Hace unas semanas terminó la última edición de Encuentra tu Camino: un programa tutorizado de 12 semanas en el ayudo a gente que no sabe qué hacer a encontrar una opción de futuro que encaje con ellos y que les permita llevar una vida a su medida.
Con esta edición, son ya más de 500 alumnos con los que he trabajado.
Y después de haber escuchado cientos de historias y de haber conocido todo tipo de casos, puedo decir que una de las mayores causas de parálisis y de insatisfacción laboral que existe hoy en día es lo que yo llamo “el síndrome del trabajo ideal”.
En qué consiste el síndrome del trabajo ideal
Las personas que sufren el síndrome del trabajo ideal se distinguen porque sueñan con dedicarse a algo que “les llene de verdad”, pero por mucho que buscan, no encuentran ninguna opción que les convenza porque a todas les ven alguna pega o algún problema.
La mayoría viven instalados en el siguiente círculo vicioso:
- Descubren un trabajo o una profesión que les llama la atención, o se les ocurre una idea de negocio que les encaja
- Se emocionan porque están convencidos de que por fin han encontrado lo que estaban buscando y se ponen con ello
- Cuando empiezan a investigar y a conocer más detalles, se dan cuenta de que no todo es perfecto como ellos pensaban, sino que recorrer ese camino requiere tiempo y esfuerzo, hacer algunas tareas que no les gustan del todo, que el éxito no está garantizado o que tiene algún otro inconveniente
- Llegan a la conclusión de que en el fondo esa opción no les llena, así que la descartan y retoman su búsqueda, lo cual pasado un tiempo les vuelve a llevar al punto #1
Se pasan meses o incluso años repitiendo estos cuatro pasos en bucle una y otra vez, y su vida se convierte en una fuente de frustración e insatisfacción continua.
Cuando estas personas se apuntan a Encuentra tu Camino, normalmente lo hacen porque creen que tengo una varita mágica que les va a permitir encontrar esa opción de futuro con las características que buscan.
Y sí, es cierto que en el programa les explico cómo descubrir opciones que no conocían o que nunca se habían planteado y que podrían ser perfectas para ellos.
Sin embargo, en su caso eso es lo de menos, porque su problema no es tanto la falta de buenas opciones, sino sus expectativas sobre la realidad.
Cuál es el verdadero origen del síndrome del trabajo ideal
El gran error que cometen aquellos que sufren el síndrome del trabajo perfecto es que consideran que para que un determinado camino les llene debe cumplir una larga lista de requisitos, entre los que suelen encontrarse los siguientes:
- Todas las tareas que implica son apasionantes
- Está bien remunerado
- No requiere mucho esfuerzo
- Tiene unos horarios súper convenientes
- Es fácil y rápido de conseguir
- No presenta ningún riesgo
- Te garantiza una buena vida hasta que te jubiles
Y además debe cumplirlos todos sin fallar, hasta el punto de que cualquier pequeña pega u obstáculo, como que el camino en cuestión requiera varios meses de trabajo, incluya alguna actividad que no les guste demasiado o implique la más mínima incertidumbre, es motivo suficiente para descartarlo.
Lo que no entienden estas personas es que encontrar una profesión, un trabajo o un negocio sin ningún tipo de inconveniente es imposible.
Es como pretender encontrar una pareja sin ningún defecto.
No lo vas a conseguir, porque no existe.
Piénsalo…
Por mucho que te atraiga una persona o por mucho que la quieras, siempre tendrá algo que no te convenza o que no esté 100% a tu gusto.
Puede que sea bajita, un poco desastre, o que a veces se ponga de mal humor.
O quizá preferirías que fuese un poco más divertida, que le gustase un poco menos el fútbol, o que vistiese un poco mejor.
Pero nunca será perfecta.
De igual manera, vivas donde vivas, tu lugar de residencia siempre tendrá algún inconveniente.
Si eliges vivir en un piso en el centro de una gran ciudad, estarás lejos de la naturaleza y te saldrá caro el alquiler.
Y si eliges vivir en una casa grande en un pueblo, tendrás que desplazarte cada vez que necesites ir a la ciudad, y tendrás que dedicar más tiempo (o pagar más dinero) a limpiar y mantener el jardín.
Lo que está claro es que nunca encontrarás un piso que sea a la vez moderno, amplio, totalmente equipado, que esté cerca del centro y también de la naturaleza, y que encima sea barato, porque no existe algo así.
Es un poco como los jugadores del Pro Evolution Soccer, que todos tienen una serie de atributos (pase, tiro, velocidad…) y una puntuación para cada uno de ellos.
Los hay que destacan más en unas cosas que en otras, pero ninguno lo tiene todo a 100.
Incluso Messi, que es el mejor jugador del mundo, flojea en defensa y en el físico:
¡Ni si quiera Messi es perfecto!
Pues básicamente así es como funciona la vida.
Elijas el camino que elijas, siempre va a tener algo negativo.
Algo que no te va a gustar.
Porque las cosas nunca suelen ser blancas o negras, sino que la mayoría son de color gris.
Cómo superar el síndrome del trabajo ideal
Si eres uno de los afectados por el síndrome del trabajo perfecto, debes saber que entender esta verdad incómoda es la única manera de salir del bucle de frustración e insatisfacción en el que te encuentras ahora mismo.
Necesitas aceptar que el mundo no es un restaurante de menú en el que puedes pedirle al camarero que te quite los ingredientes que no te gustan y los sustituya por otros.
Y es que todas, absolutamente todas las opciones de futuro que existen tienen inconvenientes y un precio a pagar.
Por ejemplo:
- Si trabajas en una empresa, vas a tener un jefe diciéndote qué es lo que debes hacer, que además puede echarte en cualquier momento
- Si te haces funcionario, vas a pasarte muchos meses preparándote unas oposiciones, y si las sacas, tu sueldo nunca va a ser muy alto y tu carrera profesional no va a evolucionar demasiado con el tiempo
- Si montas tu propio negocio, vas a tener que trabajar como un animal sin ninguna garantía de que lo que estás haciendo vaya a funcionar y vas a tener que estar continuamente compitiendo con otros emprendedores
Y no sólo eso, sino que, hagas lo que hagas, incluso si te dedicas a algo que te apasiona, siempre va a haber…
- Tareas aburridas o que no te gusten
- Días en los que no te apetezca trabajar
- Momentos de estrés, impotencia y frustración
Lo sé porque mi trabajo en Vivir al Máximo me encanta, pero aun así tengo que gestionar un montón de temas legales y burocráticos que me ponen de mal humor, hay mañanas en las que me da una pereza horrible sentarme escribir, e incluso ha habido un par de veces que he llegado al burnout de tanto currar.
E insisto: me apasiona lo que hago.
En ese sentido, el error está en creer que para que una opción de futuro “te llene” tiene que ser perfecta.
No es así.
Al igual que puedes ser feliz compartiendo tu vida con una persona que tenga cosas que no te gustan, también puedes serlo recorriendo un camino que tenga problemas, obstáculos e inconvenientes.
El secreto está en dejar de buscar la perfección y centrarse en elegir un camino en el que los pros compensen con creces a los contras.
Es decir, un camino que tenga unas ventajas que sean muy valiosos para ti, y que al mismo tiempo tenga unos inconvenientes que puedas tolerar.
En mi caso, cuando en su día decidí convertirme en nómada digital, era muy consciente de que no era la opción perfecta.
Es cierto que tenía muchas cosas buenas, como la libertad de poder trabajar desde cualquier lugar del mundo con mi propios horarios, pero también implicaba el estar lejos de mi familia y de mis amigos durante meses, tener que empezar de cero cada vez que llegaba a una nueva ciudad, la incertidumbre de no saber si mi negocio seguiría funcionando…
Aun así, en mi caso lo positivo compensaba con creces lo negativo, porque en aquel momento mi prioridad era vivir la experiencia de viajar por el mundo con una mochila, y el precio que tenía que pagar para conseguirlo era muy bajo en comparación con lo importante que ese viaje era para mí.
De igual manera, las personas que se dedican a las páginas nicho, como Pau Ninja o Pau Forner, saben que el modelo de negocio no es perfecto.
Escribir artículos de 10.000 palabras sobre ollas express o barbacoas no es divertido, la competencia cada vez es más alta, depender de Google y de Amazon genera intranquilidad…
Pero a pesar de eso les compensa, porque ganan un buen sueldo todos los meses, no tienen que lidiar con un jefe ni con clientes, y les deja suficiente tiempo libre para el resto de sus proyectos e intereses.
Conclusión: abraza la imperfección
Interiorizar lo que te he explicado en este artículo, la idea de que no existe un camino sin pegas y que lo que hay que hacer es encontrar una opción de futuro en la que los pros superen de largo los contras y cuyos inconvenientes puedas tolerar, es la clave para superar el síndrome del trabajo ideal.
Es lo que te va a permitir salir del bucle de “encontrar una opción → ilusionarse → descartarla → volver a buscar” en el que quizá lleves metido meses o incluso años, y decantarte finalmente por algo que, aunque implique hacer tareas que no te gustan, asumir ciertos riesgos o tener tus días de estrés, en el cómputo global pueda hacerte feliz.
Porque el que un trabajo te llene no significa que siempre tenga que ser fácil, maravilloso y divertido, y tampoco significa que no exista la probabilidad de fracasar.
La realidad es que todos los caminos que merecen la pena requieren esfuerzo y sacrificio, y habrá veces en los que te resulten aburridos, frustrantes e incluso dolorosos, y esto no es algo malo.
Simplemente es algo que debemos aceptar.