La semana pasada terminó la 3ª edición de Encuentra tu Camino, un programa en el que ayudo a gente que no sabe qué hacer con su vida a descubrir una opción de futuro que les motive de verdad.
Con esta edición, son ya más de 300 alumnos con los que he trabajado.
Y después de haber escuchado cientos de historias y de haber conocido todo tipo de casos, puedo decir que una de las mayores causas de parálisis y de insatisfacción laboral que existe hoy en día es lo que yo llamo «el síndrome del trabajo ideal».
En qué consiste el síndrome del trabajo ideal
Las personas que sufren el síndrome del trabajo ideal se distinguen porque sueñan con dedicarse a algo que «les llene de verdad», pero por mucho que buscan, no encuentran ninguna opción que les convenza porque a todas les ven alguna pega o algún problema.
La mayoría viven instalados en el siguiente círculo vicioso:
- Descubren un trabajo o una profesión que les llama la atención, o se les ocurre una idea de negocio que les encaja
- Se emocionan porque están convencidos de que por fin han encontrado lo que estaban buscando y se ponen con ello
- Cuando empiezan a investigar y a conocer más detalles, se dan cuenta de que no todo es perfecto como ellos pensaban, sino que recorrer ese camino requiere tiempo y esfuerzo, hacer algunas tareas que no les gustan del todo, que el éxito no está garantizado o que tiene algún otro inconveniente
- Llegan a la conclusión de que en el fondo esa opción no les llena, así que la descartan y retoman su búsqueda, lo cual pasado un tiempo les vuelve a llevar al punto #1
Se pasan meses o incluso años repitiendo estos cuatro pasos en bucle una y otra vez, y su vida se convierte en una fuente de frustración e insatisfacción continua.
Cuando estas personas se apuntan a Encuentra tu Camino, normalmente lo hacen porque creen que tengo una varita mágica que les va a permitir encontrar esa opción de futuro con las características que buscan.
Y sí, es cierto que en el programa les explico cómo descubrir opciones que no conocían o que nunca se habían planteado y que podrían ser perfectas para ellos.
Sin embargo, en su caso eso es lo de menos, porque su problema no es tanto la falta de buenas opciones, sino sus expectativas sobre la realidad.
Cuál es el verdadero origen del síndrome del trabajo ideal
El gran error que cometen aquellos que sufren el síndrome del trabajo perfecto es que consideran que para que un determinado camino les llene debe cumplir una larga lista de requisitos, entre los que suelen encontrarse los siguientes:
- Todas las tareas que implica son apasionantes
- Está bien remunerado
- No requiere mucho esfuerzo
- Tiene unos horarios súper convenientes
- Es fácil y rápido de conseguir
- No presenta ningún riesgo
- Te garantiza una buena vida hasta que te jubiles
Y además debe cumplirlos todos sin fallar, hasta el punto de que cualquier pequeña pega u obstáculo, como que el camino en cuestión requiera varios meses de trabajo, incluya alguna actividad que no les guste demasiado o implique la más mínima incertidumbre, es motivo suficiente para descartarlo.
Lo que no entienden estas personas es que encontrar una profesión, un trabajo o un negocio sin ningún tipo de inconveniente es imposible.
Es como pretender encontrar una pareja sin ningún defecto.
No lo vas a conseguir, porque no existe.
Piénsalo…
Por mucho que te atraiga una persona o por mucho que la quieras, siempre tendrá algo que no te convenza o que no esté 100% a tu gusto.
Puede que sea bajita, un poco desastre, o que a veces se ponga de mal humor.
O quizá preferirías que fuese un poco más divertida, que le gustase un poco menos el fútbol, o que vistiese un poco mejor.
Pero nunca será perfecta.
De igual manera, vivas donde vivas, tu lugar de residencia siempre tendrá algún inconveniente.
Si eliges vivir en un piso en el centro de una gran ciudad, estarás lejos de la naturaleza y te saldrá caro el alquiler.
Y si eliges vivir en una casa grande en un pueblo, tendrás que desplazarte cada vez que necesites ir a la ciudad, y tendrás que dedicar más tiempo (o pagar más dinero) a limpiar y mantener el jardín.
Lo que está claro es que nunca encontrarás un piso que sea a la vez moderno, amplio, totalmente equipado, que esté cerca del centro y también de la naturaleza, y que encima sea barato, porque no existe algo así.
Es un poco como los jugadores del Pro Evolution Soccer, que todos tienen una serie de atributos (pase, tiro, velocidad…) y una puntuación para cada uno de ellos.
Los hay que destacan más en unas cosas que en otras, pero ninguno lo tiene todo a 100.
Incluso Messi, que es el mejor jugador del mundo, flojea en defensa y en el físico:
¡Ni si quiera Messi es perfecto!
Pues básicamente así es como funciona la vida.
Elijas el camino que elijas, siempre va a tener algo negativo.
Algo que no te va a gustar.
Porque las cosas nunca suelen ser blancas o negras, sino que la mayoría son de color gris.
Cómo superar el síndrome del trabajo ideal
Si eres uno de los afectados por el síndrome del trabajo perfecto, debes saber que entender esta verdad incómoda es la única manera de salir del bucle de frustración e insatisfacción en el que te encuentras ahora mismo.
Necesitas aceptar que el mundo no es un restaurante de menú en el que puedes pedirle al camarero que te quite los ingredientes que no te gustan y los sustituya por otros.
Y es que todas, absolutamente todas las opciones de futuro que existen tienen inconvenientes y un precio a pagar.
Por ejemplo:
- Si trabajas en una empresa, vas a tener un jefe diciéndote qué es lo que debes hacer, que además puede echarte en cualquier momento
- Si te haces funcionario, vas a pasarte muchos meses preparándote unas oposiciones, y si las sacas, tu sueldo nunca va a ser muy alto y tu carrera profesional no va a evolucionar demasiado con el tiempo
- Si montas tu propio negocio, vas a tener que trabajar como un animal sin ninguna garantía de que lo que estás haciendo vaya a funcionar y vas a tener que estar continuamente compitiendo con otros emprendedores
Y no sólo eso, sino que, hagas lo que hagas, incluso si te dedicas a algo que te apasiona, siempre va a haber…
- Tareas aburridas o que no te gusten
- Días en los que no te apetezca trabajar
- Momentos de estrés, impotencia y frustración
Lo sé porque mi trabajo en Vivir al Máximo me encanta, pero aun así tengo que gestionar un montón de temas legales y burocráticos que me ponen de mal humor, hay mañanas en las que me da una pereza horrible sentarme escribir, e incluso ha habido un par de veces que he llegado al burnout de tanto currar.
E insisto: me apasiona lo que hago.
En ese sentido, el error está en creer que para que una opción de futuro «te llene» tiene que ser perfecta.
No es así.
Al igual que puedes ser feliz compartiendo tu vida con una persona que tenga cosas que no te gustan, también puedes serlo recorriendo un camino que tenga problemas, obstáculos e inconvenientes.
El secreto está en dejar de buscar la perfección y centrarse en elegir un camino en el que los pros compensen con creces a los contras.
Es decir, un camino que tenga unas ventajas que sean muy valiosos para ti, y que al mismo tiempo tenga unos inconvenientes que puedas tolerar.
En mi caso, cuando en su día decidí convertirme en nómada digital, era muy consciente de que no era la opción perfecta.
Es cierto que tenía muchas cosas buenas, como la libertad de poder trabajar desde cualquier lugar del mundo con mi propios horarios, pero también implicaba el estar lejos de mi familia y de mis amigos durante meses, tener que empezar de cero cada vez que llegaba a una nueva ciudad, la incertidumbre de no saber si mi negocio seguiría funcionando…
Aun así, en mi caso lo positivo compensaba con creces lo negativo, porque en aquel momento mi prioridad era vivir la experiencia de viajar por el mundo con una mochila, y el precio que tenía que pagar para conseguirlo era muy bajo en comparación con lo importante que ese viaje era para mí.
De igual manera, las personas que se dedican a las páginas nicho, como Pau Ninja o Pau Forner, saben que el modelo de negocio no es perfecto.
Escribir artículos de 10.000 palabras sobre ollas express o barbacoas no es divertido, la competencia cada vez es más alta, depender de Google y de Amazon genera intranquilidad…
Pero a pesar de eso les compensa, porque ganan un buen sueldo todos los meses, no tienen que lidiar con un jefe ni con clientes, y les deja suficiente tiempo libre para el resto de sus proyectos e intereses.
Conclusión: abraza la imperfección
Interiorizar lo que te he explicado en este artículo, la idea de que no existe un camino sin pegas y que lo que hay que hacer es encontrar una opción de futuro en la que los pros superen de largo los contras y cuyos inconvenientes puedas tolerar, es la clave para superar el síndrome del trabajo ideal.
Es lo que te va a permitir salir del bucle de «encontrar una opción → ilusionarse → descartarla → volver a buscar» en el que quizá lleves metido meses o incluso años, y decantarte finalmente por algo que, aunque implique hacer tareas que no te gustan, asumir ciertos riesgos o tener tus días de estrés, en el cómputo global pueda hacerte feliz.
Porque el que un trabajo te llene no significa que siempre tenga que ser fácil, maravilloso y divertido, y tampoco significa que no exista la probabilidad de fracasar.
La realidad es que todos los caminos que merecen la pena requieren esfuerzo y sacrificio, y habrá veces en los que te resulten aburridos, frustrantes e incluso dolorosos, y esto no es algo malo.
Simplemente es algo que debemos aceptar.
¡Hola Ángel!
La verdad es que estamos en una sociedad en la que parece que todo tiene que ser fantástico y maravilloso y si no, no merece la pena. A mí, personalmente, la perfección me aburre. Las pequeñas imperfecciones son las que dan sabor a la vida y los retos son los que nos mantienen activos, los que hacen que sigamos en la brecha.
Yo, trabajando como biólogo, he hecho muchas cosas apasionantes. Hubo una época en la que trabajaba de lunes a viernes en el campo durante meses y, como mucho, pasaba una semana en la oficina cada dos o tres meses. Yo soy biólogo de bota total, pero incluso con ese idílico panorama, había días que terminabas hasta las narices y que sólo querías descansar.
Si todo fuese perfecto, si todo lo lográsemos sin esfuerzo, no seríamos capaces de valorarlo ni de apreciar las cosas buenas que tenemos. Perderíamos la perspectiva y, seguramente, la emoción. Así que, por mi parte, que viva la imperfección 😉
Un saludo y buen post. Que siempre hacen falta dosis de realidad en este mundo de influencers e instagramers idílicos 😛
Totalmente de acuerdo Ángel! Hay una frase que dice: lo contrario de bueno es mejor. Y es que en general nos cuesta contentarnos con lo que tenemos o con los logros que vamos consiguiendo. Además que cuando soñamos con algo lo idiolizamos, pensamos sólo en la parte buena, en lo bonito que será y lo felices que seremos, pero no pensamos en que llegar a eso también implica responsabilidades.
En una de sus charlas Sergio Fernandez decía que cuando soñamos con tener mucho dinero, no soñamos con que hay que pagar impuestos, gestionar el patrimonio, saber invertir… todo eso que crea dolor de cabeza.
Así que sí, totalmente de acuerdo en que debemos abrazar la imperfección que existe en nosotros y en todo lo que nos rodea 🙂
Un abrazo!
Muy buen Artículo Ángel,
Ha llegado, creo yo, en mi momento oportuno.
Llevo ya casi 8 años en una empresa de IT como responsable de sistemas. El sueldo no está nada mal (dada la situación de la mayoría de gente)y el empleo no me desagrada. El problema es que me hastía mucho la monotonía que implica y muchos días me entran ganas de mandarlo todo al carajo y no volver por la oficina 🙂
Soy una persona muy activa, me encanta el deporte y estar siempre en movimiento. Digo esto porqué siempre me estoy planteando cambiar a otra manera de ganarme la vida que se alinee más con mi forma de ser. Pienso en la de años que me quedan por delante trabajando y se me hacen muy cuesta arriba sabiendo que van a ser sentados entre 4 paredes…
Igualmente, y después de leer tu post, pienso que tengo que valorar más lo que tengo. Siempre se pueden empezar proyectos a la par y no lanzarse a la piscina de golpe y sin pensar. Es más, ahora he empezado con mi pareja un proyecto en forma de blog y aún tenemos más ideas en la cabeza que tratadas con amor y tiempo nos puedes traer muchos beneficios a ambos.
Es muy difícil, en mi opinión, poder centrarse en una cosa toda la vida cuando tienes potencial para atacar varios frentes y mucha curiosidad para aprender. Me dedico a la música y a la fotografía a parte de a la informática y muchas veces pienso que me hubiera hecho más feliz centrarme en una de esas ramas en exclusiva y no sólo mantenerlas como «hobby». Habrá que buscar la forma de compaginarlo todo.
Un abrazo y gracias por el post!
Este artículo me lo tengo que llevar traducido a Irán la próxima vez, hay mucha juventud «apardalada» esperando que les llueva el empleo perfecto 😀
La vdd que creo que la has clavado en este articulo, nunca me apunto a encuentra tu camino precisamente porqué creo que no va a salvarme de decidir lo que quiero hacer…tengo 3 opciones, y las 3 tienes pros y contras… no hay ninguna que consiga hacerme dar el salto! Y llevo con ese pensamiento 3 años…debería hacer algo al respecto…
Por otro lado, comentarte que el tema funcionario, depende del ámbito Profesional en el que te encuentres, tu salario puede ser mucho más alto…o el doble incluso del que te ofrecen las empresas (no se si el ser freelance…pero requiere de otros dotes que hay que tener) hahaha
Y contenta de haberte leído porqué aunque ya lo sabia ahora también lo leo…me has hecho shake shake en mi cabeza y ya me has dado el día jajajajajaja
¡Qué buen post Ángel, muchas gracias!
Estoy de acuerdo con todo 😊
A menudo ocurre que lo que nos impide llegar a donde queremos es lo mismo que debería acercarnos a ello: el deseo de perfección, de que nuestras expectativas se hagan realidad tal y como las hemos creado en nuestra mente (Casi siempre panoramas idealizados).
La imperfección forma parte de nuestra vida real, y eso no es malo… es mejor aceptarla y entenderla para poder mejorar.
Un abrazo de osa ✨
Totalmente de acuerdo contigo Angel, la perfección absoluta no existe en la naturaleza, todo tiene sus pros y sus contras, hay que poner en balanza y según donde se decante elegir, las pequeñas imperfecciones o inconvenientes que se presentan en la vida, trabajo, etc nos hacen reflexionar y valorar mejor las ventajas, lo bueno
Me ha encantado con la claridad que lo has explicado, así que con tu permiso comparto el enlace de este post para que mis amistades del facebook lo puedan leer, pues la mayoría de las personas tenemos este síndrome y no somos conscientes, Gracias por compartir esta información llena de realidad y sabiduria y sentido común, que a menudo es el sentido menos valorado, aplicable a cualquier ámbito de la vida, laboral y personal, Saludos.
Hola Ángel, la verdad es que vaya temazo¡¡¡ Qué manía tenemos las personas de irnos a los extremos y autoconfundirnos¡¡¡
Según mi propia experiencia, y lo marco así porque solo es eso, no pretendo pontificar, uno de los grandes problemas es la «carga dramática» que les damos a algunos conceptos, ya sea hacia el optimismo o hacia el pesimismo…
¿Por qué el esfuerzo es negativo, o la voluntad o la perseverancia? ¿Por qué hacer lo que te gusta es positivo, o encontrar tu propósito? ¿Por qué todo va de tener éxito o fracasar?
Y, ¿qué pasa si la clave está en experimentar y en el proceso conocerte cada día un poco más? Creo que es muy importante que aquello que hagas tenga sentido para ti, sea lo que sea (ojalá elegido por ti mismo y según tus intereses).
Porque cuando eso sucede, es más fácil recordarlo en los momentos más complicados, que los habrá, y así encontrar los argumentos que alimenten tu determinación y resolución.
Lo que te apasiona, evoluciona; tus habilidades, evolucionan; tus valores y principios de vida, evolucionan; y gracias a eso, tu sentido de vida, se enriquece y cobra matices nuevos¡¡¡
Si no fuera así, qué terrible monotonía¡¡¡¡ En fin, no quiero enrollarme más¡¡¡ Gracias por ser fiel a tu punto de vista y por currarte tus contenidos¡¡¡¡
Ejem… te has inspirado en alguien? Jajajaja
Parece que me hayas descrito a mí, después de haber tocado todos los palos he llegado al punto de partida. Pues no se estaba tan mal después de todo, oiga! XD
Sí, ya soy consciente de que no existe ese trabajo perfecto. Pero sé en qué soy buena, en qué fluyó mejor y qué tipo de dolor estoy dispuesta a soportar a cambio de mi paz mental. Ooommmmm!
Un besazo enorme desde Tokyo, dónde Héctor se va a ver obligado a quedar conmigo por culpa de tu podcast. Wuajajajaja
Chuuu!!
Como siempre, artículos que llegan en el momento perfecto 🙂
Ya te digo. Gracias Ángel 🙂
Completamente de acuerdo Ángel. Yo creo que la clave de todo este tema es estar dispuesto al “precio a pagar”.
Al final, siempre tendremos que volver al típico bloc de notas amarillo con pros y contras jeje.
Me encanto lo que escribiste en este artículo. Me cae justo en el momento perfecto. Así como dices tu, no todo es perfecto. Y justamente esto me pasó a la hora de encontrar a mi actual esposo. Quería estar completamente segura y que todo fuera perfecto antes de lanzarme al agua y me di cuenta que nunca llegaría ese momento. Así que decidí seguir a mi corazón a pesar que mi mente me decía y buscaba otra cosa y ahora este mes estaremos cumpliendo 15 años de casados y me hace muy feliz.
Así que la lección es, no esperemos el momento o el trabajo perfecto, lancémonos al agua Ya! Excelente artículo Ángel, gracias por compartir y felicidades por ese sobrinito pronto a venir. Saludos!
Gracias Ángel
Finalmente este es otro ejemplo del «problema económico».
Nuestras necesidades son infinitas y nuestros recursos escasos. Decidimos pensando en maximizar la satisfacción en virtud de sacar el mejor provecho nuestro tiempo, dinero, energía…
Es lógico desear algo que nos llene al 100% y además sea gratis. También lo es entender que todo tiene un costo y no existe una única cosa que pueda satisfacernos por completo. No obstante, creo en alternativas próximas a este ideal, en los «limites matemáticos» de la perfección.
Como el Mundo es Pareto-eficiente («poner un punto aquí, implica quitar un punto allá») y el ideal personal, queda en nuestras manos tomar las decisiones que mas nos acerquen a tal.
Angel!!!! por favor!!! como lo haces? lees mentes a través del monitor???
Gracias por este cable a tierra, ayer andaba por el piso y empece a leer este post, hoy llego a la oficina y lo vuelvo a leer y definitivamente me lo quedo!!!!
Gracias a San Google por haberte encontrado con aquella famosa frase «que hacer con mi vida» jajajaj
Gracias por este, los pasados y los próximos!!
Desde Venezuela con Cariño
Lena R
Hola Ángel! Coincido bastante con todo lo que expresas en este post, sin embargo mi problema desde hace un par de años es que no consigo un empleo que tenga más pro que contras, no estoy demasiado conforme con mi profesión, considero que está muy mal paga para las responsabilidades y conocimientos que implica.
Largas jornadas de oficina, poca flexibilidad (casi nula), sólo 14 días de vacaciones al año, salario promedio, muchas responsabilidades y estrés y poca visión de crecimiento futuro. Cómo hago para cambiar ese rumbo? siempre los trabajos que consigo con mi profesión tienen esas características (Aclaro, soy Contadora Pública).
Una de las pocas opciones que se me ocurren es trabajar de esto mismo, pero para el Estado, dado que tienen otros beneficios y flexibilidad los empleados, pero al menos en Argentina, es imposible entrar sin tener contactos o sin dedicarse a la política.
Tampoco tengo mucho margen de ahorro, como para pensar en un futuro en invertir o ponerme algún negocio de otra cosa.
Si podes orientarme con algunas ideas te lo agradecería, porque siento que estoy en un círculo del cual no puedo salir y no quisiera vivir toda mi vida así.
Desde ya muchas gracias.
Saludos desde Argentina
Hola Emilia,
Tambien soy de Argentina, y este es un pais (y un caso) a parte de todo lo conocido. Hay trabas para todo (incluso lo online) y por si fuera poco sumarle una inflacion superior al 40% no es poca cosa. Es muy frustrante vivir como lo mencionas, y tambien estoy en una situacion similar a la tuya.
Sin embargo, te animo a que no bajes los brazos e intentes buscar 1001 alternativas de ingresos, que si las deseas y te esfuerzas por ellas, seguro llegaran.
Saludos,
Emanuel
Así es Emanuel,
Estoy en esa búsqueda, pero a veces es un poco cansador!!
Muchas gracias por el ánimo y éxitos para vos también.
Saludos
Curiosamente se asemeja a ver la portada del libro. Muchas veces tenemos la idea de que las cosas son fáciles o rápidas porqué sólo vemos una parte del esfuerzo: el producto final. Y nos enfocamos en querer solo el producto final, sin lo que hay detrás.
De ahí nace la visión de tener un trabajo, una casa, una vida perfecta, creemos que se la hemos visto a alguien más, pero no es más que una parte, la parte más reluciente.
Hola Ángel, espero estés genial.
¡Me ha encantado este artículo! Me identifico totalmente. Ciertamente no existe la profesión, la ciudad ni pareja ideal. En mi caso me pasó con diversos oficios, que luego de ver que ninguno me convencía pude aprender en mis carnes que no existe la actividad perfecta, por lo que terminé adoptando varias de ellas. Y luego he aplicado el mismo aprendizaje a otras áreas, como las relaciones.
Voy a compartir una anécdota que me parece pertinente para agregar valor a este artículo y que ocurrió en mi trabajo, una escuela de música. En una ocasión fue un chico como de 8 años con sus padres a aprender un instrumento musical. El chico pasó por todas las clases de instrumento para probar cada uno de ellos y ninguno le convencía.
Llegó a mi clase y yo, que doy clases de clarinete, le enseñé el clarinete y se lo «vendí» de la mejor manera.
La verdad que tenía aptitudes pero seguía sin estar convencido. Entonces yo decidí preguntarle acerca de qué era lo que él quería, lo que esperaba, sus expectativas y el chico me respondió:
«Yo quiero tocar un instrumento que me de reconocimiento, prestigio, que me haga ser aplaudido»
Y ahí estaba el error. Ningún instrumento por sí solo te da prestigio o reconocimiento.
Ciertamente hay instrumentos que molan más que otros pero no hay una lista escrita en la academia ni en ningún lado sobre el reconocimiento o prestigio que da tocar determinado instrumento. Creo que al final se reduce al mensaje, idea o enseñanza que uno músico o artista, logre transmitirle a su público, sea el que sea el instrumento que toque.
Y luego de eso, vendrá la dosis justa de dinero y reconocimiento.
Tengo pendiente contar esta anécdota en un video de mi canal en algún momento
Bueno, sin más que decir, saludos desde Venezuela, Ángel.
Que estés genial.
CZ
Ya lo dice el refranero español: «Nadie es perfecto.» Y también se aplica al ámbito laboral, como bien dices, no pasa nada porque existan imperfecciones, es normal y es mejor aceptarlas lo antes posible.
¡Buen artículo, gracias!!!
Woow, tendré que leer este post varias veces más, para recordar tus palabras cada vez que me entra el desanimo y la frustración por no encontrar un trabajo que me haga sentir «satisfecha». Gracias Angel!
Un abrazo desde México =)
Hola Ángel.
Gracias por este artículo. Resulta muy útil no solo para el ámbito profesional sino para todos aquellos que conforman la vida, como tú bien has dicho.
Además, los ejemplos que has dado son muy claros.
Lo único con lo que no acabo de estar de acuerdo es con la idea de que una pareja no te acabe de gustar porque es bajita. Eso no es algo del caracter de uno en lo que se pueda trabajar para mejorar. Lo digo por experiencia, ja, ja 😉
Bromas aparte, enhorabuena por este artículo.
¡Excelente post Ángel!
Una vez más me identifiqué. Hace meses que llegué a una nueva ciudad y fue para hacer lo que me gusta(capacitar a personas) y no encuentro un empleo en un área que me agrade del todo. Y leyendo tu post me doy cuenta que en efecto,no encontrarás tu trabajo ideal,sin embargo, recuerdo la frase de un antiguo CEO de una compañía: «Siéntete cómodo estando incómodo»,y sí,justo podemos abrazar la incomodidad y aprender en lo que nos vamos encontrando y descubriendo. Pero afortunadamente esto me ha ayudado a considerar otras posibilidades,ver la vida desde otras perspectivas,en definitiva,la frustración me ha traído cosas positivas a mi vida,jajajajajajajaja.
Gracias por compartir y ayudarnos con tu pasión,espero pronto entrar a uno de tus programas,porque me encanta aprender. Y disfruto también leer los comentarios de los demás.
Saludos desde México 😄
Hola! Desde Latinoamérica!. Que buen post! Sin dudas que el trabajo ideal saludable es el que se tiene en cuenta los pros y los contras en cada situación. Esa balanza que va cambiando no es la misma en cada uno de nosotros según el momento de la vida, situación, experiencias y la cultura.
Todos estos condimentos que hacen a nuestra realidad. Y la cultura juega mucho! Te lo dice una latinoamericana que esta encantada de poder trabajar en Francia con la Visa working holiday por un salario mínimo que te de para vivir y hasta ahorrar, estando lejos de la familia y trabajando en rubros donde no ejercemos nuestra profesión.
En fin… que cada uno encuentre su camino! Un abrazo.
Hola a tod@s!
Cómo bien dice Ángel, hay que abrazar lo imperfecto. Yo incluso añadiría: amar y tener sexo desenfrenado, porque si te esperas a lo perfecto…, apañad@ vas, alma de cántaro!!!
Hay que ser consciente que nada va a ser como tú lo has idealizado en tu cabeza. Y eso es lo bonito, digo yo. Por mucho que planees, organices y tengas la capacidad estratega de un mariscal de campo, nada, pero nada, va a ser igual a cómo pensaste al principio.
Siguiendo en esta línea de idealizar las cosas, aún me parece más triste el pensar que podemos conseguir mucho, sin realizar esfuerzo alguno o ni tan siquiera sacrificar algo por el camino. ¿Es esta filosofía producto de años de tele, cine y publicidad enseñándonos valores equivocados? Ya te digo, Rodrigo! Pero si hasta los Osos Amorosos tenían problemas!!!
Freud decía, «He sido un hombre afortunado en la vida: nada me fue fácil». (Mi psicoterapeuta dice que tengo que ir soltando frases célebres, ya que queda supercategórico y da seguridad).
Saludos.
Hola Angel.
Leí este artículo creo que como una señal o algo así. Tengo un defecto horrible y es que soy demasiado indecisa, tengo muchos sueños como viajar, ser independiente laboralmente y bueno como la frase de moda » vivir la vida al máximo»…
Pero, no se que camino seguir para llevar a cabo y tomar acción; actualmente tengo la clase de vida que no me enorgullece o que me gustaría compartir con alguien más y lo peor de todo es que ni se que es lo que me gusta realmente o cual es mi talento relevante por decirlo así. Sé que soy buena en muchas cosas, sin embargo cada que me viene una idea el PERO siempre aparece por que le temo al fracaso. Me estoy sincerando por que realmente quiero cambiar y lo estoy intentando con muchas herramientas pero es un paso a paso muy lento y difícil pero al final sé que todo valdrá la pena por que así lo quiero.
Ángel, te leo desde hace aproximadamente un año y a veces siento como si te conociera solo por las cosas que escribes. Tus artículos son geniales y reales, quizás para algunos suene lógico, quizás otros se resistan a identificar esto como cierto, porque la verdad nos incomoda y nos han educado para ser cínicos, pero todo lo que vale la pena requiere esfuerzo, disciplina, constancia y trabajo y si eso va de la mano de una pasión, que mejor?
La pasión es la que nos dará empuje y perseverancia cuando todo parezca venirse abajo, porque tener una pasión no significa que todo vaya ser color de rosas, si fuera así de fácil cualquiera lo conseguiría y todo el mundo iría por la vida cumpliendo anhelos y sueños de vida, que bonito sería eso, cierto?
Quizás aún estamos alejados de eso como sociedad, y por eso es tan valioso contar con el ejemplo y la experiencia de personas como tú.
Gracias por tu contenido, siempre tan inspirador.
Un abrazo!
Que genial eres, xiquet!!!
Descubrí tu blog hace tiempo y nunca había comentado antes, hasta ahora, claro está.
Me ha sucedido esto en trabajos y en relaciones. En «ambas dos», como decía un profesor que tuve, jaja
Tengo estudios y cursos en dos oficios y en una profesión, y experiencia laboral (la que me iba llegando al buscar trabajo), en todo esto. Después de leer tu artículo y tras experiencias/ frustraciones, uno se da cuenta de que, entre todo ello, siempre hay «algo» que has hecho que tal y como dices, tiene mas «feedback «de pros que de contras. Y esa ha sido finalmente los estudios y experiencia laboral en mi profesión.
Así, hace poco tiempo que me preparo oposiciones por primera vez, para poder conseguir -a medio plazo-, un puesto estable en mi profesión, y así, al fin lleguen a buen puerto esos pros que tanto me ha costado ver.
No descarto obviamente trabajos porque de algo hay que vivir y me centro mucho en la búsqueda de «ese» tipo de trabajo en «esa» profesión. Como que lo tengo 100% claro (al finnn, ché!!)
En parejas… Uy, mismo plan. No tengo nada en mente pero sí tengo claro que
1.) nadie es perfecto y
2.) igual que yo evoluciono (como un pokémon o un Son Goku jeje), otras personas también lo hacen, y se dan cuenta de que nadie es patrón de perfección, ni ellos ni la persona que les guste.
Con mi familia igual, les quiero muchísimo y ellos a mí, aunque confirmo que les he mareado xon tanto cambio de gusto de profesión (la época «actual» de cambios, y poco empleo, no ayuda), y sé que no me entienden porque realmente ellos pertenecen a otra generación distinta, pero sé que me quieren, igual es que no les queda otra opción jajaja
Poco a poco. Paso a paso. Las frustraciones de la vida te van enseñando todo esto. Lo importante es «ir hacia adelante», como decía mi abuela.
Te envío mucha (buena) salud en estos tiempos difíciles de cambio y virus predominante.
Un saludo de una Valenciana,
Gloria
¿Qué tal, Ángel?
Estoy de acuerdo con tu post, en mi caso, veo como puedo aplicarlo a mi situación.
Ahora mismo estoy experimentando el síndrome de la carrera ideal, siento que la carrera que estoy estudiando no es exactamente lo que me gusta, sin embargo, la elegí pensando que era la mejor opción (y lo sigo pensando).
Por tanto, estoy dándole muchas vueltas al tema de cambiar de carrera, aún así creo que no voy a llegar a encontrar una que me satisfaga al 100%.
Tu post me confirma que por mucho que busque no voy a encontrar nada que encaje 100% conmigo, así que seguiré investigando desde otro punto de vista para asegurarme que seguir es la mejor opción.
¡Un saludo!
¡Muy buenas a todos!
Me da la impresión que el síndrome del trabajo ideal esconde dos problemas:
1. La tendencia natural a maximizar lo negativo y minimizar lo positivo. Imagino que será un mecanismo de defensa del cerebro que quiere protegernos de cualquier cosa que nos pueda hacer sufrir.
2. Una falta de la madurez necesaria para asumir que lo perfecto no existe y que el perfeccionismo -mal enfocado- sólo trae infelicidad.
Quizás, el secreto para superar este síndrome esté en, además de abrazar la imperfección tal y como bien dice Ángel, darse cuenta de que lo más importante en la vida es conservar -o tratar de conseguir- la libertad de elegir en qué inviertes tu tiempo.
¡Un abrazo!
Hola Ángel,
Me quedo con la parte de nuestras «expectativas de la realidad». Últimamente he dimensionado la diferencia de imaginación vs. realidad, lo que elucubro en mi cabeza sin hacer nada y lo que pasa cuando realmente lo hago. Como dice T. Harv Eker hay dos clases de hábitos: el hacer y el no hacer, y, el hecho de pasar acción hace toda la diferencia…
Muy de acuerdo con todo! Yo me estoy dedicando ahora también a las páginas nicho, y no es para nada tan fácil como parece. Además, al principio tienes que dar mucho más de lo que vas a recibir.
Pero, como bien has dicho tú, me compensa de sobra lo bueno con lo malo! Y por eso sigo y sigo…
Saludos!
Hola Emilia! Me sentí identificada con tu comentario.. soy lic en administración y no logro salir de los típicos empleos de oficina y tampoco tengo ahorros para comenzar con algo propio. Son profesiones yo creo difíciles de encontrarle la vuelta. Yo hace muchos años que pienso como darle la vuelta y acá sigo jeje. Pero este artículo me ha dejado una buena enseñanza. Soy de Uruguay viviendo hace poco en España. Besos!
Hola Carolina!! Tal cual, no es fácil romper con los empleos tradicionales en estas profesiones y mucho menos si no te encontrás en un país desarrollado. Espero que tengas mejor suerte en España.
Éxitos y saludos
Es cierto. Una reflexión muy acertada. Además, hoy día hay infinidad de opciones, y cuantas más opciones, más posibilidades de bloqueo mental. Si a eso le añadimos la misma búsqueda de perfección en uno mismo, nos encontraremos con que nunca nos consideraremos 100% preparados para lanzarnos a perseguir lo que queremos.
Miles de posibilidades + búsqueda de la elección ideal + excesivo nivel de autoexigencia = bloqueo, inmovilidad e insatisfacción.
Hay que echar a andar, está claro. En lo que sea, pero dar un primer paso, y poco a poco nos iremos acercando al objetivo. Y también iremos aprendiendo por el camino y perfeccionando nuestras destrezas, hasta alcanzar la excelencia que buscamos. Pero si no andamos, ese momento no llegará nunca.
Gracias por tu blog y tu forma de ver las cosas. Yo me he sentido perdida durante mucho tiempo, y he tenido que replantearme todas mis convicciones sobre cómo debería ser la vida. No ha sido fácil, y he sufrido muchas contradicciones en carne propia, pero ahora, por fin, creo que tienes razón. Ahora tengo la mente abierta para aprender de los que ya habéis recorrido ese camino. 🙂
Muy buen artículo, Ángel, como todos los que escribes.
Me inspira para compartir mi experiencia en relación con la búsqueda de ideales. Mi historia empieza seguramente de forma muy parecida a la de la mayoría de suscriptores del blog. Una vez acabé la carrera y, con 22 añitos, empecé a trabajar de lo que había estudiado (informática, para ser precisos), al poco tiempo me di cuenta de que lo que hacía no me llenaba, por lo que empecé un proceso de búsqueda de alternativas. Como además tenía otros problemas personales, fui a parar al mundo del yoga y el autoconocimiento. Fue una larga e intensa etapa que duró bastantes años. Me dio tan fuerte que hasta dejé el trabajo y me independicé sin tener paro ni indemnización, aunque lógicamente, cuando se me acabaron los ahorros no tuve más remedio que volver a trabajar. Después me formé como profesora de yoga con la idea de cambiar de profesión, pero cuando obtuve mi titulación y empecé a dar clases me decepcionó bastante la experiencia. No me veía el resto de mi vida dando clases de yoga, así que seguí con la informática, que era lo que conocía y tenía seguro. Mi necesidad de cambiar de profesión quedó apaciguada durante el tiempo que estuve en contacto con el mundo del yoga, pues en ese momento era prioritario el ámbito personal.
En el fondo el yoga me brindó un ideal sustitutorio. Ya no importaba de qué manera me ganara la vida porque había encontrado un propósito mayor y más significativo. O al menos eso creía hasta que perdí la fe en ese propósito, lo cual hizo que me fuera distanciando progresivamente del yoga y que paulatinamente fuera resurgiendo en mí esa necesidad de encontrar el trabajo ideal. Tras varios torpes intentos por mejorar mis condiciones laborales, decidí que tenía que dejar la informática sí o sí, y me matriculé en un postgrado relacionado con la educación infantil en el que me daban la posibilidad de realizar unas prácticas al final. Creía que trabajar en contacto con niños podía llegar a ser muy enriquecedor para mí, pero cuando llegó el momento de llevarlo a la práctica, el resultado fue drásticamente distinto del esperado y decidí que ese tampoco era mi camino. Aunque debo decir que gracias a que necesitaba tener las tardes libres para poder hacer esas prácticas, me atreví a pedir una reducción de jornada y me la concedieron.
Sigo tu blog desde hace algunos meses, y me siento muchas veces motivada a emprender mi propio “negocio online”, inspirándome en la gran cantidad de buenos consejos y experiencias positivas que nos transmites siempre a través “Vivir al máximo”. Podría encontrar un tema sobre el que me gustase escribir sin demasiada dificultad, podría aprender sobre posicionamiento y, con paciencia y perseverancia, puede que al final lograra vivir de mi blog. Además, este es el momento ideal para dedicarme a ello, porque tengo tiempo libre y podría compaginarlo con mi trabajo sin correr ningún riesgo.
Pero estas últimas semanas me está pasando algo muy curioso con respecto al ideal de crear “una vida a mi medida”, y es que empiezo a preguntarme si no tengo ya esa “vida a mi medida”. Sí, es verdad que me cabrea mucho tener que madrugar cada día, tener que soportar cada día los retrasos de RENFE y las aglomeraciones del metro en hora punta, tener que trabajar con gente con la que no tengo ninguna afinidad, la falta de sentido que tiene muchas veces mi trabajo, etcétera. Pero por otro lado, si no tuviera la obligación de madrugar cada día dormiría muchas más horas de las que necesito, tener que coger el transporte público me obliga a generar cantidades ingentes de paciencia y, si no tuviera que trabajar cada día con gente diferente a mí, sería mucho menos tolerante. En el fondo creo que mi vida va de eso, de desarrollar aquello que más me cuesta, y para eso va a tener que haber siempre cosas que me cabreen… hasta que dejen de cabrearme. Últimamente reflexiono mucho acerca de esta búsqueda del trabajo ideal y me doy cuenta de que en el fondo siempre ha sido una excusa para huir de los problemas en lugar de enfrentarme a ellos. Me decía a mí misma que odiaba mi trabajo cuando lo que ocurría en realidad era que estaba teniendo una serie de problemas y conflictos que me veía incapaz de afrontar. La búsqueda del trabajo ideal me evitaba la desagradable tesitura de tener que enfrentarme a los problemas y sacar fuerzas, coraje y valentía para resolverlos, o de asumir mi responsabilidad y cambiar yo, en lugar de estar esperando a que cambiaran los demás o las circunstancias.
Así que, en el punto en el que ahora me encuentro, parece que mi búsqueda del trabajo ideal se desinfla por momentos, pero la vida continúa y nunca nada es definitivo. Para mí lo importante no es si al final conseguimos o no la vida que soñamos, sino que nunca perdamos la esperanza, y nunca dejemos de perseverar, porque al final todo esfuerzo acaba siempre siendo recompensado. De una manera u otra, el fruto que en el fondo buscamos siempre acaba llegando. Puede que en un momento dado no seamos capaces de verlo, pero el tiempo nos va dando la perspectiva necesaria para acabar comprendiéndolo. Eso lo puedo afirmar con total rotundidad porque esa ha sido siempre mi experiencia.
Muchas gracias por este artículo y por todo tu trabajo, que es de un gran valor.
Un fuerte abrazo.
Tu magnífico post me resuena con los razonamientos de un libro muy interesante: «So good they can’t ignore you», de Cal Newport.
Te agradezco de corazón el que hayas compartido esta verdad. Me llegó en el momento indicado. Un saludo Crack!
Muy buen artículo Ángel.
Quiero comenzar citando un proverbio Samurai
«La perfección es una montaña inescalable que debe ser escalada a diario»
Claramente y apoyándome en la idea de los arquetipos del gran Platón. La verdadera PERFECCIÓN a nosotros los seres humanos nos queda muy grande. Pero no por ello debemos dejar de buscarla, ya que todos poseemos fortalezas y somos muy buenos en muchas cosas, que quizás ni siquiera tengamos idea.
Está en nosotros encontrar y potenciar esas fuerzas latentes.
Es muy cierto que muchas personas, incluyéndome primero, están o han vivido ese momento de insatisfacción con su trabajo. En mi caso personal hace un mes deje mi empleo, y no fue una decisión simple, tomada a la ligera. Creo que lo importante cuando uno decide dejar su empleo es tomar la decisión con cabeza; es decir, no dejarnos llevar por lo emocional lo cual es superfluo, sino tomarse un tiempo considerable para ir bajando esa forma mental a tierra.
Es cierto también que hay gente que vive en la creencia de que va a encontrar un trabajo ideal, mayoritariamente me atrevo a decir «los jóvenes», siendo los primeros en renunciar cuando ingresan a un empleo y comienzan a ver que no todo es color de rosas, como tu bien lo detallas en el artículo.
Cada trabajo conlleva grados de responsabilidad, esfuerzo, compromiso y un gran etc, que a los jóvenes de nuestra actualidad y cada vez más, no se les enseña. Creo que para buscar la raíz del problema, deberíamos de remontarnos al hogar y desde ahí hacia afuera, el contexto social, compañerismos, educación, etc. Podría profundizar en este tema pero da para escribir un artículo completo del tema.
¿Qué sucede entonces con estas personas que creen que merecen un trabajo ideal?
Desde mi humilde opinión considero que muchas veces condicionadas por su propia crianza o el hecho de haber estado estudiando toda su vida una carrera, posgrado lo que hayan querido seguir durante su adolescencia y juventud, los condiciona, ojo! – no los determina.
Y por otra parte soy de los que creen que si a una persona, se les enseña valores importantes como el sentido de la responsabilidad, el esfuerzo, compañerismo, competencia sana, el respeto desde pequeños, se logra forjar en ese ser humano una personalidad un poco más fuerte, con carácter. Cuidado!, no confundir el carácter con mal humor, son cosas muy distintas, el carácter es fundamental en una persona, ya que te ayuda a tener firmeza en tus ideas, a defenderlas con fundamento, el mal humor es claramente muestra de debilidad y temor por parte de la persona que lo imparte.
En conclusión a mi propia pregunta, considero que esas personas están condicionadas por la crianza que hayan tenido. Ojo! no todos los casos. Hay situaciones en los que el mismo marco laboral quizás haya cambiado tanto que lleva a que una persona ya no se sienta cómoda en su trabajo y por ende quiera renunciar, en dicha situación claramente, por qué no hacerlo. Como también está la otra polaridad personas que quieren renunciar pero por temas económicos, familiares etc, no pueden tomar la decisión lo que claramente ello deriva en una frustración por parte de la persona. «Estos puntos dan mucho para reflexionar».
En conclusión comparto tu opinión con respecto a «abrazar la imperfección» claramente no hay empleos mejores que otros, si en un nivel económico, pero acaso, ¿Éso es lo único que importa? – creo que es una buena pregunta que invita a la reflexión.
Comparto tu opinión con respecto a abrazar aquel trabajo donde los pros superen a los contras y puedas tolerar las pruebas que se te presenten.
Creo que incluso el hecho de la felicidad consiste en no conformarte nunca, pero tampoco poner tú felicidad en lo laboral únicamente. Es cierto, si tienes un trabajo en el que amas lo que haces se te volverá mucho más fácil tolerar las pruebas, y si no es así, y por el contrario tienes un empleo en el que te sientes infeliz, pues te preguntaría «oye!, ¿Por qué sigues ahí?».
Voy a citar parte del artículo de Ángel, vale la pena: «La realidad es que todos los caminos que merecen la pena requieren esfuerzo y sacrificio, y habrá veces en los que te resulten aburridos, frustrantes e incluso dolorosos, y esto no es algo malo..», aquí discrepo únicamente en la última parte; en cuanto a que debamos aceptarlo.
No necesariamente tenemos que aceptarlo, considero que siempre podemos hacer algo, para cambiar esa situación por nosotros mismos, porque como dije al principio, cada uno de nosotros posee fortalezas, sólo tienes que descubrirlas y trabajar con ellas, en la medida que te reconozcas a ti mismo las situaciones que te parecían grandes monstruos comenzarán a mejorar como por arte de magia, pero cuidado, deberás estar más atento, las pruebas también serán más fuertes. Si quizas debemos de aceptarlas, pero con consciencia, como pruebas que nos van a ayudar a crecer, evolucionar.
Culmino mi comentario con una frase que invita a reflexionar: «El trabajo no dignifica al hombre, sino el hombre al trabajo».
Saludos y muy buen artículo Ángel.
Me encanta leerte Ángel, encuentro datos muy interesantes en tu página y blog! un saludo!
Me parece un blog muy interesante ya que todos soñamos con tener un trabajo perfecto pero a veces no es algo muy fácil de conseguir pero con el esfuerzo podemos cumplir nuestro sueño.
Cuanta sabiduría en esas palabras. La verdad que hasta ahora no había pensado en que siempre busco ese trabajo perfecto, algo que sea para mi. Y siento que no encuentro mi camino porque siempre busco ese trabajo ideal que sea adecuado para mi. Y lo que estudié, no me llena, hasta ahora no me ha llenado nada. Es cierto que todo requieres sacrificio, y creo que tengo una idea sobre cuál puede ser mi camino, aunque no es lo que se esperaba de mi. Dese luego el trabajo en sí ni me gusta ni me deja de gustar, ya que nunca lo he hecho antes. Pero creo que si consigo ese trabajo, me puede llenar, porque sus pros son mejores que sus contras y se puede adaptar bien a mi estilo de vida. Aunque me costará llegar a ello. Como dices, nada es fácil y todo requiere sacrificio.