia de inversión pasiva que he seguido, pero todavía no tengo ninguna fecha prevista.
Marzo: Aventuras en Kiruna y vuelta al calor canario

El mes de marzo empezó con unas vacaciones de Semana Santa en Kiruna, que es la ciudad más al norte de Suecia a tan solo 145km del Círculo Polar Ártico.
Mira que yo no soy muy de frío y nieve, pero sin duda este ha sido uno de los viajes más chulos que he hecho en mucho tiempo y en el que he vivido más experiencias nuevas, entre las que destacaría:
- Conducir un trineo de huskies en medio de la noche
- Ver una aurora boral gigantesca
- Construir un iglú y dormir en él
- Comer carne de reno
- Visitar y dormir en un hotel de hielo
- Ir a un bar de hielo y tomarme un cóctel en un vaso hecho de hielo
- Hacer ski de fondo
- Conducir una moto de nieve
- Pescar en un lago helado
- Conocer a un inversor millonario sueco que acababa de comprar el Vélez F.C.
- Esculpir un bloque de hielo
- Dormir en una cama de hielo en un hotel de hielo
- Montar en un trineo tirado por renos
- Visitar una exposición de esculturas de hielo
Además de eso, Kiruna es una ciudad muy peculiar porque está rodeada de minas de hierro y las excavaciones cercanas han hecho que sea peligroso vivir allí, así que ahora mismo están en el proceso de trasladar todos los edificios a una zona más alejada que sí sea segura.
Tienen previsto terminar el traslado en 2030-2035, pero por ejemplo el ayuntamiento ya lo han cambiado de sitio y se puede visitar.
Resumiendo: un destino 100% recomendado, especialmente para ir con pareja.
Después de Kiruna volvimos a Estocolmo y estuvimos allí unos días más, y como el cuerpo nos pedía calorcito y precios más asequibles, el 13 de marzo volamos a nuestro siguiente destino que fueron Las Palmas de Gran Canaria.
En Las Palmas nos juntamos con nuestro amigo Nico, que como también trabaja en remoto decidió acompañarnos durante esa parte del viaje… y pasamos una semana con él en Mas Palomas, otra en la capital al lado de la playa de Las Canteras, y de ahí nos trasladamos todos a un coliving en Ciudad Jardín porque nos apetecía probar la experiencia y socializar un poco.
Abril: Experiencia Coliving en Las Palmas y vida tranquila en Fuerteventura

La primera mitad de abril la pasé en el coliving de Las Palmas, con mi novia, mi amigo Nico y también con mi hermano Alfonso que vino desde Cáceres.
El lugar se llamaba The Roof, de la empresa rePeople, y las instalaciones no podían ser mejores: un ático con 7 habitaciones y una terraza inmensa al lado del ayuntamiento, varias mesas con enchufes para trabajar, barbacoa, hamacas para echarse la siesta…
Vamos, un auténtico lujo.
Además, rePeople tiene varios colivings por la zona, por lo que además de juntarte con la gente de tu casa podías hacer planes con los huéspedes de los demás colivings, que estaban en un grupo común de Whatsapp al que te agregaba el propietario.
Las dormitorios también estaban bastante bien, y los compañeros que nos tocaron eran súper majos y tenían proyectos muy interesantes, y como miembro del coliving tenías acceso gratuito a un coworking por si preferías trabajar allí o necesitabas una sala silenciosa para tener una reunión.
Así que la primera semana allí fenomenal.
Sin embargo, a partir de ahí empezaron los problemas.
Llegaron un par de italianos a los que les gustaba mucho la fiesta, y empezaron a organizar barbacoas nocturnas y botellones con chicas que traían de fuera y con otros compañeros del coliving.
Como no había buena separación entre la zona común y las habitaciones se oía todo, y recuerdo levantarme un martes a las 3 de la madrugada con el corazón en un puño porque a un inglés le había dado por soltar un alarido con todas sus fuerzas:
“PAAAAAAARRRRRTYYYYYY!!!!”
Obviamente al día siguiente me quejé en el grupo de Whatsapp, hubo varios comentarios cruzados bastante feos, el propietario tuvo que ponerse serio y amenazar con echar a los que armasen ruido…
Y a partir de ahí, se formaron dos bandos en la casa –los que querían hacer fiestas por la noche y los que querían dormir– y el ambiente se volvió muy turbio.
Markéta y yo acabamos un poco quemados de estos problemas “de piso universitario”, necesitábamos estar solos y tranquilos durante una temporada, así que nos alquilamos un Airbnb en una zona súper tranquila de Fuerteventura y el 18 de abril volamos a la isla.
En total estuvimos 2 semanas y pico por allí, la verdad es que nos encantó.
Los días de diario hacíamos vida normal, de trabajar, ir al gimnasio, cocinar y hacer alguna actividad por la tarde-noche, y luego el fin de semana explorábamos la isla con el coche. Justo lo que necesitábamos en ese momento.
Mayo: Málaga con amigos y Rebujito Mastermind en Cádiz

El mes de mayo lo pasé casi entero en Málaga, que es una ciudad en la que tengo muchos y muy buenos amigos.
Decidimos ir allí porque era el cumpleaños de mi colega Rober, y ya de paso aprovechamos para quedarnos unas semanas y ver a gente, hacer varias excursiones y asistir a un curso privado del método Wim Hoff impartido por la gran Carolina explorEmotion, que es lectora de Vivir al Máximo y una auténtica crack.
También salimos a cenar con mi tío Alejandro, que vive allí, y fuimos una tarde a jugar al golf, que fue una experiencia muy guay.
A finales de mes mi novia y yo nos vimos obligados a tomar caminos diferentes, porque ella tenía que ir a su empresa a hacer unas cosas de trabajo y yo tenía un mastermind con unos compañeros de profesión en Cádiz, así que ella voló directamente hasta Barcelona y yo me fui en coche hasta Bolonia, que habíamos alquilado una casa allí durante 3 días para nuestra reunión.
Nunca había estado por esa zona, y debo decir que me encantó. También me flipó Tarifa, que tampoco la conocía, y los distintos restaurantes top a los que me llevaron mis amigos, entre los que destacaría La Castillería o la Taberna El Campero.
Después del mastermind, me fui en autobús hasta Cáceres, a pasar unos días con mi familia, y allí empecé a preparar el lanzamiento de la primera edición de verano de Encuentra tu Camino de la historia.
Y digo lo de “la primera de la historia” porque hasta este 2021 sólo habíamos podido lanzar una edición de Encuentra tu Camino al año de febrero hasta abril, por falta de recursos, pero por primera vez el programa estaba lo suficientemente maduro y teníamos equipo suficiente para organizar una edición adicional de julio a septiembre, así que decidimos probar a hacer un mini-lanzamiento para ver si había interés.
Junio: ¡Voy a ser papá!

Las primeras dos semanas del mes de junio las pasé en Cáceres lanzando la edición de verano de Encuentra tu Camino.
Como sólo era un experimento decidimos no hacer un taller gratuito por todo lo alto, sino simplemente dar acceso a las grabaciones del evento de febrero y reabrir las inscripciones al programa de pago durante un tiempo limitado, y tampoco gastamos mucho en publicidad: sólo enviamos emails a lista de correo e hicimos algunas campañas de anuncios con poco presupuesto dirigidas mayoritariamente a nuestros suscriptores.
¿El resultado?
Pues incluso más flojo que el lanzamiento de principios de año: algo más de 1.000 interesados y tan solo 15 alumnos de pago.
Una de las cosas que habíamos hablado en el mastermind es que parecía que el sector de la formación online en España estaba en crisis, porque todo el mundo estaba teniendo resultados mucho peores de lo normal, y esta promo veraniega no hacía más que confirmar esa tendencia negativa.
En cualquier caso, justo después de terminar el lanzamiento volé a Praga para reunirme con mi novia, porque teníamos la boda de una amiga suya y habíamos planeado irnos unos días de vacaciones al parque natural de Šumava, en la parte sudoeste del país, y nada más aterrizar me enteré de que iba a ser padre.
¡Todavía se me pone la piel de gallina cuando lo recuerdo! 😬
Las vacaciones checas salieron muy bien, y la boda también fue muy divertida, pero la pobre Markéta lo pasó mal algunos días por las náuseas del embarazo y porque no podía estar a mi lado si yo estaba comiendo pollo, ya que de pronto el olor empezó a darle muchísimo asco.
También durante este viaje le dimos la noticia del embarazo a los padres de Markéta, que se alegraron mucho, aunque su padre quedó tan en shock que tuvo que irse 30 minutos con el coche a dar vueltas por la ciudad él solo para procesarlo 😄😄😄
Julio: Vacunación, playita, cumple de Pau y una nueva dirección para el negocio

Después de la ruta por la República Checa nos volvimos a Cáceres, porque a mí me habían dado cita para vacunarme y tanto mi novia como yo teníamos que hacer algunos trámites burocráticos.
Mi hermano se infectó de covid justo el día antes de llegar nosotros, así que tuvimos que alojarnos in extremis en un piso de alquiler que mis padres tenían libre en ese momento. Aun así, pudimos verles al aire libre y darles la noticia del bebé que les hizo mucha ilusión.
Me pusieron la primera dosis de Pfeizer, que no me dio efectos secundarios, y un par de días más tarde nos fuimos a pasar unos días al apartamento que mis padres tienen en Islantilla aprovechando que ellos no podían ir porque tenían que hacer cuarentena y cuidar de mi hermano.
En Islantilla estuvimos de lujo, y yo por fin tuve tiempo de pararme a reflexionar sobre el rumbo que quería que tomase la empresa teniendo en cuenta que iba a ser padre y que los lanzamientos tradicionales cada vez estaban funcionando peor.
Al final, después de darle muchas vueltas, decidí hacer tres cambios importantes:
- Poner todo el foco en único producto, Encuentra tu Camino, que es un programa que soluciona un problema cada vez más común, que es muy diferente a todo lo que existe en el mercado y que realmente le cambia la vida a los alumnos que lo hacen
- Cambiar el modelo de Encuentra tu Camino, para en vez de hacer uno o dos lanzamientos al año y vender sólo durante esos días, que no sólo es arriesgado sino también súper estresante, organizar tres o cuatro ediciones al año, mantener las inscripciones para la siguiente edición siempre abiertas y de esta manera poder vender el programa todos los días sin que yo tenga que estar implicado
- Apostar más por la lista de correo, por hacerla crecer durante todo el año de forma constante y por cuidarla con contenidos de valor, y apostar menos por inversiones enormes en publicidad las 2 semanas anteriores a un lanzamiento
También mientras estaba en Islantilla pude hacerme un curso básico de DeFi, que me sirvió para descubrir un mundo fascinante que no sabía que existía y para poner mis criptomonedas “a trabajar” en vez de tenerlas cogiendo polvo en el exchange.
La nota negativa fue que María, la que hasta entonces había sido la asistente virtual de Vivir al Máximo, me comunicó que dejaba la empresa, lo cual fue un gran palo para mí 😔
Tras un par de semanas en Islantilla, mi novia y yo nos volvimos a Cáceres, porque a mí me tocaba ya la segunda dosis de la vacuna, y ese mismo día nos fuimos a Barcelona para asistir a una fiesta sorpresa que había organizado la novia de mi amigo Pau Forner para celebrar su 40 cumpleaños.
Todo salió genial, me hizo mucha ilusión volver a la ciudad condal después de casi 8 meses sin pasar por allí y poder juntarme con todos mis amigos…
Pero nuestro plan era seguir viajando, así que sólo estuvimos 3 días y de ahí volamos a nuestro siguiente destino: Roma.
Agosto: Roma, Lanzarote y la gran batallar burocrática

Decidimos ir a Roma porque Markéta nunca había estado y a mí me apetecía mucho volver, y la verdad es que fue un acierto a pesar de que hacía bastante calor (¡Roma siempre es un acierto!).
Estuvimos un total de dos semanas, y además de ponernos ciegos a pizza y a pasta, visitamos el Vaticano, los principales monumentos de la ciudad, y también entramos en el Museo Borghese –recomendado por Joan Tubau– que nos gustó especialmente.
En Roma también empezó nuestra particular lucha burocrática para conseguir que nuestro hijo puediese nacer en la República Checa.
Y es que aunque Chequia sea un país de la UE y continuamente nos vendan que en Europa no hay fronteras, puedo decirte que en la práctica es un infierno.
En realidad, tú no puedes tener un hijo en otro país de la Unión con la tarjeta sanitaria europea, porque la tarjeta sanitaria es sólo para emergencias. Necesitas un papel que certifique que España acepta pagar ese procedimiento médico en Chequia.
El problema es que hay diferentes maneras de conseguir este papel y la información que hay en Internet es confusa y contradictoria, y en España no se puede llamar por teléfono al INSS para que alguien te resuelva las dudas.
Tienes que reservar cita para que te llamen ellos, y a lo mejor la primera que hay disponible es dos semanas más tarde, o enviar un mensaje al buzón de consultas y rezar para que te respondan (la última vez tardaron casi 2 meses en hacerlo).
Así que nos vimos en una situación en la que no podíamos avanzar –y en la que ni siquiera sabíamos si lo que queríamos hacer iba a ser posible– porque estábamos pendientes de la información de terceros.
Muy frustrante.
En cualquier caso, esto no impidió que siguiésemos disfrutando de nuestro último viaje sin hijos, y de Roma volamos a Lanzarote que era una isla que nos habíamos quedado con muchas ganas de visitar cuando habíamos estado en Canarias unos meses atrás.
Alquilamos un Airbnb súper chulo en Puerto del Carmen durante dos semanas, nos apuntamos a un centro deportivo cercano… y como estábamos tan a gusto, decidimos extender nuestra estancia un par de semanas más (un lujo poder el dormir fresquito por la noche después del calor de Roma).
Eso sí: imposible conseguir un coche de alquiler. Todo agotado hasta septiembre salvo que estuvieses dispuesto a pagar 200 euros al día.
Septiembre: Mini-reunión Walker en las islas y derrota frente a la administración española

Los primeros días de septiembre los pasamos en Lanzarote, donde por cierto descubrimos que nuestro bebé va a ser un niño.
Dio la casualidad de que uno de mis amigos de Madrid con los que suelo viajar en verano ya tenía un viaje planeado a la isla con su novia, y que otro de los colegas de ese grupo tenía unos días de vacaciones libres y decidió venirse a Lanzarote también…
Así que acabamos juntándonos allí de manera inesperada, lo cual estuvo muy guay porque Markéta y yo estábamos ya un poco aburridos de estar los dos solos.
Además, uno de esos amigos conocía a un chico que llevaba varios años viviendo en la isla, y los días que estuvimos juntos nos llevó a unos sitios locales súper chulos que no aparecen en las guías turísticas.
(Hablando de guías: si vas a Lanzarote, te recomiendo esta de javilop que es muy top👌)
El 11 de septiembre, después de casi un mes en la isla de César Manrique, volvimos a Cáceres para intentar resolver de una vez por todas el tema del embarazo en Chequia, porque pensábamos que estando presencialmente allí sería más fácil solucionarlo todo.
Sin embargo, después de hacer muchas llamadas y de visitar muchos organismos oficiales, llegamos a la conclusión de que iba a ser imposible conseguir el papel que necesitábamomos a través del Servicio de Salud Extremeño.
La otra opción que teníamos era que a Markéta le concediesen un permiso de trabajador desplazado y que trabajase en remoto desde Praga hasta que naciese el bebé, pero tampoco era posible porque las normas de su empresa no lo permitían…
Así que al final a Markéta no le quedó más remedio que comunicarle a su jefe que se iba y ponerse las pilas para encontrar otro empleo en República Checa, para poder gestionar a través de la Seguridad Social checa todo tema del parto y de la maternidad.
Nos dio mucha rabia, porque eso significaba renunciar a la prestación que le correspondía legítimamente después de varios año pagando impuestos en España, pero por otro lado fue una liberación porque por fin dependíamos de nosotros mismos y podíamos continuar con nuestra vida.
El resto del mes de septiembre lo pasamos en Cáceres, yo liado con el inicio de temporada 2021/22 de Vivir al Máximo y Markéta haciendo la transición de sus responsabilidades dentro de su empresa.
A finales de septiembre fue también cuando se incorporó al equipo la sustituta de María, que era una alumna de la edición de verano de Encuentra tu Camino y que casualmente también se llama María 😛
Octubre: Boda en Formentera y comienzo de mi nueva etapa en la República Checa

A principios de octubre dejamos Cáceres y fuimos a Madrid; de Madrid volamos a Ibiza; y de Ibiza cogimos un ferry a Formentera… para asistir a la boda de mi amigo Gonzalo, que había decidido casarse allí porque es uno de sus lugares favoritos.
La celebración fue increíble, súper original y bien organizada, y además tuve la oportunidad de ver a algunos amigos con los que llevaba tiempo sin coincidir y de hacer otros nuevos, como Aldo y Héctor de Canciona, así que mereció mucho la pena hacer el esfuerzo de ir hasta la isla (¡enhorabuena Gon y Cris!).
En total, nos quedamos 4 días en Formentera, ya que queríamos aprovechar para conocer un poquito la isla, y de allí fuimos a Barcelona porque Markéta tenía que entregar el ordenador de empresa y quería despedirse personalmente de sus compañeros de trabajo…
Y el domingo 17 de octubre, desde Barcelona, fue cuando cogimos un avión con destino Praga para establecernos allí de forma indefinida y empezar la siguiente gran etapa de nuestras vidas.
El resto del mes en Praga fue súper intenso, porque teníamos que resolver un montón de cosas en tiempo récord.
Yo tenía planeado un viaje con mis amigos a Argentina el 5 de noviembre, y antes de eso teníamos que…
- Resolver todo el tema de la Seguridad Social de Markéta
- Encontrar un piso en el que vivir suficientemente grande para nosotros dos y el bebé
- Y en paralelo a lo anterior, yo tenía que hacer un lanzamiento interno de Encuentra tu Camino porque acabábamos de cambiar al nuevo modelo y, como no nos había dado tiempo a llenar la edición de noviembre, quería darle un empujón
Fueron dos semanas un poco estresantes, pero finalmente logramos terminar todas las tareas a tiempo, y acabamos el mes de octubre con Markéta trabajando y registrada en la Seguridad Social checa, un ático con una terraza gigante alquilado, y el lanzamiento de Encuentra tu Camino bastante bien encarrilado.
Noviembre: Vacaciones en Argentina y acondicionamiento del nuevo piso

Los primeros días de noviembre coincidieron con el final del lanzamiento de Encuentra tu Camino, que una vez más terminó con unos resultados más flojos de los que nos hubiese gustado… pero que también trajo muchos aprendizajes y cosas positivas, como la validación del nuevo proceso de inscripción con formulario de solicitud + llamada.
Yo acabé el lanzamiento bastante fundido mental y emocionalmente, porque no había podido cogerme unas vacaciones de verdad en verano y todos los meses de trabajo duro, papeleos y trámites burocráticos me estaban empezando a pasar factura, así que el viaje a Argentina que tenía planeado con mis amigos me sentó de maravilla.
En total estuvimos dos semanas por allí durante las cuales visitamos Buenos Aires, Calafate, el Perito Moreno, la zona de Bariloche, y Mendoza, y la verdad es que lo disfrutamos un montón.
Además, todo salía baratísimo con el cambio euro/peso y apenas había turistas porque acababan de abrir las fronteras dos días antes de llegar nosotros, lo cual hizo que el viaje fuese aún mejor.
Volví a Praga el 21 de noviembre completamente renovado y mucho más optimista, y con ganas de establecerme en el nuevo piso que habíamos alquilado antes de marcharme.
Y precisamente a esto último fue a lo que dediqué la mayor parte de mi tiempo durante el resto del mes: a llevar al piso las cajas que en su día habíamos enviado desde Barcelona a la casa de los padres de Markéta, y a comprar las cosas básicas para poder mudarnos cuanto antes.
Mientras tanto, los casos de covid se dispararon en el país y el gobierno tomó la decisión de prohibir los mercadillos navideños, pero como ya lo veíamos venir fuimos al mercadillo de Namesti Miru antes de que lo cerrasen, que para mí es el mejor de toda la capital.
Diciembre: Mudanza completada, registro como residente checo y mis últimas vacaciones sin hijos

A principios de diciembre, Markéta y yo por fin pudimos mudarnos y pasar la primera noche en nuestro nuevo piso de Praga 9.
Aun así, nos tiramos la mayor parte del mes ordenando ropa, montando muebles y comprando pequeñas cosas que faltaban, y también haciendo los papeles para registrarme como residente en la República Checa y como padre de mi futuro hijo, que como no estamos casados no es automático.
Además, fuimos a un curso de preparación al parto para extranjeros en el que nos explicaron cómo funciona todo el proceso en los hospitales de allí y que me pareció muy útil.
El 16 de diciembre fue mi 36 cumpleaños, y por segundo año consecutivo no pude organizar mi tradicional fiesta por la maldita pandemia.
Sin embargo, la semana anterior pude juntarme con mi amigo Marcos Mediavilla y su novia, que habían venido a Praga a pasar el puente, y el finde de mi cumple vinieron a la ciudad Fernando el biólogo y su chica y también salimos a cenar con ellos, así que algo es algo.
Unos días después de mi cumple mi novia regresó a su ciudad natal y yo me volví a Cáceres a pasar mis últimas Navidades sin hijos, y por suerte ni mi familia cercana ni yo nos contagiamos y pudimos disfrutar de unas fiestas medio normales.
Cenamos y comimos todos juntos en Nochebuena, en Navidad y en Nochevieja; nos juntamos con todos mis tíos y primos por parte de padre; y yo pude ver a amigos que llevaba casi 2 años sin ver.
En paralelo a las celebraciones navideñas, Markéta y yo empezamos a comprar las cosas para el bebé, porque a fecha de 25 de diciembre no teníamos absolutamente nada, y yo empecé también a preparar los nuevos contenidos de Vivir al Máximo para 2022, incluida una nueva serie de emails muy especial que me gustaría enviar en febrero-marzo.
En cuanto a las uvas… tendrás que esperar a la evaluación del año que viene para descubrir si en esta ocasión conseguí comérmelas todas 😉
Cosas que salieron bien
Ahora que he hecho un repaso de estos últimos 12 meses y puedo ver el 2021 en perspectiva, estoy en condiciones de hacer una lista de las todas las cosas que han salido bien durante el año, que han sido muchas.
Estas son algunas de las más importantes:
- He disfrutado de buena salud y no he cogido el coronavirus. Aparte de alguna pequeña lesión muscular y de la alergia que me da de vez en cuando, en 2021 he estado sano y me he sentido muy bien. También sigo esquivando el covid a pesar del avance de Ómicron y de los positivos de varias personas a mi alrededor.
- ¡Voy a ser padre! En junio descubrí que mi novia estaba embarazada y que voy a tener un niño en febrero de 2022. Todavía no acabo de asimilar que dentro de unos meses habrá una nueva personita en mi vida, pero estoy muy contento e ilusionado ante esta nueva etapa que está a punto de comenzar.
- He viajado y he hecho un montón de cosas a pesar de la pandemia. Aunque no ha sido el viaje de 6 meses por Rusia, Asia y Nueva Zelanda que había planeado con Markéta para 2020, este año he estado por primera vez en Suecia; he vuelto a Argentina y a Italia; he conocido Fuerteventura, Lanzarote y Formentera; he ido a una boda y he visto a muchos amigos; he vivido un montón de nuevas experiencias… En definitiva: no he dejado que el coronavirus me impida vivir y me alegro mucho de que haya sido así.
- Me he establecido de manera indefinida con mi novia en Praga. Después de casi 9 meses viviendo como nómadas digitales, y después de muchos trámites, papeleos, visitas, llamadas y dolores de cabeza… mi novia y yo hemos conseguido registrarnos legalmente en República Checa para poder tener el parto y la maternidad allí, y nos hemos mudado a un ático muy chulo que hemos alquilado en Praga 9.
- El negocio ha resistido a pesar de la crisis. Aunque los resultados de la empresa han sido mucho peores que en años anteriores, hemos cerrado el año sin pérdidas, sin tener que despedir a nadie, con la situación de caja muy saneada y con decenas de nuevos alumnos satisfechos.
- Las inversiones han ido muy bien. 2021 ha sido un año muy bueno para los mercados, y una cartera 90% acciones y 10% bonos construida con fondos indexados como la que recomiendo en este artículo ha tenido una rentabilidad del +34%. Además, hemos tenido nuevos exits en Civeta Investments; y Bitcoin y Ethereum, que son las dos criptomonedas en las que empecé a invertir desde febrero, han subido un montón.
- He descubierto el fascinante mundo de las finanzas descentralizadas (DeFi). En 2021 no sólo he empezado a invertir en criptomonedas, sino que también he usado por primera vez el ecosistema financiero descentralizado que existe en la red de Ethereum y me ha estallado la cabeza. No recordaba haberme emocionado tanto al descubrir algo nuevo en mucho tiempo. Estoy convencido de que es el futuro, y de que en unos años todos los bancos usarán esta tecnología “por detrás” porque es muy superior a lo que usan en la actualidad.
- He disfrutado de buen café durante todo el año a pesar de estar viajando. Como gran amante del café que soy, odio tener que depender de la calidad del café y de la cafetera que tenga el Airbnb que he alquilado. Por suerte, este año he descubierto la solución para beber siempre café top mientras viajas. Me he llevado conmigo un Aeropress con una cajita de filtros, un molinillo Hario Mini y una bolsa de granos de café de mi cafetería favorita de Barcelona, y cuando se me gastaba el café pedía otra bolsa por Internet o buscaba en Google “café de especialidad” e iba a esa cafetería a comprar más granos. ¡Todo un acierto!
Cosas que no salieron tan bien
A pesar de los éxitos anteriores, no todo en 2021 ha sido perfecto.
También ha habido malas noticias, y cosas que no han salido como me gustaría y que quiero mejorar:
- Los malos resultados del negocio me han afectado emocionalmente. Este ha sido el primer año desde que empecé Vivir al Máximo en el que los resultados de la empresa no se han correspondido con el esfuerzo que he invertido en ella, y gestionar esta situación no ha sido fácil para mí. Más de una vez he sentido que estaba remando contracorriente, que todas las horas que había dedicado a diferentes proyectos no habían servido para nada, que no estaba dirigiendo bien la empresa ni el equipo… y eso me ha llevado a plantearme incluso si merecía la pena seguir luchando. En esos momentos oscuros me ha ayudado mucho el hablar con mi novia, con amigos, y con lectores y antiguos alumnos a los que mi trabajo les ha impactado de alguna manera.
- No he podido juntarme con mis amigos ni en Carnavales ni en mi cumpleaños. Hace ya tiempo que paso los Carnavales con mis amigos de Madrid y que organizo una gran fiesta en diciembre para festejar mi cumpleaños, y siempre son dos de los mejores momentos del año. Sin embargo, este 2021 he tenido que renunciar a ambas cosas por la pandemia y lo he echado mucho de menos.
- No me he tomado unas vacaciones de verdad hasta el mes de noviembre. Aunque he podido descansar la mayoría de fines de semana y he hecho varios breaks durante el año, no he tenido unas vacaciones de las de no abrir el portátil en 10 días y poder desconectar por completo hasta que me fui a Argentina. Al final, como las cosas no estaban yendo del todo bien en la empresa y había tantas cosas por hacer, y como sabía que el viaje Walker de este año iba a ser en noviembre en vez de en julio-agosto, decidí trabajar durante todo el verano (con menos intensidad pero trabajar) y eso contribuyó a la sensación de “cansancio emocional” que comentaba más arriba y a que el año laboral se me hiciese un poco largo.
- He perdido mucho tiempo y energía resolviendo temas legales y administrativos. La decisión de tener el bebé en Chequia mientras mi novia trabajaba para una empresa española, y el cambiarme de país y tener que registrarme allí como residente fiscal manteniendo la empresa en España (con todo lo que eso conlleva) me ha hecho perder literalmente cientos de horas en búsquedas online, llamadas, visitas a organismos públicos y peleas con la Seguridad Social, y también ha provocado varias discusiones con mi pareja y hecho que más de una noche duerma mal. Creo que no hay nada que me agote y que me consuma más a nivel emocional que el resolver este tipo de situaciones.
Lecciones aprendidas
Por último, me gustaría cerrar este artículo compartiendo contigo algunas lecciones o conclusiones a las que he llegado a lo largo de este año, y que de alguna manera condensan los aprendizajes más importantes de este 2021:
1. No pospongas tu vida hasta que la realidad sea como tú quieres que sea
Si las circunstancias externas te impiden llevar acabo tus planes, no te quedes de brazos cruzados lamentándote y esperando a que las cosas cambien.
En vez de eso, adáptate y busca una alternativa.
Quizá no puedas hacer exactamente lo que tenías en mente, pero siempre tendrás otras opciones estupendas a tu alcance que sí que serán factibles en ese momento.
2. Las épocas malas también son parte de la vida
Tanto la vida como los negocios funcionan por ciclos, y siempre habrá épocas mejores y épocas peores.
Obviamente todos preferimos que las cosas vayan bien, pero las crisis también cumplen una función importante y pueden traernos cosas buenas.
Por ejemplo, esas etapas difíciles suelen ser las que nos ayudan a ver nuestras verdaderas prioridades, las que sacan a la luz problemas y debilidades que estaban ocultos, las que nos obligan a tomar decisiones difíciles que llevábamos tiempo posponiendo… y también las que curten nuestro carácter y nos hacen más resistentes de cara al futuro.
Por lo tanto, aunque no sea sencillo, cuando te toque atravesar una mala época intenta ver el lado positivo y aprender, y confía en que todo lo que está ocurriendo –a la larga– será para bien.
3. Intenta remar siempre en ríos en los que la corriente esté a tu favor
Cuando vas en contra de lo que quiere o piensa la gente de tu alrededor o los potenciales clientes a los que te diriges, todo es más difícil y requiere mucho más trabajo.
Por el contrario, cuando vas a favor de tu entorno o del mercado, cualquier esfuerzo que haces cunde mucho más y tus resultados se multiplican.
La buena noticia es que existen muchos ríos diferentes y tú puedes elegir en cuáles de ellos remar, así que –siempre que puedas– rema en aquellos en los que la corriente te impulse en vez de frenarte.
4. Rectificar es de sabios
No pasa nada por reconocer que estabas equivocado sobre algo que creías en el pasado y cambiar tu opinión al respecto.
Muchas veces perdemos grandes oportunidades o nos perjudicamos a nosotros mismos porque, a pesar de que tenemos pruebas objetivas de que lo que creemos no es cierto o de que existe una alternativa mejor, somos incapaces de reconocerlo y rectificar.
5. Centrarte en una sola cosa facilita todo lo demás
Una de las ventajas de concentrar todos tus esfuerzos en un único proyecto, en un único producto, en un único cliente ideal… es lo mucho que simplifica las cosas y la claridad que te da.
Cuando tu foco está puesto en varios sitios a la vez, tienes que decidir continuamente a cuál de ellos dedicas tu recursos, o peor aún: tienes que acomodarlos todos a la vez en todas las decisiones que tomes.
Por el contrario, cuando tu foco está en un único lugar, muchas decisiones se vuelven innecesarias y el siguiente paso suele ser bastante obvio.
6. No estás obligado a recuperar tu dinero de la misma manera que lo has perdido
Si pierdes dinero invirtiendo o te va mal con un proyecto, no tienes por qué recuperar la cantidad que has perdido –o que has dejado de ganar– por esa misma vía.
De hecho, el obsesionarte con recuperarlo de la misma manera puede llevarte a tomar decisiones demasiado arriesgadas o cortoplacistas y acabar perdiendo más.
En muchas ocasiones tiene más sentido recuperar el dinero que has perdido con un mal negocio con otro mejor, o cubrir las pérdidas de una mala inversión esforzándote más en tu trabajo y ganándote un ascenso, por ejemplo.
7. Diversificar no siempre es la estrategia adecuada
Diversificar es una buena estrategia si lo que buscas es preservar la riqueza que ya has creado.
Sin embargo, para crear esa riqueza en primer lugar es mucho más efectivo concentrar todos tus esfuerzos o tu capital en una sola apuesta en la que creas al 100% (y a ser posible en cuyo éxito o fracaso puedas influir).
Así es como se crean las grandes fortunas: una combinación de timing, convicción y normalmente trabajo duro.
Esto no quiere decir que sea malo diversificar al principio, ya que el hacer muchas pequeñas apuestas puede ayudarte a identificar qué es lo que tiene futuro y qué no…
Pero una vez que consigas encontrar una oportunidad con las características adecuadas, lo óptimo es ir a por ella con todo y poner en pausa todo lo demás (eso sí: sin hacer locuras ni correr riesgos que puedan dejarte “fuera de juego”).
8. Soy un afortunado por poder vivir como vivo
Una vez más, me siento enormemente agradecido por haber podido llevar la vida que he llevado, y por no haber tenido problemas de salud ni problemas económicos.
Es algo que en parte me he ganado yo con mi trabajo, mi esfuerzo y mis buenas decisiones, pero también me ha acompañado la suerte y siempre me gusta tenerlo presente y dar las gracias por ello.
¡Feliz 2022!
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¡Ahora te toca a ti!
¿Cómo ha sido tu 2021? ¿Qué ha sido lo más importante que has aprendido este año tan complicado? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!
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