Cuando cumplí 10 años, mi padre empezó a darme clases de inglés todos los días. Yo las odiaba con toda mi alma, porque significaban interrumpir la partida de Age of Empires o la pachanga futbolera con mis amigos para sentarme durante 20 minutos a aprender el past simple. Por eso, siempre le preguntaba lo mismo:
– “Papá, ¿hasta cuándo tengo que dar estas clases?”
– “Hasta que sepas lo suficiente para que no se te olvide”, respondía él.
No recuerdo exactamente la fecha, pero el gran día llegó y, efectivamente: desde entonces no tuve que volver a preocuparme por el inglés.
Así fue como, sin darme cuenta, experimenté por primera vez el secreto de la productividad.
El verdadero problema
¿Alguna vez has invertido una gran cantidad de recursos en construir algo que nunca te ha llegado a dar beneficios o que al poco tiempo se ha derrumbado como un castillo de naipes?
- Estudiaste una carrera durante 5 años, pero te salió un trabajo justo cuando estabas haciendo el proyecto y nunca te sacaste el título
- Leíste un consejo interesante en un libro o en Vivir al Máximo, lo aplicaste en tu vida y viste resultados positivos, pero nunca llegaste a implementarlo de manera regular en tu día a día
- Trabajaste en un proyecto meses y meses, pero nunca vio la luz o lo abandonaste al poco tiempo de lanzarlo a pesar de que estaba funcionando
- Conociste a una persona increíble, alguien que podría llegar a ser uno de tus mejores amigos, pero nunca le llamaste y acabaste perdiendo el contacto
- Fuiste varios años a clases de algo, pero se te ha olvidado casi todo porque en su momento no practicaste lo suficiente
Si te ves en este tipo de situaciones una y otra vez, no te hace falta un nuevo sistema de organización de tareas ni una app que te permita ahorrar 20 minutos cada mañana. Lo que realmente necesitas es dedicar más tiempo a consolidar tus ganancias.
Expansión vs. Consolidación
Para crear un activo o mejorar cualquier área de tu vida necesitas hacer dos cosas:
- Invertir recursos (tiempo, dinero, energía) en empezar, aprender, construir, crecer, añadir o aumentar algo.
- Atar cabos, cerrar proyectos, terminar y cosechar las ganancias que has conseguido hasta ese momento.
Aquí tienes ejemplos de actividades de expansión y consolidación para distintos proyectos:
PROYECTO |
ACTIVIDADES DE EXPANSIÓN |
ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN |
Montar un negocio | – Crear un proceso repetible que aporte valor a cambio de dinero | – Hacer que el proceso sea rentable- Automatizar y delegar |
Aprender a bailar | – Ir a clases de baile | – Practicar los pasos de las clases en sesiones abiertas- Alcanzar un nivel lo suficientemente alto para no olvidar lo aprendido |
Hacer nuevos amigos | – Asistir a eventos o actividades a los que vaya el perfil de personas que quieres conocer- Hablar con todo el mundo | – Proponer planes a las personas con las que te gustaría crear una amistad- Mantener el contacto regularmente |
En general, la gente se centra únicamente en las actividades de expansión y pasa por alto las de consolidación, cayendo en uno de estos dos errores:
- Intentar expandirse demasiado rápido antes de tener la capacidad para ello. Al final no aguantas el ritmo y todo lo que habías construido acaba derrumbándose a la vez. Ejemplo: pasar de una día para de otro de llevar una vida sedentaria y comer fatal a ir al gimnasio 5 veces por semana y seguir una dieta paleo estricta. Puede que lo consigas las primeras semanas a base de fuerza de voluntad, pero con total seguridad acabarás volviendo a tus hábitos antiguos.
- Empezar muchas cosas, pero dejarlas todas al 80%. De vez en cuando recoges beneficios, pero siempre es algo pequeño y temporal. Eso te condena a vivir para siempre en la fase de expansión, creando y construyendo continuamente sin llegar nunca a nada. Ejemplo: empezar todos los meses una nueva idea de negocio y, en cuanto surge cualquier complicación o aparece una idea mejor, abandonar el proyecto y arrancar de cero con otra cosa.
En realidad, la clave para conseguir más y mejores resultados es hacer justamente lo contrario: aprovechar al máximo los recursos invertidos durante la fase de expansión exprimiendo las ganancias y protegiéndolas para que se vuelvan permanentes.
Esto lo saben bien en Microsoft, donde para crear Windows se invierten 4 meses corrigiendo (consolidación) errores por cada 2 meses escribiendo código (expansión).
Lo sabe Gonzalo, que en la entrevista de la semana pasado nos habló de “la teoría de la apisonadora y el apuntalamiento” (minuto 12:20) y de su obsesión con delegar, automatizar y quitarse de en medio cuanto antes.
Y lo sabe también mi amigo F, que tiene una empresa de venta de productos promocionales que factura seis cifras, y que estos últimos años ha estado centrado exclusivamente en automatizar los procesos de su negocio. Ahora mismo está recorriendo el mundo con su tabla de surf.
Si quieres progresar de verdad, no sólo tienes que pensar en crear y expandirte. También necesitas dedicar tiempo de forma regular a consolidar tus ganancias y utilizarlas para poder seguir creciendo.
Piensa en la construcción de un edificio. Primero se crea el esqueleto de hormigón de una planta y, antes de construir la siguiente, se colocan suportes y se espera varios días para que la estructura se endurezca y sea lo suficientemente sólida como para aguantar el peso del resto de la construcción.
Ese es el secreto de la productividad.
Expansión, consolidación.
Expansión, consolidación.
Expansión, consolidación.
Por qué es tan difícil consolidar
La consolidación de proyectos productivos es lo que marca la diferencia entre el éxito permanente y la gloria pasajera. Todos los emprendedores que conozco que han conseguido diseñar su estilo de vida ideal y que ahora disfrutan de una bien merecida libertad saben cómo hacerlo. Sin embargo, es algo que pocas personas hacen.
A mí, por ejemplo, hasta ahora se me ha dado bastante mal esto de la consolidación.
Fíjate en cómo gestioné ‘El Nicho Perfecto', el curso de blogging que lancé el año pasado. Se apuntaron más de 40 personas y la gente quedó encantada con la experiencia. Sin embargo, a pesar de la buena aceptación que tuvo, de tener el material acabado y de que todos los meses alguien me preguntase por el producto, dejé de venderlo. Esta decisión me ha hecho perder decenas de clientes y miles de euros.
Afortunadamente, es algo que estoy corrigiendo, hasta el punto de que he bautizado el 2015 como el año de la consolidación. No quiero crecer ni empezar nada nuevo, sino acabar todos los proyectos que tengo empezados y ponerlos a producir. El primer paso ya lo he dado volviendo a lanzar ‘El Nicho Perfecto' (ahora Idea2Blog), esta vez de manera permanente, con programa de afiliados y totalmente automatizado y escalable.
Pero, ¿por qué nos cuesta tanto consolidar las ganancias si es tan importante?
La respuesta es sencilla: expandirse es mucho más cool que consolidar.
Qué es más atractivo, ¿empezar una nueva startup innovadora o incrementar un 20% los ingresos de la aplicación web que creaste hace 6 meses? ¿Aprender nuevos pasos de baile o practicar una y otra vez los que ya conoces? ¿Utilizar técnicas de growth hacking para incrementar el tráfico a tu blog, o hacer tests A/B para optimizar las conversiones a tu lista de correo?
Imagínate que España tuviese una época de bonanza económica. A quién aplaudiría más la gente, ¿a un presidente que prometiese gastar ese superávit en construir escuelas y hospitales, crear becas y dar subvenciones, o a un líder que se dedicase a tareas menos vistosas como optimizar procesos, asegurar que lo que se ha hecho bien se siga haciendo de manera sistemática y proteger lo ganado para que cuando lleguen las vacas flacas no se venga todo abajo?
Te recuerdo que Napoleón es considerado uno de los mayores genios militares de la historia, a pesar de que perdió todo lo que había conquistado por ser demasiado ambicioso y no consolidar las ganancias, mientras que otros grandes líderes han pasado totalmente desapercibido a pesar de haber hecho bien las cosas.
Expandirse vende. Consolidar no.
Pero, ¿qué es lo que prefieres tú? ¿Ser cool o ser libre y rico?
Cómo convertirte en un gran consolidador
Aunque sólo soy un novatillo en el tema de consolidar ganancias, quiero compartir contigo las ideas que estoy poniendo en práctica para mejorar este aspecto de mi vida por si te sirven de ayuda.
1. ANTES DE INTENTAR CONSEGUIR ALGO, PREGÚNTATE: ¿VOY A SER CAPAZ DE MANTENERLO?
En la mayoría de los casos no tiene sentido intentar algo si sabes de antemano que no vas a poder terminarlo o que, incluso si lo consigues, te va a durar dos días.
Esto es algo que he hecho en múltiples ocasiones, por ejemplo cuando me apunté a clases particulares de tailandés en Chiang Mai. Desde el primer día sabía que me iba a marchar de allí en menos de un mes y que nunca más iba a tener la oportunidad de practicarlo, así que se me iba a olvidar. Y eso fue exactamente lo que pasó. Invertí mi tiempo y mi dinero en algo que no me sirvió de mucho y que ya no recuerdo.
Otro ejemplo de esta teoría es pensar en qué ocurriría si consiguieses ligarte a una chica explosiva como Irina Shayk, la ex de Cristiano. ¿Serías capaz de mantener una relación con ella? ¿Dormirías por las noches cuando estuviese de viaje en una sesión de fotografías o saliese de fiesta con sus amigos guaperas? (Lo mismo es aplicable a Brad Pitt o George Clooney)
Antes de ir a por una gran oportunidad o empezar un proyecto ambicioso, asegúrate siempre de que A) vas a poder terminarlo y B) que cuando lo consigas serás capaz de consolidar las ganancias que te reporte.
2. NO TE RELAJES CUANDO VEAS LA LÍNEA DE META
Un error muy común es trabajar muy duro para completar un proyecto al 95% y, llegado a ese punto, pensar que está todo bajo control y confiarse. Al final te relajas, pierdes la inercia que habías acumulado y nunca terminas ese 5% que te falta.
Pasa mucho, especialmente con las carreras universitarias. ¿Cuántos estudiantes habrá a los que sólo les falta acabar el PFC para conseguir el título?
Cuando algo está prácticamente acabado hay que apretar los dientes y trabajar más duro que nunca para liquidarlo de una maldita vez, incluso si lo que vas a conseguir llegando al 100% no te sirve de mucho. ¡Te lo debes a ti mismo por todo lo que has currado para llegar ahí! Olvídate de la falacia del costo hundido. Cuando estás en este punto es demasiado tarde para abandonar.
3. DATE TIEMPO PARA TERMINAR
El final de un proyecto es una de las partes más importantes del mismo. Suele ser cuando promocionas el producto que has creado, consigues clientes o cuando por fin disfrutas hablando japonés después de meses de clases y ejercicios. También suele ser el momento de automatizar, delegar y optimizar resultados.
En definitiva: es la fase de consolidación. La gran parte del trabajo ya está hecho, y con un poco más de esfuerzo puedes recoger la mayoría de las ganancias.
El problema es que terminar es difícil. Estás cansado, te apetece descansar y lo que quieres es acabar lo antes posible.
¡No caigas en la tentación y acostúmbrate a acabar bien! Es decir, piensa en las distintas maneras de cosechar, proteger y reforzar los beneficios de tu trabajo, y reserva tiempo suficiente para hacerlo.
Algunas preguntas interesantes que hacerse cuando estás terminando algo:
- ¿Qué ha funcionado bien? ¿Cómo puedo asegurarme que sigo haciéndolo en el futuro?
- ¿Qué puedes automatizar o delegar?
- ¿Qué otros activos puedes generar como consecuencia de haber acabado este proyecto? Testimonios, recomendaciones, una nueva entrada en tu portfolio, procesos documentados, un ebook o un guest post explicando lo que has aprendido…
Después de tantos meses luchando, exprime al máximo los frutos de tu esfuerzo. Tus vacaciones pueden esperar una semana más.
4. EVITA A TODA COSTA QUEDARTE FUERA DE JUEGO
Esto es el algo sobre lo que escribí en más detalle en mi artículo sobre cómo tener buena suerte, pero creo que merece la pena recordarlo:
La mejor manera de consolidar tus ganancias es limitando tus pérdidas
De nada sirve ganar muchas batallas si luego acabas perdiendo la guerra, así que asegúrate de que no existe nada que te pueda dejar permanentemente “fuera de juego” y tirar a la basura todo lo que has construido hasta ese momento.
Estoy hablando de cosas como que te hackeen la página web y no tengas una copia de seguridad, o que tengas una sola copia de tu novela en papel y una tarde se la coma tu perro.
¡Mucho cuidado con esto!
Una reflexión sobre la productividad
Cuando la gente quiere mejorar su productividad o saber cómo ser más productivo suele trabajar dos aspectos:
- Ser más efectivo (hacer las tareas correctas)
- Ser más eficiente (hacer esas tareas lo mejor y más rápido posible)
Sin embargo, hay un tercer punto que hay que hay que tener en cuenta y que es igual o más importante que los anteriores: obtener mayores ganancias de los proyectos que completes y que éstas sean permanentes.
Esta es una de las claves para ser más productivo y no tener que estar creando proyectos desde cero. Da igual que hagas las tareas correctas y las hagas rápido y bien, que si no eres capaz de recoger los beneficios y mantenerlos a lo largo del tiempo tu esfuerzo no te habrá servido de mucho
Aquí es donde entra en juego el saber consolidar ganancias, una habilidad poco reconocida pero imprescindible. Es mucho más productivo quien trabaja 100 horas y es capaz de crear una fuente de ingresos permanente de 1.000 euros mensuales, que el que echa 50, gana 2.000 euros una sola vez, y tiene que volver a empezar de cero.
Adopta la misma actitud del alpinista que escala el Everest: despacito, pero con paso firme, y siempre progresando en la dirección correcta.
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Y tú, ¿eres un buen consolidador? ¿Hay algo que te funcione especialmente bien a la hora de consolidar ganancias?
¡Ya estoy en Suiza! Muy bonito, pero caro como el demonio 😛
Foto: Gruyères, Suiza